Partida Rol por web

Tal y como suponía apareció el elfo montando casi tanto escándalo y lo hizo casi tan histérico como Euphemia estaba hace unos momentos, me acerque a paso tranquilo hasta estar frente suya mientras hablaba pero con una cara de muy poco amigos.

- Eladamri ¿que te dije en el bosque hace un rato? Que mantuvieras la cabeza fría ¿y me has hecho caso? No, piensa... Euphemia estaba gritando, de repente se calla y cuando llegas me ves a mi con sangre en la mano y si te fijas bien -le enseño la mano que aún quedaban marcas de los dientes- Es obvio que me mordió pero no has pensado que tal vez yo le puse la mano para hacerla callar y ella me mordió ¿eh? Cabeza fría Eladamri, cabeza fría... Y en cuanto a eso último yo te doy dos consejos: primero consigue una orden y luego vuelve, segundo guarda tu arma. Si te quieres quedar adelante pero yo no pienso moverme de aquí.

Estaba enfrente suya, cara a cara y no pensaba moverme ni un solo milímetro ya que interponía su camino entre el y la chica.

Quieres una orden, pues bien, con gusto te la traigo, pero hay un problema, detrás mío vienen otros tres soldados de Lucis.

¿En verdad quieres plantarles cara solo? ¿Y bien Renall? Tu decides, te vas o le rindes cuentas a ellos. - digo enfundando la espada.

Me limite a despedirlo con la mano me importaba mas bien poco quien mas se atreviera a entrar aquí que le iba a echar con la misma indiferencia que a Eladamri.

- Pues al salir dile al siguiente que vaya pasando ¿eh? Venga hasta luego.

Si se pensaba que me iba a intimidar con eso la llevaba clara a veces era tan valiente que parecía estúpido.

Como quieras, son tus huesos no los míos. - añado mientras me alejo de la tienda a paso lento y sereno, sabía perfectamente que Renall tenía sólo un par de segundos antes que los soldados de Lucis llegaran e hicieran su trabajo.

Ellos eran soldados profesionales, tomarían control de la situación y mus probablemente de la prisionera sin darle tiempo si quiera a desenfundar su espada.

-Bien creo que puedo decir que ajusticiarla sería perder a un miembro valioso, dejarla bajo la custodia de Lucis no me agrada esa idea, llevarla encadenada, que desperdicio de potencial, prefiero contar con ella a mi modo de ver las cosas, pero  usted es la superior y nosotros los cadetes, supongo que no debería opinar mucho - con una mirada  fija en las llamas me mantengo concentrado.

-Tu misma lo has dicho teniente, estamos cortos de efectivos como para perder uno más, podríamos usarla encaminarla y cumplir la misión después de todo, la cadete Dracstone aun es útil, sugiero mantenerla en observación y brindarle una oportunidad más, pero claro esa es mi humilde opinión- cierto era preferible a mantener a la chica de nuestro lado que perder efectivos, no hay ganancia en desaprovechar las oportunidades.

-Por otro lado la misión, ¿hay una posibilidad de éxito?- esa era una información de importancia - ¿En todo caso podemos superar el reto?, creo que muchas cosas están para ser consideradas, pero eres nuestro superior, te seguiremos nos guste o no- comenté, últimamente había tenido mucho en que pensar.

nuevamente giró los ojos, los chicos estaban midiéndosela  por quien se quedaba con la presa,  la chica  iba a tenderse en el suelo para ignóralos, y de paso, lograd serenarse, pero la mención de que venían dos soldados la puso en alerta, ¿la llevarían a su juicio?, así que miró con miedo hacia la entrada, si moría, siempre espero que fuese peleando, pero bueno, una muerte es una muerte y eso frustraría los planes de su abuelo.

— vamos Gallard, el principito hace rato quiere hablar conmigo, tal cómo tú ya lo hiciste, déjalo que se desahogue por haber intentado congelar a su novia, déjalo, ya que — si Renall se iba, podría serenar más aún sus emociones, — además... realmente quiero que te vayas, te propasaste conmigo,  sin vergüenza — le suelta eso al chico para ponerlo en aprietos, desde ese momento no escatimaría en medios para alejarlo de ella, aunque por dentro muriera de ganas de besarlo y volver a ser abrazada por él.

Sin embargo el elfo parecía no irse con chicas y realmente había traído a los soldados, la dhampiro se encogió de hombros, Había llevado el momento  de dar explicaciones, se dijo.

— Renall... no vale la pena — musitó, sin poder ocultar su preocupación por el chico, no quería que le hicieran daño. Odiaba cómo se auto traicionaba, pero ahí estaba, preocupándose por el mago, — digo, cómo sea — rodó los ojos e hizo un gesto desdeñoso, buscando ocultar su primera frase.

Kain escuchó y se encogió ligeramente de hombros.

- respecto a la misión, desde que descubrimos el engaño dejó de existir, ahora estamos en este rincón, y no hay tanto que decidir. Podemos proceder a ayudar o ver si la nueva misión de nuestros aliados nos es compartida, puede que coincida con nuestro primer objetivo y podamos iniciar una nueva partida. Pues tienen una nueva misión, no es importante y puede esperar, pero sería buen modo de ganar ayuda y prosperar junto a nuestro hoy anfitrión. Y en cuanto a nuestra compañera, pese a su grave error, castigarla ahora sería un problema, mantenerla alejada de Isabeau sería lo mejor. La una demasiado temperamental, la segunda quizás inconsciente, no justifico a la primera pues actuó mal, pero también yo sentí ganas de golpearle de frente. La diferencia es el resultado, yo le habría herido, ella le hubiera matado. Es decisión de usted decidir, pues preferiría tenerla en mi equipo, pero entenderé si no puede venir.

Algunos segundos después de que el elfos fuera, tres soldados de Lucis irrumpen en la tienda con las armas listas. 

Los soldados os bservan y uno de ellos se acerca a corroborar el estado de Euphemia mientras los otros mantienen sus armas listas.

Tras verificar el estado de Euphemia, el soldado se vuelve hacia Renall.

Muy bien chico te explicas o prefieres que tomemos control de la prisionera y reportemos esto a tu superiora para que se encargué de ti como es debido. - dice el soldado con expresión cansina.

Mi reacción cuando Euphemia soltó eso de que me había propasado con ella fue cuanto menos cómica ya que me eche hacía atrás y me enrojecí por completo, además de una expresión mezcla entre sorpresa, vergüenza y miedo.

- ¿Que? No, yo jamás haría eso ¿pero que pretendes? Que al final también me van a hacer prisionero o peor todo el mundo pensara que soy un pervertido. No, por favor.

Por suerte me dio tiempo de recuperar la compostura antes de que los soldados entraran ya que escuche sus pasos acercarse. Me había metido en un problema gracias a Euphemia del que tendría que salir por mi cuenta y de la mejor manera posible.

- La prisionera reacciono de manera violenta a algo que le dije y al callarla me mordió pero la situación ya esta bajo control a la próxima vez que ocurra me encargare personalmente de amordazarla para que no sea tan escandalosa.

Respondí de la forma mas neutra a la par que disciplinada posible para tratar de que este asunto no se nos fuera de las manos, no solo por estar con la dhampira si no también por mi propia reputación, un SeeD que no sabe controlar un rehén no sería algo que me gustara que dijeran de mi.

[B]
- Eladmari! La teniente nos quiere a todos reunidos! - [/ Gritó Isabeu tras llegar al último punto donde lo vió y desde allí con.enzo a rastrear lo

Eladmari espera por favor!
La teniente me ha pedido avisarles que nos quiere a todos reunidos! - Gritó Isabeau al elfo antes de llegar al punto donde lo vió por última vez y desde allí comenzó a rastrear lo y cuando identifique su rastro emprende un vuelo a unos metros de altura para ampliar su campo de visión y ser más vista por él

El soldado que llevaba la voz de mando de observó con detenimiento y luego observa a Euphemia.

Algo en tu versión parece no cuadrarle del todo, es como si estuviera buscando alguna pista en la escena que coincidiera o desvirtuara tu dicho.

Y eso sucedió antes o después de los unicornios rosa. ¡Arresten a ese idiota! - dice el soldado al notar que de tu mano no caía gota de sangre alguna mientras los labios de la dhampir estataban cubiertos de la misma.

Para mi es evidente lo que pasó. Intentaste castigar o quizá abusar de tu prisionera, ella pidió ayuda y tu la golpeaste para callarla.

Si fuera como tu dices, tu mano estaría goteando sangre y no es así, pues llevo casi un minuto aquí y no he visto caer una sola gota de sangre al suelo. - te increpa el guardia mientras le alcanza un pañuelo a Euphemia.

A partir de este momento tomamos control de la prisionera y tu pasas a estar bajo arresto. - sentencia el soldado mientras sus compañeros le apuntan a Renall y se preparan para someterlo.

La dhampiro se mueve de su sitio, casi cayendo, pero alcanza a ponerse de rodillas.

— ey no, nada que ver, eso no pasó — sentía una mezcla de miedo y de molestia por el vuelco que habían dado las cosas — no pasó nada de eso, Gallard me dijo algo que me molesto mucho, y le exigí que saliera de aquí, pero el muy tonto intentó acallarme, llevándose una mordida de mi parte, la sangre que tengo es de él y él se sano con magia, ufff no sean tan cerrados, soy una persona difícil y más cuando soy presionara — comenzó a ponerse roja de la rabia y la vergüenza — básicamente me dijo que era una idiota por lo que había hecho y yo no tolero que me traten así — era una buena actriz y más contando a medias la historia.

— así que déjenlo en paz y llévenme si quieren, pero él no puede irse detenido — influó sus mofletes mientras protestaba.  

Muy bien el principito puede irse, pero tu te quedas a nuestro cuidado hasta que hablemos con tu oficial a cargo. - dice el soldado que parecía dirigir al grupo mientras señala hacia la salida.

Mire al soldado con una cara de "Tu eres muy tonto" que era para enmarcar ya que su suposición no podía ser mas errónea.

- Entonces sospechas de mi porque no tengo heridas que demuestren lo que he dicho... -saque mi espada de su funda muy lentamente y levantando la otra mano para que los soldados no lo vieran como un ataque solo la saque un poco, lo justo para que se viera un palmo el filo y lo agarre con la mano descubierta para hacerme un corte, se lo mostré al que parecía el jefe e inmediatamente lo curé- Como acabas de ver conozco magia blanca, evidentemente me cure en cuanto pude, no me apetecía ir por ahí sangrando.

Y la orden que no quería escuchar llego tras la intervención de Euphemia a mi favor, no la entendía en absoluto a veces me ayudaba, a veces me inculpaba, a veces me querría...

Fuera como fuera, has demostrado que no estás capacitado para manejar un prisionero, los guardias nunca deben ejercer violencia física, psicológica o verbal contra un prisionero incapacitado salvo que intenten escapar.

Sólo los interrogadores capacitados pueden emplear métodos directos para obtener información de los prisioneros, pero denen cumplir con ciertos protocolos. 

Esas son las reglas de la guerra, la ley marcial internacional y tu la has violado, tienes suerte de no formar parte de nuestras filas, por menos que eso Bodoc te haría limpiar letrinas con las manos desnudas. - sentencia el soldado con firmeza.

Ahora ¡Largo! - ordena el hombre en tono marcial dando a entender que la conversación terminó.

Llévame con la teniente Isabeau. - digo en tono sereno mientras emerjo de entre las tiendas con expresión seria.

- No estamos en las condiciones más favorables para completar la misión, pero es nuestro deber y actuaremos según sea necesario. Aunque si de verdad quiere nuestra opinión yo abogo por volver a la academia, a no ser que la misión sea de carácter urgente.- Cuando proponía volver no lo hacía pensando en mí, mi cabeza se centraba sobretodo en Aura y Eladamri, que no estaban en condiciones de seguir, y todo por excederse para proteger a los demás. - Ninguno esperábamos algo así en nuestro primer encargo y creo que la situación supera a unos novatos como nosotros.

- La situación de Euphemia no es más que otro argumento para volver, los acontecimientos han puesto al límite las relaciones entre nosotros y puede que vuelva a surgir otra pelea.- Desde luego, si era posible lo mejor para todos sería relajarnos y poner nuestras ideas en orden.