Partida Rol por web

Antes de que te alejes de allí ves a una extraña criatura entrar por la puerta del cementerio. Una criatura muy extraña.

Raelia se quedó algo extrañada por aquel ser, y no tardó en sacar su arma y poner el enorme mandoble delante de ella.

¿Quien o que eres ser?

Habia aprendido hacia tiempo que defenderse era lo primero que debía hacer...luego ya habria tiempo de guardar el arma....o no.

Avanzaba con cuidado, evitando en la manera de lo posible los espacio abiertos y más aún aquellos que daban obsequiaban con una línea directa a las catedrales. Y ese exceso de cuidado me había llevado a una situación más que comprometida, pues ahí estaba aquella mujer amenazándome con una gigantesca espada capaz de aplastarme con el simple hecho de dejarla caer encima mía y dejándome únicamente una salida: escapar.

- responde cuando se te habla ser...¿Quien eres? ¿Que haces aqui?

Un odio desenfrenado poseía la paladina contra aquellas criaturas extrañas al ser humano. Ella incluso era diferente, pero las criaturas extrañas que no tenia informacion sobre ellas...le daban mala espina.

¿Pero cómo escapar de alguien más rápido en campo abierto? Porque afrontándolo, las lápidas y colinas debajan poco margen para la huida o el escondite. El final estaba claro desde el principio, por lo que terminé con la espalda contra una de las lápidas de piedra y agarrando mi guja para enfrentarme a aquella humana.

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Chillé intentando parecer amenazante, al menos todo lo amenazante que podría ser algo tan pequeño con un palo puntiagudo.

¡Por lo más sagrado! ¿Qué os pensáis que es esto, eh? Esta criatura es tan digna como cualquiera dijo amenazando a Raelia con un palo. Si has entrado aquí pagando las tasas de las murallas tienes tanto derecho como cualquiera a estar. ¿Lo has hecho? E instantes después repitió las mismas palabras en Infernal.

No me fiaba. Era obviamente una trampa para que me confiara y que pudieran apresarme para llevarme a alguna de las catedrales o de vuelta a los pies de Ustyhrin-ja, siendo ambos destinos igual de mortales,

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Vuelvo a chillar mientras permanezco en guardia. Que el otro supiera mi idioma no le premiaba con mi confianza, más bien al contrario.

Seguro que sirve a Ustyhrin-ja

Argumento mis ideas dejando de lado que era perfectamente lógico que hubiese aprendido el lenguaje por cualquier otra fuente.

Raelia los mira a ambos y guarda su espada.

- Perdonad..solo me sobresalte a su presencia

No era de pedir perdon pero tampoco queria problemas hasta que encontrara a quien andaba buscando en aquella ciudad. La criatura tenia derecho a estar alli ¿Que diablos era?

-Con vuestro permiso iré a la taberna mas cercana....

La educacion era algo que podía camuflar sus intenciones, por lo que solia utilizarla bastante a menudo.

Raelia abandonó el lugar.

¿De qué moneda hablas, criaturita?

- ¡No pienso decírtelo!

Vuelvo a chillar para acto seguido murmurar lleno de rencor y sin bajar la guardia.

- Seguro que eres su perro... si, claro como ella no puede venir tu me llevarás a ella, eso es... ¡dile que jamás me tendrá!

Terminó elevando el tono en extremo, claramente excitado por la rabia y el miedo, pero aún incapaz de moverme por no darle la espalda a ese hombre.

¿Pero de qué estás hablando? ¡No sé a que te refieres, no puedo ayudarte si no te explicas!

Amago un golpe con la guja para indicarle que se mantenga a raya y con un bufido empiezo a alejarme de él.

"Ayuda". Se creerá que soy idiota.

¡Lárgate de aquí! ¡No puedes amenazarme en mi propia casa! ¡Lárgate y déjanos en paz! ¡O haré que los muertos se alcen y acaben con tu vida!

No era necesario que me lo dijera para marcharme y de no quedarse ahí mirándome hubiera corrido lejos de aquí, así que opté por no dejar de vigilarlo hasta estar lo suficientemente alejado como para salir por piernas.

¡Me encontrará!¡Me encontrará!¡ME ENCONTRARÁ!

No puedo evitar pensar en otra cosa mientras corro entre las tumbas, deseando escapar cuanto antes de éste maldito lugar y localizar otro donde poder esconderme.

Estando ahí de pie la joven mira todo con detenimiento, luego trata de llamar la atención del guardia agitando un brazo y gritando - SEÑOR GUARDIA, SEÑOR GUARDIA!!- camina de un lado a otro de la reja de forma tranquila, no luce ansiosa.

A la joven le gustaría tomar un baño, pero quería venir aquí antes, después de buscar por aquí regresara al templo para tomar un baño comer y descansar.

Dime, ¿Puedo ayudarte en algo?

-Buen día señor- le dice la chica haciendo una reverencia -Mi nombre es Milkahá-

La mujer interroga a su extraño interlocutor de forma perspicaz sobre el rumor que refiere a los saqueos de tumbas, Milkahá trae su báculo en la mano pero no lo porta como arma sino que se ayuda de el para caminar, a la usanza de cualquier viajero.

- Buenos días, mi nombre es Noshi. Dígame.

-Señor Noshi, ¿a escuchado algún rumor sobre el saqueo de tumbas?, en los caminos se escuchan historias extrañas-
pregunta la chica y el viento esparce su aroma por el derredor, es un aroma a aceites aromáticos entre los que destaca el patchouli.