Partida Rol por web

Este edificio de nueva contrucción se las arregla para tener una apariencia destartalada y decrépita. Un cartel que cuelga sobre su entrada muestra un burdo sátiro, con una de las pezuñas de sus pies introducida en su boca y una expresión de sorpresa y preocupación en su rostro.

Se trata de la taberna más reciente de Tormentos Cristalinos y en apenas cinco meses se ha convertido en un lugar popular entre los marineros y pescaderos locales.

Un excéntrico enano llamado Blahg dirige la taberna.

Cuando llegáis os encontráis de nuevo, por lo menos ya se os ha pasado parte del mareo del barco...

Camino firme directo a la taberna. El aspecto no era el mejor y aunque no estaba acostumbrada a sitios parecidos a este no iba a dejar atras la oportunidad de conseguir algo de dinero y de información. Para mi sorpresa el hombre que venía en el barco también se dirigía a la taberna. Si tenía alguna mala intención lo mejor era entrar en la taberna, no quería pasar por problemas tan pronto en mi viaje.

Entré, con la capucha de la larga capa puesta. Me acerque directamente a la barra y de reojo espere a que el hombre entrará.

¿que es lo que planea?. espere a que alguien en la barra me atendiera.

Un enano llamado Blagh se dirige hacia un tanto malhumorado pero lleva una sonrisa en la boca. El enano lleva un pequeño taburete en la mano que cuando llega ante ti lo deja en el suelo y se sube en él.

Dime... dice tratando de buscar tu cara bajo la capa, como tratando de ver el rostro que tratas de ocultar y te dice, dime, en que puedo ayudarte, jovencita?

Miro a el enano sutilmente, aun escondida por la capucha. le dedico una sonrisa y mis labios escarlatas fue lo único que pudo divisar completamente de mi rostro. Me acerco un poco a el. Mire señor. Esta parece ser la taberna mas popular de la ciudad, lo que me dice que también es popular en empleos o misiones. Me quito la capota y dejo al descubierto la hermosura de mi rostro, cada una de mis comisuras era delicada y bien detallada, digana representante de los elfos. Por eso necesito un empleo, ¿hay algo en este momento?.

Miro a el enano. Lo que menos quería era un no y estaba casi segura de que no pasaría. En eso volví mi mirada a la puerta la cual no se volvio a abrir mientras me sentaba. ¿donde estas grandulón?

- Mire señorita, ves que sus ojos se sorprenden al ver tu rostro, aquí no buscamos aventureros ni desempleados, solo queremos gente que pueda gastar su dinero en algo de provecho para mi local. No necesito gente que venga pidiendo sino gente que lo que quiera es gastar. Además, dudo que nadie quiera contratar a una elfa debilucha como tú. Esta no es taberna para ti, a no ser que quieras arder con mis brebajes. Si buscas trabajo, vete a algún gremio para señoritas, allí quizá te dejen barrer o fregar alguna casa, claro, suponiendo que el señor acepte a gente de tu calaña.

Frunzo el ceño mientras el enano me hablaba, había colmado la poca paciencia que me quedaba. Mire pedazo de cosa diminuta, si no hay un empleo no me importa pero no dudes de mis habilidades sin haberme antes probado. Golpeo el borde de la barra con fuerza y vuelvo a colocarme la capota.

Parece que este no fue el lugar.

respiro un momento y vuelvo a mirar al enano. Si no le importa, traiga algo de tomar. Algo sutil, no quiero intoxicarme con uno de sus brebajes. lo dije en tono jocoso.

Miro por el hombro a los presentes en la taberna, detallando a cada uno de los hombres. Bueno, no tengo dinero y si no encuentro algo rápido creo que tendré que encontrar a alguien que me costee las cosas. ¿quien será el afortunado?. Por cierto, parece que el grandulón no venía para acá.

- Yo no soy cosa diminuta, elfa bastarda, seguramente peso más que usted que tendrá los huesos huecos y frágiles, además no dudo de tus habilidades, solo dudo de tu descendencia.

- Pues por ser tú, puedo ofrecerte mi mejor brebaje por tan solo una pieza de cobre. Tengo una cerveza negra y densa que sabe a tierra. Desde luego que te sabrá mucho mejor que chupar el propio suelo. Dudo que te envenenes porque aquí lo toman todos. Pero quizá tus suaves paladares de elfa no te dejen apreciar el gusto de mi increíble bebida. O si lo prefieres puedo traerte Grog. Tú verás.

- Querrás algo para llenar ese estómago o tan solo querrás alguna bebida. Tengo un pescado frito recién traido de los astilleros buenísimo.

-¿Bastarda?

Bueno, esas palabras me recordaron quien era. Volver a pensar en la realeza y en los lujos me causo un poco de mareo, el cual se acumulo con el que ya traía por el viaje en el barco.

-Bueno, prefiero que me llame así. No quiero que se sepa nada más de mí, eso podría ser contra producente.
Calle y solo pude sonreír pícaramente ante las palabras del enano, ladee mi cabeza un poco para no reírme en su cara o bueno, a algunos metros de ella.
 

Creo que no entendiste bien pequeño, te pedí algo suave y se que todo eso no lo es. Además a una dama no se le ofrece Grog, eso solo lo toman los salvajes. Lo mire desafiante, pero la situación se estaba poniendo mas amena de lo que pensaba, era como si no entendiéramos. En parte me caía bien el enano, con sus comentarios pesados y todo. No lo encontraba tan borde como en realidad era. Dame algo suave. Punto. No comida no nada, ando llena.
 

No era buena mintiendo y mi estomago me decía que debía encontrar algo para comer.
 

Espere a que el enano me trajera mi bebida, la tome. Me llamo Issa. Y doy un primer sorbo a la bebida que el enano trajo.

El hombre lo único que te trae es una cerveza negra que cuando la pruebas sabe a tierra. Y te dice: Esto es lo más suave que tengo, princesa. Dame la pieza de cobre y disfruta de tu bebida. Cuando la acabes no olvides dónde está la puerta. Las criaturas de tu raza no son muy allegadas entre mis parroquianos.

esta me la pagas enano.

Miro a el enano con desprecio para terminar haciendo una mueca ante sus palabras. Tomo la cerveza rápidamente y me giro para dirigirme a donde el presente mas bello ante mis ojos.

Mira. le dejo la cerveza en la mesa y le toco el hombro. El tendero te da una cerveza de cortesía. Mis labios rojos seducían con cada palabra dicha y por decir, casi que era un deleite escucharlos, pero ninguna palabra venía con dulzura como era de esperarse. Era una mujer de carácter. 

Le toco el hombro con firmeza, dándole un pequeño golpe. Hablamos luego guapo. Y me retiro colocándome de nuevo la capota y saliendo rápidamente del establecimiento, sabía que esto podía traer problemas.

Todo había sido muy repentino, tal vez el hombre no tuvo ni siquiera momento para poder decir algo; fue solo cuestión de segundos.

Tengo que irme de aquí. ¿donde quedaba la otra taberna?. Pensé y recordé su ubicación. Me dirigí muy rápidamente camuflandome por la multitud.

la noche era fria , tanto que helaba hasta el tuetano, buscando un cobijo el caballero se arropaba con su raida tunica de la orden, cuando escucho un ruido alegre. Ese ruido le era familiar, presto mas atencion y se dirigio por las callejuelas en busca de ese sonido como el canto de una sirena para los marinos. El ruido de las carcajadas y el chocar de las jarras daban paso a el cantar de un bardo que amenizaba la escena. atisbo por fin una luz calida, era la de la taberna de la pezuña en la boca y se dirigio a la entrada, Tropezo con un borracho que caminaba por la calle en zig-zag al tiempo que decia "No volvere a tomar tanto grog en mi vida"

La ultima vez que estuvo en una taberna asi, se enamoro de la joven tabernera que atendia el lugar blandiendo siempre una jar5ra de vino en la mano, sin duda el descanso del guerrero era dejar de oir tambores de guerra de los orcos para oirlos de las eternas curvas de una buena moza.

Asi que se acerco a la barra y espero que sucedia

-"Vaya, no me habia dado cuenta que era tan tarde" -piensa el caballero

-"Sera mejor que pregunte al tabernero si en esta taberna hay habitaciones, pero parece una persona muy ocupada sera mejor que saque una moneda y la mantenga a la vista de el en mi mano para que me preste mas atencion" 

- Pues sí, señor. Parece que ya empieza a caer la noche, aunque todavía es pronto. La habitación cuesta 5 piezas de plata. Así que entrégame las monedas y le acompañaré a la habitación.

-Gracias, agradable tabernero

dijo al tiempo que sacaba de su bolsa las monedas, este parece un agradable lugar para estar.

Luego volvere haber si hay algo de compañia.

Penso segun hechaba una mirada al local en busca de algun aldeano al que sacar informacion 

-Porcierto dijo al tiempo que hacia girar una moneda de oro en el aire
-Me quiero deshacer de esta moneda y saber si corre algun rumor sobre algo que un caballero como yo pueda hacer o si alguien pueda necesitar de mis servicios guiñandole un ojo

- Mire señor, aquí no buscamos aventureros ni desempleados, solo queremos gente que pueda gastar su dinero en algo de provecho para mi local. No necesito gente que venga pidiendo sino gente que lo que quiera es gastar. Así que si lo que quieres es buscar trabajo este es un lugar equivocado. Dudo que un hombre de su categoría pueda ayudarme en algo.

-Me parece correcto señor , pero digame : si este no es el lugar para buscar aventuras ¿cual seria?

-Le pagare otro vaso de vino si me lo dice

- Creo que aquí no es cuestión de buscar aventuras, que clase de aventureros crees que eres si haces por buscarlas. En mi época las aventuras le buscaban a uno mismo, no era yo el que andaba detrás de ellas.

Ays, que tiempos corren ahora... qué lástima. En fin, márchate o toma otra copa de vino, pero no me hagas perder más el tiempo!

el caballero tuerce la boca contrariado ante la falta de exito asi que saca el mapa y le pregunta

-digame entonces a que se dedican los siguientes establecimientos: El Cuervo de plata, La Cabra de Mimbre, El Erizo Borracho, y El Lenguado macerado

- Todos esos lugares son sitios en los que un noble caballero como usted no debería visitar. Especialmente el Erizo Borracho. Los últimos clientes que pasaron por allí acabaron tan mal que nunca decidieron volver, creo que les habían envenenado o alguna extraña cosa les echaron en la bebida. 

- El Cuervo de Plata es un lugar para las altas esferas de esta sociedad, no creo que seas bien recibido allí, y La Cabra de Mimbre y el Lenguado Macerado son lugares donde estafan a los usuarios. Ya sea la Cabra, cuyos precios son elevados y se aprovechan de los recién llegados a la ciudad o bien el Lenguado Macerado cuyos productos dejan mucho que desear. En definitiva, el mejor sitio a dónde puede ir a descansar o a tomar una cerveza es aquí, a "La Pezuña en la Boca".