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El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 3: Una profunda verdad

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20/01/2017, 14:36
Sara Carrión

Parecían haberse dividido de una manera más o menos eficaz. Al escuchar que iban a comunicarse con los móviles sintió una gran sensación de alivio. Se había comprado el suyo justo a tiempo de modo que quizás nadie habría notado que ella no había tenido hasta ahora. Enseguida pasó su número a Aitor y al resto.

- Los comunicadores estarían bien para distancias cortas, situaciones de emergencia y todo eso.

Ya que estaba la organización resuelta se dispuso a marchar junto a Iván.

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22/01/2017, 19:52
Hermes

Con tal de abarcar más terreno, el grupo 4 se dividió para buscar a su mentora, Gata Lunar.

Aitor y Rudy se encaminaron hacia los dormitorios, donde presumiblemente se encontraba Hermes.

Mientras avanzaban el veterano respondió a la pregunta de Aitor.

- Sí que es extraño… - reconoció Hermes -. Pues ahora mismo no sé dónde está. La última vez que la he visto hoy ha sido después de comer. Tenía un seminario o algo así…

- Un seminario de materiales alienígenas, muy interesante – indicó la voz de fondo, de Midas.

- Oh, ¿tú has estado con ella? – le preguntó Hermes, su voz sonó algo atenuada.

- Sí, eran sobre aleaciones para la construcción de naves espaciales. No he podido hablar mucho con ella, justo después de acabar se ha ido corriendo.

- Hmm… Bueno, venid aquí a ver qué descubrimos – dijo Hermes, volviendo a hablar directamente con Aitor.

Los dos adolescentes, acompañados por la silenciosa ginoide, no tardaron en llegar a su destino. Hermes les abrió la puerta de la habitación y los recibió con una sonrisa.

- Pasad – les invitó.

El dormitorio era muy parecido al de Aitor y Rudy, solo que estaba más “personalizado con el paso del tiempo”. Había una televisión conectada a una videoconsola. Ésta mostraba una pantalla de pausa, parecían estar jugando a un juego de pelea. Sobre una de las camas había un mando, en la otra estaba Midas sentado de piernas cruzadas con su propio mando entre las manos.

- Ey – saludó alzando una mano.

Al contrario de lo que uno se podía esperar del dormitorio compartido de dos chicos adolescentes, el lugar estaba bastante ordenado. Había una estantería a rebosar de libros de disciplinas científicas variadas, aunque se notaba la abundancia de tomos acerca de propiedades y caracterización de materiales. Los libros seguramente pertenecían a Midas.

En el escritorio de Hermes destacaban algunas novelas, entre ellas las de Harry Potter. Vaya, era un Potterhead de esos.

- ¿Habéis buscado ya en algún sitio? – preguntó Hermes -. ¿Y los demás?

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22/01/2017, 19:53
Ana María

Con tal de abarcar más terreno, el grupo 4 se dividió para buscar a su mentora, Gata Lunar.

Iván y Sara decidieron dirigirse al cuarto de su mentora, Salara. Los dormitorios del Liceo, al ser una escuela internado, representaban una parte importante del espacio personal de los estudiantes. Encontrarla allí no sería descabellado.

Ya habían estado allí alguna vez, pues Salara les había enseñado el lugar por si tenían que venir a buscarla en algún momento. Qué ironía…

Cuando llamaron a la puerta les abrió otra estudiante veterana a la que ya conocían, Cuarzo.

Verla de cerca era todo un espectáculo. Su piel cristalina, de un tono magenta, centelleaba cuando le daba la luz. Daba la sensación de que era extremadamente dura pero orgánica al mismo tiempo. Era como una estatua que se movía, lo cual causaba cierto desconcierto a los que estaban menos familiarizados con su presencia.

Nunca habían visto lo que había detrás de aquella coraza mineral. Nadie del Liceo, de hecho.

A través de la puerta abierta pudieron apreciar el espacio al otro lado. El cuarto de Gata Lunar y Cuarzo era una especie de dicotomía. Por un lado, la ordenada y reluciente parte de Cuarzo. Por otro, el desorden atribuido a Gata Lunar. Había hojas de papel por todas partes, cuadernos abiertos y bolígrafos por doquier. Era extraño que una estudiante tan ejemplar fuese tan desordenada. Debía de ser cosa de genios…

Un póster de una banda de heavy metal adornaba una de las desnudas paredes del dormitorio.

- ¿Necesitáis algo? Salara no está aquí ahora – les dijo Cuarzo, que ya los conocía de vista. 

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22/01/2017, 19:55
Señor Richmond

Con tal de abarcar más terreno, el grupo 4 se dividió para buscar a su mentora, Gata Lunar.

Diana, acompañada de Marina, decidió ir a ver al director Richmond. El director era un tipo muy ocupado y, salvo en las clases que el impartía y en las regañinas, no lo veían muy a menudo.

El camino hacia el despacho del director se les hizo corto. Marina era muy silenciosa, pero no “callada”. Escribía todo el rato mensajes en el teléfono móvil para darle temas de conversación a Diana. Le dijo que estaba muy guapa, y que su vestido le gustaba mucho. También le preguntó cómo había estado durante aquella última semana. Marina se solía interesar por el bienestar de los demás, acostumbraba a preguntarles cómo había ido el día y a darles palabras de ánimo si hacía falta.

Marina era una de esas pocas personas que se podían considerar “genuinamente buenas”.

Se encontraron la puerta del despacho del director cerrada, como era habitual. Marina llamó suavemente con los nudillos. A pesar de la delicadeza con la que lo hizo la puerta sonó gravemente.

- Adelante – respondió la voz del director desde el interior.

El interior del despacho era tal y como lo recordaban. Las Alas del Halcón todavía pendían de la pared, a espaldas del director. Daba la sensación de que un ave de presa vigilaba todos tus movimientos. La imponente presencia del director contribuía a ese sentimiento.

Richmond parecía inmiscuido en una tarea que requería concentración, pues miraba con fijeza la pantalla de un ordenador portátil. Al ver entrar a las chicas su semblante se relajó, aunque no sonrió ni ofreció simpatía alguna.

- ¿En qué os puedo ayudar? – preguntó, cordial.

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22/01/2017, 19:55
Señor Bosch

Con tal de abarcar más terreno, el grupo 4 se dividió para buscar a su mentora, Gata Lunar.

Un rápido teletransporte fue todo lo que necesitaron para plantarse frente a la puerta del despacho de Bosch. Teletransportarse directamente al interior habría sido demasiado maleducado.

César tragó saliva. No le gustaba entrar en el despacho de Bosch, sobre todo después del lío con el León.

- Odio entrar ahí – le confesó a su compañero mientras respiraba hondo y cuadraba los hombros, adoptando una postura más rígida -. Ale, vamos.

Llamó con los nudillos a la puerta.

Pasaron unos segundos de silencio, en los que César miró a Moussa a los ojos. Parecía estar deseando que nadie respondiese para poder irse. Pero entonces la puerta se abrió.

Un alumno de primero salió del despacho, acompañado de Bosch. Parecía algo traspuesto, una consecuencia típica de las regañinas del subdirector cuando pillaba a alguien saltándose las normas. Bosch los miró un instante, pero no se detuvo ni les hizo gesto alguno. Escoltaba al estudiante, ¿quizá a su castigo? Profesor y estudiante doblaron una esquina y se perdieron en los pasillos de la escuela.

César miró en la dirección por la que habían desaparecido con cierta inseguridad.

- ¿Os vais a quedar ahí? – preguntó Bosch desde el interior del despacho, con la puerta aún abierta.

Aquel debía de ser el verdadero, suponían.

Cuando entraron lo vieron todo tal cual acostumbraba a estar. El elemento más destacado del despacho seguía siendo la siniestra katana del fondo. Bosch estaba sentado frente a su escritorio, con las manos entrelazadas sobre la mesa.

La puerta se cerró a sus espaldas por obra de otro Bosch, que se acercó con gesto distraído a una estantería y comenzó a hojear un libro.

El Bosch del escritorio carraspeó.

- ¿A qué debo vuestra visita? Me parece que no os habéis saltado ninguna norma.

¿Aquello pretendía ser un chiste? Bosch no sonrió.

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22/01/2017, 23:35
Moussa Dakar

Moussa no compartió su número de teléfono con el resto por una sencilla razón, él no tenía ninguno. En el pasado jamás había tenido a nadie a quién poder llamar y ahora, no tenía ni un solo euro para comprarse uno. Siempre podía optar por la opción de "tomar prestado" uno de una tienda, pero viendo como se las gastaba Bosch, decidió que sería mejor no meterse en jaleos de aquel tipo. No al menos si quería esquivar la jodida Katana demoniaca.

El que César decidiese acompañarlo le pareció buena idea, así no estaría solo con Bosch y si sucedía algo en el resto de la escuela, se podría enterar a través del pirokinético. Aunque debía de admitir, que le sorprendió el hecho de que César decidiese acompañarlo por su propia voluntad al despacho de Bosch.

-Acojona la mierda de Katana ¿Eh? Bueno, ya sabes lo que dicen. Los valientes no son aquellos que no tienen miedo, si no quienes pese a tenerlo, se enfrentan a él. Así que yo ahora debo de ser la leche de valiente...

De pronto Moussa sintió que la garganta se le había secado por completo y que le resultaba tremendamente complicado tragar. Durante un instante pensó en salir de allí y dirigirse a una de las zonas principales del colegio, meter algo de ruido para reclamar la atención de uno de los Bosch y después contarle todo. Pero César se había adelantado y acababa de llamar a la puerta.

"¡Oh, mierda! Espero que esté de buen humor...si es que esa palabra existe para el viejo"

Haciendose a un lado, permitió que el pobre castigado y Bosch saliesen del despacho, mientras los seguía con la mirada en un total y absoluto silencio. No fue hasta que escuchó la voz de Bosch (el del interior del despacho) que reaccionó y cruzó la puerta. No tomó asiento y prácticamente, tan solo dio un par de pasos hacia el interior. Cuanto más lejos estuviese de la katana-demonio, mejor que mejor.

-¿Eh? ¿Normas? No, no, ahora somos legales. Cero problemas, palabrita de "boy scaut" Estamos aquí por lo que nos dijiste, eso de que te avisásemos si pasaba algo raro en la escuela. La movida es que habíamos quedado con Salara para ir fuera del Liceo, pero no apareció. Estuvimos esperando un buen rato, pero nada. Así que tratamos de ponernos en contacto con ella mediante el teléfono y la telepatía, pero nada tampoco. Nadie parece haberla visto y por lo que nos dijo E.S.T.H.E.R tampoco está en ninguna de las zonas comunes. Quizás no sea nada, pero como estás en todas partes y eso, quizás sepas algo que nosotros no. ¿Sabes si ha salido del Liceo en alguna misión o algo? No es por meter presión ni nada, pero si nadie sabe donde está, quizás la haya pasado algo...

Con las manos en los bolsillos del pantalón, se balanceaba sobre los talones de sus pies tratando de evitar por todos lo medios, mirar hacia el lugar donde descansaba la Katana del subdirector. Esperaba que todo fuese bien y que el retraso de Salara tuviese alguna explicación lógica, aunque viendo los problemas que rodeaban al Liceo y lo acontecido con Megamind, algo le decía en su interior que quizás las cosas iban a complicarse.

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23/01/2017, 01:50
Diana Castelló

Diana contestó amigablemente a todas y cada una de las palabras que Marina quiso compartir con ella. Le agradeció el cumplido y se lo devolvió, puesto que la joven atlante también se había tomado la molestia de arreglarse. Y respondió cortésmente que hacía tiempo que no se sentía igual dentro de la escuela, pero que esperaba que todo mejorara... aunque estarse acercando a la raíz de su inseguridad no contribuía a nada.

Al oír las secas palabras del Director, la joven se empequeñeció aún más si cabía, aunque trató de sobreponerse para hablar con el Señor Richmond.

- Disculpe las molestias Director, sabemos que es usted un hombre ocupado .- Dijo mientras se intentaba tranquilizar un poco más -. Pero estamos preocupados por nuestra Mentora, Salara Bebi. Habíamos quedado con ella hace un rato para una actividad que teníamos programada y no ha aparecido y al parecer nadie sabe nada de ella. ¿Sabe usted algo acerca de su paradero, o podría pedirle a E.S.T.H.E.R. que nos confirmara su situación de algún modo? Estamos muy preocupados por ella después de lo acontecido con el Dr. Ratchet.

La chica esperó pacientemente de pie, con las manos entrelazadas, una respuesta del Director.

 

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23/01/2017, 11:45
Aitor Zumalacárregui

-Seminario de materiales alienígenas, sí, muy interesante, ¿por qué nadie pensó en avisarme? -reflexionó para sí mismo el vasco. Desde que visitó accidentalmente la Dimensión Oscura el tema de las naves alienígenas le había llamado más la atención. Al fin y al cabo habían pasado de ser una cosa de conspiracionistas y de los medios de comunicación(1) a algo tangible que les había permitido volver a casa...

No tardaron mucho en llegar, Aitor silencioso, sin nada importante que compartir con Rudy, con el que, de hecho, compartía bastante poco a parte del grupo.

-Hola -se anunció- Gata Lunar no está en las zonas comunes. No contesta al móvil. Iván y Sara han ido a su cuarto. Diana y Marina han ido a ver a Richmond. Moussa y César han ido a ver a Bosch. Todavía no tengo noticias. ¿Ideas?

Bien pensado, resultaba realmente increíble que siendo su mentora e incluso habiendo entrado en su mente, el genio vasco desconociera tantas cosas sobre Salara, como su día a día, por dónde solía ir o con quien solía pasar el tiempo. Más allá de su novio humano, claro.

Notas de juego

(1) Imagino que siendo universo Márvel, habrán salido naves alienígenas en las noticias en algún momento u otro...

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23/01/2017, 13:34
Sara Carrión

No podía creer que la pequeña Salara que parecía tan disciplinada tuviera tal desorden en su propia habitación, además con una compañera tan pendiente de eso. Abrió un poco los ojos, desconcertada. Si alguien entraba en la habitación de Sara y estuviera así se moriría de vergüenza. Era tan terrible que tuvo que pestañear unas cuantas veces.

- Hola Cuarzo. Me alegro de verte. Sólo queríamos saber dónde está.

Soltó tratando de recuperarse del shock. Daba la impresión de que la habían intentado robar o algo pero al estar Cuarzo tan tranquila no debía de ser posible.

- ¿Cuándo se marchó? ¿Hace media hora o más?

Teniendo en cuenta que había quedado con ellos seguramente habría abandonado su habitación hacía pocos minutos, como mucho el tiempo que ella había indicado.

Giró un momento el rostro para ver cómo había sentado a Iván el shock. Esperaba que no tardara en reaccionar. Entonces recordó que el joven hada adoraba todas esas cosas caóticas, las rebeliones y ese tipo de locuras así que lo mismo ni se percataba de lo que ocurría. Volvió a mirar por tanto a la alumna.

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24/01/2017, 01:06
Iván Auriol

Iván esperó unos momentos a que más gente decidiera sí quería apuntarse a ir a buscar a Salara a su cuarto además de Sara, y a ver si Aitor sacaba algo en claro con Hermes. Pero nadie más pareció apuntarse y Zenitram empezó a moverse mientras hablaba por teléfono, así que no tenía caso esperar más, y partió junto a Sara.

Volaba poco a poco, siguiendo el ritmo de su compañera, ya que total no había demasiada prisa. Muy probablemente Salara estuviera liada con algo o se hubiera despistado de la hora.

Llegaron sin decirse gran cosa por el camino, y Cuarzo les abrió la puerta, no Gata Lunar. Su mentora no estaba allí. Iván se sumergió en sus pensamientos, tratando de adivinar o deducir dónde podría estar. En un momento dado, tras un breve intercambio de palabras por parte de las chicas, Sara se giró hacia Iván algo consternada, y se lo encontró flotando boca abajo en el aire, con las piernas y los brazos cruzados. LO cual no debió ayudar demasiado.

Vent se fijó más en el interior de la habitación, esperando encontrar un cadáver o algo raro, pero era una habitación normal y corriente.

- ¿Qué pasa? - le susurró a Sara.

No esperó respuesta, no muy seguro de que realmente pasase algo o si simplemente al estar boca abajo no sabía leer la expresión facial de Sara, y se dirigió a Cuarzo.

- Habíamos quedado con ella para salir, pero supongo que se le habrá ido el santo al cielo y no sabrá ni qué hora es.

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24/01/2017, 15:30
Rudy Vergara

Mientras nos dirigíamos a la habitación de Hermes, sufrí el silencio incómodo que se cernía sobre nosotros. Estuve apunto de preguntarle si había avanzado algo en el tema de las gafas que le pedí, pero no quería parecer un interesado. Seguimos así hasta que llegamos.

Aitor fue el primero en hablar, luego le seguí.

-Temémos que Ratchet haya contraatacado. -miré un momentó a Aitor.- ¿O se dice atacado otra vez si fue él quien nos atacó en primer lugar? Bueno, eso, eso.  Hay que encontrarla. ¿Ideas? -repetí lo que dijo mi compañero.

Dije mientras miraba de reojo los libros y novelas que compartían los chicos.Tenían pinta de bros, esperaba llegar a ser tan amigo con alguien. Jugar a juegos, ver animes...

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25/01/2017, 01:25
Señor Bosch

Bosch escuchó atentamente la explicación de Moussa. Sus intensos ojos azules no se apartaron ni un instante del muchacho. Cuando éste hubo acabado el subdirector se permitió desviar la mirada, llevarse una mano al mentón y pensar durante unos segundos.

- No la he visto salir… - dijo mientras se frotaba la barbilla -. Ni la veo ahora…

Frunció el ceño, pero parecía más un gesto de concentración que de enfado.

- Esta mañana le he dado clase, justo después del recreo. Me parece que luego tenía que asistir a un seminario de materiales alienígenas.

Tras unos instantes de silencio, Bosch se reclinó en su asiento.

- Es extraño que llegue tarde a una cita, pero Salara es de esos estudiantes brillantes que una vez se ponen a trabajar no pueden parar – dijo mientras agitaba ligeramente una mano, restándole importancia al asunto -. Seguramente se habrá distraído mientras trabajaba en algo. Fragua estaba en el seminario de materiales, puede que él la haya visto.

- ¿Fragua? – preguntó César, algo confundido. La verdad es que no era de los que se preocupaba por conocer a todo el mundo.

- El muchacho wakandés de segundo curso. Está en el Club de Inventores, seguramente lo podréis encontrar en el Taller número 3… No, perdón, ese acabó destrozado después del último accidente… Taller número 4.

César miró a Moussa, como esperando su reacción.

- ¿Necesitáis algo más?

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25/01/2017, 01:25
Señor Richmond

Marina asistió la explicación de Diana con suaves asentimientos de cabeza.

- Entiendo vuestra preocupación – respondió Richmond mientras tecleaba algo en su portátil – pero esto es más común de lo que pensáis. Aunque controlamos vuestras entradas y salidas del recinto, no podemos estar monitorizando a todos y cada uno de los estudiantes durante su estancia en el Liceo. No conocer el paradero de Gata Lunar no tiene por qué significar que le ha pasado algo.

Richmond se encogió levemente de hombros.

- Lo más probable es que vuestra mentora esté ocupada con algún proyecto. Sin embargo, si os quedáis más tranquilas hablaré con Esther.

El director tomó un teléfono móvil que había sobre la mesa y lo manipuló durante unos instantes. Luego se lo puso junto a la oreja.

- Buenas tardes, Esther. … No, eso está controlado. Te llamaba por un asunto con una estudiante en paradero desconocido. … Sí, Gata Lunar. Debería seguir dentro del Liceo. … Ajá. … De acuerdo, muchas gracias.

Tras dejar de nuevo el teléfono en su lugar, Richmond se encaró de nuevo a las muchachas.

- Esther realizará un barrido con las Palomas. Si descubre algo os avisará.

Volvió a posar sus manos sobre el teclado del ordenador, seguía teniendo mucho trabajo por hacer.

- ¿Os puedo ayudar en algo más? – preguntó, cordial.

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25/01/2017, 01:26
Hermes

Hermes se cruzó de brazos al mismo tiempo que su expresión se endurecía. Comenzaba a estar preocupado.

- ¿Habéis mirado en el taller? – preguntó Midas.

- ¿El del club? – inquirió Hermes mientras desviaba su mirada hacia Aitor.

- No, ese no.

En ese momento Aitor recordó un dato interesante, perdido en el mar de información que representaban las memorias de Salara.

Gata Lunar disponía de un taller propio, un espacio privado donde realizar sus experimentos y diseñar dispositivos. Era un lugar donde acostumbraba a pasar el tiempo, donde nadie la molestaba cuando necesitaba pensar. Sólo había un problema.

- Está en la base… - Hermes se frotó la cabeza con fuerza, frustrado -. No podemos entrar.

- Va por control biométrico – aclaró Midas -. Casi nadie puede entrar.

- Excepto la Nueva Generación.

- O los profes.

O contadas excepciones como la de Salara.

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25/01/2017, 01:26
Ana María

- Pues… - Cuarzo se cruzó de brazos. Su piel hizo un sonido curiosamente harmonioso -. Creo que no ha vuelto en todo el día. Después de la clase con Bosch me dijo que ya no nos veríamos seguramente hasta la noche.

La muchacha apoyó el peso del cuerpo sobre un pie, mientras pensaba.

- Creo que tenía un seminario de nosequé… Cosas de cerebritos. Eeem… Algo alienígena… Sí, creo que era algo alienígena.

Cuarzo chasqueó la lengua - con otro sonido mineral pero harmónico – al no lograr acordarse.

- Diría que Tesla estaba con ella en el seminario. Ella la habrá visto marcharse, supongo. Su cuarto está en este mismo pasillo – se asomó por la puerta para señalar un dormitorio más allá – el número doce. Suele estar ahí, o en el club de inventores.

Se disponía a volver a su cuarto cuando pareció recordar algo.

- Cuando encontréis a Salara decidle que se digne a ordenar su parte del dormitorio, último aviso.

El siguiente paso lógico fue acercarse al dormitorio doce y llamar a la puerta un par de veces, pero nadie les respondió.

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25/01/2017, 02:21
Moussa Dakar
Sólo para el director

Tratar de adivinar las emociones de Bosch o lo que se le pasaba por la cabeza era simplemente imposible. Lo mismo realmente restaba importancia a la desaparición de Salara, que estaba como loco enviando a su ejército personal a registrar cada centímetro del Liceo. Fuese como fuese, no iban a sacar nada más de allí. Al menos habían avisado a Bosch, por lo que si todo aquello terminaba metiéndoles en otro gran jaleo, tendría la excusa perfecta para salir indemnes.

La mención de Fragua provocó que Moussa alzase una ceja interrogativo. No le sonaba para nada aquel nombre, aunque a decir verdad, no se había relacionado demasiado con el resto de estudiantes. En ocasiones pasaba por las cocinas para saludar a Juanjo, el cocinero. Pero no, con los estudiantes ajenos a su clase no había tratado demasiado.

-¿Un Wakandés? ¿Eso que es? ¿Un alién raro o algo? Bueno, da igual, no creo que haya muchos Fraguas por ahí. Iremos a buscarle a ver que nos puede decir. 

Moussa no tenía mucho más que decir ni hacer allí, además cuanto antes saliese de aquel despacho, mejor. La espada le daba muy mal rollo, sobretodo después de las amenazas que le dedicó. No recordaba bien las palabras que le susurró, pero aún tenía muy presente el terrorífico escalofrío que recorrió todo su ser.

-Wakandes...  -Pronunció en un susurro casi para sí mismo.    -Suena a lagarto espacial, sí, seguro que es un lagarto con cola y todo. Será fácil encontrarlo.   -Alzando la vista hacia Bosch, se despidió subiendo el tono de su voz.   -Bueno, gracias por la información, esperemos que no la pase nada a Salara. Aunque me mosquea que no pudiesen contactar con ella mediante la mente. Bueno, vamos a por fragua.

Llevándose dos dedos a la frente, realizó un saludo a Bosch antes de que tanto él como César, fuesen devorados por uno de los portales del senegalés. Moussa no se anduvo con rodeos y apareció en medio del taller cuatro. Sin perder un ápice de tiempo, se volvió para buscar al ser con el aspecto más raro que estuviese en la habitación para acto seguido, acortar las distancias con rápidas zancadas y dirigirse a él o ella.

-¿Eres Fragua? Estamos buscando a Salara ¿La has visto? Llega tarde y por lo que sabemos, nadie la ha visto en varias horas.

 

 

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25/01/2017, 11:27
Aitor Zumalacárregui

-Su taller. Eso tendría sentido. Voy a llamar a ESTHER. Espero que no se haya molestado demasiado con lo de antes -dijo Aitor haciendo referencia al uso ilícito de las palomas del instituto, precisamente para buscar a Salara hacía sólo unos minutos.

El genio vasco ni siquiera prestaba atención a los chicos de la habitación, seguía tecleando y moviendo diagramas, iconos y líneas a toda velocidad por la pantalla de su tablet. Fue a través de ese mismo método que se puso en contacto con la Inteligencia Artificial del Instituto.

[color=#0000FF]"ESTHER, soy Aitor Zumalacárregui, disculpa la intromisión de antes, pero yo y mis compañeros del grupo 4 estamos genuinamente preocupados por la integridad de Gata Lunar. No ha acudido a una cita con el equipo, lo que encaja muy mal con su naturaleza. Sus compañeros Hermes y Midas nos han comentado que Gata Lunar tiene permiso para utilizar instalaciones en la base, a las que nosotros no tenemos acceso. ¿Podrías comprobar su estado e informarnos, o al menos hacerle llegar el mensaje de que estamos preocupados por ella y de que queremos ayudarle si tiene algún problema?"[/color] -escribió a toda velocidad el genio utilizando un motor de predicción con un logaritmo "casero" por el cual las compañías de móviles probablemente pagarían una fortuna.

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25/01/2017, 14:49
Sara Carrión

Efectivamente Iván no apreciaba el desorden de esa habitación. Sara sonrió débilmente pues tampoco iba a iniciar ese tema. Se encogió de hombros después y atendió a las palabras de Cuarzo.

Eva María les hablaba de algo de un seminario alienígena y de Tesla, una chica que no terminaba de recordar. ¿Debería de conocerla? Dado que no venía ninguna imagen a la cabeza lo dejó pasar.

- Está bien entonces es cuestión de ir al número 12 y preguntar.

Si es que no había desaparecido también.

- Muchas gracias por todo. Le diremos lo del orden, cielo.

Usó un tono lo más cordial posible intentando no darle importancia a pesar del destrozo a su imagen que la telépata acababa de causar en ellos dos, bueno... en ella.

- ¿Vamos Vent?

Miró a Iván esperando que tomara la iniciativa ya que él era el hombre. Claro que cayó en la cuenta de que eso de ceder la iniciativa no lo habría hecho ninguna de sus ídolos, es decir, ni Hécate, ni Tormenta. Se quedó de todos modos a la espera de que él se moviera para que fueran juntos.

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26/01/2017, 11:49
Rudy Vergara

Mientras Aitor contactaba con Esther-sensei, yo continué hablando con los chicos.

-Guau, no sabía que había una base. -dije sorprendido.- ¿Los demás senpais también tenéis privilegios especiales? Estaría guay poder ver esas instalaciones. Aunque a decir verdad, Gata Lunar no tiene mucha pinta de mecánica, jeje.

Esperaba no ofender a Hermes con ese comentario. El tener una novia alien le podría haber hecho más sensible a esos comentarios. Ojalá no se lo tomara a mal. Maldito seas, Rudy.

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28/01/2017, 03:23
Iván Auriol

- Vamos – respondió Vent, re enderezándose en el aire para no seguir boca abajo cuando la otra persona abriese la puerta. Llamó a la misma y, sin recibir respuesta durante casi un minuto, suspiró - ¿Seguro que no se ha escondido a propósito? De un momento a otro encontraremos una pista encriptada, o un personaje pintoresco nos pedirá algo extraño para nada relacionado que si hacemos nos dará un objeto aparentemente inútil que más adelante servirá para engañar a un quinto tipo pintoresco que finalmente nos dirá dónde está la pequeña alienígena escurridiza que tenemos por mentora.

Iván se cruzó de brazos, algo frustrado con el desarrollo de los eventos, y se dejó flotar hacia las alturas, pensando. Cuando llegó arriba se dio la vuelta y se impulsó con los pies en el techo para volver a bajar rápidamente, y sacó el teléfono. Marcando el número de Aitor de memoria, pues aún no estaba acostumbrado a acceder a la agenda del Smartphone.

- Voy a llamar a Aitor y decirle lo del tal Tesla, el seguro que lo conoce.

Notas de juego

(Si logro comunicarme con Aitor, le diré esto:

- Oye tío, Salara no está en su cuarto-pocilga. Cuarzo, su compañera, nos ha dicho que estaba en un seminario de alienígenas con un tal Tesla. Dicho Tesla no está en su cuarto tampoco, ni su compañero si es que lo tiene. ¿Crees que puedes encontrar el número de este Tesla?

Fin de mi frase, si me coge el tlf xD)