Partida Rol por web

Antes de que la rana monstruosa pudiera actuar, Akatosh conjuró un proyectil mágico sobre la criatura que aunque el daño fue bastante mínimo, al menos logró provocarle una pequeña herida en su escamosa y azulada piel. Inmediatamente después, Lomenar usó el poder de la naturaleza que le rodeaba para enmarañar los pies de la criatura, al menos logró que dejara de saltar, lo que dejó de provocar los terribles temblores que estaban sucediendo. Después, Lico se abalanzó sobre ella pero no logró hacerle ni un solo rasguño. 

Duncan, pendiente de lo que semejante criatura pudiera hacerle, prefirió cubrirse la cabeza y prepararse para cualquier ataque que pudiera hacerle a él. 

Y entonces la bestia miró con sus profundos ojos negros al ser de piel azul que había junto al grupo. Apenas había hecho nada desde que vio aparecer a la bestia y entonces, sacó su lengua y le enrolló con ella para darle un fuerte mordisco y después escupirlo. Argot había caído al suelo gravemente herido, con heridas profundas en su abdomen, aún respiraba, pero el bocado podría haber sido mortal.

Sorprendido de que la criatura atacase a su compañero y después lo escupiese como si nada grito BLUE!!!! MALDITA CRIATURA, VAS A MORIR!!! acto seguido, volvió a levantar el brazo para dejarlo perpendicular al suelo, volviendose su palma de un color azul para luego transformarse en un pequeño proyectil de ese color que surca el cielo para impactar en la bestia y causar el mayor daño que este podía hacer. Rápido, acabemos con esa cosa...

Finalmente Sanya logró escapar del agujero dejando atrás a todos sus compañeros que probablemente habrían perecido en el intento. Había hecho todo lo que estaba en su mano, pero no iba a arriesgar también su vida por la de los demás.

La sorpresa fue mayor cuando encontró un monstruo azulado, parecido a una rana azul y a un numero grupo de individuos enfrentándose a él. Sin duda, aquel ser era el causante de todo el mal que había provocado allá abajo, y también allá arriba, gran parte de los árboles del parque habían sido arrancados.

HABLA DE UNA BUENA VEZ! QUIEN O QUE ERES? QUE HACES AQUÍ? El ogro-sapo ignoró al clerigo por completo, en su lugar su respuesta fue lanzar su lengua contra el mediano del que muchos decían que era un problema, se vio como con gran velocidad fue llevado hasta la boca de la terrible criatura y luego lanzado al suelo, con graves heridas. 

Eres un... el clerigo contuvo decir alguna otra cosa y solo pensaba en la forma de llegar hasta Argot para socorrerlo, había que evitar que nuevamente lo atacara de esa manera, si lo hacía una vez mas le causaría la muerte, de seguro. POR QUE NO INTENTAS LO MISMO CONMIGO, MALDITA SABANDIJA. NO ERES MAS QUE UN COBARDE!! Le espeta mientras zarandea su brazos a modo de provocación, VEN POR MI, SI TE ATREVES. el clerigo esperaba que lo que sea que estuviera preparando Lictea, funcionara, mientras no podía él no podía hacer otra cosa que distraerlo. 

Zarus observó como ese monstruo casi acaba con Argot de un solo bocado, era realmente terrible, había que acabar con esa bestia. 

Aprovechandose de encontrar un buen escondite y un lugar desde donde mantenerse cubierto gracias a los arboles, Zarus lanzó su flecha y volvió a esconderse, esperaba que el ataque diera en algún punto vital de la criatura, para así acabar rápidamente con ella.

- ¡Pescadilla!- A Lictea le salió del alma. Ver a aquel mediano azul ser mordisqueado y escupido era impresionante. No es que lo sintiera por el ladronzuelo metomentodo pero al menos su rostro de pescado ele era familiar en la extraña ciudad.

- Grrr. Quédate ahí, Lico.- Lictea se acuclilló en el fangoso suelo y comenzó a murmurar palabras ininteligibles para los profanos. De pronto, elevó la cabeza al cielo y aulló  cual lobo.- Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu, auuuuuuuuuuuuuu.- Lico imitaba a su hermana humana haciendo lo mismo. Era una llamada, una llamada a sus hermanos. Por algo Lictea formaba parte de los Pastores de Lobos. De detrás del humanoide anfibio apareció de la nada un lobo dispuesto a plantarle cara en nombre de la Madre.

Arvak intentaba morder a la rana gigante que seguía enmarañada gracias al conjuro de Lomenar, pero su piel era resbaladiza y el lobo no conseguía hacer mella.

La druida por su parte se concentró para invocar unas llamas esperando causar algún daño a la bestia o al menos asustarla, pero la humedad del ambiente hizo que sus llamas se extiguieran casi en el acto.

Preparó su honda para continuar la lucha.

Aprovechando que varios animales rodeaban a la criatura, yo también avanzo hasta ella y le lanzo un fuerte puñetazo con la intención de dejarla desorientada.

Sanya salió por fin al exterior pero su mente daba vueltas como resultado de la última roca que le había caido en la cabeza. Vió a Riku y a Duncan y sintió que el peligro venía de aquella extraña criatura a la que todos atacaban, así que sacó el arco y cargó una flecha en él, a continuación apuntó al extraño batracio desde lejos y disparó.

-¿Que coño es eso?

Manteniendo la distancia con la criatura, desenfundo mi arco y disparo una flecha a la rana gigante. El cansancio acumulado podía conmigo y me estaba costando fijar mi puntería en esa cosa, a pesar de lo grande que era.

-Sanya! - de repente la enana apareció - Eso es lo que ha estado provocando los temblores. Será mejor que acabemos con esa criatura cuanto antes.

Lo que más parecía resultar efecto era la magia del joven Akatosh, quien con su tercer proyectil lograba encajar otra herida en aquella aberración. A pesar de los gritos del clérigo, la criatura no tenía intención de hacerle presa a él, pues parecía mucho más apetitoso el aventurero con el que compartía color de piel. 

Mientras tanto Zarus buscaba un lugar desde donde esconderse para atacar de forma furtiva. El primer impacto con su arco de nada sirvió, pues su piel parecía demasiado recia como para que fuera atravesada por sus flechas. Lictea empezó a realizar algún tipo de conjuro, mientras que su hermano Lico intentaba golpear a la rana con las misma suerte que el resto de sus compañeros. 

A continuación, Lomenar y su compañero Arvak usaron magia y dientes para herirle, el fuego no llegó a quemar ni tan si quiera ligeramente la piel del monstruo, y el lobo apenas pudo hacerle ni un pequeño arañazo. ¡Estaba siendo una criatura muy difícil de golpear, a pesar de que se encontrase enredada con la maleza del parque!

Riku consiguió golpear a la rana, afortunadamente no consiguió esquivarla pero su puñetazo tampoco fue capaz de traspasar su dura, escamosa y resbaladiza piel. Ni la enana que atacaba a distancia, ni su compañero que andaba bajo tierra como ella, lograron conseguir absolutamente nada.

Y después de la mayoría de intentos fallidos de los habitantes de Tormentos Cristalinos, la rana volvió a sacar su lengua para comerse a Argot Leular y tras masticarlo varias veces, esta vez, no le escupió.

Sanya contempló como el batracio se tragaba  a alguien y lo devoraba y no pudo evitar estremecerse. Aún así, reunió coraje y lanzó una nueva flecha hacia el monstruo pero ésta se perdió alta, entre los tejados de la ciudad. Realmente, el agotamiento estaba haciendo mella en la valiente enana.

Zarus siguió tratando de sacarle ventaja a la maleza y a los arboles, el estar "cubierto" ante cualquier posible ataque de la lengua de aquella monstruosa rana, era muy importante, no quería terminar como Argot y había que hacer algo antes que fuera digerido, el mediano-pez tenía información muy valiosa.

Buscando un punto ciego, para tomarlo por sorpresa, tomó su arco y disparó hacia el cuello de la criatura.

El clérigo miró como infame mente aquel monstruo se llevaba nuevamente a Argot a la boca, Kranjstar sintió una frustración nunca antes experimentada, él estaba acostumbrado mas al diálogo que a la batalla y su magia estaba orientada a proteger, pero ni eso estaba haciendo.

El clérigo, uso su magia para convocar una nube oscura que le envolvía y con ella, esperaba proteger a la chica que se acercó a golpear con sus manos a aquella bestia.

La piel de la criatura era dura, por lo que mi única opción era encadenar el máximo número de golpes posibles con la esperanza de que alguno de ellos diera en algún lugar menos protegido.

Akatosh observa como la rana vuelve a tomar el cuerpo de su compañero y esta vez no lo escupe tragandoselo por completo como si fuese una serpiente BLUE! grita con desesperación ante tal escena. Maldita, vas a morir! por lo que nuevamente desde su mano sale un proyectil que era lo que mas resultado le vino dando hasta el momento que impacta sobre el batracio produciendo una nueva herida.

Arvak no conseguía hacer mella en la dura piel del extraño ser, pero continuaba su ataque intentando hacer presa. Lomenar contempló horrorizada como el monstruo engullía a uno de los seres allí presentes como si nada.

Tomando su honda descargó un disparo hacia la bestia mientras mantenía la distancia. De momento el ser continuaba enmarañado en la vegetación, pero Lomenar no confíaba que eso fuera a durar mucho.

De la nada, tan sólo salido de un resplandor de luz plateada, apareció un lobo junto al monstruo. Sin esperar un segundo, pues ya sabía por qué una de las pastoras de lobos le había convocado allí, atacó a la bestia. Sin embargo sus fauces no lograron penetrar en la carne de su adversario. Por su parte, Lictea, con Lic a su lado enseñando los dientes, sacó la honda y lanzó una piedra con gran torpeza.

- Grrrrrrr.