Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

2 de diciembre del año 750

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05/09/2016, 18:06
Ivalic Yannof

-No creo que pueda manejar una ballesta Herr Urik, parece incluso más difícil que el arco de Vjelkus y ese no era capaz de utilizarlo. Tampoco he disparado nunca, pero si usted me enseña... ¿Cree que mi madre me dejará disparar? Eso estaría bien ¿No?

Ivalic obedeció y recogió todas las pertenencias de Arik y fue metíendolas en su mochila sin fondo.

-Creo que ya lo guardé todo. ¿Cree usted que podrán tirar la puerta? Es muy pesada... Pero si quiere puede dejarme la alabarda y yo le doy ese aceite de bendecir. ¿Eso le hará más daño a los lobos? Que pena que no esté el padre Danovich, podría bendecir todas nuestras armas y así acabaríamos con los elfos lobo antes...

Se quedó atento a la conversación de los adultos mientras decidían cual sería el mejor lugar para plantar cara a los elfos lobo, Ivalic no sabía decir cual era mejor, por fortuna los adultos sopesaban todas las posibilidades para encontrar la posición más ventajosa.

-No te preocupes Parriwimple, yo puedo enseñarte, soy hay que saber sumar y restar. Y los número claro. Te sabes los números ¿No?

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05/09/2016, 20:43
Herr Urik von Teudeldorf

- "Si ambos lugares son igual de espaciosos, supongo que quizá sean mejores las cuevas subterráneas. Podríamos usar los restos de ataúdes para poner una suerte de barricada que entorpezca el paso de los hombres lobo. También podríamos tender otras trampas." -

Pregunto a los aldeanos si pueden traer cuerdas y herramientas, como estacas. Les pongo a trabajar en trasladar a toda la gente a la cueva, los más débiles en la parte más profunda y segura, la más apartada de la entrada.

Reúno los cubiertos de plata y encargo al herrero y al carpintero Limutnova que los conviertan en lanzas improvisadas atando los cubiertos de plata a un bastón lo bastante largo como para constituir una lanza larga. Aporto para ello mi cuchillito de plata.

Encargo a Ivalic la tarea de montar las trampas, usando para ello el material de Arik tal y como ha sugerido Frau Helene. Le pido a Parriwimple y a Herr Limutnova que ayuden con la barricada.

Encargo a Frau Helene supervisar el traslado de la población civil, en especial los más débiles, como ancianos, mujeres no combatientes y niños.

Pido entre los varones voluntarios para ayudar, trasladando agua, mantas y otras provisiones básicas al interior. También a los más capaces les encargo reunir palos y antorchas. Se quedarán en la periferia de nuestro grupo aventurero, proveyendo de luz y ayudando a pinchar a los licántropos con las "lanzas" largas con punta de cubertería de plata que podamos improvisar con ayuda del herrero y del carpintero.

Les hago reunir también los arcos y ballestas que tengan.

Le doy a Frau Helene mi aceite de bendecir arma, y le digo que llegado el caso debe de aplicarla sobre el garrote de Parriwimple, mientras que el aceite de arma encantada que tenía Arik será aplicado en mi alabarda.

Voy de un lado para otro ayudando en todo lo que puedo, animando a la gente, supervisando el establecimiento de defensas. Les pido a la gente del pueblo que traigan los cepos matalobos que tengan.

Antes del ocaso, cuando ya todo el mundo está en el interior de la cueva y a salvo, terminamos de poner cepos, estacas afiladas, cuerdas para hcer tropezar, y las trampas sugeridas por Helene que Ivalic se ha ocupado de instalar.

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia: Organizar la Defensa

Tirada: 1d20

Resultado: 13(+11)=24

Notas de juego

- Diplomacia: Organizar la Defensa: 24. - No sé si está sumado el bono de +2 que me da mi capa chula y guay.

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07/09/2016, 09:43
Paolo el Herrero

Ivalic mostró a Parriwimple los dedos para contar, y eso desplazó lo suficiente su centro de gravedad como para que el niño cayese hacia atrás del peso de su mochila, quedando como una tortuga boca arriba. Quizás la coraza pese demasiado para llevar de paquete.

En cuanto a la organización de la defensa... todo el mundo hacía caso al Caballero del Cuervo, pero eso no significaba que tuviesen la maña necesaria para cumplir sus instrucciones. Algunas cosas funcionaron bien. Con los dos caballos del carro de los Litmunova y las dos tumbas abiertas, fueron bajando el doble de rápido a los aldeanos. Otras no funcionaron. Ivalic tenía realmente complicado fabricar las trampas, y más cuando por el pasillo no dejaba de pasar gente.

Disculpa, Urik. Ehm... ¿Su nombre es Urik, verdad? Es sobre su encargo... Los vecinos me han traído cubiertos de brillo metálico... pero de acero. No distinguirían la plata ni aunque estuviese señalizada con un letrero. Así que... en realidad solo dispongo de un cuchillo de plata-el aportado por el propio Urik, que perteneció a la familia de los Indirovich-¿Lo pongo en un palo igualmente? ¿Debo dárselo a alguien?

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07/09/2016, 09:57
Mary Bogoescu

¿Y mi hija...? No puedo ir ahí abajo si mi hija no ha llegado... Ha ido a hacer unos recados, Gertruda volverá pronto. Me ha dicho que la espere aquí. Bajaremos las dos juntas. Recibiremos el abrazo de la tierra y dormiremos para siempre...

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07/09/2016, 10:02
Stara Litmunova

Uf-uf-uf... No puedo bajar ahí abajo-y se agarró al antebrazo de su esposo-. Está muy oscuro y huele a muerto... Tengo un mal presentimiento. ¿Y si me pongo a parir ahí dentro? ¿Y sí...? ¿Y sí...? Uf-uf-uf...

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07/09/2016, 10:06
Viktor Litmunova

Tranquila, cariño... Estás hiperventilando. Respira más despacio. Es tu claustrofobia la que habla. Todo el mundo está bajando. No es seguro quedarse aquí arriba.

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07/09/2016, 10:07
Margarita, prima de Bobby

¡Ja! A lo mejor deberías darle un empujón, Viktor. Acabarías antes. Los demás no tenemos porqué esperar en la cola porque tu mujer esté loca. Está a punto de anochecer, y algunos de nosotros no queremos terminar como mi padre...

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07/09/2016, 10:10
Natalija Yanoff

La madre de Ivalic llegó corriendo de la mano de su hija Katta. Llevaba horas recorriendo el pueblo y llamando puerta por puerta, convenciendo a cada persona de cada familia.

Arf... arf... arf... Había una... una anciana, en una de las casas del este. Se negó a venir. Dijo que la matalobos la protegería, y se quedó en su casa. Ese recado también... arf... también me lo dió para Arik. Me dijo... "dile a Arik que ponga hierba matalobos allí por dónde puedan entrar".

...

No veo a Arik. ¿Está ya abajo?

Natalija miró a la pira funeraria, a estas horas reducida a ceniza. Había visto el humo desde lejos, pero resistió la tentación de acercarse para centrarse en llevar a cabo su cometido.

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07/09/2016, 10:36
Herr Urik von Teudeldorf

Le doy el trabuco a Ivalic, le digo que deje lo más pesado en el saco dimensional y que se espere a montar las trampas a que estén todos dentro.

Ponemos "plantas aromáticas" (hierba matalobos) en la entrada de la cueva principal. Le digo a Stara que no se preocupe, que así olerá menos a muerto. Le sonrío y le tranquilizo, y le digo que la protegeremos.

Le digo a Paolo que prepare una "lanza" con mi cuchillo de plata y que se la dé a Viktor. Encargo a Margarita (por hablar) ir a la posada a por los virotes. Le explico cómo encontrarlos y le dejo una cuerda del macuto de Parriwimple para acceder al interior de la cerrada posada. Le pido a Vjelkus que la acompañe y se asegure de que se da prisa.

Le explico a la señora Mary que, por lo que nos han dicho, su hija está trabajando como sirvienta en el Castillo, y que cuando podamos iremos a visitarla para asegurarnos de que está bien.

Me encargo de tranquilizar a todo el mundo, incluyendo a la Señora Yanoff. Me llevo a la madre de Ivalic a un aparte y le explico que, lamentablemente, Arik falleció a manos de una poderosa necrófaga, que le mordió con su contagioso mordisco, por lo que hemos tenido que incinerarlo en una pira funeraria, para evitar que se alzase como un necrófago al ocaso. Para distraerla, le pido que coloque la hierba matalobos.

Superviso los detalles y en general me encargo de apaciguar y convencer a la gente.

Cuando veo que mi aceite de bendecir no tendrá efecto en el enorme garrote de Parriwimple se lo comento, y le digo que esta noche permanezca a mi lado, pues nosotros dos seremos los encargados de impedir que los monstruos entren en la cueva y hagan daño a los aldeanos.

Cojo el aceite de encantar arma de Arik, seguro que esta noche servirá para potenciar su alabarda de plata contra los licántropos éficos.

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07/09/2016, 14:04
Helene

Helene miraba y observaba. Urik se revelaba como un dirigente eficaz pero acaparador y monopolizador que daba órdenes a diestro y siniestro. Y cuando le tocó a Vjelkus ser el objeto de las mismas, soltó un bufido.

-Urik, relájate, quieres. No son soldados, ni están preparados para lo que ha de venir. Ni física ni mentalmente. Y no me gusta que me puentees para dar instrucciones a mi hijo. Conste -dijo seriamente-. Recuérdalo para una próxima vez. Y es hora de que pienses en algo. Si pones la hierba matalobos según y donde, tal y como nos han aconsejado, evitarás que entren aquí los licántropos pero eso hará que la venganza se posponga al futuro. Dudo que vayan a olvidar su sed de revancha. Me explico. Veo que quieres aplicarla en la entrada de la cueva principal. ¿No crees que sería conveniente cerrarles el paso por detrás, emboscarlos? Lo que quiero decir es que quizá alguno de nosotros podría ocultarse en la iglesia, cuya entrada haya sido igualmente protegida con la hierba para impedir su acceso. Entiendo que el potente olor a humanidad de los que han transitado por los accesos a las catacumbas, los atraerá inevitablemente. Una vez en las galerías, quien se haya ocultado, podría entrar tras ellos y aplicar la hierba para impedir que huyan. Bastaría con aplicarla a los accesos una vez entren. Piénsalo y ya me dirás qué opinas. Ah, y no olvides que dispongo de una maza de plata, querido. Ahora te dejo, hay cosas que hacer.

Dejó a Urik para que meditara sobre su propuesta y se acercó a Margarita antes de que se marchara, para hablar privadamente.

-Margarita, sé que la situación es tensa. Tu padre ha muerto, Viktor está aquí y también su esposa embarazada. Ira, frustración, amor, odio, miedo... son emociones potentes y que pueden conducir a actos de los que después nos arrepintamos. Te pido un favor. Cuida de Stara. Sí, puede parecerte absurdo, pero quiero que te pongas en su piel. Está embarazada, a punto de dar a luz, se siente gorda y fea como nos sentimos todas cuando llega ese momento en el que estamos próximas a lo más hermoso que pueda ocurrirnos. Parir a un hijo lleno de vida. Y puede que ocurra esta misma noche, en medio del horror de una amenaza que por desgracia y como sabes muy bien, puede ser una realidad -dijo en mención a la muerte de su padre-. Ayúdala, intenta ser su amiga o una buena convecina. Como prefieras, pero no la conviertas en el obstáculo de aquello que deseas. Sabías lo que había. No te diré si hiciste bien o mal. Es Viktor quien debería haber respetado sus votos. Ahora ve e intenta cumplir con lo pedido por Urik. Pero sin riesgos. Cuando la luz mengüe, sin dilación, regresad. Mi hijo te acompañará -con suavidad, besó su mejilla a modo de despedida.

Se situó en una zona céntrica y comenzó a hablar a los presentes.

-Lo estáis haciendo muy bien. Disponed el agua en aquel lado, para que no moleste a nadie. Madres y niños y ancianos, al fondo, en la zona más alejada. Colocad mantas en el suelo. Eso es. ¿Y qué tal si cantamos? -dijo sabedora de que las canciones grupales y ligeras, animaban y ayudaban a olvidar, haciendo que el trabajo de todos se volviera más ligero, al tiempo que empezaba a entonar una canción popular ampliamente conocida.

 

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07/09/2016, 16:21
Herr Urik von Teudeldorf

Asiento ante las palabras de Frau Helene, pero no hago nada al respecto. Me siento agotado. Así que me siento a descansar cerca de la entrada de la cueva y cierro un poco los ojos, meditando, mientras aguardo la llegada del ocaso. Que sea lo que los Poderes Benignos dispongan.

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07/09/2016, 18:40
Ivalic Yannof

El gesto fue lo suficientemente brusco para que el niño, que no acostumbraba a cargar tanto peso, se viera desequilibrado y diera con sus huesos en el suelo.

-¡Ahhhh! -Gritó mientras caía, para luego tomar aire desde el suelo e informar de lo que había pasado.- Esto pesa mucho para mi, no podré moverme bien con tanto peso.

Se levantó y como pudo intentó cumplir con los recados de Herr Urik. Ahora se trataba de poner trampas. Él era muy bueno poniendo lazos y cuerdas para que sus amigos se tropezaran o quedaran atrapados, pero eso contra los elfos lobos no funcionaba, así que miró las herramientas de las que disponía.

-Si escondo esto aquí... Y luego pongo esto otro aquí...

El niño se movía por la entrada de un lado a otro buscando la mejor posición, pero todo el pueblo parecía querer entrar y así era imposible.

-¡Eh! ¡Por favor! ¡Me lo estáis pisando todo!

El niño se cruzó de brazos enfurruñado porque no le dejaban trabajar. La verdad es que no sabía que iba a hacer con todo aquello, pero la gente que entraba sin parar le había dado una buena excusa para ir a quejarse a Herr Urik y la Señora Helene.

-¡Herr Urik! ¡Señora Helene! ¡La gente no para de entrar y me lo están pisando todo, yo así no puedo hacer nada!

Entonces llegó su madre corriendo y el niño se olvidó de las trampas para escucharla, en aquellos momentos todos necesitaban un abrazo y eso si que se le daba bien al niño.

-¡Mamá! ¡No te preocupes, esa señora estará bien!
-Recibió a su madre con un abrazo mientras compartía con ella la pena por la muerte de Arik.- Arik... snif snif... Arik está muerto mamá, lo mató un monstruo que vivía en las catacumbas y tuvimos que quemarlo para que no volviera a la vida como un zombi o algo peor. Pero gracias por avisar, quizás eso nos sirva para que los elfos lobo no entren. Ahora debes entrar con Katja y poneros a salvo, nosotros os protegeremos a todos, no te preocupes.

Ivalic soltó a su madre y salió corriendo hacia Herr Urik, que parecía incombustible organizando todo. Lo encontró dormitando a la entrada y no supo que hacer.

-¡Señora Helene! ¡Señora Helene! ¡Herr Urik se ha dormido! ¡¿Que hago?! ¡¿Lo despierto o lo dejo descansar?! ¡Mi madre trae un recado de la anciana que vive a las afueras del pueblo! ¡Si ponemos hierva matalobos a las entradas los elfos no podrán pasar!

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09/09/2016, 23:14
Helene

-Está meditando, así que tranquilo. Y Urik debió tener una intuición o visión premonitoria porque ya nos puso al día en el uso de la hierba matalobos.

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10/09/2016, 17:44
Stara Litmunova

Un pueblo esss, un pueblo essss, un pu... uf-uf-uf... cada mañana al despert... uffffff....

Las cosas se fueron normalizando en la red de túneles. Hasta Stara consiguió normalizar su respiración. La gente tenía miedo, pero estaba demasiado abatida como para demostrarlo. Todos habían bajado ya, salvo Helene, que esperaba el regreso de su hijo. Vjelkus y Margarita se retrasaban.

El sol se acababa de poner, pero sus rayos aún coleaban, dándole al negro de la noche tonalidades azul claro al bajar hacia el horizonte. La luna era a estas alturas mejor fuente de iluminación. Y no llegaron en sucederse, en la lejanía, los primeros aullidos.

AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU...

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10/09/2016, 17:59
Vjelkus

¡Mamá!

Vjelkus y Margarita torcieron la esquina de la iglesia, con toda la prisa que les permitían sus fuerzas. La joven se apoyaba en el niño para poder caminar, cojeando.

Al bajar por la cuerda de la posada, Margarita se resbaló y se cayó. Creo que tiene un tobillo roto.

El joven ternero se desmadejó del brazo que le sujetaba el hombro para tender a su madre el cuerpo tambaleante de Margarita, y mientras Helene colgaba la cuerda bajo las axilas de la lugareña, Vjelkus siguió hasta el otro caballo, junto a la otra fosa. Allí metió la cabeza y el torso por el lazo, y se quedó petrificado al mirar la oscuridad del agujero. No es que pudiese hacer otra cosa en aquella situación. Alguien debía quedarse arriba para manejar al caballo y bajar a Vjelkus y a Margarita despacio.

Helene tendría que tirarse al vacío, veinte pies de caída, o atar la cuerda a una de las lápidas para bajar por la cuerda, ya que los caballos difícilmente se quedarían quietos.

Notas de juego

Después de bajar a Vjelkus y Margarita, cada uno por una fosa distinta... ¿qué hace Helene? Algunas opciones son:

Si salta, tirada de fuerza CD 15, aplicando penalizador de armadura. Si falla sufre 2d6 puntos de daño, si lo consigue sufre solo 1d6.

Si quiere bajar por la cuerda, tirada de destreza CD 15 para atar bien la cuerda tirada de fuerza CD 10 aplicando penalizador de armadura. Sufres 1d6 puntos de daño por cada tirada fallada (si fallas ambas tiradas significa que te caes desde muy arriba, si solo fallas una tirada, significa que te caes a la mitad del recorrido.

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10/09/2016, 18:36
Herr Urik von Teudeldorf

Me despierto después de un pequeño descanso reparador y me pongo en alerta. Me pongo en pie y preparo la alabarda. Viendo que ya está oscureciendo, hago que la gente encienda sus antorchas y que todo el mundo esté preparado y alerta.

Le doy una palmada en la espalda a Parriwimple. Sé que su fuerza será esencial en esta aciaga noche.

Después escucho las dificultades de Margarita y Vjelkus.

- "Vamos, Parriwimple, tenemos que ayudar a todos a ponerse a salvo en la cueva. Ivalic, te quedas al mando en nuestra ausencia, que todo el mundo se calme y se prepare para la defensa." -

Corro hacia donde está Margarita para ayudarla.

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11/09/2016, 12:00
Ivalic Yannof

Ivalic no dijo nada más y dejó al paladín seguir descansando mientras inspeccionaba su tirachinas y su espada para que estuvieran listas en caso de un supuesto combate. Cuando Herr Urik se levantó y le dio instrucciones el niño asintió.

-Así haré Herr Urik. No se preocupe, yo me encargo de todo.

Vio como sus amigos marchaban a organizar los últimos detalles de la defensa y él se quedó con la gente, algo incómodo pues tan solo era un niño y algunos parecían mirarlo como esperando que les organizara como Herr Urik había dicho. Se vio obligado a decir algo y así demostrarle a su madre lo mucho que estaba madurando y aprendiendo al lado del paladín.

-Siii... Buenoooo... Todos tranquilos, no pasará nada, ayer ya nos encargamos del elfo lobo que mató al padre de Margarita así que no os preocupéis. Los que tengáis armas poneros cerca de las entradas, mejor a los lados y si alguno de esos hombres lobo entra les atacamos todos a la vez ¿Entendido?

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12/09/2016, 15:45
Helene

Una vez bajaron, Helene se dispuso a hacer lo propio. No habían muchas oportunidades ni ayuda con la que contar. De forma apresurada ató la cuerda a una lápida tras soltarla de los caballos, y sin detenerse a comprobar la firmeza de su nudo, se dispuso a bajar por ella. La armadura pesaba como una vaca en brazos y tiraba de ella hacia un poco mullido suelo y para desgracia suya, el nudo se deshizo tan pronto había recorrido un pequeño tramo de los veinte pies que la separaban de su destino.

La caída pareció eterna, hasta que su cuerpo se estampó, levantando una nube de polvo y tierra.

-Uff -acabó resoplando dolorida y magullada, intentando ponerse en pie-. Quien diga que las caídas son malas, es un estúpido. Lo malo es que la caída pare -masculló. Sabía que tenía que curarse a sí misma, pero ignoraba cuánto tardarían los licántropos en alcanzar su posición.

- Tiradas (4)

Motivo: Tirada de destreza

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 3(+1)=4 (Fracaso)

Motivo: Tirada de fuerza

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 4(-5)=-1 (Fracaso)

Motivo: Daños

Tirada: 1d6

Resultado: 4

Motivo: Daños

Tirada: 1d6

Resultado: 5

Notas de juego

¿Tengo opción a curar a Helene en este momento o espero al siguiente asalto?

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12/09/2016, 16:38
Herr Urik von Teudeldorf

- "Vamos, Frau Helene, no os detengáis. Debéis poner a salvo a Margarita." -

Notas de juego

- Me sitúo el último de todos, ente el agujero por el que han llegado los últimos rezagados.

- Preparo Acción: Ataco a cualquier monstruo o enemigo que se me ponga al alcance de la alabarda de plata.

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12/09/2016, 17:20
Helene

Helene lanzó una mirada furibunda al siempre compasivo Urik. Acababa de caer de una altura considerable, estaba dolorida, quizá algún hueso fracturado o fisurado y ni siquiera le tendía una mano con la que ayudarla a ponerse en pie.

-Me gusta esta posición y cómo se ve el cielo desde ese agujero. Quizá me quede dormitando como hacen algunos, soñando qué pueden saquear -dijo cáustica, tratando de ponerse en pie.