Partida Rol por web

Dia 2

Tensión en el rostro, no le ha hecho gracia exponerse a una pregunta. Es casi como mirarse a un espejo. ¿Estoy dispuesto yo a exponerme? Lo sabremos si me gana.

Acepta el reto y se prepara, la examino, la estudio, esta bien equilibrada y defendida. Sabe como pelear, mejor que yo, me lo temía.

Velocidad, era lo único que yo tenía, siempre había sido rápido. Tenía que hacerla caer. Era fuerte, pero si la derribaba quizá pudiera inmovilizarla. Si fallaba. No iba a fallar. No podía fallar. La calle no da segundas oportunidades.

Respire hondo, parpadee, amague un puñetazo a su cara, giré sobre mi mismo y lance un barrido a sus pies, con suerte la golpearía y desequilibraría.

Día 02 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Joder, era rápido, muy rápido. No debería sorprenderme su velocidad pero ahí estaba de nuevo, era casi imposible adelantarse a él y eso que yo no me consideraba lenta. 

No me dio tiempo a adelantarme a su movimiento y trató de lanzarme un amago de puñetazo para distraerme. Era rápido pero muy evidente. ¿Estaría comprobando si estoy atenta? Ni me inmuté ante su intento de ocultar su barrido a mis pies. 

Tenía que reconocer que era muy buena opción intentar tirarme al suelo. Nada mal, es justo lo que tenía intención de hacer yo. Sin embargo, me quedo quieta, queriendo comprobar si tiene suficiente fuerza para tumbarme. Habitualmente tengo mucho aguante para ese tipo de cosas, desequilibrarme no es una tarea sencilla pero pudiera ser que también tuviera una fuerza fuera de lo normal. Si me podía tirar, habría que probar otras técnicas. 

«Vamos a comprobarlo». 

Su pierna golpeó contra mis tobillos con muy muy poca fuerza. Le miré intensamente, queriendo saber si se estaba conteniendo o realmente no tenía la fuerza suficiente como para hacerme un mínimo de daño. 

Dia 2

Me había adelantado a ella, era rápida, pero tal y como había comprobado yo lo era mas. 

Le lancé el amago y ni se inmuto. ¿Tan evidente era? Giro sobre mi propio eje y descargo la pierna con todas mis fuerzas. Doy contra su tobillo y es como si estuviera intentando derribar un muro.

¿Pero que ostias? ¿También es ridículamente fuerte? No es precisamente pequeña, no tiene el centro de gravedad tan bajo como para resistir de esa forma sin inmutarse. Me quedo casi pasmado ahí abajo, a sus pies, mirándola con cierta perplejidad en mis ojos.

Recupero la calma en unos segundos y me dando una voltereta hacia atrás. Ni siquiera ha intentado golpearme, se ha quedado ahí plantada esperando a recibir el golpe. Un golpe que le he dado con todas mis fuerzas. Mis exiguas fuerzas. Comprendo al instante que no es combate que pueda ganar. Tiene una velocidad casi equiparable a la mía, una fuerza muy superior y obviamente una técnica superior.

¿Que hago?

Solo queda una solución, un plan se forma en mi cabeza. Me quedo observandola, atento a cualquier movimiento. La miro con intensidad a sus ojos oscuros y le hago un gesto con la cabeza mientras dibujo una media sonrisa en mi cara. Trato de mostrar una suficiencia que esta muy lejos de ser real. Mis ojos indican que es su turno de actuar. 

Día 02 desde el comienzo en Escuela Basgiath

Me quedé mirándole desde arriba durante unos segundos, lo que tardó en moverse con ¿una voltereta? Esa agilidad no era en absoluto normal. ¿Acaso sería capaz de impactarle aunque fuera una sola vez?

Mi expresión era de concentración, contrarrestando a su media sonrisa. Había sacado en claro que no tenía fuerza suficiente para golpearme, su cuerpo no era tan musculoso y tampoco parecía de los que viven entre libros. ¿Qué haría antes de esto? De pronto quería ganar a toda costa y no solo por proteger mi vida y mis secretos. Quería saber más. 

¿Me estaba dejando golpearle? ¿Para dejarse ganar? Entrecerré los ojos con sospecha. Quizá solo estuviera buscando esquivarme para tener una mejor posición. 

A pesar de todo, decidí darle, con fuerza. Tenía la sensación de que tenía una única oportunidad. 

Lancé un puñetazo directo al costado izquierdo convencida de la fuerza del golpe, pero él reaccionó tan rápido que no conseguí impactar. Por mi cara pasaron varias emociones a la velocidad de la luz: sorpresa, diversión, preocupación. 

Dia 2

Por los pelos... apenas vi venir ese puñetazo, me paso rozando y casi me había dolido. No queria ni imaginarme lo que podría hacer un golpe directo de esta chica sobre mi.

En otro orden de cosas... ¿Acaso era buena en todo lo que hacia? ¿No habia nada que hiciera ni remotamente mal?

No podia prolongar esto, no iba a ganar, era dificil de admitir, pero me superaba claramente. Lo unico que podía hacer era esquivarla, y ni siquiera eso serviría para siempre.

Solo podía jugar una carta.

- ¿Que te parece si lo dejamos en un empate? - le propuse mientras dibujaba una sonrisa amistosa en el rostro.

Me acerque lentamente hasta ella, reduje la distancia hasta casi el minimo mientras la miraba intensamente, bloquee la mayor parte de su campo visual, veriamos si había sido capaz de ganarme un minimo de su confianza, o si por el contrario terminaba con mis huesos en el suelo.

- Responderé la pregunta que quieras hacerme. Y espero que tu hagas lo mismo.

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Maldita sea, no era muy fuerte pero sí muy muy rápido. Había que reconocer que la situación estaba muy igualada, yo era mejor peleando, era evidente. Su fuerza física distaba mucho de la mía y no tenía mucha técnica pero era tan remotamente difícil conseguir acertarle que podríamos tirarnos aquí horas. Eso haría que pudiera analizar más en profundidad todos mis movimientos. Y lo que era peor, que no solo los analizase él, sino los que pudieran estar aquí. 

«Empate...».Lo medité unos segundos. Podría intentar ganar esta pelea a toda costa pero... ,miré un momento por encima de mi hombro, no podía desvelar todas mis cartas en una pelea tan larga. 

Volvió a acercarse tanto a mí como en el campo de vuelo. No me retiré, me quedé escudriñando su mirada. No me estaba dejando ganar, él sabía que no podía ganarme. Era una salida sano y salvo para él y para mí implicaba mantener el talento un poco más de tiempo oculto. Quizá para cuando las peleas fueran públicas, él habría mejorado un poco. 

—Necesitas volverte más fuerte y mejorar esa técnica si esperas sobrevivir aquí —comenté con un tono suave. 

¿Qué había sido ese tono suave en mi voz? ¿Preocupación? Yo no habría ido a puntos clave en un entrenamiento de este estilo pero el siguiente podría pegarle en la garganta o en la cabeza y Asterion podría no salir de estas esteras con vida. Conocía los rumores, se daban muchos "accidentes" en las peleas oficiales. 

—Adelante, tío duro, pregunta —respondí, aceptando el empate, con curiosidad por lo que quería saber de mí. 

Dia 2

Me rei abiertamente.

- Tio duro ¿en serio? ¿Despues de esta patetica demostración aun me has llamado así? 

¿Que había sido ese matiz en su voz? Me lleve la mano a la nuca y me rasque un poco, eso me hizo recordar algo, sonrei mirandola fijamente. Era mi momento.

No, no lo era, esa pregunta parecía demasiado personal para una persona como ella.

Ademas, quería esconder sus secretos, ni siquiera esperaba esta oportunidad. Mejor dejarla decidir. ¿Cuanto estaba dispuesta a abrirse? Su pregunta me daria la respuesta que necesitaba.

- Dije textualmente que responderia una pregunta y que luego haría una. En ese orden. Por tanto, ¿tu pregunta?

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—Bueno, al menos no eres fácilmente alcanzable. No está tan mal. Además, ¿quién soy yo para quitarte la famita? Tienes tiempo para hacer algo decente en las peleas oficiales y, con un poco de suerte para ti, no te tocaré yo como rival —dije con una sonrisa divertida. 

Vi un destello en sus ojos, parecía tener muy claro lo que me iba a preguntar pero quiso que yo fuera primero, dejándome decidir. Evidentemente para saber, a través de mi pregunta, hasta qué nivel quería responder yo. Justo lo que estaba haciendo yo. Era totalmente absurdo, era como hablar conmigo misma en muchos aspectos. 

Pensé en la pregunta durante unos segundos de más, dándome cuenta de que quería saber mucho más que una respuesta. Mi mirada iba examinando cada mínimo gesto y cambio de expresión de Asterion mientras tanto. Nos pasábamos todo el rato evaluándonos de la misma forma. Había algo en nuestro comportamiento que llevaba a pensar que lo que fuera que había antes para los dos no era una vida especialmente feliz. 

No estaba fuerte pero sí era rápido. Examinaba a los demás como en busca de enemigos constantemente y tenía cicatrices, tendría que haberse peleado varias veces para acabar así. De hecho, las cicatrices demostraban que en lo que se metiera iba muy en serio. 

—¿Por qué has entrado en este Cuadrante? —no puede evitar escoger esa pregunta a pesar de que no era la opción más segura para no abrir una pequeña parcela de mí misma. Quería confirmar mis teorías. Tenía la plena sensación de que huía de algo o alguien ahí fuera. Tener un dragón era lo suficientemente amenazador como para que otro se lo pensase dos veces a la hora de hacerte algo. 

Dia 2

- Para sobrevivir - lo dije in pensar, automaticamente. Con toda la sinceridad del mundo.

Era una respuesta sencilla, corta, directa, evasiva. La respuesta del tio duro. Era una respuesta injusta.

No queria darle esa respuesta. ¿Por que? Era la respuesta mas segura. Porque queria lo mismo de ella. Sinceridad. Queria conocer a esa chica. En apenas dos horas juntos habia conectado con ella mas que con casi todas las personas que habia conocido a lo largo de mi vida.

- Esa seria la respuesta corta. Lo cierto es que estoy huyendo de un indeseable llamado Jair el Despiadado, un jefe de la mafia de la capital. Pense que tener un dragon de mi parte aumentaria considerablemente mis posibilidades de librarme de él. Tambien imaginaba que en este estaría a salvo de él.

Volvi a quedarme mirandola con intensidad, con las manos metidas de nuevo en mis bolsillos. Le estaba dando pie a valorar si era una respuesta suficiente, le daba la opción de hacer otra pregunta. Era una chica lista, no necesitaba verbalizar mi ofrecimiento.

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Parpadeé rápido ante su respuesta, corta, concisa. El tipo de respuesta que das únicamente para cumplir. Estaba a punto de echar un pasito para atrás, responder a su pregunta de la misma manera e irme, cuando continuó hablando. 

Mis ojos brillaron con comprensión mientras le escuchaba atentamente. No me había equivocado. Esto era una huida hacia delante en busca de algo con lo que realmente tener oportunidades de sobrevivir. Si no moría en el intento, claro. Ya tenía que haber sido jodido el tal Jair como para querer enfrentarte a esto en vez de a él.

Quería preguntar más cosas, quería saber más, pero esto estaba siendo un intercambio justo. Hacer otra pregunta significaba ofrecer una respuesta más. ¿Era capaz? Llevaba casi tres años sin hablar tanto y tan en profundidad con absolutamente nadie y ahora me aterraba hacerlo. Consideré que era suficiente, una pregunta a cambio de otra pregunta, fuera de mis barreras me sentía demasiado insegura y frágil.

Asentí una vez, por ahora iba a ser suficiente. 

—Gracias —respondí suavemente a su sinceridad y me quedé mirándole, esperando su pregunta.

Dia 2

Ahí estaba otra vez. Comprensión y miedo. La pregunta que le hiciera a continuación sería respondida con sinceridad. Pero le iba a costar hablar tanto como a mi.

Por un momento me plantee preguntarle una tontería, dejarlo pasar, dejarle conservar sus secretos.

Que estupidez. No solo quería saber mas de ella, sino que además, si hacía eso iba a ofenderla. No estaría tomándome esta conversación tan en serio como lo hacia ella. Despreciando lo que me ofrecía como si fuera cualquier bagatela. La respetaba mucho mas que eso. Se lo había ganado. Desde el primer momento.

Volví a fijar mi vista en sus ojos ¿tenían un leve brillo dorado? Me dio la sensación de que podría perderme en esos ojos durante una eternidad.

- ¿Quién eres Fiora? -Era una pregunta tan general como imprecisa, le daba la oportunidad de responder lo que quisiera, y a la vez era la pregunta que mas le importaba, que escondía esa fachada de indiferencia y confianza absoluta que siempre mostraba. Casi me sentí estúpido al instante ¿Habría desaprovechado mi pregunta?

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Apenas estaba respirando de lo enfrascada que estaba en esa conversación, en averiguar cada mínimo detalle no verbal que escapase de sus barreras.

Su pregunta me hizo exhalar de golpe, casi sorprendida. No era una pregunta muy concreta respecto a algo que no quisiera contestar pero en cierta manera era aún peor. Peor porque ni yo misma sabía la respuesta. ¿Quién era? ¿Ahora? ¿Antes? ¿La versión que veía el resto? ¿La que me había forzado a ser? ¿La que se había roto varias veces?

Un recuerdo, que me había esforzado en esconder bajo telas de indiferencia, emergió de repente. Una carta y una mochila. Las lágrimas silenciosas. El grito. El silencio. Los golpes. Los nudillos casi en carne viva. Las pesadillas. Todo se sucedió rápidamente por mi mente, ahogándome en dolor. En absoluto esperaba que nadie hiciese un agujerito en la muralla por el que todo escapase. 

—No lo sé, desde hace casi tres años no sé quién soy. Lo único que tengo claro es la imagen que me devuelve el espejo pero no sé si esa soy yo —dije con la voz levemente temblorosa, al borde de quebrarme. Era la respuesta más sincera que había dado en mucho tiempo y estaba reconociendo algo que no me había permitido reconocerme ni a mí misma. 

Me quedé paralizada después de haber respondido eso, inspiré rápidamente y enfrié mi mirada, reparando la muralla a toda velocidad. ¿Estaba completamente loca? No le conocía de nada. ¿Cómo se me ocurría decir eso? 

Dia 2

No esperaba eso. Se habia roto, habia sido un unico segundo, solo en su respuesta, pero lo suficiente para desbordar todas las barreras, todo lo que habia construido y ocultado tras esas barreras.

No era lo que queria. Si, habia sido totalmente sincera. Y la habia hecho sufrir, algo que no tenia ninguna intención de hacer.

Se habia recuperado casi al instante, habia reparado la muralla detras de la que se escondia. Sabia lo que era eso. Avanzar sin mirar atras, un dia tras otro, sobrevivir y luchar sin un solo respiro.

Levanto una mano y la puso suavemente en su mejilla, con el pulgar cerca de unos ojos que aun mostraban los estragos que habia causado su pregunta, unos ojos que no se permitian derramar una sola lagrima.

¿Debia disculparse por esa pregunta? ¿Que diablos le habia pasado para tener un pozo de tristeza como ese?

- ¿Quieres saber lo que yo veo? Veo a una chica increible, mas fuerte que cualquiera de las que cruzó el parapeto. Veo a la siguiente jinete de dragon de la que hablaran las historias en el futuro.

Pero sobretodo veo a una autentica superviviente, alguien que sabe lo que es sufrir en esta vida y que aun asi se ha sobrepuesto a todo y todos, alguien que triunfará en todo lo que se proponga, porque sabe que fracasar no es una opción para ella.

En ese instante fue consciente de su proximidad, lo cerca que estaba de ella. Volvio a fijarse en sus rasgoa delicados y suaves, en sus labios redondos y bien torneados, notaba su aliento en la mano. La intensidad del momento.

¿Que habia pasado para que se abrieran tanto el uno al otro? Se conocian hace apenas unas horas !!!

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Me quedé completamente congelada cuando me puso la mano en la mejilla. No sabía qué hacer. No quería simpatizar ni acercarme a nadie. Era peligroso, siempre lo había sido. 

Observé sus ojos, sus labios, la tensión que parecía haber crecido entre ambos en tan poco tiempo. Esto era completamente imposible. Sin embargo, sorprendentemente me encontré moviendo mi cabeza unos milímetros hacia delante, recortando la distancia entre nuestras bocas... hasta que me di cuenta de algo: estaba tratando de animarme. Eso es algo que corté de raíz hace mucho tiempo, algo que me llevó a dejar de un día para otro la compañía de algunos como Dante. Si alguien sentía la necesidad de animarme significaba que había un motivo para que lo intentaran y eso no podía ser. No podía sentir esas mierdas. 

—No me conoces de nada —respondí de forma un poco borde mientras retiraba algo bruscamente mi cara de su mano. En el fondo sabía que Asterion no tenía la culpa pero todo me estaba saturando. 

Di un paso hacia atrás, enfadada conmigo misma por haber permitido que esto sucediera pero aún mirándole con cierta confusión, como si realmente le conociera mucho más de lo que lo hacía y notando dolorosamente la ausencia de su mano.

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Después de la locura de vuelos que me hizo hacer Cassandra con sus locas maniobras, estaba completamente engarrotado y quería hacer unos cuantos estiramientos en la lona antes de continuar con lo que quedaba de día pero al llegar mis planes se deshicieron como la espuma. ''Primero una y luego la otra''

Me quedé apartado viendo como peleaba con otro del primer año y parecía que iban a para cuando él se acercó a ella y la acarició en confidencia. ''¿Qué demonios...?'' Mi cuerpo se tensó por un momento y me quedé mirando al tío que estaba con ella y por algún motivo que desconocía quería cortarle esa mano, si, esa mano que la había tocado y cuando ella se apartó de él, no se que se me pasó por la cabeza que decidí intervenir. ''Cada día me entendía menos a mi mismo...''

- Vaya, vaya...- dije mientras me acercaba dando un par de palmadas rítmicas.- ...no me extraña que haya tan bajo nivel este año si a lo que se dedican los de primero es a coquetear, en vez de centrarse en lo que tienen que hacer...- dije mientras miraba a Fiora con una mirada que literalmente podía asesinarla y mi mirada fue hasta el chico parado en frente de ella. Aunque mi postura se quedó relajada y pegada en el sitio, mi mirada parecía querer quemarlo allí mismo.- Me da igual lo que hagas tu con tu tiempo libre pero, no entretengas inútilmente a los de mi ala, ¿entendido? - le dije advirtiéndole y me giré nuevamente a Fiora.- Y tu... o te dedicas en serio a trabajar o te echo de mi ala.

Dia 2

Estaba acercando su boca hacia mi, apenas unos milimetros mas y nos fundiriamos en un beso.

De repente se retiró, aparto bruscamente mi mano de su cara y me miro con esa mirada desafiante y fuerte que normalmente veia en su cara. Habia vuelto a erigir sus escudos y defensas. Y a mi q¿ue me había pasado? Donde estaban mis escudos, derrumbados junto a los suyos. Tendría que reconstruir esas mismas defensas. No sobreviviría un segundo en este sitio sin ellas.

"No me conoces de nada" Eso habia dicho, tenia razon, no hacía sino recordarmelo una y otra vez. Y aun así no tenía sentido. Era cierto, no la conocia, pero a la vez me parecía conocerla de toda la vida. Supuse que a eso se referia la gente cuando hablaba de quimica.

Aun notaba el calor de su cara en la palma de mi mano.

En ese momento llegó Alec, el lider de su sección, el tio del dragón azul. Su porte era amenazante y sus palabras despreciativas. No me gustaba, y de donde yo venia uno no huia de ese tipo de situaciones. Es evidente que me faltaba información.

- No deberias preocuparte por los miembros de tu sección, a fin de cuentas tu eres la prueba de que cualquiera sin talento puede conseguir vincularse a un dragón.

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Seguía mirando a Asterion, enfadada conmigo misma, y queriendo comprender lo que acababa de ocurrir cuando escuché el tono de voz de mi líder de Sección y sus palmadas. Me quedé completamente helada y me giré hacia él avergonzándome cada vez más según él iba hablando. 

Por un momento pensé que se subiría a la estera y me asesinaría ahí mismo. Nadie le iba a decir nada por ello tampoco. 

La situación me preocupó durante un instante pero el comentario final me hizo enrojecer violentamente de rabia. ¿Me acababa de amenazar con expulsarme de su ala? ¿Que no me lo tomaba en serio? ¿Me estaba vacilando? Me quedé mirándole unos segundos, apalizándole mentalmente. Le habría dicho de todo por flipado y sobrado pero respiré, conteniéndome, y estaba empezando a asentir cuando escuché a Asterion hablar. ¿Qué estaba haciendo? ¿Estaba insultando a un líder de Sección? ¿Estaba completamente loco? Sabía a ciencia cierta que Alec llevaba armas e intuía que podía ser más rápido que yo, un peligro más que evidente para la vida de Asterion. Era un aspirante, nadie iba a lamentar su muerte a manos de un líder. 

De manera automática me giré hacia él y le pegué un empujón fuerte, con cierta violencia, mínimo con intención de hacerle tambalearse.

—¿Quién te has creído que eres? ¿Acaso tú has llegado a Líder de Sección o crees que remotamente tienes potencial para serlo en un futuro? —le dije con frialdad con un sonido nasal de suficiencia aunque mis ojos al cruzarse con los suyos reflejaban una mezcla de preocupación y miedo—. Si tienes algo que decir, se lo dices a tu líder de Sección, no al de los demás. Ah, y deja de asumir que conoces a la gente a tu alrededor o la próxima vez que te subas a una estera conmigo no sales de ella. 

Me bajé cabreada, y preocupada por si Alec no pensaba tolerar esa contestación, y recogí mi chaqueta del suelo dándole la espalda a Asterion. En mi espalda, por la parte superior del top se vislumbraba con mayor claridad la reliquia. 

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Me estaba planteando rajarle el cuello por su impertinencia, aunque hacía mucho tiempo que nada que pudiera decir un cadete de segunda podría afectarme o alterarme y deseaba pegarle un pequeño susto para que aprendiera la lección. Fue entonces cuando Fiora se me adelantó y le empujó. Me quedé un instante mirándola, sabiendo perfectamente lo que tramaba, sonreí para mi. 

Cuando se dio la vuelta me fijé la marca de su espalda y mil cosas pasaron por mi cabeza, miré desde el sitio donde estaba al tío que se había quedado parado y fui detrás de Fiora, le pasé un brazo por los hombros y la acerqué para susurrarle algo. En cuanto me aseguré de que me hubiera escuchado y estábamos fuera de la vista del otro tío la solté y seguí mi camino.

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Sonreí en su oído y le susurré.- Bonita actuación, Sweetie

Dia 2

Fiora me empujo violentamente y me hizo retroceder, casi caer de culo de hecho. Aunque sabía a ciencia cierta que si hubiera querido tumbarme lo habria hecho sin ningun esfuerzo. La diferencia de fuerza era patente. Debía entrenar, estaba mas que claro.

Me gritó en la cara y me recriminó airadamente. Incluso me amenazó de muerte.

Todo ello me habría dolido enormemente, si no hubiera visto sus ojos. ¿Eso era miedo? Pues claro que era miedo. ¿Que me había pasado? Habia insultado a la cara a uno de los lideres de Sección. Un tio que estaba vinculado a un dragón, un tio que podía matarme de forma legal sin que nadie cuestionara sus actos.

Mire a Fiora con intensidad a los ojos, espere que pudiera leerme esta vez tan bien como llevaba haciendolo durante el breve tiempo que habiamos compartido. Espere que pudiera ver mi agradecimiento, me había salvado la vida con sus actos y no podía siquiera darle las gracias, no si quería salir de esa vivo. Alec todavía estaba ahí, aun tenía la sarten por el mango.

Cuando se dió la vuelta y se bajó de la estera para irse pude ver nuevamente esa marca asomando debajo de su top, una marca azul, lo que nuevamente me pareció un tatuaje. Había perdido mi oportunidad para preguntarle a Fiora por ella, me picaba la curiosidad. Esperaba tener opción de preguntarle en algun momento. Alec tambien la estaba viendo, y su cara era todo un compendio de reacciones. ¿Que coño era esa marca?

Siguio a Fiora y le paso un brazo por los hombros, se acerco a su oido y le susurro algo. En ese momento me hubiera gustado tener una daga en la mano. 

Otra vez... un pensamiento suicida provocado por ella. ¿Que cojones me pasaba?

Fuera lo que fuera, por extraño que pareciera, no podía negarme a mi mismo una verdad. Me gustaba.