Partida Rol por web

ZONA DE ENTRENAMIENTO

En la zona de entrenamiento es donde los aspirantes y jinetes suelen entrenar en batallas cuerpo a cuerpo o con armas. La sala es una enorme cúpula con columnas sosteniendo la bóveda del techo, en el centro de la sala existen varias lonas cuadradas diferencias por rings donde se combate libremente. Cerca de cada columna, se encuentran unos muñecos de madera con varias articulaciones para los entrenamientos simulados.

Cada cierto tiempo se organizarán combates oficiales. Durante los combates oficiales cada aspirante o jinete apuesta un arma de su elección como trofeo por haber ganado el combate. Las armas se tienen que ganar en cada combate, en caso de que ninguno de los dos combatientes tenga ninguna arma, se le entregará su primera arma de su elección por parte de su jefe de sección. Recordad que durante los combates cualquiera puede morir aunque hay una regla no escrita que no se podrá asesinar intencionalmente a otro aspirante si hay un jefe de sección o del pelotón presente.

Día 01 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Post narrativo

Había sido un primer día complicado. No podía llegar a imaginarme por completo todo lo que habría sido esto para Lucian. No volví a hablar con él desde su primer día por la estúpida norma de que los de primero no pueden escribir a sus familiares.

Paseé por las instalaciones sin rumbo, a solas, pensando en cómo habría llevado él todo este cúmulo de emociones. Siempre nos lo contábamos todo y, en ese momento, tuvo que ser difícil no venir a buscarme al jardín y contármelo todo mientras entrenábamos juntos. 

Mis pasos me llevaron inconscientemente hasta la zona de entrenamiento y me puse a curiosear todo lo que tenían por ahí para entrenar y las propias esteras, mientras seguía perdida en mis pensamientos. Supe que llegó hasta la Trilla porque no nos llegaron sus cosas personales hasta ese momento y a Lord Hawthorne le comentaron que habían sido otros aspirantes los que habían terminado con su vida. Todo este asunto era una locura, era tremendamente injusto que no tuviésemos opción y que fuese una cuestión de vida o muerte sin que realmente lo hubiésemos pedido. ¿Cuántas veces habría ganado él en las esteras? ¿Cuántas llegaría a ganar yo? Di un puñetazo con frustración en la garganta a uno de los muñecos de entrenamiento. 

Día 01 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Era el primer día de los candidatos de primer año y durante el día de hoy seguramente estarían conociéndose unos a otros, valorando la competencia o al menos es lo que yo haría. Me dirigí hacia la zona de entrenamiento ya que hoy Tain había decidido desaparecer del mapa y no podía ir a entrenar con ella.

Al ser primer día de todo el curso no me esperaba encontrar a mucha gente en la zona de entrenamiento, así que ignoré a las pocas personas que había y me dirigí a una de las lonas de los extremos para comenzar a calentar. Normalmente todos los sonidos en el área de entrenamiento eran iguales, dos golpes, patada y pecho; tres golpes, puño, parada y golpe... todas las artes de ataques tenían un pequeño patrón y hubo uno que me llamó especialmente la atención, solo un golpe, uno seco sin más. Giré la cabeza hasta donde se oía el sonido y vi a una de las chicas de su sección, la que había pasado el parapeto por primera vez como si fuera un juego de niños.

La miré de arriba a abajo y pude ver que aunque tenía buen físico y un movimiento sólido no me extrañaba, la mayoría de los hijos de los rebeldes solían tener el gen de la lucha pero había algo que me molestaba muchísimo de su golpe.- ¡Eii, tu...! Sí, tú, la nueva...- normalmente no me hubiera involucrado en el entrenamiento de otra persona pero pertenecía a mi sección y si en verdad deseaba recalcar mi posición sería demostrando que su escuadrón será el mejor del primer año. Me acerqué hasta ella, soltando mis armas y mi chaqueta en el suelo al lado de la lona. En cuanto estuvo a mi alcancé cogí la mano con la que había golpeado al muñeco y vi las marcas rojas en sus nudillos, ''tenía las manos pequeñas y finas'' suspiré.- Si piensas golpear en una zona como el cuello tienes que estirar el brazo mucho más, te quedas corta golpeando como lo haces lo único que lograrás es lastimarte dándole un golpe en la mandíbula, recuerda estirar lo máximo que puedas el brazo y gira un poco la muñeca y accederás mejor al cuello... Aunque sinceramente con tu cuerpo.- dije mirándola de arriba a abajo.- ...no buscaría esa clase de ataques si fuera tu...

Dia 1

Terminadas las pertinentes presentaciones del dormitorio Asterion se dirige a la Zona de Entrenamiento. Su mente no esta del todo centrada, demasiada información para el primer dia. 

De seguro que algo de ejercicio le ayudara a soltar adrenalina y poner la mente en blanco un rato. Por otra parte la planificacion es clave en la vida, si queria sobrevivir mas le valia mejorar en todos los aspectos que pudiera.

Estaba claro que no iba a distinguirse por sus conocimientos academicos. No dudaba ni un segundo de que seria superado ampliamente por casi la totalidad de sus compañeros. No era tonto en absoluto, pero tampoco habia recibido ningun tipo de educacion mas alla del "Sobrevive a aquello que venga a por ti".

Encontro la Zona de Entrenamiento bien acondicionada, con unas cuantas esterillas y varios muñecos de practicas. Tambien habia pesas y maquinas que de seguro podria utilizar para mejorar su musculatura.

Tenia que crear una rutina, algo que incluyera todos los musculos. Empezo por calentar un poco el cuerpo, unas rutinas de pesas con los distintos aparatos y medidas y descargar golpes contra los maniquis, las rutinas mas complicadas tendrian que desarrollarse a posteriori. De momento con eso seria suficiente.

Di el primer golpe, más por frustración que por ganas de querer entrenar en ese mismo momento, y poco después sonó una voz llamándome. No esperaba encontrarme al líder de sección y que fuera directamente hacia mí. 

Me giré hacia él con cierto respeto, lo último que me hacía falta es que me tuviera entre ceja y ceja. Mi máscara se rompió durante un segundo con sorpresa cuando vi que se quitaba las armas y la chaqueta y cogió mi mano. Le miré de arriba a abajo de forma rápida, hacía demasiado tiempo que no dejaba que nadie me tocase de ninguna forma. ¿Se puede saber qué le pasaba a ese tío? Había aprendido a desconfiar absolutamente de todo en el momento en el que mi padre adoptivo había recibido las noticias de la muerte de mi hermano. Todos aquí eran un posible peligro para los demás pero en el caso de los marcados siempre era peor. 

El consejo era algo comprensible, teniendo en cuenta que querría lo mejor para su ala. Sin embargo, Alec ya había conseguido desconcertarme en cierta manera ese mismo día. No tenía en demasiada estima a los jinetes, sobre todo tras haber convivido tantos años con Lord Reynard Hawthorne, y no pensaba que fuesen muy buenas personas. Además, Alec había sido un poco imbécil con Bastian antes. No pensaba, ni por un segundo, que mi líder de sección fuese alguien que entrase en la categoría de amable. ¿Entonces a qué venía todo el rollo de después del parapeto y que viniese a buscarme para darme consejitos para golpear? 

Volví a recuperar la inexpresividad, evitando enarcar una ceja cuando él me miró de arriba a abajo. ¿Qué le ocurría a mi cuerpo y por qué no debía hacer ese tipo de ataques? En otro momento, y con otra persona, posiblemente hubiese contestado de peor manera pero ya era jinete y pudiera ser que tuviera intenciones sinceras de ayudar, evidentemente en su propio beneficio, pero ayudar al fin y al cabo. Decidí aprovechar los consejos que tuviera para darme y dar tiempo al tiempo para evaluar las intenciones reales de Alec después. 

—¿Y qué clase de ataques debería buscar con mi cuerpo? —pregunté, como si estuviese delante de un profesor en una clase privada, mientras soltaba mi mano de la suya y repetía el golpe con las nuevas instrucciones que me había dado—. De todas formas... un golpe en la mandíbula con cierta fuerza tampoco es una mala opción —comenté con cierta seguridad, recordando la vez que se me fue la mano entrenando con Lucian y le disloqué la mandíbula. Estuvo varios días dolorido por ello. No quería que Alec pensase que no tenía absolutamente ni idea de pelear y que era débil, no fuera a ser que justo le molestase tenerla en su sección. 

              Los hermanos Azkarizade se presentan a la zona con lo necesario para comenzar a calentar y hacer ejercicio para prepararse para un enfrentamiento entre ellos, de manera que comiencen a practicar, entrenar, observar a los otros competidores y dejar ver algunos movimientos para adquirir confianza, seguridad, habilidad, fortaleza, resistencia y alguna arma de ser posible, Maluma de preferencia buscaría conseguir armas de contacto y Samara para usar a distancia, al mismo tiempo comenzarían cuidandose uno al otro la espalda por si hubiera algún ataque a traición de otro de los allí presentes

Día 1 después del parapeto

Después de las clases académicas, Kenneth se fue al lugar donde sabía que se iba a sentir más cómodo, al área de entrenamiento.

No invito a nadie, pero sabía que iban a usar el lugar. 

Se fue directo al lugar donde estaban las pesas y tras calentar un poco empezó a trabajar con peso.

Su atención estaba no solo en entrenar su cuerpo, sabía que los otros de primer año también vendrían a entrenar y posiblemente usarían las colchonetas, el quería ver sus estilos para ir evaluando quienes eran los mejores en el combate cuerpo a cuerpo con o sin armas

Día 1 Comienzo de la Escuela Basgiath

Zona de entrenamiento

El primer día dentro de la zona entrenamiento se encontraban pocos candidatos del primer año, aunque había algunos de años superiores repartidos por las diferentes lonas haciendo ''entrenamientos'' contra otros contrincantes pero más que un entrenamiento parecía que se batieran a muerte. ¿Tal vez por que así de duro era el entrenamiento de los jinetes?¿O es por que deseaban eliminar a la competencia?

Sea como sea cada uno, buscaba la forma de entrenar, en la zona de entrenamiento a parte de las lonas, habían muñecos de madera con varias extensiones para practicar la agilidad, la fuerza y los reflejos pero no habían armas por ningún lado.

Día 1 Comienzo de la Escuela Basgiath

Zona de entrenamiento

El primer día dentro de la zona entrenamiento se encontraban pocos candidatos del primer año, aunque había algunos de años superiores repartidos por las diferentes lonas haciendo ''entrenamientos'' contra otros contrincantes pero más que un entrenamiento parecía que se batieran a muerte. ¿Tal vez por que así de duro era el entrenamiento de los jinetes?¿O es por que deseaban eliminar a la competencia?

Sea como sea cada uno, buscaba la forma de entrenar, en la zona de entrenamiento a parte de las lonas, habían muñecos de madera con varias extensiones para practicar la agilidad, la fuerza y los reflejos pero no habían armas por ningún lado.

Día 01 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Me quedé mirando su cuerpo, ''disponía de una buena figura y estabilidad por lo que podía dedicarse a hacer movimiento más complejos y que golpeara zonas más específicas...''. Me quedé pensando internamente mientras no quitaba la mirada de encima, cualquiera podría decir que estaría admirando sus curvas, y si, aquella candidata podía tentar a más de uno en aquel cuadrante pero eso no era asunto suyo.

Escuché su pregunta pero no le respondí de inmediato.- Por tu paso en el parapeto, tienes buen equilibrio...- miré alrededor y fui hasta una de las columnas donde vi un muñeco que tenía varios brazos de madera en distintas posiciones. Lo coloqué a su lado, golpeé con el antebrazo a uno de los palos y este giró sobre el muñeco hasta que otro me golpeó por el otro lado. Aquel muñeco servía para afinar la vista y la percepción de ataques contra los enemigos.- No busques ataques directos...- volví a golpear y bloquear.- ...concéntrate en esquivar y buscar un hueco para atacar...- no era mi especialidad mantenerme a la defensiva pero aún los movimientos que hacía eran limpios.- ...si te acostumbras a detectar ataques, conseguirás encontrar puntos débiles de tu rival con mayor facilidad...- realicé un último golpe en seco que hizo que la madera crujiera bajo mi puño.

Le dejé paso para que lo intentara, no esperaba que hiciera unos ataques o bloqueos limpios pero su prioridad era que percibir los diferentes golpes que le llegaría a ella.

Día 1 Comienzo de la Escuela Basgiath

Zona de entrenamiento

​​​​​​Kenneth se ha Ia ido a la zona de entrenamiento, para el era importante mantenerse activo, y entrenaba fuerte su cuerpo y sus habilidades de combate.

también te Ia otra intención y era analizar a los demás. No habían muchos de primer año en el lugar, pero Asterion era una cara conocida. Eso era bueno, saber que en su ala había gente que quería prepararse, bien sea por costumbre o por qué sabían lo que se les venía encima allí en Basgiath.

Desde donde estaba trabajando su cuerpo con las pesas saludo a Asterion con la cabeza.

MIentras entrenaba estuvo pendiente de como su compañero de ala entrenaba y del resto de los que estaban en el lugar. 

      - Vamos Maluma a retomar nuestra rutina deempujando y poniendo resoi entrenamiento a partir de hoy, muy temprano por las mañanas para evitar a la mayoría de los que quieran meterse contra nosotros están de mirones! -      Le susurra Samara a su hermano mientras que juntos están realizando ejercicios de estiramientos, calentamiento, de fuerza contrapuesta cargando,  empujando y oponiendo   resistencia de manera alterna, para terminar con unos round de pelea

Día 01 desde el comienzo en Escuela Basgiath

No comprendía a qué venía su forma de recorrerme con la mirada. ¿Estaría evaluándome o era algo más? Hacía demasiado tiempo que no tenía intimidad con alguien, de hecho solo había sucedido un par de veces, cuando tenía unos dieciésis, con otro de los marcados más concretamente. Él tenía la misma edad que yo y no había escuchado su nombre en la lista de aspirantes que se iban a reunir con Malek, así que debía haber pasado el parapeto. Desde Dante —así se llamaba el marcado— no había estado con nadie más para evitar vinculaciones, pero aquí cualquier día podía ser el último... En los segundos que tardó en responder mientras me miraba, me traté de convencer que si había alguien con quien poder disfrutar de algo de diversión antes de reunirme con Malek ese no podía ser el líder de Sección. Era una gran cagada confraternizar con un superior así. 

«No puede estar pensando en nada más y tú no debes plantearte querer nada más», me dije para cerrar mi debate interno, aunque le repasé rápidamente con la mirada percibiendo que tenía demasiado buen físico. 

Esperé las instrucciones y que me trajese el muñequito. Era una buena opción para trabajar sola, lo tenían todo pensado aquí. Me lo tomé en serio, quizá demasiado. Quería hacerlo bien, no todos los días podía tener lecciones privadas con un líder de Sección —que, además, debía ser bastante bueno— sino que por algún estúpido motivo, también quería que me considerase con suficiente potencial. 

Di un primer puñetazo inicial en la zona dónde estaría la sangradura¹ de un humano —consciente de que esto era un palo y tratando de buscar lo que sería ese punto en escala—, y rápidamente puse el otro antebrazo para intentar bloquear el palo que venía directo hacia mí. 

Dia 1

Había ido ahí para empezar su entrenamiento, no se le habia pasado por alto la diferencia fisica de sus compañeros con el. Muchos de ellos marcaban unos musculos muy superiores a los suyos. No le preocupaba en exceso, su fuerte era la velocidad, pero si le atrapaban no seria capaz de liberarse sin algo de fuerza. Comer caliente y equilibrado sin duda iba a ayudar, pero por una vez en su vida de eso se iban a encargar en el propio colegio.

Cuando llevaba un rato planificando sobre la marcha su rutina de entrenamiento y realizando los ejercicios que le parecieron mas adecuados vió llegar a Kenneth. Casi parecia su sombra, no habia forma de separarse del noblecito.

En ese momento cayo en la cuenta de lo que habia dicho en el dormitorio, del brillo acerado que había recorrido sus ojos. Tenia un objetivo, estaba mentalizado, tenia fuerza de voluntad. El no iba a fracasar. Tenía que admitir que respetaba e incluso le gustaba esa determinacion. 

Empezó su rutina de entrenamiento. Le saludo con la cabeza desde la distancia. Asterion correspondio al saludo asintiendo levemente. Al menos esta vez se quedó en su sitio. Mantuvo la distancia.

Pero se podia aprender algo de todo el mundo, sus musculos eran superiores, y estaba claro que tenia una rutina definida de entrnenamiento. De manera disimulada Asterion se fijo en los ejercicios que hacia y los fue apuntando mentalmente, cuando fue terminando los que el mismo se habia marcado fue copiando los que Kenneth habia hecho, tratando de parecer que los hacia por voluntad propia, como si siempre hubieran formado parte de sus planes de entrenamiento.

Mientras Kenneth entrenaba, vio que Asterion parecía observar todo y a todos, quizás su intención era la misma.

Kenneth estaba entrenando el tren superior,  se dedicó a lo suyo al ver que no había nadie entrenando en las colchonetas.

Vio que Asterion también estaba entrenando con pesas, inteligente no quería mostrar nada de lo que tenia

Dia 1

Empezaba a estar cansado, miro a Kenneth de reojo, casi mi sudaba ¿cuanta resistencia tenia? 

Vio que habia varios estudiantes en las esteras. 

No era momento el primer dia de jugaraela con nadie. Si Kenneth era un bonachon, pero un bonachon con un objetivo. Cuanto podia eaconder. ¿Tendria un lado oscuro? ¿Le mataria si tuviera la oportunidad solo para reducir rivales?

No parecia ser su caracter, pero ¿lo conocia lo suficiente?

Que cansado estaba, y ademas apestaba. Era hora de parar, darse una ducha y descansar.

Dejo los aparejos, se despidio de Kenneth con una breve inclinacion de cabeza y se fue a dar una ducha.

Día 01 desde el comienzo en Escuela Basgiath

La veía golpear el muñeco, no lo hacía perfecto pero sinceramente tenía movimientos muy sólidos y su técnica y concentración era muy superior a cualquier otro candidato de primer año. No creo que tenga problemas para pasar las primeras pruebas. Sonreí sin darme cuenta y crucé los brazos en el pecho mientras la veía golpear. Su cuerpo se movía muy natural como si hubiera crecido dando golpes.

Me acerqué a ella por atrás.- Vuelve a golpear...- le dije mirando su espalda y no voy a negar que tal vez mirara algo más abajo. Intenté concentrarme en la forma que golpeaba y me acerqué dejé mi cuerpo a unos centímetros del suyo.- Cuando golpees e intenta usar todo el peso de tu cuerpo...- coloqué mis manos en su cintura mientras la giraba levemente hacia atrás y luego hacia delante intentando hacerle entender como cambiar el peso de su cuerpo haciendo su golpe más fuerte. Un escalofrío me recorrió cuando al terminar el movimiento su camisa se elevó y mis dedos rozaron su piel. Por un momento pensé en introducir la mano bajo la blusa pero me aparté enseguida.- Dedícate a entrenar de esta manera y no tendrás problemas en los enfrentamientos...- dije de manera seca y hasta borde mientras me giraba hacia mis cosas. ''Maldita sea... necesitaba un polvo cuanto antes...'' me giré para mirarla un momento mientras recogía mis cosas, ''aunque será mejor que no sea con una de primero...''

Día 01 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Seguí pegando, con toda la técnica que pude, mientras él me miraba. No estaba recibiendo muchas críticas para lo cabrón que había sido con Bastian tras el parapeto. Incluso estaba siendo bastante instructivo. Seguí todas las instrucciones hasta que me tocó, mi piel reaccionó erizándose a su contacto. Había sido solo un segundo pero bastó para electrificarme. Cuando entrenaba era todavía más consciente de cada parte de mi cuerpo y había que reconocer que Alec no estaba nada mal. 

Tan pronto le tenía encima como al momento se estaba yendo y dejé de centrar mi atención en el muñequito. Me giré demasiado rápido, casi como si necesitase volver a sentir ese contacto, aunque mi parte racional me gritaba que esas reacciones eran una pésima idea. Le miré con confusión. 

El deseo se reflejaba en mis ojos y cometí el error de mirarle la boca y preguntarme qué se sentiría al tenerla besando la mía. 

Di un paso inconscientemente hacia él. 

—Alec... —pronuncié en voz baja, con un ronroneo seductor. 

Crucé mi mirada con la suya y, aunque todo mi cuerpo reclamaba su tacto, supe que empezar así debía ser un grandísimo error. Apenas le conocía y estaba por encima de mí, todo podía torcerse en cualquier momento y terminar con mi muerte.  

Suspiré y, a pesar de que el deseo por él era palpable y él seguramente lo podía percibir, me forcé a sonreír un poco de forma amable. Era la adrenalina de haber entrado aquí y de haber sobrevivido al parapeto. Seguro. Tenía que serlo por mi propio bien. 

—Muchas gracias por los consejos, Líder de Sección —conseguí pronunciar en un tono más educado y formal. Llamarle por su nombre de pila había sido tomarme unas confianzas que no creo que nadie viera bien que me adoptase tan pronto y traté de recular.