Partida Rol por web

Miró alternativamente al psíquico y a la presidenta. Al parecer ya estaba todo decidido. La idea de tomar cada uno un submarino e intentar no causar bajar era bastante... loca, pero no imposible. Aún así, aún reduciendo la capacidad de oxígeno del submarino, varios soldados podrían mantenerse en pie y luchar.

Krasnaya no era un soldado. No era uno de esos tipos que pueden irrumpir a la fuerza en una fortaleza y sitiarla anunciándose a bombo y platillo. Podría serlo, pero no lo era. Era una espía, o lo había sido. La mayor discreción posible podría ayudarles a introducirse en las naves más sutilmente, a ser posible causando el mínimo revuelo. 

Krasnaya - Creo que al equipo de respiración deberíamos añadir unos uniformes de la flota rusa. Si además del factor sorpresa por la falta de oxígeno nos camuflamos lo máximo posible entre los soldados llamaremos menos la atención - sugirió modestamente - cuanto más tarden en notar nuestra presencia en el submarino menos oposición tendremos y podremos reducir las posibilidades de que nos intercepten y obliguen a usar la violencia - los tres allí presentes sabían bien que podía ocurrir si eso sucedía. El submarino terminaría siendo un buque fantasma, atestado de cadáveres, como el Nikolai, había que evitarlo a toda costa o su esfuerzo sería en vano. 

No lo dijo, pero era un acto de cobardía por su parte. Ella no podía fracasar, no otra vez. Eso era algo que no podía concebir, no cuando sabía que tenía en sus manos las capacidades para lograr sus objetivos. Sin embargo, ya había fallado una vez, a un precio muy alto, altísimo. Ella había sido el propio precio y de momento, solo comenzaba a atisbar las condiciones de su nueva vida, las consecuencias de ese fatal y catastrófico error. Uno y no más. Pero ya se había dado cuenta de que no estaba al 100%. Hacia demasiado poco que había despertado, no se había acostumbrado a su nuevo cuerpo y sus vectores tampoco. Era más lenta, más imprecisa. Sus habilidades en la lucha estaba mermadas, aunque su puntería y precisión con un rifle seguían intactas. El problema era que no quería tener que usarlo, porque eso significaría si no la muerte, al menos heridas graves.

Más o menos había ido solventando cada nuevo obstáculo a base de suerte e instinto. Ahora ya no iba a ser suficiente. Llegado el caso, si tenía que luchar, no podía fallar. C'est impossible. Tenía que evitar la lucha tanto como fuera posible. 

Al menos se nos había unido un Almirante, vale que eso no nos facilitaba la tarea que nos habíamos impuesto pero era un rayo de esperanza para la flota. Si un grupo conseguía reaccionar y luchar por la humanidad el resto también podían hacerlo, eventualmente, cuando superaran - si es que podían - todo el odio y la inquina que tenían contra los traidores, que a su vez lo eran, pero no. 

Me parecía haber despertado en un mundo en el que no solo la especie había cambiado, sino también la propia concepción de la vida. No dejo de encontrarme encrucijadas en las que varias opciones contradictorias parecen a la vez posibles pero no lo son por su propia naturaleza opuesta. Y sin embargo, no puedo dejar de bailar entre ellos, siendo parte a la vez, de todas y de ninguna. 

La idea de Krasnaya no era mala pero Alysa tenía algo mejor que la ropa del enemigo, su gabardina era tejido con capacidad para camuflaje termoóptico, podía hacerse parcialmente invisible, eso sin duda le proporcionaba una ventaja clara.

Para Krasnaya tampoco era una buena idea, con uniforme o no, resultaría sospechosa a primera vista, mas tratandose de un submarino en el que durante mucho tiempo ha habido siempre las mismas personas y se conocen bien entre ellas. Ya solo su altura y cuerpo la delatarían.

Sin embargo para Adirael sería adecuado, con un casco que ocultase su rostro y una actitud adecuada, tal vez podría acercarse bastante hasta que le pidieran identificarse.

Alicia trataría de ocultar o distraer a la tripulación para que el simple ruido que hace la capsula al acomplarse a la zona de atraque, no les alertara de que estaban siendo abordados, crear un gran revuelo disminuyendo el oxigeno era sería su mejor carta para ello. Los rusos estarían concentrados en llevarles mascaras de oxigeno al equipo que cortaba las puertas a las zonas de los controles de lanzamiento manuales. Ese sería el lugar mas delicado.

Alysa cojió el cuchillo de nuevo y de camino tambien cojió una pistola y algunos cargadores de los soldados muertos. El resto podía hacer lo mismo aunque en el caso de Adirael, era infinitamente mas efectivo con sus manos desnudas.

-Alysa- Una vez hayais cumplido el objetivo, resistir hasta que el submarino sea abordado por un equipo de asalto de Elysium, ya están de camino, pero tardarán 45 minutos aproximadamente en llegar hasta nuestros submarinos.

Alicia monitorizará nuestro asalto, en caso de que alguno de nosotros no lo consiga y la medida del oxigeno no funcione, el Nikolai disparará torpedos de largo alcance para destruir el submarino... con todos los que viajen dentro.

Era importante no fallar, su propia vida iba en ello, pero no hacía falta que la presidenta puntualizara aquello, al fin y al cabo ahora trabajaba con dos de los mejores agentes de Gradus.

-Vamos allá.

No podían perder mas tiempo, Alysa subió a la capsula y la activó enseguida. En cualquier caso el Nicolai haría de puente para las comunicaciones de corto alcance, podían estar en contacto mediante el comunicador estandar de los trajes.
 

 El subterfugio no funcionaría bien, ni siquiera con Adirael. No hablaba ruso e infiltrarse así sería sospechoso. La mascarilla para soportar la bajada de oxígeno si le sería muy necesaria, aunque bajase su ritmo caridaco no podría aguantar mucho tiempo. Debía confiar en que nadie abordo de aquel submarino era capaz de hacerle frente en igualdad de condiciones, y llevarse un tiro...no era tan mal intercambio si conseguía su misión. No podía permitir que acabaran con nadie, y aunque ahora dependía de él, sabía que los demás no fallarían.

 El psíquico buscó alguna granada de humo. No pretendía intoxicarles, pero le sería útil si pretendía anular su visión mientras aprovechaba su capacidad para sentirlos. Estuvo tentado a utilizar uno de los Stalker, pero controlarlo sería una distracción más que una ayuda...tal vez le sirviese con otros fines. No había mucho tiempo, de modo que debía tomar su plan rápido. Tal vez un Stalker no le sirviera con vida..pero sí muerto. Era una forma de ocultarse a la vista, y una forma de sorprender a quien quiera que estuviese esperandole al otro lado. Prepararlo todo no le llevaría demasiado tiempo. Ir en busca del Stalker, llevarlo hasta la cápsula y utilizarlo de escudo. Lo mantendría con vida si no era una seria amenaza para cualqueira que abriese la puerta, es decir, si controlandolo podía asegurarse de que le brindaba unos segundos para esconderse o infiltrarse. Si no era así, lo mataría dentro de la cápsula. Como mucho, si se asustaban, le pegarían un tiro en la cabeza.

 Si no podía llevarlo, tendría que arriesgarse enfrentandose a quien quiera que estuviera en el submarino.

Sin más ceremonias me subí en una de las cápsulas. Era un hueco angosto y axfisiante en el que esperaba no tener que pasar demasiado tiempo. Di un par de vueltas sobre mí misma intentando no pensar en lo que ocurriría si la cápsula fallaba o era derribada. No tendría modo de sobrevivir si algo saliera mal, ni en la cápsula, ni en el submarino. Alysa se había encargado de recordarnos lo que ocurriría en caso de que fracasáramos. Podía escuchar claramente las láminas metálicas crujir y mecerse con las corrientes subtarráneas, incluso se sentía dentro de aquel pequeño espacio el agobio y la presión de la inmensa masa azul que no dudaría en aplastarme en cuanto se le presentara la oportunidad. Y no podría hacer nada, la presión me destrozaría antes de poder pensar siquiera en un modo de sobrevivir. 

Al final opté por sentarme en el suelo, con las piernas cruzadas y el fusil entre ellas. El viaje no sería largo, pero necesitaba algo con lo que entretenerme si no quería desconectar  y tomarme la jornada de reflexión que tanta falta me hacía en aquello momentos. Comencé a desmontar el fusil, no hay mejor manera de familiarizarte con un arma que desarmarlo pieza por pieza y volverlo a recomponer. No conocía el modelo exacto del fusil, pero una vez abierto uno el resto se volvían bastante intuitivos. 

Fue entonces cuando caí en la cuenta, mis manos eran mucho mas pequeñas y, por ende, más precisas y menos fuertes. Ese era un cambio que podía afrontar. El tamaño no importa, es uno de lo mayores tópicos del ser humano, importa aunque no sea imprescindible, importa porque dependiendo de él estás condicionado para responder de un modo u otro. Importa porque no deja de ser una pieza clave del desarrollo personal. En mi caso importaba porque sería gracias a ese nuevo tamaño que los rusos me habían dado gracias a lo que conseguiría hacerme con el control del submarino, o lo intentaría al menos. 

Debería ser capaz de caber por los conductos de ventilación del submarino. No lo había comprobado pero estaba segura de que con un poco de contorsionismo habría cabido sin problemas por los del Nikolai, y, aunque este submarino fuera más pequeño confiaba en tener el tamaño adecuado. Iba a ser una excursión algo incómoda, pero desde luego era el método más discreto para recorrer la nave sin ser detectada. Evidentemente en algún momento tendría que luchar, ya contaba con ello. Y en ese caso seguramente tendría que estrenar el hecatónquiros aunque sin herir mortalmente a nadie con ello. Pero recorrer los conductos le aportaría el factor sorpresa e invisibilidad. Dos ventajas de las que ciertamente esperaba poder sacar partido. 

Tal vez no, pero era mejor mentalizarme de que debía ser así para poder improvisar una vez me introdujera dentro del submarino. 

Seguí clasificando piezas y volviendo a colocarlas en su sitio de manera mecánica. Esto no dejaba de ser una misión más, una voluntaria, de hecho. Una en la que no podía fallar o significaría la muerte, no obstante, eso seguía la misma tónica de todo lo que había vivido las últimas 24 horas. Misiones in extremis, todo cuestión de vida o muerte. De momento seguía en el lado de la vida ¿pero por cuanto tiempo? Casi habría sido mejor permanecer en la nebulosa azul viajando entre la inmensa tranquilidad de ese extraño pero nada agobiante espacio que había constituido mi viaje mas largo, por el momento. 

La cápsula se colocó en su sitio sin que tuviera que intervenir de ninguna manera. Cerré completamente el fusil, me puse en pie y apunté hacia la compuerta de la cápsula. Me puse la máscara de oxígeno sin llegar a taparme la cara con ella, de momento podría contener la respiración para ahorrar el máximo aire posible y si no, podría bajarla con un vector si las cosas se ponían feas. Pero quería estar atenta a todos los ruidos que pudiera captar del exterior, aunque solo fuera para saber si encontraría resistencia en cuanto pusiera un pie fuera de la cápsula. 

Necesitaba toda mi astucia y habilidad para esta carrera contrarreloj. Los segundos iban pasando inexorables acercando el momento del pistoletazo de salida. Preparada... preparada... Las puertas se abrieron. Era el momento de conquistar el submarino. Pacíficamente, claro. 

Lo que más me temía soldados y bien entrenados, con buen equipo y probablemente buena experiencia, en el peor de los casos con demonios los hubiera agujereado sin el mayor arrepentimiento pero con humanos la cosa cambiaba, incluso siendo rusos había protocolos y con la humanidad como estaba tenía que estar más que seguro de quitarles la vida como último recurso.

- ¿Oihanne, me copias? - comunique -encárgate de poner fuera de combate a los francotiradores sin asesinarlos pueden sernos útiles, yo me encargare de distraer a los de aquí abajo el tiempo que necesites, pero hazlo ya - de momento era lo único que se me ocurría prefería lidiar con prisioneros a tener que discutir con un consejo de guerra al respecto, me moví entre el puerto había mucho lugares por lo que escudriñarse, la prioridad era no quedarse quieto y acercarse poco a poco.

Una idea me vino a la cabeza, algo tan disparatado que me llamarían loco por intentarlo - en otras palabras nova, según los datos sería más sencillo combatirles a corta distancia que a larga - le dije mientras corría - tengo una idea, retransmite por radio a los cuatro soldados presentes de mi presencia deben de tener algún canal de radio disponible para comunicarse, quiero que me escuchen, que escuchen este mensaje pero encripta mi posición - 

Era complicado desplazarse y pensar en este tipo de situaciones pero debía de arriesgar, mientras me moviera incluso con sus gafas de multi visión sería muy impreciso dispararme con chatarra de por medio a lo que empecé a grabar.

- Soldados, Os habla el sub oficial Jasón Crownguard, no se cual es vuestro cometido, pero estoy dispuesto a negociar vuestra rendición, dejad vuestras armas en el suelo y seréis juzgados ante un tribunal y un consejo de guerra, así no os veréis en la necesidad de morir aquí, mis refuerzos no están muy lejos y no podréis contenernos, es vuestro único y último aviso - 

Mientras hablaba sentía algo en el pecho, una presión incomoda, las cosas no iban a acabar bien pero para que bando y por qué motivo, que tenían ellos que ganar, de momento aquel mensaje serviría como alerta y distracción, solo esperaba que tomarán la decisión correcta o me vería obligado a actuar.

-Nova- Mensaje transmitido.

Notificó la IAs a la vez que lanzaba las contramedidas necesarias para que no rastrearan esa transmisión. Pero de pronto, Nova se comunicó de nuevo no solo con Raven, sino tambien con el resto del equipo.

-Nova- Atención, mensaje recibido desde el submarino insignia Imperator Nicolai VI de la presidenta Alysa Shirokami.

Las fuerzas rusas se han mostrado hotiles, como respuesta a este ataque nos hemos hecho con el control de su nave de mando y Alicia controla ahora toda la flota, somos conscientes del ataque que habeis sufrido en tierra. Hemos transmitido un codigo de retirada al equipo Ghost que ha atacado. No impidais la retirada de dicho equipo y aprovechar para atender a los heridos.

Por el momento no podemos enviar refuerzos desde Elysium dado que se desplegarán un total de 10 equipos para tomar los diez submarinos restantes ante la amenaza de un ataque nuclear. Estais autorizados a evacuar con la nave restante a los heridos que lo necesiten de manera urgente.

Una capsula de escape de este submarino se dirige a vuestra posición, Lilith va en ella junto a un cientifico ruso y una sucubo cautiva. Lilith está al tanto de la medidas de seguridad necesarias, pero la sucubo debe ser tratada de momento como una refugiada, al igual que el cientifico Igor Kozlov. Mantener la posición, cuando terminemos el asalto de los submarinos usaremos el puerto como punto de reunión.

Vuestra misión sigue consistiendo en asegurar el puerto, nosotros lidiaremos con el resto de tropas rusas.

Al escuchar aquello Oihanne esperó y comprobó que en efecto los francotiradores se retiraban.

El equipo que estaba cerca de Jason no contestó, pero tambien retrocedieron y al reunirse, activaron sus camuflajes y se desvanecieron.

Krasnaya contaba ahora con una poderosa aliada: Alicia. Y si salían de aquello con vida, sería su aliada en muchas otras ocasiones.

Tal y como habían planeado, nada mas acoplar la capsula, Alicia había bajado los niveles de oxigeno, Krasnaya tendría que ponerse inmediatamente la mascara sino quería empezar a sentir los sintomas. En cuastión de segundos ya saba la sensación de estar respirando solo con un pulmon, pero al igual que en el Nicolai, no sonaba ninguna alarma ni ningun aviso, aquella gente sobrevivía a ciegas.

Alicia mostró a Krasnaya los planos de los condictos de ventilación, aquel cuerpo pequeño resultó muy util a la hora de meterse en los mismos, igualmente resultaban bastante angostos.

Krasnaya no podía llegar al lugar exacto, tan solo al mismo lugar en el que estaba un equipo de soldados cortando una escotilla para acceder al lugar. Eran un total de ocho, cuatro totalmente concentrados en cortar las escotillas y los otros cuatro por si necesitaban algo, no tenían ni idea de que les habían abordado, pero su razonamiento era lógico, si lograban destruir el nucleo de Alicia en Elysium con un misil nuclear o almenos interrumpir su señal, recuperarían el control de la flota, aunque puede que a esas alturas ya supieran que habían perdido a Marvin.

Sus ansias por cortar de una maldita vez la puerta que Alicia había sellado facilitó en parte el trabajo a Krasnaya. Desde una rejilla situada justo encima de ellos Krasnaya pudo estar a apenas dos metros sin ser descubierta. El problema era proceder a partir de ahí.

Alicia estaba observando, asistiría a Krasnaya en lo que pudiera.

Con la ayuda de Alicia, entrar fue facil. Adirael podría incluso llevar consigo a un stalker sin peligro de que comprometiese el sigilo de la entrada.

Alicia mostró a Adirael los planos del subamrino y le guió por el mismo. Por el camino se encontró algun soldado tirado en el suelo o sentado con la espalda apoyada en la pared, pero apenas estaban conscientes, alguno incluso miró a Adirael, pero por su actitud pasiva probablemente estarían delirando y viendo todo borroso, Adirael podría arrebatarles las armas si quería, tambien encontró a un soldado con la granada de humo que andaba buscando. Alicia había cortado todas sus comunicaciones por radio, nisiquiera podían dar la voz de alarma incluso si llegasen a darse cuenta de que les habían abordado.

Adirael no tardó en llegar al lugar en cuestión donde había un grupo de ocho soldados con mascarillas. Al parecer habían proporcionado mascarillas al equipo que cortaba la puerta de acceso y estaban trabajando en ello como si les fuese la vida en ello (y bajo su punto de vista asi era). A Adirael no le costaría mantenerse desapercibido incluso estando a la vuelta de la esquina del pasillo anterior y pudiendo mirar semioculto al equipo que se afanaba por cortar la escotilla.

Su plan respondía a cierta lógica, si lograban destruir el nucleo de Alicia en Elysium o almenos interrumpir la señal, recuperarían el control de la flota, incluso aunque fuese muy tarde para Marvin.

Ahora estaba en manos de Adirael el cómo proceder, no tardarían mucho en terminar de cortar la escotilla con aquel soplete de alta potencia. El tiempo se agotaba. Alicia podía abrir la puerta cuando quisiera para dejar pasar a Adirael al lugar en cuestión.

 Era un buen momento para hacer algo de teatro. Adirael podía mantenerse en las sombras y llegar en el momento adecuado...eran ocho. Para un Stalker normal sería complicado, pero tal vez con algo de ayuda, podía convertirse en lo que el psíquico requería que fuera.

 La idea de Adirael no era hacerles dudar sobre su "pacto" con un demonio. Aquello les podría confundir, y no se trataba de eso. Era más fácil entrar allí y liarse a mamporros, pero a mi, nunca me había gustado hacer las cosas sencillas. Si podía sacar el 100% de una situación, lo intentaría, aunque con ello sacrificase una posición ventajosa. Era arriesgarse, pero si salía bien, compensaba con creces. Utilizó la granada tratando de ser lo más sigiloso posible, sólo necesitaba algo de humo para cubrir bien su figura y poder vislumbrar la situación, calcular cuando aparecer.

 Una idea sencilla: el Stalker se avalanza contra ellos, centrandose en los que llevan las herramientas. El humo le protege, aunque sea parcialmente. Justo antes, Adirael dispara el arma de alguno de los soldados confundidos o desmayados. Así se explica el humo y no se buscan culpables.

 El Stalker les ataca con todas sus fuerzas. Aparentemente "a matar", aunque todo está calculado para que no llegue a tener éxito. no actuaba, era su misión, lo haría perfecto. Como el mejro de los actores, interpretando el papel de sí mismo.

 Un susto suficiente como para que esos ocho soldados se replanteen cual es su posición. No es un engaño a largo plazo, sólo una excusa para que le permitan hablar, para que se abra una ventana al diálogo y no tenga que machacarles a todos de una patada en el culo.

 Adirael hace su aparición justo después de la monstruosidad, y se lo quita de encima al tipo desafortunado que ha sido atacado por la espada. Le destroza la cabeza de un puñetazo y espera las reacciones entre el humo. Dejandose ver y preparado para defenderse, pero no como alguien hostil, sino como un camarada, un aliado potencial.

 -No diría nada. Como los grandes héroes nórdicos expulsarían a las brujas y los malos espíritus de sus tierras. No necesitaban palabras vacias, huecas, más propias de los americanos y sus películas, su falsa e inventada mitología. Un héroe de verdad sólo actúa y luego habla cuando sus hechos ya han dicho todo por él.

  Esperemos...que esto salga bien.

 Si el Stalker lograba esquivarle, era su enemigo, podría detenerlo en seco o simplemente forcejear con él. Debía confiar en que los rusos dispararían pero sin suficiente acierto, o no lo harían temiendo herir a un aliado.

La transmisión de Nova hacia que la evacuación de Ryan fuera mas sencilla.

-Manakel, llévanos directamente a la banshee.- De esa forma tanto Ryan como Jenkins podrían irse antes y evitar una baja más.

¿Por que nos habrían atacado los rusos? Alisa y Adirael tendrían mas información que nosotros al respecto, así decidi centrarme en lo que teníamos entre manos.

Una vez en el suelo ayude a Jenkins a meter a Ryan en la nave y les desee un viaje tranquilo antes de salir y volver con Manakel hasta el centro del puerto.

-Manakel, se que las sucubos no te hacen mucha gracia así que mantente preparado para cualquier eventualidad que pueda surgir.- También esperaba que Lilith nos contara lo que había sucedido.

Krasnaya se colocó la máscara de oxígeno y tras comprobar que veía con claridad se deslizó cautelosamente fuera de la cápsula con el rifle preparado por si pasaba cualquier cosa. Allí no había nadie, verdaderamente parecía que aquel iba a ser un asalto sorpresa. Krasnaya rezó para que la suerte estuviera de su parte y nadie saliera herido, o no más de lo estrictamente necesario.

No le costó mucho encontrar la rendija de los conductos de ventilación, ni soltarla sin hacer ruidos utilizando dos de sus vectores. Es una habilidad verdaderamente útil la mía, mientras otros psíquicos canalizan su poder para poder modificar a su antojo distintos elementos pertenecientes a distintas realidades, yo conjuro vectores. Es una forma más elegante de expresar lo que verdaderamente constituyen. Brazos, de cero a cuatro - oficialmente - aunque he perfeccionado la técnica en secreto para que puedan ser hasta veinte. Simultáneos. Independientes unos de otros. Terminados en manos perfectamente funcionales. Este poder, que para mi es tan natural como respirar, solo acentúa mi creencia de que mi vida existe para ser desdoblada. Desdoblada en varios brazos. En varios cuerpos. En varios nombres... Incluso en 2.0 mi existencia tiene un desdoblamiento infinito puesto que sé que nunca podré entrar con una apariencia anterior. Yo misma me condiciono para ese desdoblamiento ¿así pues, quién soy realmente? Es algo que no puedo responder, no hasta que encuentre el vórtice mismo de mi existencia ¿cuando acabará todo esto?

Con esos mismos vectores tomó impulso hacia arriba hasta colarse por el estrecho hueco y volvió a colocar la rendija en su sitio. Contar con la ayuda de Alicia no solo consiguió que dejara atrás sus mortificantes y tortuosos pensamientos sobre lo que ella misma era o no era, si no que le ahorró una infinita cantidad de tiempo. 

Concentró todo su esfuerzo en deslizarse por el conducto sin hacer el más mínimo ruido pero siempre alerta a los pequeños sonidos que se producían aleatoriamente a su alrededor. Ninguno parecía realmente una amenaza pero no podía evitar que se le erizaran los pelos de la nuca y pusiera aún más cuidado en sus aparatosos movimientos. Con su tamaño anterior jamás podría haber hecho algo así, se tuvo que reconocer a si misma. Un par de veces se quedó enganchada con algún remache, o bien su ropa o bien su pelo no parecían muy aptos para aquella travesía, pero siguió avanzando sin perder el ánimo siguiendo el plano mental que se había trazado gracias a las acertadas indicaciones de Alicia, hasta que ya no pudo continuar. 

Había llegado a la puerta y ocho soldados, debidamente cubiertos con máscaras, trataban de abrir la escotilla de acceso a los paneles de control. Por desgracia, parecía la única vía de entrada también para ella. Situada unos metros por encima de aquellos hombres comenzó a cavilar la mejor manera de entrar. Debía ser algo rápido, puesto que no disponía de demasiado tiempo. No podía bajar y enfrentarse a ellos sin más, o tal vez si, pero no estaba dispuesta a probar, no cuando ellos no dudarían en matarla y ella no se encontraba en las mismas condiciones. Al menos contaba con el factor sorpresa, o bueno, lo había tenido desde el principio en realidad, desde que Alicia disminuyó los niveles de oxígeno de las naves. Si pudiera quitarles la máscara de oxígeno caerían inconscientes y la violencia se reduciría al mínimo. Siendo ocho tendría que hacerlo de dos veces. Cuatro con cada vector y soltar las primeras antes de quitar la segunda ronda. Y eso les prevendría, los cuatro soldados restantes opondrían resistencia alarmados y ya se veía bajando y enfrentándose a ellos. 

Realmente la solución era bien sencilla y parecía una misión apropiada para su nueva habilidad. Amén de que nadie podría decir a ciencia cierta que eso fue lo que ocurrió puesto que todos serían neutralizados a la vez. Al menos ese secreto seguiría siendo un secreto. 

Conteniendo el aliento desplegó ocho vectores de manera simúltanea. Era la primera vez que lo utilizaba, el hecatónquiros, y si con cuatro vectores ya notaba el subidón de adrenalina y poder, con ocho apenas si lo podía describir y no era ni la mitad de lo que podía llegar a convocar. Sonrió bajo la máscara deseando ponerlos a prueba, incluso cuando sabía que era un riesgo enorme tal y como estaba su nuevo cuerpo. 

Atravesó con ellos las paredes del conducto y los situó sobre las cabezas de los hombres a sus pies. Todos a la misma distancia exacta de sus máscaras y como si bailara una danza invisible, intentó quitárselas. 

- Así que así es como están las cosas - pensé mientras observaba como aquellos fantasmas se desvanecían ante mis ojos - un problema menos, de momento; Oihanne puedes volver o mantener tu posición lo que veas mas conveniente- pero acaso eso sería todo, esa sería la única transmisión que recibiríamos, espere un par de minutos hasta tener la certeza de que no habían moros en la costa para salir.

- Geralt, reúnete conmigo en el puerto cuando te sea posible, tenemos que recibir a nuestros invitados y a ser posible enviarlos a un lugar seguro - nuevos refugiados pero dadas las circunstancias, ¿eran de fiar?, de momento me aferraría a la información que trajera Lilith consigo y actuaría en consecuencia.

Guarde las pistolas y tome el rifle, la visión prometeo seguía averiada así que no me quedaba más remedio que confiar únicamente en mis ojos, pero guardaría un As por si las cosas se torcían - Nova mantén preparado el escudo a su máxima potencia, no quiero ser sorprendido de nuevo - tal vez el factor humano fallara pero la tecnología era una historia completamente diferente.

De momento deambule por el puerto, comprobando si habían supervivientes y por seguridad a la banshee, después de todo aquellos fantasmas se habían acercado demasiado, la revisaría  por si algo no estaba como debía, ya después me reuniría con Geralt en el centro del puerto, esperando a la capsula del submarino.

Adirael consigió lo que se proponía, en principio evitó una masiva lluvia de disparos sobre él, aunque alguno si le cayó al stalker incluso con el humo, pero fue el golpe de Adirael el que acabó con él.

El psiquico tenía ahora a siete hombres apuntandole con sus armas y a uno cortando la escotilla soplete en mano con el pulso tembloroso por lo sucedido. Primero se escuchó la voz del que parecía el capitan de aquel grupo.

-¡¿Kto ty?! ¡Ruki vverkh!.

Desgraciadamente habló en ruso, pero no hacía falta saber ruso para saber que le estaba amenazando y pidiendo algo como que se pusiera de rodillas o levantara las manos.

Se giró un instante al soldado que cortaba la escotilla con el soplete.

-¡Nepreryvnaya rezka!.

Aquello no pintaba bien, Adirael había perdido el factor sorpresa y en el mejor de los casos... acabaría como prisionero a ese paso.

Aquel sin duda no fue el mejor estreno del Hecatonquiros, la teoría era correcta, pero llevada a la practica, muchas cosas pueden fallar, desde luego no era lo mismo manejar cuatro vectores que ocho o veinte.

La reacción de todos los soldados fue la misma, al ver que algo tiraba repentinamente de sus mascaras, trataron de agarrarlas como acto reflejo, desgraciadamente Krasnaya no imprimió suficiente fuerza a sus brazos, todos lograron conserverla y no solo eso, algunos observaron algo extraño a través de la rejilla del techo al buscar los fantasmas que estaban tratando de quitarles las mascaras.

-Soldado- ¡En el conducto de ventilación! ¡Disparar!.

Gritó en ruso el que parecía el jefe del escuadrón y ante la confusión todos le hicieron caso, desatando el infierno sobre Krasnaya, un total de siete rafagas de sus rifles de repetición.

-Soldado- ¡Que está pasando, maldita sea!.

-Soldado- ¡Continua cortando, rapido!.

Gritaban confundidos, su maxima prioridad era llegar a esos controles de disparo, su vida y la de todos sus camaradas dependía de ello. Y asi era, pero no en el sentido que ellos creían.

-Oihanne- Recibidó, Raven. Voy a revisar la zona por si acaso y volveré al puerto. Hay actividad demoníaca por aquí, pero nada importante, stalkers dispersos en su mayoría, acabaré con los que pueda sin revelar mi posición. Corto.

-Nova- Raven, con el casco averiado no pudo obtener lecturas de tu herida en la cabeza, tampoco puedo garantizar que incluso con el escudo de energía, el casco aguante otro impacto de fuerza similar. Recomiendo la evacuación y el tratamiento inmediato de tu herida, tambien sustituir el casco almenos por un modelo estandar hasta que el tuyo sea reparado.

La sangre continuaba goteando de la cabeza de Raven, lo peor había pasado y gracias a las habilidades curativas de Panlong el dolor había sido mitigado, pero al igual que la de Geralt, aquella era una herida muy seria que podía pasar factura si no se trataba con calma. Otro combate en aquellas condiciones sería peligroso para ambos.

El escuadrón de fantasmas no parecían haber hecho nada importante a la banshee, solo la estaban registrando en busca de información y habían tratado de piratear el sistema de arranque sin exito, no habían tenido el suficiente tiempo.

Manakel obedeció en su particular silencio la orden de Geralt y les llevó a la nave. Jenkins acomodó al soldado Ryan en la parte trasera de la nave y luego fue hasta la cabina.

-Cabo Jenkins- Malditos hijos de puta. Como han podido hacernos esto... como si no fuera suficiente con los demonios. Ojalá les den una paliza los nuestros cuando les aborden.

Apartó del asiento el cadaver del piloto muerto y lo metió en un saco de plastico para almenos llevarlo tambien a Elysium para que recibiera su correspondiente entierro. Un privilegio que pocos soldados tenían. Elena no lo tuvo.

-Cabo Jenkins- Preparado para salir, señor. No podemos demorarnos, Ryan necesita un hospital cuanto antes.

Dijo preocupado ante la tardanza de la capsula de escape. Pero fue decirlo y emerger del agua justo al lado del puerto.

De la capsula salió primero Lilith, parecía estar bien, luego tendió la mano a un hombre mas o menos joven, con ropa normal, sin armadura y que portaba un maletín bastante grande, aquel sin duda era el científico ruso. Y finalmente, tendió la mano tambien para ayudarla a salir a una sucubo. Una tan bella como venía siendo costumbre aunque esta daba mas sensación de "madurez" a primera vista, almenos comparandola con Arion.

Los tres caminaron al encuentro de Raven con naturalidad, liderados por Lilith.

-Lilith- Me alegro de veros en pie... nos hicieron ver a través de una pantalla como os mataban, temimos lo peor. Este es Igor Kozlov, tengo ordenes de evacuarle si es posible.

Ella es Andrastia, ella y yo nos quedaremos en el puerto hasta nueva orden. Tranquilos, no es hostil, no es una invocación, aun sigue con vida al igual que Yecum. Yo la acompañaré hasta que se decida que hacer con ella.

Lilith parecía bastante confiada a la hora de suponer que no iba a dar problemas a pesar de ser una sucubo con plenos poderes y sin las limitaciones de una invocación. Seguramente había una historia detras de aquella sucubo pero aquel no era el momento para contarla. Sin ir mas lejos, Lilith le había dado la mano para ayudarla a salir y no había pasado nada, todos los presentes sabían que tocar a una sucubo entrañaba una serie de riesgos bastante importantes.

En cuanto al cientifico ruso, estaba claramente mareado y asustado, pálido como si fuera un enfermo terminal. Miraba a todos como un ratón asustado, estaba claro que no era un militar, tan solo una rata de laboratorio a la que habían sacado a la fuerza de dicho laboratorio.

Andrastia por su parte practicamente ignoró a los presentes y toda su atención la acaparó Manakel, era como si le fascinara aquel dragon pero no dijo nada de momento. Manakel tambien mantuvo tanto el silencio como su mirada en la sucubo, inexpresivo como de costumbre, aunque había cierta tensión entre aquellos dos.

-Cabo Jenkins- Señor, me puedo llevar al cientifico ahora junto al soldado Ryan, esto puede volverse un campo de batalla en cualquier momento. Hay refuerzos de camino, pero necesitarán todas las banshees disponibles para esta operación. Debo partir cuanto antes.

Aunque Alicia podía pilotar la banshee en automatico, era obvio que alguien debía ir con ellos.

El plan había fallado. Estrepitosamente. Había calculado mal la fuerza que necesitaría para robar todas las máscaras a la vez y como resultado no había robado ninguna y para mas inri aunque invisibles, algunos soldados habían notado la presencia de los vectores y retorcieron la cabeza hacia arriba con muy malas intenciones. 

Krasnaya hizo lo que pudo por esquivar los proyectiles tratando de deslizarse por el conducto ayudada por los vectores. Mitigó algo de daño, pero aún así las heridas fueron considerables. Krasnaya notó perfectamente como las balas se iban incrustando una a una en su nuevo cuerpo dejándola K.O casi por completo. 

Notaba un dolor punzante subir desde distintos puntos de su cuerpo hasta convertirse toda ella en una masa dolorida y sangrante. No aguantaría mucho más. A lo sumo le quedaba una oportunidad para conseguir su objetivo sin morir. 

Desde luego, quedarse ahí atascada no parecía una opción, así que violentamente golpeó la rejilla que daba acceso al conducto con todos sus vectores, empujándola violentamente hacia abajo. Acto seguido, se impulsó deslizándose a través del túnel apoyada en sus vectores como si de vaselina se trataran y se dejó caer artísticamente lo más cerca que fue capaz de la escotilla, tratando de dejar a los soldados tras de sí - lo estoy dejando todo perdido de sangre...

Sacó los veinte vectores que podía alcanzar como tope. No pudo sentir, sin embargo, el subidón de poder de la primera vez. Solo notaba cansancio. Eterno e infinito. Utilizó 8 vectores para utilizar el Aegis y cubrir lo que le quedaba de vida con ellos. Quedándole solo una ínfima posibilidad de acabar con éxito aquella misión, tal vez debería haber hecho un all-in y dejarse descubierta, pero por si acaso las cosas se enderezaban un poco - ja, ja - necesitaba proporcionarse un poco de seguridad. 

Utilizó otros 9 vectores para hacer un tórbellino sónico, no ya con la intención de herir o matar a los soldados. Concentró todo el daño que era capaz en el único objetivo de empujarlos lo más lejos posible de la escotilla y de sí misma. Si lo conseguía, tendría una pequeña oportunidad para colarse dentro con la ayuda de Alicia y perder dignamente el conocimiento una vez que estuviera allí - no sé si aguantaré tanto. 

Con los tres vectores libres y un repentino arranque de optimismo trató de quitarle el soplete al soldado que seguía tratando de cortar la escotilla. Si conseguía entrar y luego ellos irrumpían, el submarino se habría salvado, pero ella seguro que no. 

En vista de su condición y su cada vez más menguante energía, Krasnaya optó por acompañar sus movimientos con un truco muy rastrero que esperaba que al menos les sirviera de molestia o ligera distracción y les impidiera estar al 100% aún teniendo las máscaras. Dudó unos segundos antes de hacerlo, pero total, ya se encontraba prácticamente al borde de la muerte, en realidad era un grito desesperado por sobrevivir. 

Krasnaya utilizó Telepatía con los 8 soldados y chilló en sus mentes con el grito mas agudo, chillón y taladrante que fue capaz de emitir. 

Del mismo susurró a Alicia con voz casi imperceptible por favor, ábreme la escotilla, una rendija, lo justo para que pueda entrar.