Partida Rol por web

El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 4: Asuntos familiares

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22/03/2017, 21:23
Narrador

Las semanas seguían pasando en el Liceo. Los estudiantes de primer curso – y en especial aquellos que pertenecían al Grupo 4 – ya no eran unos simples novatos. Durante el tiempo que habían pasado en aquella habían cambiado.

Para el Grupo 4 lejos quedaba el primer día, en el que llegaron a la escuela como un dispar montón de adolescentes con poderes. Habían crecido, individualmente y en grupo. Ahora eran un equipo, una pequeña familia.

A pesar de los eventos acontecidos hasta la fecha, estas últimas semanas se desarrollaban para ellos con la mayor de las normalidades. Un concepto que puede ser especialmente curioso en una escuela de superhéroes.

Estudiaron lengua, historia y matemáticas como los adolescentes corrientes. Pero también entrenaron sus habilidades de combate, así como el uso de sus poderes y el trabajo en equipo. Rescataron civiles en entornos simulados, se enfrentaron a otros equipos en deportes con superpoderes, y combatieron entre ellos en las prácticas de combate. Desde el refugio que representaba la escuela, conocieron las distintas dimensiones, construyeron increíbles artilugios y exploraron el cosmos.

Se salía poco de la escuela, por lo que el día a día, al cabo de un tiempo, podía volverse verdaderamente monótono. Por suerte, Salara les había conseguido más de una vez una “excursión autorizada por el director”. Una sesión de karaoke por aquí, una cena informal por allá, un concierto… Incluso fueron una vez a un zoo. Parecía haber poco que no pudiese conseguir la alienígena para sus protegidos. ¿Sería así de influyente debido a su excelente conducta y resultados académicos? ¿O quizá era algo relacionado con su poderosa mente? Si se lo preguntaban, ella se encogía de hombros y sonreía.

Desde que les habló de Omnis había estado algo más sombría, al menos durante las primeras semanas. A no ser que le preguntaran directamente, no volvió a mencionar el tema. Poco a poco el día a día fue despejando su mente, hasta que volvió a ser la risueña chica a la que estaban acostumbrados.

Por su parte, Marina seguía igual de callada que siempre. Decidida a aprovechar su fuerza y resistencia físicas, decidió tomar clases particulares con el director para mejorar su habilidad marcial. En las prácticas de combate Sirena demostró ser una digna rival de Rudy y Diana, quienes habían liderado al grupo en técnica hasta aquel momento. Recientemente habían sabido que estaba entrenando muy duramente sus cuerdas vocales para evitar los efectos más desagradables de su poder, pero aún le quedaba un amplio camino por delante. Cuando Aitor se ofreció a diseñarle un dispositivo para ayudarla ella se negó en rotundo. Quería dominar su don por sí misma.

César pensaba lo contrario. A pesar de que en pocas semanas había aprendido a controlar el calor, decidió que la mejor manera de ampliar su repertorio era con la ayuda de los inventores. Unos flamantes guantes de rojo carmesí, “Guantes Ifrit” los llamaba. Eran capaces de proporcionar el fuego que, hasta aquel momento, tan solo conseguía con su fiel mechero. Desde entonces sus prácticas de combate habían sido mucho más “calientes”, pues Salamandra no dudaba en usar su elemento en su beneficio. Además, su ayuda resultaba invaluable en los escenarios de rescate civil que contenían algún incendio. Su humor se había vuelto menos agrio recientemente, pero seguía sin mantener conversaciones de verdad con alguien que no fuese Moussa.

Sí, los niños se hacían mayores…

Por si fuera poco, quedaba relativamente poco para el evento deportivo escolar del año. Los Juegos Heroicos. Se podía palpar el nerviosismo en el ambiente. Los distintos equipos hacían practicas extras al acabar las clases. Los estudiantes no hacían más que hablar del tema. Se notaba que el evento era algo importante en la escuela.

Se decía que distintos héroes internacionales solían acudir al evento. Observaban con interés a los estudiantes, y les ofrecían prácticas o membresías en sus distintas organizaciones. Si uno quería dedicarse en un futuro a ser superhéroe, no era una mala manera de asegurarse contactos, subvenciones y demás.

También entraba en juego el orgullo de alzarse como vencedor de la competencia. Los campeones de los Juegos Heroicos recibían una mención especial al graduarse, y no era extraño que acabasen formando parte de la Nueva Generación. Era como convertirse en una celebridad dentro de la escuela.

Salara parecía muy motivada con el tema. Últimamente los estaba convocando a muchas prácticas de equipo. Ideaban palabras clave, e incluso maniobras combinadas. El Grupo 4, además, se había convertido en uno de los equipos con más experiencia “real” a pesar de su corta estancia en la escuela. Por tanto, todas las miradas estaban posadas en ellos, expectantes.

Pero aún quedaba para los Juegos Heroicos.

Aquel día, los adolescentes tenían otros asuntos a los que enfrentarse.

Notas de juego

Podéis postear públicamente en esta escena un pequeño párrafo sobre el desarrollo de vuestros personajes a lo largo de estas semanas de transición.

La acción para cada uno de vosotros sigue en vuestras respectivas escenas individuales.

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27/03/2017, 21:18
Sara Carrión

Sara siempre había una chica disciplinada y estudiosa pero la vida para ella nunca había sido fácil, lo que significaba que su cabeza había estado llena de fantasmas mucho tiempo. En la academia había cumplido los dieciséis años y tenía la sensación de que había tomado el buen camino. Disfrutaba estando en aquél lugar y la rutina le encantaba. También dejarse llevar de vez en cuando y quizá por eso le gustaban los entrenamientos.

Había tomado con ilusión el tema de las clases y teniendo la cabeza más despejada había ganado mucho en concentración. Le gustaban especialmente las clases de naturaleza mística. Se sentía impresionada por Hécate así que eso la motivaba aún más.

Era curioso que magia y ciencia convivieran en el mismo recinto pero por lo visto los académicos eran más numerosos. Quizá era señal de que lo arcano era algo más bien marginal.

La chica había dedicado su tiempo a formarse diligentemente salvo claro, en las salidas que pudiera haber realizado, en las que prefirió olvidarse de la disciplina y divertirse todo lo posible.

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28/03/2017, 15:48
Diana Castelló

Diana no siempre era la misma, una veces se la veía alegre, otros días no hablaba, de repente un día esquivaba a la gente todo lo que podía, y especialmente en los últimos días estaba siendo bastante ladina. No siempre era la misma, salvo en clase, en las que estaba aplicada como siempre, no era la chica más inteligente de la escuela, eso estaba claro, pero se esforzaba en llevar las clases preparadas con antelación, ya que aunque su inteligencia no fuera prodigiosa, su memoria si lo era. De alguna forma tendría que recordar todas y cada una de las manchas en la piel de una persona, cada imperfección... cada cosa llamativa.

Siempre solía estudiar en la habitación, pero últimamente solo iba allí a dormir. Estudiaba, si, pero en lugares en los que nadie la molestara, y en los que pasara la menor cantidad de gente posible. Definitivamente algo raro le pasaba, Diana en sí era rara... pero no tanto.

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28/03/2017, 18:01
Rudy Vergara

Era feliz.

Conforme pasaba el tiempo, el Liceo iba pareciéndome cada vez más normal. Los primeros meses flipaba al ver a gente de otros colores, con escamas o con alas. Pero pasaban los días y me iba acostumbrando. La chica azul del Grupo 5, el peludito del curso superior, el reptil del 2... Ya eran elementos comunes en mi vida.

Y así lo eran las clases. En las normales aprobaba justito. Comparándolas con las demás, estas no me motivaban nada. Me dormía en la clase de Lengua de Bosch, y después de ver Eshter como una profe más, también me aburrió Matemáticas. 

En superciencias de vez en cuando me perdía, pero conseguía seguir el hilo de la clase. Algunas cosas las entendía a la perfección, pero cuando se ponían a hablar de la energía quántica del microblablabla me costaba más. Por eso después de unas cuantas clases con dudas me senté al lado de Aitor. Ya que era tan inteligente a lo mejor podía usar una oreja para aclarar mis dudas y otra para atender la clase.

Cultura alien, Viaje Dimensional y Vuelo molaban. Pero mis favoritas eran Rescate Civil y Entrenamiento de Combate. En esas clases lo daba y todo. Me esforzaba al máximo y me exigía todo lo que podía, siempre buscando la aprobación de Bosch y Richmond. Y lo lograba, era de los que sacaban mejores notas. ¿Quien lo iba a decir? En primaria fui un nerd que odiaba Educación Física y ahora la adoro.

En esas clases me hice muy amigo de Silvano, el chico que controlaba las plantas, y Misil, el velocista. Eran buena gente y compartíamos bastantes gustos.

Pero lo mejor vino semanas después del ataque de Damocles.

Seguía esperando que Aitor me hiciese unas gafas que fuesen compatibles con mi Visión Atómica, pero al parecer el chico estaba demasiado enfrascado en sus proyectos y en su cosas. Así que me dirigí al Club de Inventores. En dos días, Tesla y Fragua me hicieron unas gafas mega resistentes (lo pedí expresamente para que no se deshiciesen al estar con Fusión, como le pasó a la otras) y que, al pulsar el botón lateral, hacían desaparecer el cristal durante unos segundos. Me dijeron que usaban partículas Pym. ¡Mola!

Aunque a decir verdad, lo mejor de pasearme por el Club de Inventores fue conocer a Natalia. Ella también fue al club a pedir ayuda con unos propulsores. La chica podía manipular la densidad de su cuerpo, hacerse super pesada o super ligera, y también la de los objetos que tocaba. Necesitaba unos propulsores para poder desplazarse mientras era super ligera. ¡Pero a parte de todo eso, era friki!

Eureka era su nombre de heroína. Al parecer, Arquímedes, el que descubrió como iba todo el tema de la densidad, era un nombre muy feo para una chica tan guapa. Así que decidieron ponerle lo que gritó el anciano al salir desnudo del baño en el hizo su descubrimiento.

Comenzamos a salir pocos días después de conocernos. Era graciosa, lista, divertida, le gustaba el anime. ¡Lo tenía todo! Y yo tenía, novia ¡YO, RUDY!

Así que pasaba los días haciendo clase, entrenando, visitando a Fusión, quedando con los compañeros del Grupo 4 y citándome con Natalia. 

¡No me podía quejar!

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29/03/2017, 12:10
Aitor Zumalacárregui

Aitor era cada vez más Zenitram. El primer día era un chico acomplejado por sus problemas, cuyo coeficiente intelectual impedía su normal interacción con personas de su edad, cuyos poderes mentales ya habían producido algunos incidentes y la cosa parecía que estaba fuera de control. No daba esa sensación, siempre tenía un aura de suficiencia, hasta rozar en la arrogancia, pero así era, un adolescente, acomplejado con sus problemas, aunque éstos estuvieran absolutamente fuera de lo normal.

Con el paso del tiempo, no obstante, Aitor se había ido haciendo con el grupo. El roce hace el cariño, dicen, y en este caso las clases de entrenamiento hicieron no sólo que sudara la gota gorda como no lo había hecho en toda su vida, sino que le empujaron a estrechar lazos, a refugiarse en el resto y a apoyarlos, en definitiva, a actuar como parte de un grupo. Ya no le parecía que ayudar a otros le retrasara en su avance o que esperar la ayuda de los demás hiciera de él alguien débil, no. Ahora lo enfocaba todo de otro modo. Había crecido.

Cada vez disfrutaba más de las "excursiones", de hablar con los demás y de, se podría decir así, la vida. De depresivo recluido a adolescente casi normal, había sido todo un cambio. Claro que a veces se le escapaba alguna palabra cuya correcta pronunciación parecía imposible, o cuanto menos improbable, pero aún así no se mostraba mal chico, todo lo contrario.

El tema Omnis había quedado aparcado, pero no olvidado, no para Zenitram. Era un obstáculo más a superar. Por desgracia no disponía de mucho tiempo para planificar nada en contra, casi ni siquiera para enfortecerse él mismo. Últimamente parecía que sólo tenía ojos para Gina. Era una suerte de novio/padre compulsivo, siempre a su lado, siempre completando la imagen que la ginoide iba adquiriendo de la realidad. A veces era difícil cuál de los dos seguía a quien.

Los Juegos Heroicos no suponían nada extraordinario para él, pero participaría en ellos con su equipo, eso también estaba claro. No iba a dejarles plantados. Tal vez incluso Gina querría echar un cable si estaba en su mano. Tal vez lo estuviera. La verdad es que ni siquiera había investigado sobre ellos. Hasta que Salara se motró interesada en ellos. El hecho que le motivara era motivo para él para motivarse a su vez. Odiaba verla cabizbaja, algo siempre le empujaba a tratar de actuar para que ella estuviera feliz. Si era participar en los juegos lo que ella quería, pues sería. Habría que prepararse.

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25/04/2017, 20:47
Narrador

Puesta al día, Cafetería del Liceo

La cafetería del Liceo era un hervidero de actividad. A aquella hora ya había colas para los menús del día, aunque normalmente no hacía falta esperar mucho para llevarse algo a la boca. El servicio de cocina de la escuela era bastante eficiente.

Las charlas, anécdotas, chistes y consecuentes risas de los alumnos de los diversos cursos se entremezclaban en una amalgama que no podía clasificarse como nada más que “ruido de fondo de cafetería”.

En una de las mesas estaban sentados César, Marina y el chico ese tan majo del Grupo 5, Fantasma. Este último estaba explicando algo que debía de ser bastante divertido, pues César reía mientras Marina hacía lo posible por no destaparse la boca con las manos.

Venían de lugares distintos, pero Sara y Diana se encontraron en la entrada. Sara, además, iba acompañada de un chico bastante guapo. Diana lo reconoció como un estudiante de segundo curso. Siempre estaba rodeado de gente, se le veía risueño. Su voz también era bastante agradable. Nunca lo había tenido tan cerca. De un modo inexplicable, Diana sintió que todas sus preocupaciones se desvanecían, al menos momentáneamente.

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25/04/2017, 20:48
Salara

El telépata, el robot y el teleportador, Taller del Club de Inventores

Debía de ser ya mediodía, pero allí estaban. Enzi, Salara, Aitor, Gina y Moussa. El taller estaba bastante tranquilo a aquellas horas, aunque Aitor bien sabía que solía ser un hervidero de actividad.

[color=#9A2EFE]~ Qué sorpresa veros a los tres aquí ~[/color] comunicó alegremente Salara mediante su poder.

- Ups, perdón - corrigió entonces, tras mirar a Gina -. Digo que qué sorpresa veros a los tres aquí.

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26/04/2017, 11:08
Aitor Zumalacárregui

El llegar fortuitamente hasta aquella sala, ahora que lo pensaba, podía ser una estupenda oportunidad para resolver lo que tenía en mente.

-Una reunión muy productiva, la verdad, Forja, gracias por preguntar.

Los analíticos ojos del genio vasco hicieron entonces un barrido en la sala y parecieron brillar al topar con Moussa.

-Atajo, no pensaba encontrarte aquí. Supongo que querías discutir algún detalle sobre una de tus creativas ideas para artilugios -una suposición bien fundada en anteriores ocasiones- Espero no interrumpir, pero tengo que pediros un favor...

Aitor se concentró unos segunos para encontrar las palabras adecuadas para contar algo que sin duda le costaba confesar. Desde luego no era el tipo de chico que pidiera muchos favores.

-Tengo una hermana pequeña -primera noticia-, Idoia. Es... más inteligente que yo -lo que no era decir poco-. Acaba de desarrollar poderes. Al menos telepatía, tal vez algo más. El problema es que tiene un carácter mucho más difícil que el mío. Ha estado manipulando las mentes de mis padres. Ellos se han acabado dando cuenta y me han pedido ayuda. Tengo que hacer algo antes de que la situación se "tuerza", que haga daño a alguien o que acabe en malas compañías. Estaba pensando en hacerle una visita a la casa de colonias en la que está ahora, convencerla y traerla aquí. Es urgente, pero no he localizado al señor Bosch para pedirle permiso para salir. ¿Creéis que podríais echarme una mano?

Si tenía que tratar con una adolescente con poderes mentales a muchos kilómetros de distancia, Zenitram necesitaba al menos dos cosas: llegar hasta el lugar y  protegerse mentalmente. Y ahí entraban Atajo y Gata Lunar.

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26/04/2017, 15:21
Sara Carrión

Sara echó a caminar junto al joven hacia la cafetería esperando poder comer algo, es decir, a lo sumo una ensalada con pollo. En el lugar ya habían unas cuantas personas. La verdad es que hubiera preferido un simple paseo pero después del partido el chico seguramente estaba cansado y hambriento.

Enseguida pudo ver a dos de sus amigos carcajeándose junto a Fantasma pero también le llamó la atención la presencia de su amiga allí.

- Diana hola. ¿Cómo va el día? Este es Alberto, un amigo. Ella es Diana.

Le dijo a su acompañante imaginando que se saludarían con unos besos.

- No me digas que hay algún problema otra vez. Es decir, además de los que conocemos. Y por cierto, que luego tenemos que hablar de unas visiones que he tenido.

Le fue adelantando aunque ahora no era momento de charlar de esas cosas. Mejor esperar a que estuvieran todos reunidos y así habría más posibilidades de que alguien reconociera algo de aquellas imágenes.

 

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27/04/2017, 14:20
Diana Castelló

- Por favor, avisadme cuando se despierte... no quiero que se sienta solo .- Dijo Diana a medida que se dirigía a la puerta de la enfermería, dejando un poco de lado aquella desastrosa mañana.

Sus tripas rugían. No había desayunado y ya era bastante tarde... después de aquella larga y peligrosa mañana, necesitaba tomarse un pequeño descanso, sentarse y comer algo. Llegando a la cafetería, deambulando cual fantasma, se encontró con Sara y un chico de segundo que de algún modo la hacía sentirse mejor.

Respiró profundamente, como si le hubieran quitado un gran peso de encima, y sonrió.

- Hola Sara .- respondió el acercamiento de ella con los dos besos de rigor -. Encantada Alberto, yo soy Diana Castelló .-Sonrió de nuevo al chico y se acercó para darle la mano... aún no lo conocía tanto como para hacer lo mismo que con Sara.

Cuando su compañera le preguntó que si pasaba algo, se le trabó un poco la lengua al intentar contestar.

- Eh, esto... no, no creo... no .- Dijo para luego rectificar -. En realidad sí, tengo que hablar luego con todo el grupo... tengo algo que contaros.- Dijo mientras se mordía el labio, nerviosa.

- Pero por ahora... vayamos a comer algo ¿si? .- Sonrió y trató de encabezar la marcha hasta donde se encontraban Marina, César y Fantasma -. Hola chicos .- Saludó con la mano -. ¿Os importa si nos sentamos a comer con vosotros? ¡Me muero de hambre!.

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27/04/2017, 16:14
Moussa Dakar

Aunque últimamente Moussa se movía de un lado a otro caminando, el duro entrenamiento al que se había sometido lo había dejado agotado. Así que sin pensárselo dos veces, simplemente usó uno de sus portales para ir en busca de Salara. Tenía algo urgente que tratar con ella, si alguien podía ayudarle sin duda sería la pequeña mentora. Pero tal y como solía suceder, los acontecimientos no se desarrollaban jamás como Moussa habría deseado.

Rodeado de pronto por Enzi, Salara y Aitor, el senegalés saludó a los presentes con un gesto con la cabeza y alzando una mano. Su petición tendría que esperar, pues Aitor parecía tener un pequeño gran problema familiar. ¿Una niña más lista que Aitor? Eso costaba de imaginar. No estaba seguro de la edad que podía tener, pero se la imaginaba como una niña repipi de seis años hiperpoderosa y caprichosa.

-Esta vez no venía por ningún invento, tenía que tratar con Salara de una cosa, pero puede esperar. De hecho quizás puedas ayudarme incluso tú, pero ya hablaremos de eso más tarde.    -Con los hombros caídos y las manos en los bolsillos, se apoyó junto a una de las paredes del laboratorio.      -¿Una niña manipulando a quienes la rodean? No veo nada raro en eso.     -Indicó con humor.    -Bosch estaba liado, pero sus clones ya deberían de estar cubriendo todo el Liceo, aunque supongo que su verdadero yo estará en el despacho. Puedo tratar de llevarte hasta donde está tu hermana, pero mi poder a larga distancia no es muy fiable...aún. Podríamos realizar varios saltos, pero espero que no hayas desayunado fuerte hoy...De media, mi salto más largo es de unos 20 o 25 kilómetros. Ahora que lo pienso, quizás debería de perfeccionar mis portales a larga distancia. Tendré que incluir eso en el entrenamiento.      

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27/04/2017, 23:28
Salara

Enzi y Salara se quedaron bastante callados tras la explicación de Aitor. Incluso se miraron entre ellos, perplejos, cuando el genio vasco mencionó que su hermana pequeña era más lista que él. 

- Por supuesto que te ayudaré, Aitor - no tardó en decir Gata Lunar -. En lo que haga falta, ya lo sabes. Puedo pedirle permiso a Bosch telepáticamente. Seguramente te lo dará, es una emergencia familiar.

Gata Lunar parecía bastante dispuesta.

- ¿Cuándo quieres salir? - preguntó, visiblemente preocupada por la situación -. Supongo que necesitarás mis poderes. Cuenta con ellos.

Posó una de sus manitas sobre el brazo de Moussa.

- Y podemos hablar de lo que quieras por el camino - dijo mientras le ofrecía una sonrisa.

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27/04/2017, 23:41
Alberto

- ¡Encantado! - respondió el muchacho mientras esgrimía una sonrisa arrebatadora.

Al darle la mano, Diana sintió un leve cosquilleo en su propia mano. Una calidez extremadamente agradable.

- Vaya, ¡qué formal! - comentó Alberto mientras reía.

Parecía a gusto con la idea de comer junto a los amigos de Sara.

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27/04/2017, 23:41
Narrador

Cuando se acercaron a la mesa donde estaban los demás, Marina los recibió con una amplia sonrisa. César les dedicó un leve gesto de reconocimiento.

Fantasma comenzó a hablar.

- ¡Hola chicas! ¿Qué tal todo? - saludó alegremente -. Vaya, parece que traéis a alguien nuevo. ¿Cómo te llamas? - le preguntó de pronto mientras le ofrecía la mano -. Yo soy Fantasma.

Cuando Alberto fue atenderle la mano su mano atravesó la de Fantasma.

- ¡Ya veo, “fantasma”! - dijo entonces el chico de segundo.

Los dos comenzaron a reír.

- Venga, ¡sentaos con nosotros! Esta es Marina. No te dice hola porque su voz te vuelve loco - comentó como quien no quiere la cosa -. Y este es César. Es un chico difícil al principio, pero acaba cayendo bien.

El piroquinético se encogió de hombros.

Diana, Sara y Alberto no tardaron en conseguir su comida y sentarse junto a los demás.

- Bueno, ¿qué os contáis? - preguntó Fantasma a las chicas con gran interés.

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29/04/2017, 22:38
Sara Carrión

Le daba la impresión de que los dos chicos tenían una gran dosis de optimismo mientras que ellas no tanto. Había visto en la expresión de Diana que pasaba algo y también ella tenía cosas que contar pero no sin antes hablar con el resto del grupo cuatro. Así que era cuestión de poner buena cara y hablar de algunas cosas banales.

- Pues todo muy bien, la verdad, hace un día estupendo para dar un paseo o incluso para ir a comer fuera. Quiero decir, coger las bandejas e ir a comer al aire libre. ¿Pensáis que las palomas dirían algo? No se me había ocurrido intentarlo antes. 

En fin, era curioso que no supieran algo y Aitor no les diera al instante la respuesta.

- Oye, ¿a vosotros dos se os dan bien las clases de Hécate? Quiero decir, tenéis unos nombres muy místicos. Fantasma y Faro, bueno, Faro no es por el nombre sino por esa luz misteriosa que emana.

Ese podía ser un tema bastante interesante. Normalmente no había forma de tratar temas mágicos con el resto de su grupo. Bueno quizás con Iván pero como tampoco hablaban mucho.

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30/04/2017, 00:30
Diana Castelló

La cara de Diana había cambiado ligeramente. Realmente estaba intentando aparentar que se encontraba bien, y se le daba bien aquello de fingir... aunque estaba claro que algo había detrás de aquella sonrisa.

- Pues... bien, algunos baches en el camino, pero nada que no se pueda sobrepasar .- Dijo sonriendo abiertamente, y dada la mañana que había tenido, el aparentar le estaba costando más de lo normal -. Así que tu eres Faro ¿eh? .- Dijo al oír las aclaraciones de Sara -. ¿Y qué eres capaz de hacer? Aparte de hacer que las preocupaciones se atenúen, que eso si lo he notado .- Volvió a sonreír.

Comenzó a comer tranquilamente, devoraría aquel almuerzo si no fuera porque sus modales no se lo permitían. tras tragar el segundo bocado y limpiarse la boca volvió a dirigirse a los chicos.

- Yo la verdad es que las clases de Hécate, las llevo bien, pero solo porque las llevo preparadas de antemano. Si fuera por mis capacidades mágicas... suspendía fijo .- Guiñó un ojo a Sara mientras volvía a dar un bocado a su almuerzo.

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01/05/2017, 12:10
Aitor Zumalacárregui

-He pasado por su despacho y no estaba. Soportaré los saltos, puedes estar seguro. Bien, suponiendo unos 20 ó 25 kilómetros por casa salto eso nos deja en unos 20 ó 25 saltos, puesto que la distancia que nos separa de allí es de unos 500 kilómetros. Eso nos dejaría el trayecto entre 2 y 20 ó 25 minutos, dependiendo de cuánto tiempo necesites para cada salto, orientarnos y demás. Bien podría servirte de entrenamiento. Me fío de ti.

Por extraño que pareciera, Aitor había aprendido a confiar en su grupo. Más aún, su caótico y desordenado compañero de cuarto había pasado de ser poco menos que una molestia a una de las personas en las que más confiaba en el mundo. Sabía que si lo necesitaba Moussa sería una de las personas que se "partiría la cara" por él. Puede que no tuviera el cerebro más privilegiado del mundo, pero en lo que se refería a fidelidad, en eso era el rey. Y su corazón, por mucho que quisiera ocultarlo, siguiendo el estereotipo, era de oro.

-Salara, por favor, procede, pídele el permiso a Bosch. Quiero llegar cuanto antes. Discutiremos el plan de acción exacto por el camino y lo acabaremos de pulir cuando estemos allí. Esto, Enzi, ¿me prestas tu móvil y tu reloj?. Mejor saca la tarjeta del móvil... Ejem ¿Vamos?

Notas de juego

Como es de imaginar, a parte también llevaría mi Super-tablet. La cosa está en que no quiero transformarla en un robot y que luego deje de funcionar...

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02/05/2017, 16:23
Narrador

- Mucha gente come fuera, es más normal de lo que crees - respondió Alberto a la duda de Sara -. Si queréis comemos fuera.

César se encogió de hombros y Marina asintió efusivamente.

- Venga, vamos - convino Fantasma mientras acompañaban a las chicas y a Alberto a buscar su comida.

Por el camino fueron hablando de sus poderes, y de las clases de Hécate.

- Me has pillado - confesó Alberto con una sonrisa -. No puedo controlarlo, pasa siempre. La gente a mi alrededor se siente mejor - escogió un helado de chocolate de postre, que puso con cuidado sobre su bandeja -. Y si me concentro brillo, como una linterna. De ahí mi nombre, supongo. También hay algunos poderes mágicos que no funcionan bien cuando estoy cerca - dijo con tono de misterio.

Una vez tuvieron todos sus bandejas comenzaron a dirigirse hacia los jardines.

- No se me da especialmente bien la asignatura de Hécate. No tengo talento para la magia ni nada de eso. Supongo que soy un poco como tú - dijo mientras miraba a Diana.

- Pues a mí se me da fatal. Todo ese rollo místico me da dolores de cabeza - Fantasma negó con la cabeza mientras se encogía de hombros -. Supongo que soy Fantasma porque atravieso cosas. Es tan tonto como eso.

- Pero bien que te gusta el nombre - dijo de pronto César, participando en la conversación.

- Y que lo digas.

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02/05/2017, 16:23
Narrador

Mientras avanzaban por la cafetería se cruzaron con Rudy. Llevaba consigo una bandeja, parecía que también iba a comer.

- ¡Eh, tío! - saludó Fantasma -. Vente a comer a fuera con nosotros - lo invitó.

El grupo de adolescentes se dirigió al exterior. Se sentaron sobre la hierba, a la sombra de los árboles. Hacía un día espléndido, y aún había bastante actividad.

Ya estaban casi todos juntos.

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02/05/2017, 15:48
Moussa Dakar

-¿¡20 o 25 saltos!?   -Soltó totalmente sorprendido.   -Nunca he viajado tan lejos...ni he abierto tantos portales seguidos.

Moussa esperaba poder llegar hasta la hermana de Aitor en dos o tres saltos como mucho, pero claro, no había caído en la cuenta de que el Vasco tenía un hogar bastante lejos de la escuela.

-En ese caso el stargate no sería la opción más rápida. Ummmm sí, supongo que los anillos de teletransporte serían nuestra mejor baza. El Stargate nos permite viajar hasta unos 25 kilómetros, pudiendo llevar con nosotros todo lo que nos dé la gana, el único requisito es que debe de entrar por el Stargate. El cual puede alcanzar un tamaño de algo más de cuatro metros de diámetro. Luego están los anillos de teletransporte, me permiten alcanzar una mayor distancia, pero la pega es que solo puedo llevar conmigo unos pocos cientos de kilos de masa. Supongo que no deberíamos de tener problemas en usar los anillos de teletransporte, a no ser que quieras llevarte a Gina y pese una tonelada jeje. Bueno, si mis cálculos son correctos, podemos llegar en unos diez u once saltos. Aunque advierto que será un viaje movidito.

Si alguien le preguntase, Moussa sería incapaz de indicar si su serie favorita era Stargate debido a la similitud de su poder con los portales de la serie o si por el contrario, fue su pasión por esa serie lo que de alguna manera provocó que su mente representase su poder como los portales de la serie.

-Con los anillos puedo ir más lejos, quizás unos 45 kilómetros. Pero voy a necesitar algo, aunque puedo teleportarme por intuición a un lugar que no conozca, necesito saber más o menos donde está. Para hacer el viaje algo más seguro, no vendría mal que me mostrases alguna imagen del punto de destino a alcanzar en cada salto. Así el peligro será menor...o eso espero.

Moussa sabía que conseguir eso para Aitor era un juego de niños, después de todo solo le estaba pidiendo que programase diez u once saltos en aquel viaje. Si las cosas iban bien, podrían llegar en pocos minutos, aunque seguramente lo harían bastante mareados.

Mientras aguardaba a que Aitor realizase los cálculos oportunos y le mostrase los puntos de destino de cada salto, decidió compartir con ellos su pequeño problema.

-Mientras buscas eso, quería comentaros una cosa. Esta noche he tenido un sueño muy raro, era como si estuviese prisionero o algo así, casi como si estuviesen experimentando conmigo, pero bueno, al final alguien me acababa liberando. Bueno, la cosa es que preguntando por ahí, nadie en el Liceo sabe cual es el origen de mis poderes. Siempre pensé que era mutante, pero que va, mis poderes no vienen por ser mutante, inhumano, alienígena o místico. En pocas palabras, soy raro de narices jeje. Bueno, la cosa es que si mi sueño es real, quizás sea un recuerdo reprimido o borrado. Necesitaría vuestra ayuda para comprobar si hay algo en mi mente que no esté como debería o si simplemente solo se trató de una pesadilla. Por otro lado y ya puestos, en el sueño parecía que tocaba algo muy brillante que se acababa clavando en mi pecho...o al menos esa fue la sensación que tuve. No sé...quizás tenga algo en mi interior y eso sea lo que me da mis poderes. Pensé que podría someterme a algún tipo de escaneo o prueba para comprobarlo y ahí entrarías tú, Aitor. Aunque claro, todo esto sería después de solucionar el problema con tu hermana.

Notas de juego

Muy buenas!

Si mis cálculos no me fallan, con cada teletransporte puede moverse hasta 48 kilómetros y llevar hasta 350 kilos con él. Lo malo que después de cada teleportación todos pasarán un asalto dazed and vulnerable. Así que tomaros las pastillas contra el mareo XD

Si el master lo cree oportuno, Moussa los irá teleportando, tomando entre cada salto el tiempo que crea oportuno el master.

Un saludo!