¡Está bien! Dijo atemorizado, pero dime: ¿Qué es lo que quieres de mi y por qué narices estás tan empeñado en pasarte por aquí? Tú déjame en paz, y yo no te molestaré más.
Al final parecía comprender, un paso importante, pero bien podría ser que el daño ya estuviera hecho y la erinia se encontrara tras mi pista.
No te distraigas. Céntrate en el hombre ahora, preocupate por ella después.
Me dije a mi mismo y golpeándome la sien con el final de la cola.
- Podrías arrancarte la lengua, aunque así no podrías decirle a todos que acabastes conmigo.
Le indico mientras empiezo a dejar mis pertenencias en el suelo, a excepción de la bolsa con las monedas que podrían serme útiles con otros humanos.
- Rómpelas y preséntalas como prueba de mi muerte. Como eres incapaz de mantener la boca cerrada, será lo mejor para todos... - quedo pensativo un momento - Hazlo y no volverás a verme.
Conluyo sonriendo y agitando la cola, intentado parecer lo más inocente posible. No era mal trato.
¡Jamás!
Gritó el sepulturero. Con eso solo conseguiré que dejen de buscarte y que campes por ahí a tus anchas. Además, yo no ganaría nada a cambio, tan solo un honor y una gloria que no me corresponden. ¡Y eso no me interesa!
Yo mantendré la boca cerrada y tú dejarás de venir aquí. No hay más opción.
Que idiotez... pero al parecer desea algo más sustancioso, por lo que dejo caer la bolsa con las monedas.
- ¿Y por más de treinta piezas de oro?
Le tiento esperando respuesta.
Mmmm.... dijo pensándoselo. ¿Pero eres capaz de cargar con semejante bolsa? Si es todo lo que tienes, entonces vale. Fingiré que he acabado contigo, y me prometes que tú y yo no nos volveremos a ver, o en caso contrario, te prometo que avisaré a toda la guardia y a todo el que encuentre para que te den caza. ¿Entendido?
Al final no había sido tan dificil convencerle a pesar de tener que deshacerme de todas mis pertenencias, las cuales tampoco me resultaban tan necesarias como a cualquier aventurero, aunque las monedas siempre eran útiles a pesar de que las gemas resultaran mucho más valiosas e interesante.
A pesar de ello, el ignorante enterrrador seguía creyendo que tenía opciones para realizar sus exigencias. Hablaba demasiado, ójala se jactara tan bien de cómo me envío de vuelta a los infiernos.
- Tenemos un trato enterrador.
Le contesté únicamente, lo cual era suficiente para mí, porque de incumplirlo alguna de las partes se saldaría con su muerte. Después dejé el lugar.
Tirada oculta
Motivo: Moverse Sigilosamente
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+9)=16
Tirada oculta
Motivo: Esconderse
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+17)=36
Tirada oculta
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+3)=12
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+3)=17
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+3)=17
Tirada oculta
Motivo: Buscar
Tirada: 1d20
Resultado: 4(+5)=9
Tirada oculta
Motivo: Supervivencia?
Tirada: 1d20
Resultado: 7(-1)=6
Puedo cargar hasta 65lbs :P
Ahora voy en busca de px y como imagino que sólo la conseguiré metiendome en combate, seguiré el método tradicional de ir a cazar ratas (me acabo de acordar del Baldur's Gate) xD
En los Almacenes de los pescaderos (25) imagino que encontaré, pero creo que tendré que evitar a los piratas y la reunión por el muerto, por lo que evito las congregaciones de gente.
Una verja de hierro colado, con una parte superior adornada con un estilizado diseño de hojas, rodea una gran parte de la ciudad. En su interior, hileras de lápidas bordean sinuosos caminos y serpentean entre tres colinas bajas, en cuyas cimas se alzan sustuosas criptas de piedra. El cementerio de Tormentos Cristalinos está bien cuidado, pero sólo recibe visitas de vez en cuando (excepto en días de funerales). La mayoría de personas enterradas aquí pertenecen a la clase media; los ciudadanos de las clases más bajas no suelen poder permitirse entierros y pagan por la cremación de sus seres queridos, o dejan que los barrenderos se hagan cargo de ellos. Las sencillas cámaras de piedra pertenecen a las familias menores de Tormentos Cristalinos, mientras que las más importantes cuentan con criptas familiares en sus propias haciendas.
Un anciano patrulla y cuida el cementerio. En su cara y cuerpo tiene una inusual cantidad de vello. A pesar de su edad se le ve un hombre fuerte y robusto capaz de mantener el cementerio seguro. No te dice nada ni parece acercarse a ti cuando te ve llegar.
El orco impresionado no sabe que hacía en aquel lugar... desorientado intenta volver a algún lugar reconocible.
Pues tú dirás hacia donde vas. Sigues en la ciudad, así que puedes elegir el que quieras.
Vuelvo al templo de Kord
Una verja de hierro colado, con una parte superior adornada con un estilizado diseño de hojas, rodea una gran parte de la ciudad. En su interior, hileras de lápidas bordean sinuosos caminos y serpentean entre tres colinas bajas, en cuyas cimas se alzan sustuosas criptas de piedra. El cementerio de Tormentos Cristalinos está bien cuidado, pero sólo recibe visitas de vez en cuando (excepto en días de funerales). La mayoría de personas enterradas aquí pertenecen a la clase media; los ciudadanos de las clases más bajas no suelen poder permitirse entierros y pagan por la cremación de sus seres queridos, o dejan que los barrenderos se hagan cargo de ellos. Las sencillas cámaras de piedra pertenecen a las familias menores de Tormentos Cristalinos, mientras que las más importantes cuentan con criptas familiares en sus propias haciendas.
Un anciano patrulla y cuida el cementerio. En su cara y cuerpo tiene una inusual cantidad de vello. A pesar de su edad se le ve un hombre fuerte y robusto capaz de mantener el cementerio seguro. No te dice nada ni parece acercarse a ti cuando te ve llegar.
Paseo por su interior mirando las hileras de lápidas buscando alguna que todavía tenga el cemento fresco, me acerco a las cámaras y criptas buscando algún detalle o indicio del contratiempo que sufrio el dueño si él esta bien y la bestia desaparecida algo tiene que haber por aquí.
Preguntarle al anciano seria meterme en la boca del lobo y puede que encuentre algo por aquí mas interesante de lo que él me pueda decir.
No pareces encontrar nada sospechoso, ni ver nada tampoco.
Quizá con alguna tirada EN OCULTO, puedas averiguar algo. Pero el anciano del cementerio te está viendo. Te tiene vigilada.
Tirada oculta
Motivo: averiguar intenciones del guarda
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+4)=22
El guarda no pretende otra cosa más que vigilarte. Es lo único que hace, observarte para ver qué es lo que andas haciendo allí.
Tirada oculta
Motivo: avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 2(+6)=8
Sé que eres nueva en la web. Pero te recomendaría que echases un ojo a las normas de esta partida. Es una partida narrativa, y si tú no narras, ni tampoco me dices qué es lo que pretendes con tus tiradas, yo tampoco puedo darte más información.
Varios post más atrás te indico lo que ves.
Ahora ves llegar a otro hombre al lugar.
Una verja de hierro colado, con una parte superior adornada con un estilizado diseño de hojas, rodea una gran parte de la ciudad. En su interior, hileras de lápidas bordean sinuosos caminos y serpentean entre tres colinas bajas, en cuyas cimas se alzan sustuosas criptas de piedra. El cementerio de Tormentos Cristalinos está bien cuidado, pero sólo recibe visitas de vez en cuando (excepto en días de funerales). La mayoría de personas enterradas aquí pertenecen a la clase media; los ciudadanos de las clases más bajas no suelen poder permitirse entierros y pagan por la cremación de sus seres queridos, o dejan que los barrenderos se hagan cargo de ellos. Las sencillas cámaras de piedra pertenecen a las familias menores de Tormentos Cristalinos, mientras que las más importantes cuentan con criptas familiares en sus propias haciendas.
Un anciano patrulla y cuida el cementerio. En su cara y cuerpo tiene una inusual cantidad de vello. A pesar de su edad se le ve un hombre fuerte y robusto capaz de mantener el cementerio seguro. No te dice nada ni parece acercarse a ti cuando te ve llegar.
Señorr, ¿me puede contarr algo de un aparecido ayerr? Pregunta al cuidador del cementerio.
¿Hablas del orco que apareció aquí ayer? No puedo decirte mucho. Simplemente hubo un fogonazo de luz y apareció, me miró con muy poco interés y se marchó. Parecía como si hubiera usado un conjuro de teletransporte para venir a la ciudad. No sé, fue muy extraño, y nunca antes lo había visto. ¿Usted sabe algo de lo que sucedió?