Partida Rol por web

Eón

DÉMETER

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19/03/2019, 11:19
Darya Gevorkian
Sólo para el director

Darya rió al ver el saludo alegre de la muchacha y respondió agitando su mano en el aire.

-¡Muy buenos días! -contestó con un volumen más bajo y sin dejar de sonreír. Todo aquel paisaje fantástico (tal vez el perfume del aire, tal vez haber recuperado su cuerpo en plenitud de fuerzas o todo junto) la estaba llevando a un estado similar al de la ebriedad y decidió que, teniendo en cuenta que ni sabía dónde estaba, era mejor que bajara la intensidad. Aún así no pudo evitar sentarse en el alféizar de la ventana dejando las piernas colgar hacia fuera -casi no se reconocía actuando de aquel modo tan jovial- y hubiera querido descender hasta el jardín agarrándose a los salientes de la pared si no hubiera sido el colmo de la excentricidad, amén de que se trataba de un tercer piso y tampoco había que arriesgarse. Aún así no pudo dejar de contemplar los muros tratando de evaluar la dificultad para hacerlo. Quién podía saber si no acabaría trepando por ellos en algún momento .

-Qué hermosa mañana… -añadió a una conversación que podría parecer convencional si no fuera porque era en verdad la mañana más hermosa que había visto nunca-. Decidme, ¿qué hay más allá de las montañas? -preguntó señalando al horizonte.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Las dos primeras tiradas son erróneas (me he equivocado de lugar al poner el +7 que tiene en Razón más Atletismo). La última es la válida. Saco un 13 para evaluar la dificultad de trepar por los muros de las casa.
 

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19/03/2019, 11:44
Ayischa Rønning

La chica apoyó los puños en la cintura, quedando con los brazos en jarras.

—Hay otro ramal del lago y tras él la ciudad de Lecco.

Entornó un poco los ojos, como fijándose en algo.

—Usted es… ¡¿Ha... ha despertado... ahora?! ¡Yo soy Ayischa!

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19/03/2019, 11:54
Darya Gevorkian
Sólo para el director

La ciudad de que hablaba de nuevo tenía un nombre que no había escuchado nunca.* La respuesta de todos modos no aclaraba si aquel lugar era un oasis o no, pero algo le decía a Darya, por la naturalidad de la contestación, que pese a lo extraordinario que era cuanto podía contemplar allí tal vez no lo fuera para aquella chica.

Asintió con la cabeza a su pregunta.

Sí, así es, hace sólo unos minutos. Encantada de conocerte Ayischa, me llamo Darya. —viendo que la muchacha la reconocía pensó que tal vez había sido una de las encargadas de cuidarla—. Quisiera darte las gracias por haberme cuidado tan bien —sonrió e hizo un además de agradecimiento con la cabeza-. ¿Sabes si alguien más como yo ha despertado?

Notas de juego

*Asumo que esto es así por lo que me dijiste.

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19/03/2019, 19:01
Ryu Akahoshi

Al salir de la habitación recorro con la mirada el espléndido lugar hasta dar con una peculiar comitiva de bienvenida. Los observo venir hacia nosotros mientras bajo tentativamente algunos escalones, sereno pero alerta. Enseguida mis ojos hacen un recorrido rápido que comienza en el hombre con el maletín, prosigue con el vestido de la mujer, con su color de piel tan llamativo y su cabello, en las niñas, en el sujeto que las flanquea con su aire tan distinguido y marcial, en sus armas, y finaliza en el rostro de la mujer.

Cuando comienza a hablar puedo centrar aún más mi atención en su piel cremosa, en sus labios carnosos y su mirada intensa, parece toda ella una llama y se comporta como alguien que ciertamente puede quemar, no solo con sus palabras, sino con sus actos. Su voz me resulta cálida pero las palabras que emite me parecen enigmáticas...

En realidad, no hay muchas dudas al respecto: hay que olvidar la pesadilla, ya ha pasado. Podría intuírse de esas declaraciones que estamos a salvo, finalmente, que hemos llegado a este lugar: la Cándida Rosa, sea lo que sea. El problema es que lo de la nave no me parece una pesadilla, ha sido demasiado real y demasiado contrastable con lo apuntado por Darya y por Sybill... Pero cautelosamente, prefiero no discutir eso ahora.

-Señora de Basa'rab y Danesti, mi nombre es Ryu -me presento y me tomo la cabeza -Me temo que estoy todavía confundido, ¿En dónde se encuentra este lugar? Quiero decir, no he visto en mi vida una naturaleza tan majestuosa y exuberante.

Miro a mis compañeros, no sé si debo tomarme el atrevimiento de presentarlos a ellos y finalmente tardo tanto que ya no es práctico que yo lo haga. -¿Para qué estamos aquí? -pregunto de pronto, por si acaso ella lo sabe, después de todo parece ser la que manda.

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19/03/2019, 20:33
Titania de Basa'rab y Danesti

—Las respuestas tendrán que esperar un poco más. Yo también ansío saber pero este no es el lugar adecuado. Les examinará el doctor Knox—Miró al doctor, taxativa—. Sólo para comprobar que están bien.

Volvió a Ryu.

—Tras ofrecerles ropa adecuada el doctor les acompañará a la biblioteca. Allí tomaremos limonada y pastas y hablaremos largo y tendido.

Mis hijas han sido testigos del despertar de alguien más, una dama que sin duda tendrá sus mismas preguntas. Voy a su cuarto, a presentarme y a citarla. Yo misma la examinaré a ella, doctor.

Notas de juego

1 de 2

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19/03/2019, 20:37
Dr. Julius Knox

El doctor hizo un gesto de sumisa desaprobación y tras asentir con la cabeza tendió un brazo en una especie de reverencia dirigida a los tres hombres para hacerles entrar otra vez a la habitación en la que habían despertado.

Notas de juego

2 de 2

Me meto "interrumpiendo" el turno para hacer más ágil la escena y más natural la conversación pero si alguien siente que "le chafo" alguna intervención que me lo diga y borro el post para dar preferencia al suyo sin problema.

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20/03/2019, 21:31
Faraz Snowden

Un grupo de personas de lo más peculiar se cruza con nosotros precisamente cuando íbamos a su encuentro: una mujer de piel lisa y pálida como una perla rosada, porte elegante y lujosas vestiduras que va acompañada de dos niñas igualmente singulares; un hombre con bigote vestido de manera práctica aunque formal que lleva un maletín; y otro hombre algo mayor que el primero, ataviado con prendas que se me hacen de otra época y que luce una pistola y un sable al cinto. Arrugo la nariz al ver esto último: ¿quién lleva sables al cinto a día de hoy? ¿Y cuán necesario o pertinente, por no decir adecuado, puede resultar ir armado en un lugar como este? Afortunadamente, después de una evaluación rápida tengo la intuición de que la mujer, que se presenta como Titania de Basa'rab y Danesti, es quien «da las órdenes» aquí, por resumir las cosas burdamente, y no parece que de momento nos desee ningún mal.

Cuando nos indican que volvamos a nuestra habitación para pasar un reconocimiento médico, asiento sin objeciones, aunque no confío demasiado en que estas personas puedan brindarnos información mínimamente fidedigna, más que nada porque ellos parecen tan confusos como lo estamos nosotros. Sin embargo, cuando Titania menciona que otra mujer ha despertado, mis ojos se ilumina.

—¿Hay más de los nuestros aquí?

Me paro a reflexionar en cuanto formulo la pregunta. Los nuestros. A pesar del poco tiempo que hace que nos conocemos, es curioso cómo nos han unido los pasados acontecimientos. Pero mentiría si dijese que no me preocupa sinceramente la situación de los dos hombres que han despertado conmigo, y de la mujer que al parecer lo ha hecho en otra estancia. Y, sobre todo, la de aquellos que no están, y sobre los que nada se ha dicho.

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21/03/2019, 13:28
Erik Du Mont

El grito que resonó por el jardín desconcertó algo a Erik. Suponía que había más gente allí, puesto que claramente les había cambiado de ropa y aseado, aunque parecía que aquella persona, aquella mujer más bien, también estaba buscando a alguien. Agradeció con una sonrisa que fuese Ryu el que se adelantase y le siguió, atento a cualquier detalle que pudiese proveerles aquel extraño lugar.

Y no tardaron mucho en aparecer esos detalles. Erik consiguió distinguir que se trataba de personas aunque no fue hasta que estuvieron más cerca cuando pudo distinguir mejor sus rostros. La mujer tenía un color de piel... curioso. Casi podría plantearse que se tratase de una albina, aunque sus rasgos seguían sin encajar del todo en aquella descripción. Los dos hombres le resultaban más "reconocibles" en ese ámbito y la presencia de las niñas arrastrando casi a la mujer hacia delante le resultó reconfortante, incluso divertida. Les dirigió una suave sonrisa a ambas y la sonrisa se amplió al ver que una de ellas se escondía tras su madre. Si Kiara estuviese en esta situación... exacto, sería como la otra. Aunque menos silenciosa.

Tanto el nombre de la mujer como el del lugar en el que se encontraban, parecían efectivamente sacados de un cuento de los que le contaba a su hija por las noches, un cuento de princesas y magia. Tras lo ocurrido anteriormente, el doctor esperaba que por lo menos la parte de la magia siguiese siendo algo irreal. Algo así sería demasiado difícil de comprender, incluso para él. 

- Le agradecemos su hospitalidad y su preocupación, señora de Basa'rab y Danesti... - respondió Erik al escuchar que debían pasar por un reconocimiento. 

Podía suponer que no habían pasado por un sueño normal, pero aquello le generaba otra serie de preguntas. ¿Cuánto tiempo había dormido? ¿Cómo es que le habían trasladado a aquel lugar para tratarle? No había visto ninguna clase de equipo médico en la sala en la que se habían despertado, así que la idea de que aquel lugar fuese un hospital o una clínica privada se descartaba por completo. La pregunta de Faraz no ayudó a intentar resolver sus dudas y la forma en la que había hablado del "despertar"...

- ¿Hay más gente durmiendo, sin que se haya despertado? - preguntó, sumando su pregunta a la de Faraz, mientras avanzaba de vuelta a la sala de la que habían salido.

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21/03/2019, 22:50
Angela Danesti, princesa de Basa'rab

La niña que se había escondido en las faldas se asomó con una sonrisa de aprobación hacia Erik.

Tanto su piel como sus pecas y su pelo dorado amarillento eran idénticos a los de la que sin duda tenía que ser su madre. También tenía un peinado exótico, y vestía un blusón plateado con costuras en oro y un gran lazo anudado al cuello color verde esmeralda.

- Tiradas (1)

Notas de juego

1 de 4

La tirada es por Erik y su resultado se narra en el cuarto post.

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21/03/2019, 23:13
Titania de Basa'rab y Danesti

La puerta se abrió y a la chica sólo le dio tiempo de levantar los hombros en señal de desconocimiento.

Tirada por las dos niñas había una mujer que guardaba el mismo parecido con Angela que ella con Beatrice. Sin duda era Titania y así se presentó, con un gesto de contenida emoción y nerviosismo, como si fuera a emprender un largo viaje o comenzar una batalla largamente esperada.

Titania se detuvo y Beatrice corrió hasta tomar la mano de Darya. La madre esbozó una sonrisa de satisfacción y habló despacio, amablemente, pero con una voz que se adivinaba tan potente que daba la sensación de poder destruir el palacio con un grito.

—Me ha dicho mi pequeña Ángela que le ha despertado con un beso. Bienhallada seas. Me llamo Titania de Basa'rab y Danesti y soy señora de esta casa, la Cándida Rosa. Estás bajo mi protección y en lo que dure nuestro camino juntas, considérate mi hermana.

Tenía, como la niña, el pelo pajizo tirando a dorado y un peinado parecido a un tupé, pecas, también de un color igual a las de Angela y un vestido largo que era una obra de arte en seda y oro que dejaba los hombros desnudos sobre un escote recto.

Beatrice tiró esta vez de Darya hacia su madre, para juntar las manos de ambas mujeres que quedaron frente a frente.

- Tiradas (1)
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22/03/2019, 00:10
Beatrice Danesti

La que parecía más valiente y formal miró hacia Titania y tiró de su brazo, solícita, delatando impaciencia. Llevaba una versión más modesta del atuendo de la otra: blusa color beige y un lazo mucho más pequeño, dorado.

Notas de juego

2 de 4

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22/03/2019, 00:11
Titania de Basa'rab y Danesti

Titania adelantó las respuestas a las últimas preguntas de Faraz y Erik.

—Hay dos damas en el palacio, pero sólo una ha despertado. La otra sigue dormida, creo.

Y se puso en marcha, tirada por las dos pequeñas.

—J'apprécie votre "savoir-être", messieurs*.

Notas de juego

3 de 4

(*) Esta forma de "hablar con arcaísmos" es insólita en el Eón. Allí existen lo que aquí conocemos por extranjerismos, palabras tomadas lenguas extranjeras, que en el Eón serían "lenguas arcáicas" y se usan muy poco y casi nunca como oraciones completas.  Las lenguas extranjeras no existen y de las lenguas muertas apenas se conoce nada, salvo los arcaísmos y lo poco que conocen los estudiosos. Igualmente, la forma de vestir puede considerarse como salida de copias u obras de arte que hacen referencia a estilos arcáicos, pero en el Eón no hay un "estilo de antaño" o una moda pasada.

Por cierto, no tengo ni idea de francés así que perdonad mis errores en estas expresiones.

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22/03/2019, 00:21
Dr. Julius Knox

Solo el doctor entró con ellos. Sonrió sin disimular su alegría. Sus ojos de color verde grisáceo y ámbar expresaban cierta inocencia, como de animal grande y benigno, pero sus gestos y su bigote le daban un aire astuto, desafiante.

Arrastró una cama para colocarla junto a otra en forma de ele y acercó también una mesilla sobre la que colocó un artefacto parecido a una máquina de escribir que sacó de su maletín.

El artilugio parecía un ordenador muy moderno pero mucho más grueso y con más letras en su teclado, que incluía el alfabeto conocido por ellos, los números y más letras y símbolos totalmente desconocidos.

También sacó algo parecido a una linterna.

El examinado se sentaba solo en una cama mientras los otros dos esperaban en la otra.

El procedimiento era del todo desconcertante incluso para Erik.

Lo que parecía una linterna era en efecto una linterna. Primero observaba muy atentamente el iris dibujando una especie de esquema en su cuaderno.

Luego introducía unos parámetros en la máquina fruto de su observación del ojo. La pantalla del cacharro era minúscula y fosforescente. Cuando paraba de teclear la máquina hacía un ruido parecido al de una impresora de impacto y se abría un compartimento -que recordaba al de un compact disc- con un disco que parecía una placa petri que sacaba dejándolo sobre un pañuelo.

Entonces le extraía al paciente un poco de sangre del brazo con una jeringuilla sin aguja que no hacía nada de daño y que parecía funcionar por algún tipo de osmosis.  

El depósito de sangre obtenido era metido en una especie de pistola difusora y con ella el doctor rociaba de sangre la "placa petri".

Luego esperaba un minuto y volvía a meter el “disco petri” en el mismo compartimento del que había salido tras su "impresión" y con unos auriculares que llevaba en la maleta escuchaba atentamente, anotando en su libreta los resultados de sus apreciaciones.

Eso es lo que hizo con los tres sin disimular su excitación. Hacía gestos mínimos pero estudiados para tranquilizar a sus pacientes: todo estaba yendo bien.

Parecía ser alguien ducho en lo que hacía, y por miradas y leves sonrisas un tanto intrigantes, parecía abierto a cualquier pregunta o sugerencia.

Notas de juego

4 de 4

Ya podéis postear.

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22/03/2019, 13:24
Darya Gevorkian
Sólo para el director

Darya apenas tuvo tiempo de ver el gesto de Ayischa cuando oyó la puerta abrirse a su espalda. Giró el rostro y vio que las niñas volvían con quien sin duda era la madre de Angela y la señora de aquel lugar. Tuvo el impulso de bajar de la ventana de un salto como si hubiera sido sorprendida  en una falta de decoro, pero prefirió introducir las piernas en el interior y levantarse lo más tranquila que fue capaz.

El gesto de aquella dama mostraba su emoción apenas contenida. Darya imaginó cómo había debido ser su espera: años desde que fuera traída hasta aquí por el Sóter guardando con ella el secreto del origen del nacimiento de su propia hija. Al ver su rostro sintió una gran empatía a la vez que cierto disgusto por saber que muy probablemente no pudiera dar respuesta a las preguntas de aquella mujer. Ella misma y el misterio de su propia existencia dependía igualmente de lo que fuera capaz de averiguar. Y tal vez no sólo su procedencia y destino, sino también la de sus compañeros de la sala de asignación.

Beatrice se veía igualmente emocionada y corrió a sostener la mano de Darya. El aura de autoridad que rodeaba a la señora de Basa`rab se mostró aún más intensa cuando se escuchó su voz:

Es un gran honor conocerla, señora —respondió con un ademán de reconocimiento—. Le estoy infinitamente agradecida a la princesa por haberme despertado con su beso —sonrió con dulzura a la niña y no pudo evitar guiñarle un ojo—. Y os agradezco igualmente a vos por haberme cuidado y resguardado en vuestra bella casa; jamás había visto un lugar más hermoso. Espero poder seros de ayuda.

Darya volvió a sonreír a Beatrice y ésta unió las manos de ambas mujeres. Algo se estaba sellando y no podía evitar sentirse inquieta por no conocer el alcance de cuanto estaba ocurriendo.

Miró por un instante hacia la cama ocupada por la muchacha de rizos oscuros y de nuevo a los ojos de Titania.

Mi compañera todavía duerme pero, señora, si me permitís que os pregunte, las niñas me hablaron de tres hombres que dormían en otra estancia -esperaba no estar delatando alguna falta de discreción por parte de las niñas pero saber acerca del resto de durmientes era demasiado importante-. ¿Podría visitarlos?

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22/03/2019, 18:54
Ryu Akahoshi

La señora de la casa, y no estoy seguro de si lo es también del lugar, nos dice que nuestras respuestas serán respondidas pronto y nos pide que nos dejemos hacer un reconocimiento médico, del que está a cargo el señor Knox al parecer. Abrí la boca para decirle a la mujer que no me plugía que me hicieran ninguna revisación sin decirme antes el por qué ni pensaba someterme a nada pero mis compañeros intervienen y preguntan por los demás con muy buen tino, así que decido callarme y escuchar.

La mujer entonces decide darnos algo de información: luego de la revisación médica seremos alistados, supongo que más formalmente porque parece que a la señora de casa le gusta que todos estén acicalados -pienso mirando a las niñas sin poder dejar de notar lo curioso de sus ropas, de las ropas de todo ellos a decir verdad- y más tarde tomaremos té y comeremos pastas... Y esas banalidades. Aunque puedo sentir que me está agarrando hambre apenas nombra los dulces como si hubiera olvidado hasta ese momento que no había comido nada quién sabe desde hacía cuánto.

Mi mente registró en ese momento lo que acababa de decir: había dos mujeres más pero solo una había despertado, instantáneamente pensé en Medusa, en Egra y en Darya y me pregunté si se trataría de alguna ellas, miré a mis compañeros a ver qué podía leer de sus expresiones. Luego, Titania expresó que ansiaba saber y me pregunté internamente qué podríamos nosotros saber que ella deseara conocer, y si podríamos llenar esa expectativa que parecía poseer.

Todos mis pensamientos sin embargo, se borronearon y se tornaron una bruma pesada cuando quedé atrapado en la musicalidad de sus últimas palabras, que me dejaron sorprendido, ligeramente atontado, como si hubiera lanzado un hechizo en una lengua mágica... Y tenía la impresión de que algo de eso había, la melodía de esa frase me había quedado dando vueltas en las circunvalaciones de mi cerebro como una canción. De pronto, me dije a mí mismo que ese intercambio podría ser muy provechoso y me hallé yo también ansiando saber, deseando escuchar lo que tuviera para decirnos.

El Dr. Knox no me inspiraba desconfianza y accedí a su petición luego de mirar a Erik y a Faraz, mi rostro lo decía todo: esto se ponía cada vez más confuso, pero cada vez más intrigante. Me senté en la cama y observé cada uno de sus movimientos, de los utensillos que utilizaba y del extraño ordenador con el que contaba. No me agradó que me sacara sangre, para nada. Y sin embargo, allí estaba yo estirando el cuello para dar cuenta de qué hacía con ella.

Finalmente, no pude contener más la curiosidad: -Disculpe, doctor, ¿Qué es lo que está haciendo? -inquiero -¿Qué es lo que observa? ¿qué busca?

Notas de juego

Editado.

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24/03/2019, 00:19
Dr. Julius Knox

El doctor sonrió satisfecho, delatando que estaba deseando que le hicieran alguna pregunta por el estilo.

—Todos estos artilugios me ayudan a ver cómo crecen ustedes, a oír el bullir de las reacciones químicas en sus células. Me ayudan a estudiar la relación entre energía y entropía en su metabolismo... A escucharlo, a apreciarlo como una música, y para su tranqulildad les adelanto que — sonrió—, todo se escucha bien. Como si se hubieran despertado de una siesta reparadora.

Seguía trabajando mientras hablaba. Trataba con mucho cariño las cosas y su contacto físico era delicado y seguro.

La sonrisa se volvió un poco maliciosa, anunciando que iba a hacer una confidencia.

—Sus cuerpos vuelven a funcionar a favor de las leyes de la física pero su música mantiene ese misterio ígneo que tanto he escuchado en el silencio de su sopor. Intuyo que lo que sea que lo causó no se ha ido. Está en su constitución, aunque quizá en otra forma. Estoy casi seguro de eso.

Les miró con seriedad. Suspiró.

—Dicho esto, lo que busco, ya han oído a la señora de la casa, es la armonía, la belleza en esa sinfonía que es la forma de la vida en cada uno de ustedes, para poder predecir los siguientes compases y cerciorarme de que no tienen a la muerte esperando a la vuelta de la esquina. Y no, están ustedes saludables. No esperen enfermar en las próximas semanas, a no ser que hagan alguna barbaridad, claro.

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24/03/2019, 01:21
Titania de Basa'rab y Danesti

La dama acercó su cara a la de Darya, mirándola a los ojos, como si buscara algo en ellos. No había disimulo ni vergüenza en sus gestos.

—Sí, otros tres han despertado, en el mismo instante que tú. Aunque que yo sepa no les ha besado nadie— Sonrió—. Esa sincronía es muy significativa, Dios quiera que presenciemos un reencuentro. Uno de ellos, el más apuesto, se llama Ryu. La presentación oficial será dentro de un rato, abajo. Les he citado en la librería, para tomar limonada y pastas, y charlar.

Ah, ven por favor.

Tomándola de la mano la sentó en una butaca. Las niñas comenzaron a peinar a Darya, primero con sus manitas, luego con un gran peine. Mientras ellas le recogían el pelo en una elaborada trenza dejando dos tirabuzones caer a los lados casualmente Titania eligió un vestido entre otros tres o cuatro que había en un bello armario.

Era extraño, acorde al camisón. Tenía un escote muy amplio y la cintura justo debajo de los pechos. Constaba de dos capas, una que bien podría ser tul y otra que parecía seda. El escote era redondeado pero la capa de tul sobre él lo hacía de pico. Además había un gran pañuelo, beige, con un colorido bordado en los extremos, que bien podía servir a modo de chal. El vestido era de manga corta y la falda bien podía llegar hasta los pies. Los zapatos parecían pintados a mano.

—Aunque puedes confiar en todos los miembros de mi casa, si quieres contar algo de lo que nadie más que nosotras deba enterarse, este es el momento.

Miró hacia las niñas y les guiñó un ojo dejando claro que no le importaba que ellas fueran testigos de lo que se hablara.

Notas de juego

Para el vestido me he inspirado en este.

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24/03/2019, 10:53
Erik Du Mont

Erik alzó las cejas sorprendido, no seguro de por si no esperaba que si hubiese nadie más o, por el contrario, por si esperaba que se encontrase allí el resto del grupo. En cualquier caso, todas esas preguntas podría hacerlas más tarde, así que no se quejó de ninguna forma. Por lo menos aquella gente le parecía amable y la promesa de beber y comer algo era reconfortante cuanto menos, a pesar de que no estaba tan hambriento. 

En cuanto la inspección comenzó, Erik no pudo evitar fijarse en toda aquella maquinaria, notablemente más moderna que la que estaba acostumbrado a ver en los hospitales. Ni siquiera entendía que estaba haciendo ni cómo estaba comenzando a examinarles. Lo único que tenía claro es que allí usaban otros métodos, pero esperaba que fuesen igualmente efectivos. 

Otra cosa que hizo sonreír al doctor, fue observar al señor Knox tan emocionado por su revisión. ¿Curiosidad científica? ¿O simple curiosidad por ellos? Pensó la idea de que su alegría fuese por utilizar una maquinaria totalmente nueva, aunque por sus gestos medidos y la facilidad con la que se manejaba con ella, no tardó mucho en descartarla. 

Ryu, visiblemente confundido por toda esa situación, no tardó mucho en hacer la pregunta que todos se estaban haciendo y que Knox deseaba que hicieran. La respuesta dejó algo desconcertado a Erik, quien no estaba seguro de si utilizaba esa palabra... "música", para describirlo de forma poética para que lo entendieran más fácilmente, o se trataba de algo más literal. Sería una extraña coincidencia que justo antes de aparecer allí les hubiesen pedido una "canción" y recordaba perfectamente la pregunta que había hecho Darya poco antes de que despertaran allí. ¿Cuál es mi espectro Moshen...?

- Veo que es usted un apasionado hombre de ciencia, doctor Knox. Antes trabajaba en un hospital, pero nunca había visto semejante maquinaria, ni había oído hablar antes de... escuchar el cuerpo humano para comprobar su estado. Ah, pero no me malentienda, no me quejo por ello. De hecho, le agradezco todos sus cuidados. - Erik sacudió las manos en un gesto pacificador, sonriendo amablemente - Realmente me encantaría quedarme más tiempo a entender cómo funciona todo ello, incluso si me permite "escuchar" a alguno de mis compañeros; sería un honor para mí. Aunque antes me ha llamado la atención un detalle... Durante nuestro sueño, ¿ha dicho que ha oído música? ¿Es algo... infrecuente?

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25/03/2019, 11:06
Dr. Julius Knox

—El mundo ha cambiado mucho... Hemos tenido que aprender a enfrentarnos a los datos brutos y la música se ha demostrado como una forma natural e intuitiva de distinguir patrones que evolucionan del ruido.

Se acarició levemente el bigote con el dedo índice. Erik notó que el doctor era consciente de que estaba siendo críptico y hablaba observando a sus interlocutores para adivinar cuánto.

—Será un honor hacerle partícipe de nuestro Renacimiento pero tendrá que esperar. Sólo los iniciados pueden escuchar el fluir de la vida. No sólo hace falta un oído educado, también se exige un compromiso y una disciplina muy particular.

Dejó el trabajo a un lado para contestar a la última pregunta.

—No dormían. Su música era casi un silencio pero no era el crepitar del cadáver sino el siseo de un mar de niebla o de la llama de una vela. Algo que no había oído antes.

- Tiradas (1)
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25/03/2019, 13:36
Darya Gevorkian
Sólo para el director

La señora de Basa’rab parecía franca y directa y ello agradó a Darya. Se acercó a mirarla a los ojos con atención y se abrió a su escrutinio sin tapujos o disponer barreras. Había algo en esa búsqueda que le pareció que iba más allá de observar su franqueza pero no le importó. Ella también examinó con interés los ojos de la dama tratando de no resultar descortés pero sin poder evitar preguntarse acerca de qué estaría indagando.

La noticia sobre el despertar de los tres hombres hizo que suspirara de alivio y sus ojos brillaran de esperanza. La dama añadió un “Dios quiera que presenciemos un reencuentro” que le resultó enigmático ya que no parecía que nada pudiera interponerse en él si la señora así lo disponía, pero después recordó que las niñas exultaban de alegría de ver que ella misma se encontraba bien y temió que alguno de ellos pudiera estar enfermo. Escuchar el nombre de Ryu la hizo sonreír: sí, debían ser ellos pero, ¿dónde estaban los demás?

Darya se dejó conducir mientras las niñas la peinaban, disfrutando de las caricias en su pelo y el cosquilleo que se transmitía desde su cuero cabelludo a su espalda. Les sonreía divertida y despojándose de su camisón se vistió con el atuendo elegido por Titania. No pudo evitar sin embargo sentirse un poco disfrazada vistiendo un traje tan vaporoso, blanco y escotado que tan poco tenía que ver con las ropas que solía utilizar. El ver que las mangas eran cortas se fijó en el interior de sus muñecas buscando las cicatrices que habían quedado en ellas.*

Titania le habló entonces de hacer confidencias. Darya las miró una a una y se encogió ligeramente de hombros.

No señora —respondió tras meditar un momento—, sólo querría saber si hay alguien más que duerma y que si alguno de mis compañeros enferma se me deje asistirle. Soy enfermera titulada y creo que podría ayudar.

También… —dudó un instante— también pregunté a Beatrice si tenía algún hermano. Yo tenía un hermano mellizo y no he podido evitar preguntarme si… —se detuvo sin saber muy bien cómo seguir— si tal vez Beatrice también lo tendría o habría en su casa alguien parecido a él.

Retiró un momento la mirada desviándola hacia las montañas más allá de la ventana. Tal vez no tuviera sentido lo que estaba preguntando pero su corazón latía con fuerza sólo de pensarlo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo una tirada (penosa) de empatía

*Darya busca las marcas de su intento de suicidio tras la muerte de su hermano.