Partida Rol por web

From the Ashes, We will Rise (Morituri Te Salutant)

Capítulo 4: The infame and the notorious

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01/12/2019, 19:45
Julian Crautchin

[En su habitación]

Julian empezó su cometido de hacer los deberes del día siguiente que tan abandonados tenía, pero no contaba con que le entraría el sueño tan rápido. Quizás fuera porque últimamente no conseguía dormir un largo rato sin despertarse angustiado, ansioso o exaltado tras una pesadilla, o porque realmente esos deberes de Historia de la Magia le aburrían en exceso.
El caso es que terminó cediendo, con la cabeza apoyada en sus brazos, al sueño bajo su lamparita de estudio. Una de sus manos se desliza hasta tirar sin querer un tintero, que termina en el suelo, rompiéndose, como un preludio de las grietas que está sufriendo la mente del prefecto de Slytherin ya en sueños.
En la más absoluta oscuridad, dentro de la cabeza del chico, empieza a desarrollarse una conversación confusa:

“Psé, psé, ¡eh! ¿Cómo pudo haber sucedido eso, joder? ¡Si estaba hecho!”.
“Estos errores nos pasarán factura”, se lamenta una voz femenina.
“Es imperdonable, como también lo es que se nos hayan escapado tan fácilmente. Les subestimamos”.
“¿Qué saben? Este error puede ser la ruina de todo”.
“Eso pasa por confíarnos, ¿cuándo aprenderemos a estar siempre alerta? ¡¿Cuándo?!”.
“Joder, ¿creéis que él lo sabe?”.

Las voces se van diluyendo poco a poco y lo siguiente que ocurre es que el Capitán se yergue en su silla. Sus ojos están completamente abiertos pero en ellos hay poco de la mirada azul y dulce de Julian. Como un autómata, se gira y camina hasta salir del cuarto. No parece que lleve un rumbo fijo, porque se tira un rato paseando por los pasillos, aleatoriamente, cruzando de aquí para allá hasta que finalmente parece que tiene un objetivo: la habitación de Lance. O a eso le animan sus voces, que vuelven a sacudir sus ideas, conduciéndole hasta lograr colarse en la zona de los Hufflepuff.

 

Todo es fácil para Julian con esos guías, así que no tarda en ponerse a rebuscar quién sabe qué en el cuarto del nipón.
Sin pena ni gloria, el Capitán abandona la zona Huffie. Las voces de su cabeza no parecen demasiado contentas pero al menos nadie le ha descubierto en su paseo noctámbulo. El cual no termina ahí, porque el chico camina ahora hacia la enfermería con el mismo paso.

¿Dónde termina? Pues a los pies de su mejor amigo, que descansa ajeno a la situación. Julian se queda de pie, al final de la cama donde Dariel descansa, recto como un palo y con la mirada ida y clavada en la pared, en silencio y completamente inmóvil.

Notas de juego

Espero que se vea bien. Lo estoy subiendo desde el móvil. 

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02/12/2019, 14:22
Cronista anónima

[Despacho profesor Lefay]

Ivy llega sin incidentes al despacho de su primo y sin que nadie la detenga por el camino. Aún falta para el toque de queda y para cuando volviera a su dormitorio, su primo le iba a dar toda la credencial necesaria para poder moverse por el castillo a horas tardías sin sufrir castigo alguno.

Con esa confianza que la caracteriza, Ivy entra sin problema en la estancia. Claramente su primo había dejado las defensas de su sancto santorum preparado para el acceso de sus más allegados y de nadie más. La pelirroja se pasea por la cámara, mira por las ventanas acristaladas hacia la oscuridad de la noche y revisa todo lo que puede y más entre los libros, papeles y plantas diversas que hay. Sí, el despacho de Ashley Lefay no sólo tiene un montón de artefactos raros, de dudosa procedencia, procedentes de todos los continentes habidos y por haber, si no que parece un invernadero de tanta vegetación que hay. Plantas de todo tipo cuelgan del techo, surgen de entre los libros de la librería, ocupan mesas, suelo, cualquier superficie plana le vale al joven educador para instalar a una de sus amigas vegetales. El aroma floral dulzón y relajante de las floraciones invade el ambiente. La chimenea está encendida, así que la estancia está caldeada de forma agradable para esas horas. Por lo visto, los elfos domésticos habían recibido órdenes previas del profesor de que no apagaran el fuego en su ausencia, por el bien de sus plantas.

La preciosa pelirroja no tiene ni idea de las bases de la investigación, peeeero a veces ser una stalker ayuda, y ella tenía mucha experiencia en ese terreno. Más de diez años de acoso y derribo hacia su primo Dariel la avalan. Y como buena prima acosadora remover y revisar “cosas” está entre sus habilidades, así que se dispone rauda, antes de que su primo Ash vuelva de la Enfermería.

Es complicado moverse en la estancia con tanta planta de por medio y cachivache. Si existiera un síndrome de Diógenes para gente con plantas, ese sería Ashley. Ivy rebusca en el escritorio, en los cajones que no están cerrados con llave y en las estanterías, como buenamente le dejan. Casi le arranca un dedo de un mordisco, una planta carnívora situada entre un libro de Runas Mágicas Avanzadas y otro de Maldiciones en nuestros tiempos. Sí, le lleva un buen rato encontrar algo con sustancia que no sean apuntes de empollón.

Lo primero que encuentra está entre varios pergaminos arrugados y desechados en la papelera: una carta, con la letra que rápidamente identifica como de su tío Galahad, fechada la mañana antes de Halloween. En ella, el pater familias solicita de forma indiscutible que acompañe como pareja al baile de los Swann a la hija de uno de sus antiguos socios, el señor Blackwood: Werd. No debió hacerle mucha gracia cuando la misiva había acabado hecha una bola de papel en el fondo del contenedor. No es su estilo.

El siguiente hallazgo, Ivy lo localiza en un cajón enano que hay debajo del tablero de la mesa escritorio. En ella, el primo Ashley guarda documentos a medio redactar y bocetos, todo con letra muy pulcra, pero con tachones. Está claro que estaba lidiando con algo cuando escribió todo aquello. Entre las hojas, algunas en blanco, resaltan dos pergaminos: uno contiene lo que parece el inicio de una carta dirigida a Cassia y el otro es un borrador de un discurso a medias acerca de renunciar a su candidatura política en pos de seguir su recién descubierta nueva vocación profesional, ser profesor.

Para cuando la pelirroja termina de revisar los pergaminos del cajoncito, se oye como la puerta del despacho se abre y ésta tiene el tiempo justo para guardar todo y cerrar el cajón antes de que sea pillada por su primo cotilleando.

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02/12/2019, 20:44
Levi Montblanc

[Enfermería]

Levi: La solución propuesta por el enfermero le parece algo severa, aunque justa. Levi no podría dormir en uno de esos butacones de hospital, pero podría acostarse en una de las camas vacías. Si total luego la hacían los elfos domésticos. Pero parecía que la repentina desaparición y aparición de los LeFay había ocasionado un revuelo que no le causaba ninguna gracia a Marceau. Convenía agarrar lo que se le estaba ofreciendo. Tampoco sabía si valía la pena. Era evidente que Dariel estaba todavía conmocionado por lo que sea que le hubiera sucedido. Pensaba en eso cuando el moreno lo llama. Bueno, por lo menos lo había reconocido. Y había pensado en mostrarse frío y distante con él, pero la ansiedad por comprobar que estuviera bien lo consumía. Solo se había sentido así alguna vez con sus hermanos. Metho probablemente se burlaría de él si supiera lo que estaba pensando y comenzaría a hacer sugerencias acerca de por qué le pasaba, pero en ese momento Levi prefería no pensar en ello. Tuvo que refrenarse para no comenzar a regañarlo. Joder, estaba empezando a parecerse a su madre. - ¿Estás seguro de que estás bien? ¿No te duele nada? Puedo pedir a Marceau que te administre más calmantes. – sugiere, mientras acomoda la almohada y lo arropa con las mantas, examinando el físico del otro con ojo crítico. Quizá enviase alguna lechuza a un (prestigioso y carísimo) medimago conocido, a ver si podía enviarle alguna pócima curativa.

Dariel: Me quedo mirando a Levi como revolotea a mi alrededor como si fuera mi madre. Me está mareando. O es la pócima. No sé. Está haciendo que pierda la poca concentración que me queda.

-Ehm… estoy bien, no quiero más calmantes, me atontan demasiado y no me gusta- respondo con algo de dificultad –Oye. Para. Siéntate un momento aquí. Tengo que hablar contigo, pedirte algo. Es muy importante.

 

Levi: De mala gana, se sienta en la silla justo antes de decidir que iba a tocarle la frente para ver si había levantado temperatura. Si bien tenía mucha curiosidad acerca de varios puntos de la desaparición de Dariel, pensaba esperar a que estuviese restablecido para preguntarle. – No deberías hacer ningún esfuerzo. – le indica, aunque de todos modos sabe que el otro probablemente no va a hacerle caso. – Puedes decirme lo que quieras, de todos modos. – añade a regañadientes.

 

Dariel: Vale, si no estuviera más pallá que pacá, probablemente me preocuparía el nerviosismo y el manifiesto malhumor de Levi. Pero las drogas molan y hacen que lo achaque todo a que simplemente está siendo él: rarito.

-Necesito que hagas algo por mí. Que vigiles a Julian en mi.. ausencia temporal- le suelto mi petición –Puedes dormir en mi cama, pero asegúrate de que esté bien, ¿vale? De que no le pierdes de vista…

 

Levi: ¿Dormir en la misma habitación que Julian? ¿El mismo Julian que le había partido la nariz sin motivo? ¿El mismo a quien acababa de echar al lado de su mejor amigo? Por un lado, no quería estar cerca de él. El otro no se había disculpado por su accionar bárbaro y encima el maldito de Dariel le pedía que lo vigile. Y si bien acababa de ocasionarle el disgusto del año no se atrevía a decirle que no, ni tampoco a mentirle. Agh. Casi hubiese preferido no haber acompañado a Dariel a la enfermería. - ¿Pero sabes qué le ocurre? Conozco un buen terapeuta en Londres. – responde con sorna. De todos modos esperaba que Dar no captase el sarcasmo. No sabía si le apetecía dar explicaciones. Y a lo mejor había suerte y Julian lo echaba de la habitación, por lo que se libraría del engorroso encargo.

 

Dariel: -Yep, pero primero tengo que hablar con él y ahora mismo no estoy en condiciones de ello. Además, aún me falta por atar algún que otro “cabo” suelto- trato de explicarle, aunque creo que en mi cabeza tenía más sentido.

-¿Un qué? ¿Eso qué es? Sea lo que sea, no necesita eso. ¿Me lo parece a mí o estás de uñas por algo? Si no es así, es la pócima- eso, la culpa siempre es de las putas pócimas, por supuesto.

-¿Ha pasado algo en mi ausencia que deba saber?- parpadeo varias veces. Me cuesta mantenerme centrado. Me recoloco en la cama, tratando de sentarme para poder hablar mejor. Aunque la verdad ahora mismo lo que me apetece no es charlar.

 

Levi: Sacude la cabeza, con una leve sonrisa. Había ciertas ventajas en conocer algunos términos concretos del mundo muggle. Como decía su padre, la información es poder. – Es… - casi le suelta todo, pero mejor que no. El chico esta algo atontado y, además, le alegraba que no hubiera notado nada raro en su cara. Era un alivio que no tuviera la nariz torcida, aunque se la toca como por inercia.  – Nah. Solo estuve preocupado por tu ausencia. – eso al menos sí que era verdad, y si no había hecho un escándalo mayor por lo de Julian había sido precisamente porque prefería dedicar energía cerebral a saber en dónde se habría metido Dariel. – Ahora céntrate en sanarte, ¿vale? Que yo vigilaré a tu amigo. – lo tranquiliza, aunque con un nudo en el estómago. Aquella sería una noche muy larga.

 

Dariel: Sonrío al ver que cede sin discutir ni hacer aspavientos de los suyos. Miro a los lados. El Sanador está ocupado curando y hablando con mi hermano. Está distraído, fijo. Es el efecto que hace Ash en todo el mundo, da igual al sexo que pertenezca, es una atracción con patas. Y no parece haber nadie más ya en la enfermería. Mejor. Me acabo de recolocar mejor en la cama. Acerco mi mano hacia Levi, cojo su corbata del uniforme y tiro de él hacia mí para atraerle hasta mi altura.

-Gracias por preocuparte- sonrío maliciosamente y le beso en la boca –Parte de la recompensa por el sucio trabajo que tendrás que hacer esta noche. Hay revistas guarras debajo de mi colchón, por si las necesitas para mantenerte despierto durante la noche- le guiño un ojo pícaramente. Acto seguido, suelto la corbata y me dejo caer contra la cama porque creo que acabo de agotar mi último cartucho de energía para lo que queda de día.

 

Levi: Bueno,  no se lo esperaba. Rojo como una remolacha, retrocede y mira por el rabillo del ojo. Marceau no parece haberlo visto, aunque tiene una sonrisita cómplice en los labios que no lo deja tranquilo. ¿O estaba siendo paranoico? Es que lo “suyo” con Dariel no era público todavía. Es más, todavía no sabía cómo catalogarlo, aunque Metho le hubiera hecho varias sugerencias al respecto. Y antes de que pudiera preguntarle a qué se refería con revistas guarras, el chico se desvanece, aunque Sheridan asegura que solo necesita descansar antes de que Levi tuviese tiempo siquiera de asustarse. Haciendo de tripas corazón, se dirige a la sala común de Slytherin. Irá a por su pijama para luego dirigirse hacia la habitación de al lado.

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02/12/2019, 20:46
Master 1
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

  1. Encontrarse a Alvin, trapicheando
  2. Perderse y pasar la noche a la intemperie
  3. Perderse, pero ser pillada por uno de los profes que hace guardia
  4. Encontrar a Reed con una de las Bowie
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03/12/2019, 12:35
Cronista anónima

[DORMITORIO JULIAN/DARIEL/REED]

Al entrar, a mano izquierda hay dos camas y a la derecha una, formando un triángulo. La estancia es bastante holgada ya que hay sólo tres alumnos en vez de los habituales cinco. En sí mismo, no es muy distinto de los demás dormitorios de Slytherin: paredes de piedra, ventanas acristaladas con diferentes tonos de verde, doseles verdes con el escudo en gris de la Casa… y un excusadero oculto a la derecha. No es la gran cosa.

Pero los posters “pintorescos” y “coloristas” de sus habitantes hecha por tierra su pertenencia a la Casa de la Serpiente.

En la cama solitaria apenas hay nada, es todo muy aséptico y pulcro, sin efectos personales reales a la vista: una cama bien hecha, una mesa ordenada, un baúl grande a los pies, bien cerrado, limpio y encerado. Eficiencia nórdica le llaman.

Cuando Levi pasa al “otro” lado, el que le interesa de verdad, es donde está el “desastre”. La pared izquierda está decorada (por llamarlo así) con posters, banderas, fotos y alguna otra cosa más que igual preferiría no saber que es. Al bajar la mirada, las camas son un desorden compulsivo completo. Aunque los elfos domésticos hacen las camas y limpian, con estos dos se han dado un poco por vencidos y sólo les hacen lo básico, con lo que al poco de arreglarlo todo, acaba pareciendo un mini big bang: ropa, libros, objetos varios… todo esparcido sin orden ni concierto para el ojo externo.

Las banderas de quidditch y el poster del jugador más famoso y vitoreado de la historia del deporte rey de los magos y brujas delatan la posición de Julian. Eso y que hay un Julian durmiendo encima del escritorio y con un tintero abierto tirado en el suelo, manchando la alfombra.  Su cama es la más interior, la que está pegada a la ventana. A los pies está su enorme baúl y encima su escoba, como si la hubieran puesto a dormir con mucho mimo.

La cama más cercana a la puerta, al lado de la de Julian, es la de Dariel. Destino final. La decoración de su zona de pared está repleta de fotos en sepia de caras conocidas: Julian, Ivy, Cassia, el huffie de las greñas y el propio sujeto, sonriendo o haciendo el idiota. En la mitad de las fotos parecen todos colocados o borrachos, o ambas cosas. Y luego está El Poster, porque sí, porque ocupa buena parte central de su pared, de The Weird Sisters (las Brujas de MacBeth), firmado y protegido por encantamientos de perduración. Y al lado de éste, hay uno más pequeño de unos tíos con muy malas pintas y con un letrero que pone Sex Pistols. Un baúl cerrado a cal y canto yace a los pies de la susodicha cama. En su escritorio hay más libros de los que se esperaría del cabeza hueca de Dariel.

De fondo, se oye el ligero y suave ronquido de Julian. Levi, ¡es tu noche de suerte!

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03/12/2019, 13:07
Cronista anónima

[Pasillos anónimos S.A.: April/Cassia]

Las dos bellas jóvenes, decididas a caminar hacia su destino, atraviesan y atraviesan pasillos y escaleras que se mueven, van hacia arriba y hacia abajo, charlando de sus cosas hasta que se dan cuenta de que no saben dónde están. Y como se suele decir, de noche todos los gatos son pardos, pues sí, con poca luz y a esas horas, todos los pasillos parecen iguales.  Y ahora, ¿qué? No saben dónde están ni como volver a “casa”. Qué guay.

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03/12/2019, 20:42
Levi Montblanc

(Habitación de Dariel, Jules y Reed)

Afortunadamente, no se topa con nadie que le pregunte por qué diablos no pasará la noche en su habitación y tanto el nórdico como el Capitán están dormidos cuando él llega. La habitación es tan despareja como es la suya, con cada terreno muy bien delimitado en zonas perfectamente distinguibles. Por algún motivo, no había esperado que Julian fuese tan desordenado y es entonces cuando se queda mirándolo. Dormido, parecía poco menos que un ángel que había descendido a la Tierra, aunque estuviese despatarrado encima de la mesa de estudio. Debería estar prohibido ser tan guapo, pensó fastidioso mientras recoge el tintero y limpia la tinta volcada con un giro de varita porque acaba de recordar que el chico le había partido la nariz sin motivo aparente. Estuvo a puntísimo de despertarlo para que no se durmiera en aquella postura tan incómoda y le doliera todo el cuerpo al otro día, pero decidió que mejor no. En vez de eso, se dedicó a explorar la zona de Dariel.

 

Ya había visto posters parecidos a los que ostentaba en la habitación de su casa, y pudo también comprobar que lo de las revistas pornográficas era cierto, aunque no se entretuvo mucho con eso (eran muchísimo más gráficas de lo que se esperaba, y había tanto sexo hetero como del homo, y aquello rozaba algo que no quería pensar en ese momento en específico). Le interesaba mucho el baúl pero no pudo abrirlo por más que lo intentó* y hojeó algunos de los libros que estaban sobre su escritorio. Por curiosidad, decidió dejar consigo uno de ellos (“1984”, se llamaba y pintaba ser muy interesante) y para saber más acerca de los intereses de Dariel. Honestamente, no creyó que el chico fuese muy de los libros. En ese momento se dio cuenta de lo poco que sabía de él y lo pretencioso que habría sonado con Pont-du-lac. Ahora se daba cuenta de por qué la pelirroja se había cabreado, pero le daba igual.

 

El rubio sonrió al examinar las fotos en las que se veía a muchos de los actuales alumnos de Hogwarts hace un puñado de años. Decidió entonces que valía la pena investigar, a ver si averiguaba más acerca de Dariel y por qué no, quizá saber algo más de en dónde habría estado metido el chico esos días en los que estuvo desaparecido. Decide entonces comenzar por el armario.

- Tiradas (1)

Notas de juego

*consultado a master

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03/12/2019, 21:50
Master 1

Al abrir el armario empotrado, Levi encuentra dos tipos de vestuario: el escolar (uniforme y túnica) y el de calle (todo es ropa de estilo muggle, mayormente en colores oscuros, de estilo punk y para hacer deporte). También está su escoba voladora, apoyada en vertical, oculta en el colgador, junto con un kit de mantenimiento, a los pies. Nada demasiado interesante a no ser que seas un stalker obsesivo que le guste esnifar ropa interior.

El siguiente paso es volver al escritorio con la pequeña estantería. Los mismos libros que ya había visto antes, aunque sin el volumen de 1984 que Levi se ha agenciado. Al fijarse mejor, hay marcas sutiles de polvo que indican que faltan “libros”, de los que le importan al sujeto investigado, porque estaban bien puestos y no como el resto. Eso hace pensar que tampoco está su guitarra a la vista y tampoco está en el armario… Pero Levi había visto partituras en su primera inspección.

La conclusión es que probablemente esté lo que falta en el famoso baúl que Levi es incapaz de abrir. Dariel es un paranoico si ha cerrado a cal y canto un estúpido arcón.

Al revisar el desorden de papeles y libros escolares espatarrados, el rubio canadiense ve algunas anotaciones extrañas del tipo “esto podría ser útil”, “Crowley bis”, o “hablarlo con J.”.  Y luego está la redacción, metida dentro de un manual de clase sobre Defensa contra las Artes Oscuras: “El Velo”. Ningún profesor había mandado hacer nada sobre un velo. Aunque más que un texto es una serie de apuntes e ideas absurdas sobre el Más Allá. No está propiamente redactado. Y entre la letra ininteligible y lo surrealista de lo poco que se entiende, no parece tener sentido alguno.

Cuando revisa los demás libros bien puestos, el Señor de los Anillos está sin nota alguna, pero la presencia de esquinas de página algo arrugadas indica que ha sido leído repetidas veces. Los dos de Adivinación están repletos de comentarios sarcásticos y notas de “preguntar a Treelaw”. Se nota que está bastante manoseado. Lo mismo pasa con la novela que Levi ha cogido para sí, 1984, que está lleno de comentarios de tinte anarquista y aclaraciones de términos muggle, que, al desconocer su sentido, claramente ha preguntado y ha apuntado ahí para no olvidarse de su significado. Por lo visto, debe de interesarle mucho Adivinación y Estudios Muggles porque se lo prepara mucho a conciencia…

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04/12/2019, 19:09
Levi Montblanc

Se siente algo raro al estar examinando la ropa de Dariel, pero se dice que lo hace por un bien mayor. Y la verdad que no hay nada allí fuera de lo normal (olía ligeramente a sándalo, aroma que el rubio asociaba inmediatamente a Dariel), por lo que rápidamente pasa al escritorio. Ya había notado que faltaban libros, pero él ni siquiera sabía que el moreno leyese o tocase algún instrumento musical por lo que eso no le decía nada. Por alguna extraña razón, le divierte comprobar que el chico hace anotaciones en los márgenes o apuntes, aunque la mayoría son sobre tonterías. Sí lo intriga más la redacción que encuentra. No entiende mucho lo que dice esta última (no le encontraba demasiado sentido y tampoco comprendía bien la letra), pero decida agenciárselo también, por si las moscas, pues quizá comprendiera mejor de qué iba si leía el pergamino con tranquilidad. Le picaba un poco no recordar que el profe de DCAO les hubiese encargado esa tarea.

 

El resto de libros sigue igual: pareciera que es muy fanático de El Señor de los Anillos (que por lo que entiende, es un libro fantástico sobre literatura muggle) porque había sido leído varias veces, aunque no hay nada escrito allí, a diferencia del ejemplar de 1984 que se está llevando. También es muy ducho en Adivinación asignatura que Levi considera una farsa y una completa pérdida de tiempo, aunque su madre consulte a menudo la carta astral de todos los miembros de su familia. Recordar eso le da una idea: puede anotar lo que estuvo consultando Dariel y preguntárselo a ella.

- Tiradas (2)
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04/12/2019, 23:38
April Glackstone

[Perdidas]

Oh. Vaya. Genial. ¿Nos hemos perdido? Nos hemos perdido.

Paradas en una intersección con tres pasillos, todos me parecen tan exactamente igual que hasta dudo de por dónde hemos venido. Ésto no me pasaba desde las primeras borracheras en quinto y como no quiero admitir que estamos perdidas, seguimos caminando hacia adelante hasta que no puedo seguir negando la evidencia.

— Cassia... nos hemos perdido.

No es que Hogwarts sea precisamente aterrador, ni que fuera la primera noche que salimos, pero estando perdidas y siendo uno de los profesores Ashley... ¿se habrá quedado en la enfermería? Lástima no se le haya comido una acromántula o lo que sea que les haya dejado así.

No puedo evitarlo, me pongo nerviosa. Y cuando estoy nerviosa y acojonada, me agarro al brazo de Cassia. Pero Cassia mantiene la compostura mejor que yo y dice algo totalmente lógico y racional: la mejor manera de desperderse es seguir caminando hasta que lleguemos a un sitio que reconozcamos.

La verdad. Me decepciona un poco que nadie se escape de las habitaciones. ¿Desde cuándo Hogwarts es tan aburrido?

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05/12/2019, 15:29
Cronista anónima

El joven se apropia de un pergamino en blanco y del material de escritura de Dariel para hacer su propia copia de los elementos “interesantes” de los libros de Adivinación. La pluma de cuervo le hace algo de cosquillas en la nariz y encima empieza a tener sueño. Son dos condicionantes a la hora de tomar apuntes. Cuando termina de revisarlo todo y anotar, Levi está bastante convencido de que ha hecho un buen trabajo. Ahora sólo falta enviárselo mañana por la mañana a su madre, a ver si ella puede des-encriptar el tema. El cansancio y la somnolencia no dejan ver al pobre Levi que ha transcrito unas cuantas absurdidades. Con una letra superpulcra y bonita, pero sin sentido alguno para el ojo experto (y despierto).

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05/12/2019, 15:29
Master 1
Sólo para el director
- Tiradas (8)

Notas de juego

  1. Encontrarse a Alvin, trapicheando
  2. Perderse y pasar la noche a la intemperie
  3. Perderse, pero ser pillada por uno de los profes que hace guardia
  4. Encontrar a Reed con una de las Bowie

 

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05/12/2019, 15:41
Cronista anónima

[Pasillos Anónimos: April/Cassia]

Las dos chicas siguen caminando, tratando de recordar el camino de vuelta o al menos alcanzar alguna zona que les suene ni que sea remotamente. No pasa. Se deben haber metido en la zona cerrada al tráfico humano porque cuanto más avanzan más polvo y telarañas hay en suelo, paredes y techos. Hace mucho que nadie pasa por ahí, ni siquiera los elfos domésticos van a limpiar.

Es por eso que April, poniendo morros por no encontrar diversión (a.k.a. víctimas a las que torturar para superar sus propios traumas), consigue ver unas huellas disimuladas en el suelo polvoriento. El aburrimiento hace que vea más allá de sus tacones y ego, fíjate tú. Los pasos humanos siguen un camino a la derecha, hacia un pasillo especialmente oscuro y lleno de enormes y espesas telarañas que tienen indicios de haber sido atravesadas. Pero hoy es el día de nuestra morti favorita, ¡sus sentidos están on fire!

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05/12/2019, 21:37
Cassiopea O'Bhrendel

¿Cómo nos hemos perdido? No me lo explico. Llevamos aquí años, y no somos precisamente de esas que vamos de clase a la Sala Común y viceversa, pasando de tanto en cuando por el Gran Comedor. Nosotras salimos a deshoras, nos hemos saltado alguna clase, hemos perseguido cotilleos por los pasillos... ¡Y en séptimo año nos perdemos!
No es verdad, no me lo creo —pero sé ya, mirando alrededor, que no tengo ni puta idea de dónde estamos. Y eso es muy extraño. 

Recomiendo la solución sencilla, la que siempre se sigue en los bosques. Hay que seguir moviéndose hasta reconocer algo, re-encontrarte con el camino.

De pronto sí, April ve algo, pero no es algo conocido. Es un camino nuevo.
Tía, ¿y eso? —señalo hacia el pasillo. Es evidente que alguien ha entrado. Por si acaso, decido parar el oído. Tiene pinta de ser uno de esos pasillos con buen eco.

- Tiradas (1)
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09/12/2019, 16:36
Ivy Pont-du-lac
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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09/12/2019, 17:27
Ivy Pont-du-lac

- Ivy & Ashley -

[Despacho de Ashley]

Ivy: Siempre me habían gustado las plantas y sabía que era algo de familia, sobretodo por parte de mi madre (tampoco había que ser la astucia personificada; un herbolario, una hija con nombre de planta...), pero ahora no tenía ninguna duda de que aquello estaba en los genes. Y de una manera casi malsana.
Aún así no pude evitar oler aquí y allá alguna de las plantas que me resultaban conocidas mientras echaba una ojeada general al lugar para ver dónde centrar mis esfuerzos.

Pasados unos instantes acabé estando tan concentrada en encontrar algo de interés que termine pasando por alto el resto de plantas que había allí, incluída una carnívora que casi me deja con un bonito muñón por dedo. La regañé en silencio, apuntándole con el dedo en cuestión como si sirviera de algo. Ivy Pont-du-lac, habladora de plantas.

La carta del tío Galahad si bien en un principio no me sorprendió porque era algo bastante común en nuestra sociedad, si que hizo que saltase alguna alarma al leer que Werd estaba involucrada, así que no la solté durante el resto de búsqueda.
Los bocetos que encontré después, tampoco tenían nada que ver con lo que estaba buscando en un principio, pero podían tener su interés a futuro. Sobretodo la carta dirigida a Cassia. Iba a dejar el borrador del discurso en su sitio cuando escucho abrirse la puerta del despacho. Mi mente me dice que no me va a dar tiempo a guardar una cosa y quedarme el resto que es o todo o nada, así que decido quedarme con todo, lo doblo rápidamente y me lo guardo en el sujetador.

- Espero que avisases de que tengo tu permiso para merodear por ahí, porque si no me va a caer una buena... -Murmuro, girandome lentamente hacia la puerta tras asegurarme de que todo está en su sitio.

Ashley: Tras tener una extensa conversación con Sheridan y asegurarse de que su hermano pequeño dormía bien y a salvo, volvió a su despacho a paso cansado. Abre la puerta con lentitud, pensando en si debía contarle o no “aquel” asunto a su adorable primita. Al entrar sonríe al ver a Ivy, esperándole pacientemente.
-¿Menos enfadada, primita?- la saluda – No te preocupes, para eso te acompañaré a las estancias de Slytherin. Así nadie podrá llamarte la atención- explica éste, con voz amable aunque se denota cierto cansancio. Se acerca a uno de los muebles tapados por la maleza y saca dos tazas de té con sus platitos correspondientes.

[...]

Ashley le lanza una sonrisa cariñosa a su prima y la acompaña por los pasillos de la escuela y las mazmorras hasta alcanzar la entrada de la torre de Slytherin. Por el camino, se cruzan con uno de los profesores que está de guardia nocturna. Le saludan con rapidez y nadie dice nada acerca de que Ivy esté a esas horas por los pasillos.
-Bien, ya estamos. Descansa mucho, manzanita- le dice, como cuando era pequeña –Y mañana será otro día- le da un beso en la mejilla –Y recuerda, ve con cuidado con quien hablas o de qué, no hace falta que te diga que nuestra conversación debe quedar dentro de la familia- añade en voz muy baja.
-Buenas noches.
Tras eso, espera a que Ivy entre y se cierre la puerta de entrada a la Sala Común de Slytherin, antes de volver a sus estancias.

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10/12/2019, 14:00
Dariel Lefay

[Enfermería- noche cerrada]

Dariel: Tras marcharse Levi volví a quedarme dormido, o eso deseé. Fervientemente. Aunque la pócima me dejaba atontado, no lo suficiente para dormir de verdad, por lo visto. Cerré los ojos, muy fuerte, conté elfos domésticos, hasta me pajeé discretamente, pero nada. No sé cuánto tiempo pasó y yo con los ojos abiertos como los de un estúpido búho ratonero. Tardé un rato en darme cuenta de una presencia “extraña” en la enfermería y casi me da un ataque al corazón al ver una silueta negra recortada, de pie, a los pies de mi cama…

“¿¿Será uno de esos tipos que viene a rematar la faena del callejón??” es lo primero que se me pasa por la cabeza. Trato de incorporarme rápidamente y buscar mi varita para defenderme, pero el resultado es simplemente penoso. Me enredo con la puta sábana y la manta y no me caigo de la cama de milagro. Para más estupidez, la pierna y las costillas envían pinchazos de protesta al tratar de desenredarme. Un fracaso total.

Cierro los ojos, estoy muerto. Así que espero esos segundos sagrados a que me caiga un Avada que ponga fin a mi existencia. Espero un minuto y nada. Abro un ojo para mirar qué está pasando, porque no me he muerto, por qué sigo respirando, ¿verdad?

Me toco el pecho. Si, respiro, tengo latido. Suspiro aliviado. Levanto la cabeza y miro a la figura parada. No hace nada. Es… raro. Desenredo mi cuerpo lo suficiente como para alcanzar la vela de la mesita y cogerla. La acerco lo que puedo a la sombra misteriosa para ver su rostro o algo.

-F-U-C-K!!!- casi me muero de un ataque al corazón cuando lo que me topo es el rostro más conocido para mí, después del de mi hermano. Es Julian, con cara de inferi.

¿Qué cojones…?!- me tiembla levemente la mano, por unos segundos. Respiro hondo, tratando de calmarme. “Sólo es Julian. Sólo es Julian…” repito como un mantra mientras trato de levantarme de la cama, con dificultad.

-Mierda, ya ha empezado, ¿verdad?

Me acerco cojeando a Julian, con la vela en la mano. Observo su estado inanimado. “Pareces un sonámbulo… pero no lo eres.” Me muerdo el labio con fuerza. Acerco mi mano a su hombro izquierdo. No sé si para intentar despertarle (que no sé si eso es bueno) o para que sienta mi cercanía y apoyo, de cualquiera manera, tiene que salir de ese estado.

-Jules. Soy yo, Dar. Despierta, dude.

 

Julian: Lo primero que siento es esa sensación de cuando sueñas que te caes por un precipicio, de manera que pego un salto del susto y trato de coger una gran bocanada de aire mientras me equilibro en el sitio. Doy un paso atrás, desorientado, hasta que localizo a Dariel y miro alrededor.

¿Qué...? — espera, yo estaba en mi habitación estudiando. Y ahora en la Enfermería. Dariel tiembla, pero a mí se me hiela el cuerpo al completo, incluso me cuesta respirar. Trato de calmarme, lo que me lleva unos largos segundos, y trago saliva antes de seguir hablando — Lo...lo siento, tío — sigo respirando con algo de ansiedad, pasándome la manga de mi ropa por la cara — Ya...te dije que se me estaba yendo la olla.

[....]

 

Master: -Pero, ¿queréis callaros ya de una vez? ¡Buscaos un hotel! ¡Y dejad dormir a los demás!- se oye una voz indignada, de repente. Les resulta a ambos ligeramente familiar, pero está algo deformada y no consiguen identificarla. Procede de la hilera opuesta a la que están, unas camas más allá, pero con la oscuridad, poco consiguen otear. Julian y Dariel se miran el uno al otro, se les escapa la risa por lo bajo y al final, acaban quedándose dormidos. Bueno, uno se queda dormido profundamente y el otro adormilado hasta que sus ronquidos le despiertan y vuelve a ser el búho ratonero de hacía un rato.

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10/12/2019, 18:23
Master 1
Sólo para el director
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Notas de juego

1. Alvin  Profe haciendo la ronda

2. Ashley volviendo a sus estancias

3. Reed +Bowie

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10/12/2019, 18:03
April Glackstone
Sólo para el director

[TIRADAS DE LA CONJUNTA CON CASSIA]

- Tiradas (4)
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10/12/2019, 18:40
Cassiopea O'Bhrendel
Sólo para el director
- Tiradas (6)