-Seria muy peligroso.-Respondo.-Habra que volver con mejor equipamiento para evitar sufrir este tipo de ataques una segunda vez.
Bueno, podéis seguir roleando y diciendo qué hacéis. Si decidís ir a la ciudad otra vez, indicadlo en las notas de juego.
Tengo yesca y pedernal, pero creo que no tengo nada que sea inflamable. Dice sombrío el joven. No podemos estar yendo y viniendo continuamente.
Idem de lo mismo, nada de aceite ni nada parecido.- Dice.- Tal vez debieramos buscar otro camino por aqui, bordeando la planta.
Trata de recordar si han pasado algun camino que saliera del que llevaban, para ver si podria valer.
Agaché la cabeza avergonzada ante lo que parecía haber sido una idea realmente estúpida.
- Sólo quería ayudar... - susurré.
Decidí que intentaría no dar muchas ideas en alto, visto loa contecido. Era una mendiga de ciudad que no tenía ni idea de explorar o de batallas, eran mejor que callase y pareciese ignorante que que abriese la boca y lo confirmase. Ellos eran experimentados, sabrían mejor que yo qué decíamos hacer.
Asentí ante la sugerencia de Jorgen. Tal vez podíamos rodear la zona, sí. E Intissar tenía razón: Ir y venir sólo nos hacía perder tiempo.
-La idea ha sido buena, pero no podemos derrotar a ese ser con los medios de que disponemos aqui.-Respondo.-¿Que os parece si conseguimos un tonel de aceite o algo asi? Podriamos hacer algun tipo de bomba incendiaria.... bueno, si eres capaz de volver a generar ese fuego que nos ha salvado la vida. Gracias, por cierto.
Mientras trabais de tejer un plan sobre como actuar ante aquella criatura un rostro familiar se acercaba hacia vosotros. Algo agitado, pues iba corriendo en vuestra busca. Por fin Zarus os había encontrado.
Otro camino no es factible, ya os digo yo que os mováis por donde os movais os vais a encontrar con éste o motros similares. Así que de nada servirá el rodeo, pues así son las Marismas Hool, o al menos este lado de las marismas. Recordad que podíais haber cogido la otra entrada o haber ido por el río. Las cosas hubieran sido diferentes (aunque no necesariamente mejores).
Vuestras ideas para acabar con la planta son factibles y buenas, y más en una partida en la que no priman los combates y las técnicas. Pero me temo que para ello deberéis conseguir los medios necesarios para conseguirlo, con la dificultad que implica eso.
Lográis salir de las murallas de la ciudad para poner pies en el camino del Norte en dirección a las Marismas Hool. Los pantanos no quedaban lejos de la ciudad, apenas una hora andando por lo que llegaríais rápido si no encontrabáis ningún tipo de problemas por el camino.
Zarus se dirigió tan rápido como podía al encuentro con sus compañeros.
No sabía que podía encontrar en el camino, así que iba prevenido para cualquier cosa...
Tirada oculta
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+7)=19
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+3)=14
Tirada oculta
Motivo: Mov Sigiloso/Esconderse
Tirada: 2d20
Resultado: 7(+7)=14, 5(+7)=12
Hago tirados perceptivas para ver si escucho o veo algo raro en el camino.
Si noto algo que sea peligro o simplemente interesante, me muevo en sigilo y me escondo mientras observo que es lo que sucede.
PD: Llevo mi arco a la mano.
Genial, no parece que tengamos muchas alternativas. O vamos por otro sitio o conseguimos algo combustible. Lo que pasa es que estaremos en la misma situación de siempre. No tenemos con qué pagarla. Las palabras del apuesto joven sonaban deprimidas, cansadas de la vida pese a su juventud.
- No ha sido nada... - contesté con un hilillo de voz - Podría intentarlo, pero no sé si podría yo sola, parecía una planta grande y poderosa.
En ese momento vi a alguien acercándose, cada vez más deprisa, y en cuanto mis ojos definieron su cara una sorpresa de felicidad cruzó mi rostro.
- ¡Zarus! - exclamé con felicidad. A punto estuve de saltarle encima y abrazarle, pero me contuve viendo que era una situación seria y delicada. Tenía que cuidar mi efusividad.
Al ver a Layla, el rostro del joven Zarus se ilumino -Vaya, a si que pensaban irse sin mí?- dice en tono socarrón mientras intenta recuperar un poco de aliento por la prisa que llevaba.
-Me pareció escuchar que necesitan algo de efectivo- se lleva una mano a la barbilla en tono de meditación y luego se resuelve a decir -Casualmente, alguien ha dejado olvidado esto- dice sacando una bolsita de monedas, esta era distinta a la que cargaba en el templo, parecía tener detalles mas propios del uso de alguna dama y se veía que era de buena calidad por los detalles de su acabado*.
-La he encontrado de camino, seguro nos puede servir en algo- menciona con rostro ingenuo como si en realidad nada malo hubiese pasado para conseguirla.
-Pero bueno, podrían decirme porque no llegaron al templo como acordamos? las cosas no están muy bien por allá y se nota que la sacerdotisa necesita con urgencia investigación sobre aquella secta que le esta robando los adeptos- guarda un momento silencio para ver si alguien sabía algo al respecto.
Luego continua... -Ella incluso le ha solicitado el favor a un personal nuevo que ha llegado, le han llegado dos nuevos ayudantes, como van las cosas, creo que te quedarás sin trabajo- dice con algo diversión en rostro, poniendo su mirada sobre Amber -Y nosotros sin donde dormir- resuelve la frase con rostro apagado y bajando la mirada al suelo.
Vamos... que lo he querido hacer obvio xD
Cuthbert bendito... si que ocurren cosas en esta ciudad...- Bromea cuando escucha a Zarus.- Ahora mismo parece que vamos a tener dificil el viaje por las marismas, asi que podriamos tratar de ayudar un poco a la sacerdotisa mientras compramos el equipo que nos haria falta para atravesar este penoso trayecto.
Tiene todavia sus armas empuñadas, preparado por si aparece algo a lo que se pueda golpear, mientras habla con sus compañeros.
- Pero...y tú amigo, Intissar..¿El herrero? - susurré a mi hermano.
Sin duda no le haría gracia que dejásemos esto a medio hacer, sobretodo siendo un favor a su amigo. Amigo que podía recompensarnos seguramente con su ayuda, ayuda más que útil siendo un herrero.
-Les veo algo estrasados, ¿Qué sucede?- pregunta en tono serio al notar como Jorge empuñaba su arma -¿Que es eso de marismas?- pregunta a seguidor de Cuthbert.
Cuando escucha lo de comprar equipo... -Bueno, solo he podido "encontrar" unas cuantas monedas de oro, he contado 60, si mal no estoy, sino es muy caro lo que haga falta, lo podría poner a vuestro servicio- dice con una cálida sonrisa en su rostro en gesto de amabilidad.
Finalmente se queda mirando a Layla, le había echado de menos, era poco el tiempo que había pasado, pero a Zarus siempre le preocupaba la idea de no volverla a ver... Le dedica una sonrisa sientiendose un poco tonto por no saberle que decir, sencillamente ella le dejaba sin palabras...
-T te encuentras bien? parece que algo te preocupara- dice con algo de timidez al dirigir su voz a Layla -Me pareció escuchar que mencionaste algo sobre una planta ¿Necesitas encontrar una?- dice pensando que se podía tratar de alguna planta medicinal.
Layla tenía razón. Se estaban embarcando en demasiadas misiones y esto no podía seguir así.
Hemos venido hasta aquí para ayudar a un buen amigo que nos iba a recompensar con equipo por nuestro trabajo. Gracias a esas armas podíamos ayudar a Amber en su misión y en nuestra propia misión. Dice meintras mira con la última frase a su hermana. No podemos seguir aceptando una misión tras otra, sin cumplir ninguna. Di mi palabra a un amigo y muchos de los aquí presentes os comprometisteis de palabra a ayudarnos a Layla y a mi.
Decidid pues cuáles son vuestras prioridades. Sin rencor si decidis iros. Lo que habéis hecho por nosotros es más de lo que me hubiese atrevido a pedir y desde luego que os quiero ayudar a vosotros y al templo por la ayuda prestada, pero ir como pollos descabezados de lado a lado no solucionará nada. Terminemos esto y entreguemos lo que es suyo al herrero, después ayudaremos al templo con dinero y nuestros brazos.
Zarus niega con la cabeza a las palabras de Intissar -Espera, espera... Ya hay gente ayudando a la sacerdotisa- dice para luego dejar escapar un profundo suspiro ante la presión -Les dije que estaría con ustedes en esto, sino fuese así, nisiguiera me hubiese tomado el trabajo de buscarles a pesar de que decidieron irse sin mi- dedica una sonrisa escueta a Intissar en señal de inconformismo. Zarus estaba casi que seguro que la decisión de no llegar al templo e irse, había sido tomada por él.
-La solicitud de Lyra puede ser cumplida sin necesidad de desviarnos en ayudar a tu amigo, solo se trata de averiguar a donde esta hiendo la gente a culto, sobre todo personas importantes con dinero que puedan estar patrocinando esa secta- se queda unos segundos meditando con la mirada elevada, recordando algo -Vaya, debí preguntarle a aquella dama del monedero... Bueno, será en la próxima que le vea- piensa seriamente en la idea.
Poniendo nuevamente la mirada sobre Intissar -En todo caso ¿Han avanzado algo en la misión de tu amigo? Yo he averiguado una que otra cosa sobre los hombres lagarto, bueno, mas bien sé donde conseguir buena información- dice recordando a la tabernera.
¿Y que hacemos aqui parados?- Exclama- Aqui no podemos hacer mucho, con monstruos que no nos dejan pasar ni un plan para acabar con los lagartos. Volvamos a la ciudad, consigamos suministros e informacion y volvamos ya preparados. La idea de venir a por los lagartos sin saber nada de ellos era muy valiente, pero un tanto arriesgada.
Se encoge de hombros- Y tal vez podriamos mirar el camino del sur, a ver si no tiene monstruos tan peligrosos como este camino.
-Monstruos peligrosos!? alguno me quiere decir que esta sucediendo?- pregunta en un tono ya no tan calmado como el que venía manteniendo.
La inocente pregunta de Zarus no había sido contestada, así que decidí hacerlo.
- No buscábamos una planta, Zarus, pero algún tipo de monstruo que parecía una enredadera nos atacó y nos apresó. Tuvimos suerte y escapamos, pero no sabemos nada de la planta o monstruo. Tal vez que el fuego la mataría, pero no sé si podemos hacer algo así ahora...
Miré intermitentemente a Jorgen e Intissar. Parecía que ambos tenían una idea distinta de cómo proseguir y que no eran de los que simplemente seguían al resto. Sería difícil que alguno accediese a la idea del otro, o que entre los dos encontrasen una solución media. Tal vez Amber tenía la solución. Parecía sabia en su juventud, tal vez era gracias al Dios que adoraba.