Partida Rol por web

El sol del mediodía proyectaba la sombra del rey en las afueras del templo. La gente presente en el festejo de aquella boda estaba en el suelo, con el rostro inclinado. Mirarlo directamente a los ojos sin su permiso podía ser castigado con la muerte. Era natural, porque aquel era un ser divino y ellos meros mortales a su servicio.

-Tomaré primero a la novia -declaró con sencillez. Habíase dado que los ojos del soberano encontraron cierto encanto en la mujer por la que se celebraba. Tenía ese aire de de noble doncella que tanto le gustaba, y que tan difícil de encontrar era. Naturalmente, deseó probar la fruta antes de que fuese manchada por alguien mas. El novio ni siquiera levantó la cabeza, siendo libre de protestar en su mente, o en su tumba. Levantar mano contra el hijo invencible de dioses y humanos no era una opción.

-Alguien debe reprenderte y rectificar tu arrogancia.

El aire se congeló. Era una voz bella, y neutral en cuanto a género. El rey se dio vuelta para encontrar a quien acababa de tener tal osadía, y encontró una figura joven, con hermoso y largo cabello verde claro y reluciente. Vestía pantalones blancos y una túnica simple, por lo que no podía distinguir hombre o mujer en una primera vista. 

Pero eso no importó, porque las miradas duraron poco mas de unos segundos antes de que comenzaran las hostilidades. La boda quedó olvidada y lejos, porque la ferocidad con la que combatían los arrastró fuera de la ciudad y duró días. El enemigo que tenía delante se transformaba sin cesar, y lo empujó a usar todas sus fuerzas para equiparar a aquel extraño ser. Estaba enojado...o quizá solo sorprendido de haber encontrado a su igual de forma tan extraña.

-¡Tú, montón de barro...! -insultó, había ira en su voz.

Y por primera vez, se vio obligado a hacer uso de los tesoros que tan cuidadosamente había guardado, renuente y humillado por este hecho. Pero esto solo duró en el inicio, ya que luego comenzó a disfrutar aquello, y sacó mas y mas de sus preciados bienes sin pesar en su corazón. Pasaron soles y lunas, y la bóveda se vació, al igual que el enemigo quedó reducido y debilitado a una décima de lo que había sido. Y en lugar de continuar, el rey cayó de espaldas sin importarle donde habían ido a parar, estallando en alegre risa. Y la figura humana que lo combatía cayó cerca de él de igual forma, y riendo con el mismo espíritu.

-Solo habrá un golpe mas para cada uno, sin defensas de por medio -remarcó el monarca de cabellos dorados- Y sin mas, resultaría en dos cadáveres necios.

La figura de barro que imitaba a un humano nunca supo interpretar si eso significaba que era un empate, o si el rey quería hacerlo de modo que sólo hubiese un cadáver.

-¿No lamentas los tesoros que has perdido? -inquirió.

La voz que respondió fue radiante.

-¿Porqué? Si es alguien en quien debía utilizarlos, entonces no es impensable que le haga ese favor.

Y desde entonces, fueron amigos.

Parece que viste alguna clase de sueño distorsionado. Con esto, despiertas en una enfermería acogedora, debiste haber sido traída aquí luego de haber colapsado. ¿Entonces, ese mundo, la efigie y ese Servant un sueño también? Te quedas unos momentos en blanco, mirando hacia arriba. No, esta enfermería es bastante distinta a la que conocías como estudiante...aquella careta falsa de estudiante que te había sido asignada. Tus memorias están comenzando a volver, llenando el vacío desesperado que habías experimentado. La tranquilidad de volver a ser tu...

-Ya estás tardando demasiado en despertar, mongrel.

Se muestra a tu lado, mirándote. La materialización fue en un segundo, comenzando desde los pies y subiendo, mientras el polvo de oro le da forma. Un hombre dorado, en una armadura dorada. Simplemente tenerlo delante era avasallante, y un incontable número de personas habían tocado el suelo con su frente en su presencia. La sensación que transmitió Leo en las preliminares era similar en cierta medida, pero en el caso actual era como un vaso de agua junto a un mar puro.

-La Guerra del Santo Grial no me interesa en absoluto, no cometas el error de confundirme con tu aliado. Simplemente, me gustan los viajes de placer, y considero que ser un espectador de tu viaje en este evento es un entretenimiento decente luego de dormir durante tanto tiempo. Me pregunto ¿sabes en que clase de evento te has inmiscuido? ¿Siquiera sabes lo que es un Servant?

Charlotte despertó un tanto aturdida, se demoró unos minutos en recordar dónde se hallaba, qué había sucedido y separar esos recuerdos del extraño sueño que había tenido. Oyó una voz que le resultaba extraña y familiar al mismo tiempo. Al lado suyo, un hombre hermoso y de aspecto impío vestido con una impresionante armadura dorada la observaba. Recordó quién era él, pero aún no lograba recordar nada sobre ella misma. Bah, qué fastidio... nada. ¿Qué me hicieron que me arruinó tanto la memoria?

En vez de haberse ofendido por el comentario, esbozó una sonrisa y respondió suavemente Entonces gracias por haberme esperado, supongo.

No pudo evitar mirarlo, cada milímetro de él demandaba ser adorado y tenía ese efecto en quienes lo rodeaban. Las palabras de Gilgamesh la aturdieron un poco más, pero hizo un esfuerzo en seguir el hilo de la conversación. 

No soy tan engreída como para equivocarme de ese modo, Rey de Todos los Héroes. Y si lo que buscas es un gran espectáculo, pues ten los ojos bien abiertos y no me quites la vista de encima, ¡Tendrás un espectáculo único en tu vida! - agregó la joven efusivamente, mirándolo a los ojos con una sonrisa en la cara. Supongo que te lo debo luego de haberte despertado de tu sueño. Suspiró hondo y volvió a recostarse mirando el techo.

Creo... creo que todo lo anterior ha causado problemas con mis recuerdos, por lo que de momento no sé en qué tipo de evento me he inmiscuido ni qué es un servant, tal como insinúas. No supongo que pudieras molestarte en explicármelo, ¿Verdad? Imagino que para tí, todos los demás participantes deben ser diminutos e insulsos. En esos momentos no lo miraba, solamente se concentraba en el techo y ocasionalmente cerraba los ojos por unos segundos. Aún se sentía bastante perdida y vacía sin esos recuerdos, como si no tuviera información para saber cómo ser ella misma.

-Creo que no escuché bien la primera parte, hablaste muy bajo. Pero, no había nada mas entretenido que hacer, aunque no estoy dispuesto a esperar más -comentó con aire casual, pero por alguna razón te sonó peligroso como el cascabel de una serpiente. A pesar de que estabas recién despertada, ya sentías la tensión de lo que iba a ser relacionarte con este hombre, y sus miradas eran bastante expresivas. Sin embargo, giró a ver la puerta al escuchar el pestillo de la misma girando, sin moverse de su posición. Esta se abrió, dejando pasar a una bonita joven de cabello y ojos púrpura que ya conocías...mas o menos.

-Ah, Charlotte, ya despertaste. Estoy muy aliviada. Tu estatus físico ha sido restaurado de cualquier daño en las preliminares, así que siéntete libre de marcharte cuando desees. Además, todas tus memorias han sido restauradas por SE.RA.PH, así que no te preocupes. Todo mago que busca el Grial ve su memoria suprimida y comienza con una falsa. Solo los magos que encuentren la forma de recobrarlas están permitidos de participar en el torneo principal. Ahora que tus memorias están completas, revísalas con cuidado para comprobar que no falte nada. Ah, soy Sakura Matou. Una AI que custodia este sitio y se encarga de sus funciones.

Naturalmente, esta chica era...algo no humano, programado para la enfermería. Pero algo estaba terriblemente mal. ¿"Memorias restauradas"? No se notaba en absoluto.

-Ah, antes de que me olvide...debería darte esto. -te entrega una laptop bastante neutra- Además de como herramienta para la mayoría de los magos, también te dará acceso a tu sala privada. Es un espacio cerrado donde solo tu y tu Servant podrán ingresar. También recibirás mensajes del sistema con ella, y demás funciones que le des.

En el momento en que la mirada de Gilgamesh se dirigió hacia la puerta, Charlotte hizo lo mismo y su cuerpo se puso en guardia, como esperando que entrase algún enemigo. Por suerte para ella se trataba de una muchacha.

Las palabras de la muchachala confundieron un poco Osea que sí era verdad que por culpa de este proceso o lo que sea es que no tenía mis recuerdos... el problema es que no me fueron restaurados como dijo ella, siguen bastante ausentes. La muchacha le entregó una laptop y continuó hablando como si nada. Una sala privada para mi servant y yo... ¿Mensajes del sistema? Creo que todo esto solamente está empeorando mi situación...

Disculpa, Sakura... pero dijiste que mis memorias ya habían sido restauradas... ¿Puede ser que se haya cometido algún error? Aún... aún hay grandes vacíos en mi memoria. Intentaba disimular la angustia que toda esa situación le estaba generando. ¿Crees que podrían revisarme nuevamente, por favor? No creo que sea algo que suceda a menudo y no estoy en posición de simplemente continuar como si nada.

La sola idea de continuar sin saber nada de sí misma le generaba un temor terrible. Sí, estaba sana, pero no recordaba nada sobre sí misma, ni sobre la competencia ni sus motivaciones. ¿Cómo se supone que una persona continúe sin recordar como ser ella misma? Especialmente acompañada por un servant que pareciera quererla ver fallar en cada movimiento que hace.

-¿Uh? Con permiso.

Sakura se acercó, a tu lecho y posó una mano delicada sobre tu frente. Sentiste un hormigueo suave al contacto, que perduró unos instantes mientras la chica parecía abstraída en sus pensamientos. Al cabo de un momento, se apartó con expresión confusa.

-El almacén de datos de SE.RA.PH no se ha quedado con nada tuyo. Temo decir que si tienes algún problema, realmente se debe a algún factor externo a la interfaz de Moon Cell. No puedo hacer nada para ayudarte, lo siento mucho -se inclinó levemente, con aire verdaderamente sincero.

La puerta se abrió nuevamente, dando paso a un hombre maduro. Alto, de mirada café sin brillo y cabello castaño y poco cuidado. Vestía ropas de sacerdote, y portaba una cruz pulcra en el cuello, resaltando entre el negro del resto de su figura. Gilgamesh levantó una ceja.

Sakura: Ah...¡Kotomine-san!

-Hm. Veo que la última participante ha despertado, quise venir a ver personalmente tu despertar...creo que nunca he visto una Master tan indefensa antes -se fijó en ti de forma más concreta. Definitivamente, notaste al instante que era la voz que había estado guiándote por las preliminares- Felicitaciones por ser digna de entrar en la Guerra del Santo Grial. Puedes llamarme Padre Kotomine. Soy el NPC asignado a supervisar la Guerra del Santo Grial. Si necesitas indicaciones, puedes hablar conmigo. De momento, puedo aprovechar a darte el mensaje a ti también.

Para ser un NPC en si, mostraba bastante iniciativa y una AI mayor en general. Y su voz sonaba igual de irritante que en ese entonces.

-A partir de hoy, tu y tus congéneres magos han sido otorgados con el honor de luchar en la Arena. El campeonato se rige por Batallas de Eliminación, cuyo premio es el Grial para la última persona que quede. En resumen, se matarán unos a otros hasta que solo quede uno. Muy sencillo, ¿no? Incluso un tonto comprendería este fundamento. Los Master tienen 6 días como período de preparación antes de la Batalla de Eliminación, que se da en el día séptimo. Te aconsejo que uses este tiempo para encontrar las maneras más eficientes de masacrar a tu oponente. En la Batalla, tu y tu oponente se enfrentan, el ganador vive, el perdedor...es borrado. Si deseas hacer preguntas, es el momento ideal. El derecho de hablar se les da a todos.

Charlotte se enderezó en la cama, cuando Sakura se acercó para facilitarle la revisión, estaba segura de que algo extraño estaba sucediendo y no le hacía gracia no contar con sus recuerdos, ninguno de ellos. En estos momentos tengo más recuerdos de Gilgamesh en mi mente que míos propios- pensó con enfado.

La respuesta de Sakura no fue la que ella esperaba y solamente aumentó su enojo. Si bien la muchacha parecía sincera, se sentía en una inmensa desventaja en relación a cualquier otro participante. Peor aún, considerando la amable actitud que su servant estaba teniendo con ella.

Antes de que pudiera expresar más que su cara de descontento, otro hombre se hizo presente en la habitación.

El comentario inicial del personaje no hizo más que molestarla aún más. ¿A quién crees que llamas indefensa? ¿Acaso estaría aquí si realmente lo fuera? ¿Acaso contaría con la presencia del Rey de todos los Héroes si así fuera? - le espetó iracunda.

Se cruzó de brazos en un claro gesto de desagrado mientras el npc continuaba con su perorata. Su voz resultaba igual de pedante que durante la situación anterior.

Por lo que está diciendo soy una... ¿Maga? Oh, genial, ¡Estupendo! SOY UNA MAGA QUE NO RECUERDA NI QUE ES MAGA. No voy a poder hacer ni el más mínimo efecto. Oh, y por si fuera poco se supone que debo MASACRAR a mi oponente. Suena fantástico. Sí, quiero hacer varias preguntas... ¿Para qué demonios tengo un servant si tendré que enfrentarme yo a mi oponente? Como si pudiera preguntar eso. ¿Si me borran aquí regreso al mundo del que vine donde sí recuerdo quién demonios soy? ¿Qué puedo hacer con el grial además de decorar mi casa? Quisiera conocer todos los detalles, pero no puedo permitir que nadie, ni Gilgamesh principalmente NO Gilgamesh  sepa que no recuerdo nada de nada. Tendré que hacer preguntas con cuidado y basarme mucho en toda la información que me den con su discurso normal.

¿Cuántos participantes hay en esta Guerra? - preguntó intentando mantener un aspecto despreocupado, de quien entiende el tema que se está discutiendo. Así tuviera que continuar basándose solamente en conjeturas, no podía exponerse de ningún modo.

-Como supervisor, estuve al corriente de tu avance...y sigo estandolo. Será interesante chequear tus progresos, pareces un caso...particular. Es probable que esperen muchas penurias, sufrimiento y frustración a alguien como tú, aunque es general para todos los competidores. Hubieses perdido semejante oportunidad si no hubiese tejido tu contrato con Gilgamesh, así que naturalmente la única cosa que pude hacer por ti es generar el contrato- Aparentemente, estaba deleitado con sus propias palabras.- No dudes que estaré pendiente de tu crecimiento y avance, joven Master.

Kotomine continuó, con una mueca similar a una sonrisa, aunque vacía en el fondo.

-En este evento participan 128 Master en total, junto a sus 128 Servant.

El sacerdote miró entonces a tu Servant, y este le devolvió la mirada. Por alguna razón, sentías que te estabas perdiendo de algún chiste interno.

-Incluso siendo un montón de datos, sigues siendo un humano interesante, Kotomine. Pero, en este caso yo también soy un observador. Esta  Master de aquí tiene algo que no consigo identificar...pero, consiguió captar mi atención con su uso desesperado de su Sello de Obediencia. Ahora tengo curiosidad por ver donde terminará su camino.

El Rey de los Héroes hablaba de forma casual, como si comentara acerca de ver un programa de televisión. Te miró entonces, de forma tranquila.

-¿Sigues con tus lagunas mentales? No deberías ser necia. Aprovecha que este hombre está dispuesto a explicarte lo que necesites, porque yo no lo haré. Sería tedioso.

Gilgamesh caminó en dirección opuesta, y su figura se desdibujó en polvo dorado. Antes de desaparecer del todo, su voz sonó de forma distante.

-Ire a ver estos terrenos, esperar aquí también fue bastante aburrido.

Charlotte anticipaba una respuesta un tanto más agresiva, pero por el contrario, la AI mantenía su calma perfectamente. Su discurso no fue muy alegre, especialmente por la parte de las penurias y sufrimiento, pero por el poco tiempo que llevaba allí, Charlotte ya podía adivinar que sería de ese modo.

De repente no se sentía tan insultada, sino más bien observada, como si fuera un proyecto interesante. De un cierto modo extraño, se sentía como si un padre estuviera esperando ver cómo progresa su hija en el colegio. Comenzó a intuir que este hombre se parecía bastante a su servant. Justo en ese momento ambos intercambiaron miradas cómplices y a Charlotte se le ocurrió que no era la primera vez que se veían y que, efectivamente, el Padre Kotomine era de interés para Gilgamesh, juzgando por el comentario de este último.

Le sorprendió el modo en que se dirigió a ella, como si supiera exactamente lo que estaba pasando por su cabeza y la regañó por pretender saber algo. Este hombre es de lo más contradictorio, en un principio dijo que sí, que me compartiría su concimiento, ahora dice que explicarme sería tedioso... y aún así, casi, CASI, podría sentirse como que le preocupa que esté preparada. ¿Qué tan desolada e indefensa tengo que sentirme como para creer que le puedo importar a alguien así?

Luego, se dio media vuelta y desapareció del lugar, como si estuviera dándole privacidad para preguntar lo que fuera sin reparos por él. DEFINITIVAMENTE algo está mal conmigo si estoy empezando a interpretar así sus acciones.

Suspiró bastante frustrada y miró al padre sinceramente Padre, no conservo ningún recuerdo anterior a la etapa del colegio. No recuerdo mis orígenes, estoy convencida de que mi nombre es Charlotte, pero no recuerdo llamarme así, no recuerdo nada. -hizo una breve pausa, intentando calmarse y ordenar sus palabras- Imagino por sus palabras que soy una maga o no podría estar aquí, pero tampoco recuerdo serlo o, viniendo al caso, cómo demonios hacer magia.

Tomó aire nuevamente y continuó Comprendí la explicación que acaba de dar sobre la competición. Básicamente, cada 6 días tendré enfrentamientos con otros masters en los cuales deberé prácticamente obliterarlos. ¿Se supone que lo haga con mis propios poderes? Porque si es así, estoy bien muerta desde ahora mismo. Y no termino de comprender mucho el papel de los servants. Gilgamesh me ha dejado muy en claro que él no está aquí para ayudarme, imagino entonces que los servants son una especie de... consultores o maestros o algo, ¿No?

También me hizo mención a que había unas clases de servants pero que él no podía categorizarse en las mismas... ¿Es alguna especie de servant superior? ¿O es un servant no válido y fue como sacar la pajilla más corta? Me siento bastante perdida y sola en todo esto, especialmente porque ni siquiera sé quién soy.

Para que tantas personas compitan en esta guerra... ¿El grial concede todos tus deseos o te da poder ilimitado o algo así?

Kotomine escuchó, atento y servicial, tus cuestiones. Por alguna razón sentías un cierto aire de fraternidad, como el que emanaría de un sacerdote preocupado por una oveja descarriada, aunque...bueno, algo en él no te dejaba bajar la guardia, por así decirlo.

-No todos los integrantes deben ser magos, aunque lamento decir que estos casos tienden a ser los primeros en morir. Pero, no siempre es así. Incluso gente sin talento para la magia ha llegado a ingresar, aunque su camino es mucho mas complicado. Sobre tus recuerdos...me temo que Sakura ha comprobado ya esto por la información que tengo disponible. Lo que tienes es lo que tu cuerpo real posee. Quizá deberías buscar ayuda entre los participantes, que vayan a asesinarse mutuamente no quita que puedan ser cordiales los unos con los otros mientras no sean enemigos directos...depende de la persona. Formas alianzas es una opción viable, pero no puedo ofrecerte ayuda al respecto, mi papel ha de ser neutral.

Miró a un lado con esa ligera sonrisa que realmente no lo era del todo.

-No, las luchas son entre Servant. Los Master también pueden participar, claro...pero estos usualmente son demasiado frágiles y débiles como para hacer una gran diferencia. Probablemente acercarte a dos Servant que combaten solo entorpezca al tuyo para protegerte, y facilite al del enemigo que te mate. Si tu Servant accedió a formar un contrato contigo, significa que ha decidido que te abrirá camino en las batallas de eliminación. El compañero que te ha tocado no estaba previsto por el sistema para formar parte del Evento. Verás, usualmente sus almas esperan "almacenadas" en un espacio mas allá del tiempo y el espacio. Gilgamesh es...como decirlo. Es demasiado sencillo que gane, por lo cual fue aislado en el lado lejano de la Luna. Donde estamos y donde están los otros Servant, es en el lado cercano de la Luna. Por alguna razón despertó de su sueño, el sistema está tratado de determinar la causa. Pero...

Escuchaste algo, pero en tu mente, proveniente de una voz como la del Servant dorado que acababa de marcharse.

-¡¡¡Khhh!!!...

-...recibirá algunos ajustes en breves. Lamento informarte que lo mínimo que se puede hacer es que un rango negativo completo en todas sus habilidades y estadísticas, y tendrá...repercusiones. Pero seguirá siendo un Servant fuerte como para combatir. Finalmente, sobre el Grial...los competidores originales eran 999, el máximo de capacidad, nunca hubieron tantos registrados a la vez. Esto era en el escenario preeliminar para eliminar a los inútiles, actualmente solo quedan 128 de ese número.

"Eliminar"...871 personas habían sido eliminadas así como así.

Charlotte escuchó con atención las palabras del padre, se la veía bastante abatida, especialmente cuando mencionó que los recuerdos que poseía eran los mismos que en su cuerpo físico. Eso quiere decir que soy una maldita imbécil AMNÉSICA que se metió en esto inconscientemente. ¿En qué momento me habrá parecido que era una buena idea? ¿Tan poco valía mi existencia que me metí aquí esperando al menos alcanzar una muerte interesante? De repente, esa conclusión no le resultaba tan errada. Se quedó congelada unos segundos, ponderando la situación y torció los labios en un gesto de amargura. Supongo que ahora tiene sentido... en fin, de nada servirá que me lamente. Espero haber tenido una vida llena de momentos que deseara olvidar o monotonía. Ahora veré qué puedo hacer conmigo misma.

Sí, ya entendí. Nadie puede hacer nada por mi memoria, soy un libro con las páginas en blanco y ya. ¿No resulta un tanto iluso pretender forjar una alianza con otro competidor? Pensé que todos aquí buscaban matarse como perros, aprovechando cada oportunidad. ¿No resultaría una terrible desventaja compartir la información de mi condición con otro competidor? Si bien es una ventaja, ya que no me pueden manipular o conocer nada por mi historia... Creo que eso solamente me haría ver como un blanco más fácil. -meció los pies descuidadamente, mientras colgaban de la camilla donde se hallaba sentada.

Bueno, supongo que eso explica sus pocas intenciones de colaborar conmigo... ¿Esa... fue su voz? ¿Le habrán hecho daño? En pocas palabras, "adaptarán" a mi Servant para que sea justa la competencia, ¿Verdad? Ojalá eso lo hiciera un poco más tratable... -murmuró para sí.

Entiendo que muchas personas han entrado en esta competición ambiciando el Grial, pero ¿Con qué finalidad? ¿Qué beneficio puede uno sacar de él? -se interrumpió un segundo y preguntó- Padre, ¿Qué sucede con los que son eliminados? ¿Simplemente desaparecen o regresan al lugar del que vinieron?

-Mueren -declaró con completa sencillez- Diría que peor que eso, lo que está dentro del océano virtual de Moon Cell son sus almas. Su alma es borrada, y bueno...su cuerpo eventualmente muere. Pero, muchos consideran válido el riesgo. El Grial otorga el cumplimiento de una única plegaria, de forma sencilla, te concederá un deseo sin ninguna limitación. No importa lo imposible o absurdo que sea, es capaz de volverlo realidad.

El sacerdote cerró los ojos, como si meditara un momento.

-Las alianzas son tan impredecibles como la naturaleza humana. Así como puedes encontrar gente que se negará siquiera a escuchar tu petición, podrías tener suerte y encontrar almas con bondad que no se negarían a ayudarte mientras no sean rivales directos de ronda. Por lo demás, si, tu Servant ha sido nivelado...un poco. El sistema cree que es suficiente, aunque yo particularmente sigo viéndolo con bastante ventaja potencial.

Se sonrió ante el comentario de la ventaja potencial. Bueno, supongo que es una especie de nivelación kármica por todo lo otro que me está faltando para esta guerra. Suspiró mientras tomaba la laptop y la prendía, mecánicamente, sin pensar exactamente en lo que estaba haciendo, para comprobar el contenido de la misma.

Padre... Esto significa que una vez aquí peleamos o morimos, ¿Verdad? O, peor aún, desaparecemos. Supongo que no tenía mucha idea de qué esperar aquí, pero ya me imagino un panorama. ¿Deberé cuidarme de mis competidores fuera de los días de enfrentamiento o eso se halla regulado? Miró por la ventana, hacia afuera, preguntándose qué clase de lugar era este y qué le depararía el exterior. Sentía miedo, las incertidumbres sobre sí misma la abrumaban y deseó desde lo más profundo de su ser, poder convertirse en alguien valiente que pueda enfrentar toda esa situación con mayor integridad y calma.

Tranquila Charlotte, quizás ahora tu servant sea un poco más de ayuda. Imagino que si estoy aquí, mi vida no valía demasiado para empezar... así que solamente puedo mirar hacia adelante y aferrarme a mi existencia. ¿Quién sabe? Puede que mientras tanto encuentre un deseo que valga la pena pedir y por el cual pelear.

Una vez salga de aquí... ¿Estoy por mi cuenta? Bueno, sí, entiendo que no hay niñeras, pero... ¿Tendré siquiera un lugar donde dormir? Le miró, preocupada, aún abrumada por la cantidad de cosas que desconocía.

-La respuesta a lo último está en tus manos. Además de como herramienta para la mayoría de los magos, esa terminal también te dará acceso a tu sala privada. Es un espacio cerrado donde solo tú y tu Servant podrán ingresar. También recibirás mensajes del sistema con ella, y demás funciones que le des.

De hecho y en ese momento, mientras el sacerdote hablaba, tuvo un ligero sonido de notificación indicando la entrada de un mensaje. El hombre llevó las manos a la espalda.

-Cada día puede ser mortal, esto es una guerra después de todo. Aunque, las agresiones entre Master están terminantemente prohibidas antes de la Batalla de Eliminación, y un encuentro entre Servants será terminado por SE.RA.PH en pocos momentos. El romper las reglas antes de tiempo equivale en un penalizador, usualmente para el Servant, que disminuirá sus capacidades. Aún así, estate preparada, joven Master. Es altamente probable que muchos rivales estén dispuestos a tomar este penalizador si consiguen acabar con tu vida o la de tu Servant. Sería bastante provechoso eliminar un rival antes por una penalización que desaparecerá una vez pasen a la siguiente ronda. Un intercambio bastante...benéfico especialmente si el enemigo sabe que no podría vencer en combate directo.

Charlotte notó con algo de decepción el modo críptico en que hablaba de a momentos el Padre y que parecía estar ayudándola, pero sin hacerlo directamente. Se parece demasiado a Gilgamesh en ese aspecto. Ya desde este momento estaba sola y tendría que procurarse un refugio y, como si fuera poco, un modo de sobrevivir.

Al menos, por las palabras del Padre Kotomine, entendió que en cualquier momento podría ser atacada vilmente por algún opoenente rastrero que no tuviera chances de vencerlos de frente. Si mis cálculos no fallan, se supone que a Gilgamesh tuvieron que disminuirle los poderes para que estuviera en nivel competente... no va a faltar algún desgraciado que busque atacarnos antes de los enfrentamientos. ¡Demonios! Me siento tan inútil... me encantaría creer que tengo o tenía alguna habilidad mágica o de estrategia... Y ahora estoy vacía intentando sobrevivir.

Suspiró, visiblemente decepcionada, entendiendo que no había más que fueran a decirle, se ve que la habían ayudado tanto como estaban dispuestos a hacerlo. Revisó el contenido de la laptop y la cerró con cuidado. Mirando al Padre a los ojos, le agradeció: Gracias Padre por toda su ayuda. Mentiría si le dijera que me siento preparada, pero al menos comprendo bien en qué demonios me he metido -miró con tristeza la marca en su mano, con la parte faltante correspondiente al hechizo de comando que se vio forzada a utilizar- y haré todo en mí por prevalecer. Creo... creo que ya es momento de retirarme de este lugar, por lo visto tengo poco tiempo para establecerme y deberé armar estrategias cuanto antes.

Bueno, esperaré estar un poco menos sola que antes. Si llegué hasta aquí e invoqué a un servant imposible, debo tener al menos algo de especial. Espero poder descubrirlo cuanto antes.

Se bajó de la cama en la que se hallaba y buscó su calzado. No deseaba permanecer más en ese lugar, una vez su ilusión de seguridad fue arrebatada. Agradeció nuevamente al Padre, con intenciones de retirarse del lugar y ver con sus propios ojos el mundo exterior. Esperaba que fuera más agradable que lo anterior que había presenciado, al menos el hecho de que hubiera un cielo parecía prometedor.

-Buena suerte, joven Master.

El cielo por los ventanales del piso superior era amplio y hermoso, aunque irregular en cuanto a textura. Un montón de ceros y unos se vislumbraban en la distancia, formando un entramado a la jaula celeste bastante curioso.

El ambiente aquí era bastante animado, y los comentarios flotaban naturalmente sin mucho secretismo, al menos los relajados, casi todos los otros participantes estaban con el uniforme de Homurahara, algunos otros vigilantes en puntos específicos vestían el mismo uniforme pero en negro, y unas pocas figuras vestían de formas variadas. Destacaban, naturalmente, Tohsaka Rin a la que a pesar de no conocer directamente, si le conocías su fama como estudiante hermosa, popular y brillante, además de un altercado escandaloso sobre Shinji teniéndole celos. También, había una chica de aire exótico aunque rostro amable, y otra mas mirando por la ventana, con cierta reminiscencia con Sakura Matou en el hospital, pero atributos...bueno, bastante mas grandes. Esta última te estaba observando discretamente.

-Al fin se terminó y la Guerra ha comenzado. ¡Me sorprende que haya llegado con mis memorias suprimidas!

-¿Así que esto es lo real? La vibra es totalmente otra.

-¿Quieres aliarte conmigo?

-Ni de broma, primero ponte al nivel de Shinji.

-¡Pero si es un idiota! Además seguro te apuñalará por la espalda.

-¿Viste a ese tipo, Kotomine? Creo que es un NPC, un sacerdote en este ambiente escolar desentona mucho, y mas la capilla en el patio secundario.

-Eres Master también, somos enemigos, No te acerques.

-No jodas, ¿Tohsaka Rin y los Harway están participando? Puta vida...

-Ok, entonces, los estudiantes que están de negro son parte del Consejo Estudiantil...y son todos NPC. Debería preguntar sobre mi sala privada…

A este punto tenías varias opciones, quizá fuese bueno entablar diálogo con algún participante, revisar tu sala común, chequear a tu Servant, recorrer el instituto...