Partida Rol por web

Al regresar a la sala, pudo ver a su servant sentado a la mesa, ya vestido con ropas más modernas Que no se le lucen tanto como las otras, pero supongo que es una ventaja que pase un poco más desapercibido, porque más cómodas no pueden ser. Nuevamente, a inundó una oleada de ternura al verle meciendo los pies, le hacía perecer un niño cualquiera, plagado de inocencia y dulzura.

Se acercó a la mesa, recordando las apreciaciones del muchacho al momento de adquirir los muebles _{El oro es para reyes...} -murmuró para sí en ese instante y se espabiló al momento en que le hizo una pregunta. Ah, esto... bueno, -comenzó a responder mientras disponía la comida sobre la mesa- a decir verdad, no sé si soy una persona de un gran apetito o no, no lo recuerdo. Pero pensé que sería una buena opción tener una amplia variedad, para descubrir qué sabores eran de mi agrado y cuáles no, así como no sabía si querrías probar alguno tú mismo, así que simplemente escogí lo que me pareció lo mejor y aquí lo traje. Dispuso las comidas en grupos, por tipos, sabores y, en algunos casos, por formas. Dejó a un costado también varias opciones de bebidas, buscó unos vasos, platos y servilletas y los dispuso en la mesa.

Se sentó de frente al muchachito, le miró y sonrió Bien, ¿Qué tal si haces los honores? Sé que no es lo mejor, pero era lo más rápido de conseguir. Luego, se dedicó a desayunar, probando casi con miedo las comidas e intentando tomar nota mental de sus gustos. Si no podía recuperar sus recuerdos, podía al menos ir redescubriéndose a sí misma.

¿Ya te encuentras recuperado de las heridas de ayer? Quizás hoy pudiésemos llegar incluso más lejos que ayer. No puedo controlar mis recuerdos, pero puedo esforzarme por aprender y controlar las situaciones del mejor modo. Hablando de eso... tuve un sueño tan extraño anoche... Supongo que el jacuzzi me relajó demasiado - agregó entre risas, mientras probaba un bocado de un pan de coco y se acabó atragantando con el mismo. Tosió bastante y tomó un vaso largo de leche de frutilla, luego alejó el pan de coco con odio "poniéndolo en penitencia" lejos de ella. Ok, ya sé que el pan de coco no es para mí, yuck.

-Hm... -Gilgamesh comenzó a probar, juiciosamente, una pizca de todo. Solo cuando terminó de degustar cada cosa en la mesa dió su veredicto- No está del todo mal...pero tampoco está del todo bien. Probablemente de mayor sería más intolerante a esta clase de cosas, pero de todas formas es una escuela en apariencia, no una sala fina de banquetes...no debería, pero...no, luego.

Rió despacito, aparentemente encontrando gracia en un chiste interno que no entendías.

-Hm...Si tienes algo en tu mente, es mejor que lo compartas o empañará tu juicio cuando debas concentrarte en cuestiones delicadas. ¿Que clase de sueño fué?

Se decantaba por servirse leche con cacao y carne en una rara y atípica combinación para lo que era tu sentido intuitivo.

Le observó mientras probaba las comidas. El modo en que se movía, cómo tomaba apenas una pizca mínima y las expresiones que le seguían, no podía sino resultarle fascinante su "pequeño rey". Imaginaba que la comida no sería de su completo agrado, pero se contentaba con no ver caras de asco e ira. No esperaba que estuviese a la altura de las circunstancias, con que sea tolerable por hoy me alcanza, prometo que más tarde iremos de compras y conseguiremos alimentos de mejor calidad- se interrumpió escuchando lo comentarios de su servant y, aunque no terminaba de comprender de qué hablaba, no pudo evitar sonreirse mientras él reía, se veía aún más adorable si era posible. Ojalá nunca vuelvas a ser el de antes - pensó para sí - no quiero dejar de ver esa sonrisa.

Estaba a punto de responder a su pregunta, cuando le vio servirse leche chocolatada y carne. No pudo evitar poner una expresión de extrañeza en su rostro al respecto, pero evitó hacer comentarios. Quizás eso se asemeja a los sabores que le agradaban en su época. Sacudió la cabeza levemente, como alejando esos pensamientos y comentó: Bueno... fue algo sumamente extraño, se trataba de palabras, sensaciones, imágenes, todas entremezcladas sin criterio alguno, como agolpándose. Las llamas danzan... la tierra se parte... el mar se seca... parecía una especie de augurio nefasto, pero... algo sobre una mano? - torció la expresión intentando recordar, pero no recibía información nueva- al final de cuentas, no sé si se trataba de una persona o de una catástrofe o de qué. Suspiró profundamente, miró el melon pan que se hallaba en sus manos y, sin pensarlo demasiado, lo acercó a su boca y tomó un bocado grande. Luego de tragar agregó: Supongo que son consecuencias de mi amnesia o algo así.

-La verdad no tengo idea...eso que cuentas es muy vago, pero no suena nada bien. Al menos, puedo decir que no se trata de nada relacionado conmigo. Pero...yo tuve el mismo sueño. Tengo entendido que Masters y Servant a veces comparten memorias cuando duermen. Puedo asumir que has visto o verás alguna de las mías eventualmente.

Rió apenas, entre dientes, para luego sorber con ganas del tazón profundo de cacao que tenía. No parecía que fuese a probar ningún sólido más, y quizá ya estuviera lleno pero seguía bebiendo por gusto. Tras unos momentos, se puso de pie tras limpiar los labios con una servilleta, y al tocar con las plantas de los pies el suelo, su atuendo cambió, o más bien se reconfiguró con sus características partículas doradas a las finas sedas que portaba antes, asumiendo su papel como Servant nuevamente.

-Imagino que luego de esto saldrás a tratar con otros Master o a la Arena. Estaré cerca en el momento que abandones este espacio privado.

Le llamó la atención que su servant dijese haber tenido el mismo sueño ¿Tú también tuviste ese mismo sueño o uno similar? ¿Recuerdas algo además de lo que te he mencionado? Imaginé que no tendría relación contigo, siendo tan distinto del otro sueño que había tenido. A decir verdad, no recordaba que los másters pudiesen acceder a las memorias de sus servant en sueños, pero dadas las circunstancias del sueño pude deducirlo sin mucho problema. Frenó unos segundos y una idea se manifestó en su mente. Acaso... ¿No funciona en el otro sentido también... verdad? Sería de lo más extraño que pudieses ver recuerdos que yo misma no puedo recordar. 

Observó al pequeño rey reirse entre dientes y luego retirarse de la mesa. En cuanto sus pies tocaron el piso, sus ropas volvieron a ser las anteriores. Charlotte no dejaba de asombrarse por cada pequeña cosa que él hacía. Se preguntó cuál sería el motivo para el cambio de atuendo, pero decidió quedarse con la duda. Estupendo, creo que lo primero será visitar a Rin y luego sería una buena idea regresar a la arena. Estoy decidida a superar mi desempeño de ayer.

Ella misma apuró el último bocadillo y bebió un poco más del jugo que había elegido. Se levantó y guardó todo lo sobrante en la heladera, pero decidió deshacerse del pan de coco, como si de algo podrido se tratase. Fue al baño nuevamente, se arregló nuevamente y salió de la sala, en dirección a la terraza donde Rin había dicho que se la podría encontrar. Imaginó que ya no volvería a ver al Sr Salvaje, pero pensó que, quizás, si lograba convertirse en alguien de confianza para Rin, pudiera volverlo a ver.

-Lo que vi fue un torbellino de sucesos. La naturaleza de los sueños es caprichosa, e intencionalmente este parecía difuminado...temo que no se mucho más que tu, pero mi impresión fue muy nítida en cuanto a que no se trataba de un suceso nada benevolente. Muy a mi pesar, no conozco todas las fluctuaciones del sistema. Son cosas de magos, después de todo, a pesar de que algunos Servant puedan estar más conscientes, no me encuentro entre ellos. Harías bien en investigar al respecto pero...no olvides darle prioridad al evento.

El paso por los pasillos de la institución fue rápido, aún era temprano aparentemente, porque la actividad en el pasillo era casi nula, aunque algunos murmullos matinales arrastraban trivialidades, o quizá no tanto.

-En un rato la tabla de anuncios se hará efectiva. Que nervios, ¿no? Ojalá me toque con algún don nadie.

-Con esto de la cafetería y demás, se siente casi como en casa...

-Psst. No es que quiera alardear ni nada pero...mi Servant es MUY atractivo...¡lo impresionaré y haré que me ame!

-Ni siquiera son reales, chica...

El techo estaba aún más desierto, de ser posible. La bóveda numérica azul se extiende hasta donde la vista puede alcanzar...y en ella, es fácilmente distinguible la mancha roja y negra que la contempla. Rin Tohsaka  Estaba en el barandal contemplando la numeración que cambiaba cada tanto en el firmamento celeste. Cuando te aproximaste, giró con tranquilidad, dejando su actitud contemplativa.

Le resultó gracioso que su pequeño rey hablase de una naturaleza caprichosa, como si fuese algo completamente ajeno a él, pero aún así, comprendió a qué se refería. Nuevamente, Charlotte imaginó que si contase con sus recuerdos podría de algún modo analizar mejor ese sueño y obtener más información al respecto.

Su servant no le dio respuesta a su pregunta sobre la reciprocidad de los sueños, probablemente adrede, supuso que eventualmente se enteraría, para bien o para mal. Sus recuerdos en manos del pequeño rey no le generaban desconfianza, pero le preocupaba el modo en que él constantemente remarcaba cuestiones sobre su yo adulto. Quizás, después de todo, él prefiere ser su yo adulto y está aguardando el momento  de regresar a esa forma. No puedo pedirle que no lo haga, aunque me gustaría, sólo espero que para ese entonces ya haya aprendido a tratarlo. La imágen de esos ojos crueles la hizo estremecerse y sacudió la cabeza suavemente. De algún modo tendré que hacerlo, ya he sido bastante afortunada hasta el momento. 

Los pasillos se encontraban bastante vacíos, pero los murmullos corrían por ellos, llevados por numerosas voces. ¿Así que hoy se anuncian los enfrentamientos? Demonios... ¡Tan pronto! Con más motivo tengo que regresar a la arena y continuar practicando. Sólo espero que mi oponente no sea Rin... es la única persona que conozco aquí y no estoy lista para pelear con ella. Otro comentario curioso llamó su atención Vaya... ¿Realmente cree que puede conquistar a su servant? ¿Será eso acaso posible? ¿No haría que todo sea aún más difícil? Nuevamente, debo agradecer que el mío se ve como un niño pequeño...  Un leve rubor se presentó en sus mejillas, lo que la alteró, llevándola a avanzar más rápido, como si pudiera huir de sus propias ideas.

Ya, al llegar a la terraza, pudo verla, una figura que por su color rojo destacaba contra el cielo celeste y numerado. En cuanto notó su presencia, se giró para verla y Charlotte saludó con una mano ¡Buenos días, Rin! En el camino escuché que hoy se publicará la tabla de anuncios... Debo admitir que me puso un tanto ansiosa. Hizo una breve pausa y luego agregó Oh, cierto, gracias por sugerirme ir a la Arena el día de ayer, me hace más falta de lo que me gustaría pensar.

Tohsaka torció la cabeza levemente.

-¿Hm? Oh, buenos días. Solo son cosas básicas, no es que te haya hecho un favor ni nada. Si tienes carencias es natural trabajar en ellas para cubrirlas. Sobre los rivales...es natural, que esperabas? Necesitas saber quién es tu oponente para empezar a planear como acabar con él. 

Se cruzó de brazos con suavidad.

-Espero que sepas que a partir de hoy, es posible...ni, es un hecho que encuentres a tu rival en la arena de vez en cuando, junto con su Servant. Puedes adivinar como puede terminar eso. Pero eso ya lo sabías, ¿no?

Le resultaba un tanto extraña la incapacidad de Rin de aceptar su propia amabilidad, pero simplemente concluyó en que era el modo de ser de ella y aceptó seguirle la corriente.

No pudo evitar sonreirse ante la advertencia, esas palabras, viniendo de Rin, la hacían sentir cuidada. Asintió con la cabeza Sí, en efecto el Padre Kotomine ya me informó que muchos masters prefieren acabar con los otros masters fuera de las peleas para asegurar su victoria. No puedo decir que me agrade la situación, pero la comprendo y pretendo estar atenta. Hizo una breve pausa y su mirada se perdió en la distancia, contemplando los números en el cielo celeste.

Esto... ¿Rin? Quería... quería consultarte por un sueño extraño que tuve anoche. Era algo... parecía bastante siniestro. Fue de lo más extraño, era una mezcla caótica de palabras y sensaciones, también imágenes, todas como agolpadas. Lo preocupante eran unas frases en particular... déjame ver si aún las recuerdo... "Las llamas danzan... la tierra se parte... el mar se seca..." parece... como si vaticinara algo terrible o alguien... ¿Tienes idea de si pueda ser algo real o si solamente fue una pesadilla? Ya Gilgamesh le había dicho que él mismo tuvo ese sueño, por lo que no pensaba que fuera solo un mal sueño, pero aún así debía disimular un poco y esperar que, por un lado, Rin tuviese idea de qué se trataba y, por el otro, de que quisiese compartir esa información con ella. 

De forma disimulada miró alrededor, como esperando encontrarse con el servant de Rin. Sabía que no iba a suceder, pero aún así, de cierto modo lo esperaba.

Luego de las advertencias de Rin, entendió que debería regresar a la Arena cuanto antes y esforzarse al máximo para cubrir sus falencias si pretendía avanzar siquiera en esa guerra. En aquellos momentos se preguntaba qué clase de deseo la habría llevado a ese lugar y continuaba sin hallar respuesta. Puede que más adelante lo recuerde... o no.

Tal cual, no había rastro del Servant azul, pero casi podías imaginarlo de pie junto a su Master, al igual que podías percibir a Gilgamesh de pie a tu lado a pesar de no verlo. Rin puso ambas manos en la cintura con cierta mirada de repentino fastidio.

-Oye, no trates de burlarte de mi. Es información demasiado básica que los humanos dentro de Moon Cell, o en general dentro de lo que es la realidad virtual, no sueñan. -dejó caer esto de forma tan casual, que hasta podía sonar doloroso incluso al llegar sus oídos.

-Lo que genera los sueños es la mente, pero tu cerebro (y tu mente) están fuera de aquí. Lo que conectas dentro es tu alma por así decirlo, así que las posibilidades de soñar son de 0%.

Charlotte suspiró decepcionada ante la reacción de Rin y luego le miró confundida. Entonces se supone que no debería poder soñar, pero yo efectivamente he soñado y realmente creo que ella podría ser de ayuda. Oh, qué situación problemática...

Miró a Rin a los ojos con expresión seria, respiró hondo y comenzó a hablar. Rin, creo que no tenemos tiempo como para que yo intente burlarme de tí. Digamos que soy un caso atípico... ¿Si? Mi mente no está funcionando con normalidad dentro de Moon Cell, efectivamente he tenido ese sueño que te comenté y me asusta un poco su significado. Hay circunstancias que me hacen más vulnerable de lo que me gustaría y me alegraría contar con tu opinión calificada al respecto. 

Miró a su lado, hacia la parte en la que se encontraba Gilgamesh unos segundos y luego regresó su mirada a ella. Mi servant también lo ha visto. Créeme, me alegraría mucho que todo fuera una tontería mía.

Estoy segura de que el Sr Salvaje podría respaldarme, pero si me equivoco, podría ser aún más desagradable, por lo que mejor espero convencerla con mis propias palabras...

Rin parecía estar a medio camino entre estar contrariada y replicar, a dudar con sinceridad de la posibilidad de 0%. Se cruzó de brazos ceñuda y guardó silencio unos instantes. Por lo poco que habías visto, sin dudas no le temblaría el pulso en mandar a volar a alguien con pretensiones complejas, pero  parecía ceder un poco ante confrontaciones directas...o mas bien, sinceras.

Se cruzó de brazos y te dió la espalda dando media vuelta.

-No puedo simplemente tomar la palabra de tu Servant como una verdad, está de tu lado después de todo. Además...

-Ya creele. Quieres hacerlo, ¿verdad? -una voz desganada hablaba en la distancia cercana. Te costó un poco ubicarla, ya que el traje azul le mimetizaba un poco con el cielo, pero no demasiado debido a que era más oscuro. Estar estirado en la parte superior del tanque de agua del tejado tampoco ayudaba mucho a que entrara en campo de visión normalmente- Solo generará un rato de discusión entre ambas hasta que cedas.

-Eres demasiado confiado y boca floja, ¿sabes? Espero que te sepas hacer cargo cuando esto resulte mal. ¿Porqué estás materializado tú de todas formas? ¡Deberías permanecer invisible en lugar de estar flojeando! -Rin se volvió levemente en su dirección y dió un pisotón al suelo que hizo resonar el taco de su bota.

-No es como si alguien viniera aquí arriba. Parece que el resto de los participantes te evita con ganas, así que está bien que pueda disfrutar del sol y el aire un poco... -voló de su sitio, impulsandose con sus pies con una ligereza que reducía una proeza así a algo trivial, para un Servant claro. Aterrizó cerca, de pie, pero no fue el único en entrar a escena. A mitad de su recorrido una figura pequeña y tensa también apareció a tu lado, aunque no dijo nada. Simplemente, el movimiento brusco parecía haberle puesto en alerta- así que, ¿solo es el primer día y estás teniendo malos sueños? Una agenda bastante mala para una jovencita.

El Servant azul miró con su habitual aire de pasividad a tu compañero.

-¿Hm? Buenos reflejos, pero no son necesarios conmigo al menos hasta que tengamos que enfrentarnos. Preferiría no tener de esas sanciones semanales por ahora, suenan a algo doloroso y molesto.

Observó nerviosa las reacciones de Rin, no sabía muy bien cómo transmitirle que decía la verdad. Temía contarle de su situación, porque sabía que eso era exponerse mucho como máster, después de todo, en algún momento serían enemigas. Su interlocutora le dio la espalda y su primer reacción fue pensar que su tregua llegaría a un final abrupto dadas las circunstancias, pero la voz del Sr Salvaje le generó una sonrisa instantánea en el rostro: él sabía que ella decía la verdad y tenía los medios para persuadir a Rin.

Lo vió: con su traje azul, recostado cómodamente sobre el tanque de agua de la azotea. Una sensación de alivio la albergó: contaba con su apoyo y eso era suficiente, Rin eventualmente le creería. Se alegró también de volver a verlo, en cierto momento pensó que no lo volvería a ver jamás hasta que fuesen enemigos y ese era un día que no deseaba ver llegar pronto.

Se rió silenciosamente ante los comentarios de él, parecía que le gustaba recordarle a Rin el miedo que infundía en los demás participantes y su reticencia a acercarse a ella, destacando de ese modo lo “única” que resultaba la propia Charlotte.

No pudo más que contemplar maravillada la agilidad con la que bajó de un salto, y la gracia con la que lo hizo, como si se tratase de lo más normal del Mundo. Lamentablemente, este movimiento brusco generó una reacción abrupta en su propio servant. En cuestión de milésimas de segundo, se había interpuesto entre el Sr salvaje y ella, en una posición un tanto tensa.

¿Cómo explicarle que confío en él? ¿Cómo transmitirle que sé que no me hará daño, que no faltará a su palabra? ¿Cómo justificar algo que desafía por completo la lógica de esta competencia?

El servant le habló y ella se sonrió nuevamente, tenía un modo despreocupado de decir las cosas que hacía que todo problema pareciera más pequeño. Bueno… podría decirse que he comenzado con el pie izquierdo, pero me considero muy afortunada, mi entorno ha resultado mucho menos hostil de lo que imaginaba. Lo que más me inquieta de ese sueño es la sensación de estar lidiando con algo muy poderoso y peligroso… Supuse que si alguien podía tener idea al respecto, sería Rin.

Charlotte avanzó hacia Gilgamesh y apoyó sus manos en los hombros del muchacho, acuclillándose para hablarle al oído No te preocupes, si hubiese querido matarme lo podría haber hecho el día de ayer cuando estuvimos a solas. Tenemos una tregua hasta que llegue el momento de enfrentarnos en la arena. Yo confío en él. Esperaba que eso fuera suficiente para tranquilizar a su servant, Rin y el Sr Salvaje eran sus únicos aliados en ese Mundo y no deseaba perderlos.

Se enderezó nuevamente y le habló directamente a su aliada Rin, por favor, si sabes algo o puedes encaminarme te lo agradecería. No sé si mis corazonadas sean confiables, pero tengo una sensación muy desagradable al respecto. Sentía el deseo, la necesidad de contarle sobre su condición, pero no estaba segura de que fuera lo mejor. Quizás, en algún otro momento, lo hiciera.

Una idea se cruzó por su mente: si efectivamente nadie en Moon Cell podía soñar, quizás pudiera consultar con Sakura o alguna otra inteligencia artificial… ¿Quizás el Padre Kotomine?

Rin cerró los ojos con el ceño fruncido tras observar a tu Servant y luego a ti unos instantes.

-...de verdad no tengo una idea segura, cuando dije que no era posible, hablaba en serio. Puede que haya variantes que no conozca...pero lo dudo, el sistema no ha cambiado. Los únicos sueños "permitidos" son las memorias compartidas, es decir, recuerdos que fluyen de Master a Servant y viceversa. Si estás segura y no provienen de tu compañero...deberías no decirle a nadie más. SE.RA.PH guarda todo lo que sucede en sus grabaciones Akashicas, pero rara vez lee lo que escribe excepto que esté buscando esa información. Así que si tienes alguna anormalidad deberías guardarla para ti misma, especialmente si puede suponer alguna clase de ventaja. Aunque de momento parece que no.

Puso ambas manos en la espalda. Cerca de ella, su Servant parecía tan relajado como siempre, apoyando los brazos en la barandilla.

-Investigaré al respecto...quiero decir...si tengo tiempo. Pero es probable que no consiga mucho. Quizá en un par de rondas cuando haya menos gente pueda hacer avances y haya alguna noticia de si alguien más padece lo que tú. Solo espero que dures hasta entonces. De momento se acabó el ambiente poco hostil con el anuncio de los rivales. Ahora sí comienza la guerra verdaderamente...yo esperaré, el hall del segundo piso debe estar abarrotado ahora mismo.

Entiendo...no parece agresivo por ahora. Pero preferí estar seguro, es un Servant muy veloz.

A pesar de que entiendo el núcleo de las personas como esta chica, no termino de identificar del todo su manera de ser...quizá sea tan simple como ese hombre que está con ella. Tengo entendido que los Servant tienden a tener algo exponencial en común con sus Master.

Le alivió la respuesta que finalmente recibió de parte de Rin. Fiel a sus modos, se demostraba levemente dispuesta a colaborar con ella, pero Charlotte sabía que le había llamado la atención su situación y que buscaría una respuesta.

Aún se encontraba agachada al lado de su servant, esperando recibir una respuesta de él, cuando la voz angelical de su pequeño rey sonó en su cabeza. Su primera reacción fue congelarse: no terminaba de comprender lo que acababa de suceder. No… ¡No sabía que podías hacer eso! ¿Podés hablar a mi mente? ¿Podés escucharme si lo pienso? Seguramente no sea un poder mío, pero parece de lo más práctico para las situaciones de pelea. Vaya, ¡Estás lleno de sorpresas!

Y entiendo a qué te refieres. No entiendo por qué tiene esa necesidad de aparentar que no le importan los demás o que no quiere ayudar, cuando en realidad es muy amable. Hasta el momento ha sido muy amable conmigo, lo mismo su servant, así que les estoy agradecida.

¿Los servant tienden a tener algo en común con sus Master? Suena de lo más lógico, de ahora en más no podré evitar pensar en ello a medida que conozcamos otros oponentes.

...Gracias Gil.

Acarició con dulzura los hombros del servant nuevamente antes de erguirse y separarse de él. Miró a Rin con una sonrisa en el rostro y asintió a sus palabras Por supuesto, siempre que tengas tiempo de sobra. Y gracias por tu consejo, nuevamente, de aquí en más me guardaré esta información para mí.

Suspiró levemente y agregó: Creo que yo también esperaré, no siento muchos deseos de juntarme con la muchedumbre que esté consultando las listas. Lo mejor será estar preparados para el enfrentamiento… y bastante atentos según lo que me han dicho.

¿Aprovechamos para ir a la Arena nuevamente? En este momento la mayoría estarán ocupados en ver a quién se enfrentarán. A mí no me intriga tanto, me preocupa más mi propio rendimiento, porque sé que tú estarás fenomenal.

Gracias Rin, te veré más tarde entonces. Tú también asegúrate de avanzar en las rondas, sé que el Sr Salvaje hará bien su trabajo. Ha sido un gusto verlos a ambos. 

-¿Sr Salvaje? Creo que me agrada ese nombre -escuchaste comentar al Servant azul al abandonar la terraza.

Al aproximarte a la entrada de la arena, tu terminal sonó con un sonido molesto, avisándote de un mensaje nuevo, de SE.RA.PH en este caso.

El sistema informa que además de las Batallas de Eliminación, los Master tendrán la tarea de recolectar dos Trigger por semana. Estos Triggers estarán colocados en la arena, y cada semana una pareja de Master tendrá acceso a 2 pisos de la misma cuyo acceso es solo para ambos en ese espacio, y sus Servant.

Esta es una prueba extra para eliminar Master incompetentes sin necesidad de Batalla de Eliminación, y los Trigger son necesarios para abrir la puerta del coliseo en el séptimo día. La primera Cipher Key ha sido generada en el primer piso de la arena, y el segundo piso con su segunda llave será accesible una vez se haya encontrado esta. La arena es solo accesible una vez al día, por lo cual una vez se salga, se tendrá que esperar al día siguiente para volver a ingresar.

Kotomine Kirei.

De nuevo, te encontrabas en el fondo del océano junto al pequeño rey. Nada parecía haberse movido poco más que calculados centímetros en el eterno flotar del limbo marino fuera del cristal. Gilgamesh estaba a tu lado, de forma material como era de esperarse, aunque se le veía observando la distancia, aunque sin ver realmente.

-Recomiendo precaución, puedo percibir la presencia de otro Servant aquí, no estamos solos. Estaré atento, pero no significa que no debas ser cuidadosa con tu paso. Hoy espera un jornada extensa.

Un sonrisa se dibujó en el rostro de Charlotte al oír las palabras del Sr Salvaje mientras se retiraban. Es peligroso pero inevitable encariñarse. El momento en que debamos enfrentarnos será terrible para mí.

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Con apenas un día de experiencia en la arena, las reglas habían cambiado: solamente podría ingresar una vez al día y de ahora en más otros másters tendrían acceso a la misma área, de modo de acelerar el proceso de eliminación. No sonaba a algo feliz, pero sí a algo que los organizadores buscarían. 

Ni bien ingresó a la arena, su pequeño rey se hizo presente al lado suyo, su mirada fijada a la distancia.

Estaré atenta a los peligros de la arena y también al otro servant. No permitiré que me venzan de un modo cobarde, fuera de los enfrentamientos formales... ni tampoco dentro de ellos. Respiró hondo, recordó con alivio que ahora que contaba con el mystic code "algo" útil podría hacer y se concentró. Adelante, hay que aprovechar el tiempo aquí, una vez afuera ya no podremos regresar hasta mañana. ¿Qué forma tendrá un Trigger? preguntó más para ella que para él, pero a sabiendas de que el muchacho poseía un conocimiento mucho más basto que el de ella en... bueno, en todo.

-El concepto de "Trigger" es nuevo también para mí mismo, así que no tengo idea. Pero, debería ser fácilmente reconocible al ser algo tan importante. De todas formas, lidera el camino, estaré justo detrás de ti.

En un principio, el recorrido casi se intuía como el de ayer, ameno y tranquilo...pero, este estaba resultando demasiado tranquilo de hecho.

Pero, conforme iban avanzando, tu percepción te permitió notar más...la presencia de Gilgamesh estaba clara, pero era un tanto intimidante poder presentir, de alguna forma, otra existencia parecida que te hacía sentir pequeña en cuanto a poderío. Indudablemente...un Servant. Y en la distancia, por el largo pasillo que ahora recorrían y que no habían alcanzado en su recorrido de ayer...lo divisaste. Una figura aún lejana de cabello azul y uniforme de Homurahara, de pie junto a alguien de quien solo podías distinguir cabello y ropa rojos. Estabas segura de que Gilgamesh también estaba consciente de esto conforme se acercaban, porque acelero un poco su paso para ir al frente ahora. No se veía como si la dupla tuviese intenciones de moverse de ahí, aunque aún quedaba un incómodo trecho de 30 metros para entrar en una distancia razonable para hablar. De momento, el otro Master cuanto menos se veía como un chico, ya que el uniforme femenino incluía falda, y él llevaba un pantalón liso de color café claro.