Partida Rol por web

Día 02 desde el comienzo en Escuela Basgiath

No me podía creer el desastre de día que había tenido. Sólo tenía pensado ir a echar un vistazo a los dragones de lejos tras la clase y luego entrenar. Nada más, un día sencillo, al menos en apariencia. 

Evidentemente eso no lo pude tener. Para empezar solo quería tantear a Kenneth y Asterion en el momento en el que me los encontré y parecía que Asterion tenía interés en mí, cuestión que ya de primeras no me convencía en absoluto. 

Luego, aparece nuestro Líder de Pelotón para echarles la bronca a Cassandra y Alec. Cassandra ya me había caído bastante mal desde un inicio pero eso de que «le gustaba demasiado Alec para admitirlo» me había molestado más de lo que querría admitir. ¿Qué coño me pasaba? Necesitaba sobrevivir aquí, no ir generando atracción con gente con la que me estoy sometiendo a un riesgo enorme y luego ponerme celosa como una tonta por ello. 

Entré en la sala de Entrenamiento de nuevo, esperando que a estas horas ya no hubiera casi gente y, sobre todo, que Asterion se hubiese ido ya. Afortunadamente la gente por las noches prefería estar tirándose a los demás o durmiendo que aquí. ¿Lo mío era ya obsesivo? Puede que un poco, pero es que encima Alec me había dicho que no me lo tomaba en serio. ¡Que no me lo tomaba en serio! 

Arrastré uno de los muñequitos, tirando antes mi chaqueta al suelo, y empecé a golpearlo, cabreándome más cuantas más vueltas le daba al asunto. Hay que joderse... tenía ya una buena base y estaba más aquí que en los dormitorios desde ayer mismo. Si fue salir del parapeto y venir aquí y ¡el tío me decía que no me lo tomaba en serio!

Entendía que quizá estar coqueteando con Asterion ahí arriba no era lo más normal, sobre todo porque para empezar no sabía qué coño era lo que me había pasado con él pero, ¿a Alec qué más le daba? Muchísimos aspirantes de primero habían follado ya con alguien, seguramente la mayoría, y dudaba que le fuese echando la bronca a todos por hacerlo. 

Golpeé cada vez más rápido, empezando a generar una leve capa de sudor sobre mi piel. Solo escuchaba el sonido de cada uno de los puñetazos como si pautase un ritmo trival para mis pensamientos acelerados. Pensaba estar aquí hasta no poder más o hasta conseguir que mi mente se calmase, cuestión que parecía que se me estaba complicando.

¡Y es que encima el imbécil de Asterion se pone a insultar al otro y yo me meto, como una idiota, para que no le haga nada! ¡Y Alec se ha dado cuenta!

«Soy una completa idiota», pienso recordando el susurro de mi líder de sección y estremeciéndome por ello. 

Día 02 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Debido a la distracción que tuve esa misma tarde seguía completamente tenso debido al vuelo con Cassandra aunque la tarde digamos que fue entretenida, no ayudó a relajarme. ¿Relajarme? Al ver aquel candidato tocar a Fiora algo hirvió dentro de mi y solo por eso quería arrancarle la mano. Cuando se le fue la boca dirigiéndose a mi pensé: ''Bien, ya tengo un motivo para matarte'' y un motivo que no tenía por que ocultar y si no llega a ser por la intervención de Fiora lo habría hecho sin dudar. 

No me gustaba matar por placer pero si alguien lo amenazaba era capaz de matar sin vacilar, poco más de dos años antes no habría podido hacerlo. Supongo que al final esa escuela cambia a todo el mundo y no precisamente para bien. Finalmente despejando mi mente de pensamientos absurdos que no venían al caso, volví por la noche a la zona de entrenamiento para entrenar como no lo había hecho por la tarde. 

''Mierda...'' Cuando vi a Fiora entrenar en una de las lonas sin su chaqueta y podía admirar su cuerpo estilizado, me arrepentí en ese mismo instante de ir a la zona de entrenamiento. El mismo calor que me había aparecido aquella tarde había vuelto a aparecer pero en esta ocasión en un punto mucho más concentrado y que estaba en mi entrepierna. Estaba pensando en irme cuando pensé ¿Por qué demonios debía irse? Me quedé un instante mirándola desde su espalda y ver sus movimientos, concentrándome en sus ejercicios y no en su endemoniado cuerpo que me atraía como un imán. 

Ahora molesto no solo por el calor que salía de mi entrepierna sino por que veía a Fiora golpear sin ningún sentido. Sigiloso me acerqué por su espalda y puse una mano en su cintura y acerqué mi cuerpo al suyo, ''encima olía condenadamente bien''- ¿Qué fue lo que le dije esta tarde, candidata Vossendir? - dije serio en su oído. La sujeté de la cintura para que no se pudiera girar a verme, ''¿qué demonios estaba haciendo...? A la mierda...'' No me consideraba un pervertido y nunca había obligado a una mujer a estar con él pero si al menos podía aprovechar aunque sea una pizca de aquel momento para sentir su piel contra la mía, la aprovecharía.- Ya le dije que se tomara en serio, ¿a que vienen esos golpes sin ningún tipo de sentido?

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

No escuché ningún ruido por el tremendo escándalo que estaba haciendo pegando solo por puro desahogo, todos mis pensamientos estaban muy dispersos y solo buscaba agotarme. Fuerza bruta, sin técnica, puro cansancio y nada más. 

Su mano en mi cintura me sobresaltó y me hizo parar de golpe. Tenía el corazón a mil por hora por el susto y por su proximidad. Quise girarme al instante para hacerle frente pero me tenía sujeta firmemente. Me mantenía en el mismo sitio, como si no le costase ningún tipo de esfuerzo y, por un momento, me alegré de haber hecho el numerito en la estera. Si no le costaba sujetarme, habría matado a Asterion. 

Me regañé internamente por ese pensamiento. No me debería importar que un jinete matase a un aspirante. ¿A mí que más debería darme? Cualquiera te podía traicionar en el peor de los momentos y que ya no hubiera más oportunidades, no tenía que involucrarme. 

El punto donde tenía su mano enviaba descargas eléctricas a través de mi piel.

Giré el cuello un poco, mirándole de soslayo desde los ojos hasta la boca, donde me detuve medio segundo más de la cuenta. Encima estaba mucho más cerca de lo que realmente pensaba y aún así le quería más cerca aún. ¿Por qué me lo ponían tan difícil? ¿Podría haber buscado desahogarme físicamente hoy para evadirme pero uno era líder de sección y el otro estaba empeñado en conocerme? No sabía cuál era la peor de las opciones. 

—Estoy aquí a estas horas, ¿no? Creo que me lo tomo bastante en serio —sabía que mis golpes no estaban siendo un entrenamiento como tal, sino una forma de soltar todas las emociones de una manera "segura" pero aún así no pude evitar contestarle de una forma algo desafiante. Seguía muy cabreada por lo que me había dicho antes y por su forma de agarrarme y susurrarme. Y, sobre todo, seguía cabreada por cómo me revolucionaba su presencia—. ¿Has venido a decirme que me echas de tu ala o a entrenar? 

Bajé un poco la mirada al sentir que había sido demasiado maleducada y que podía haber repercusiones por ello. Suponía que esta era también una de las razones por las que no debías enrollarte con alguien de un curso superior, siempre corrías el peligro de que te borrasen del mapa con una facilidad pasmosa. 

Carraspeé, incómoda y arrepintiéndome de haberle hablado así. Normalmente tenía mucho autocontrol pero este hombre tenía la capacidad de aparecer en los momentos donde más afectada estaba y terminar de descontrolarme.

—Líder Monrein —seguí, cambiando el tono a algo mucho más respetuoso—, ¿querría practicar conmigo?

Mi boca me traicionó eligiendo esas palabras y mis mejillas se sonrojaron ligeramente. ¿Practicar qué exactamente? ¿Qué es lo que quería que practicase realmente conmigo?

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Me encantaba a veces lo descarada que era aquello me atraía como una polilla a la luz y estoy seguro de que acabaría quemándome. Sonreí ante su impertinencia.- No se te veía muy concentrada esta tarde bueno... me corrijo si estabas concentrada pero solo en seducir en aquel aspirante.- dije mientras me apartaba dos pasos de ella esperando un golpe que no sabia si recibiría, aunque me costó una barbaridad separar mis manos de su piel.

- Me gustaría entrenar pero sinceramente esos golpes que das sin ningún sentido me desconcentran, creo que un niño podría hacerlo mejor que tu.- bajé la sonrisa para preguntar.- ¿Tanto deseas morir? Te recuerdo que aquí muchos no se toman a la ligera y tienes suerte de que yo sea tu superior y el encargado de tu ala. Si hubiera visto tu actitud de esta tarde y los golpes de esta noche aprovecharía para rebanarte el cuello.- me acerqué de manera amenazante, alzando una mano a su cuello. Quería que entendiera el riesgo que suponía estar allí pero, ¿por qué me importaba? admitámoslo de una vez que esa chica te tiene loco y por eso te comportas de esa manera. 

Al menos parecía darse cuenta de sus errores y aquello me alivió de alguna manera, solo esperaba que no bajara la guardia o al menos con la persona indicada. Me hizo recordar esa tarde con aquel tío cerca de ella y era mejor alejarme, de mal humor, ni quien me cayera bien saldría bien parado. Fue entonces cuando escuché su propuesta y me paré en el sitio dudando en que hacer y cuando la miré para mi sorpresa parecía que ella tampoco. Sonreí.- Hagamos una cosa, intenta derribarme si lo consigues no me plantearé expulsarte de mi ala aunque...- esperé un segundo y me volví a acercar a ella, le alcé la barbilla para que me mirara.- ...si no lo consigues, ¿qué sería adecuado? Sí ya sé, tendrás que acatar mis peticiones.- me alejé unos pasos de ella y me quité las armas y la camisa para que viera que estaba completamente desarmado.- Te daré ventaja, solo podré usar un brazo para bloquear tus ataques, ¿y bien, te atreves Cadete Vossendir?

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Apreté la mandíbula cuando me volvió a recordar lo sucedido con Asterion. No me dejaba pasar absolutamente ninguna. 

—Yo no le estaba seduciendo. No tengo la culpa de que él se quiera hacer ideas extrañas —dije con tono borde pero no le golpeé ni le aparté bruscamente. Estaba intentando controlar lo mucho que me enfadaba su actitud. 

En cuanto me soltó me giré hacia él en un principio con actitud algo sumisa, no era buena idea discutir con él. Sin embargo él se ocupó de hacer desaparecer esa actitud en cuanto me dijo que un niño lo haría mejor que yo. Le miré con los ojos llenos de rabia. No podía ser que me dijera eso con todo lo que me esforzaba normalmente. 

Su rápido cambio de tema avisándome de lo que hubiera hecho me apagó y me hizo mirarle algo confundida. Yo misma no había querido alargar el combate con Asterion para proteger los ases de mi manga pero decir que me hubieran matado por eso me parecía excesivo. Además, para rebanarme el cuello hacían falta armas que los de primero no tenían. 

Le miré la mano que había dejado a mitad de camino hacia mi cuello con algo de miedo y deseo. 

—Claro que no. Además yo no he hecho ningún enemigo entre los de segun... —me paré a mitad de la frase bruscamente. Sí, uno de primero tendría que hacerlo físicamente y yo no iba a dejarlo fácil. Los de segundo podrían usar armas y era verdad, yo directamente no había hecho ningún enemigo pero era hija de rebeldes. Cualquiera que viera mi reliquia, incluso de años superiores, podría tener razón más que suficiente para asesinarme y tenía que tener mil ojos más que el resto. 

Odiaba este maldito lugar, no quería estar aquí luchando simplemente por existir. Odiaba que me hubiesen metido en esta situación a la fuerza. 

Su sonrisa me distrajo y aplacé el momento de autocompasión para más tarde.

¿Derribarle? ¿Era lo suficientemente fuerte como para intentarlo? Algo me decía que ni de coña. Y ahí estaba, de nuevo, esa electricidad que provenía de mi barbilla cuando me tocó. ¿Siempre tocaba así a todo el mundo o de repente le había picado lo mismo que a Asterion? 

Si hubiera estado bebiendo, hubiese escupido toda mi bebida en cuanto él dijo lo que ocurriría si no lo conseguía y se había quitado la camisa. ¿Qué clase de peticiones...? Joder, estaba bueno, demasiado bueno. Parecía esculpido directamente por los dioses. ¿Qué conseguía Basgiath en un año? Solo con un brazo... Quizá eso lo igualase. 

Por un momento me planteé directamente intentarlo falsamente para comprobar qué ocurriría si perdía pero esto no era un juego, estaba en un sitio donde todo era un peligro y no podía demostrar ese tipo de debilidad, aunque fuera fingida. Encima el muy idiota seguía pensando que no me lo tomaba en serio. 

—Yo siempre me atrevo —dije con voz desafiante. 

Le estudié unos segundos, tratando de ignorar la forma en la que se le marcaban todos los músculos y me lancé a pegarle varios puñetazos rápidos con intención de que perdiera estabilidad, tirarle al suelo y ponerme encima. 

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

¿Me alegro el escuchar que admitía que no estaba seduciéndolo? Para que engañarme, si me gustaba que lo admitiera aunque eso no significaba que yo le pudiera interesar... Ohh vamos, ¿de verdad me estaba planteando tirarme a una de primero? Cuando todos sabemos lo peligroso que sería eso.

Me quedé completamente quieto con una mano en la espalda como si la tuviera atada, y la que lleve al frente descansaba sobre mi pierna. Comenzó su ataque y era bastante fácil de predecir, bloqueaba sus ataques con una facilidad pasmosa e incluso a mi me extrañaba que fuera tan fácil por lo poco que había visto de ella sabía que era mejor que lo que me estaba mostrando.- ¿Qué ocurre te estás conteniendo? Así no vas a lograr nada...- respondí seriamente.

En uno de sus puñetazos la cogí por la muñeca y la giré sujetándole el brazo en la espalda, la apreté pero sin llegar a hacerle daño de verdad, me acerqué a su oído mientras la tenía ahí expuesta.- ¿Eso es todo lo que sabes hacer, princesa? - susurré a su oído. 

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Me estaba parando cada uno de mis ataques con demasiada facilidad. Estaba siendo completamente vergonzoso. ¿Así pretendía que me respetara? Claro que quería que lo hiciera, extrañamente quería que me considerara lo más parecido a un igual. Vale, yo no tenía un dragón pero eso solo debería ser un pequeño retraso. 

Solté un pequeño gruñido de rabia cuando me agarró y me giró. 

«¿Princesa?». Conseguía hacerme arder de rabia, y no solo de rabia, constantemente. Sentía su aliento en mi oído y en mi cuello calentándome por dentro.

Me tenía sujeta aunque aún podía liberarme de esta. 

Pegué mi espalda completamente a él, a pesar de que me estaba incomodando el brazo que tenía él sujeto entre ambos, y noté su piel quemar en contacto con la mía. Colé el pie izquierdo por detrás del suyo y arrastré hacia la derecha. Si todo salía bien íbamos a caer los dos al suelo y conseguiría ponerme encima. 

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Sabía que lo que había dicho la cabrearía y eso precisamente buscaba esperaba que fuera ella la que me derribara y cogiera distancia porque para mi era imposible no aprovechar la situación... ''Maldita sea, parecía un maldito pervertido'' pensé para mi mismo y mientras mi mente divagaba entre la tentación que tenía en mis manos, atacó tirándome contra el suelo y subiéndose encima de mi. 

Le miré por un momento sorprendido hasta que una sonrisa se formó en mi rostro esperando que dijera algo o ver su cara de orgullo por haberme tirado. Mis manos fueron a su cintura por instinto, ¿quería protegerla de la caída? solté una carcajada cuando me di cuenta y la miré a los ojos.- Bien hecho, Fiora aunque...- siempre tenía que haber un pero.- ...si lo que querías era estar encima de mi, solo tenías que pedirlo...- dije con cierto tono de broma aunque sabía perfectamente que deseaba tenerla así pero me había sorprendido y no iba a dejar que una chiquilla que me mataba de ardor estando cerca se diera cuenta de lo que hacía con mi cuerpo.

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

La maniobra esta vez sí fue efectiva y me encontré encima de él, sentada a horcajadas. Sus manos fueron a mi cintura creando una escena bastante íntima, más aún si sumábamos que él no llevaba camisa pero eso no era lo más importante. Le había conseguido derribar, así que la cosa no pintaba nada mal para mí este año. 

Estaba bastante satisfecha y sonreí por haberlo conseguido, ampliando mi sonrisa ante su risa, hasta que volvió a hablar. Parecía que con él siempre había un pero, algo que tenía que decir para quedarse por encima y esta vez no quería quedarme callada por miedo a las consecuencias. Si pretendía avergonzarme por ser yo la que quería esto, le podía devolver sus propias palabras. ¿Tan fácil era como para que una aspirante de primero solo tuviera que pedirle estar encima?

Apoyé las dos manos en el suelo a ambos lados de su cabeza y bajé mi cabeza un poco hacia la suya, acercándonos y mirándole a los ojos. 

—¿Sí? ¿Para estar aquí solo bastaba con pedirlo? Y, dime, Alec... ¿qué más cosas sólo me basta con pedirlas? —le dije con un susurro ronroneante. 

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

No esperaba para nada su reacción ante mi descarada broma, me quedé mirándola impasible como si sus palabras no me afectaran, aunque realmente lo que deseaba era sujetarla de la cintura rodar sobre ella y devorarla pero era simplemente una aspirante, alguien de quien no debía acercarme. Frustrado volví a levantar la máscara fría que solía llevar siempre que podía, ya que no quería que me volvieran a traicionar.

Me giré sobre ella y la tumbé sobre la lona. La miré seriamente y me acerqué a su oído esta vez con una voz fría.- Ya te dije que no te fiaras...- me centré en las armas que estaban fuera de la lona y una apareció en mi mano como por arte de magia y la acerqué a la piel que estaba en su cuello.- Parece que aún no aprendes la lección pero hiciste bien en derribarme así que espero que la próxima vez, des lo mejor de ti.- y con eso levanté la mirada hasta encontrarme con la de ella. Era mejor así, era mejor que me odiara a que simpatizara conmigo así haría las cosas más fáciles. Me incorporé apartando el arma de su cuello y fui hasta mis cosas, las recogí y me dirigí hasta la puerta.

Día 2 desde el comienzo en Escuela Basgiath

No sabía qué era lo que esperaba concretamente como reacción a mis palabras pero desde luego no esa frialdad en su rostro. Me giró con una facilidad pasmosa y el sonido de su voz congelado enfrió todo mi cuerpo al instante. 

Le vi levantar la mirada hacia las armas y sentí el frío del filo en mi cuello. 

«Y ahora viene cuando me mata, por imbécil». La pena y la decepción me arrollaron por dentro mientras miraba sus ojos. Estaba convencida de que había estado jugando conmigo y que aquí terminaba todo. 

Tenía ganas de llorar, había confiado en estar segura con él e iba a morir de la misma forma que Lucian, a manos de otro miembro del Cuadrante. A pesar de todo, parpadeé rápido y levanté la barbilla. Si iba a morir, no pensaba derramar ni una lágrima. 

Sorprendentemente la sangre no estaba corriendo por mi cuello y Alec se fue con un aviso, un aviso que no podía volver a ignorar. 

Me incorporé un poco, aún en el suelo, mientras él me volvía a dejar ahí. Una oleada de tristeza me invadió y me levanté a seguir pegándole al muñequito, esta vez mucho más centrada mientras me volvía a proteger detrás de mi muralla. 

«No voy a llorar en Basgiath»

Dia 3

Otro dia en la sala de entrenamiento, la negativa del dia anterior de la profesora Loan no me habia gustado nada. Otra piedra en el camino...

La historia de su vida, tendria que sacarse las castañas del fuego el solito. Otra vez.

No podia decir que le sorprendiera demasiado, al final esa escuela cribaba a los mejores. O era capaz de seguir adelante o moriria en el intento. 

Que mas daba... no tenia nada que perder. Algo le paso por la cabeza en ese momento. ¿No tenia nada? Solo le daba vueltas a su cabeza.

¿Hasta que punto se habia complicado su vida?

Se quitó la chaqueta y volvio a quedarse con su camiseta sin mangas, al menos ahora tenia un par de mudas decentes que le habian proporcionado en la escuela. Una minima parte de su vida era mejor.

Despues de dejar la chaqueta en el suelo se fijo en sus brazos. Escualidos, muy faltos de fuerza. Si, ahora comia en condiciones pero... se fue directamente a las pesas. Estuvo levantando un buen rato. Tenia que ganar fuerza. Entonces vio los sacos de boxeo. La fuerza tardaria en ganarla, pero la tecnica. Deberia ser mas facil de aprender, y sibre todo mas rapido.

Observó como golpeaban el resto de aspirantes, especialmente los que parecian mas dotados, su postura, su velocidad, el movimiento continuo, el golpe de cadera cuando querisn imprimir fuerza, un paso alante y golpeo, movimiento lateral, era casi una danza hipnotica. 

Una danza que pensaba replicar. Se fue al saco y copio lo que habia visto.

Pronto estuvo metido en su propio ritmo y cadencia, enfocado, casi perdiendo la realidad de lo que pasaba a su alrededor.

Uno, dos, golpe, cadera, paso...

¡Mas fuerte!

¡Mas rapido!

Día 3

Si había alguien que era un fijo en aquel lugar era Kenneth. En la mañana, temprano mientras muchos dormían, Kenneth había salido a correr, no sólo bastaba con ser fuerte, tener buena técnica,se debía soportar un combate sin que las condiciones disminuyeran por el cansancio.

Después de correr en la mañanas, una ducha y a las clases.

En las tardes tenía rutinas distintas, primero trabajaba el cuerpo, hoy entrenaría sus piernas y ya después practicaría un poco en las colchonetas, para eso prefería entrenar tarde, así no había mucha gente para verlo y estudiar que podía o no hacer.

Aquel día cuando llegó a entrenar se consiguió con Asterion golpeando el saco, ya había visto que era rápido, ese era parte de su estilo de pelea, si mostraba buena técnica y fuerza en la pegada, sería alguien a quien tener muy en cuenta... Mejor tenerlo de su lado.

Antes de irse a las pesas se acercó mientras golpeaba el saco.

- Me gusta ver qué estas entrenando, no creo que Fiora te ponga las cosas fáciles.

Era obvio el tono de broma, quizás Kenneth estaba de buen humor hoy, quizás empezaba a sentirse más cómodo en aquel lugar.

- Voy a trabajar un poco con las pesas

Luego bajando la voz para que oídos curiosos no escuchasen

- después de eso, esto va a estar casi vacío, te parece si peleamos un poco en las colchonetas?

Si estaban unidos en el ala y almenos más unidos que Elrick que no solía compartir con nadie más, lo mejor era ayudarse para sobrevivir en este lugar.

Día 3 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Me dirigí hacia la zona de entrenamiento con paso firme. Unas ligeras ojeras habían aparecido bajo mis ojos pero eso no afectaba a mis movimientos, al menos aún. Si seguía así, podría haber consecuencias reales. 

Hacía muy pocas horas que había estado por aquí, cuando llegué al dormitorio prácticamente todo el mundo estaba en sus camas. ¿Y para qué? Me acaricié el cuello, justo en la zona donde seguía notando el filo del cuchillo y lo había continuado sintiendo en mis pesadillas, casi como si esperase detener la hemorragia. No había sangre, al menos no exteriormente. 

Mis pasos se detuvieron unos segundos al ver que Asterion ya estaba ahí. ¿De verdad quería volver a complicarme la vida? No, la realidad era que no. Ya le había salvado la vida una vez, complicándome mi existencia, no tenía ganas de repetir. 

Cuando seguía debatiéndome acerca de ponerme a entrenar o regresar más tarde para evitarle, apareció Kenneth y me invadió un alivio instantáneo. Les vi hablar algo de lejos, me parecía que el rubio había dicho mi nombre pero no estaba nada segura. 

Continué andando, con una fría máscara de indiferencia y me acerqué hacia ellos. 

—Buenos días, es buen momento para entrenar. Esto está casi vacío. 

Me quité la chaqueta, quedándome con un top ajustado que dejaba a la vista mi ombligo, siendo más corto que el de ayer, y un estómago firme y tonificado y empecé a estirar cerca de ellos. Mi mirada intentaba evitar a Asterion todo lo posible.

Dia 3

La cadencia y el ritmo eran hipnóticos, su cabeza daba vueltas continuamente a todo lo que había pasado en las ultimas 48 horas, casi ni se percato de que Kenneth entró y se acerco a él hasta que lo tuvo a su lado. 

¿Qué le estaba pasando? ¿Desde cuando permitía que sus emociones lo dominasen? Perder la atención, perder la concentración en la calle era fatal. Y ahí estaba, se le había acercado un tío que era grande como un armario hasta ponerse a su lado sin que casi se diera cuenta. ¿Se estaba volviendo idiota?

Y entonces lo dice... el nombre que lleva las ultimas 24 horas rondando su cabeza. La razón de sus distracciones. 

Fiora.

Le coge desprevenido, le enfada, la rabia le domina, con Kenneth, consigo mismo, con el cabrón de Alec, con el mundo. Un destello acerado cruza sus ojos, carga el puño y esta a punto de lanzarlo contra el rostro de Kenneth. En el ultimo minuto se contiene y da un mal puñetazo en el saco de boxeo. Se resiente la mano en el instante en que lo golpea.

¿Que le pasa? ¿Que tiene esa chica para provocar esa reacción en él? ¿Que culpa tiene Kenneth? Solo ha hecho una broma y casi intento darle un puñetazo.

A un tio enorme que podría devolversela con toda facilidad. Que por lo que puede observar tiene una fuerza mas que relevante en su brazo. Un tio del que no querría recibir un puñetazo en ninguna circunstancia. Y además un tio que no tenia mala intención viendo como ha actuado hasta ahora.

- Si, seguro que no lo pondrá fácil - responde escuetamente. No quiero dar mas explicaciones. Y menos a un... ¿Un que? ¿Un desconocido? No ¿Un amigo? Por supuesto que tampoco. ¿Que esta pasando en este sitio para que mi cabeza no funcione?

Y entonces aparece ella... lo que le faltaba. Es instantáneo, la ve aparecer y atrapa su mirada. La observo con atención tiene una mirada intensa y desafiante. Indiferente. Enfocada y concentrada. Se pará en seco y parece dudar.

Al final se acerca y se quita la chaqueta. Otro top ajustado y que deja ver el cuerpo perfectamente entrenado que tiene. Vuelvo a ser consciente de lo en serio que se toma todo lo que hace. 

La miro intensamente, no levanta la vista ni una sola vez, evita conscientemente mi mirada. Joder, es mucho mas lista que yo. Tiene claro su objetivo y eso lo es todo. Ojala yo pudiera concentrarme como lo hace ella.

Después de haber trabajado con las pesas y que el lugar quedó casi solo como ya el sabía que pasaría, fue Fiora la siguiente en llegar. Aquel sería un entrenamiento interesante

Kenneth se quitó la camisa, quedando con el torso desnudo, si se veía fuerte solo por su contestura, al estar sin camisa revelaba que era una gran torre de músculos.

- Yo estoy listo, quieren pelear primero ustedes o empiezo contra el que guste.

No era reto, simplemente quería entrenar. No sabía que Fiora también estaría ahí, pero dudaba que si quería matar a alguien fuese a él.

Día 3 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Sentía la mirada de Asterion sobre mí, de nuevo, pero le ignoré deliberadamente. No iba a volver a entrar en ese juego. 

Cuando Kenneth se quitó la camisa solo me permití un rápido parpadeo. El tío era una auténtica mole de músculos. Tenía un cuerpo parecido al de Alec pero tenía auténtico mérito haber entrado así. No me sorprendía que los jinetes pudieran partir lo que fuera como ramitas pero llevar 48 horas y estar así... 

¿Que si queríamos pelear nosotros? ¿Asterion y yo? Ni de puta coña. Tampoco pensaba preguntarle a Asterion si quería subir él, más que nada porque tendría que dirigirle la palabra. 

Podría quedarme callada, esperando que Asterion quisiera pelear con él pero quizá un puñetazo de Kenneth —que llegase a golpear, claro— le rompería con mucha facilidad. 

Me regañé internamente por estar pensando en la seguridad de Asterion y me recordé que había venido a entrenar. Anoche ya me lo había dejado Alec más que claro y no volvería a estar en esa posición. 

Me metí en las esteras, preparada para que Kenneth se posicionase. Si me daba... no sería ni el primer ni el último moratón que me iba a llevar en la vida. No era buena idea pelearme con alguien de otra ala de nuevo pero viendo el nivel que tenía en la mía..., mejor practicar en serio y esperar que ninguno registrase mis movimientos con intención de matarme. 

—Venga, anda, musculitos. Hasta que uno se rinda. 

Sonreí brevemente, aunque la alegría no me llegaba a los ojos, mientras le miraba de arriba a abajo. 

—Intenta no marcarme la cara —le dije, medio en broma, medio en serio. Si Alec me pillaba con el labio partido, ya podía ir contando mi vida en horas y no en días. 

Dia 3

Si, no eran imaginaciones mías. Fiora no quería ni mirarme. No se lo podía reprochar, no al menos después de la mirada que me dedico Alec y el propio comentario de Fiora antes de subirse a la estera.

Me senté apoyado en una columna cercana, apoyando mi brazo derecho sobre la correspondiente rodilla y la otra recogida por debajo. Observe como se subían a la estera. Kenneth se quito la camiseta y se quedo únicamente con el pantalón.

Siempre me había parecido grande y fuerte pero esto... Y casi le había lanzado un puñetazo. Si Fiora ya me había parecido que era como golpear una pared lo mas probable es que Kenneth me hubiera roto la mano golpeándolo.

Si me llegará a golpear con esos puños que parecían martillos de yunque lo mas probable es que perdiera el conocimiento. Definitivamente musculitos era mas que apropiado para describirlo.

Miré a Fiora, tenia esa mirada de determinación en su cara. Algo volvió a recorrerme por dentro. Sabia pelear, pero...

¿Pero que? Ella se había subido a la estera por voluntad propia. Seguro que quería analizar a Kenneth, y yo también. No parecía mal tipo pero quizá fuera un enemigo potencial. Todos eran enemigos potenciales ¿no?

Me lleve la mano a la nuca y me rasque el cuello. Aprete con fuerza durante unos segundo. Recompuse el semblante y volví a mirarlos con calma.

- Vamos damiselas, no tenemos todo el día. - Observar y analizar, aprender, para eso estaba ahí ahora.

- Musculitos jajajaj

Almenos sonaba menos ofensivo que lord como llamaban a Elrick

Kenneth se preparó para el combate, sabía que Fiora era rápida, debía adaptarse a su estilo de pelea.

- cuando gustes podemos empezar.

Ahora estaba serio, se veía que no estaba jugando ahí en la colchoneta.

Su seriedad hizo que tensase los músculos, tomándomelo más en serio. Sabía que era altamente probable recibir un buen golpe o varios pero no tenía intención de rendirme de primeras. Esto no era un combate con Asterion, era casi como pelearme con Alec. 

Si me asustaba el reto, no di muestras de ello.