Partida Rol por web

Fantasy World (Híbrido de HLdC)

La ciudad de la tierra

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25/11/2013, 21:27
Vadia, la oscura

Nada más el Lord saca su espada de mi carne me alejo unos pasos de él, mientras saco otra flecha del carcaj y tenso el arco. Mientras trato de ignorar el dolor de mi costado izquierdo, ahí donde me ha alcanzado la espada, apunto a la cabeza de Lord y disparo la flecha.

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d10

Resultado: 5(+3)=8

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26/11/2013, 12:33
Director

Uno de los lores cae derrotado ante tus flechas, mientras el otro se lanza a la carga. Sabes que falta poco, si esquivas este ataque lo lograrás, pero si fallas... probablemente sea tu fin.

Notas de juego

Otra tirada de Esquivar a dificultad 6

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26/11/2013, 21:59
Vadia, la oscura

Veo que el otro se acerca a mi, pero esta vez soy más rápida que el monstruo y me aparto de la trayectoria de su espada justo antes de corte mi cabeza. Me vuelvo a alejar de él y le lanzo otra flecha.

- Tiradas (2)

Motivo: esquivar

Tirada: 1d10

Dificultad: 6+

Resultado: 9(+2)=11 (Exito)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d10

Resultado: 8(+3)=11

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27/11/2013, 00:22
Director

Vadia logra esquivar el golpe con agilidad, y con increíble maestría derrota al último de sus rivales. Está visiblemente fatigada pero ha vencido.

En cuanto se recupera, parte rumbo a la ciudad de Fuego.

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27/11/2013, 00:24
Director

Abaliv llega a la ciudad de la Tierra y no parece que haya mucha actividad por las calles. A simple vista está mas solo que la una...

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27/11/2013, 09:14
Abaliv, el Elegido

La Ciudad de la Tierra parece el cadáver de una ciudad. Sus calles desoladas solo me devuelven silencio y el único movimiento que se ve son mis propios pasos y mis armas balanceándose al caminar.

Busco alguna posada donde pasar la noche hasta el próximo día, refugiándome en su interior en busca de una cena caliente y respuestas.

Notas de juego

Jefe, como pones que estoy solo pero aún persiste Vadia lo pongo solo para el director y ya me dices si la encuentro (si sigue en la ciudad me imagino que la veré).

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27/11/2013, 11:07
Director

Notas de juego

Lo de Vadia fue un fallo. Estás solito :P

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27/11/2013, 11:12
Abaliv, el Elegido

Notas de juego

Vaya, yo que quería matarla xD

Pregunta, ¿puedo hacer algo para ayudar a que el hechicero oscuro tome con más facilidad la ciudad? Más o menos como lo que hizo Patrick Steel en la partida Z de Zombis, destruyendo ubicaciones solo que yo se las entrego a las sombras.

La idea es que el hechicero oscuro me ha pedido sangre inocente y yo le quiero dar una ciudad entera ¿puedo hacer algo? ¿matar posaderos?

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27/11/2013, 11:21
Director

Notas de juego

Como estás solo en la ciudad, puedes arrasarla, si quieres (Simplemente rolealo). Evidentemente, eso será bueno para tu causa y al Mal Supremo le va a molar el rollo XD 

Y si, es posible que esto sirva aún mejor que lo de conseguir sangre de un inocente.

En todo caso, según como lo rolees, pasarán unas cosas u otras :P

 

Patrick Steel marcó tendencia XD

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27/11/2013, 11:35
Abaliv, el Elegido

La ciudad de la Tierra, cuna de almas inocentes, posiblemente el lugar de origen de uno de los elegidos de los que habló Julius, ese hechicero estúpido que tuvo que soltar esa información justo antes de morir.

El lugar parece aterrado, sometido ya a las fuerzas del hechicero, nadie se atreve a salir a la calle en la oscuridad, nadie sabe que podrá ocurrir si las sombras los rodean. Es divertido. Ellos, todos los hombres de la ciudad, tuvieron una oportunidad de crecer, de desarrollarse, de alcanzar la plenitud, el poder. Sin embargo decidieron ampararse bajo la luz de un dios que les incita a ser mediocres, a pasar la vida entre penas y dolor bajo falsas promesas y doctrinas erróneas. Los débiles se hacen fuertes bajo este dios pues absorben los logros de otros, héroes y señores, cuyas vidas se consumen ante aquellos que se aprovechan de lo que les pertenece por derecho propio, su poder, su habilidad. 

Los paladines del Bien Supremo, como sospecho es Ela, son el ejemplo más claro de ello, almas débiles en su mayoría que son parásitos de aquellos que podrían tomar las riendas del mundo y mejorarlo hasta límites inconcebibles. Si no fuera por ese dios de la Luz, ese supuesto dios del Bien, alguien podría devolver la vida a los seguidores de Braka, otro podría encontrar al hechicero que busca Pispas y otros otras hazañas y gestas de tal valor. Pero no, los fuertes son aleccionados para que desperdicien sus vidas en aquellos que, sin esfuerzo ni pasión, devoran las mieles que los grandes producen.

Aprovechando la noche trato de colarme en las bibliotecas de la ciudad para encontrar información sobre los elegidos, el cofre y la llave. Sin embargo todas ellas están cerradas y lo único que logro es ver aumentada mi frustración. Parece que esos estúpidos corderos se ríen de mi, como ese imbécil de Rendam que me hubiera matado si sus manos no fueran débiles y torpes. Bastardos, no merecen vivir, la vida es un regalo demasiado bello para que ellos la gasten así. Debo remediarlo.

Doy vueltas por la ciudad buscando las mejores formas de dar el golpe que arrase la ciudad. Las puertas están bien protegidas y enfrentarme a los guardias solo revelará mis intenciones y, posiblemente, esos actos acaben con mi muerte. Además, si el hechicero no sabe de mis intenciones no podrá ayudarme mandando a sus tropas y ejércitos. Debo buscar otra solución.

Mientras ando una idea nace en mi cabeza, posiblemente enviada por lo único que adoro aparte de mi mismo, Morgaron, mi dios. Me acerco al lugar donde los fieles del dios de la luz entierran a sus muertos, el cementerio de la Ciudad de la Tierra. Profanar a sus fallecidos me parece una idea tan fascinante, si lograra darles vida, al menos durante unas horas, provocarían la muerte de sus hijos y nietos, castigándoles por sus vidas inútiles y vacías de intensidad, de pasión, de fe, de orgullo y valor.

La idea me fascina pero se que debo buscar aquello que duela más a los habitantes de la ciudad, ver a sus antepasados más famosos, los héroes de los que se aprovecharon, cargando contra ellos, dirigiendo hordas de muertos que sacien su hambre y su ira con los habitantes de la ciudad que consumieron sus vidas. Si, eso será mucho mejor.

Con ese pensamiento deambulo por el cementerio, buscando los mausoleos de los habitantes más famosos de la ciudad, muertos tiempo atrás. Una vez encuentro la cámara que alberga a una familia de altos señores me introduzco en ella. Sin duda el dios de la luz está demasiado ocupado ayudando a sus elegidos contra el hechicero y no se esperará este ataque por la espalda.

Saco de su funda el pequeño puñal que me regaló Orión y, tras abrir los féretros, lanzo una plegaria a Morgaron. Morgaron, te entrego lo que es tuyo, las carcasas de estos antiguos siervos del dios de los corderos, las almas de los habitantes de esta ciudad. Mi sangre y mi vida es vuestra, como lo ha sido siempre, pues no soy un carnero ni un pastor sino un general bajo vuestra bandera. Tomad mi poder, la magia de esta daga y todo lo necesario para entregaros un festín de almas -grito a Morgaron, tratando de llamar su atención y que me conceda su don. Me hago un corte limpio en la palma de la mano con el arma imbuida del poder de mi dios y dejo caer mi sangre, entregada a Morgaron, en las fauces carcomidas de los cadáveres -Levantaos pues ahora servís a Morgaron, el verdadero señor de esta ciudad. Dirigid a los caídos, a los que levantaron estos muros, y exterminad a aquellos que infectan esta ciudad con sus pobres vidas.

- Tiradas (1)

Motivo: Investigar

Tirada: 1d10

Resultado: 1

Notas de juego

Trato de investigar pero vamos, que no consigo nada de nada.

Mi idea, después de la parrafada, es usar el poder de la daga, mi magia y mi propia sangre para levantar a todos los muertos que pueda, especialmente de los grandes señores y que, la sangre que estos derramen, sirva de tributo para Morgaron y para levantar nuevos miembros de este ejército de no muertos.

Si se me ha ido demasiado la pinza dímelo sin miedo :)

Pd: si, Patrick Steel me dejó marcado, no se si por la primera vez que me mató o por la segunda xD

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27/11/2013, 12:27
Director

¡Eh, tu! - gritó un guardia a tu espaldas, mientras desenvainaba su espada - ¿Que te crees que estás haciendo? - pero antes de que pudiera acercarse mas a ti, alguien lo apuñaló por detrás, y no parecía estar mucho mas vivo que su victima.

Grandes señores, artesanos, simples aldeanos... Todos, todos los muertos caminaban de nuevo para sembrar la destrucción y la muerte. Tan solo una tumba no pudiste abrir, tan solo un cadáver no se levantó. En su tumba una simple palabra: Tierra.

La ciudad de la Tierra se tiñó de sangre y en pocas horas se convirtió en una ciudad fantasma, gobernada por los muertos.

Entonces, una profunda voz resonó en tu cabeza:

Buen trabajo, Abaliv, eres un gran servidor. Tamaña ofrenda servirá para darnos poder a ambos. Mi regreso está cercano, debes continuar con el ritual...

Y allí te quedaste parado en mitad de la ciudad, rodeado de cadáveres y muertos vivientes que no se atrevían ni a acercarse a ti, pensando en tu próximo movimiento.

Notas de juego

Me ha encantado el post. Ya tenía ganas de que alguien se cargara alguna localización XD

No te moverás hasta que comience el próximo día (mañana) pero puedes ir diciendo ya a donde quieres dirigirte.

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27/11/2013, 14:15
Abaliv, el Elegido

El soldado me sorprende pero su vida es segada tan rápido que apenas tengo tiempo de invocar mi magia. Las hordas de cadáveres resucitados salen de todas las tumbas y dan caza a los aldeanos, que tratan de huir aterrados de sus antepasados. Me relamo al ver la muerte y destrucción que un solo hombre, yo, aliado con Morgaron puede causar. Pero no puedo quitarme de la cabeza la tumba sin abrir hasta que una voz se cuela en mis pensamientos.

Gracias mi señor, continuaré con la caza en vuestro nombre, ofreciéndoos almas de estos corderos -respondo, sujetando la daga con fuerza. El tener a mi señor en la cabeza es solo una justificación más de que yo, Abaliv, el que era un don nadie hijo de ovejas, es uno de los hombres más poderosos de Umbría.

Me acerco a varios de mis cadáveres y doy nuevas órdenes -Traedme a todos los hombres supervivientes de la ciudad. Tengo un trabajo que ellos pueden hacer.

Observo como los no muertos siguen mis órdenes mientras yo espero, observando la tumba. Tierra. Tierra. Aquí sucede algo más, algo que puede provocar mi muerte y ralentizar el regreso de mi señor.

Una vez han reunido a los supervivientes organizo un círculo alrededor de la tumba, tan grande como víctimas queden con vida. Tras cada una de ellas aguarda uno de los muertos alzados, esperando mis órdenes.

Mi señor Morgarion. Temo que aquí, en esta tumba, el dios de los esclavos ha dejado algo para ayudar a sus seguidores. Nosotros no podemos ser menos, debemos dejarle otro regalo, algo que les cambie la vida para siempre. Algo que los mate. Os ofrezco aquí y ahora, Morgarion, las almas de estos corderos para crear un ser que destruya a aquellos que deseen acercarse a esta tumba, el lugar donde aguarda uno de los instrumentos del dios de la luz -proclamo, dándole a entender a mi señor mis intenciones. Tras ello hago una señal y los cadáveres dan buena cuenta de sus víctimas, desgarrando sus cuellos con los dientes carcomidos, arrancándoles las entrañas con sus huesudas manos o sacándoles los ojos y haciéndoselos tragar.

Una vez acabado el ritual tomo la daga que me dio Orión. No se si funcionará pero necesito poder para mis propios fines y para acelerar la llegada de Morgarion. Y lo necesito ya. -Orión, Orión. El trato se ha cumplido, os he entregado las almas de miles de almas inocentes. Quiero mi recompensa. Quiero mi poder. Lo necesito para seguir entregando almas a nuestro señor. Dadme lo acordado y nuestro acuerdo quedará zanjado.

 

Notas de juego

Me alegro de que te guste. Ahora trato de hacer dos cosas, por si puedo hacer alguna:

1. Convocar una criatura que defienda el féretro. Esto es simplemente por jorobar a los buenos por si tratan de abrir la tumba y, si hay suerte, lograr que alguno muera.

2. Ponerme en contacto con Orión para que me de mi recompensa. Depende de lo que me responda iré a otra de las ciudades (seguramente a la del aire o a la Nación de los Magos) o iré a las tierras sombrías.

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28/11/2013, 19:39
Director

El Mal te vuelve a escuchar y una poderosa criatura, de forma humanoide y con aspecto de reptil, surge de la nada para defender el féretro. No dice ni un sola palabra pero sus afiladas espadas son suficiente mensaje para ti.

Tras un rato intentando un contacto, la voz de Orión resuena en tu mente:

Eres un hombre curioso, Abaliv, nunca imaginé que fueras a lograr tamaña proeza. El ritual está próximo, nuestro señor pronto regresará. Puedes venir conmigo a las Tierras Sombrías, si así lo deseas, a ayudarme a finalizarlo o puedes recorrer el resto de zonas eliminando a aquellos que consideres mas peligrosos. Recuerda que el Mal fue derrotado una vez, cuantos mas obstáculos eliminemos antes, mas aseguraremos su triunfal regreso...

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28/11/2013, 19:50
Abaliv, el Elegido

Solo una más, una destrucción más. Y en esa ciudad pediré a mi señor un poder mayor, algo que me prepare para la inminente lucha. Luego me reuniré con el hechicero.

Pienso mientras me encamino a un nuevo emplazamiento, a una nueva cuna de corderos listos para sacrificar. Pero antes queda una cosa que hacer. Preparo un vendaje con unas mantas de una casa y, sin pensármelo demasiado, me muerdo el brazo, provocándome una ligera herida que justificará mi historia, la historia en la que casi muero cuando los muertos salieron de sus tumbas y arrasaron la ciudad.

Notas de juego

Me voy a la Nación de los Magos.

Pregunta ¿cuando subo de nivel jefe? ¿puedo incitar a los esqueletos a atacar La Nación de los Magos, provocando una circunstancia como, por ejemplo, que sea más fácil que lleguen enemigos a esta? ¿Las sombras, siervas de mi señor, no pueden atacarme a mi?

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28/11/2013, 20:17
Director

Notas de juego

Para destruir una localización tienes que estar solo en ella. Los esqueletos no se van a mover de esta ciudad, se han quedado anclados a ella.

En breve repartiremos px y haremos las subidas de nivel y eso ;)

Cargando editor
28/11/2013, 20:19
Director

Día 4

¡Cariño, ya estoy en casa!

Llegó la hora. El portal se ha abierto tal y como la profecía lo había dicho y nosotros, los servidores del Mal Supremo, campamos a nuestras anchas por todo el Reino. Os queda poco tiempo, mortales. Cuando el Mal alcance su mayor esplendor, en ese momento, todos y cada uno de los habitantes tendrán que decidir: unirse a nosotros dándonos sus almas, o morir entre los mas terribles sufrimientos.

Patricio Hierro, Asesino del Mal Supremo.

La profecía se había cumplido, y en gran parte gracias a ti, el Mal está en el Reino. Pero no con simples escaramuzas nocturnas. Esos ataques sólo pretendían preparar el terreno, o distraer a los Defensores del Bien para que no se fijen en lo realmente importante. Y cuando todos miraron hacia otro lado, las cosas cambiaron de repente. Todos miraron la mano derecha, y cual un gran presdigitador, la mano izquierda hizo lo propio.

Y el Portal se había abierto.

Un portal directo al Mal.

La mañana había amanecido algo más oscura que de costumbre. En la dirección de la Ciudad del Agua, unas nubes negras en el cielo, tan negras como el carbón, indicaban que allí se estaba gestando algo. Y ese algo no era nada bueno. Algunos aventureros, preocupados por la situación, indagaron sobre que había sucedido, sin embargo, pocos eran los rumores que daban información fiable y consistente. Muchos hablaban de un portal que se había abierto, otros, que una Legión de Lores del Mal apareció de la nada dejando la Ciudad más muerta que un cementerio.

Pero un nuevo día comienza... aunque seguramente no para todos.

Notas de juego

El Día 4 no tiene nada de especial. Es un día normal, como cualquier otro.

Si alguien se mueve durante el día de hoy, correrá el riesgo de encontrarse peligros durante el camino (lo decidiremos al azar ). Si viajáis de noche hay mas posibilidades de encontrarse peligro que si viajáis de día.

Tenéis hasta las 23:59 del Sábado 1 para decirnos "sólo para el director" ( en el lugar dónde os encontréis, no en vuestra escena persona ) a dónde os queréis mover, si es que queréis cambiaros de localización.

Actualización de Reglas:

Los Objetos que aparezcan en el Día como Recursos, sólo estarán disponibles hasta que caíga la noche. Si no se han repartido para ese entonces, desaparecerán.

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28/11/2013, 23:40
Abaliv, el Elegido

Notas de juego

Jefe nueva ronda de preguntas (espero no ser demasiado pesado).

1. En la descripción de la noche pone que algo pasa en la Ciudad del Agua ¿es así o te refieres a la Ciudad de la Tierra, en la cual me encuentro?

2. ¿Puedo comprar recursos? No compré nada en la Ciudad de la Tierra, antes de cargármela, porque todavía me salía el mercado de la Nación de los Magos. Si puede ser me gustaría comprar algo.

3. Al haber destruido yo mismo la ciudad ¿me he quedado sin la posibilidad de encontrar recursos?

4. ¿El Rey Cail vive en la Ciudad del Fuego? ¿Si me cargo la ciudad me cargo al rey? ¿si eso pasa Talashia dejará de mirar en las llamas?

5. ¿Se pueden comprar habilidades con los puntos de experiencia?

6. Si de aquí al sábado no digo nada me voy a la Ciudad del Fuego.

Cargando editor
29/11/2013, 00:02
Director

Notas de juego

No eres pesado, pregunta sin problemas :)

 

1- No es un fallo, es la ciudad del Agua ;)

2- Como no te añadí el mercado cuando debía puedes comprar ahora, como si lo hubieses hecho antes:

-Escudo (Cada vez que recibas un impacto, el escudo podría restar 1 punto de daño): 3 px

-Armadura de cuero [Reduce en 1 el daño (por ataque). Tiene 3 usos. (Puede ser reparada)]: 3 px

-Armadura robusta [Reduce en 1 el daño (por ataque). Tiene 6 usos. (Puede ser reparada)]: 4 px

-Comida: 1 px

3- Puede haber pero las probabilidades de que aparezcan se han reducido drasticamente.

4- Puedes cargarte la ciudad, sino hay nadie en ella, pero el castillo aún se mantendría. Puedes ir a por el rey pero eso requeriría combates y tiradas varías.

5- Se puede, si las hay disponibles en el mercado en el que te encuentres (En esta ciudad ya no hay. Al destruir una ciudad se queda sin mercado, claro)

6- Recibido :)

Cargando editor
29/11/2013, 00:11
Abaliv, el Elegido

Notas de juego

Ciudad del Agua, interesante, veo que no soy el único que la está liando.

Gracias por la oportunidad de comprar, me pillo armadura de cuero y comida, tomándome esta ahora mismo.

Sobre los recursos, ya me informarás (ojalá, así me pillo unos cuantos).

Ok, me cargo las ciudades tras matar a sus ocupantes, tomo nota. Ya, si tengo tiempo, iré a por el rey que me hace ilusión.

Sobre las habilidades, mola, muchas gracias.

Un saludo.

Cargando editor
29/11/2013, 00:15
Director

Notas de juego

Ok, tomo nota :D

Y sobre los recursos: Aparecen después de que os mováis, así que si vas a la Ciudad del Fuego te tocarán los de allí, no los de la ciudad de la Tierra (para eso tendrías que quedarte).