Una verja de hierro colado, con una parte superior adornada con un estilizado diseño de hojas, rodea una gran parte de la ciudad. En su interior, hileras de lápidas bordean sinuosos caminos y serpentean entre tres colinas bajas, en cuyas cimas se alzan sustuosas criptas de piedra. El cementerio de Tormentos Cristalinos está bien cuidado, pero sólo recibe visitas de vez en cuando (excepto en días de funerales). La mayoría de personas enterradas aquí pertenecen a la clase media; los ciudadanos de las clases más bajas no suelen poder permitirse entierros y pagan por la cremación de sus seres queridos, o dejan que los barrenderos se hagan cargo de ellos. Las sencillas cámaras de piedra pertenecen a las familias menores de Tormentos Cristalinos, mientras que las más importantes cuentan con criptas familiares en sus propias haciendas.
Un anciano patrulla y cuida el cementerio. En su cara y cuerpo tiene una inusual cantidad de vello. A pesar de su edad se le ve un hombre fuerte y robusto capaz de mantener el cementerio seguro. No te dice nada ni parece acercarse a ti cuando te ve llegar.
Por cierto, no tienes lira, tienes laúd.
-....El lugar donde las almas convergen, no es asi? -Dice, hablando para si mismo con la intención de que el hombre que cuida el cementerio lo escuche, luego se le acerca poco a poco con una ligera sonrisa.
-Cuantas almas en pena no habrás visto pasar por este lugar, y cuantos secretos esconden los muertos en sus tumbas.
Disculpa, pero no entiendo de qué me hablas... ¿Puedo ayudarte en algo?
-No, en realidad sólo he venido en busca de algo de tranquilidad.
Balder rasguea inconscientemente su laúd y continua.
-¿Y tu? ¿Necesitas ayuda de cuaqluier tipo? Acabo de llegar a la ciudad y ando buscando trabajo. En los cementerios suelen suceder cosas extrañas y, a veces, se necesita que un buen grupo de aventureros investigue unos ruidos extraños, unos saqueos de tumbas...ya sabes.
- Realmente tampoco necesito mucha ayuda, este cementerio parece estar muy tranquilo. Recientemente he tenido que enterrar un par de cadáveres, pero eso se debe al derrumbamiento que hubo en la taberna. Se cobró un par de vidas... Ya está todo arreglado y mi trabajo tan solo es vigilar el lugar. Te veo triste, de verdad no necesitas nada?
¿Has leído el resto de escenas ya?
Balder asintió ante la empatía del anciano.
-Nada de lo que te debas preocupar, gracias. Vi el humo y me preguntaba qué pasó para que se produjera el derrumbamiento. ¿Sabes tu algo de eso?
Si, en teoria tengo que ir a una de las posadas (ahora mismo no me acuerdo del nombre) para demostrar que su dueño mete droja en la cerveza. ¿No?
En cuanto me despida de este voy para alla.
- Pues la verdad que vi las columnas de fuego pero yo no podía dejar desatendido el cementerio, así que no sé nada de lo que ha sucedido... siento no poder serte de más ayuda...
Balder le ofrecio su mano buena al anciano.
-De acuerdo, gracias por la charla, en cualquier caso. Me esperan en otro lado y debo partir.
El bardo se arrebujo en su capa y dio media vuelta con un gesto teatral.
Tiro para la "pezuña en la boca".
Una verja de hierro colado, con una parte superior adornada con un estilizado diseño de hojas, rodea una gran parte de la ciudad. En su interior, hileras de lápidas bordean sinuosos caminos y serpentean entre tres colinas bajas, en cuyas cimas se alzan sustuosas criptas de piedra. El cementerio de Tormentos Cristalinos está bien cuidado, pero sólo recibe visitas de vez en cuando (excepto en días de funerales). La mayoría de personas enterradas aquí pertenecen a la clase media; los ciudadanos de las clases más bajas no suelen poder permitirse entierros y pagan por la cremación de sus seres queridos, o dejan que los barrenderos se hagan cargo de ellos. Las sencillas cámaras de piedra pertenecen a las familias menores de Tormentos Cristalinos, mientras que las más importantes cuentan con criptas familiares en sus propias haciendas.
Un anciano patrulla y cuida el cementerio. En su cara y cuerpo tiene una inusual cantidad de vello. A pesar de su edad se le ve un hombre fuerte y robusto capaz de mantener el cementerio seguro. No te dice nada ni parece acercarse a ti cuando te ve llegar.
Raelia camina con tranquilidad, observando el macabro lugar, lastima que no pudiera compararse con un campo de batalla, el olor de la sangre recien vertida al suelo, la descomposicion inicial del cuerpo, las miradas perdidas de los hombres moribundos o muertos ya en su ultima exhalacion.
Respira profundo, y solo siente el frio caracteristico de aquellos tetricos lugares, era algo que le gustaba.
Viendo como el sepulturero, enterrador o vigilante no la miraba y no le hacia caso, ella tampoco es de acercarse a los demás, por lo que se dedicó a ver lapidas que le llamaran la atencion ya fuera por su voluptuosidad o por su sencillez.
Mientras miras las lápidas, el extraño hombre se acerca hacia ti y te pregunta.
- Bienvenida, puedo ayudarte en algo, ¿estás buscando algún familiar o amigo caído?
Raedlia miró al extraño hombre con su mirada fria y sin expresión alguna en su rostro.
- No, solo vine a disfrutar de la paz que se respira en estos lugares, es algo que siempre me ha atraido de los cementerios.
Fue lo unico que dijo posando su mirada a la lapida que tenia a su lado, fundiendo sus ojos al marmorl de la misma, observando el detalle de la escritura y las flores recien puestas, pues parecía que alguien habia venido recientemente a visitar a ese alma caida.
Está bien, entonces te dejo libre y sola, para que disfrutes de la paz de este lugar. Si necesitas algo solo debes buscarme, mi nombre es Noshi.
Raelia asintió. Y recordó ese nombre aunque no lo iba a necesitar. Pero quedó sola de neuvo mirando las tumbas, los escritos y los nombres. Como la gente viva ponia flores y palabras absurdas que los muertos no sabrían ni que existían.
- Menuda perdida de tiempo.
Dijo para sí, aunque no en un susurro, sino como si hablara en voz alta consigo misma. ¿Qué mas podía hacer? Debía buscarla...sí...debía buscar..a su otro yo.
¿A dónde quieres dirigirte para buscarla?
uis...pos no se...quizas a las posadas de la ciudad, aunque me cueste mucho tiempo...perdona no me salió novedad en la partida >.<
a qué posada vas? mira el mapa y elige una.
Una verja de hierro colado, con una parte superior adornada con un estilizado diseño de hojas, rodea una gran parte de la ciudad. En su interior, hileras de lápidas bordean sinuosos caminos y serpentean entre tres colinas bajas, en cuyas cimas se alzan sustuosas criptas de piedra. El cementerio de Tormentos Cristalinos está bien cuidado, pero sólo recibe visitas de vez en cuando (excepto en días de funerales). La mayoría de personas enterradas aquí pertenecen a la clase media; los ciudadanos de las clases más bajas no suelen poder permitirse entierros y pagan por la cremación de sus seres queridos, o dejan que los barrenderos se hagan cargo de ellos. Las sencillas cámaras de piedra pertenecen a las familias menores de Tormentos Cristalinos, mientras que las más importantes cuentan con criptas familiares en sus propias haciendas.
Un anciano patrulla y cuida el cementerio. En su cara y cuerpo tiene una inusual cantidad de vello. A pesar de su edad se le ve un hombre fuerte y robusto capaz de mantener el cementerio seguro. No te dice nada ni parece acercarse a ti cuando te ve llegar.
Una muchacha pensativa está también paseando por el lugar. No se puede ver a nadie más por allí a estas horas de la tarde.
A ver, como tengo confianza contigo te aviso de que este personaje está llevandose muchos avisos por mi parte. Ahora parece que está tirando, y quizá encontrarse contigo le ayude a desenvolverse mejor en la partida, pero vamos que el tipo postea más bien poco. Que te aviso.