Partida Rol por web

Dragón? un dragón rojo?!! vaya...supongo que habréis cogido algo de ello como escamas...dicen que se pueden hacer grandes armaduras con ella.

No amigo. Estaba incrustado en una roca, a demasiada altura como para intentar subir. Su sangre teñía de rojo las aguas de un río... Fue algo impresionante. Las heridas mortales parecían de zarpas. Como si la pelea hubiera sido con otro dragón. La cuestión es: ¿hay dos bandos de dragones enfrentados? ¿Tienen algo que ver esos seres en todas estas matanzas? Son preguntas de dificil respuesta.

Los dragones rojos son los mas problemáticos por lo que se, no tienen enemigo natural, refiriéndome a otro dragón. Pero normalmente prefieren los ambientes realmente cálidos...no me cuadra muy bien. Las peleas entre dragones tampoco por lo que he leído son muy frecuentes...quizás fue algún dragón metálico...a saber.

Nosotros estamos como tu. Asombrados por el hallazgo. Pero no cabe duda de lo que era. Respecto al modoo en que murió, estamos convencidos de que fue como te digo más o menos. Algunos animales con los que pudimos hablar nos confirmaron las sospechas. Realmente están cambiando mucho las cosas. Yo pensaba directamente que los dragones eran parte de las leyendas del mundo...

Deberíamos buscar un sitio para acampar y descansar. Llevamos desde ayer sin dormir...

vaya esto no es bueno, sin duda, la mía fue interrumpida por el grupo de pieles verdes pero ya era casi de día.

Después de oír de fondo como hablaban sus compañeros, por fin el explorador salió de su ensimismamiento. Aunque en su mente todo parecía perfecto, la realidad era preocupante. Podían encontrarse con aquella horda de enemigos y el elfo estaba seguro que no podrían vencer y mucho menos huir.
—En medio de este...lugar nosotros también podemos tener el final de nuestros compañeros —dijo Naldar tras tragar saliva sonoramente para hacerse escuchar—. Creo que deberíamos encontrar un lugar para descansar y decidir nuestro principal objetivo.

El explorador calla unos segundos y mira alrededor, buscando un lugar y luego a Stirk.
—Descansemos, decidamos si vamos en busca de Aristeo o continuemos hacia Berfôska y estemos alerta —continuó el explorador, intentando sonar contundente y serio a la vez, guiando el sentido común del resto, no sólo por los caminos— Cuanto más avanzamos hacia el Oeste más peligrosos son los senderos. Luchemos cuando haga falta y evitemos los combates cuando no. Espero que a partir de ahora consigamos mantenernos juntos a menos que sea una fuerza mayor la que nos separe y así llegar de una pieza. Se han cobrado demasiadas vidas inocente como para que nosotros nos expongamos también. Si nosotros, los defensores del bien y los inocentes morimos por avaricia o actitudes semejantes... ¿Quien luchará por la libertad? —finalizó el montaraz, sin esperar respuesta y apartando la mirada.

Naldar se acomoda los bártulos y da un pequeño trago de agua, esperando si sus compañeros quieren descansar o continuar hablando allí en medio y partir cuanto antes.

Finrod pone su mano en su barbilla sopesando las diferentes opciones que puede tomar el grupo llegado este momento. Lo cierto es que el paladin se niega a rendirse en su busqueda del mago Aristeo, aunque cuanto mas tiempo va pasando mas va comprendiendo que sera muy complicado. Observa las caras de sus compañeros y comprende que estan lo bastante agotados como para abandonar cualquier busqueda, lo mas facil seria coger el camino hacia el sur y seguirlo comodamente primero hasta Asbrav y luego a Berfoska. Luego dirige una larga mirada hacia el norte, - Hay tanto espacio aun por explorar -se dice. Tambien se le vienen a la cabeza los comentarios que hizo el anciano Espinel acerca de los resplandores azules vistos en unas colinas al suroeste de Hluzhvar, puesto que es la unica pista concreta que tienen.

Bueno gente, en mi opinion deberiamos decidir antes de dar un paso mas que direccion vamos a tomar, podemos dirigirnos hacia el sur y desistir en la busqueda de Aristeo, o dirigirnos hacia el norte y continuar haciendolo. Yo por mi parte todavia no he perdido la esperanza de encontrarlo, y tengo curiosidad por investigar los resplandores azules que comento el anciano Espinel. Tal vez no tengan nada que ver una cosa con la otra, pero es un sitio por donde empezar a buscar y no seguir dando tumbos.

Al gnomo las disyuntivas no le gustaban, porque coger una opción implicaba siempre abandonar la otra, y en muchas ocasiones las decisiones de ese tipo eran duras de tomar. Esta vez le puede más su caracter gnomo, que su caracter monje.

Al sur una ciudad. Al norte unos extraños y emocionantes resplandores azules y la posibilidad de dar con un personaje misterioso que podría darnos mucha información... Es duro, pero he tomado una decisión..., piensa alegre Kandalian.

Vayamos al norte. Estoy de acuerdo con Finrod. Y Orphen, cuéntanos los detalles de la muerte de Kazaard y Finrod. Pero al calor de un buen fuego y con una rica cena entre manos...

El ánimo del monje se ensombrece al hacerse presente de nuevo la pérdida de dos de sus valiosos compañeros de viaje.

Bien os contare la historia como paso bien contada cuando sea el momento.

Ese elfo a que se refiere con todo eso?

Reanudais el camino hacia el norte, siguiendo la única pista que teneis. A no mucha distancia de aqui, al suroeste de Hluzvar, deberías encontrar al fin algo.
Dejais atrás la desierta aldea y avanzais unas pocas horas, siempre por una amplia y despejada llanura verde, a vuestra derecha las colinas y las altas montañas que tanto os costó atravesar.

La tarde cae y no podeis avanzar más, estais extenuados tras el esfuerzo físico y las tristes noticias, Hluzvar debe estar a menos de un día de marcha hacia el norte. No estais muy lejos de vuestro objetivo, teoricamente.

Cerca de anochecer ya, parais y empezais a montar el campamento, que cuando el sol se termina de ocultar ya está listo.

Orphen finalmente toma asiento y deja a un lado su espada y al otro la mochila.
Bien como queréis hacer las guardias ahora?Si es que queréis hacer guardias claro.

El gnomo estaba cansado y algo triste. La jornada había pasado sin pena ni gloria, y quizás eso era lo que más triste tras el re-encuentro con su compañero Orphen.

Las dos bajas pesaban en el ánimo de Kandalian. Demasiado.

Sin mayor expresión en su voz añade:

Yo haré la primera guardia, si os parece. Estoy cansado, pero no tengo sueño.
Ni hambre...

Muy bien Kandalian, despiertame a mi cuando vayas a acostarte, yo te relevare si no os parece mal. Mira hacia todos los compañeros. Quiero comer algo y echar una cabezada lo antes posible, mi mente lo necesita.

El paladin coloca sus fardos y se prepara para tener una frugal cena de campaña seguida de un reparador sueño al aire libre dentro de su tienda.

—Haré una batida por la zona. No quiero que haya ningún animal peligroso por aquí cerca y mucho menos alguien que nos haya seguido —dice el elfo, girando la cabeza de un lado al otro antes de buscar a Stirk para comprobar que no sucede nada grave.

Naldar deja todo menos las armas y se empieza a alejar lentamente, escudriñando minuciosamente la parte más cercana donde acampan.
—Las últimas cuatro horas montaré guardia yo. Por cierto, haced fuego mientras. No tardaré demasiado —finaliza el explorador, ahora algo más lejos pero sin necesidad de gritar, a la vez que agudiza sus sentidos.

El montaraz cuando hacía algo que le agradaba mucho se evadía de las malas noticias. Todo lo que fuese rastrear, luchar contra el mal o estar junto a los animales pacíficos le ayudaba a olvidar momentáneamente los sucesos nefastos.

Tras una batida decides que la zona es todo lo segura que puede ser, no ves rastros ni señal de animales grandes o bandidos cerca.

El explorador se había alejado unos metros, primero volviendo sobre sus pasos, luego trazando un círculo alrededor del grupo, donde estará el campamento.

Tras unos minutos, después de hacer la batida, Naldar se acerca hacia sus compañeros con paso firme.
—Nada preocupante amigos. Podremos descansar tranquilamente pero más vale prevenir así que montaremos guardia en el orden que hemos decidido —explica el elfo mientras se sienta junto a sus bártulos—. Espero que podamos saber quien invocó aquellos resplandores. Debe ser magia muy poderosa, sino no me lo explico —dice el montaraz, sacando algo de comida para recuperar energía y no estar con el estómago vació. Además de hacer más llevadera la conversación.

Magia muy muy muy poderosa. No augura nada bueno pero Aristeo podría estar por ahí. No conocemos exactamente su ubicación ya que las indicaciones de Ark...Arkaeron no fueron del todo precisas.

Orphen empieza a montar su tienda, que por cierto a un lateral esta perforada por algun objeto punzante.
Una vez montada, mientras se introduce al interior...
Bueno si tengo que hacer guardia ya me despertareis.