Partida Rol por web

¡A saber dónde se han metido mis hijos! Estarán jugando con otros niños, no podemos ir a buscarles, pero... la voz de Aire se fue apagando, llevándose el dedo a los labios para indicar a sus compañeros que no dijeran nada.
MUY BIEN. ¡NOS VAMOS! gritó. Pero obviamente no se fue. Se escondió lo más cerca de la casa que pudo, con varias piedras que había encontrado por el camino. Esperó a que los otros dos la imitaran antes de lanzar las piedras contra las ventanas de la casa.

El pedrusco de Aire solo golpeó en la pared, tendría que tener más puntería si quería acertar en la ventan de la casa de Desthen.

-¡Quieta! -exclamó Lydia en un susurro mientras corría hacia Aire y trataba de arrebatarle las piedras de las manos- ¡Imagina que golpeas una estatua del interior y la rompes! ¡Matarías a esa persona! -agregó en cuanto se le ocurrió la idea.

-si, esta bien tirar piedras, y si es tan peligroso para las estatuas.... pero y si ahora que hemos hablado con el decide destruirlas para que no haya pruebas? debemos entar, y si viene la guardia tal vez hasta sea bueno, aunque si no hay estatuas dentro y nos equivocamos nos encerraran.- Tirk miro a Lydia sin estar seguro de que hacer-aunque es posible que como artista no quiera destruir sus obras,y con lo que hemos dicho hayamos conseguido asustarle como para que no siga con lo que hace, si encontramos a los dos pequeños tal vez ellos puedan encontrar pruebas, si decis que se les da bien...

Aire forcejeaba con Lydia mientras Aristóteles no dejaba de croar.

¡No hay tiempo! decía la joven, intentando lanzar otra. Se detuvo, soltando las piedras que tenía en su mano.

Podría convocar una mano que empujara la puerta. Podría derribarla y entrar a la fuerza

Lydia miró a su vez a Tirk.

-Mejor vayámos a buscarles y que ellos traten de encontrar las pruebas... -dijo la joven, con reservas- Pero deberíamos pasar antes por la catedral... estoy hambrienta y quizá allí sepamos algo de cómo le va aLucrecia.

Justo en ese momento las tripas de Tirk rugieron, Tenia muchisima hambre, debia de ir a comer algo contundente pues su estomago demandaba atención, Tirk asintio a Lydia- vayamos a comer algo y a conunicar esto a la catedral, luego pensaremos que hacer para que este hombre reciba lo que se merece, si los pequeños pueden ayudarnos mejor.

Luego Tirk se acerco aAire - haremos que este hombre tenga lo que se merece, pero no queremos wue te hagan nada por ello, ahora qur somos mas los que lo sabemos te ayudaremos, y se me acaba de ocurrir algo que os contare mientras volvemos a la catedral, venga vamonos, una diosa no puede estar tirando puedras a ventanas, tiene que tener mas clase que todo eso. - añadio finalmente tirk ya que Aire en mas de una ocasión se habia referido a ella misma como diosa.

-Tirk tiene razón, Aire. -dijo Lydia, tomando a la mujer del brazo- Escuchemos el plan de Tirk, organicémonos bien y ya volveremos. ¿Vale? -agregó con voz animada, como si hablase con una niña, mientras dirigía miradas agradecidas al joven por la ocurrencia.

Mientras, pasó un brazo por la cintura de Aire y la guió, con delicadeza pero firmemente, hacia la calle.

¡NOOOOOOOOOO! gritaba Aire, colgándose del brazo de Lydia que la obligaba a continuar alejándose de la casa de Desthen. ¡TIENE MIS CARAMELOS! ¡Y ES MALO! ¡HAY QUE CASTIGARLO! gritaba hecha una fiera. ¿Por qué nadie la hacía caso?

Tomais la dirección que os da Aire hasta el hogar de Desthen. Finalmente os encuentrais frente a su puerta. Era un buen momento para plantearos que es lo que ibais a decirle antes de llamar.

Unos goblins nos asaltaron a mi padre y a mí cuando íbamos en la carreta. Mi padre se sacrificó para que yo viviera y pudiera llegar a la ciudad.  Sé que soy joven e inexperto, pero en cuanto coja algo de experiencia iré a vengarle. Por ahora derroté en la arena a mi amigo Khrirm, el que se quedó en el templo y a un semiorco. El joven sacó pecho al contar sus batallas ganadas.

Pero el poco oro que gané lo invertí en curar a Khirirm y nos fuimos de la arena los dos.

Entramos en una posada y unos liantes medianos aparecieron por allí. creo que fueron ellos los que envenenaron la cerveza del enano. Pero tampoco tengo pruebas y eso me lleva a mi estado actual. Espero que en el templo encuentren una cura para esto.

Después de caminar un rato llegaron a una casa. 

¿Y bien? ¿Qué queréis que hagamos aquí?

- Lee esto- dijo Tirk al joven dandole la nota que todos habian leido.

Cita:

-Aire ha ido a la guardia y no le han hecho caso, y ha visto al que escribió la nota convertido en piedra, Lydia y yo no queremos que aire se meta en problemas, pero tsmpoco podenos dejar que esto siga asi, y no podemos controlar a Aire continuamente, y puede que si no se actua rápido, destruya pruebas,yo no soy bueno peleando, no em gusta pelear, no se que hacer, que opinas?

¡También fui a la casa del señor piedra! El templo de Boccob, y fue donde encontré eso. ¡Sí, sí! Ese mago feo necesita una cura mágica, ¿verdad Aristóteles? Jijiji empezó a reir mientras hablaba con su sapo

Lydia se detuvo junto al resto.

-Bueno... parece que nos encontramos en la misma encrucijada que antes. -miró a Gruguer- ¿Tienes alguna idea? Aunque te advierto que me niego firmemente a ejercer la violencia.