Partida Rol por web

Una mañana de aventuras. Era algo habitual en el grupo de jóvenes. Lamentablemente, saben que probablemente el tiempo termine por vencer sus excursiones al bosque (un punto de vista más realista que "vivir aventuras"), pero del más mayor al más pequeño, aún no se han rendido del todo en su idea de ser aventureros. Así que, de vez en cuando, se enfundan en sus galas más adecuadas para la tarea y sacuden a unos cuantos goblins, recibiendo habitualmente algún porrazo que otro.

Lo que no sospechaban es que esa mañana no sería una cualquiera... 

Y por supuesto como no podría ser de otra manera si había una persona que había reunido a todo el grupo desde mucho antes de la hora acordada ese era yo. Siendo el que siempre "lideraba" el paso en todas y cada unas de nuestras expediciones era obvio quien deseaba más fuertemente el salir a la más mínima oportunidad de los límites del pueblo para explorar, pelear o vivir aventuras... Todas ellas a ser posible. Y es que destacaba quien era el mas joven del grupo tan solo con ver la energía constante que desprendía en todo lo que hacía, aunque claro probablemente sería igual de energético duranta muchos años más y no tendría nada que ver la edad.

Embutido en algunas prendas simples de tela barata que no fueran mucho sufrimiento para padre cuando acabaran destrozadas, otra vez, junto a mi habitual manía por llevar cualquier cosa que pudiera a modo de capa, que en este caso le había tocado el turno a una de las chaquetas de mi progenitor la cual me quedaba exageradamente grande, lógico cuando pertenecía a la persona mas grande de todo el pueblo y la usaba una de las personas mas pequeñas. También me había traído aquella espada mellada, rota y oxidada que nos encontramos en la última expedición... Incluso pese a las insistencias de que era un trozo de basura inútil me había negado en rotundo a deshacerme de ella y prácticamente la usaba como si fuera un pedazo grande de madera para aplastar cráneos de goblins con ella, una imagen graciosa cuanto menos cuando esa espada era tan grande en realidad, casi igualando mi tamaño lo cual hablaba bien de mi fuerza para poder blandirla sin mucho problema.

Una vez llegamos al linde del bosque desde donde el pueblo ya solo era una imagen en la distancia fue que detuve mi paso para girarme al grupo- Entonces... ¿dónde vamos hoy? -no era precisamente bueno tomando decisiones, siendo que la mayor parte de las veces me dejaba guiar por el instinto así que era mejor si ellos decidían nuestra ruta en lugar de seguirme y eso fue algo que me forzaron a aprender- Aún no hemos ido a aquel lago que debería haber al principio del río o la cueva cerca de donde espantamos al último grupo de goblins o el claro del norte o lo que hubiera al final del barranco -mientras iba enumerando los distintos lugares levantaba un dedo por cada uno mientras miraba al cielo tratando de recordar todo.

Mas atrás estaba Hotaru, la jovencita miraba a todos lados, no muy cómoda por estar ahí, solo iba porque sus amigos irían y no quería dejarlos solos, pero evidentemente no era el escenario que la joven se le hacía las agradable. Vestida con ropas sencillas, no usando un vestido como siempre, sino pantalones y botas para la aventura, la chica se puso al lado de Sven, siempre preguntándose de dónde sacaba tanta energía.

— ¿es necesario… que vayamos? Podemos recolectar algo de hierbas medicinales… — intentaba convencerlo de hacer algo menos peligroso, pero Sven era imparable y por mucho que intentase decirle que no fueran hacia la curva, era imposible? Así que espero el apoyo del resto, haciendo un pequeño puchero. La joven tenía solo una daga como arma y aunque podía usarla sin problemas, siempre procuraba la no agresión, siendo la más pacífica del grupo. 

— digo… no tenemos que ir a hacerles daño — se encogió de hombros, esperando que Sven le hiciera caso, aunque nunca pasaba eso y terminaba siguiéndolo. 

Los pasos de los intrépidos jóvenes se dirigen, como tantas otras veces, hacia el interior del bosque colindante. Es un nido de goblins, no debería haber problema para encontrar a unas cuantas de esas alimañas que siempre están causando problemas a algún que otro convecino del pueblo. Son los llamados "monstruos", se desconoce cómo se forman, pero sí se saben dos cosas de ellos: no tienen una mente capaz de diferenciar el bien del mal (atacan a todo lo que no sea un monstruo, sin preocuparse de si es fuerte o débil) o de razonar más allá de alguna táctica de combate; y una vez muertos, al no ser lo que podríamos calificar como un ser natural, sus cuerpos desaparecen dejando atrás algunas cosas. Estos objetos habitualmente tienen una cierta resemblanza con su forma física, aunque no hayan dejado un cuerpo en sí tras de ellos.

Se os hace raro que tardáis un tiempo más de lo normal en encontrar a un par de estas criaturas, que se hayan distraídas intentando pinchar algo en el pequeño hueco de un árbol. Probablemente un topo o algo así.

Al escuchar a mi amiga levante la cabeza hacia ella con una sonrisa enorme- Pero eso va a ser un muermo... y los goblins si se acumulan acabaran molestando a la gente -solté aquello cuál dato empírico pese a no tener ni la más remota idea de si era cierto, pero yo me lo creía así que eso era suficiente- Ya sabes lo agresivos que son los monstruos, mejor tenerlos controlados a los que hay cerca de casa -mientras hablaba había apoyado la espada en mi hombro, el contrario al lado que ocupaba Hotaru y me daba leves golpes con este al hacer fuerza para elevarla escasos centímetros y dejarla caer, era una manía recurrente cuando estaba lleno de energías y me quedaba quieto en un sitio- Además dudo que esas cosas sientan dolor siquiera -había vuelto a mirar al frente, tenía una ceja levantada y la vista en el cielo pensando en ese hecho... una cosa que jamás me había planteado siquiera- Igualmente prefiero pegar antes de que peguen ellos a gente inocente así que...

Y así fue como comencé a caminar asumiendo que el resto seguiría mi paso. ¿qué a donde iba? Obvio, si ellos no tomaron la decisión era lógico que yo escogiera el lugar más probable de tener cosas que apalear así que no tardamos en estar ya rumbo a la cueva. Lo sorprendente es que el área en torno a ella estuviera tan vacía acabe por arrastrar al grupo mas cerca de esta a lo que esperaba antes de encontrar siquiera a uno solo de esos monstruos. Por lo que al ver a un par finalmente la emoción me pudo y salté a correr rumbo hacia ellos cargando como un animal.

No estaba del todo convencida de que no sintieran nada, de que no fueran vida, después de todo, su magia tan particular proveía de quitarle la vida a todo donde existiese, para volverlo energía mágica, así que esa idea de que no eran seres sintieses, lo había reflexionado por mucho tiempo. Pero no pudo acotar aquello a su amigo, este había emprendido la marcha a toda velocidad hacia donde se veían esos goblins. La chica pegó un pequeño gritito de sorpresa, que fue acompañada por una exclamación de frustración, pues, pudieron acercarse sin hacer ruido, pero eso ya estaba descartado por completo. 

Es así que, aunque no le gustase pelear y que encontraba mas provechoso encontrar hierbas medicinales, dado que de esa manera, podrían ayudar a mas personas que simplemente acabar con una colonia de goblins, no podía dejar a su amigo solo, así que salió corriendo detrás de él, después de todo, era su apoyo mágico, y amiga. No lo dejaría correr peligros solo. 

Como el mas veterano del grupo sigo a los demás en silencio, prometí a sus padres que los protegería para que volvieran todos a salvo, y esa es mas mi motivación que el vivir aventuras. De modo que dejo que sea el alocado Sven el que nos vaya guiando,mas atento a lo que no srodea en busca de algún peligro potencial. Las cuestiones técnicas sobre si los goblins sienten dolor o no es algo que se me escapa.

Es por eso que cuando encontramos un par de goblins estoy algo lento mientras Sven empieza a correr a lo loco.

-Pero espera, hay que preparar un plan...- murmuro para no alertar a los goblins, lo que lo hace doblemente inutil, Sven no me hace caso y los goblins lo verán enseguida

Maldiciendo entre dientes preparo mi arco y disparo, esperando que el chico no se cruce en mi linea de tiro

"¡AH! ¡Espérameeee!" exclamó ella saliendo detrás de su amigo el suicida. A pesar de ser Selene Firyawen técnicamente la más mayor del grupo (con la friolera de cuarenta y tres años), bien podría ser Drago realmente el mayor y ella tan joven como los otros dos, Hotaru y Sven. Es bien sabido que los elfos tienen otro ritmo biológico, pero también puede que tuviera bastante que ver el hecho de haberse criado un poco menos de la mitad de su vida con los humanos. Ahora vivía otra vez con su gente, los elfos, pero se pasaba un día sí y uno no por la aldea humana. Así fue como conoció a Hotaru, Drago y Sven. ¡Si prácticamente les vio hacerse mayores! Selene no había cambiado mucho desde entonces, realmente. Era la misma elfa risueña y rarita de siempre. Rarita para los elfos por parecer demasiado humana. Y rarita para los humanos por... uhm... parecer demasiado humana también.

Es un grupo muy pequeño, para ser goblins, por lo que Sven abandona toda prudencia y se lanza como una flecha a cortar cachos de monstruo. Ni siquiera sangran, como tal, sino que una esencia brillante emana de los cortes. El chico se lanzaba muy feliz a la carga, pero con su evidente llamada de atención, antes de que pueda golpear con su espada, se ve obligado a librarse entre empujones y retrocesos de un par de garrotazos, antes de poder efectivamente usar su espada y abrir un brillante tajo en pleno vientre de la criatura, que poco después caería abatida por un saetazo de Drago en el ojo.

El otro goblin, por su parte, se encuentra con una sonriente y feliz elfa que decide sacudirle dos guantazos no tan felices, siendo después quemado, cosa que a pesar de doler menos no le gusta nada (ha tocado justo en la mancha que le dejó otro goblin al que le tiene aprecio. O quizás solo no le gusta el fuego, quién sabe). Por ese motivo, decide avanzar agitando los brazos como un poseso. Un rápido giro de Sven le deja un gran tajo en la espalda, pero aunque se tambalea, prácticamente se tira encima de Hotaru con la inercia del espadazo más la carrera alocada más una cachiporra rudimentaria, que aún así golpea dolorosamente el hombro izquierdo de la chica.

Poco después sería abatido por la espalda por Sven***, que no está muy de acuerdo con eso de que golpeen a sus amigos pero, en fin, gajes del oficio. De vez en cuando algún palazo os lleváis, pero hasta ahora no habéis mordido más de lo que podéis tragar, nunca.

Así quedarían los dos cuerpos de los goblins descomponiéndose en haces de luz, poco a poco, dejando tras de sí tres monedas entre ambos. No es demasiado, pero oye...

Y obviamente los pobres intentos de Drago por frenarme con la idea de trazar un plan fueron completamente inútiles ya que estaba corriendo varios metros por delante de su posición para aquel momento. Por lo que arrastre a los demás conmigo hacia esta pelea quisieran o no, llamando la atención de mis objetivos provocando a estos para atacarme a mi tal y como prefería siempre en todas estas peleas.

Evite y bloqueé los golpes de sus débiles garrotes justo antes de usar mi propio peso para blandir mi espada contra uno de ellos dejándole un buen tajo en todo el vientre que amenazaba con casi desgarrarlo por completo si hubiera llegado a darle un poco mejor. Pero no fue necesario más ya que acto seguido una flecha cayo sobre él arrebatándole lo que le quedaba de vida, eso provoco una sonrisa por mi parte, una habitual por saber que incluso tras lanzarme yo de cabeza contra todo tenía detrás mía el apoyo de mis amigos. Y por eso mismo en cuanto vi al otro comenzar a alejarse no dude en aprovechar la inercia para girar sobre mi mismo para cortar en su dirección afianzando bien la espada sacando a relucir la fuerza de no solo mis brazos sino todo mi cuerpo transformando las amenazas de mi anterior ataque en una realidad con este, casi le había partido por la mitad pero tan solo le destrocé la espalda hasta un punto sorprendente ¡y aún así seguía avanzando! Desde luego estos monstruos no temían a nada ni les importaba su integridad física. Ataco a Hotaru delante mía por lo que avancé hacia su espalda di un pisotón contra el suelo cargando la espada en mi hombro y la descargué sobre él dejando que fuera su propio peso el que hiciera el resto casi.

El combate es tan rápido como podíamos esperar, son solo dos goblins y, pese a que no me gusta atacar a lo loco, acertarle un flechazo en un ojo a uno de ellos es muy gratificante.

Una vez caen los dos me acerco, pero mas atento en lo que nos rodea que a los restos de los goblins y su lucecita

-los goblins suelen viajar en grupos mas grandes, igual hay mas de ellos cerca-

Sin embargo al llegar miro con curiosidad que es lo que han dejado, que se torna decepción -¿Solo tres monedas? en fin, tampoco se podía esperar mas de un par de goblins-

¡No! ¡Quedaba un goblin vivo que se había lanzado contra Hotaru! Sven casi le da pero la criatura se escurrió y sanguinariamente atacó a la pobre Hotaru. "¡Hijaaah!" Selene se lanzó en una patada voladora contra la criatura. 

Si con ello conseguía derribar a ese goblin, ¡era tiempo de celebrar! Firyawen iría hacia las monedas que miraba Drago, tomándolas del suelo. "¡Venid aquí, que reparto el botín!" les llamaría con la mano. "Una para ti, otra para ti, otra para ti..." y les iría dando una moneda a cada uno de sus amigos. "¡Y para mí, la experiencia de pasarlo bien y un abrazo!" y rápidamente aprovechando que les tuviera cerca les rodearía a los tres con los brazos.

El goblin ve cómo la espada de Sven termina a más de diez centímetros de él, pero no le da tiempo a relajarse, puesto que enseguida aparece Selene clavándole una patada voladora en el rostro que ya de por sí lo habría matado, pero es que antes de que se desvanezca, no contenta con eso, le arrea otro golpe con su agilidad elfica, girando en el aire por la propia inercia de la patada y pegándole un puñetazo en el torso inclinado, derribándolo con fuerza contra el suelo. Hotaru parece aturdida ante el ataque del Goblin, así que no responde.

Tras el intento de abrazo de Selene a los tres a la vez (buen intento, pero ya cuesta rodear adecuadamente a Drago o Sven como para pillar a los tres), toca proseguir el camino de limpieza, por lo que tendrían que seguir adentrándose en el bosque...

A unos cincuenta o cien metros por la derecha ves una espada clavada en tierra, no parece especialmente deteriorada, aunque está hundida casi hasta la empuñadura.

A unos cincuenta o cien metros por la derecha ves una espada clavada en tierra, no parece especialmente deteriorada, aunque está hundida casi hasta la empuñadura. Hay algo extraño en cómo refleja la luz o en cómo titila el aira a su alrededor, no sabes exactamente qué es lo que te lo ha hecho notar, pero te da una pista de que puede ser un arma mágica... Y algunas de las plantas que hay por la zona hace pensar que pueda estar relacionada con todo el claro en el que está, aunque dirías que no de una forma "agresiva".

Tan solo cuando el arma cayo contra el suelo chocando con este y rebotando muy ligeramente fue que me di cuenta de mi fallo, así que tensé para levantar la espada de nuevo pero antes de poder hacer nada el monstruo salió volando por una patada, con el cual ya estaba más que muerto pero no contenta con eso Selene se encargo de rematarlo con otro golpe más. Ante lo cual silbe en cuanto el cuerpo toco el suelo a medio desaparecer. E incluso deje la espada un segundo para dar un corto aplauso.

La misma chica se encargo de recoger las pocas monedas que sacamos de esta pelea e ir entregándonoslas a nosotros quedándose ella sin nada. Bueno, nos exigió un abrazo eso si... Gracias que la elfa era más alta que yo no le costó arrastrarme hacia ella y pese a que durante un momento me deje no tarde en empujar un poco de su cintura para alejarme tomando algo de distancia. Recuperaría mi espada cargándomela de nuevo al hombro y comenzaría a otear el horizonte en busca de algo que desprendiera esencia de aventura. Hasta que algo llego a mi visión- Woaaahh -mi mandíbula cayo, mis ojos se abrieron como platos y comenzaron a brillar como un par de faros mientras alzaba un brazo para señalar en un dirección entre los árboles.

No estaba muy lejos pero desde mi posición se podía ver una espada, sinceramente no estaba en su mejor momento pero daba la impresión de estar mucho mejor que aquel trozo de hierro oxidado enorme que llamaba espada, lo único que estaba clavada casi por completo en el suelo pero tanto como me conocían el resto sabían que sería capaz de desenterrarla con las manos si hacia falta.

Aun con el arco listo por si aparecen mas goblins acepto la moneda que me entrega selene agradeciendoselo con una sonrisa -la proxima vez la primera moneda es para ti-

Normalmente me apartaría de ese intento de abrazo, algo incomodo con cosas así, pero algo capta mi atención en el bosque, y la de Sven por lo que se ve, en algún momento este chico va a tener que pensar antes de hablar

-La veo, vamos a verla mejor, a mi me parece mágica- y añado apresuradamente sobrtodo para el cabeza hueca -pero con cuidado-

Me adelanto hacia el claro donde está la espada clavada en el suelo, pero me detengo antes de entrar mirando alrededor, la gente no suele dejar espadas en buen estado clavadas en el suelo porque si

"¿Qué? ¿Qué pasa? ¿El qué es mágico? ¿Qué veis?" se llevó la mano a la frente para tapar el sol y mirar hacia donde ellos decían. "Qué ven mis ojos de elfa... veo... veo... árboles... y arbustos... y rocas... ¡GASP!" en ese momento tomó mucho el aire en gran sorpresa. "¿Rocas mágicas? ¡Pues venga! ¡Vamos a verlas!" se giró hacia Hotaru, que desde el ataque del goblin estaba algo más callada. "¿Estás bien? ¡Anímate, que vamos a ver rocas mágicas!"

Efectivamente, tras avanzar un poco y con la dirección clara, no tardáis en divisar todo el grupo la empuñadura de la espada, en bastante buen estado a pesar de todo. El claro ya lo conocéis, por supuesto, pero algunas cosas se han movido de lugar tras una tormenta reciente y esto ha salido a la luz... Por lo demás, aparte de la intuición de Drago, no tenéis ninguna constancia de que en verdad pueda ser mágica, por más que tengáis las cuatro cabezas juntas mirándola fijamente.

La empuñadura posee un par de piedras rosadas, engastadas en ella, aunque no refulgen, sino que son tirando a opacas. Por lo demás, una empuñadura muy bonita, aunque habría que desenterrar la espada y no parece fácil...

Ladeo la cabeza hacia Drago sin dejar de mirar a aquello que ha captado mi atención entre los árboles para escuchar bien lo que mi amigo quería decir, normalmente siempre escuchaba lo que querían decirme... otro tema era hacerles caso- ¿Tu crees? -y es que no hacía falta alguna que ninguno me mirara para que supieran como la emoción solo hacía crecer a cada segundo que pasaba quieto- ¡Eh! Yo siempre tengo cuidado -nadie se podía creer eso, al fin y al cabo le venían a la memoria anécdotas como cuando por cargar contra un monstruo cualquiera acabe dentro de una de las trampas de los cazadores o cuando acabe rodando toda una colina entera por perseguir unas monedas que se nos cayeron.

Pero cuando Selene demostró no estar enterándose de lo que hablábamos me coloque detrás de ella poniendo ambas manos en torno a su cabeza para hacerla mirar en la dirección de la espada- Ahí -y acto seguido corrí para alcanzar a Drago casi chocando con él cuando se para en seco pasando a observar con cara de concentración máxima la zona junto a él agachado a un lado.

Aunque no tarde en empezar a caminar hacia ella con emoción contenida, al menos hasta estar justo frente a esta la miro durante apenas un segundo antes de comenzar a intentar tirar de ella fuera del suelo, parando en algunos momentos para recuperar el aliento para luego seguir tirando de todas las formas posibles.