Partida Rol por web

Charlotte avanzó por el pasillo observando los detalles del lugar. Los ceros y unos ocasionales que se veían en el cielo eran lo único que le recordaba que no se encontraba en el mundo real. El sol brillaba reconfortante, pero ni así lograba sentirse tranquila.

Estaba sola y algo desprovista. Ya tenía más claro cómo iba a ser su futuro. Si tan solo pudiera formar un buen equipo con su servant, sus posibilidades de sobrevivir aumentarían considerablemente. Supuso que un poco de optimismo no le haría mal, quizás pudiera lograr una alianza con algún otro máster, al menos temporal.

Distraída, notó que había dos muchachas hablando, pero no prestó especial atención a las palabras de ninguna de ellas. Lo que sí le llamó la atención fue la reacción mental que tuvo al comentario sobre Tohsaka Toda esa fama tiene que probarse... además, ¿De qué le sirve ser bonita, popular y buena alumna en un lugar donde va a pelear por su vida? Uh... supongo que realmente me he creído eso de ser algo especial para pensar con tanta soberbia... ¿O será que me estoy pareciendo un poco a mi servant? La idea la hizo sonreírse y ese pequeño gesto la animó.

Una de las mujeres la observaba disimuladamente, quiso acercase a ella a hablarle, pero como si fuera un golpe, repentinamente recordó el quejido de Gilgamesh. Era un patán, sí, pero era su patán y su ticket de supervivencia en ese maldito lugar. Deseaba constatar su estado, pero se dio cuenta de que no sabía cómo. Rápidamente, sacó la laptop y comenzó a buscar en la misma si había alguna parte referente a su servant o a su estado. Imaginó que podría llamarlo, pero aún le preocupaba un poco interactuar con él.

Realmente espero, más allá de los ajustes que le hayan hecho, que se encuentre bien. Alguien con un ego tan enorme, no tomará a bien que le quiten su poder para igualarlo a otros indignos. Si tan sólo pudiéramos llevarnos bien...

Sin que ella fuera capaz de notarlo, sus manos temblaban de nervios. Definitivamente se estaba esforzando por salir adelante.

Justo en ese momento en que prestaste atención a la terminal, notaste que una nueva ventana estaba parpadeando hacía rato. Un mensaje del sistema que parecía tener estadísticas y datos de tu Servant, y otros espacios vacíos seguramente para otros que fueras viendo. naturalmente, tenía campos en blanco debido a la falta de esos detalles, y era editable por lo cual podías agregar o quitar información propia, pero se actualizaba de forma automática.

Charlotte inspeccionó la información que le ofrecía la laptop y suspiró aliviada al ver los stats de Gilgamesh. Había sufrido disminuciones en los mismos, pero seguía siendo capaz de grandes cosas. Se tomó unos minutos para estudiar bien las habilidades y sus descripciones. Cuando reparó en el rango de Independen Action, comprendió el por qué de su forma de ser. Por lo visto, los demás servants tienen un nivel de dependencia de energía de sus masters, pero él literalmente no sufría de la misma, era completamente independiente.

Suspiró, decepcionada, pensando Imagino entonces que, efectivamente, el único motivo por el que acompaña a un máster es si éste le resulta interesante... ¿Qué se sentirá tener otro tipo de servant, uno que te aprecie y quiera cuidarte?... Espero no cruzarme con ninguno de ese tipo.

Sentía por una parte la necesidad de llamar a su servant, pero no sabía cómo invocarlo y si dependía de un hechizo de comando para ello, prefería dejarlo haciendo turismo o lo que sea que estuviera haciendo. Observó nuevamente a las muchachas, de reojo, y notó que ninguna estaba visiblemente acompañada por su servant. Quizás, sería una buena idea que no lo vieran, podría ser un factor sorpresa... si lograra pasar desapercibida por 6 días hasta el enfrentamiento.

Necesito aliados, es una realidad, es sólo que no me puedo sacudir esa sensación de que todos aquí quieren verme caer... Pero quizás la persona correcta pueda hacer de todo esto algo menos difícil. Después de todo... Soy un libro en blanco, cualquier cosa que haga será un comienzo desde cero. No creo que... ¿Alguna persona aquí podría conocerme?... ¿Realmente quiero que alguien aquí me conozca? Ehm... no, creo que estoy mejor con mis páginas en blanco.

Se percató de que estaba divagando mirando a la pantalla y decidió cerrar la laptop, ya había constatado que su servant estaba en buenas condiciones, probablemente molesto y con el ego herido, pero en buenas condiciones al fin. Respiró hondo y se decidió a acercarse a alguna de ellas, después de todo, lo peor que podía suceder era que la rechazaran.

Insegura como se encontraba, optó por acercarse a aquella que mostró interés en ella. Camino intentando ocultar sus nervios, la discusión de Tohsaka le llamaba la atención, pero no planeaba acercarse demasiado a ella, simplemente no parecía la clase de persona con la que podría relacionarse bien, si la viera débil, seguramente la despreciaría.

Se acercó a la muchacha parecida a Matou y saludo, intentando ser lo menos incómoda posible Buen día... no pude evitar notar que tienes un parecido inmenso a un NPC conocido... ¿Por casualidad perteneces a la familia Matou? Oh, lo siento, ni siquiera me he presentado... mi nombre es Charlotte.

Como siempre que estaba nerviosa habló mucho y rápido. Relacionando el aspecto de la muchacha con la NPC que resultó sumamente amable, se sentía medianamente cómoda hablando con ella y, muy por dentro, temía que no fuera tan encantadora como Sakura.

-Oh, buenos días señorita -la chica hizo una breve reverencia- Soy Saya Matou. Se podría decir que somos de la misma familia Sakura y yo, pero mi rol como NPC es vigilar que se mantenga el buen comportamiento durante la primera semana en los pasillos. Luego de ese tiempo, Kotomine-san estará libre de asuntos relacionados a aconsejar a los Master y podrá tomar este rol por sí mismo y ya no seré necesaria. Hasta entonces, también puedo proveer algunas ayudas habladas en cuanto a temas resultantes de acciones violentas. Eventualmente es seguro que tu Servant o incluso tú misma resultarán heridos, pero principalmente tu Servant que es el primero en línea de fuego. Los Magi normalmente están preparados con distintas variedades de hechizos curativos o medidas similares, por supuesto, así que es posible que no esté comunicándote nada nuevo.

Más de cerca, pudiste apreciar las facciones bellas y el cabello sedoso y largo de Saya. Si no fuera porque se veía del mismo tamaño, casi podrías decir que sería una versión más madura físicamente de Sakura Matou.

Charlotte intentó prestar atención a las palabras de Saya, pero su discurso le resultaba un poco confuso en el modo de ser expresado y a la vez, la belleza de ella resultaba atrayente, por lo que peleaba consigo misma para no perder el hilo de la conversación.

Saya era increíblemente parecida a Sakura y sus razgos delicados eran dignos de admiración y envidia. Le dio mucha pena saber que se trataba de un NPC, deseaba intensamente relacionarse con algún jugador, así fuera meramente conversar. ¿Será que todos los Matou son NPCs? No... alguien habló de un "Shinji" y seguramente se trate de ese patán. Supongo que esta realidad es más para los patanes como él que para las muchachas amables como Sakura.

Por lo visto, Saya de momento monitoreaba los pasillos para luego convertirse en una especie de mediadora, aunque Charlotte se preguntaba qué tipo de riñas podría resolver, siendo que la mayoría acabarían directamente en muerte. Sintió una molestia cuando mencionó que los magos solían estar preparados con hechizos de curación, ya que ella no los tenía. Si algo le sucedía a Gilgamesh, no tenía medios para ayudarle. Odio esto. 

¿Qué sucederá contigo una vez que el Padre Kotomine tome tu lugar? -preguntó casi sin pensarlo. Intentaba observar de reojo a Tohsaka, intrigada por la discusión que mantenía en esos momentos. Esperaba poder visualizar al menos parcialmente a su interlocutor. 

Pretendía, sin ser grosera, finalizar su conversación con Saya y buscar un participante con el que pudiera relacionarse. Aún se sentía rara en ese lugar y deseaba un poco más de comodidad. Tengo que poder llevarme bien con ALGUIEN, ¿No?

Oh, perdona si ha sido entrometido de mi parte, es sólo que... por tu modo de hablar, es como si luego fueses a desaparecer. Incluso si fuera el caso, no estoy acostumbrada a ese tipo de situaciones y este mundo digital me resulta aún un tanto extraño.

-Efectivamente, desapareceré -dijo de forma casual, como si aquello fuese completamente natural- Una vez el papel de un NPC ha sido completado, no es necesario que siga existiendo. Pero, no se considere entrometida. De hecho, estoy agradecida porque se haya detenido a preguntas al respecto, me siento feliz por ello.

Te obsequió una sonrisa cándida. Su nivel de personalidad y detalle era sorprendente, pero al fin y al cabo era un NPC. ¿No..?

-Me gustaría ofrecerte esto. -dijo, y te tendió una mano. En ella, había un frasquito de polvo plateado- Quizá no te sea necesario, pero es una forma de cerrar de forma moderada a tu Servant de sus heridas. Tanto yo como Sakura tenemos acceso a los suministros médicos, pero solo estamos autorizadas a entregar uno de estos por ronda. Si tienes algo de tiempo, pasa a visitarme brevemente de nuevo en la siguiente ronda.

Charlotte se sorprendió ante la serenidad con que Saya aceptaba que desaparecería, pero luego pensó que después de todo, quizás eso también estaba incluído en su código. El nivel de profundidad y detalle de ella le hacían dudar por segundos de que estuviera hablando con un NPC, pero hizo un gran esfuerzo en recordarlo y tenerlo presente.

Era cálida y amable, la persona más agradable que había cruzado hasta este momento. Agradeció internamente haberse cruzado con ella en esos momentos de incertidumbre. 

Tomó el frasquito con contenido plateado con ambas manos e hizo una breve reverencia con la cabeza ¡Muchas gracias! Me será de mucha utilidad. Me aseguraré de visitarte nuevamente luego de cada ronda, dalo por hecho. Esto... gracias por tu amabilidad. Pensó en explayarse más pero supo que no tendría sentido. Simplemente le sonrió con tanta calidez como le fue posible. Guardó el frasquito que le había entregado con cuidado, sabiendo que l e sería de mucha ayuda, especialmente dado que no recordaba ningún hechizo y los de curación daba por sentado que los necesitaría.

Un tanto molesta ya por el ruido de la discusión, se acercó a Tohsaka para ver de qué iba tanto problema. Estaba en una situación difícil y el ruido no le estaba ayudando a pensar o a sentirse menos incómoda.

Conforme te acercabas, pudiste ver que la chica casi en solitario al final del pasillo, con la excepción ahora, de ti.

-¡...ya he revisado esta escuela hasta el fondo, no tiene nada de especial! -por su parte, la chica de rojo, ajena a él, a ti, y al mundo aparentemente, palpaba los muros mientras decía esto. Estaba hablando para si, aparentemente, algo más calmada. Definitivamente, era Rin Tohsaka, con su aire seguro, aunque estaba un tanto distinta a las preliminares, pero apenas. Sus ropas parecían mas modernas, llevaba botas altas con tacones gruesos, y una liga en una de las medias, intuyéndose algo sujeto bajo la falda. Durante las preliminares fue muy popular por su agradable rostro y figura. 

-¿Oh? Hey tu.

Se giró hacia ti, sorprendida, con mirada suave.

-Si, tú. Hm...no he chequeado a los NPC aún. Aha, conozco una forma simple. No te muevas.- Se acercó con pasos tranquilos, y uno de sus dedos finos y delicados alcanzó tu mejilla a muy poca distancia de ti. Te hizo pensar sobre como contrastaba la mirada fiera y voluntariosa con un enmarque tan delicado. Aunque, ahora sería un buen momento para avisarle de su error, aunque podía ser divertido el resultado de dejarle darse cuenta por sí misma.

En cuanto se acercó, encontró a Rin hablando sola, sobre cómo no había nada de especial en el colegio. Su primer impresión fue que la muchacha estaba loca, pero luego consideró que podría haber alguien invisible y la lógica la llevó a suponer que se trataba de su servant. Pensó fugazmente en el suyo y se preguntó cuando lo volvería a ver ¿Aparecerá si me encuentro en peligro? No creo que venga si lo llame.

Tohsaka asumió que ella era un NPC y se acercaba a "chequearla" como había mencionado. Realmente parecía una persona fuerte y decidida, por más que se veía bella y delicada. Charlotte no pudo evitar sentir algo de envidia, ¿Por qué alguien como Tohsaka podía tener todo eso y además sus recuerdos y habilidades y ella no?

Demoró unos segundos en decidir cómo reaccionar y no quiso asustarla o sobresaltarla, así que decidió que se dejaría tocar por la muchacha. En el momento en que Tohsaka entró en contacto con su piel, suspiró, juntó fuerzas y se animó a saludarle: Ho-hola, Señorita Tohsaka. Lamento decepcionarle pero no soy un NPC, soy una participante al igual que tú -Se veía muy avergonzada y algo intimidada por la actitud de Rin- lamento haberme acercado de improvisto, pero me llamaba la atención el tono de su conversación y me preguntaba si habría algún problema... siento mucho haberles interrumpido... por favor no me haga daño - agregó medio jocosamente, medio en serio, levantando las manos a la altura del pecho delante suyo.

Le resultaba un tanto humillante haber sido confundida con un NPC y una parte de su ser opinó que, graciosamente, los NPCs al menos sabían quiénes eran.
 

Tras el primer toque, se giró dándote la espalda la espalda con la atención en la nada.

-¿Y tu de que te ríes? Es beneficioso tomar ventaja de todo, incluyendo de los NPC. -probablemente, su Servant estuviese en el sitio vacío. Y, escuchó tus palabras, a la par que las de alguien más que no veías- ¿Eh? ¿Que es una Master también? No puede ser, una Master sería mas...

Retrocedió dos pasos, totalmente roja, mirándote impactada con la revelación.

-¡Kyaa! ¿¡Entonces lo que he tocado recién era su cuerpo realmente!? Ugh...que vergonzoso... -vuelve a girar, molesta- ¡Cállate! Yo también cometo errores, ¿sabías? ¡No me llames pervertida!

Aparentemente, su Servant está divirtiéndose bastante al respecto. Tohsaka volvió a girarse a ti.

-¡Bueno, es tu culpa por ser tan confusa y tener esa expresión tan neutra! Tus preliminares habrán sido muy aburridas como para esa cara. 

No parece ser nada personal pero probablemente considere a todo el mundo un enemigo, como es normal. Aparente no se veía como la situación más cómoda para ella.

Charlotte hizo un esfuerzo inmenso por no reirse a su vez de la reacción de la muchacha. Sí, resultaba terriblemente embarazosa la situación para ambas, pero el modo en que le gritaba irritada a la nada también le sumaba algo de humor, especialmente porque solamente lograba oir una mitad de la conversación. Por lo visto, su servant se estaba llevando unas buenas risas a costa de ellas y la estaba tratando de pervertida.

Se sonrió al escuchar estas palabras y rió por lo bajo. Tohsaka no era ni un poco lo que aparentaba su aspecto, ahora parecía bastante más una muchacha común y corriente, alguien... accesible por así decirlo.

No le gustó que se desquitara con ella, pero entendió que simplemente era la situación, así que se decidió a responder ella. Hey tu! -dijo hablando hacia atrás de Tohsaka- ya déjala en paz, que ha sido una confusión. ¡Y solamente me ha rozado la mejilla, no es una pervertida!

Se giró a mirarla a Tohsaka directamente esta vez Ya, te he defendido y te he pedido disculpas al menos unas 3 veces... ¿No es suficiente? Es un poco cruel confundirme con un NPC... y créeme, lo he pasado fatal en las preliminares, me encantaría tener una buena relación con mi servant como tú con el tuyo. Suspiró hondo.

¿Podríamos comenzar de nuevo? -le preguntó amablemente- Mucho gusto, Rin Tohsaka, mi nombre es Charlotte -dijo sonriendo y extendiéndole la mano para un apretón. Sería muy agradable que pudiéramos llevarnos bien.

Rin se quedó un momento mirándote ciertamente asombrada y casi aturdida, como si hubieran demasiadas reacciones luchando por salir a flote a la vez para hacer frente a esa situación. Finalmente, suspiró y estrechó la mano que ofrecías.

-Es un gusto conocer a alguien tan ingenua en la competencia. ¿Que estás haciendo aquí? Este sitio no es para gente como tú. Lo siento, debí preguntar primero de forma más discreta sobre el asunto del NPC. -te miró con aire curioso, aunque aun manteniendo cierta "distancia social" por llamarla así- Dudo que quisieras llevarte con tu Servant como yo con el tonto bocón este que tengo como compañero, pero, no se que tan bien o mal te lleves con el tuyo.

Miró hacia atrás levemente ceñuda. Había parte del dialogo que te estaba faltando, seguro, con el integrante oculto de tu vista.

Charlotte estuvo atenta a las reacciones de Rin y sonrió cuando finalmente decidió estrechar su mano. Finalmente estoy hablando con una persona, resulta algo gratificante. Sí, somos oponentes, pero quizás mientras tanto podamos llevarnos bien, como sugirió el Padre Kotomine.

¿A qué te refieres con "alguien como yo"? ¿Es acaso una instalación puramente de NPCs? A decir verdad... creo que he sido la última en llegar aquí, hace apenas unos minutos que me "han dado el alta". Supongo que no era muy difícil tomarme por un NPC... Bajó un poco el tono de voz y preguntó ¿Qué estaban buscando ustedes aquí? ¿Hay algo de especial con este sitio?

Luego, retomó la posición inicial y continuó hablando como si nada Ahm... sí, pues verás... digamos que es casi imposible dialogar con mi servant... además, me resulta simpático ese modo de llevarse... casi como si fuesen hermanos. Creo que es el modo de algunos chicos de tratar a la gente que le agrada, quizás debas verlo así.

Inmediatamente, observó las reacciones en Rin, porque esperaba que, quien fuese que estuviera hablando con ella, reaccionase a sus palabras, muy seguramente, quejándose y negando todo.

-Tu Servant debe ser un poco idiota si se lleva mal contigo, ¿no? Se ve como algo bastante complicado de lograr. De hecho, no me es muy posible imaginar a alguien que este cuerdo y le desagrade un carácter suave como el tuyo, señorita.

Interrumpiendo lo que iba a decir Rin por completo, a pocos centímetros del final de la pared se materializó una alta figura azul de porte un tanto salvaje, que por alguna razón te hacía asociarlo con un lobo feroz, o similar bestialidad contenida. Y aún así, tenía una sonrisa un tanto descarada y humana. Vestía un traje de mallas con protecciones metálicas que intuías mucho mas resistente de lo que podía parecer a simple vista. El Servant te observaba con aire gratamente casual y aire relajado.

-Esta Master mía estaba dándome algunas pautas de conducta de esas que los magos usan tanto. No hacer esto ni aquello...hm, no era que no tenía que mostrarme tampoco? Pero, por esta vez está bien, desde este sitio solamente la señorita puede observarme. Descuida, no es que vaya a presentarme con mi nombre y eso.

Para esas alturas, Rin ya estaba cambiando de color, aunque aún no decía nada, preparando una nueva explosión.

-Además, nadie se te ha acercado hasta ahora porque te consideran la reina de hielo, sería un tanto aburrido que la guerra transcurriera sin hablar con nadie. ¿Puedes darme ese gusto, verdad?

Esto pareció bajar la tensión y relajar a Rin un tanto, aunque intuías que le estaba regañando a nivel mental por su mirada.

Charlotte se sorprendió ante la repentina aparición del muchacho de cabellos azules. Había algo en su modo de ser que resultaba salvaje y a la vez, sumamente humano. Su aire despreocupado y relajado le resultó muy agradable y no pudo evitar quedársele mirando. 

Era un servant efectivamente, pero resultaba completamente distinto al suyo. Sus colores, su actitud, todo era nuevo y fascinante. Con algo de amargura, comprobó que no todos los servants tenían actitud de reyes, en su caso ella había salido "favorecida" en la repartija.

Se ruborizó levemente y sonrió ante las palabras del servant. Vaya... gracias, es lo más bonito que me han dicho en mucho tiempo, eres muy amable. Lo cual técnicamente es cierto, que yo recuerde es como lo más bonito que jamás me han dicho.

Aún no estaba en condiciones de hablar sobre sí misma y no quería evidenciar su condición de página en blanco, por lo que tomó nota mental respecto de los reparos que Rin le inculcó y consideró que en la medida de lo posible sería una buena idea aplicarlos ella también.

Pudo observar como Rin nuevamente se impacientaba ante las palabras de su servant y ya se preparaba para intentar apaciguar su ira, cuando las palabras del peliazul parecieron dar en la tecla. Nuevamente, no pudo evitar reirse por lo bajo, le resultaba muy divertido el modo desafiante de ser del muchacho, que parecía saber exactamente cómo lidiar con la personalidad de Rin. En esos momentos costaba entender que se trataba de sus oponentes, honestamente hubiese deseado conocerles fuera de un contexto de guerra.

Pues yo no te veo así -apreció Charlotte- seguramente los demás competidores le teman a tu talento y decisión, pero eso a mí no me intimida, sino más bien me genera respeto. Seguramente sea divertido tenerlos cerca a ambos- agregó con una risita.

Miró alrededor sutilmente y luego sugirió ¿Qué tal si nos marchamos de este lugar? Podríamos continuar conversando fuera. Miró al muchacho nuevamente y agregó- Ha sido todo un gusto conocerte, Señor Salvaje, eres realmente encantador y sabes cómo lidiar con tu máster.

Poco a poco se iba relajando aún más y se sentía a gusto. Por más que no tuviera sus recuerdos, al menos se sentía humana y capaz de relacionarse. Imaginó que debería aprovechar cada oportunidad que tuviese de sonreir, puesto que el futuro no sonaba nada prometedor.

-¡Él no "lidia" conmigo, yo lo soporto a él! ¡De todas formas! Podríamos hablar, pero primero tenemos que ir a la Arena. Siendo el primer día, el consejo que puedo darte es que busques a tu Servant y aproveches a recorrerla también para ir familiarizándote con el entorno de la arena. Y tú, haz el favor de volver a tu forma espiritual hasta que estemos allí.

-Si, si -respondió restándole importancia, y añadió con tono divertido- Creo que te hará bien tener a esta señorita cerca, Master mía. Y será divertido para mi de ver. -se dirigió a ti entonces-  Esperemos que tu Servant sepa cuidarte de forma conveniente, sería una pena que dejaras de estar por aquí pronto.

Rin suspiró.

-De todas formas, tiendo a estar en el piso mas alto, el techo. Casi no van Master ahí, por si quieres encontrarme alguna vez. Deberíamos ir marchando, así que, adiós.

Se río levemente ante la molestia de Rin, realmente parecía que le costaba ser sincera con sus emociones y no le agradaba que su servant actuara libremente como para mostrarse delante de ella sin su consentimiento. Impaciente, le ordenó al muchacho ocultarse nuevamente y habló sobre visitar una arena. Seguramente se trate del lugar donde se lleven a cabo las peleas. Definitivamente deberé visitar ese sitio, cuanto mejor preparada pueda estar, más chances tendré de armar una buena estrategia.

Sonrió nuevamente ante las palabras del servant y asintió Haré lo posible por permanecer aquí, no quisiera desaparecer tan pronto, que apenas nos hemos conocido. Tú cuida bien de ella, ¿Vale? Se nota que está en buenas manos.

Su sonrisa se amplió un tanto más cuando Rin le dijo dónde podría encontrarla. Ella se estaba dirigiendo a la arena y, por lo visto, planeaba ir sola con su servant, por lo que no la detendría e intentaría visitar el lugar más tarde.

Antes de que se retirara, le llamó Muchas gracias por tus consejos, nos veremos nuevamente más adelante. Esto... ¿Señorita Tohsaka?... ¿Puedo llamarte Rin? -preguntó con la inocencia que le caracterizaba. Le resultaba un tanto incómodo llamarle por su apellido, siendo que ella misma no recordaba el suyo y no perdía nada con intentarlo.

Luego, le observó retirarse en dirección a la arena, sintiéndose bastante más animada. Charlotte decidió que lo primero que debería hacer es acceder a su sala privada, para ver qué clase de sitio era y luego buscaría dónde se hallaba la arena e intentaría visitarla en compañía de su servant. Aún se hallaba un tanto inquieta, preocupada por las consecuencias que podría haber acarreado en un ser con tanto amor propio el perder parte de su poder. Imaginó que eventualmente lo acabaría averiguando.

Yo también espero que mi servant pueda cuidarme de forma conveniente, Sr Salvaje. Ojalá pudiera contar al menos conmigo misma para ello.

La chica asintió.

-No tengo reparos en que me llames por mi nombre. No es como si importaran demasiado las posiciones sociales aquí.

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Como es de esperar, la puerta se cierra tras de ti al ingresar a tu sala privada como te fue instruido por un memo en esta, pidiéndote que colocaras la terminal delante de la puerta y cerrando tras de ti. Con quizá cierta desazón contemplaste el lugar: una sala de clases muy desorganizada. Casi todos los pupitres están apilados en un extremo, unos sobre otros, formando una montaña. Las cortinas rojas del lugar estaban arrancadas y echadas de forma poco uniforme entre la montaña de asientos de estudiantes. Los ventanales dejaban ver el cielo digitalizado y el patio, pero estabas segura de que aún y con todo nadie vería hacia adentro aunque se asomaran por esa ventana. Después de todo, no por nada era una sala privada, un espacio impenetrable de seguridad para un Master y su Servant donde podías bajar la guardia. Sentiste un pequeño tirón en tu manga, y una voz igualmente pequeña.

-Esta sala es poco cómoda de forma aterradora, ¿no es así?

Con renovadas energías luego de la conversación con Rin y su servant, Charlotte se dirigió a su sala privada, con intenciones de conocerla bien y comprender su funcionamiento más allá de su evidente utilidad.

Ingresó a la sala con curiosidad, preguntándose qué clase de sitio sería, pero el resultado fue de lo más decepcionante. La sala era un aula de clases completamente desordenada, con los pupitres apilados en una montaña y las cortinas arrancadas y lanzadas entre las sillas. El espectáculo era cuanto menos espantoso y desolador.

Sintió un tirón en la manga y una voz joven le habló. Respondió casi mecánicamente Definitivamente... parece que la hubiesen usado para una película de terror de estudiantes... -cuando reparó en que no contaba con compañía al momento de entrar, se giró hacia su interlocutor.

Se sorprendió visiblemente al encontrar un muchachito joven. Se suponía que esa era una sala privada para ella y su servant y, además de todo eso, ese pequeño debería estar muy lejos de ese lugar donde las personas pelearían a muerte. ¿De dónde salió el pequeño? ¿Cómo hizo para entrar en la sala privada? ¿Acaso se metió detrás mío cuando entré? Pero estaba segura de que vine sola... Reparó en el cabello dorado y los ojos rojos que la miraban. No será que... ¿Gil-gamesh...? - preguntó dubitativa con suavidad. No digas estupideces, no hagas preguntas tontas y por lo que más quieras, NO LO ENOJES. Los stats en la terminal no parecían muy afectados pero... creo que se han excedido en esto de reducirle sus características... ¡Un niño no debería participar de una guerra! Aunque... admito que se ve mucho más bonito así.

-No deberías estar tan sorprendida, es natural que algunas modificaciones tengan repercusión en mi físico. Esto...actualmente me sucedió un par de veces en vida, cuando bebía demasiada de la pócima de la juventud entre mis tesoros.

Se frotó la cabeza como reprendiéndose apenas por un error normal para cualquiera. No tenía a primera vista todo el brillo dorado de su armadura, pero de alguna forma seguías percibiéndolo de esta forma, como si fuera una especie de aura invisible a su alrededor. Tenía ropajes ligeros, propios de tierras calurosas, con bordados regios de oro y algunos accesorios del mismo material. Extrañamente, hablaba -tanto en palabras como en gestos- de forma afable en comparación a lo anteriormente dialogado con él, y no sentías aura de amenaza en absoluto.

-¿Te es molesto? No creo poder revertirlo al menos por las primeras rondas, fue un atrevimiento grande de parte de SE.RA.PH, pero puedo permitirlo por ahora.

El contenido de la oración podía sonar amenazante, pero hablaba en un tono tan amigable que casi podía pasarse desapercibido.