Vladimir buscó cobertura, lo menos que quería en ese momento era que ninguno de los presentes lo detectaran. Con mucho cuidado sacó el walkie, manteniendo la mirada atenta a donde estaba Roni y compañía.
Aquí Vlad. Vivo, de momento. Estoy en la construcción, ¿dónde estáis vosotros?
La voz del agente llegaba susurrada.
Si, llegas a un callejón despoblado y puedes seguir con la conversación.
En el camino al callejón, Giuseppe se retrasó para comentarle algo en secreto a su antiguo compañero, un simple mensaje que esperaba que el anciano lo recordara y lo transmitiera a la Agencia una vez que llegaran al Puerto Obikanui por su propia cuenta.
-En el Puerto Obikanui hay gente de la Agencia; diles de mi parte que dejen de inmiscuirse en mis asuntos y dejen de enviar novatos con el gatillo fácil a detener mis progresos... porque tan rápido como estos ascienden, se pueden caer si se desvela la verdad de sus Identidades.
Una vez en el callejón, Giuseppe Roni trató de evitar que tanto Henry Dojo como (el más probable) Kyle Kunai desenfundaran nuevamente sus armas y amenazaran a aquellos dos. A fin de cuentas, lo que este buscaba era cumplir con todos, en particular con la promesa que le había hecho a Antonio Cossi acerca de la seguridad de Ian Lego.
-Yo, Stromboli, le debo un favor a este hombre. -Comentó señalando a Antonio Cossi- Y le di mi palabra que donde fuera que estuviera, y lo que fuera que este quisiera; yo cumpliría con mi parte. -Con esta pequeña mentira, Giuseppe esperaba tener una base en la que pivotar sus planes frente a los piratas- Nuestro objetivo era el que todos sabemos, pero con que este desaparezca será suficiente para que el plan siga adelante sin ningún tipo de inconvenientes. Ya lo vieron marchar hacia lo desconocido, estando nervioso, junto con La Guardia del Mediodía. -Resumió Roni- Es por eso, Capitán, que le pido que los deje marchar hacia el Puerto Obikanui.
Con esto esperaba que el Capitán les dejara marchar, respetando la promesa y la palabra de Stromboli si es que a fin de cuentas el plan original no se veía alterado en lo más mínimo con que este se marchara sano y salvo.
¿EH? ¿En la construcción también? Joder. Nosotros estamos ahí también. Acabamos de reunirnos con el cura loco, tenía rehenes y amenazaba con otra guerra en el pueblo, así que al final no hemos tenido más remedio que ver como se nos escapaba otra vez...
Se notaba cierta pesadez en las palabras de Jones, como si aquella persecución se le estuviera alargando demasiado, además de porque se sentía atado de pies y manos.
¿Qué haces por la construcción? ¿Necesitas ayuda?
Finalmente el quinteto llegó a un callejón tranquilo en el cual podrían llevar adelante el próximo paso del plan. El cual tendrían que acordar en el momento, puesto que había ciertas diferencias entre los piratas respecto a qué era lo mejor hacer en aquella situación. Si le preguntaban a Roni, él tenía una idea. Si le preguntaban a Kyle... bueno, él quería hacer exactamente lo contrario. El único que era ambivalente ante ambas posturas era el pirata en jefe, que se esforzaba por ir en contra de su instinto asesino para dar lugar a los pedidos del cardenal.
Pero las dudas comenzaban a surgir una encima de la otra.
- ¿Y acaso no corremos el riesgo de que la... gente que nos hizo retroceder en Puerto Obikanui... les revelen al régimen que esta rata esta vivita y coleando? ¿Acaso eso no evitaría que se produzca el estallido social que tanto estamos esperando?
Kyle, que se había mantenido callado luego del incidente en el cual apuntó a Ian Lego sin la aprobación de Giuseppe, encontró una oportunidad para hacer saber su opinión nuevamente. Después de todo, lo que había fascinado a Kyle del cardenal era su habilidad de no dudar en apretar el gatillo. Y ahora... parecía que el ancianco del Vaticano tenía un lugar suave debajo de ese caparazón de sociópata.
- Si... es extraño lo que propones, compañero Stromboli. Siempre has sido una persona tan fría, tan calculadora cuando se trata de acabar con los problemas. Siempre es preferible no dejar cabos sueltos, ¿no es así?
Parecía que los dos piratas estaban buscando y encontrando algún que otro agujero en el plan del cardenal, quizá sedientos de ver correr un poco más de sangre. Pero del otro lado, Giuseppe contaba con la ayuda de su antiguo amigo del Vaticano y su aprendiz, los cuales estaban más que interesados de que el plan que siguiesen fuera el que había planteado Roni. Después de todo, cualquier otro plan implicada acabar con una bala en la frente.
- Si lo que quieren es que no se revele que estamos vivos para que ustedes aprovechen la noticia de nuestra muerte y alarmen al pueblo de Los Bloques, pues realmente desaparecemos del mapa. Creanme que sé lo que es desvanecerse sin dejar rastro. Ian y yo nos refugiaremos en la selva que hay entre Puerto Obikanui y aquí; podemos hacerlo. Realmente parecerá que Peggy nos hizo desparecer...
Tirada de Intelecto Dificultad 13 para reforzar lo que dice Antonio y convencer a los piratas.
Aunque si decides seguir con tu plan de que Antonio e Ian vayan con la gente de La Agencia, tirada de Intelecto Dificultad 14 puesto que estás yendo en contra de todos.
Vladimir, utilizando su capacidad de ser altamente sigiloso y poco perceptible, sigue a aquel extraño quinteto por la calles. Escuchando sus conversaciones e intentando descifrar qué era lo que estaban planeando. De a poco, pudo ver como se dirigían hacia un callejón solitario.
Alejémonos lo más posible de este lugar, no vaya a ser que esos dos Agentes del Régimen nos vuelvan a tratar de detener. Lo importante, tal y como dice el Capitán, es preparar el siguiente paso del plan ahora que este salió bien, pero con bastantes inconvenientes...
Al llegar al callejón, aquel grupo paró de caminar y comenzó a hablar entre ellos. La conversación, aunque agitada, era fácil de descifrar y revelaba algunas cosas de bastante peso. Giuseppe se acercó al otro anciano de barba y comenzó a hablar enfrentándose a los dos piratas que le acompañaban, gente que Ivanov reconocía del campamento.
Yo, Stromboli, le debo un favor a este hombre. Y le di mi palabra que donde fuera que estuviera, y lo que fuera que este quisiera; yo cumpliría con mi parte. Nuestro objetivo era el que todos sabemos, pero con que este desaparezca será suficiente para que el plan siga adelante sin ningún tipo de inconvenientes. Ya lo vieron marchar hacia lo desconocido, estando nervioso, junto con La Guardia del Mediodía. Es por eso, Capitán, que le pido que los deje marchar hacia el Puerto Obikanui.
¿Y acaso no corremos el riesgo de que la... gente que nos hizo retroceder en Puerto Obikanui... les revelen al régimen que esta rata esta vivita y coleando? ¿Acaso eso no evitaría que se produzca el estallido social que tanto estamos esperando?
Si... es extraño lo que propones, compañero Stromboli. Siempre has sido una persona tan fría, tan calculadora cuando se trata de acabar con los problemas. Siempre es preferible no dejar cabos sueltos, ¿no es así?
Si lo que quieren es que no se revele que estamos vivos para que ustedes aprovechen la noticia de nuestra muerte y alarmen al pueblo de Los Bloques, pues realmente desaparecemos del mapa. Creanme que sé lo que es desvanecerse sin dejar rastro. Ian y yo nos refugiaremos en la selva que hay entre Puerto Obikanui y aquí; podemos hacerlo. Realmente parecerá que Peggy nos hizo desparecer...
Parecía que estaban negociando si aquel dúo del anciano y el muchacho de gafas y lentes salían de ahí con vida o no. Y el cardenal estaba abogando por la primera opción, mientras que sus compañeros piratas estaban más alineados con la segunda. La situación era complicada, pero era cuestión de ver cómo si resolvía... a menos que Ivanov no quisiera esperar tanto.
Giuseppe Roni sabía que no podía seguir tirando para sí mismo por mucho tiempo y en algún momento tenía que dar su brazo a torcer con todo aquello, tanto hacia los piratas como en un intento de salvar la vida de aquellos dos. Por lo que, siguiendo con las directrices de Antonio Cossi este aduló a su capitán.
-Buen punto, -Admitió Giuseppe- por algo es usted el Capitán.
Girándose hacia el Capitán, este decidió tratar de encauzar correctamente la conversación en aras de apaciguar al Capitán Pirata así como mantener su palabra hacia Antonio Cossi de que ni a él ni a su pupilo les iban a pasar nada malo.
-La gente que está en el Puerto Obikanui no es la misma gente de Peggy, si lo fuera, a estas alturas el Puerto estaría en control de los Hombres de Peggy y creo que no es así. -Confirmó el Hombre de Dios asintiendo con la cabeza cual verdad absoluta- De todas formas, tal y como bien dices, es posible que si se adentran en sus inmediaciones puedan ser usados como moneda si les ven algún valor. Por lo que... ¿Qué valor tendrá para la gente que está ocupando el Puerto un par de indigentes que viven en la selva?.
Respecto a los comentarios de Kyle...
-Si quieres cazar a un jabalí no tienes que ir matando a cada ardilla del bosque, pues sus gritos pueden ahuyentar a la presa deseada. Sangre habrá... pero de los que tengan que ser desangrados.
Motivo: Intelecto
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+9)=13 [4]
Esccuchar a Vlad desde el otro lado del comunicador alivió las preocupaciones de Xaheera. Si bien no habían dejado a Ivanov con ningún peligro inminente, en aquella isla nunca se sabía cuando algo podía caerte encima. La desaparición de McTaker probaba ser un testimonio de eso.
- Creo que ya es hora de bajar. Le hemos dado suficiente tiempo a Roni y su pandilla para salir de aquí. Y si los encontramos de vuelta... pues terrible suerte para ellos.
PJNotizada.
Jack se quedó esperando, esperando y esperando... Pero no llegaba respuesta. Finalmente decidió cortar comunicaciones, con gran preocupación. - Algo le ha debido pasar a Vodka, pero quedándonos aquí de brazos cruzados esperando no vamos a hacer nada. - asentía ante la propuesta de su compañera. - Voy detrás de ti, a ver si pillamos de una buena vez a ese pirata infiltrado y nos ganamos la credibilidad de nuestros "superiores".
Con un gesto con la mano, invitó a Zeta a ser la primera a subir al ascensor, caballerosidad ante todo, al menos en ese momento, pues de normal Jack no tenía en cuenta estos pequeño detalles.
La proposición de Antonio y el respaldo de Giuseppe terminaron de convencer al capitán, que no dejó que sus dudas personales estorbaran más el camino. En realidad, lo que más le acomplejaba, al igual que a Kyle, era ver a "Stromboli" tan empecinado por salvar vidas en vez de terminarlas. Era una nueva faceta del cardenal que estaban descubriendo. Pero Henry, por lo menos, estaba dispuesta a aceptarla.
- Está bien... me convencieron. Si Stromboli pone tanto empeño en dejar vivir a estos dos, quizá haya algún beneficio para nosotros. Yo no soy un hombre de su Dios, pero creo que hay cosas que pasan porque hacemos cosas buenas y demás... que se yo, lo que quiero decir es... ya saben...
El capitán no era un hombre de filosofías espirituales, por lo que le costaba poner en palabras lo que quería decir. Pero parecía que algunas de las tantas lecturas que el cardenal había dado durante su estadía en el grupo había llegado al corazón de Henry. No había sido evangelizado, pero por lo menos tenía una idea de "karma cristiano" en su cabeza.
- ¡Pueden irse! Más vale que se vayan hacia la selva y no miren para atrás. O volveremos a la obra y esta vez no seré tan... misericordioso.
Ante el permiso de parte del capitán para irse, el arquitecto tomó la impronta y fue empujando levemente a su mentor Antonio hasta el final del callejón, alejándose del trío de piratas y también de la zona de construcción. El muchacho estaba ansioso de alejarse de aquellos malechores. Y, quizá, estaba satisfecho con saber que ya no se encontraba bajo las garras del régimen de Peggy. O tal vez le gustaba la dictadura, quién sabe...
- ¡Si, si, nos iremos y nadie nos encontrará! ¡Muchas gracias!
A los pocos segundos aquel dúo de arquitectos desapareció de la vista de los piratas. El trío se quedó allí en el callejón, solos, en silencio. Quizá presintiendo que habían puesto una increíble cuota de confianza en gente que por lo menos Henry y Kyle no conocían de nada. Solo la palabra del cardenal había evitado el baño de sangre.
- Esto es una mierda... ardillas y jabalíes...
Kyle estaba evidentemente molesto, musitando por lo bajo. Pero no iba a confrontar a Giuseppe respecto a lo ocurrido. Solo se limitó a bajar la cabeza como un niño al que le negaban un dulce. Siendo un dulce en este caso la capacidad de matar gente sin miramientos ni consecuencias.
- ¿Volvemos a la base o qué?
El grupo siguió hablando:
Buen punto, por algo es usted el Capitán... La gente que está en el Puerto Obikanui no es la misma gente de Peggy, si lo fuera, a estas alturas el Puerto estaría en control de los Hombres de Peggy y creo que no es así. De todas formas, tal y como bien dices, es posible que si se adentran en sus inmediaciones puedan ser usados como moneda si les ven algún valor. Por lo que... ¿Qué valor tendrá para la gente que está ocupando el Puerto un par de indigentes que viven en la selva?... Si quieres cazar a un jabalí no tienes que ir matando a cada ardilla del bosque, pues sus gritos pueden ahuyentar a la presa deseada. Sangre habrá... pero de los que tengan que ser desangrados.
Está bien... me convencieron. Si Stromboli pone tanto empeño en dejar vivir a estos dos, quizá haya algún beneficio para nosotros. Yo no soy un hombre de su Dios, pero creo que hay cosas que pasan porque hacemos cosas buenas y demás... que se yo, lo que quiero decir es... ya saben... ¡Pueden irse! Más vale que se vayan hacia la selva y no miren para atrás. O volveremos a la obra y esta vez no seré tan... misericordioso.
- ¡Si, si, nos iremos y nadie nos encontrará! ¡Muchas gracias!
Fue en ese momento en que tanto el anciano como el muchacho con gafas y casco se fueron de aquel callejón por el camino contrario al que se encontraba Ivanov. Los dos piratas y Stromboli quedaron atrás. Se los veía serios:
- Esto es una mierda... ardillas y jabalíes... ¿Volvemos a la base o qué?
La agente Rajah sonrió ante la cortesía de su compañero (quizá una de las pocas sonrisas que aquella situación le permitía tener) y juntos tomaron el ascensor para ir hacia la planta baja. Una vez allí, se tendrían que dirigir hacia la cabina de vigilancia al inicio de la zona de construcción, donde se encontraban Tobi y aquel soldado el cual Roni habñia identificado como el informanet pirata infiltrado. Quedaban algunas cosas para investigar en aquel lugar todavía.
Con paso decidido y pensando qué era lo que iban a decir, los dos agentes se aproximaron hasta la cabina para hablar con los dos soldados en el lugar. Rápidamente Tobi los saludó con una sonrisa, mientras que el otro muchacho uniformado mantuvo una expresión seria pero respetuosa. Era el momento de confrontarlo.
- ¿Han encontrado algo respecto a los piratas de los que hablaban antes?
El muchacho uniformado preguntó con curiosidad, intrigado por toda la cuestión de la investigación. Realmente era difícil determinar si en efecto era un "pirata disfrazado"; sus gestos y su forma de hablar se mantenían ininmutables frente a la presencia de los agentes. O era un pirata experto en el arte del engaño, o en efecto el muchacho no tenía nada que ocultar.
Zeta miró a Jones, pensando que en cuestiones de interrogaciones el más indicado para hacer de "malo" podía ser él. Aunque también estaba la posibilidad de que no necesariamente hubiese que interrogarle "por las malas". Con solo detectar nerviosismo en el aire, podría bastar para desenmascararlo.
Tirada de Percepción Dificultad 11 para detectar patrones en el comportamiento de Ben Ishimaru. Aunque si quieres ir con el interrogatorio, adelante.
Al bajar del ascensor, Jack miró a aquél chico que les había recibido antes y en vez de contestar su pregunta, se quedó observándole de arriba a abajo. Jack no era un tipo muy listo, pero si sabía de que palo podía ir alguien si observaba sus gestos y formas.
Motivo: Percepción
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 4(+8)=12 (Exito) [4]
Espero a que me digas el resultado de la tirada de percepción (saber los patrones de Ben) antes de decir nada Agus :D