Partida Rol por web

Agakor se subió sobre unos barriles y asomó la cabeza por la venta,a mirando el interior, esperando a que nadie lo estuviera mirando, mientras esperaba a que se marcharan de la sala de los planos los carpinteros que estuvieran allí, o al menos observar si iban armados o lo habían visto.

Uno de ellos en seguida se percata de que estás allí. Y te miran con curiosidad aunque tampoco le dan más importancia. No van armados, al menos no con armas diferente a las hachas o instrumentos habituales en una gran carpintería como aquella. Desde luego que no era un buen lugar para atacar.

Se quedó mirando al hombre. Mierda. Pensó, al verse descubierto. Igualmente no le habían hecho el menor caso, y eso era por que no le consideraban una amenaza. Mejor así. Volvería más tarde, a la noche, para acabar su trabajo. Mientras seguiría buscando otro lugar más interesante o que pudiera considerar como un objetivo apetecible.

Se bajó del barril de un salto, y echó a caminar hacia otra ubicación cercana.

Esta gran estructura está construida de madera está construida de forma sólida y estética; cada trozo de madera parece haber sido colocado no sólo para cumplir una función estructural, sino también para realzar y mejorar la forma y aspecto de los adyacentes. Un letrero sobre la entrada muestra una sierra cruzada por un martillo.

Este edificio construido con tanto esmero es la sede del Gremio de Carpinteros. Erigida totalmente en madera, ningún clavo o presilla sujera esta estructura, aunque quizá sea el edificio más sólido de toda la villa. Contiene una gran sala de reuniones, almacenes de material y varios archivos de planos, técnicas de construcción, etc.

Al llegar al gremio de carpinteros, Heian golpea la puerta para ver si lo atienden.
- ¿Hay alguien aquí? Pregunta en voz alta.
El esperaba que le puedan dar información de la persona que anda buscando y a la vez un poco de trabajo para poder así solventar los gastos que se le produzcan en su estadía en la ciudad.

El gremio estaba repleto de carpinteros que ya estaban trabajando desde bien entrado el alba. Pero ninguno de ellos se percató de tu presencia. Si Heian quería preguntar algo, tendría que hacer las cuestiones necesarias.

Heian se acerca a uno de los carpinteros y tocandole el hombro para señalar su presencia le dice.
- Disculpe, ¿donde puedo encontrar a Klori? El sabía que estaba desaparecido, pero esta era una buena manera de empezar un conversación y así tratar de averiguar algo al respecto.

Pues lo lamento muchísimo. Dijo uno de ellos. Pero ya no trabaja aquí, desapareció poco después de ponerse a trabajar en El Lenguado Macerado. Lo siento.

Heian pone cara de sorprendido cuando le dice la situación actual de Klori.
- Disculpe mis modales. Mi nombre es Heian. ¿Como es el suyo?
Luego sigo con la charla.
- El era mi contacto para poder buscar trabajo en la ciudad. 
- ¿Y que lugar es El Lenguado Macerado? 
 

Aquel hombre le dio su nombre a Heian, sin que fuera relevante para la cuestión, aunque dudó unos momentos al decírselo. No entendía a qué venía tan repentino interés por él.

¿Su contacto? Dijo ligeramente enfadado. ¡Y también era nuestro compañero y amigo!

El Lenguado macerado es una de las tabernas que están junto al río. Concluyó tratando de zanjar aquella conversación.

Parece que el carpintero quería librarse rapidamente de la presencia de un compañero de oficio. La amabilidad por estos lados no era algo que sobresaliese.
- Muchas gracias por su tiempo. Le dice al carpintero.
Luego se marcha a recorrer la gran ciudad en busca de información.

Esta gran estructura está construida de madera está construida de forma sólida y estética; cada trozo de madera parece haber sido colocado no sólo para cumplir una función estructural, sino también para realzar y mejorar la forma y aspecto de los adyacentes. Un letrero sobre la entrada muestra una sierra cruzada por un martillo.

Este edificio construido con tanto esmero es la sede del Gremio de Carpinteros. Erigida totalmente en madera, ningún clavo o presilla sujera esta estructura, aunque quizá sea el edificio más sólido de toda la villa. Contiene una gran sala de reuniones, almacenes de material y varios archivos de planos, técnicas de construcción, etc.

El pequeño gnomo entro al edificio admirando su arquitectura y diseño, pues nunca había visto estructuras de madera que se mantuviesen en su lugar sin la ayuda de clavos u otro material.
Una vez adentro intentó llamar disculpe... decía una y otra vez mientras que los trabajadores pasaban a su lado sin ni siquiera mirarlo, hasta que por fin uno le respondió disculpe señor, me puede decir quien esta a cargo en este lugar. Necesito hablar con él.

Al oír que preguntaban por él, un viejo gnomo se giró y se dirigió hacia la entrada. Yo soy el mastre gremial, mi nombre es Jilar, ¿en qué puedo ayudarle?

Buenos días Sr. Jilar. empieza diciendo mi nombre es Dímbel y estoy aquí porque he escuchado el rumor de que se les perdió un compañero dice bajando la voz por las dudas y he venido aquí para ver si los puedo ayudar, claro esta, si quieren mi ayuda.

¡Oh! ¡Cielos! Pues sí, así es, muchísimas gracias. La verdad que entró a trabajar hace poco en el Lenguado Macerado, pero a los pocos días desapareció y no hemos sido capaces de averiguar nada sobre él, ni de su paradero, ni lo que le ha pasado... Dijo preocupado...

Esta gran estructura está construida de madera está construida de forma sólida y estética; cada trozo de madera parece haber sido colocado no sólo para cumplir una función estructural, sino también para realzar y mejorar la forma y aspecto de los adyacentes. Un letrero sobre la entrada muestra una sierra cruzada por un martillo.

Este edificio construido con tanto esmero es la sede del Gremio de Carpinteros. Erigida totalmente en madera, ningún clavo o presilla sujera esta estructura, aunque quizá sea el edificio más sólido de toda la villa. Contiene una gran sala de reuniones, almacenes de material y varios archivos de planos, técnicas de construcción, etc.

Observé con admiración el buen trabajo que habían hecho tiempo atrás con aquel edificio. Estaba claro que unas manos bien enseñadas se habían encargado de colocar cada madero en el lugar preciso para que toda la estructura formase un todo bien sólido. 

Me acerqué al primero que vi y le pregunté - hola. Mi nombre es Reknar y soy carpintero. Acabo de llegar a la ciudad y estoy buscando trabajo. ¿Con quién puedo hablar?

Buenos días, un viejo gnomo se giró y se dirigió hacia la entrada. Yo soy el mastre gremial, mi nombre es Jilar. Estoy muy agradecido en que esté interesado en trabajar para nosotros, pero ahora mismo no buscamos más carpinteros. Tenemos el cupo completo, lo lamento. Dijo negando con la cabeza.

Reknar asintió con cierta decepción a las palabras del gnomo. Siendo un recien llegado y casi sin monedas para poder mantenerse estaba claro que debía encontrar un trabajo cuanto antes.

- Gracias por su atención mastre Jilar. ¿Sabe usted donde podría conseguir algún trabajo como carpintero o bien, de algo relacionado con nuestras habilidades? - Volvió a preguntar con la mayor de las humildades posible. Aunque no era su estilo, Reknar estaba intentando dar algo de lástima a aquel gnomo.