Partida Rol por web

La herida era bastante impresionante, sobre todo si tenía en cuenta que la había realizado ella misma y utilizando sus propias uñas. Se podía adivinar por su rostro lo afectado que estaba por el estado de esa pobre muchacha, aunque sus manos no temblaron en ningún momento. Por suerte otra mujer acudió en ayuda, que parecía conocerla, logrando tranquilizar a la joven del todo. Le agradeció ese gesto con una sonrisa, mas no dijo nada, solo continuó con su labor. La llegada del médico le permitió relajarse un poco, pues la joven contaría con atención especializada.

-Cuente conmigo para lo que necesite- dijo con rostro serio manteniendo su mano sobre la herida de la joven. Por suerte ella no estaba infectada, ya tenía bastante con no saber el destino de DK como para agregarle el de alguien más. Incluso si fuera una total desconocida. Ahora, gracias lo dicho hasta el momento, sabía que la chica afectada se llamaba Violeta y su amiga Sophie. No se preguntó el porque esa mujer estaba armada, simplemente lo asoció a que pertenecia a la seguridad del lugar-. ¿Podremos atenderla aquí?- le preguntó al médico al oír que no les permitían llevarla a la sala de contención. No sabía si la llevaban allí por tener mejor equipo o por la seguridad ante una posible infección. Como fuera, el bombero se quedaría allí hasta que sus servicios fueran innecesarios.

No ha funcionado, creo que ni tan siquiera me ha escuchado con eso de que ibamos a morir. Joder Thomas, estoy arriesgando todo por tí y tu mujer... ¿podrías dejar de perder el tiempo con esta gente y pensar en los tuyos? La frustración me está matando.

-¡Estela! ¡Prepara otra dosis!  -No hay tiempo para reencuentros felices, ni para intercambiar más que unas breves palabras con su hermano, pero ahora que se han encontrado, podrán hablar más tarde.   -Alice está aquí, pero su estado es muy delicado. No podemos moverla sin que su vida corra un grave peligro. Por eso cambié mi apellido, sabía que la abuela trataría de hacer que la dejase atrás y te aseguro que esta vez, no va a lograr salirse con la suya.

Me quedo a su lado, mientras encuentra un momento para contarme el destino de Alice y las implicaciones de la abuela. ¿A que se refiere con "esta vez"? ¿Trató de aislar a Alice durante el incidente de la boda? No lo creo, debe referirse a cuando aún la abuela no perdía la esperanza de que se pudiera convencer a Thomas de no seguir adelante con la boda...

Por una parte me siento feliz de que Alice siga viva, si ella da alegría a mi hermano, yo me alegro. Pero... ¿crítica? Por un momento me doy asco cuando pienso en separar de sus medicamentos a Alice para que no sea una carga para mi hermano y pueda escapar conmigo... Sin duda el shock me permitiría arrastrarlo conmigo, pero joder, Alice es mi cuñada, y mi hermano en verdad está enamorado...

Si no quiero ver como mueren ambos, o los tres, calcinados, voy a tener que plantearme como llevarme a Alice conmigo y de esa forma obligar a Thomas a seguirme.

Parece calmar la situación, y le dejo a sus anchas, ya que eso nos conviene a todas las partes implicadas. Cuando dice que me vaya con él, mis pies se mueven solos tras su paso con lealtad familiar absoluta, sin cuestionarlo tan siquiera. La mirada del vigilante es un poema, pero la mía hacia él es igual: A mi tampoco me hace puta gracia quedarme aquí.

 

-Sophie, sé que estás muy afectada y que ahora mismo debes de estar aterrada, pero no eres la única. Esa muchacha de ahí se llama Mary y está completamente sola. Necesito que seas fuerte ahora mismo y que trates de convertirte en una figura en la que pueda confiar o al menos, que respete. Tiene toda la pinta de ser alguien que no lo ha pasado muy bien, huelo a problemas con los padres, así que quizás una amiga sea lo que necesite. ¿Crees que podrás hacerlo? Me encargaré de que Violeta esté bien, deja de preocuparte, no está infectada, la he realizado la prueba hace menos de media hora y está completamente limpia. ¿De acuerdo?

Chasqueando los dedos para reclamar la atención de Mary, la pide que se acerque.

-Esta es Sophie, es una buena amiga y va armada, así que no tienes que preocuparte por nada. Si algo pasa, ella sabrá que hacer. Vas a venir con nosotros, donde habrá más vigilantes, así que estarás a salvo. ¿Te parece bien?

Esto resuelve el misterio de porque la loca de coño estaba en la boda, es amiga de mi hermano, o de su mujer. Empiezo a dudar de su salud mental, pero supongo que si son amigos... ella también debería salvarse aunque me pese... 

Hago un recuento rápido mientras andamos, de la gente que me gustaría salvar... A mi hermano y su mujer, al capitán Wright y a Violeta. Y sólo tengo hueco en los asientos para 3 más, lo que significa que deben quedarse muchos. Si a eso añadimos que Sophie deberia venir... por mi hermano... Hace un total de 5 personas más yo mismo.

El capitán Wright aunque lo lamente no va a salvarse, es un héroe y se quedará ahí... y si mal no conozco a mi hermano, por desgracia él también. Si no cuento al capitán, son 4 asientos para 5 personas. Alguien no va a subir... y si tengo que escoger va a ser Sophie, a no ser que Violeta muera o la lleven a un lugar dónde no tenga tiempo a salvarla.

Pero si descarto a Sophie, mi hermano irá a buscarla, incluso cedería su asiento por ella... no, me niego a permitir eso.

Sophie debe morir y debe parecer un accidente... nunca creí que llegaría a estos extremos, quizás mi abuela tenga razón acerca de nosotros, depredadores y presas... Sin embargo, antes de mandarla al más allá tengo que asegurarme de que Alice podrá movilizarse. Porque de no ser así, aunque no me lo perdone nunca, si Alice se queda atrás, no hará falta acabar con Sophie, pero eso rompería a mi hermano por dentro. Mierda.

Resumiendo, la vida de Sophie depende de la fragilidad de Violeta o Alice... aunque ésta última tiene mi prioridad para salvarla.

Debo llegar a Alice y verla por mi mismo antes de tomar la decisión.

-Escucha hermano, debes usar tu autoridad para llevarme a Alice, es mi cuñada, mi familia, también tengo derecho a verla... creí que estabais muertos y os lloré, DEBO verla.

La situación se le empezaba a escapar de las manos. Sophie se había visto afectada por el estado de Violeta y se había visto envuelta en una serie de decisiones que no había tomado por si misma. Ella debía estar en la zona de seguridad con Selena y Mike, a salvo de cualquier problema tal y como le había pedido Matt a cambio de poder quedarse en las instalaciones.

- Thomas. - llamó un momento al doctor para contarle algo en privado de suma importancia... Escúchame, he de hablar contigo.

Sophie se llevó a Thomas un poco apartado del resto e intentó hablar en voz baja para que aquello no saliera de la conversación entre ellos dos.

- He de contarte algo, es relativo a la seguridad de este lugar. Violeta puede que sí esté infectada con otra cepa del virus. Hace apenas uno días se descubrió que podía mutar. El efecto en uno de los Delta force fue mucho más virulento y se transformó en un ser de fuerza y dimensiones sobrehumanas, mucho más peligroso que el resto. También es posible que el huesped lo mantenga en una especie de letargo por tiempo indeterminado.- le cuenta a Thomas esperando que pueda digerir toda esa información antes de continuar.

- Y ahora mismo el área de contención está restringida. Allí se están llevando ahora mismo experimentos con sujetos vivos que acaban d traer del exterior. Los doctores creen haber encontrado una sustancia que los debilita, que los vuelve lentos y quieren probarlo en ellos. Si llevamos a toda esta gente...- dice mirando atrás a... Larry, Thomas, Mary y Violeta... - ...no sólo los estaremos exponiendo al peligro si no que interferiremos en los experimentos.  

- Dejaremos que se encarguen de Violeta y te aseguro que a nadie más que a mi me duele decir esto. Pero no podemos dejar que haya un nuevo contagio de nuevo. Y si desde el exterior parece que se acercan más, hay que extremar las precauciones.

Esperaba que el doctor supiera apreciar su sinceridad. Le había contado un montón de información sensible que esperaba que no se extendiera más de lo necesario. Que cundiera el pánico tampoco era nada bueno, tal y como pensaba el Dr. Hawkings, pues en eso le daba la razón. Pero Thomas debía saber  a donde se dirigía y que iba a encontrarse allí asumiendo el riesgo y la vida de todas aquellas personas.

Miro con gesto serio a la mujer del arma, ahora sé que se llama Sophie, pero me importa poco. Parece que pasa de mí, está más preocupada por la mujer que montó el numerito en el pasillo. Eso me viene bien. Aunque tenga que ir con ella, que lo prefiero antes que con la enfermera, no me molestará mucho. Será mejor que no la pierda de vista.

El cansancio acumulado tras días sin apenas descansar, empieza a pasar factura a Thomas Miller. La situación se está descontrolando a cada instante y está llegando a un punto, donde no habrá vuelta atrás. Por un lado Larry ahora quiere ir a ver a Alice, lo cual le agrada, pero no es el momento. Primero tiene que solucionar lo de Violeta, es entonces cuando Sophie lo aparta del grupo.

La expresión del doctor se transforma por completo, una ardiente ira aparece en su mirada y alimentándose de ella, recupera parte de las fuerzas perdidas. Ninguno de los presentes logra escuchar absolutamente nada de lo que Sophie comparte con Thomas, pero por la expresión de este último, está claro que no le gusta lo que escucha.

-Maldito sea esa víbora de Hawkins. Llevaremos a Violeta a su habitación y la mantendremos bajo vigilancia allí. Más tarde, Hawkins tendrá mucho que explicar.

Frotándose los ojos, trata de pensar cual es el siguiente paso a dar. Hay demasiadas personas, todas demasiado alteradas y cada cual con sus propios objetivos. ¿Nadie ve la urgencia de tener que colaborar como un equipo?

-Sophie, lleva por favor a la muchacha y a mi hermano contigo. Alice está al final del ala médica, en la zona número siete. Ahora mismo está dormida, así que procurar no despertarla. Allí hay algo de comida, así que coger lo que queráis y esperar a que acabe de atender a Violeta. No debería de tardar mucho y por el amor de dios, dadme un respiro.

Apartando a un lado al vigilante que empujaba la camilla, toma él mismo las riendas de la situación y se dispone a trasladarla fuera del ala médica. Aunque primero se detiene para tomar un botiquín.

-Te necesito conmigo, Thomas.   -Después señalando a uno de los vigilantes, le hace una señal para que los siga.   -Vendaré su herida y regresaremos aquí, no te preocupes. Volverás pronto con los tuyos.

Apenas el grupo comienza a separarse, se escucha la voz del vigilante que se encuentra en la entra  del ala médica. Aquel con el que Larry ha tenido sus más y sus menos. Su voz se alza en un primer momento para dar el alto a alguien, pero rápidamente es silenciado con un golpe a la altura de la garganta y una patada en el pecho, que lo arroja al suelo.

Un hombre, ataviado con ropajes de soldado y alcanzando el metro noventa de altura, avanzan impasible mientras masca chicle y porta entre sus manos, una escopeta de combate AA-12.

El restante personal de seguridad, desenfunda sus armas y apuntan al recién llegado, quién simplemente enarca una ceja sin perder el aplomo. No es la primera vez que le apuntan con un arma y desde luego, no será la última.

-No queréis entrar en ese juego, payasos. Iniciar un tiroteo aquí, delante de tantos civiles no es lo que os va. Así que bajar las armas, solo vengo a por el príncipe azul.    -Alzando un mano, señala a Larry.    -Nos largamos príncipe encantador, la base está a punto de caer, los muertes viene para aquí y dentro de poco, todos los aquí presentes serán parte del menú. Así que vamos, no me hagas esperar o te dejaré aquí.

Se estaban produciendo varios acontecimientos por debajo de lo que podría conocer el bombero. Nombres y eventos de los que no tenía conocimiento, pero que le indicaban que ese “refugio” tenía los mismos problemas que todos los demás. También estaba el asunto de la enorme horda que avanzaba hacia allí. Miró a su alrededor, deteniéndose en el grupo de personas que había logrado sacar a salvo del Subway, solo para meterles en otro refugio a punto de ser diezmado.

-Ayudaré en lo que necesites- no iba a dejar a la joven allí, sin ningún tipo de cuidado. Pero como las cosas podían ponerse malas muy pronto, agregó-. Vamos a necesitar algo con que movernos si esto se pone feo- dijo con cautela y bajando la voz para que solo los que estaban más cerca pudieran oírle. Simplemente porque no esperaba que a los militares les agradara que apartaran uno de sus camiones solo por si acaso.

La llegada del tipo armado no hizo más que aumentar la tensión del ambiente. Como si le lanzaran gasolina a una casa en llamas. Una sola mirada bastaba para notar la sangre fría que corría por sus venas, la cual podría ser líquido refrigerante, pues apenas pestañeó cuando todas esas armas le apuntaron. Thomas aún mantenía presionada la herida, pero instintivamente movió su cuerpo para cubrir a la mujer herida. Solo por si acaso. Frase que comenzaba a parecerle casi un dogma.

-Vaya!! Larry,quien eres? Debes de ser un tipo importante, tienes a un salvavidas privado que quiere sacarte de esta ratonera--digo en voz alta para que todos me escuchen.
La presencia de ese tipo me da a entender que estamos en peligro.
Espero que Sophie tenga un lugar seguro donde ir, porque sino sigo la estela del salvavidas y me voy con Larry.

Sophie no entiende como el doctor, después de sus palabras, sigue empeñado en llevar a Violeta a su habitación. Si era más que posible que Violeta estuviese infectada de una nueva cepa o mutación del virus, no iba a dejarla a solas con ellos en una sala sin seguridad para que se trastornara y acabara con ellos. Pero un extraño militar hace acto de presencia, reclamando a Larry por vete a saber que. 

Aprovechando la coyuntura la psicóloga agarra la camilla con cierto nerviosismo. - Lo siento Thomas, he de llevarme a Violeta a la sala de contención cuanto antes. - dice Sophie sacando su pistola y apuntando al médico, todavía con el seguro puesto. No le gusta tener que usar métodos como esos, pero la ocasión es extrema. - Te doy toda la razón del mundo amigo mio. Ya tienes demasiadas cosas de las que preocuparte. Yo me encargo de ella, bastante tienes con cuidar Alice y... - dice mirando a Larry que al parecer había vuelto a hacer de las suyas una vez más. -...y de tu hermano.    

Dicho esto, Sophie hace una señal para que los guardas de seguridad la ayuden a transportar la camilla donde su amiga permanece atada. - Aunque no me creáis ahora, estoy haciendo lo mejor para ella y para todos nosotros. - le explica tanto al doctor como a Thomas B.

La psicóloga toma el walkie y se pone en contacto con Selena. - Selena, nos llevamos a Violeta con el Dr. Hawkings. Avisa a Mike de que vamos para allá.

Sophie se lleva a mi hermano para hablar con él, y pese a que trato de escuchar discretamente, desgraciadamente no logro captar nada. Pero por la cara de mi hermano, debe ser alguna cosa interna entre los refugiados. ¡Cómo si eso importara ahora mismo!

Pero a mi hermano si le importa, y eso me desespera muchísimo más.

El tiempo se nos agota.

-Sophie, lleva por favor a la muchacha y a mi hermano contigo. Alice está al final del ala médica, en la zona número siete. Ahora mismo está dormida, así que procurar no despertarla. Allí hay algo de comida, así que coger lo que queráis y esperar a que acabe de atender a Violeta. No debería de tardar mucho y por el amor de dios, dadme un respiro.

¿Con Sophie? ¿En serio? ¿Me he tirado a la madre de Dios sin darme cuenta y me la tiene jurada? Aunque bien pensado..., quizás la presencia de Sophie pueda servirme. Si le explico lo que sucede, y logro convencer a esa mujer volátil e impredecible, quizás pueda usar su autoridad para alcanzar a Alice y convencer a mi hermano de que venga con nosotr...

De repente un follón y... no, no me jodas.

-No queréis entrar en ese juego, payasos. Iniciar un tiroteo aquí, delante de tantos civiles no es lo que os va. Así que bajar las armas, solo vengo a por el príncipe azul.    -Alzando un mano, señala a Larry.    -Nos largamos príncipe encantador, la base está a punto de caer, los muertes viene para aquí y dentro de poco, todos los aquí presentes serán parte del menú. Así que vamos, no me hagas esperar o te dejaré aquí.

Cual puto Terminator en el dia del juicio final, viene a por John Connor, sin importarle una mierda las bajas.

Piensa Larry, piensa.

Bueno, de tirados al río, el tiempo se agota, si logro convencerle de que todo será más rápido si viene mi hermano y su mujer... y que su jefe estará contento de que se salven esas personas, igual, sólo igual, me ayuda a secuestrar a mi hermano y mi cuñada... luego ya lo resolveré con él el porqué... oh mierda, esto se está descontrolando. 

-Vaya!! Larry,quien eres? Debes de ser un tipo importante, tienes a un salvavidas privado que quiere sacarte de esta ratonera--digo en voz alta para que todos me escuchen.

En momentos como éste, me doy cuenta de que necesito un doble.

 

Aprovechando la coyuntura la psicóloga agarra la camilla con cierto nerviosismo. - Lo siento Thomas, he de llevarme a Violeta a la sala de contención cuanto antes. - dice Sophie sacando su pistola y apuntando al médico, todavía con el seguro puesto. No le gusta tener que usar métodos como esos, pero la ocasión es extrema. - Te doy toda la razón del mundo amigo mio. Ya tienes demasiadas cosas de las que preocuparte. Yo me encargo de ella, bastante tienes con cuidar Alice y... - dice mirando a Larry que al parecer había vuelto a hacer de las suyas una vez más. -...y de tu hermano.   

 Ni tan siquiera tengo un pensamiento lógico, en cuanto apunta a mi hermano con la pistola, miro hacia "mi angel de la guarda" con escopeta en mano a punto de indicarle que empiece la matanza, pegandole un tiro a Sophie. ¡A mi hermano nadie le amenaza! Ni tan siquiera pienso.

Pero un pensamiento se abre paso a mi cabeza, dándole una paliza a los conservadores pensamientos asesinos, mientras proclama en voz alta con un megáfono a toda pastilla que retumba en mi cabeza: ¡ESO MISMO, QUE SE VAYAN!

Lo siento por Violeta, ha sido un placer, trataré igualmente de buscar a su familia y darles cobijo... pero es cuestión de vida o muerte y si mi hermano y mi cuñada siguen aquí... son mi primera prioridad. 

Dicho esto, Sophie hace una señal para que los guardas de seguridad la ayuden a transportar la camilla donde su amiga permanece atada. - Aunque no me creáis ahora, estoy haciendo lo mejor para ella y para todos nosotros. - le explica tanto al doctor como a Thomas B.

La psicóloga toma el walkie y se pone en contacto con Selena. - Selena, nos llevamos a Violeta con el Dr. Hawkings. Avisa a Mike de que vamos para allá.

Bien. Si señor, eso me da la oportunidad que quería. Si mi hermano bajo pistola, no puede ayudar al herido, ahora es el momento que yo esperaba.

-¡Nos vamos Jensen! ¡Tenemos que ir a por Alice en la sala que hay aquí al lado, y nos la llevamos con mi hermano! -lo señalo para que sepa quien és- Tu jefe también lo valorará.-atajo para que no discuta, y vea que pierde más tiempo discutiendo que ayudándome. 

Luego me centro en mi hermano y le cuento una cruel mentira, porque de otra forma no vendrá:

-Escucha hermano, tenemos que irnos ya. Vamos a por Alice y nos vamos, ha surgido una urgencia grave. La abuela está muriendo, no lo va a lograr, está al otro lado del campamento. Vine a buscar un doctor para salvarla, y resulta que estás tu. No sé si es Dios, el destino o qué... pero es el momento de que salvemos nuestra familia. Si salvas a la abuela, ¡seguro que por fin aceptará a tu esposa y se acabarán los problemas!

Cuando descubra la verdad, probablemente me odiará. Espero que sepa perdonarme por usar este truco tan bajo... quizás con el tiempo. Pero mi amor y mi necesidad de que vivas, Thomas, es superior al miedo que me provoca verte odiarme o morir.

El mundo avanza hacia el Apocalipsis y todo lo que logra ver a su alrededor, es la miseria del ser humano. Engaños, traiciones, amenazas...todo ello alimentándose del miedo de los inocentes y de aquellos que lo han perdido todo.

-Violeta es mi paciente, ella está bajo mi protección y si quieres llevártela, tendrás que dispararme. No tengo ni idea de lo que el doctor Hawkins se trae entre manos, pero no voy a permitir que te manipule y lleves a Violeta con él. Todos estamos aterrados con lo que está pasando, pero si empezamos a acusar a quienes nos rodena de estar infectados, lo único que conseguiremos será destruir vidas inocentes. Violeta está limpia, no está infectada y años de estudios, así como las pruebas realizadas me dan la razón. ¿Qué tienes tú, Sophie? ¿Un arma? Estás asustando a la muchacha, baja el arma.

El doctor actúa con una determinación absoluta, no va a ceder, cree sin lugar a dudas de que si se llevan a Violeta, la perderán. Está seguro de que no está infectada y que él puede ayudarla, pero ahora todo depende de Sophie.

-Larry...   -Indica volviéndose hacia su hermano.    -Ya basta, no soy una de tus malditas conquistas. Deja de mentirme. La abuela fue la primera en escapar, sus hombres la sacaron de allí sin que volviese la vista atrás. Más tarde envió a sus matones a buscarme, pero solo me querían a mí, tuve que escapar de ellos para poder ir en busca de Alice. Por eso estoy aquí usando el apellido de mi esposa...mi esposa...mi vida.
 

Las mentiras deben de ser elaboradas tomando como origen parte de la verdad, Larry desconocía lo que Thomas acaba de contar, por lo que sabe que su abuela está bien. Pero en caso de que no fuese así, thomas ha hecho su elección, jamás abandonará a su esposa.

-¿Tho...Thomas?

Una voz débil y de mujer se abre paso en el gran silencio que se ha formado. Encorvada por el dolor y tambaleándose, Alice camina apoyada en la pared. Va vestida con el clásico camisón de hospital, su cabello está pegado a su rostro sudoroso y carente de color alguno.

La imagen de Alice Campbell es la visión de la propia muerte, enfermiza, débil, agotada pero aún así con una chispa en su mirada. Un destello de su poderosa voluntad y su deseo por seguir viva.

-¿Sophie?

Las piernas la fallan y cae de rodillas mientras respira con dificultad y en ese preciso instante, todo se desvanece para el doctor, quién olvidándose por completo de todo, corre hasta Alice para socorrerla.

Mary observa todo sin saber bien qué hacer, la única buena noticia es que debido a todo aquel jaleo nadie se ha percatado que aún posee su arma. Al menos es una buena noticia, la única según parece dada la situación. Por lo que expectante, revisa los alrededores mientras se aparta de la trayectoria de las balas, en caso de que finalmente comiencen a volar.

Es por ello que es la única que percibe cómo mientras que todos discuten, otro muchacho de más o menos de su edad, se cuela por una puerta cercana y arrastrándose con gran velocidad, se acerca hasta uno de los armarios que hay con diversas medicinas. Tras lanzar un rápida mirada a los alrededores y ver que los doctores y los de seguridad están ocupados, se lleva un dedo a los labios indicando a Mary que guarde silencio y comienza a llenar una mochila con todo lo que puede, saqueando sin compasión las medicinas que hay allí reunidas.

Thomas por su parte, puede ver cómo la situación se descontrola por completo. El doctor libera su enfado bajo una gran templanza y sufriendo una gran tensión por todo lo que está sucediendo. Ve en sus ojos la determinación de alguien dispuesto a recibir un disparo por proteger a  Violeta. Una determinación que se hace añicos cuando ve aparecer a su esposa malherida, quién a causa de los gritos, se ha levantado de la cama en la que descansaba.

Jensen, el gigantesco soldado, se abre una chocolatina mientras el caos se desata a su alrededor. Ignorando un poco todo el rollo que sucede entre el doctor y Sophie, da un buen mordisco a la chocolatina y la mastica con tranquilidad. Las palabras de Larry logran que alce una ceja y comience a prestar atención.

-A mi jefe se la sopláis los dos o mejor dicho, los tres. Pero por un buen precio, puedo sacaros a los tres...aunque la rubia esa no tiene buena pinta, no creo que dure mucho. Casi sería mejor terminar su...¡Diablos!   -El gigantesco soldado alza su arma apuntando al bombero.   -¡Ey! ¿Eres el hermano de Blackburn? No me jodas, el mundo es un puto pañuelo de mocos. Era la Torre, jugaba con tu hermano en los Topeka Pilots. Aunque parece que fue hace cine años de eso. Venga, te vienes conmigo, deja a la tía esa en la cama te sacaré también de aquí.

Se sentía como estar colgando en un acantilado, sosteniendo con una mano la soga y con otra a un montón de gente que se encontraba un poco más abajo, mientras los segundos corrían, la soga se iba deshilachando en hebras lentamente. En su trabajo rara vez tenía la situación bajo control, era más bien adaptarse a los problemas y buscar la solución mara rápida y efectiva posible, el problema era que no estaba en su medio y las personas solían ser mucho más impredecibles que las llamas. Incluso Sophie había sacado su arma para poner más énfasis en la necesidad de llevar a Violeta a cuarentena. El bombero no supo que hacer, pero el medico demostró un temple admirable, anteponiendo todo en pos de la seguridad de su paciente, incluso enfrentandose a su hermano. Al menos hasta que apareció esa mujer. Su mujer. En ese instante toda la carga de la situación quedó sobre los hombros del bombero.

¡Ey! ¿Eres el hermano de Blackburn? ​

Solo esas palabras le sacaron de sus pensamientos pesimistas. Le tomó un par de segundos reconocerle, pues todo el rollo de mercenario rudo le descolocó. Jensen solía salir bastante con su hermano, siendo ambos buenos compañeros, aunque los problemas parecían seguir al enorme rubio.

-Te recuerdo- dijo cuando cientos de recuerdos asaltaron su mente-. Mi hermano solía decir que eras como una locomotora sin control- con todo lo que eso conllevaba, tanto bueno como malo, pues el tipo era complicado por decirlo suavemente. Al menos era leal y nunca dejó tirado a sus compañeros-. ¿Le has visto? A mi hermano…- negó con la cabeza, temiendo lo que pudiera surgir de esa simple pregunta-. NO PUEDES SALVARLOS A TODOS- la frase acudió a su mente, dirigiendo sus ojos hacia la joven dormida. ¿Cuántas veces se había repetido eso últimamente? Miró de reojo a la joven que aun sostenía su arma, sin saber que pretendía-. ¿Por qué estás tan segura que esta infectada? Tiene que haber algo que se pueda hacer.

No lo puedo creer Shophie apuntando a todos con su arma uf.. esto se está desmadrando ¿nadie piensa en esos infectados que están llegando? Niego con la cabeza. Me coloco la chaqueta y reviso que esté el cuchillo en su lugar. ¡Bien! Ahora mismo todos tienen algún problema que resolver y nadie repara en mi.

Me quedo un momento observando e intentando hacer un repaso mental de quien quiere salvar a quien, tal vez tenga que decidir que camino seguir y desde luego quiero quedarme con la mejor opción.

Shophie salva a Violeta. Salvavidas salva a Larry y Thomas Bombero. Larry salva a Thomas Doctor y señora

¡Perfecto! ¿a mi no me quiere ayudar nadie? Siento una pequeña punzada de tristeza en el corazón... Algo me saca de esta mierda de sentimientos, un movimiento que capta mi vista periférica, algo que me descoloca, alguien reptando por el suelo y robando medicinas, nadie se da cuenta de esto, parece que todos están muy ocupados intentando salvar y salvarse.

La situación me da que pensar y lo que pienso es que no tienen que estar muy bien atendidos los refugiados de esta ratonera,¡joder vaya mierda de sitio al que me ha traído!

No hago ningún gesto fuera de lugar; no quiero que lo descubran por mi culpa. Si se arriesga a entrar aquí tiene que necesitar las medicinas. Lo sigo, quiero saber el lugar por donde entró saltándose los controles de seguridad, tal vez tenga que salir yo por el mismo lugar

- Yo... - titubeo ante la pregunta de doctor. -...sólo quiero lo mejor para ella y si eso significa llevársela a Hawkings... - dijo justo antes de que Alice apareciera dándole la oportunidad de salir de allí.  

Sophie no podía perder esa oportunidad y aunque le dolía en el alma todo lo que estaba sucediendo y la situación en la que se había visto envuelta, decidió tirar de la camilla y no mirar atrás.

Sí, allí estaba Alice, a la que acababa de ver con vida tras mucho tiempo creyendo que había muerto. Su corazón deseaba correr para ayudarla, pero ahora Violeta la necesitaba más que nunca. Thomas no sólo se ocuparía de ella y de su estado de salud, si no que daría su vida por salvar la de su esposa. Si Alice había llegado hasta aquí estaría bien, o eso quería creer. Al menos tenia a su lado alguien que haría lo imposible... 

- Cuídala como hasta ahora... - se oyó mientras se guardaba el arma y se marchaba de la sala empujando la camilla.

Intentando que al menos uno de los guardias la ayude con la camilla, se lleva a Violeta al área de contención sin importarle nada ni nadie más. 

Ahora mismo, mi hermano me hace emanar una cantidad ingente de sentimientos y sensaciones; le admiro, le odio, le aborrezco y le amo. Es leal, es tozudo, es idiota, es bueno, es muchas cosas. Y, como un laberinto de complejidades, me hace sentir como el hamster idiota que no encuentra la salida.

Por supuesto hay muchas salidas. Pero no la que yo quiero coger. Sólo salidas fáciles de obtener, pero sin un beneficio real, más allá de la supervivencia. ¿De qué sirve sobrevivir si aquello a lo que amas te va a odiar? Supongo que hay gente que no le importa descubrirlo, pero yo dudo, dudo bastante.

Ver a Alice en ese estado, me ha roto por dentro. Vale, no le tengo tanto apego como mi hermano, y además, aunque es guapa, siempre la he respetado (de nuevo por mi hermano, porqué admitamoslo, si la llego a conocer en la calle probablemente sería otra muesca en mi "puñal"). Pero el caso es que, le he cogido cierto cariño, porque hace feliz a mi hermano, aunque por desgracia le impida pensar de forma práctica...

Jensen, por otra parte, cada vez que lo veo me hace plantearme pegarle una patada desde el helicoptero para que no vea el Sol nunca más. Tampoco lo descarto. Me toma por imbécil, el precio ya lo ha pactado mi abuela antes, almenos por mi cabeza.

-Sacarme de aquí, es tu trabajo, es algo que ya se habló antes-alzo la voz para que vea que voy en serio y que tengo genio, también adelanto una mano para que no me interrumpa- Por otra parte, mi hermano y Alice no estaban previstos, pero estoy dispuesto a pagar generosamente por sus vidas, el dinero nunca fue un problema. Pero, remarco, si a uno de los dos le pasa algo, no te pienso pagar ni para el café. Así que manos a la obra, YA.

Si se viene el chico ese al que Jensen conoce, no me parece mal. Se ve fuerte, quizás pueda cargar con Alice, mientras Jensen nos abre paso.

Me dirijo a mi hermano, que me mira ofuscado, sin entender que su voluntad no sea tenida en cuenta por su hermano:

-Thomas, escuchame, es cierto que he mentido. Pero lo he hecho porque no escuchas. Sabes que te quiero-miro a Alice y añado-que OS quiero. Y, por favor, si queréis vivir, debeis venir con nosotros. En otras cosas, te daría la razón Thomas, ¿no te he cubierto montones de veces cuando flirteabas con Alice en los inicios? Ahora es lo mismo, debes confiar en mí. -Si como hermano suplicante y desesperado no hay bastante, también tengo que intentar tocar su fibra de médico- Sé que crees que aquí te necesitan, pero creeme no es así. Pronto, todo esto se va a ir a la mierda, pero Alice puede vivir, tu puedes vivir. Y si vives, podrás ayudar a muchos otros alrededor del país que necesiten tus conocimientos, hermano, ¿no es mejor salvar a miles con futuro, que a cientos con 1 hora de vida? Te lo prometo, te lo prometo por ti, por Alice, por la familia, por todos los que me importáis... sabes que nunca haría esa promesa a la ligera. Por una vez, dejame que sea yo quien os salve. Por favor...

Espero que haga caso a mis suplicas, sino Jensen tendrá que hacerlo a las malas, pero no voy a dejar que por su cabezonería se mueran. Aunque de verdad, de verdad, espero que ceda, aunque sea no tanto por la abuelan, sino por Alice y por mí...

Existen hombre y mujeres que tan solo viven para ver arder el mundo y Jensen es uno de ellos. Sin miedo a la muerte y quizás incluso adicto al dolor, es de esos que disfrutan sumergiéndose por completo en una pelea. Las armas de fuego le apasionan, pero diablos, son los cuchillos lo que realmente le hacen sentirse vivo.

Thomas recuerda el sinfín de problemas que Jensen ha creado a lo largo de su vida. Era capaz de entrar en un convento y hacer que las monjas comenzasen a pegarse las unas a las otras. Decir que se trata de un elemento altamente explosivo, es decir poco.

-Naaa, no he visto a ese cabronazo en mucho tiempo, pero seguro que sigue por ahí con vida. Es un cabrón muy duro, una panda de muertos no van a detenerlo.

El buen humor de Jensen, si es que él puede tener algo así, se evapora en cuanto Larry se dirige a él de aquella forma. La idea de destriparlo allí mismo se le pasa por la cabeza y sin duda lo haría de tenerlo más cerca, pero sabe que de hacerlo iniciará un tiroteo con los payasos de seguridad y no le apetece perder tiempo con ellos.

-¿Crees que soy un perro? ¿Quieres que te de la pata? ¿Que me siente? ¿Que ladre? No eres mi dueño, nadie lo es, montón de mierda vestido de armani. La vieja pasa suplicó para que te sacásemos de aquí, pero esto es lo último que te permito. Te quedas atrás y si me vuelves a hablar en ese tono, te despezado y te arrojo como comida para los descerebrados. ¿Has entendido, principito? Pues ahí te quedas.

Con cierto desprecio, escupe al suelo y se da media vuelta para largarse de allí tal y cómo ha venido. Pero antes de eso, se vuelve hacia Thomas.

-Vamos, bombero. No vas a querer estar aquí cuando la cosa se ponga al rojo vivo. Acabo de liberar dos huecos más, puede que tres si los de atrás quieren un poco apretados. Pero hay que moverse ya.

El miedo y el cansancio se ven reflejados los ojos de Thomas, quién siente como el mundo cierra las manos alrededor de su garganta y no para de apretar. Como médico desea salvar cuantas vidas pueda, pero si pierde a Alice, sabe que no tendrá fuerzas para seguir adelante. Muchos son los que se han burlado de él por creer en algo tan cursi como el amor verdadero, alguien en su posición podría disfrutar cada noche con una mujer diferente, pero lo único que sabe es que con Alice se siente completo.

-No puedo perderla, sé que ninguno en la familia lo entendéis, pero no puedo perderla. Ella lo es todo para mí y ahora mismo está demasiado débil para viajar, debo de volver a conectarla a las máquinas. Sin ellas, no sé cuanto aguantará...si nos vamos, debe de ser algo muy rápido, si en menos de una hora no recibe la ayuda médica apropiada...

No se atreve a terminar la frase, pues el mero hecho de pensar en perderla le aterra. No es consciente de todo lo demás que sucede a su alrededor, por lo que simplemente centra su atención en Alice y Larry.

-Dime que podemos poner a salvo en ese tiempo y me iré contigo, te seguiré donde haga falta, pero solo si me aseguras de que llegaremos a tiempo.

Aquella es una promesa que Larry sabe que es difícil de prometer, sobretodo ahora que Jensen se niega a llevarlos con él y que los laboratorios van a sellar sus entradas. Aunque debido al jaleo que va a suponer meter a todos los refugiados dentro de los laboratorios, quizás salir no sea el verdadero problema. Más bien será conseguir un vehículo y saber hacia donde ir para ponerse a salvo.

Los retos siempre han sido lo que han alimentado el alma aventurera de Larry, ahora tiene uno a la altura de su ingenio.

Sophie comienza a empujar la camilla, cuando ve llegar al jefe de seguridad, acompañado por cinco vigilantes más. El hombre, alto y fornido, muestra un corte de pelo clásico de los militares, de hecho cada movimiento y cada gesto que realiza lo delatan como alguien con experiencia militar.

Por cómo mantiene el ceño fruncido, no está contento con todo lo que está pasando. Lo primero en lo que se fija es en Jensen y al hombre que está derribado a sus pies. Chasqueando la lengua, suelta un bufido de disgusto. Jensen al verlo sonríe y se encoge de hombros, ambos hombres se conocen.

-Jensen, hijo de perra, no puedes estar aquí y mucho menos derribar a mis hombres.

-Se ha caído solo.

-Que te jodan Jensen, no estoy de humor para tus chorradas.

El jefe de seguridad se interpone en el camino de Sophie y lanza un rápido vistazo a Violeta. No le gusta un pelo que los civiles se metan en su trabajo y la tía que tanto había prometido cumplir con su parte, ahora está tratando de joderlos.

-Nada de ir a la sala de contención, el camino está cerrado. Mis hombres la trasladarán a otro lugar donde no supondrá ningún problema para nadie.   -Algo en su tono de voz provoca que los cabellos de la nuca se le ericen a Sophie. No sabe qué es lo que pretende hacer con violeta, pero presiente que es algo que no la va a gustar.    -Regresa a la zona de cámaras que es donde ibas a estar y deja de tratar de ponernos a todos en peligro.

Ante un gesto de su jefe, otro de los vigilantes se adelanta unos pasos reclamando la atención de los presentes.

-Vamos a sellar el edificio, ahora mismo mis compañeros están mandando al interior de los laboratorios a todos aquellos que se encontraban fuera. Aquí estaremos a salvo, tan solo deben de seguir nuestras indicaciones y no pasará nada. Los infectados se guían por el oído, por lo que una vez todos nos encontremos en las zonas centrales del reciento, no nos podrán escuchar y pasarán de largo. Así que pueden estar tranquilos, ahora por favor, necesito que todos aquellos que puedan moverse formen dos filas frente a mi.

Quién tiene muy claro que no va a quedarse allí, es el muchacho que acaba de hacerse con las medicinas. Quién con gran habilidad, regresa sin ser visto hasta la puerta que poco antes, había cruzado para llegar hasta allí. Tras detenerse y echar un vistazo para ver si ha llamado la atención de alguien más, sonríe de forma lobuna. Durante un instante está a punto de irse, pero entonces, se lo piensa mejor y hace un gesto a Mary para que lo acompañe.