Partida Rol por web

Entro en la taberna agotada, estoy maltrecha de tanto caminar por la ciudad y apenas me fijo en nada, simplemente me dejo caer en una silla y me quito una bota.

-Uuuuffff- Gimo de placer masajeándome el pie desnudo.

Disculpe. Dice un mediano acercándose hasta ti. Tenemos personas que pueden encargarse de hacerle eso a usted. Pero haga el favor de hacerlo aquí delante de todo el mundo. No queda muy decoroso por su parte, mi señora.
 

-Vaaale - Estoy cansada y de mal humor tras el asunto con la mediana testaruda del foro que no me ha dejado hacer nada, así que no tengo ganas de perder el tiempo en coversaciones estériles.

-Me han dicho que en esta taberna ha habido un asesinato- Le digo sin rodeos -¿eso sí es decoroso?

Hoskin se queda boquiabierto y muy sorprendido ante semejante acusación. De pronto tiende una mano a la semiorca y se la lleva a un rincón más apartado donde nadie pueda oírles. ¡Mierda! ¡Cómo te has enterado! Dice dando un grito ahogado por su mano. ¿Cómo lo sabes?

La primera sorprendida soy yo, había escuchado a dos tipos hablando y haciendo conjeturas sobre un asesinato en una posada…  cuando se acercó el mediano regañándome le respondí enfadada la primera tontería que se me ocurrió pero jamás pensé dar en el clavo.  

Balbuceo un poco sin saber que responder.

-Eeem... yo… esto...pues supongo que tú- Acabo diciendo señalando al propio mediano - Acabas de reconocer que es verdad.- Le digo con una sonrisa, muy satisfecha de mí misma.

El mediano se pone muy nervioso y su cara se pone colorada al reconocer que ciertamente había metido la pata. Había tratado de guardar el secreto y ahora mismo lo había revelado. Ouch. Dijo llevándose una mano a la frente. Y entonces con cierta lentitud se la retiró y se quedó mirando a la semiorca. Un momento... dijo tratando de procesar todo lo que se había dicho. ¡Sí, yo lo he reconocido! Pero tú lo sabías... ¡Cómo lo has averiguado! ¡Habla! ¿No tendrás tú nada que ver en todo esto, verdad?

-Puedes estar tranquilo- Le digo divertida ante el apuro que está pasado el mediano- No tengo nada que ver.

Decido contarle la verdad.

-Solo había oido el rumor, me he tirado un farol para ver si colaba y tú has picado, jijijijiji.

Hoskin comenzó a mirar por todas partes. Como si alguien los pudiera estar escuchando. Y entonces miró directamente a la mujer que tenía frente a él. ¡Joder! ¿Y dónde has oído eso? ¡Si apenas hace unas horas que lo he descubierto! ¿Y qué fue exactamente lo que escuchaste?

Me encojo de hombros. 

-He andado mucho y he escuchado muchas conversaciones.

Pero parece que al mediano le interesan los detalles así que trato de recordar.

-Esque nuna antes había estado en esta ciudad. Bueno ni en esta ni en ninguna, pero... -Digo pensativa con un dedo bajo la barbilla - ...creo que fué cerca del gremio de joyeros. Dos hombres cuchicheaban entre ellos y no pude evitar pegar la oreja.

-Decían que un terrible asesinato había ocurrido en una de las tabernas más prestigiosas de la ciudad y que si alguien llegabe a saberlo, el dueño podría perderlo todo.

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de cuervo, y una exquisita estatua de plata de un cuervo se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Cuervo de plata, la taberna y posada más prestigiosa de Tormentos Cristalinos.

Un agradable mediano parece ser el encargado del local, lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y se muestra muy sonriente ante su público.

Hoskin parece estar ocupado charlando con una semiorca.

Hoskin abrió los ojos de par en par. Justo en ese momento entraban Markas y Tobías por la puerta. El mediano se quedó ojiplático ante la presencia de aquel que parecía que le quería ayudar, pero que rápidamente se había ido de la lengua.

¡Tú! Gritó a Markas en cuanto entró por la puerta. ¡Esta mujer me ha contado lo que has hecho, lo que has ido dicienco por ahí durante este rato! ¿A qué viene predicar lo que ha sucedido aquí? ¡Sólo conseguirás que me vayan mal las cosas! ¿Es eso lo que pretendes? ¡Qué quieres sacar a cambio!

Tobías se quedó tan ojiplático como lo estaba el mediano. No comprendía nada y le costaba entender lo que sucedía. Miró a Hoskin, luego a Markas y después a la mujer que había junto a él. Estaba claro que algo había sucedido, aunque no comprendía exactamente el qué.

Miró a Markas esperando que le diera una respuesta. Seguramente todo tuviera una explicación.

¿Pero que diablos pasa aquí?, contesto Markas mientras observaba directamente hacia aquella mujer que lo acusaba y prosiguió diciendo, no conozco a esta mujer, nunca la he visto, recuerde que soy nuevo en la ciudad, no conozco a nadie ni siquiera conozco bien la ciudad, yo según sus instrucciones marche directamente a casa del señor Licorambarino al salir de aquí, y aquí estoy lo he traído tal cual usted lo solicito, ¿porque habría cumplido vuestras ordenes de traerlo y volver a la posada, si lo estuviera traicionando?.

Inclusive puede preguntar al señor Licorambarino que aun en su casa tome las precauciones de que nos retiráramos a un lugar seguro donde nadie nos escuchara para contarle lo sucedido, si fuera un lengua larga chismoso y demás epítetos calificativos, hubiera contado todo a gritos en la propia puerta de la mansión Licorambarino, delante inclusive de los sirvientes de la casa, cosa que mas bien evite.

Si esta mujer sabe algo entonces ella es participe de lo que sucedió o esta encubriendo a alguien que lo quiere arruinar a usted, quizás alguien que saldría beneficiado con su desgracia, piense bien al respecto, ella es la que debe dar explicaciones, ya que nadie mas fuera de nosotros sabe nada y mucho menos por mi lengua.

Yo a cambio no ganaría nada habiendo hecho eso que ella dice en contra de usted, es mas yo he cumplido todas las ordenes que me ha encomendado y aun no recibo mi paga, no soy persona de chismes, ni de alborotos, yo soy persona seria y de negocios, sera mejor que me pague mis servicios y me marchare de aquí inmediatamente, eso es lo que pasa por querer ayudar en problemas que no son míos.

Replico Markas visiblemente molesto por aquellas acusaciones, había perdido tomo el animo de ayudar al señor Hoskin Lashti, ya que había probado en el cumplimiento de lo acordado que en sus acciones que era integro y de palabra, sin embargo aquel se había dejado embaucar y había caído en la trampa de aquella mujer, seguramente algo grande se estaba tejiendo en contra del cuervo de plata y querían involucrarlo los muy cobardes.

Entran dos humanos por la puerta, el mediano les dice algo y uno de ellos se pone a discutir bastante alterado.

Me rasco la cabeza confusa, en una de mis aventuras vi unos pajarracos que no dejaban de parlotear. Aquel humano se parece a uno de esos pajarracos.

Sigo masajeándome el pie desnudo, escuchando la perorata del humano como si de música de fondo se tratara, sin darme por aludida, aún cuando varias veces el hombrecillo encapuchado me menciona y me acusa. 

- … bla bla bla, bla bla bla, bla bla bla, bla bla bla, bla bla bla … -

¿Si lo parto en dos pedazos con el mandoble dejará de hablar?- Me pregunto dudando de que el humano callara ni una vez muerto.

-Menos mal que no le van los chismes – Pienso sacando algo de roña de entre los dedos de los pies y haciendo una bolita con ella y examinandola con curiosidad. -Acaba de decirme a mí y a toda la parroquia a donde va, de donde viene y lo que acaba de hacer con todo lujo de detalles y aún se las da de discreto.

-… bla bla bla, nadie sabe nada y menos por mi lengua-

-Ji ji ji, ¿por su lengua? nooooooo, que va. Ji ji ji ji ji.

…bla bla bla, soy una persona seria…

-Vaya un humano gracioso- En este punto ya no puedo aguantarme la risa y tengo que taparme la boca con una mano para tratar de contener la risa -Jijijijijiji.

El pequeño señor Hoskin mira alterado a Markas y asiente ante sus palabras. Estaba claro que lo que decía debía ser cierto, pues no le servía de nada ponerse a contarlo a la gente, a no ser que quisiera hacerle algún tipo de daño. Ahora el problema era la semiorca, y la respuesta tendría que venir por su parte, aunque no parecía muy dispuesta a hablar.

El pequeño mediano se dirigió hacia la mujer, dio una patada a la silla en la que estaba sentada y le dijo: ¿Has oído lo que ha dicho? Dijo tratando de llamar la atención. ¡Te está acusando a ti! Él tiene razones para ayudarme, y no realmente no ha podido ser él el que haya hablado. Así que, si nadie lo ha hecho, dime, de dónde has sacado tú tal información, acláramelo y dime ahora la verdad. ¿Qué tienes tú que ver realmente con todo esto? ¡Habla o te haremos hablar nosotros!

Cuando el mediano golpea la silla, me levanto descalza y me pego de espaldas a la pared mientras aferro el mandoble en un movimiento instintivo.

Sonrío aunque esta vez es por sentir el poder del acero en las manos y la familiar sensación de la adrenalina golpeando en las sienes amenazando con hacerme perder el control de nuevo. Tengo que respirar hondo varias veces para calmarme un poco y no entrar en frenesí, pero no bajo el mandoble ni pierdo detalle de cuanto hacen humanos y mediano.

Estoy cansada de acusaciones y de preguntas, no pienso repetirme y menos si me lo exigen de malas maneras.

-Con lo que me gustan los medianos y no tengo más que malas experiencias con ellos desde que he llegado a esta ciudad.

-Lo único que le he dicho a esta criaturita lianta y mentirosa- Le digo al humano gracioso-  Es que he oído un rumor sobre un asesinato en una prestigiosa taberna de la ciudad. Nada más. Yo no he acusado a nadie, ni me gusta que me acusen.-Les digo a ambos entrecerrando los ojos.

Realmente me importa un bledo su opinión, cada vez tengo más ganas de ensartar a alguien, hace tiempo que no disfruto de un buen combate. ¿Tres contra uno? bien, por lo menos intentaré llevarme a alguno por delante, jijiji.

Me aseguro de tener al mediano y a los humanos de frente. El humano gracioso tiene pinta de ser el típico enclenque con cuchillitos cuya mayor virtud es atacar a por la espalda a gente indefensa. Me aseguro de que no pueda hacerlo conmigo pegándo la espalda a la pared.

 -No diré más.- Respondo al mediano sujetando el mandoble con ambas manos y en posición de combate – Adelante, si es lo que quieres. Espero que se os dé mejor hacerme hablar que guardar secretos o será un combate muy aburrido, jijijijiji

Markas escuchó atentamente la respuesta de aquella semiorca, entonces se dio cuenta que todo el asunto era un malentendido, que a simple vista fue propiciado por el propio mediano, a estas alturas era inminente que las cosas se pusieran fuera de control, entonces replicó directamente a la mujer sorprendido.

¿Como has dicho? ¿Un asesinato en una prestigiosa taberna de la ciudad?, ¿pero eso que tiene que ver con nosotros y nuestro asunto?, hasta donde sé, esto es una posada prestigiosa sí, pero posada, ciertamente tenemos un asunto confidencial que tratar nosotros, pero nada que ver con un asesinato, tengo entendido que hay otras tabernas y posadas en Tormentos Cristalinos.

Mientras hablaba Markas se dirigió hacia la parte interna de la barra y tomando unos vasos, sirvió rápidamente 2 vasos con cerveza, tomando una pausa vio al mediano y le dijo, recuerda que me debes un dia de comida y bebida, pues estoy hambriento y sediento desde ayer, y el dia de hoy casi finaliza, así que esta ronda va como parte de mi paga, mande porfavor a que nos sirvan algo de comer y a nuestra amiga la semiorca tambien.

Entonces, volviéndose hacia la mujer extendió la mano ofreciéndole el vaso con cerveza el cual dejó en la barra frente a ella y continuó diciendo.

Vamos mujer tranquilízate y respira profundo, no hay que ponerse violentos por causa de un rumor, ¿podrías decirnos quién es el responsable de esparcir ese rumor?, sigo pensando que alguien quiere hacerle daño al señor Hoskin, el hecho de que ese rumor asegure que es la mas prestigiosa de la ciudad puede pensarse que es el cuervo de plata, lo mejor es que él no preste mucho oído a esos rumores mas que para desmentirlos e invitar a cualquiera que lo desee a constatar lo seguro que es este lugar.

Ahora entiendo porque el Señor Hoskin Lashti estaba tan preocupado con esa historia, si bien como dices no me has acusado tú como responsable del rumor, habrá sido el mismo que asumió que yo invente toda esa historia, aunque no entiendo porque. dijo viendo algo molesto al mediano que al parecer solo sabe meterse en problemas.

Lo que no entiendo es, el ¿porqué has venido a contarle al señor Hoskin ese rumor o es que tu tambien piensas que es el cuervo de plata el lugar donde ocurrió ese asesinato?, o ¿quizás fue tu forma de iniciar una charla?, de verdad cualquier ayuda que nos puedas dar para resolver este malentendido es bien recibida, pero lo mejor será que primero comamos algo, ¿tienes hambre?.

Por ultimo viendo al señor Licorambarino le pregunto, y  usted amigo Tobías ¿que piensa de todo esto?

Esbozo una sonrisa.

No es la primera vez que tratan de engañarme, de hecho suelen hacerlo a menudo, pero el humano parlanchín está metiendo la pata hasta el fondo.

¿Sí? Vaya jijijiji-  Le digo sonriente al humano.

El mediano ha confesado que el asesinato ha sido en esta taberna, con lo que no puedo evitar reírme ante los esfuerzos del humano para convencerme de lo contrario.  

Ignoro la cerveza y la comida pese a que se me hace la boca agua. No acepto comida, ni bebida de quien me miente, ni mucho menos respondo a sus preguntas.

No permito que ninguno de los presentes se acerque. Si alguno se pone a alcance del mandoble, le ataco.

Hoskin asiente ante las peticiones de Markas y se pone colorado. Ya había metido la pata y había hablado demasiado, le habían tratado como si fuera un niño y eso le molestaba aún más que todo lo que estaba sucediendo. Mandó a una de las camarareas a por algo de comida que rápidamente sirvió a los presentes, incluída la semiorca.

Los platos eran sumamente delicados y cuidadosos, parecían de alta cocina, el olor embriagaba toda la sala y la bebida también tenía muy buena pinta. Mientras tanto el mediano continuaba jugando con el cuervito de plata que tenía entre sus manos. Seguía nervioso y no sabía que contestar ante todo lo que estaba sucediendo. Antes de que dijera nada, Tobías lo interrumpió.

El señor Licorambarino alzó las manos en son de paz mirando a Glavra. ¡Haya paz, señorita! ¡Baje ese arma! Dijo tratando de calmarla. No querrás que nadie salga herido, ¿verdad? Además, tendrías que matarnos a los tres, y a todos los que trabajan aquí. Y antes de que te diera tiempo a todo esto, la guardia de la ciudad ya estaría aquí. Así que haz el favor de bajar el arma y tranquilizarte, no queremos hacerte daño. Dijo hablando muy pausadamente y acercándose a ella con pasos lentos y firmes.

¿Se te ha ocurrido pensar que esa posada fuera la de Blagh? ¡Esa sí que es prestigiosa que está siempre de bote en bote! ¡Y no como la tuya! Dijo mirando de reojo al mediano. Además, está eso que pasó con el semigigante y aquel mediano. Quizá ese fuera el asesinato del que habla la muchacha. ¿Qué tal si vas a investigarlo allí?