Partida Rol por web

Por allí no aparecía nadie. Estábamos todos escondidos y tan solo se escuchaba el sonido de las ranas. De repente empezó a llover. Joder, ahora nos vamos a calar hasta los huesos. - La sola idea de esperar bajo la lluvia me fastidiaba sobremanera - Estoy seguro de que he escuchado pasos acercándose hacia aquí.

Estaba claro que sabían que estábamos ahí, estaban esperando a que diéranos el primerpaso en falso para pillarnos por sorpresa, fueran quienes fueran, la intensa espera indicaba que era, casi con total seguridad, un ataque.
Un movimiento en falso podrís ser fatal y estaba claro que no se sentían con total confianza como para entrar a la carga. Lo mejor era esperar, esperar y forzar el error enemigo.

Sanya no se rendia. A fin de cuentas, ella podia ver en la oscuridad. Asi que insistio e insistio, haciendo gala de una de las virtudes de los de su raza, la cabezoneria. 

Justo cuando iba a abandonar, le parecio ver algo.

- Sanya, vamos a empujar, no hay nadie.- dice echando un último vistazo y negando con la cabeza. 

Al ver que nadie se acercaba, bueno ver es un decir, pues en la oscuridad de la noche sin una buena luz que ilumine no podía ver demasiado, espero alguna señal de mis compañeros para aproximarme y así continuar con nuestra investigación.

¡Buf! ¿Cuánto tendríamos que esperar?

Me pregunté cansada de permanecer a la espera y bajo la lluvia, mientras que lo único que tenía claro era no había aparecido nadie a pesar de la advertencia, por lo que quizás debería hacer caso a mis instintos e ir a ayudar, así al menos así no les perdería de vista.

Aún así, les concedí unos pocos segundos más antes de salir en su dirección ante la petición del gnomo. Éso era algo en lo que podía ayudar.

- ¿Necesitáis ayuda?

Les pregunto preparada para empujar lo que fuera que tendrían intención.

Allí no aparecía nadie y ya empezaba a desesperarme. La lluvia me estaba calando hasta los huesos. Me acerco donde están el gnomo y la enana. Parece que están intentando empujar algo pesado. - Me sumo a la aportación de Riku. Si necesitáis músculo, puedo prestaros mi ayuda también.

- Si, a ver chicos, veis la estatua de la rana? Hay que moverla siguiendo el surco que hay en el suelo, acercaos y podréis verlo aquí- dice señalando el surco en el suelo.- He intentado moverla y nada, y no encuentro ningún mecanismo. A ver si podéis moverla vosotros.- dice volviendo a buscar en la estatua por si se le había pasado algo.

Tras unos momebtos de tensión parece que era una falsa alarma, me relajo al ver que todos nos ponenos en camino, otra vez, a ver si en estos momebtos tenemos más suerte encontrando la entrada. Termino por acercarme al resto del grupo que parece rodear una estatua. El gbomo señala un surco que parece empezar en la propia estatua, según él ténemos que moverla para así encontrar la entrada.
-Dejadme comprobar la estarua y los alrededores. Cuando alguien se toma la molestia de construir estos mecanismos no los deja desprotegidos. Buscaré trampas. No pequemos de confianza.
Me agacho, primero cerca de la estatua, y comienzo a buscar mecanismos de accionamiento de trampas. Luego extebderé la búsqueda por los alrededores.

Viendo que todos se acercan al lugar decido salir de donde me oculto y acercarme también. Cuando veo a Irathor empujar la estatua le doy una mano así lo hacemos mas rápido.
Que estamos buscando aquí? Esta es la entrada? susurro a mis compañeros.

Irathor, cuando sepas si es seguro mover la estatua, empezamos a moverla - voy calentando mis brazos, preparándome para hacer fuerza y empujar con todas mis fuerzas cuando sea el momento.

Finalmente y entre todos lograron empujar la estatua por el carril que Tinkle había señalado. La estatua escondía un túnel subterráneo que daba a algún lugar secreto bajo la ciudad de Tormentos Cristalinos. Los aventureros caminan cientos de metros a través de una serie de túneles estrechos de tristes ladrillos grises. De pronto los pies empiezan a estar empapados pues el corredor tiene agua sucia, estancada y llena de desperdicios. Después de recorrer unos cientos de pies más y seguir las indicaciones que Bruno les había dado, llegan a un corredor lateral que se abre en el lado derecho y asciende alejándose del canal principal. 

Justo en ese preciso momento, tienen la sensación de que el aire cambia por completo, siendo ahora mucho más denso y cálido. Ahora los muros son totalmente diferentes, ya no eran de ladrillo y piedra sino de una especie de argamasa de cálido tacto.

Sanya avanzaba junto al gnomo en vanguardia, sirviendose de su vision en la oscuridad y atenta a cualquier indicio de trampa. La enana se dio cuenta enseguida del cambio en las paredes y se detuvo un momento para sacar el escudo y embrazarlo, asi como para echar mano de su hacha.

-A partir de aqui, en silencio. A algunos no os conozco aun en combate pero propongo el siguiente orden: Winterworth y yo delante, despues Duncan e Irathor y, cerrando, los mas moviles, Heian y Riku. Que os parece?

Iba avanzando por el túnel a tientas. Resultaba reconfortante descubrir que las indicaciones de Bruno no eran erróneas. 

De repente Sanya se paró y nos dio un aviso de ir con cuidado. También dio una sugerencia sobre cómo realizar la marcha a partir de ahora. Me parece bien. Yo tampoco conozco vuestras capacidades - comenté - lo mío es el combate cuerpo a cuerpo aunque también soy diestro con el arco, además soy capaz de moverme con cierta rapidez. Podré alcanzar rápidamente tanto a los que esteis en primera línea como a los que se queden en la retaguardia.

- Bien! Lo hemos conseguido.- dijo sonriendo a todos y entrando tras Sanya, empezaron a seguir los pasillos de ladrillos, hasta que llegaron a la zona donde había agua.

- Estaremos cerca de los muelles. No no Sanya, soy un pésimo combatiente, creo que debería ir Duncan delante y yo detrás. Si alguno quiere una luz, puedo encender una sin necesidad de antorcha. Ya se que ahora prima el sigilo, pero creo que la única que ve con claridad eres tú, y los demás señores si hay que luchar no creo que lo quieran hacer a ciegas.

Asiento con la xabeza a medida que avanzo a la disposición ofrecida por la enana, aunque no puedo evitar sonreír al escuchar al gnomo, lo rápido que evita los enfrentamientos directos en los combates. Debe ser algún tipo de mago. Miro a los dos de atrás, al ver al arqueto en último lugar le cedo mi puesto.
-Heian, toma mi puesto, eres arquero, cuantos menos compañeros delante del objetivo tengas, mucho mejor para todos. Además, a mi me gusta ofrecer ayudas en combate a los que me acompañan. Necesito una posición de ventaja para buscar las espaldas de los que nos enfrenten.
No me opongo a que haga luz, me es indiferente si encienden una antorcha o la crea mágicamente el enano, el sigilo se va a ver comorometido en cualquier caso, pero es necesario. No vamos a andar a ciegas a estas alturas.
-Hagáis la luz de donde la hagáis aproximaros a la pared, es posible que haya alguna indicación para aquellos que las usan frecuentemente que nos pueda ayudar.