Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

29 de noviembre del año 750 - Secretos Gitanos

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24/06/2015, 12:26
Stara Litmunova

Stara volvió a apoyarse solo con sus rodillas, incorporándose un poco y sujetándose a Ivalic. Viendo al otro niño portarse tan valiente y atentamente, Vjelkus decidió imitarle y también fue hasta la embarazada, que ahora se sujetaba del brazo del joven Yannof.

Meee... dueeele... iiiiiiih... El bebé ya viene.

Para un ojo experto como Helene, estaba claro que la madre primeriza no tenía ni la menor idea. Primero debía romper aguas, y el suelo bajo Stara estaba seco como la garganta de un alcohólico perdido en un desierto. Solo era el bebé, protestando como reacción a la angustia que sufría su madre. Bastará con que Stara se calme.

- Tiradas (2)

Motivo: Diplomacia de Helene

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 12(+2)=14 (Fracaso)

Motivo: Diplomacia de Urik para darle un +2 salvo pifia

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 13(+9)=22 (Exito)

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24/06/2015, 12:46
Arik

Mientras, Arik sujetó endeblemente la mano de Helene, y temblando la apartó a un lado para alejarla de su hombro. Cabizbajo, echó a andar parsimoniosamente, como dándose tiempo a asimiliarlo o a buscar las palabras, ciertas o falsas, que debía decir. Pasó junto a Stara sin dignarse a mirarla, la sobrepasó y dió el rodeo tras la barra. Allí se sentía seguro, era soberano de aquellos veinte pies cuadrados.

De la estantería de su espalda buscó con la mirada el licor más fuerte que tenía, y se sirvió un vaso. Guardó silencio. Bebió un trago.

Esa chiquilla está enferma de licantropía, la enfermedad de los lobos. No tuve valor para matarla, ni estoy tan loco como para dejarla libre. Esta es la única solución que encontré. Lo he guardado como un secreto todo este tiempo porque si se sabía, en este pueblo de catetos supersticiosos cundiría el pánico.

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24/06/2015, 13:05
Herr Urik von Teudeldorf

Ayudo a Stara Litmunova a tomar asiento y le acerco una jarra de agua.

- "Calmáos y bebed un poco de agua a intervalos regulares, muy despacio y sosegadamente. Os hará bien. Estáis bien, no os sucede nada extraño ni estáis aún de parto." -

Tras tranquilizar a la mujer, me acerco a Arik y sopeso con la mirada a todos los presentes para finalmente posar mi vista de nuevo sobre él.

- "No conozco cura alguna contra la horrible maldición de la licantropía, aunque tal vez Frau Helene haya escuchado mentar leyendas acerca de remedios milagrosos.

Herr Arik, creo que no debéis venir con nosotros. No tenéis a nadie a quien dejar al cargo de la posada y de tamaña carga. Además, el pueblo necesita protectores.

Por otro lado, creo que ya hemos dilatado en exceso la hora de nuestra partida. Si invertimos más tiempo aquí y ahora, puede que lo lamentemos más tarde." -

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24/06/2015, 18:06
Ivalic Yannof

MIentras Herr Urik también se enfrentaba a Arik, Ivalic estaba más preocupado por lo que le pasaba a Stara.

-¡Viene el bebé! ¡Viene el bebé! Gritó emocionado el niño ante la confirmación de la madre.

Miró a los adultos que suponía dejarían aquella discusión para atender a Stara, un parto siempre provocaba que la gente dejara todo lo que estaba haciendo y se dispusiera a ayudar a la parturienta. Pero no fue así, Arik comenzó a explicar lo del asunto de la niña que estaba encerrada, algo que parecía complicarse.

¿La enfermedad de los lobos? ¿Licantropía? ¡Es un hombre lobo! O mejor una mujer lobo, o mejor una niña lobo...

Sentía cierto temor con eso pero a la vez unas ganas enormes de bajar al sótano de Arik y conocer a aquella misteriosa niña/criatura.

-¿Lo has oído Vjelkus? Hay una niña lobo en el sótano... ¿La viste cuando estuviste allí? ¿Te dijo algo?

Según Helene su hijo estaba allí cuando escuchó hablar a la niña, aunque la versión de la infante era bastante distinta a la de Arik.

No creo que Arik mienta.

Ivalic no parecía ser el único en creer al posadero pues tras la explicación el paladín se dio por satisfecho y se acercó a donde estaban los niños para ayudar a la embarazada, parecía que también tenía grandes conocimientos sobre el tema pues enseguida explicó que no estaba dando a luz, tan solo algo nerviosa.

-Haga caso a Herr Urik señora Stara, es un hombre muy sabio. ¿Se encuentra ya mejor?

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24/06/2015, 22:38
Helene

Vio alejarse al posadero y parapetarse tras la barra como si fuera la frontera de sus dominios. Negó de forma casi imperceptible con la cabeza mientras escuchaba a este hablar, aunque no desaprovechó la ocasión y, acercándose a Stara, se acuclilló a su lado y posó una mano ene l vientre de la mujer.

-Shhhh -musitó, dedicando aquel sonido a ambos, madre e hijo nonato-. Stara, no vas a dar a luz. No ahora. Ni siquiera has roto aguas. Lo que sientes es a tu hijo preocupado por ti. Te siente alterada y eres todo su mundo. Es como si un terremoto, el de tus emociones, lo agitara. Respira profundamente y trata de calmarte. Nadie va a hacerte nada, pequeña. Y yo cuidaré de ti. ¿De acuerdo? -besó la mejilla de Stara-. Si estás en paz, también lo estará tu hijo.

Se puso en pie y se volvió hacia Arik.

-¿Licantropía? ¡Ajam! -exclamó Helene que parecía sentirse onomatopéyica en aquellos instantes-. Y la encerraste para protegerla de los demás y a los demás de ella. Y te pareció que era la mejor opción. Tanto te hubiera servido enterrarla en vida y olvidarte de dónde lo hiciste. Cuéntanos su historia. Y la tuya con ella, por favor. Quieres que confiemos en tu versión de los hechos, pero para ello, necesitamos saber más. Habla por favor.

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24/06/2015, 22:48
Helene
- Tiradas (1)

Motivo: Saber licantropía

Tirada: 1d20

Resultado: 4(+6)=10

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25/06/2015, 09:06
Stara Litmunova

Helene, experta vampirista, no sabía ni un mojón sobre los hombres lobo. Eran mitos de hombres que se convertían en lobo bajo la luna llena y se dejaban llevar por sus instintos salvajes. Y ya. Había algo sobre la plata en esas leyendas, pero el coco de Helene no daba para más, y no sabía precisar qué papel jugaba la plata en la licantropía. En cierto modo, en este tema estaba al nivel intelectual de Stara, y eso es muy grave.

Stara sujetó con ambas manos el vaso que le tendió amablemente Herr Urik, y tomó un sorbo. Su pie se movía acelerado, estaba nerviosa. Quizás por ser mujer y madre, fueron las palabras de Helene las que la sosegaron un poco. Asintió. No iba a tener al precioso querubín o a la preciosa princesita ahora, y se lo repitió mentalmente varias veces, hasta ir ralentizando la respiración.

Pe... pero... ¿y Layla?-desde que le dijeron su nombre ya se había encariñado de ella, como con los cachorrillos adoptados, y su mentalidad rosa contrarrestaba el lógico temor a los licántropos-Esa pobre chica...

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25/06/2015, 09:28
Arik

 ¿Sabéus quin entiende de ises cousas? Los vistani. Lo llaman enfirmidad de licantrupía, pero tambén maldissión de licantrupía. Y en maldissiones los expertus son siempre vistana. Venga, oh, en marcha al campamentu vistana...-hizo ademán de dar unos pasos, pero nadie le seguía-Ufffff... Nunca saldriemos de este pueblu, ¿verdad? Moriremos aquí de viejus mientras nos metemos en los asuntus de los demás y arreglamos plobremas menores...

De la mano que sujetaba el vaso, del que tomó otro sorbo, Arik desligó el índice del cristal para señalar a Helene.

No, Helene. No voy a contarte su historia, ni la mía. ¿Te crees la protagonista de una mala novela en la que los secundarios se desnudan y revelan todos sus secretos al personaje principal solo para que la trama avance? La gente real no se comporta así. Tu interés en el pasado solo es para saciar tu morbosidad. Y no te voy a dar ese gusto. Esta es mi posada, aquí mando yo. Eso es lo que hay. Y Layla seguirá en ese sótano hasta que yo decida lo contrario.

Se mantuvo de su lado de la barra, sin moverse un ápice ni de su posición ni de sus decisiones, así que era muy probable que después de tener esta discusión se quedase en la posada, como propuso Herr Urik. No estaba el ambiente para que Arik y Helene terminasen como compañeros de viaje.

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25/06/2015, 12:34
Herr Urik von Teudeldorf

- "Frau Helene, sin que sirva de precedente estoy de acuerdo con el Adalid del Caos. Debemos partir ya hacia el campamento vistani, si estamos todos preparados." -

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25/06/2015, 20:10
Ivalic Yannof

Parecía que lo de Stara solo era una falsa alarma, así que Ivalic se alejó despreocupado dejando a los mayores que se encargaran. Lo que no parecía resuelto, ni mucho menos, era el tema de la niña lobo. Varikov y Herr Urik parecían tener prisa por marchar al campamento vistani. Ivalic también estaba listo para partir, quizás allí consiguieran alguna pista sobre quien había maldito a su madre, pero el asunto de Layla seguía dándole vueltas en la cabeza y fue la curiosidad quien ganó la partida. Se acercó al paladín y tiró ligeramente de su capa chula y guay para llamar su atención y que se agachara, cuando lo hizo le susurró al oido.

-Herr Urik, ¿No deberíamos comprobar que la niña está bien antes de irnos? Estoy seguro que su conciencia de paladín no le dejaría irse tranquilo y que a Arik no le importará que bajemos... solo un poquito.

Sabía que el paladín no se marcharía en paz con la duda de si una niña inocente estaba siendo maltratada y todo el mundo quería a los paladines, Arik no se negaría a que lo hiciera, sobre todo cuando estaban dispuestos a ayudarle con su problema. Además Herr Urik se había eregido como un líder eficaz al que todos respetaban y tenían en cuenta.

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25/06/2015, 20:36
Herr Urik von Teudeldorf

Asiento ante Ivalic, pues aunque tenemos prisa, su petición es razonable.
Le pido a Arik que nos permita ver a la niña antes de partir.

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25/06/2015, 22:34
Helene

-Nus iremus, enanu tramperu -dijo Helene un tanto corrosiva que empezaba a estar harta de tanto hombre y no olvidaba que el enano había definido a todas las mujeres como putas. Stara empezaba a ser lo más interesante de aquella posada y aquello decía muy poco del resto-. Vjelkus, prepárate porque salimos ya. Y Urik, o nos vamos o vemos a Layla. Ambas cosas son imposibles. Tendrás que decidirte. Y tú, Ivalic, no marees la perdiz -remató consciente del cuchicheo a la oreja del caballero. Aunque no había oído lo que el muchacho le había dicho sí había visto el asentimiento de este a Ivalic y su posterior petición a Arik-. Stara, tú y Viktor os quedaréis aquí, en la posada, y ayudaréis a Arik si este acepta hasta que halleís un hogar para vosotros y vuestro hijo. Posadero, está visto que la nuestra no va a ser una relación fácil. Mas te advierto. Este será tu reino, pero hay fuerzas por encima de ti. La justicia, la honradez, la verdad son valores supremos. Cuando regrese querré visitar a Layla. Si no está o algo le ha ocurrido, te haré directamente responsable de ello y procederé como corresponda.

Se volvió hacia la puerta y se encaminó hacia ella.

-Vjelkus -llamó como indicativo de estar preparada para su partida.

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25/06/2015, 23:49
Herr Urik von Teudeldorf

- "Vamos pues, Frau Helene. Pero escuchadme un instante, el sentido común aconseja que no llevéis a vuestro hijo a un lugar donde con seguridad nos las habremos de ver con los muertos vivientes y otras criaturas. ¿No debería de quedarse aquí cuidando de Stara?" -

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26/06/2015, 00:47
Helene

-Mi deber como progenitora es cuidar de mi hijo y no abandonarlo a su suerte en un lugar no exento de peligros. ¿O puedes asegurarme que aquí, en esta villa, estará seguro? Por lo que vi a mi llegada, habíais recibido un ataque de muertos vivientes, una de vuestras compañeras había muerto y no sé cuantas desgracias más habían acaecido. Prefiero tener a Vjelkus a mi lado y velar por él que dejarlo aquí, con un vampiro reinante capaz de andar a la luz del día, licántropos encerrados en posadas y posaderos amantes del secretismo. Así que deja de sermonearme, Urik, porque, ¿acaso evitaste la muerte de Elenya estando a su lado? -Helene no parecía de buen humor-. Que no seas capaz de cuidar de aquellos que están a tu lado no quiere decir que los demás no podamos.

Una especie de gruñido y una mano llevada al vientre, dejaba claro que la clériga estaba en pleno síndrome premenstrual lo cual hacía aconsejable no tocarle las narices.

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26/06/2015, 08:43
Herr Urik von Teudeldorf

Miro duramente a Helene, los ojos vidriosos por un instante.

- "No hemos perdido a una sola compañera, sino a dos. También perdimos a la paladina Frau Ashlyn, cuya espada porto ahora en su honor.

El Mal que asola estas tierras parece centrar su atención sobre nosotros. Quizá seamos su actual fuente de diversión contra el tedio eterno.

Está bien, Frau Helene. Haced lo que gustéis. Os espero a la salida del pueblo." -

Salgo de la posada.

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26/06/2015, 11:55
Fantasma de Irina Kolyana
Sólo para el director

No has dicho nada pero supongo que compruebo que abajo hay una chica encerrada. Tras comprobarlo por mi misma, vuelvo a subir arriba.

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26/06/2015, 11:57
Parriwimple Indirovich

Parriwimple miró a todos sus compañeros, unos largos instantes. ¿Cuánto había pasado? Era... difícil comprender por qué habían pasado tantas cosas malas. La mente infantil, primaria, de Parriwimple, no lograba comprender por qué pasaban tantas cosas malas y en tan poco tiempo. Miró, un instante, a Arik y puso su manaza sobre el hombro del posadero.

- Yo creo... en Arik. Pero pensar... triste... por la chica. Cuidar Arik pueblo. Luego hablar, ¿vale? Parriwimple saber... ser tonto. Pero recordar... Arik... ayudando pueblo. Con eso que romper vigas... y Arik ayudar con heridas del tonto Parriwimple.

Da un suspiro, sin saber como expresarse mejor para luego mirar a Helene.

- Parriwimple ayudar para no pasar nada a Vjelkus y a Ivalic. Pero Parriwimple no saber pelear bien, no saber cosas raras esas de magia, y no ser inteligente. Pero ayudar si puede.

Tras las palabras, la declaración de intenciones, quizás, el hombretón sale tras Urik, camino a la entrada del pueblo.

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26/06/2015, 16:26
Layla

Irina observa a Layla. Está sentada en el suelo, con la espalda apoyada en el lateral de una cama con las sábanas revueltas. No es tan niña como se temía, no al menos ahora, ya que debe andar por los dieciséis años. Entre sus piernas tiene un cojín del que tira en direcciones opuestas para tratar de romper las costuras. Está con la mirada ida, con aptitud derrotista. El tirante de su camisón negro está flojo, y le cae hacia un lado.

En cuanto al resto de la decoración... hay algunas muñecas viejas tiradas por el suelo, así como una bandeja con un cuenco vacío. Un caldero para las deposiciones. Grilletes que cuelgan de las cadenas que salen de la pared. Una jaula. Todo muy truculento, da pie tanto a la versión del secuestro como a la de la licantropía.

En la pared también hay un soporte con una antorcha encendida, única fuente de luz. Es de esperar que se trate de una antorcha siempreardiente, que alumbra sin despedir calor. Si se tratase de una antorcha corriente, el humo habría anegado la habitación. Vuelve justo a tiempo para ver cómo el resto de aventureros abandonan la posada, dando el beneficio de la duda a Arik. El cuervo Hurrn le señala el techo con el pico para que salga sin ser vista, y luego alza el vuelo tras Herr Urik.

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26/06/2015, 16:58
Helene

La verdad hablaba siempre de la boca de los simples.

-Parriwimple, no niegues tu inteligencia -dijo alcanzando al hombretón y arrastrando consigo a Vjelkus-. Esta no está solo en  el conocimiento de las cosas o en la magia. Eso es cultura, pero no necesariamente inteligencia. Y tu corazón es sabio. Eso no puedes negarlo -vio que Urik avanzaba algunos pasos por delante. Suspiró. Era consciente de que le había hecho daño gratuitamente-. Yo, por ejemplo, soy muy tonta para algunas cosas. Urik, espérame.

Coerrió para llegar a él. Su rostro serio y adusto, no demasiado distinto del habitual que mostraba, seguía allí.

-Quiero pedirte disculpas. He sido cruel contigo y te he insultado. Te pido perdón por mis palabras que no tienen justificación alguna. Aprecio tu consejo y pese a que estaba de mal humor por el asunto de Layla, tú no tenías culpa de nada. ¿Aceptarás las disculpas de una mujer estúpida?

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26/06/2015, 17:39
Vjelkus

Parriwimple, Varikov, Helene, Herr Urik y los dos niños se ponen en marcha. Atajan por la casa de los Veljoban, con el consentimiento y las miradas recelosas de la madre de Olga, que a estas horas no está en casa, y vuelven a la calle más allá de la empalizada de muebles por la puerta trasera que da a la calle principal (la delantera da a la plaza). Vjelkus se siente incómodo con este silencio. Acaban de dejar a Layla en manos de un depravado sexual, o han mantenido a un ser de la noche encerrado, o ambas cosas, así que todos tienen la incertidumbre de si han obrado bien o mal.

El camino abandonó el transcurso entre las casas y pasó a zigzaguear en campo abierto. Hierbas altas, arbustos y flores. A Stara le hubiese entusiasmado. Como mínimo, era un lugar propicio para que se ocultasen arañas del tamaño de perros, víboras venenosas, o algún lobo agazapado. Desde lo alto, se les une el cuervo Hurrn e Irina, tras dar un gran rodeo hasta las nubes y volver a bajar.

Hasta hacía un segundo hacía un buen día, pero en cuanto el viento arrastró una nube para tapar parcialmente el sol, los verdes campestres se volvieron oscuros y siniestros. El camino les llevó hasta el viejo puente de piedra que cruzaba el río Ivlis, el mismo punto en el que capturaron al semivistana Ludovico. No había rastro de la oleada zombi que pasó aquí hace dos días.

Algunos cruzaban el puente por primera vez. A mano izquierda, el bosque se iba acercando en la medida que avanzaban por el camino. En la linde, durante media milla, coexistían ambos, sendero y bosque tenebroso. Los ruidos eran constantes: ramas moviéndose, graznidos, gruñidos, y unos cuantos sonidos más, inquietantemente irreconocibles. Más allá, el bosque del margen izquierdo empezó a subir una pendiente, a la vez que una arboleda menos siniestra ocupaba el espacio entre el río y el camino.

Y en torno a las once de la mañana, llegaron a la Encrucijada...

El patíbulo era robusto, pero modesto, como si la madera se hubiese avejentado por el excesivo uso en todos estos años. El viento agitaba las sogas con desinterés.

Antes de la intersección, un poste y sus tres carteles señalaba los tres destinos posibles: el pueblo de "Barovia" a sus espaldas, a la derecha el "Estanque del Tser" en el que tenían su campamento los gitanos antes de ser masacrados por Strahd, y a la izquierda el "Castillo de Ravenloft" del Conde.

Por último, el viejo muro del liche, de solo cuatro pies de altura, separaba el camino de un humilde cementerio para los condenados a la horca, donde había tantas cruces de madera improvisadas, como lápidas no demasiado bien esculpidas.

¡Mamá! ¡Mira!-dijo Vjelkus a Helene, señalando al cadalso-¿Podemos jugar Ivalic y yo en la tarima?