Partida Rol por web

Fatal Frame: Mermaid Song

Capítulo 2

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05/02/2019, 20:21
Brandon Marshall

Tomé uno de los refrescos que me ofrecía Christian y decidí darle un primer trago, mientras observaba la tristeza en el rostro de mi amigo. El muchacho continuaba depresivo por la muerte de Audrey y, teniendo en cuenta lo mucho que parecía quererla, no podía culparlo por ello. Por supuesto, si algún día tenía que revelarle la existencia del mundo espectral, omitiría cualquier referencia al estado en el que había visto a Audrey.

-¿Antropología? Sí, mejor sáltate la clase. No parece una asignatura demasiado interesante -comenté, sin dar muchos rodeos-. Tenía pensado buscar a Jaden. Dana me ha dicho que él podría saber acerca de un documental que fue a ver con Audrey, sobre un invento de un japonés supuestamente, y creo que podría tener algo que ver con lo que hizo Audrey... Me gustaría hablar con él. ¿Sabes dónde está?

Saqué entonces mi móvil del bolsillo y procedí a hacer una búsqueda en Google: "Oak Japón dormido". Mi intención era tratar de rastrear la posible noticia de la que había hablado Yoshi sobre el amigo al que había mencionado. Era poco probable que, teniendo en cuenta las circunstancias, no estuviera relacionada con la muerte de Audrey y ese mundo espectral.

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08/02/2019, 12:19
Misaki Asou

¿Kim Sun Hee? – Su voz mostró un signo de asombro y confusión, depositando ambas manos sobre la caja mientras pensaba y negaba con la cabeza.- No puede ser, no me he podido equivocar de persona.- Miró de nuevo a su alrededor, como si buscara a alguien aunque sólo estuvierais vosotras dos en el edificio. De seguido miró su reloj, calculando el tiempo que tenía.- Mira, sé que estarás confusa, he estado en tu lado y…- Los recuerdos le trajeron un escalofrío que no quería revivir, bajando la mirada y pasándose la lengua por los secos labios, controlando las emociones que volvían a resurgir.- Una vez formas parte no puedes escapar, no hasta que todos descansen.- Esta vez acariciaba la caja con cierto cariño, respeto a su interior.- Mi abuelo sabía que había algo más, intentó desentrañar los entresijos de ambos planos, pero no esperaba que eso condenara a todos.- Giró la caja mientras colocaba las manos en los laterales, abriendo la tapa lentamente. Metió las manos dentro y sacó una radio antigua de madera bastante desgastada, del tamaño de un bolso mediano. La dejó sobre el atril antes de dejar la caja en el suelo para hacer hueco, esperando que la coreana subiera al escenario con ella.- Sé que parece una locura, pero tiene propiedades espirituales.- No pudo contener una risa nostálgica, recordando que hace unos años ella misma era escéptica hasta que lo vivió en su propia piel.- Sé que los has visto, y no solo en “el otro lado”. Gracias a esta radio puedo escuchar sus pensamientos, conversan conmigo, así fue como Yôko me encontró.- Sacó de su bolso un pañuelo blanco que envolvía en su interior una preciosa piedra esmeralda que brillaba con los rayos de sol que se colaban a través de la ventana. Con cuidado, deslizó el cristal central de la radio para colocar la piedra en su interior, cerrándolo después.- Aunque sea difícil de creer después de lo que has visto, no todos son agresivos. Ella quiere ayudarte, quiere acabar con la maldición y vela por la elegida.- Ante la última palabra Misaki buscó la mirada de Sun Hee, esta vez cargada de tristeza al saber el papel que le había sido asignado.- Pero no eres tú.

Giró el radar de la radio para activarla, adquiriendo la piedra un intenso brillo antes de alejarse un par de pasos, cruzando los brazos en torno al pecho y bajando la mirada.

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08/02/2019, 12:37
Radio Espiritual

La voz era femenina, delicada y dulce, una que no supo reconocer la coreana.

No sé qué pasó exactamente, creía que todo estaba saliendo tal cual la tradición, lo que habíamos practicado antes de la noche de luna llena.

Llevé la infusión especial a Ayaka, la ayudé a preparase y velé por sus últimos sueños antes de que se quedara dormida. Todo estaba preparado hasta que escuché la puerta abrirse, alguien me golpeó por detrás, no pude distinguir quién era aunque creo que se trataba de aquél pescador, el que había ayudado a cartearse con ella antes de este día. ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué nos condenaría a todos?

Dios nos ha castigado por desobedecerle, el pueblo Inunaki estará eternamente condenado a repetir este último día hasta que alguien complete el ritual. Mië no mereció ser engañada, ella no es la causante de todos los males.

Por favor, sé que puedes ayudarme. La próxima Ningyo ha sido elegida, tengo que preparar todo para que, esta vez, el ritual se cumpla como está escrito.

Ayúdame a llevar a Shin-hye al altar.

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08/02/2019, 12:43
Misaki Asou

Al terminar, volvió a girar el vial para que cesaran las interferencias, aunque no quitara la piedra del centro.

Este es uno de los cientos de mensaje que me dejó, como comenté antes es bastante persistente.- Miró la piedra, esta vez carente de brillo, como si estuviera apagada.- Ella te llevó hasta mí y te ayudará, pero en este lado es la única forma que tiene de contactar con nosotras. Por eso estoy aquí, tenía que entregarte la radio antes de que fuera demasiado tarde, aunque no entiendo por qué a ti si no eres esa persona. ¿La conoces?

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08/02/2019, 13:31
Christian

Algo en las palabras de Brandon hizo que el joven alzara la vista de los refrescos, ladeando el rostro mientras levantaba un dedo, pidiendo unos segundos.

Espera, ¿cómo que fueron a ver un documental? ¿Jaden y Dana? Si no se soportaban, eso me dijo ella.- No entendía nada, mucho menos la extraña relación que su amigo le estaba comentando.- Debe ser una broma, Jaden no me haría esto, ¿verdad? – Negó con la cabeza, poniéndose en el peor de los casos y sintiéndose tremendamente traicionado si fueran ciertas sus preocupaciones.- Ayer vino a buscarme, por la mañana. Fuimos a jugar al baloncesto en la cancha, después se tuvo que marchar, estaría cansado. Brandon, necesito saber qué está pasando.- No sabía bien cómo sentirse. Siempre habían sido un grupo inseparable pero sabía del extraño humor del bromista, el más apartado del grupo pero, ¿tanto como para engañarle con la chica que le gustaba? - ¿Estaban juntos? ¡Brandon! – Chris empezaba a impacientarse, cogiendo la mano de su amigo para llamar su atención, necesitando saber la respuesta.

Por su parte Brandon, en mitad de la conversación, sacó el teléfono móvil para hacer una rápida búsqueda. Sólo encontró un pequeño recorte en una revista nacional de apenas un par de párrafos en la columna de “medicina”.

 

El pasado 4 de octubre, en la pequeña localidad nevada de Shirakawa-go del distrito Ono, en la Prefectura de Gifu, encontraron el cuerpo sin vida del agricultor Oak, un padre de familia dedicado a sus tierras y que surtía a gran parte del distritito con sus productos.

Las autoridades informaron que Oak falleció por causa desconocida después de entrar en un profundo sueño. Según nuestras fuentes, varias entidades médicas se desplazaron hasta su hogar para buscar el origen de su enfermedad, aunque el hombre aparentemente estaba sano.

Parece repetirse el mismo caso que asoló el distrito Fuwa, donde varias personas de diversa étnia, sexo y edad fallecieron con los mismos síntomas. Nuestras fuentes informan que el alcalde Dong-Yul se reunirá con los responsables del distrito para buscar solución al extraño virus.

Mientras tanto, los familiares y amigos de Oak velan por su muerte.

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08/02/2019, 14:27
Kim Sun Hee
Sólo para el director

La joven coreana observó un poco confundida a Misaki, en el momento en el que ésta dijo que ella no era la persona que buscaba. ¿Cómo era posible que no fuera la persona que necesitaba encontrar? ¿Acaso no era la japonesa la que había contactado con ella? Realmente no comprendía mucho de toda aquella situación, y ni siquiera sabía lo que la mujer deseaba de ella. - Pues... no hay nadie más aquí. Tú me llamaste. - Le explicó aún confundida, no sabiendo muy bien qué decirle. De todas formas, ¿cómo podía haberse equivocado? Estaba claro que Sun Hee se había relacionado con esa maldita aldea, y con los espíritus que la habitaban. No había duda de que debía de ser ella la persona que buscaba. Sin embargo, también era posible que hubiera otra chica que sufriera las mismas "pesadillas" que ella, y que la violinista aún no conocía. Lo que estaba claro, era que ella estaba allí, y deseaba algunas respuestas, en especial si podría obtener la forma de escapar de aquella aldea que despertaba tanto miedo en ella. No podía regresar, no sabía si lo soportaría otra vez.

No obstante, las siguientes palabras de la mujer no hicieron más que hundir a Sun Hee en un claro estado de desesperación. Le había dicho que no podía escapar de la pesadilla, no hasta que "todos descansaran". ¿Se refería a los muertos? ¿Los espíritus que habían intentado hacerle daño? No... no quería regresar. ¿Por qué la sometían a semejante horror? No había hecho nada malo para merecer algo así. - No... tiene que ser una broma... - Murmuró, sintiendo cómo las piernas parecían temblarle ante la sola idea de regresar a ese sitio. No había una salida, nunca había existido, no a menos que permitiera que el resto descansara en paz. ¿Por qué ella? No quería involucrarse en algo así, no cuando aquello podía costarle la vida. Jamás había aceptado participar en la pesadilla, tan sólo deseaba regresar a su vida normal. Todo era culpa del abuelo de la japonesa, de Asou, si no hubiera sido porque éste se había involucrado en lo que no debía, ella no estaría en esa situación. - ¿Confusa...? Estoy aterrada. Yo no quería nada de esto... - Le aseguró a Misaki, notando cómo un sudor frío cubría su piel ante lo que debía de aceptar. Tenía que salvar a los espíritus para poder dar fin a la pesadilla.

Al ver lo que la japonesa sacaba de la caja, decidió que lo mejor era subir al escenario con ella, sabiendo que no tenía otra opción más que continuar con aquello hasta el final. No tenía otra opción más que aceptarlo, y buscar una manera de ayudar a la aldea a descansar, si bien estaba claro que nada de eso era algo que realmente le agradara, en especial cuando podría costarle la vida. Aún así, se sorprendió al escuchar a Misaki, quien le aseguró que no todos los espíritus deseaban hacerle daño, así como el hecho de que la tal Yoko parecía buscar a la elegida. ¿Elegida de qué? ¿No era ella la que tenía que soportar la pesadilla? ¿Había otra más? Realmente lo lamentaba por la otra persona, sabiendo muy bien en lo que ésta debería de tolerar en aquella aldea. Sin embargo, si debía ayudar a la supuesta elegida, no dudaría en hacerlo, si eso significaba que podría escapar de aquel horror. - Entonces... ¿quién es? - Alcanzó a preguntar, antes de que la mujer introdujera la piedra esmeralda en el interior de la radio, la cual al parecer poseía propiedades espirituales, algo que, a esas alturas, no le resultaba demasiado difícil de creer, con todo lo que había visto y sufrido. Había espantado a un espíritu en su momento, por lo que había llegado a aceptarlo como una realidad... una horrible.

Por un momento, no pudo evitar sorprenderse al escuchar la voz que la radio comenzó a emitir. Era una voz desconocida, pero sin duda lo suficientemente agradable como para que la coreana pensara que no podría provenir de una mujer que tuviera malas intenciones, o al menos eso creía. No obstante, a medida que fue escuchando el relato de la mujer, a la violinista no se le hizo muy difícil sacar una conclusión sobre la persona que estaba hablando en ese momento. Aún recordaba la visión que había tenido, aquel sueño, en el cual parecía que había estado dentro del cuerpo de otra mujer, así como la preparación para una especie de ritual. ¿Acaso aquel había sido el momento del error? Era posible que Yoko había sido una de las asistentes a preparar a la candidata en aquel ritual, si bien... todo había salido mal. Parecía que alguien había optado por arruinar dicho ritual, aunque no parecían saber los motivos para algo así. Lo más difícil de creer, era que aquel fallo había condenado a toda la aldea, y ahora necesitaban llevar a cabo el ritual, de la manera correcta, para todos pudieran salvarse, incluida Sun Hee. Sin embargo, la expresión de la muchacha mostró preocupación, en el momento en el que escuchó quién era la supuesta elegida. Shin-hye. Su mejor amiga... la joven que... amaba con todo su corazón.

El mensaje en la radio no tardó mucho en finalizar, y, con ello, volvió a escuchar a Misaki, quien le explicó que ese era uno de los tantos mensajes, así como el hecho de que ella y Yoko podían ayudarla. Lamentablemente, la mente de la violinista estaba centrada en otra cosa. Shin-hye. Ella era la elegida, ella era quien debía de participar del ritual, uno que Sun Hee desconocía en su mayor parte, aunque sabía que las elegidas no parecían regresar en el momento en el que visitaban al sacerdote. ¿Qué sucedía si aquello significaba que le harían daño a su amiga, a su amor? No podía permitir que le hicieran daño. La quería demasiado como para permitir que le hicieran algo así. La pregunta de la japonesa la tomó por sorpresa, si bien no se demoró mucho en mirarla fijamente a los ojos. - Es mi... amiga. No puedo dejar que participe en esa... tradición. Sé muy bien que las elegidas no regresan cuando conocen al sacerdote. Es él quien está a cargo del ritual, ¿verdad? No voy a involucrarla en algo que podría hacerle daño. - Le aseguró, ciertamente en contra de la idea de arriesgar el bienestar de la persona que amaba con todo su corazón. - Ella... es muy importante para mí. ¿Qué sucede, al final, con la elegida? - Sabía muy bien que, si Yoko decía la verdad, eso significaría que la violinista no podría escapar de la pesadilla si se negaba a llevar a cabo el ritual, si bien... si eso significaba que podría salvar a Shin-hye... estaba dispuesta a aceptarlo. No pondría a su amiga en peligro, tan sólo para salvarse a ella misma.

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10/02/2019, 14:13
Brandon Marshall

Casi estuvo a punto de dibujárseme una sonrisa en el rostro al percatarme de la inocencia que mostraba Christian ante la revelación sobre la evidente relación entre Jaden y Audrey. Me daba pena mi amigo. Al fin y al cabo, lo que estaba viviendo desde la muerte de Audrey no debía de ser plato de buen gusto para él, sobre todo sabiendo que Jaden no le había dicho nada al respecto.

-A veces, las personas dicen que no se soportan, pero en realidad existe atracción sexual entre ellos -comenté, rascándome la nuca. No es que yo fuera ahora el Doctor Amor para aconsejar a Christian al respecto, pero ya había visto demasiados casos similares-. Sucede muy a menudo. Incluso en las películas de Disney... -Tras aquel inoportuno chascarrillo, pensé en Jaden. ¿Hacía cuánto que no hablábamos?-. Tal vez debiéramos ir a buscar a Jaden a su habitación y hablar con él. Puede que él sí que sepa lo que está pasando. Yo... solo sé que Audrey comenzó a obsesionarse con una extraña melodía y que todo comenzó después de que fuera a ver ese documental. Y para colmo está lo de esa chica asiática. Sé que es difícil de creer, pero estaba aquí, justo en el jardín...

Fue entonces cuando leí aquella noticia relacionada con el amigo de Yoshi. Por desgracia, ese hombre había muerto después de caer en ese profundo sueño del que ya nos había hablado el escritor. ¿Era posible que también hubiera viajado al Mundo Espectral, de alguna manera? Pese a que a priori no me había servido de mucho obtener esa información, más allá de la confirmación del destino que había sufrido ese pobre hombre, había un dato que no podía pasar por alto "distrito Fuwa". Todo indicaba que más personas habían caído también en un profundo sueño tiempo atrás. En cuanto tuviera algo más de tiempo y resolviese el problema con Jaden, intentaría investigar sobre ese tema.

-Vamos, Christian. Busquemos a Jaden -le dije a mi amigo, mientras echaba a andar en dirección al dormitorio de nuestro bromista compañero-. Empezaremos por su habitación.

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16/02/2019, 12:13
Christian

Chris se sentía traicionado. ¿Su mejor amigo con la que creía que sería su chica? ¿En qué clase de telenovela se había metido? Tiró una lata al suelo enfadado mientras bufaba, llegando poco a poco la rabia que nunca había tenido. Dolido y confuso a partes iguales, pateó la lata que rodaba por sus pies hasta estamparla en la pared, abollándose el recipiente aunque no se abriera debido a la escasa fuerza que tenía el joven.

Esto no se lo voy a perdonar.- Apretó los dientes antes de girarse y caminar rumbo a la habitación de Jaden, no sin antes agarrar la lata que había pateado y tirarla a un cubo de basura. No estaba en su espíritu ser malo, bastante raro era verle enfadado en ese grado, así que no tenía intención de recibir una bronca por parte de las limpiadoras.- Todo este tiempo, él sabía que me gustaba y, ¿qué hace? Mentirme en mi cara, ¡mentirme! – Empezó murmurando en voz baja aunque poco a poco fuera ascendiendo el volumen, llamando la atención de aquellos que se habían saltado las clases y paseaban libremente por los pasillos de la residencia.

Al llegar ante la puerta de la habitación en el piso superior, casi al lado de donde estaba la habitación de Brandon, Chris se acercó para pegar dos sendos golpes a la ruda madera.

¡Jaden, sal! – No había respuesta, ni parecía escucharse nada en el interior. Chris no quiso esperar, aprovechando que sabía que rara vez el joven cerraba con pestillo su habitación la abrió prácticamente de un portazo.- ¡Jaden!

La habitación estaba totalmente a oscuras, con la persiana de rejilla echada. La luz del pasillo era lo único que permitía ver el interior, un cuarto aparentemente normal sin nada por medio a excepción de una pelota de baloncesto desgastada, regalo de sus amigos en su último cumpleaños.

Chris se adelantó para abrir la persiana prácticamente a tirones, cuidando de no chocarse con ningún mueble por el camino. Al hacerlo entraba la claridad de la mañana y pudieron ver mejor qué había.

La mesa estaba ocupada por su portátil vacío y algunos libros viejos de letras japonesas, al igual que recortes de periódicos varios. En la pared había una especie de mural con fotos y etiquetas unidas con un cordón rojo donde podían verse distintos nombres y fechas, como si fuera el panel de investigación de un detective.

Por otro lado estaba la cama, donde Jaden dormía tranquilamente ajeno a todo lo que pasaba. Chris le dio un manotazo en el hombro para despertarlo, terminando por zarandearlo al ver que no reaccionaba.- Despierta, tenemos que hablar.- No era un chico de pelearse y posiblemente él estaba más confuso con toda la situación, como si quisiera sonar agresivo sin saber cómo.- ¡Jaden! …. ¿Jaden? – No parecía reaccionar, todavía sumido en su sueño.

Notas de juego

Tírame 1d100 para la próxima :)

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19/02/2019, 12:16
Misaki Asou

Ella... es muy importante para mí. ¿Qué sucede, al final, con la elegida?

No respondió a su pregunta, aunque la mirada que le dedicó hacia que las palabras sobraran, sabiendo que ambas sabían la solución.

- No sé nada sobre el ritual, ni los involucrados.- Iba a proseguir con que tampoco quería saberlo. Ella ya había vivido su propia pesadilla como para inmiscuirse en otra, aunque realmente quisiera ayudar a la coreana.- Lo único que sé es que hay que completarlo para que la historia no se repita una y otra vez. Me atrevería a decir que hubo otras seleccionadas antes, y ahora el papel ha recaído en vosotras.- Suspiró sin saber qué más añadir. Sabía perfectamente que si en esos años donde ella sufría su propio ritual le hubiera dicho esas palabras posiblemente la gritaría enfadada, incapaz de asimilar el destino que le habían colocado sin permiso.- Es vuestra decisión, pero el tiempo se está agotando.

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19/02/2019, 12:23
Radio Espiritual

Iba a añadir algo antes de que la piedra volviera a iluminarse, acercándose rápidamente Misaki para girar el vial y encenderla, sabiendo que significaba que había otro mensaje.

La presentación de la próxima Ningyo está a punto de comenzar. El pueblo vitorea a la elegida, entusiastas de conocer a su salvadora.

Las sacerdotisas tienen que prepararse para estar a su lado en todo momento.

Gracias.

Notas de juego

Tírame 1d100 con el post :)

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19/02/2019, 13:15
Kim Sun Hee
Sólo para el director

La mirada de Misaki lo decía todo, a pesar de que no había expresado palabra alguna en respuesta. Nada bueno podría sucederle a la elegida, incluso Sun Hee lo sabía, por lo que había descubierto al desvanecer al espíritu de aquella mujer. Y, aún así... ¿Le estaba diciendo que debía sacrificar a su mejor amiga, a la persona que amaba con todo su corazón, sólo para salvarse a sí misma, al igual que salvaría al resto de las almas atormentadas? No... no podía hacer algo así, no a su querida Shin-hye. No sería más que una cobarde, dispuesta a traicionar a quien amaba, una egoísta sin redención alguna. Esa no era la clase de persona que la violinista era, no podría hacerle eso a un ser querido, mucho menos a aquella muchacha que tanto quería. Ni siquiera había confesado sus sentimientos, y parecía que querían que aceptara aquella pérdida como algo normal, como algo que debía de esperar si deseaba arreglar una situación en la cual había sido forzada a involucrarse, a poner su vida en riesgo. Toda aquella situación podía irse al demonio, si pensaban que ella aceptaría semejante idea. Debía de haber otra forma, otro método para eliminar la maldición, sin necesidad de sacrificar a la persona que quería. Incluso si no lo había... no dejaría que le pusieran un dedo encima a su querida amiga.

Las siguientes palabras de la mujer, no hicieron más que acrecentar la frustración, la ira que sentía ante aquella injusticia. Todo era culpa de esa maldita cámara, de Asou, de esa endemoniada aldea que no la dejaba en paz. Ella jamás había deseado algo así, ni mucho menos consideraba que lo mereciera. Siempre había sido amable con todos... ¿por qué la atormentaba de esa forma? ¿Por qué le pedían que sacrificara a quien amaba sólo para salvarse? Si esa era la única forma de escapar de aquella pesadilla... entonces tendría que rechazar la salvación. - No sabes nada pero... estoy segura que tienes una idea de lo que sucede con las elegidas. - Dijo totalmente seria, mientras reprimía la ira en su interior ante tanta injusticia. Era fácil para Misaki hablar de esa manera, pedirle que sacrificara a alguien a quien quería,  cuando no era ella la que estaba en su misma situación, al menos ya no. - No voy a sacrificar a Shin-hye. La quiero demasiado para hacerle algo así. Buscaré otra manera. - Afirmó decidida, dispuesta a ir en contra de ese maldito ritual, incluso si aquello podría costarle en demasía. - ¡Yo nunca elegí esto! ¡Yôko puede buscar su sacrificio en otra parte! Tendrá que acostumbrarse a la condena eterna, a menos que se le ocurra otro método para salvarlos a todos.. - Exclamó en un tono que demostraba lo molesta que estaba con aquella situación, debiendo de resistir la necesidad de insultarle a ella y a su compañera fantasmal.

No obstante, cuando pensaba decir algo más al respecto, la piedra volvió a funcionar, y con ello un nuevo mensaje fue transmitido por parte de aquella extraña radio. El mensaje era bastante claro, parecía que los preparativos habían sido realizados para recibir a la nueva Ningyo, si bien Sun Hee aún no se había mostrado a favor de entregar a Shin-hye a ese horrible destino, por lo que aquello debería de ser en vano. - ¿Qué significa eso? - Preguntó con cierta preocupación en su voz, no sabiendo muy bien cómo reaccionar ante semejante mensaje. No debería de sucederle nada a su amiga, no a menos que ella la entregara. Después de todo, era la violinista quien tenía la cámara. No obstante, el hecho de que supiera que Shin-hye era otro de los objetivos de aquella maldita aldea, hacía que se mantuviera alerta ante cualquier posibilidad. ¿Qué sucedería si encontraban una manera de atraer a su amada a la aldea? Tenía que asegurarse de que aquello no ocurriera. No dejaría que le hicieran daño, no permitiría que la convirtieran en un sacrificio, por nada del mundo. - Dile que puede olvidarse del sacrificio, no habrá uno, no Shin-hye. Puede buscarse a otra. Haré todo lo posible para que no puedan hacerle nada. - Prometió con absoluto desdén, dispuesta a interrumpir el ritual de cualquier manera posible. Su amiga tenía un futuro por delante, un hermoso sueño que esperaba que se cumpliera, no iba a dejar que esas almas en pena le arruinaran su oportunidad de vivir.

- Tiradas (1)

Motivo: Dado misteriosooo

Tirada: 1d100

Resultado: 11

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19/02/2019, 13:37
Brandon Marshall

-Bueno, Chris, no sabemos cómo ha sido verdaderamente esta situación -dije, en tono conciliador, tratando de calmar a mi amigo-. Creo que necesitamos sentarnos los tres. Tú, Jaden y yo. Y hablar del tema. Puede que sea lo mejor para entender qué es lo que ha sucedido...

La actitud de mi amigo me resultaba bastante infantil hasta cierto punto y nunca lo había visto tan alterado. Aunque por otra parte, su amor pseudoplatónico había muerto de forma violenta y más tarde había descubierto que la chica salía con uno de sus mejores amigos, por lo que entendía que se encontrase tan alterado. Su vida universitaria literalmente había estallado en pedazos. Ya sólo le faltaba saber que su otro mejor amigo había viajado a un mundo espectral y había visto a Audrey en un estado bastante siniestro...

Una vez que llegamos frente a la habitación de Jaden, Chris comenzó a golpear la puerta hasta que decidió abrirla de un portazo al no obtener respuesta al otro lado. Sentí un ligero escalofrío al advertir que en el dormitorio de Jaden había unos libros con letras japonesas, aunque lo peor era ese mural con fotos y etiquetas, que casi parecía que se tratase del panel de investigación de un detective. Solo había visto un panel como ese en las películas, y en ellas sólo los elaboraban dos tipos de personas: los detectives y los obsesionados con un tema. Y Jaden, hasta donde yo sabía, no era detective. "¿En qué estás metido, Jaden?" me dije para mis adentros, preguntándome si mi amigo sabría más sobre ese mundo espectral.

Jaden se hallaba dormido en su cama, aunque a juzgar por los zarandeos y manotazos que le daba Chris, parecía hallarse demasiado adormilado. De inmediato, pensé en el amigo de Yoshi. ¿Era posible que a Jaden le estuviera sucediendo lo mismo que a Oak? Desesperado ante esa posibilidad, eché a correr hasta la cama y comencé a zarandear también a Jaden, intentando que se despertara.

-¡Jaden! ¡Jaden! ¡Vamos, amigo! -le dije, con gran nerviosismo, mientras movía al joven para intentar que despertara.

- Tiradas (1)

Motivo: Tirada

Tirada: 1d100

Resultado: 97

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19/02/2019, 15:20
[Yoshi Yamagaki]
Sólo para el director

Ultimamente ando con mucho estres entre el trabajo, el libro, etc.. - dice con la mirada triste.

En cuanto a Ino, bien, espero poder cumplir mi promesa, terminar todo esto y poder estar al 100 % para ella, se lo merece, además que ya tocaba cambiar, no?.. - dice con una suave sonrisa a su compañero.

En cuanto a mis fuentes, no te lo creerías si te lo contara, demasiadas cosas raras desde la visita del señor Oak.. - dice mirando al frente con la mirada perdida.

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23/02/2019, 13:39
Yamada Tsudo

Yamada asintió a sus palabras aunque no terminara de estar convencido de ellas, sobre todo la parte de las fuentes, la gran incógnita que llevaba encima el policía. Pero no dijo nada, encogiéndose de hombros pendiente de la carretera, bajando una de sus manos hasta el vial de la radio al notar que la señal de las noticias se estaba perdiendo. Había distorsiones, posiblemente causa del tiempo, provocando que le diera un pequeño golpe como si intentara arreglarlo.

- Deben de haber cortado la señal. Lleva así varios días por culpa de la nieve, no hay forma de escuchar nada.- Cansado de intentar buscar alguna cadena que todavía funcionara, apagó la radio resignándose al silencio del motor y la carretera. Por suerte, el ayuntamiento no estaba demasiado lejos en coche.

 

Tardaron un poco más debido a que la mitad de las calles estaban cortadas, teniendo que desviarse por callejones despejados y un pequeño atasco, aparcando en la primera zona libre que encontrara antes de quitarse el cinturón a toda prisa.

- La reunión debió terminar hace unos minutos.- Miró su reloj mientras salía del coche y alzaba el rostro.- Con suerte se habrán entretenido un poco, sígueme.

El ayuntamiento era el edificio más cuidado de todo el distrito, una especie de muestra al público. Compuesto por tres plantas terminadas en una especie de pináculo repleta de distintas banderas, la entrada estaba formada por una gran puerta acristalada, la cual se abría sola al acercarse.

Lo primero que vieron fue un puesto de vigilancia, donde un hombre con uniforme se acomodaba en la silla para seguir tecleando en su ordenador, aunque levantara la vista de la pantalla al escucharlos entrar.

- Buenos días.- Yamada saludó primero, sacando de su bolsillo trasero la placa identificativa que siempre debía llevar consigo. El hombre pareció reconocerle, posiblemente porque el distrito era tan pequeño que casi se conocían entre todos.- Yamagaki, viene conmigo.- Señaló a su amigo con un ligero golpe de cabeza antes de apoyar las manos en el mostrador.- ¿Sabes si el alcalde sigue reunido?

El hombre del mostrador, un señor que alcanzaba perfectamente los 40 años y de cara redonda, mostró una mueca de duda antes de teclear unos segundos.

- Todavía no han bajado, ¿ha pasado algo Tsudo? – Preguntó preocupado, desconociendo el motivo de su visita.

- Papeleo, no te preocupes. ¿Podemos pasar? – Señaló a la puerta que separaba el puesto con el recibidor, un amplio salón con fotos de todos los alcaldes que lideraron el distrito o carteles sobre cursos o campañas varias. Al fondo de la misma un ascensor con clave, controlado expresamente por el guardia.

- Claro, déjame un momento…- Antes de que pudiera teclear el sonido del ascensor hizo que todos se giraran, abriéndose las puertas metálicas para dejar pasar a dos hombres trajeados y una mujer de avanzada edad.

Yamada le dio un codazo al escritor mientras miraba las tres personas, todavía conversando frente a las puertas.

- Ahí están, llegamos a tiempo.- El primer hombre era un señor con traje oscuro a juego con su corbata azul marina y unas gafas que se levantaba continuamente.- Es el alcalde de Fuwa, junto a él está su secretaria.- La mujer debía ser la más mayor del grupo, una señora de vestido verde largo con una chaqueta y el cabello corto liso, perfectamente cuidado para la ocasión.- A su lado, nuestro hombre.- Palmeó el hombro de Yoshi mientras se acercaba al tercer hombre, con un traje gris oscuro, una bufanda que se iba colocando alrededor del cuello y un maletín de cuero.

Esperó a que terminaran de hablar y que Dong-yul estuviera solo avanzando en su dirección, hacia la salida, antes de adelantarse para pararle en mitad del camino.

- Disculpe, ¿es usted Dong-yul? Somos Yoshi Yamagaki y Yamada Tsudo, estuvimos a cargo del caso del señor Oak, ¿le importaría que le robáramos unos minutos de su tiempo?

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23/02/2019, 13:50
Dong-yul

El alcalde presentaba un porte serio, dubitativo mientras avanzaba hacia la salida, recolocándose la bufanda al sentir el frío de la estancia. Frenó su paso al encontrarse con ambos hombres, mirando a uno y a otro respectivamente dispuesto a negarse para volver a su hogar si no fuera porque el nombre de “Oak” llamó su atención.

- Por supuesto, faltaría más.- Parecía estar interesado en el tema, girándose para despedirse con una cordial sonrisa de los anfitriones.- Díganme, ¿qué necesitan?

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24/02/2019, 14:22
Christian

Jaden no respondía, moviendo su cuerpo al compás de los zarandeos y manteniendo la respiración calmada, como si estuviera sumido en un bonito sueño.

Chris se sentó en un hueco libre de la cama mientras cogía la mano de su adormilado amigo y le tomaba el pulso, colocando dos dedos en su muñeca. Evidentemente estaba vivo y su pulso era normal, aunque un poco más lento posiblemente debido a la relajación de su cuerpo. Sin embargo el joven no entendía qué pasaba, buscando con la mirada si había por las mesas algún tipo de pastillas o relajante que se hubiera tomado.

Voy… voy a llamar al conserje.- Esperaba que no fuera una broma de Jaden, levantándose para andar un paso marcha atrás.- Quédate aquí, no tardaré.- Se marchó prácticamente corriendo, dejando la puerta abierta antes de echar un último vistazo a su amigo dormido, quien no se había movido de su posición.

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24/02/2019, 14:27
Máster fantasma

Brandon estaba solo en la habitación con la cabeza dándole vueltas por el artículo que había leído y mirando el pecho de su amigo, levantándose a medida que respiraba. Se acercó para seguir zarandeándolo hasta que sintió agua en sus pies, mojando el bajo del pantalón y sus zapatos.

Al bajar la mirada vio la arena húmeda y los restos de una ola que moría en la orilla. Ya no estaba en la habitación, sino en la playa que había visto en sueños nada más volver de esa pesadilla pero, esta vez, no había un cuerpo que mover sin evitar, sino era el propio joven quien estaba ahí.

En el horizonte, los últimos rayos de sol dejaban un destello rojizo sobre el apacible mar, apagándose lentamente con las olas, y provocando que el olor salado inundara sus fosas nasales.

Pero Brandon no estaba solo.

A su lado, con los ojos cerrados mientras respiraba hondo estaba la hermosa chica con la que tantas veces se había cruzado. Seguía vistiendo el kimono blanco aunque tuviera el bajo oscurecido por la humedad, y las manos unidas en su regazo. Abrió sus oscuros ojos con una triste sonrisa, centrando su visión en el horizonte.

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24/02/2019, 14:53
Ayaka

No va a parar, no hasta que le encuentre.- Bajó el rostro mientras soltaba una lágrima, limpiándosela con la larga manga del kimono.- Haga lo que haga no puedo detenerla.- En sus palabras se notaba un dolor, una lucha interna que la delataba en el leve temblor de sus manos, ocultándolas en sus mangas al cruzarse de brazo para que no se notaran.

Intentó serenarse, escuchar simplemente los pájaros volar sobre ellos y las olas rompiendo, mojando sus pies descalzos. Dio un paso, borrando el agua su huella y hundiéndose levemente en la arena húmeda.

Puede que todavía haya una oportunidad para tu amigo, antes de que le alcance.

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24/02/2019, 18:14
Misaki Asou

A pesar de lo alterada que se encontraba Sun Hee, Misaki se mantenía impasible girando el rostro al ser incapaz de sostenerle la mirada por más tiempo. Desde que conoció a Yoko había dudado sobre si sería buena idea de presentarte personalmente ante la coreana, sabía lo que se encontraría no sería precisamente agradable, sobre todo teniendo en cuenta que no iba con buenas noticias, pero el haber vivido un traumático episodio le hizo querer ver quién era y ayudarla, aunque eso posiblemente no lo viera en esos momentos.

Cerró el puño sintiendo esa oleada de sensaciones que la violinista tenía. También había perdido, había llorado y gritado por seres queridos atrapados en historias que no la concernían, y había visto morir a amigas por el mismo motivo.

- Lo siento.- No podía expresarlo con otras palabras, atusándose el cabello antes de escuchar el mensaje de la piedra.

Misaki sabía lo mismo o incluso menos que la violinista, pero las palabras de Yoko eran tan claras que no pudo evitar poner una mueca de asombro. Se mordió el labio inferior antes de apagar el vial, sabiendo que apenas le quedaba tiempo para coger su vuelo.

- Tienen a tu amiga.- Sabía que no era lo que quería escuchar, pero era la explicación más lógica al críptico mensaje.- Tal vez puedas hacer algo, pero tienes que hacerlo antes de que inicie.- Hablaba más de la cuenta, esperando realmente que ella pudiera poner fin a todo.- Siempre hay una segunda opción.- Susurró aquello que le rondaba por la cabeza desde que llegó, las mismas palabras que se había repetido infinitud de años durante las continuas pesadillas.- Corre, ¡vete!

Iba a guardar la piedra pero, al sacarla, el cristal vibró y explotó entre sus manos en cientos de pequeños cristales esmeraldas. La nieta de Asou estuvo unos momentos mirando el polvo que había quedado en la palma de su mano sintiendo un leve escalofrío.

- ¡¡Corre!! – El grito resonó por todo el escenario, llegando el eco a través de las paredes.

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24/02/2019, 18:52
Kim Sun Hee
Sólo para el director

Al ver cómo la japonesa no podía mantenerle la mirada, no pudo evitar sentir cómo la ira se apoderaba de ella, realmente enfurecida con el hecho de que tuviera que aceptar aquella injusticia. No iba a dejar que algo le sucediera a Shin-hye, no podía permitirlo, incluso si aquella fuera la única opción para salvarse a sí misma y a todas esas almas en pena. Prefería condenarlos a todos al mismo infierno, antes que sacrificar a la chica que amaba con todo su corazón. No dudaría en usar toda su voluntad para pelear contra aquello que había sido decidido, ya fuera contra ese maldito culto, o con cualquier otro que se atreviera a tocarle un sólo cabello a su querida amiga. Sun Hee era alguien que, la mayoría de las veces en su vida, siempre había preferido evitar el conflicto con otras personas, ya que no creía que aquello fuera la solución para un problema. Sin embargo... si Shin-hye estaba involucrada, si su vida estaba en peligro, no dudaría en hacer lo que fuera necesario para salvarla, para asegurarse de que ésta tuviera un futuro con el que soñar. No la iba a abandonar jamás, ni mucho menos la entregaría a ese horrible culto. Tan sólo debía de mantener alejada a su amiga de todo aquello. - "Lo siento" no es suficiente. - Se expresó con cierta molestia, aunque sabía que era algo en lo que Misaki no podía ayudarla, excepto aconsejarla.

No obstante, al escuchar las siguientes palabras por parte de la mujer, los ojos de la violinista se abrieron, realmente sorprendida ante lo que había oído, así como también aterrada. ¿Tenían a Shin-hye? ¿Cómo? Hasta ese momento... sólo Sun Hee se había visto involucrada con la aldea maldita. Sin embargo, algo le decía que Misaki no mentía, que Shin-hye había sido capturada por aquel culto. - No... no es posible. ¡No voy a dejar que le hagan daño! - Exclamó con claro odio en su voz, enfurecida ante el hecho de que se hubieran atrevido a secuestrar a su querida amiga, a quien quería demasiado. ¿Yoko había sido la responsable? No estaba segura, aunque era una posibilidad. Después de todo, algo le decía que a ésta le importaba más el hecho de salvar a la aldea, y a ella misma, más que lo que le pudiera suceder a la violinista y a su amiga. ¿Quién le aseguraba que no era realmente malvada? Era posible que hubiese engañado a Misaki. De cualquier forma, estaba claro que no podía dejar que se salieran con la suya, debía de salvar a Shin-hye, sin importar lo que tuviera que hacer para lograrlo. Si debía de hacer uso de la cámara para abrirse camino entre los espíritus, no dudaría en hacerlo. En ese momento, sólo le importaba su amiga, nadie más.

Sun Hee asintió tras escuchar el susurro de Misaki, un poco feliz al escuchar que aquella no era la única opción, que era posible que pudiera poner fin a todo aquello sin tener que sacrificar a su amiga. Le daba igual lo que tuviera que hacer, sólo deseaba que Shin-hye estuviera a salvo, nada más que eso. La quería demasiado como para aceptar que ésta sufriera un horrible destino. Por eso mismo, en cuanto la japonesa le dijo que corriera, la violinista se decidió a continuar con aquello, de involucrarse en tal pesadilla sólo para rescatar a la joven que amaba. - No te preocupes, Unni... - Murmuró para su amiga, esperando que ésta pudiera escucharla a pesar de no estar allí con ella. No obstante, en el instante en el que el cristal estalló, la violinista supo que algo estaba mal. Estaba segura de que Yoko pensaba oponerse a la idea de salvar a Shin-hye, por lo que, tras escuchar a Misaki, no dudó en comenzar a correr, con la intención de escapar de lo que posiblemente iba a por ella. - ¡No voy a permitir que sacrifiques a Shin-hye! ¡No eres nadie para tomar esa decisión!- Exclamó al espíritu mientras corría, dejando en claro que no se daría por vencida. Nadie la detendría, no cuando se trataba de su amiga. No importa si tenía que enfrentarse a una aldea entera de espíritus. La salvaría, cueste lo que cueste. Tan sólo podía imaginar el miedo que Shin-hye debía de sentir en esa situación, sólo para sentir como aquella idea era el combustible que necesitaba para alimentar su determinación. No tenía miedo a la pesadilla, no cuando debía de proteger a su Unni.