Partida Rol por web

Una vez tenía la presa totalmente tomada, Kenneth empezó a apretar, sentía como poco a poco las fuerzas de Fiora la abandonaban... Pero en su desesperación saco fuerzas de donde no tenía para salir de la extrangulacion.

Para Kenneth el combate había terminado, ambos habían demostrado lo potentes que eran en el combate, quería a Fiora de su lado cuando fuera necesario

Levantándose de encima de ella, le tendió una mano para ayudarla a levantarse.

- Mis respetos, eres mucho más dura de lo que te vez.

Había sacado muchas cosas en claro de aquel combate y una es que esa mujer era peligrosa

Respirando agitadamente del subidón de adrenalina y del aire que había perdido en el rato que Kenneth me había ahogado me levanté también, algo tambaleante, sin rechazar su mano. 

—Al menos no me has destrozado la cara —dije en tono bromista, medio aturdida por el subidón. Me podía haber matado, ¿habría seguido si no me lo hubiese quitado de encima? ¿Y si me hubiese rendido habría parado? Técnicamente no estaría haciendo nada ilegal. 

Había comprobado demasiadas cosas en esa estera y una de ellas era que seguramente Kenneth era la persona más peligrosa de primero con la que podía entrar a pelearme. 

Mientras los efectos del mareo desaparecían, miré hacia Asterion, olvidándome de mi anterior decisión de no cruzar ni media mirada con él y vi la sangre. 

Apreté la mano de Kenneth, que seguía teniendo agarrada. 

—Sangre... —murmuré, esperando que él hiciese algo. 

- me pediste que no lo hiciera

Respondió Kenneth con una sonrisa. Aquel era un entrenamiento, no ganaba nada con lastimarla realmente, por el contrario perdería a alguien bueno para entrenar con el.

Cuando ella le señaló a Asterion, vio sus manos sangrando y aún seguían los golpes al saco.

Eso le había dicho mucho, Asterion no era un peleador, para endurecer los callos se usa una tabla forrada en cuerda rústica o una pared, el saco era para velocidad... Si había golpeado hasta sangrar es que faltaba callo en esos nudillos.

- Calma hermano, no es necesario acabarse las manos el tercer día.

Era increíble, Fiora y el golpeándose en la lona y quien terminaba poseído por la adrenalina era Asterion.

- Deberías parar, si llega a tocar mañana clase de combate no vas a poder golpear bien con los puños destruidos.

Dia 3

Ni siquiera me percate de que habian terminado su pelea, tampoco del dolor que me recorria los brazos desde las manos y hasta los hombros. 

Me estaba destrozando los nudillos y me daba igual. En ese momento todo daba igual.

No tenia una solucion, mis problemas no hacian mas que crecer. No encontaba ni una sola solucion.

Sin soluciones ¿que esperanza tenia de triunfar? ¿Que esperanza tenia de sobreponerme y triunfar en ese sitio?

Mas fuerte. Mas rapido. Mas preciso.

Y entonces todo termino, un sonido le saco de su hipnosis.

De repente soy consciente del dolor que sube por los brazos. 

Tengo las manos destrozadas y el saco tiene un reguero de sangre hasta el suelo.

Miro a mi alrededor. Kenneth y Fiora han terminado.

Recupero la compostura.

- Tienes razon Kenneth -respondo en voz baja, pero mi mirada se desvia inevitablemente hacia Fiora. La miro directamente a los ojos.

Siento una vergüenza instantanea. Ni siquiera puedo manterle la mirada. Bajo los brazos. Recojo la chaqueta y salgo por la puerta de la Zona de Entrenamiento sin decir nada mas.

Kenneth se queda mirando sin entender bien que es lo que pasa y viendo a Asterion largarse se gira hacia Fiora.

- Creo que no estoy entendiendo bien que es lo que sucede, paso algo?

Quizás ella pudiese explicarle un poco que había sido aquello de Asterion 

Agradecí en el alma que Kenneth hiciera algo, porque ni yo tenía fuerzas ni quería arriesgarme a algo como lo del día anterior. 

¿Cómo había acabado así? Nos estábamos peleando nosotros, de hecho casi me muero yo en esa estera. ¿Qué es lo que había hecho? ¿Por qué se había destrozado los nudillos? Ya sabía que sus golpes no eran demasiado fuertes ni tenían apenas técnica así que esos golpes eran pura frustración. ¿Frustración de qué exactamente? 

Que cruzase su mirada con la mía me sorprendió y apreté aún más la mano de Kenneth, sin preocuparme porque quizá le estaría haciendo daño. 

Me mantuve observándole hasta que desapareció de mi vista. 

—Perdona —le dije a Kenneth soltando su mano, como si de repente fuera consciente de que le estaba tocando. 

Le devolví la mirada cuando él preguntó, con dudas en los ojos. ¿Realmente quería hablar con él del tema?

—Ayer tuvimos un problema con mi líder de Sección. Al parecer consideró que coquetear —entrecomillé la palabra con los dedos— en la estera no es tomármelo en serio. No sé si pretende que me deje la vida en estas esteras o qué exactamente pero Asterion le respondió algo que no tendría que haber respondido... 

Me paré, sin tener claro si seguir o no seguir y palpé mis costillas comprobando el daño de los puñetazos. 

—¿Estás hecho de roca o qué?

Estaba solamente en el segundo día y ya tenía la cabeza como un bombo... El esfuerzo en asimilar todo lo que había leído y escuchado era un tanto abrumador para alguien sencillo como Beren.

Ahora necesitaba ejercitarse un poco y luego ir a comer algo...

Se dirigió a la zona de entrenamiento, se cruzó con varios estudiantes, tanto aspirantes como otros de primer y segundo año... Intentó no molestar.

Observó la sala, el lugar en general, buscó un rincón tranquilo y buscó si veía algo que le pudiera servir o hacer las veces de una lanza. Posiblemente un bastón largo le serviría...

Luego se puso a calentar... no quería hacerse daño. cuando ya estuvo entre sudado pensó que era la hora de ir a los estafermos o lo que se asemejara a ellos. Es como le enseñó su amigo allá en su aldea... Luego le permitía enfrentarse a él para ver como evolucionaba. 

Beren recordó con una sonrisa las palizas que recibió la primera semana de entreno... Con el Arco era bueno, pero con la lanza era un neófito por aquel entonces. Ahora se defendía, pero obviamente era consciente de que tenia que mejorar notablemente para evitar que cualquiera de la escuela pudiera vencerle con facilidad...

Ciertamente el ejercicio le fue bien ya que su cabeza se despejó y contrariamente al pensamiento de que podría olvidarse de muchas de las cosas leídas y oídas, se sorprendió de como las había asimilado. Aunque también había servido para que su apetito se disparara...

Por la tarde quería pensar que hacer...  Le gustaría ver a un Dragón Verde... eran sistemáticos, inteligentes... posiblemente los mejores para poder conversar, debatir o racionalizar. Los mejores planes debían de salir de una mente superior y por lo leído Beren creía que un Dragón Verde superaba al resto en eso... Habría dragones mas despiadados y fuertes, grandes o dañinos, pero al cazador le interesaba una mente capaz de entender las cosas.

Era arriesgado acercarse al Campo de vuelo, pero por otro lado era la única manera de ver a un Dragón Verde... claro que no podría evitar ver a otros dragones y muy posiblemente que ellos le vieran a él...

Tras comer acabó decidiéndose a ir a buscar a la Profesora de Dracología. Quizás ella pudiera decirle como hacer para poder saber mas de los Dragones Verdes...

- Creo que el problema de Asterion es que en algunos momentos su boca va más rápida que su cerebro.

Al parecer entre ellos la tensión la había sentido su jefe de sección y eso no le había agradado.

- No entiendo por qué le podría molestar que coqueteen, no están prohibidas las relaciones entre aspirantes o jinetes... A menos que el tenga interés en ti.

Ante el último comentario de Fiora, contesto con una sonrisa.

- Digamos que me he preparado bastante antes de venir, los hijos de noble podemos pasarla mal aquí si no nos acostumbramos al trabajo duro.

Día 03 desde el comienzo en Escuela Basgiath

—Si no consigue morderse la lengua hará que lo maten —aseguré sabiendo que si yo no hubiera montado una escenita, Asterion podría no haber estado ahí. 

Fruncí el ceño con su siguiente afirmación y empecé a negar rápidamente.

—No, no tiene ningún tipo de interés en mí. No le conozco de nada. Simplemente es... estricto... No veas la que le cayó a Bastian cuando le pusieron bajo su mando —dije con una pequeña sonrisa—. Al parecer considera que mi talento se desperdicia con lo que sucedió ayer, dice que no me lo tomo en serio —terminé poniendo los ojos en blanco, evidentemente consideraba que me lo tomaba suficientemente en serio como para que me dijeran esa tontería. 

»Además... Asterion y yo no coqueteamos —recalqué, mirando el charquito de sangre—. Ya te dije ayer que no era una cita.

Su sonrisa suavizó mi preocupación. 

—Debes de querer estar aquí con demasiadas ganas para machacarte así... Hacía tiempo que no entrenaba de esta manera con alguien. 

- Si le toca aprender a frenar la lengua

Cuando escucho sobre el jefe de sección asintió

- Lo entiendo, quiere sacar lo mejor de su equipo a cargo. Pero no cuestionaría tu desempeño, eres buena en el combate, si tienes puntos débiles de seguro serán otros.

Cuando volvió a repetir lo de que no era una cita solo le quedó volver a reírse.

- Si claro como digas, pero creo que les puede ir bien juntos jajaja... 

- Si, llevo años preparándome para esto, por eso trato de endurecerme lo más que pueda... Por cierto gracias por entrenar conmigo, es bueno tener a alguien bueno con quien pelear.

La mención de mis posibles puntos débiles me puso en tensión. ¿Los estaba evaluando? Maldita sea, ¿no había opción de bajar un poco la guardia ni cinco minutos en ese sitio?

Puse los ojos en blanco ante su risa y le di un pequeño empujón en el brazo.  

—Punto uno: ni siquiera me gusta. Punto dos: aunque así fuera... aquí apenas puedes considerar que hay amigos, imagina una pareja. 

»Podría haber reconsiderado meterle en mi cama pero él... —me detuve unos segundos— no parece buscar justo eso —¿cómo le podía explicar que Asterion parecía empeñado en conocerme y yo eso no lo pensaba permitir?

Me acerqué hasta nuestra ropa y le lancé su camisa mientras yo cogía mi chaqueta y me la ponía. 

—Anda, ponte ropa, a ver si voy a empezar a considerar meterte a ti en mi cama —le dije con tono bromista pero sin que esa diversión llegase directamente a mis ojos. No iba en serio, solo quería que dejase de hablar de Asterion y yo. 

Sonreí con su agradecimiento. 

—No creo que vayas a tener mucho problema en este sitio, a no ser que te ganes algún enemigo que quiera matarte y, aún así, lo tendrían complicado. ¿Tu familia lleva bien que te metieras aquí? 

»Cuando quieras una pelea seria, aquí me tienes, siempre que no intentes matarme, claro. Paso más tiempo aquí del que me gustaría pero en fin... tampoco es que tengamos una amplia red de divertimento —o que fuera capaz de divertirme con ello, pensé. 

- Tienes razón aquí es difícil confiar en alguien y meterlo en tu cama... Nunca ubiese imaginado que Asterion sería un romántico jajajajja

Asterion se veía curtido en la calle, desconfiado, receloso de todo, peligroso en muchos sentidos... Pero un romántico, jajajajaj

- Nah a mi no, no quiero ganarme el odio de mi compañero de ala, prefiero evitar enemigos aquí jajajaja

Cuando pregunto por su familia, Kenneth se lo pensó un momento.

- Siendo sincero al único que le importó que yo viniese fue a mi hermano, pero tiene sentimientos encontrados. Orgullo por qué voy a ser un jinete y tristeza por qué no voy a estar con el. Pero no miedo, me cuide de que el no supiese lo que me esperaba aquí.

Desde su bisabuelo no habían jinetes en los Ironfield, su hermano pequeño no había crecido con los cuentos de los jinetes ni se había tenido que preparar para ser uno, el podía vivir una niñez feliz.

- Yo igual, vengo aquí a diario, hago un par de horas de pesas y si hay con quién practicar vengo a las colchonetas, pero siempre al final del día, prefiero que no me vean mucho.

No era tímido, solo que no quería ser medido

Día 03 desde el comienzo en Escuela Basgiath

—Yo no he dicho que sea un romántico —murmuré con fastidio. 

Me apoyé en una de las columnas. 

—¿Y a mí qué me consideras? ¿Enemiga? Al fin y al cabo ni siquiera somos del mismo ala. 

Comprobé con atención cada mínimo gesto de Kenneth con una atenta mirada.

—¿Cuántos años tiene? Miedo no, ¿eh? ¿No has pensado en lo que pasaría si él decidiese seguir tus pasos sin saber lo que le espera? ¿O si murieras aquí dentro? —mi voz sonaba inexpresiva, como si simplemente estuviera barajando las posibilidades de cualquier acontecimiento y no de los sentimientos de un posible niño. 

Asentí con su última explicación, a mí me pasaba lo mismo. 

—¿Has practicado con alguien ya? Además de conmigo, claro.

- No creo que te pueda considerar una enemiga, no me conoces y por eso no creo que tengas algún motivo para querer matarme... Quizás si llega el momento en la trilla y estás interesada en el mismo dragón que yo podrías ser mi enemiga.. aunque no creo, ya me dijiste que no te gustaban los rojos.

Aquello lo dijo con una evidente sonrisa, Kenneth era alguien franco y sencillo, sabía que aún no tenía enemigos allí. Almenos no aún

- Mi hermano tiene 10 años apenas, pero le gustan más los libros que a mi, espero que cuando crezca el sea quien se haga cargo de nuestras tierras. Sinceramente no me lo imagino aquí, si hay alguien a quien extrañar afuera es a él.

Su hermano tenía una mente despierta desde muy pequeño, le encantaban los libros... Si venía aquí de seguro sería a los escribas

- ayer entrene un poco después de las pesas con mi jefa de sección... Hasta ahora solo con ustedes dos

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Sus palabras me tensaron y le recorrí con la mirada de arriba a abajo, analizándole de nuevo. Parecía que estuviera comprobando mis posibilidades otra vez. 

—Al final son los dragones los que eligen —respondí escuetamente. 

Asentí a los datos de su hermano, más pendiente de sus músculos y lo que podría llegar a ocurrir en la trilla si fuera el caso, que por el niño en cuestión. 

—Puede que sí, pero si piensa que todo esto es maravilloso podría querer entrar y seguir tus pasos. 

La mención de su líder de Sección hizo que le mirase a los ojos. 

—¿Te está entrenando tu líder de Sección? Cuanto favoritismo —dije con una sonrisa, algo forzada. Se notaba que estaba algo preocupada. 

- Así escuché, los dragones eligen... Rezo por no interesarle al mismo dragón que a ti, me agradas y a la vez no te quiero de enemiga.

Una sonrisa franca estaba en la cara de Kenneth

- Espero que no le interese seguir mis pasos, pero lo tomaré en cuenta para empezar a prepararlo cuando podamos salir de aquí.

No veía a su hermano ahí, pero debía prepararlo por si tenía esa loca idea

- jajajaj no me está entrenando, más bien fue que vine en el momento correcto y coincido con ella cuando esto estaba ya casi vacío...

Hasta ahora nadie se había fijado en el y eso era almenos una ventaja.

Día 4, final del día.

Para este día de entrenamiento Kenneth no había venido solo al gimnasio, había venido con Asterion. Por lo poco que había visto de él ayer, de su técnica para golpear, de la potencia de sus golpes y de lo mucho que habían sufrido sus puños, sabía que lo necesitaría.

Al llegar se fue directo a la zona de pesas.

- Es bueno entrenar con alguien, creo que tú necesitas pesos y ejercicios distintos, pero es bueno seguir una rutina para acondicionar el cuerpo antes de ir a las colchonetas.

Ya se esperaba alguna de las respuestas de Asterion, enigmática, quizás hiriente.

- Siendo sincero, quiero que seamos un ala fuerte y se que cuento contigo, Elrick no se que tan capaz sea, pero si el no busca compartir con nadie, no voy yo tampoco a buscarlo.

Día 03 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Le miré durante un rato que pareció una eternidad tratando de dilucidar si decía la verdad. 

—No tengo muy claro cómo funciona eso de los dragones pero creo que ellos tienen bastante más claras sus elecciones de lo que las tenemos nosotros. El problema está en aquellos que quieren garantizarse el dragón eliminando a toda su competencia. 

¿Que coincidió con ella justo en el momento en el que esto estaba casi vacío? Me quedé pensando de más en la noche anterior y en los tiempos antes de responder.  

—Después de los primeros retos no podrás esconderte mucho más, musculitos. Llamas la atención y la gente te considerará peligroso. Sí, habrá gente que te tenga el suficiente miedo como para no intentar nada pero seguramente muchos te consideren competencia seria, tanto como para querer quitarte del medio. 

Día 3

- Lo se, cuando los retos comiencen ya iremos viendo que tienen los demás, no creo que pelee suave para evitar que me noten, no es mi estilo y no soy bueno en eso. Quizás me va a ayudar tener en quién confiar un poco cuando llegue el momento de tener una diana en la espalda.

Sabía que al sobresalir en los combates muchos iban a querer eliminarlo, quizás por medios menos frontales.

- No había pensado en el que pasaría después que patiemos algunos culos en los primeros retos... No creo que solo me pase a mí, al principio van a confiarce al retarte por ser mujer, pero después de que patees al primero, también vas a levantar envidias aquí.