Partida Rol por web

Héroes y Profecías

Principio. El Viaje.

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11/04/2008, 22:35
Director

El campamento está montado, cenais con poco entusiasmo y la noche empieza a transcurrir mientras teneis al fin el descanso que necesitabais, Kandalian se encarga de la primera guardia y el tiempo parece mejor que los días pasados, todo está despejado y calmado.
En esta noche sin apenas luna la hoguera es lo único que ilumina la llanura que os rodea salpicada de algunos roques y árboles dispersos sin apenas hojas a la izquierda y las colinas a la derecha, hacia el este.

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11/04/2008, 23:35
Kandalian

A solas con uno mismo el monje comienza a explorar las zonas delicadas de su cerebro. Con la mirada perdida en el fuego de la hoguera y acunado por el crepitar caótico pero continuo de los maderos ardiendo, Kandalian rebusca en sus recuerdos con Kazaard.

La pérdida duele. Mucho. No podría considerarse un amigo, pero a pesar de los prejuicios raciales el gnomo sabía que el semiorco tenía cualidades que algunos miembros de la razas puras no tenían. Nobleza, entrega, valentía...

Y un genio único..., piensa con una sonrisa en sus labios el gnomo evocando el entrañable mal genio de su amigo fallecido.

Poco a poco pasa la guardia hasta que toca el relevo.

Finrod.

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11/04/2008, 23:55
Naldar
Sólo para el director

Tras unos instantes de duda, el elfo se incorpora. Mira unos instantes el fuego, contemplando las sombras fantasmagóricas que dibujan las llamas y escuchando en armonía el crepitar. Naldar se levanta lentamente, sin hacer ruido, a la vez que un bostezo invade todo su sistema respiratorio. Al estar en pie aguza su vista y oído para tener plena conciencia de la situación actual.
Todo en calma...

Después de responderse él mismo, se sienta de nuevo pero esta vez quedándole el fuego en el lateral izquierdo. El explorador gira su cabeza hacia la mochila, alarga su brazo y la acerca. Empieza a rebuscar en ella el mapa que utiliza para orientarse.
Es hora de marcar los sucesos y lugares importantes —esas palabras suenan profundas, si hubiesen sido escuchadas por alguien habrían sido conmovedoras, no por los lugares sino por los sucesos. Los sucesos importantes podían ser tanto buenos como malos y la muerte de sus dos compañeros o amigos era importante, aquello marcaba un antes y un después a parte de concienciar de que la muerte acechaba en cada inhóspito sendero.

Al dar con el estuche que buscaba saca el mapa y lo extiende en su regazo, mientras intenta que no se vuelva a doblar con la otra mano tantea el interior de la mochila. Le faltaba algo importante: la tinta y la pluma. Al no tener demasiados objetos los encuentra fácilmente, los extrae y deja el frasco con el tinte negro en el suelo a la vez que lo abre. El montaraz ojea detenidamente el recorrido hecho.
Suzail, Arabel, Picos de las tormentas, cripta en el subsuelo del Pantano de Tun , Montañas del Ocaso, Colinas lejanas y ahora en tierra de nadie. Entre Asbrav y Hlúzhvar —en aquel rápido recuerdo había dejado de lado los sucesos, eso prefería escribirlo.

Naldar introduce delicadamente el cálamo en el frasco y lo lleva al mapa, al sur del Bosque del Rey, donde escribe el número cero, luego se dirige hacia el noroeste, entre el Pantano de Tun y los Picos de las Tormentas, donde escribe un uno. El elfo levanta la cabeza y hace lo mismo con la pluma. No dice ni piensa, se relaja. Luego vuelve con la tarea empezada, posa la pluma al oeste del pantano y apunta un dos, unos centímetros hacia el suroeste un tres. Naldar sopla a la zona donde ha escrito con sus estilizados rasgos y vuelve a bañar por completo la punta del cálamo. Al norte de Asbrav escribe un cuatro y al suroeste de Hlúzhvar un cinco. Mira con atención los números y sonríe antes de soplar de nuevo. Cuando se asegura de que la tinta está seca le da la vuelta al mapa, hacia la parte de atrás.

Allí escribe, entre soplidos y baños de la pluma en la tinta:
"0 ...
1 Entrada/salida de la cripta, en la primera bifurcación girar a la izquierda. Por la derecha se llega a unas minas de mithril pero se da un rodeo. Cuidado con las gárgolas vigilantes.
2 Entrada/salida de la cripta, zona con trampas, a pocos pies un camino desciende. La magia oscura esta presente. El cuerpo de Kazaard yace tendido muerto en el suelo a menos que sea un muerto viviente. Arkaeron vampirizado. Libro de magia de Arkaeron.
3 Posible lucha entre un dragón negro y uno rojo. Dragón rojo muy grande ensartado en un pico.
4 Masacres en algunas aldeas. Otras emigraron hacia el norte y el noreste. Encuentro con Eben Espinel, valiente hombre. Su hermano vaticinó las muertes.
5 Diversos potentes resplandores azules en el cielo. Hacia el suroeste, en el horizonte, relámpagos de fuego una sola vez. Información de Eben Espinel.
"

Cuando termina de escribir limpia el cálamo, tapa el frasco de tinta y los guarda en su mochila junto al mapa en el estuche.
Este mapa será mi historia. Mi propia historia —se dice el explorador, girándose de nuevo de cara al fuego, con cara inexpresiva y sin ganas de hacer nada ni leer nada, incluso magia. Quería que pasase su guardia cuanto antes y buscar. Buscar y encontrar respuestas.

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12/04/2008, 01:09
Director

Observas el mapa distraido, aunque con tus sentidos alerta tu mente divaga entre tus pensamientos y los recuerdos cuando una chispa de la hoguera te saca de tu trance. Sin embargo... el fuego está poco vivo ya, el día no debe estar muy lejos, además el resplandor fue ante tus ojos no del lado de la hoguera.
Tu mirada se fija en tu frente, al oeste, y en la despejada oscuridad vuelves a ver la luz. La clara aunque lejana línea vertical de color rojo intenso desciende desde el cielo hasta el horizonte durante tan solo un instante. Un relámpago de fuego.

Una extraña sensación, fascinación, te hace levantarte. La misma sensación hipnótica que al observar un tornado o una tempestad, la belleza del fenómeno supera al miedo.
Un segundo relámpago resplandece muy cerca de donde cayó el otro desapareciendo en seguida, cuando ya empezabas a pensar si habría sido una imaginación.

Los segundos pasan oscuros y silenciosos, en los que no puedes separar la vista del horizonte, en seguida cae otro relámpago ígneo y algo más ocurre...
A tu noroeste, a media milla quizá, hay dos roques de poca altura que forman un corto desfiladero que, por lo que sabes, debe llevar aproximadamente al lindero del bosque extenso. La pared del roque más al norte de las dos que forman el pasaje se ilumina, con un súbito resplandor azul que dura apenas un segundo. Otros dos relámpagos rojos iluminan el horizonte al oeste y una vez más el brillo azulado aparece para desaparecer en seguida como en respuesta al lejano fuego. Durante unos segundos el cielo parece iluminado por una extraña batalla, como si los relámpagos dialogasen o batallasen quiza.
Un último brillo granate a lo lejos y luego solo oscuridad.

Aunque el fenómeno no ha tenido nada de natural por lo que sabes de este mundo, más que miedo el portento que acabas de presenciar te hipnotiza y te transmite tranquilidad. Tal vez sea tan engañosa como la belleza de una avalancha de nieve cayendo sobre ti, pero la imagen te mantiene fascinado unos segundos más hasta que logras reaccionar.

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12/04/2008, 16:14
Naldar
Sólo para el director

Cuando Naldar consigue asimilar lo visto intenta relajarse sentándose de nuevo. Su mirada todavía está fija en el horizonte, llevándola desde donde habían estado los relámpagos a los resplandores. Dejándola unos segundos en cada sitio.
Impresionante —logra decir por fin el elfo en un susurro. Los ojos de éste estaban abiertos como platos para no perderse ningún nuevo detalle.

El explorador permanece sentado, observando el horizonte, recordando la maravillas producidas seguramente por grandes magos o por dioses como algunos decían. Deja que el tiempo transcurra lento o rápido, a la espera de que amanezca y poder explicar lo que ha visto a sus compañeros.
Ahora ya tenemos un camino que seguir...

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12/04/2008, 16:42
Naldar

El explorador pasa el resto del tiempo con la vista fija en el horizonte sin ver otra cosa que la luz del amanecer.
Hora de despertarles —se dice mientras se levanta y se aproxima primero a Kandalian.

¡Vamos, vamos, vamos! Desayunad rápido, debemos aprovechar la jornada-dice elevando la voz, acercándose después del gnomo al paladín y al guerrero—. No seáis vagos, tengo noticias frescas —mientras pronuncia las últimas palabras el zarandeo de los cuerpos de sus amigos es considerable.

Cuando termina de hablar, el elfo se dirige de nuevo al lado de su mochila y se sienta.
Mientras montaba guardia he visto los relámpagos de fuego y los resplandores —empieza a explicar el montaraz, observando las caras soñolientas del grupo, a la vez que hacer una pausa para remarcar la información—. Los relámpagos quedan demasiado lejos, en el oeste. Los resplandores quedan por la zona del bosque extenso. No tienen pérdida en un principio y apostaría a que los volveremos a ver —las palabras van acompañados con indicaciones con la manos hacia la zona por la cual vio ambos fenómenos.

Después de explicar lo sucedido empieza un frugal desayuno, para, después de éste, borrar las huellas y los indicios de la acampada, como los días anteriores.

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12/04/2008, 20:14
Finrod Magnuson

El paladin se hace un poco el remolon cuando el elfo lo despierta por la mañana, si hubiera podido habria seguido descansando un rato mas, algo extraño en Finrod, aunque despues de pasar la noche anterior en vela era algo comprensible. El humano se despeja un poco mas cuando escucha las novedades de Naldar respecto a los resplandores.

Vaya, pues si que estamos cerca.

Bien, compañeros, con un poco de suerte antes del mediodia sabremos cual es el origen de los resplandores y su naturaleza, que en mi opinion tiene que ser magica, y muy poderosa si es que conseguimos verla desde tanta distancia.

El paladin sigue preparandose como hace cada dia al levantarse, siguiendo un ritual sistematico que mira de mantener siempre que la situacion lo permite.

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13/04/2008, 00:51
Kandalian

Kandalian se despierta también de manera remolona. Algo raro en el gnomo, siempre presto a la acción de la vida y a tener nuevas aventuras. Pero las duras jornadas precedentes están pasando factura.

No obstante, al oir las noticias que trae el elfo sus ojos se abren como platos. La posibilidad de poder conocer el origen de esos resplandores le agrada!

Mientras come algo de fruta escucha la narración de Naldar. Recoge sus cosas, siempre con los carrillos llenos y en un respiro entre bocado y bocado dice:

Pues vamos! Eso que encontremos puede ser determinante!!!

Y seguro que interesantísimo!!! Mmmm, que bueno está esto!

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13/04/2008, 01:22
Naldar

Naldar, después de haber recogido todo su equipo y borrar los rastros del campamento, se acerca a Kandalian. Al elfo no le había pasado por alto la tristeza de su amigo, ya que el gnomo siempre estaba contento y el día anterior junto al despertar estaba taciturno.

Cuando está junto al monje se agacha y sonríe de corazón.
Vamos amigo, te explicaré antes de que se me olvide todos los detalles de los relámpagos y los resplandores. Me habría gustado que lo hubieses podido ver... —empieza a decir el explorador, mientras se acerca ahora a coger sus bártulos— Espero que según nos acerquemos puedas comprobarlo por ti mismo, fueron sorprendentes, mágicos —cuando termina de hablar vuelve a estar al lado de Kandalian.

El montaraz calla unos segundos en los que observa el rostro de su compañero, tras la espera le alborota el pelo y vuelve a sonreír.
¡Partamos! —exclama, empezando a caminar en la dirección que había anunciado en la explicación.

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13/04/2008, 01:54
Kandalian

El gesto cercano de Naldar no pasa desapercibido a Kandalian, que le mira con ojillos vivos... En su imaginación se suceden fragmentos de resplandores mágicos que superan con creces a lo que el elfo ah acontado!!!

Por un instante, Kazaard no está en la mente del monje.

Partamos!

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13/04/2008, 02:03
Director

Reanudais el camino un par de horas, llegando a un desfiladero formado por dos altos roques que se alzan en la llanura. Tal y como recuerda Naldar los resplandores se veían cerca de esta zona. Cuando empezais a atravesar el pasaje un resplandor azul ilumina las rocas, la luz ha sido brillante y fuerte, venía del otro extremo del desfiladero. Aunque no habeis podido ver la fuente del estallido por estar cubierto tras uno de los dos riscos, viene del lado derecho del pasaje, el norte, y muy cerca.

Atravesais el pasadizo que solo mide unos decenas de pasos y antes de salir veis al fondo el cercano bosque, al abandonar el desfiladero mirais el paisaje que cubría la roca a vuestra derecha. No se ve nada anormal, ningún movimiento y menos una posible fuente para tal resplandor. Ante vosotros hacia el norte se extiende la llanura y a no mucha distancia debe estar al camino que llega hasta Hluzhvar, a vuestra izquierda no muy lejos el bosque. A vuestra derecha el mismo paisaje llano hasta llegar a las colinas y luego las montañas.

Sin embargo los resplandores han venido de aquí mismo, o eso parece.

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13/04/2008, 03:49
Orphen

Orphen anda al ritmo de sus compañeros como puede, aun el agotamiento hace mella en el, y seguramente preferiría estar durmiendo que andando, por lo menos cuando viajaba solo, podía dormir un par mas de horas seguras....
Podemos acampar aquí y esperar a que se haga de noche y concretar mas de donde salen y como.

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13/04/2008, 09:22
Kandalian

Esto es extraño... Parecía venir de aquí, pero ahora que estamos aquí resulta que no hay nada. Yo opino como Orphen. Explorar la zona y quedarnos por aquí a ver si podemos contemplar el fenómeno. Considero relevante solucionar este enigma. Al igual que Naldar opino que esto debe tener un origen mágico. Igual el responsable de tal encantamiento está cerca... No lo se. Podría incluso tratarse de Aristeo.

El gnomo dice todo esto mirando alrededor, buscando una explicación al fenómeno contemplado y observando cualquier cosa que pueda darle una pista.

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13/04/2008, 17:40
Naldar

De acuerdo, acampemos aquí. Yo haré una batida por la zona por si se nos ha pasado algo por alto. Mientras analizo el terreno, Orphen y Finrod ayudad a Kandalian a llegar arriba del desfiladero mediante cuerdas. Según vayas trepando Kandalian... introduce un pitón en la roca para asegurar la cuerda así si caes apenas serán unos pies y no sufrirás daño. Desde abajo simplemente deberéis sujetar la cuerda. Si mal no recuerdo contamos con unos diez pitones. Amigo, repártelos por toda la superficie ya que luego me interesaría subir a mi también para echar una ojeada desde la altura. A lo mejor podemos encontrar algún resquicio del fenómeno, sino esperaremos hasta el anochecer —explica Naldar con velocidad, esperando que le hagan caso, mientras deja su mochila en el suelo, cerca de sus compañeros.

Cuando termina de hablar mira al resto del grupo por si tienen alguna pregunta o no quieren hacerlo, para, después, hacer el reconocimiento del terreno.

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13/04/2008, 18:38
Director
- Tiradas (8)

Notas de juego

Dejo hechas las tiradas de trepar para que describas el post en consecuencia si decides subir.
La dificultad es 15: si la fallas no avanzas con esa tirada, si la fallas por 5 o más caes (a ti no te ha pasado). Cuando la pases avanzas 1/4 de tu velocidad, 10 pies, o 1/2 de tu velocidad, 20 pies, si superas la CD por 5 o más (es lo que ha pasado siempre que has tenido exito).
Como el roque mide unos 75-80 pies de altura llegas a la cima con la octava tirada, tardas menos de un minuto en escalarlo, aunque si te entretienes en poner los pitones para asegurar la subida y facilitarla a los demas tardarías unos 8 minutos.

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13/04/2008, 18:51
Director

Examinas la zona oteando el paisaje, nada parece extraño ni hay señal de vida cercana, estás bastante seguro de que en esta despejada llanura no hay nadie aparte de vosotros en varias millas a menos que se oculte deliberadamente.
Sin embargo notas algo e hincas la rodilla en tierra para leer el suelo firme como has hecho tantas veces. Hay marcas, huellas. Echando un vistazo alrededor orientándote, te dices que están en el lugar aproximado de donde anoche y hoy parecian venir las luces. Sin embargo estas huellas fueron dejadas por un grupo hace algo más de dos días. siete u ocho personas, al menos uno de ellos un elfo, y otro par de pisadas pequeñas, un gnomo o un mediano quizá.
Un par más de huellas, de tamaño medio, aparecen superpuestas a estas últimas siendo más recientes.A diferencia de las del grupo, estas no llevan ninguna dirección concreta están orientadas en diversas direcciones y nunca logras seguir su rastro durante más que unos pasos. La pista aparece y desaparece aqui y allá aunque nunca lejos del rastro más antiguo.

- Tiradas (2)
Cargando editor
14/04/2008, 00:18
Orphen

Siempre es igual de déspota y autoritario?

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14/04/2008, 18:11
Finrod Magnuson

El paladin escucha la pregunta-comentario que lanza Orphen sobre Naldar, y se reaccion es responder rapidamente al guerrero para ser tajante en la cuestion pero sin mostrar enojo.

Hombreee, Orphen, lo de despota me suena descabellado, y lo de autoritario excesivo, si bien te doy la razon en que puede que al elfo le fallen en algun momento las formas en el trato con los demas, pero supongo que es comprensible al haber vivido mucho tiempo en soledad y al haber decidido siempre libremente y sin la opinion de nadie mas. Lo que tengo claro es que Naldar suele tomar buenas decisiones y siempre pensando por el bien del grupo.

El paladin acaba de hablarle a Orphen mostrando una sonrisa conciliadora al guerrero, para luego dirigirse al gnomo bromeando sobre su situacion.

El que tiene que hacer el trabajo duro siempre es el mismo ¿verdad Kandalian?, mira que tener que trepar de esa manera y con lo alto que esta. ¡Ni que hubiera faisanes en la cumbre!.

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14/04/2008, 20:50
Kandalian

El recuerdo de los faisanes llega de repente a la mente de Kandalian...

Este paladín juega con mis sentimientos... Snif... Faisanes...

La mirada del gnomo es el espejo de sus pensamientos. Está claro que piensa en suculentos faisanes. Alegre responde:

Pues sí Finrod. Pero qué le vamos a hacer si estoy destinado a ser el gnomo más famosos de la historia de mi raza...

Kandalian se pone rojo y hace esfuerzos extraordinarios por no romper a reir. De repente estalla en carcajadas y se aleja del grupo para comenzar la escalada.

La soltura con que el gnomo sube el montículo es resuelta. Podría llegar a la cima en un plis plas, pero se entretiene colocando pitones que ayuden al resto del grupo a ascender... La maniobra es relativamente sencilla para el monje; su complexión, peso y habilidad le permite ascender relativamente fácil. Una vez arriba, estando el camino de ascenso asegurado le grita a Finrod:

Me lo temía amigo! Ni rastro de faisanes!!!

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14/04/2008, 21:06
Director

Llegas arriba con poca dificultad, desde el estrecho risco tienes una estupenda panorámica de los alrededores. A tu norte Naldar se entretiene observando el suelo como si leyera algo en él, mientras Finrod y Orphen esperan información de cualquiera de sus otros dos compañeros. Al oeste un extenso bosque a no mucha distancia, al sur el camino ya hecho. Al este montañas y más montañas.

Ni rastro en un primer vistazo de nadie aparte de vosotros, no hay señal de nada extraño que pueda originar tales resplandores. Sin embargo sigues observando, oteando en todas las direcciones por si se te escapara algo.

- Tiradas (1)