Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 2 - Las Tierras del Reposo.

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30/05/2017, 19:24
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

La escena me evoca lo sucedido diez años atrás. Los aldeanos, ignorantes, cargan contra lo que no entienden y por lo tanto les da miedo. Y parecen ensañarse sobre todo conmigo. Desde el primer golpe me siento rodeada, y la forma del terreno no es para nada una ventaja.

Por su parte, Rhakan tampoco estaba preparada. Rabia me daba tener la razón en ocasiones como aquella y pensar que ni en un cementerio se está a salvo, pero no podía llevar el ataúd y cargar con Rhakan. Ojalá Ithaqua me hubiera concedido más brazos, como los engendros que antaño veía en mis pesadillas.

Demasiados, y yo ocupada, distraía. Lo extraño había sido que tardaran en echarme al suelo. Pero no había vergüenza, el combate no había sido justo.

¡¡¡Bruja, bruja, bruja!!! ¡¡¡Salvaje!!!

Siempre los mismos gritos asaltan mi inconsciencia. Diez años, y como si fuera ayer. Hubiera cortado cada una de sus cabezas en pos de la venganza si no hubiera estado en un cementerio, o en presencia de mi señor. Como tampoco extraño al ver que, al abrir los ojos, es lo primero que distingo.

Igual que hace diez años. Y al igual que entonces lo único que me preocupa es mi hermano pequeño.

¿Gruñido...?

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30/05/2017, 20:16
(CC) Doctor Querio Vandel.

En seguida se había puesto a la altura del Padre Grimburrow y los enterradores, negando con la cabeza decepcionado por la actitud de los demás, juzgándoles con la mirada. A él también le habían decepcionado. El Doctor había intentado prevenir este resultado tratando de convencer a Kendra para que se fueran. "Llevémonos al Profesor a otro lado", le dijo. "Aquí su cuerpo no está seguro", le dijo. "Lo odian lo suficiente para mancillar su tumba cuando no estemos aquí para cuidarla", le dijo. ¿La muchacha le hizo caso? No, claro que no. Y al final se llegó a las manos.

En todo momento Querio trató de mantenerse al margen, interponiendo una lápida de por medio para mantener las distancias. En una ocasión había intentado interponer su bastón entre Sascha y su futuro marido, el campesino que se ganó el derecho a desposarla venciéndola en un combate cuerpo a cuerpo, pero los reflejos del Doctor Vandel ya no eran los de antaño, y no llegó a tiempo para evitar la derrota de la bárbara.

Por suerte para ella, Konrad, mi doctorado no es de matasanos: ni habrá que serrarle una pierna ni dejaré que se desangre en una mesa de operaciones. Yo me ocupo.

No tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo, pero se acunclilló junto a Sascha con fé en que la experiencia de la vida supliese sus conocimientos médicos. Había visto suficiente violencia a lo largo de su vida para ver golpes similares. Sin embargo, era extraño. ¿Dos golpes frontales a la cara le habían hecho perder la consciencia? Normalmente el espacio de las cuencas oculares y las vías respiratorias serían suficiente para amortiguar los golpes frontales y proteger el cerebro. Eso significaba que no estaba ante una conmoción. ¿Habría el mango de la azada golpeado en la sien, en un golpe más lateral? Todo sucedió tan rápido que Vandel no tuvo tiempo a verlo.

Yo y mi maldita bocaza... ¿Por qué tuve que comprometerme a curarla? ¿Y ahora qué hago?

Desenvainó la daga. Tenía que hacer como si supiese lo que estaba haciendo. Hizo tiras con la pechera de la ropa del campesino que la derribó y la pasó a modo de venda por debajo de la papada, subiendo por la sien derecha, rodeando la coronilla para volver a bajar por la sien izquierda, fijando la mandíbula a su sitio.

Listo. Que no hable en un puñado de meses, hasta que la mandíbula se suelde. Es orgullosa y de silencios taciturnos, así que no iba a hablar de todas formas, y si lo que quiere es soltar alguna palabra malsonante, que lo haga mascullando entre dientes. Despertará si la dejamos descansar. El dolor de la mandíbula debería vencer su inconsciencia tarde o temprano... Es todo lo que puedo hacer para que se recupere su cuerpo. Su alma, sin embargo... No será fácil para ella aceptar su derrota. Es su alma lo que más me preocupa en estos momentos.

Qué bien he quedado. Casi parece que he hecho esto antes.

¿Veis? Ya ha despertado-añade, al escucharla llamar a Gruñido.

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31/05/2017, 00:20
(CC) Gruñido.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

Las rodillas le temblaban por ver a su hermana inconsciente y sanguinolenta en el suelo. ¡A él! A un kellido del clan Gorra Roja. Y es que aparte del Profesor Lorrimor, y el Amo Konrad, su hermana lo había tratado siempre con un cariño que sólo se expresaba en familia. El cochero imploró ayuda.

- Grrwwwllll ¡Amo, Señores! No dejar que mi hermana morir así... -

El fornido cochero era la viva imagen de la desesperanza mientras a pesar de su tamaño y su evidente fortaleza física parecía derrotado al ver a Sascha inerme en el suelo. Bien había demostrado que su furia al sentir que hacían daño a los suyos no era racional, el golpe de la fusta podría haber marcado una roca, de la fuerza que llevaba impreso.

Y es que la mente del semiorco había viajado hacía ya tantos años cuando aquellos gañanes supersticiosos habían tratado de quemarlos a su hermana y a él. Ya entonces Velkan no estuvo para ayudarles, y esta vez había vuelto a dejar a Sascha atrás en manos de otros iracundos labriegos. A pesar de que Velkan era todo lo que Gruñido quería ser, ahora mismo le causaba rechazo. Era algo que desaparecería en cuanto él le hablara, ya que Gruñido bebía de sus palabras y persona.

Algo parecido ocurría con la figura del Amo. Esta vez no había encontrado las palabras que calmaran los ánimos de la turba. ¿Estaría anciano ya? ¿Quizás la Maldición hacía mella en su mente? Gruñido sabía secretamente que estos labriegos parecían alimentados por un odio cerval, uno que era capaz de desafiar brillantes armaduras y afilado acero. Contra eso, nada podían la palabras, sólo la violencia resolvería el entuerto. Y él había desatado su violencia. Acusar al querido profesor de tener trato con los muertos que tanto odiaba Gruñido había sido una dura prueba. Sólo las acciones disuasorias, que no asesinas de los habitantes de Ravengro habían salvado sus vidas.

La mirada de Gruñido iba de aquí para allá como la de un cachorro famélico que buscara alimento, en busca de auxilio para Sascha. Sólo la débil voz de su hermana llamándole pareció devolverle a la cordura. Se inclinó sobre ella hablando de manera algo incoherente.

- Shhhh, quieta, todo estar bien, Gruñido estar aquí, nadie hacer daño a Sascha, el Amo cuidarnos de nuevo, ¿sí? Shhhhh... -

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31/05/2017, 09:37
CC: Ravengro: Padre Grimfurrow.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

El Padre Grimburrow apareció jadeando y tratando de acercarse lo más rápido posible al lugar donde se había producido el enfrentamiento, levantándose la sotana levemente para no tropezar en la carrera. Sus dos jóvenes ayudantes le seguían de cerca y no conseguían adelantarlo, o probablemente no querían hacerlo, viendo como estaba el panorama un poco más adelante.

- ¡Por amor bendito! ¡Pero qué hacéis! ¡¿No os dais cuenta que esto es terreno sagrado?! ¡Estáis perturbando la paz de los muertos, insensatos!

No paró hasta que alcanzó la zona que separaba a los campesinos de los aventureros e hizo un gesto de detención con ambas manos hacia estos últimos indicando que no avanzaran. Después se volvió hacia los campesinos que habían comenzado a huir.

-¡Vosotros! ¡Marchaos a casa! ¡No sois nadie para decidir a quién debe enterrarse o no en este suelo sagrado! - Tras la reprimenda a los campesinos y viendo que no parecían tener la intención de volver atrás, se giró hacia los aventureros. - ¡Y vosotros! ¡Por piedad! ¡Transportáis a un fallecido y estáis en suelo sagrado! ¡Espero que nadie haya muerto!

Tras las palabras a ambos grupos su enfado pareció pasar de repente y comenzó a preocuparse por los heridos. Con el poder mágico de sus oraciones fue curando a cada uno de los campesinos y mandándolos de vuelta a sus casas bajo terribles amenazas de lo que podría pasar si volvían a hacer un sacrilegio parecido. Después se acercó a los aventureros preocupados por el estado de su compañera que, a pesar de haber recobrado la consciencia levemente, seguía sin poder levantarse de donde estaba.

- Haceos a un lado, dejadme atenderla, parece bastante aturdida y magullada. - Al ver que todos parecían muy preocupados por la mujer y para que le dejaran trabajar sin interrupciones pensó que lo mejor sería tranquilizarlos. - Se recuperará. -

Cantó unos salmos y oraciones mientras imponía las manos a Sascha y la muchacha se fue recuperando poco a poco. Cuando el Padre Grimburrow terminó apenas le dolía nada ya y el enfrentamiento parecía algo lejano, ya podía ponerse en pie y actuar con normalidad. Sentía todavía la mandíbula algo rígida e insensible, pero sabía que se le pasaría. El Padre se incorporó satisfecho y se volvió al resto del grupo.

- ¿Alguno de vosotros resultó herido? Le sanaré con mucho gusto, así podremos proseguir el funeral y dar un entierro digno a este hombre. -

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31/05/2017, 12:17
(CC) Velkan Matacambiantes.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

Había corrido en dirección a Sascha todo lo rápido que había podido, estaba preocupado por ella aunque se esforzara por disimularlo con sus gestos. No le gustaba mostrarse preocupado o vulnerable y por ello optó por mantener su rictus serio mientras se fijaba en la mujer. Tenía mucha gente alrededor y la curación no estaba entre sus facultades o conocimientos. Sus talentos se demostraban en una pelea y la pelea ya había acabado. Al reparar en eso se dio cuenta que todavía no había guardado sus armas. Echó un vistazo alrededor y al ver a los enemigos retirados se decidió a dejar su hacha en su cintura. Le había extrañado aquel comportamiento tan agresivo de los aldeanos y todavía más le había extrañado que se retiraran a mitad de la pelea, eso les daba opción de volver con ganas de revancha y eso siempre era peligroso.

Levantó el labio superior, y por ende el bigote, en señal de desconfianza cuando vio aparecer al Padre Grimburrow, se mantuvo expectante y no se relajó hasta que el anciano se arrodilló y ayudó a Sascha con sus habilidades y rezos. Entonces se fijó en ella y esperó a sus primeras reacciones para comprobar que ya se encontraba bien. El viejo sabía lo que tenía que hacer y se ofeció a curar a alguno más, pero él estaba intacto.

Volverán, se lamerán las heridas y volverán.

Dijo en voz alta para todos sus acompañantes, estaba casi seguro que aquellos hombres no se retirarían tras aquel primer enfrentamiento, buscarían venganza, contra ellos y contra el ataúd del profesor.

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31/05/2017, 16:18
(SA) Gheorghe Mykas.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

Conforme el padre Grimburrow se acercaba, el paladín lanzó una breve mirada a su escudero, una mirada con un deje de desaprobación. Las últimas acciones del mismo no le agradaban, pero no era el momento de tratar eso. A diferencia del resto, se mantuvo apartado de la salvaje, pues no podía ayudar en algún modo, y su presencia solo estorbaría. Por suerte, el sacerdote de Farasma sí pudo ayudar con las dolencias derivadas del combate.

-Yo no tengo dolencia alguna, padre. Creo que nadie ha muerto, por suerte. Intenté resolver esto de forma diplomática, pero me temo que no surtió efecto... Espero que no decidan tomarla más adelante con la tumba del buen profesor. ¿A qué venía todo esto?

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31/05/2017, 19:06
(CC) Doctor Querio Vandel.

El Doctor negó con la mano en respuesta al ofrecimiento del Padre Grimburrow. Él estaba bien. Los aldeanos, aún con sus malas acciones, tuvieron la decencia de no atacar a Kendra o a un pobre "anciano" de mediana edad. También pudiera ser que la prioridad para ellos fuese derribar a los más grandes y mejor armados, por propio sentido de la autoconservación.

¿Quién era el anciano que dirigía a las masas?-preguntó por Gibs Hephenus, en general, a cualquier lugareño que quisiese responder.

No quiso Vandel, sin embargo, preguntar por la historia de la polémica con el necromante. No, por lo menos, delante del sacerdote. Ya habría tiempo luego de que Kendra se explicase mejor. Querio tenía en suficiente estima al Profesor como para saber que no tenía ni un gramo en el cuerpo con propensión a resucitar a los muertos. Todo debía de tratarse de un malentendido.

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31/05/2017, 20:02
(CC) Konrad Mykephoros.

Al menos el Padre Grimburrow no les echaba toda la culpa a ellos, unos recién llegados con la única voluntad de despedir como se merece a un viejo amigo. Respiró más aliviado al ver que las heridas de Sascha eran curadas hasta casi no quedar rastro.

- Muchas gracias, Padre.- Era verdad que su hermano lo había intentado, aunque Konrad pensase que se podía haber hecho aún más. Ahora debían enterrar al muerto y, después, lo que allí pasara ya no sería asunto suyo.

- Amedrentar a unos extranjeros a los que se supera en número es una cosa, pero ir profanando tumbas...No. No creo que una vez enterrado se atrevan a algo así. - Contestó a Gheorghe y, al menos, eso es lo que quería creer para poder irse de allí con la conciencia tranquila.-¿Verdad?- La pregunta lanzada al aire iba dirigida más bien a las autoridades, quienes debían velar por el correcto funcionamiento de las leyes.- Yo estoy bien, Padre.- El corazón aún le latía más deprisa de lo normal pero se pasaría.

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31/05/2017, 22:11
CC: Ravengro: Padre Grimfurrow.

El Padre Grimburrow se encoge de hombros y niega con la cabeza, como indicando que no entiende lo que ha pasado.

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31/05/2017, 22:13
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

- "Les agradezco muchísimo lo que han hecho, en verdad se han comportado como unos verdaderos amigos de mi padre. Muchísimas gracias por impedir lo que esos campesinos querían hacer, de verdad. Lamento muchísimo que haya ocurrido esto y debo disculparme en nombre de todo el pueblo. Ha sido una enorme vergüenza tener que ver y vivir algo así." -

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31/05/2017, 22:15
CC: Ravengro: Concejal Gharen Muricar.

- "Esos hombres son trabajadores de las granjas locales, todos personas de bajo carácter. Pero veo que se han llevado lo suyo y les agradezco que les hayan dado esta lección, no creo que lo vayan a olvidar pronto.

El hombre de más edad era Gibs Hesphenus, un antiguo soldado retirado. Vive solo y está amargado, además de ser un desconfiado ignorante y paleto.

Esta es una tierra hermosa, pero que ha sufrido mucho por la necromancia en eras pasadas. El trabajo del Profesor era muy apreciado en la universidad, pero entre los iletrados de aquí era un incomprendido. Yo compartía su pasión por la historia y a menudo hablábamos de la Cruzada Brillante y de otros acontecimientos del pasado." -

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31/05/2017, 22:23
CC: Ravengro: Zokar Elkarid, Tabernero.

- "Ay, esto es terrible, esas gentes no tienen ni gota de sentido del humor. El Profesor era el único que sabía apreciar mis bromas, quizá porque era el único que había salido de este pueblo y vivido muchos años en la ciudad." -

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31/05/2017, 22:25
CC: Ravengro: Concejal Vashian Hearthmount.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA, TIERRAS DEL REPOSO.

El Concejal más veterano se alisa las ropas y se sacude un polvo imaginario.

- "Bueno, será mejor que prosigamos con el funeral. Después debemos llevar a cabo la lectura del testamento y quisiera estar en casa para la hora de cenar." -

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31/05/2017, 22:40
(CC) Gruñido.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

Una vez que el Padre Grimburrow usa sus plegarias para recomponer a la maltrecha Sascha, el semiorco siente como vuelve su aplomo. Ayuda a levantarse a su hermana con un gesto delicado que no casa con su aspecto tosco, pero enseguida se echa a un lado, dejando que el Amo y Velkan tomen la iniciativa da hablar con ella. Limpia su fusta con un trapo algo mugriento, y la devuelve al lugar donde la tenía, al cinto.

No sabiendo si su presencia será tolerada, o su gesto bienvenido, el cochero se aproxima al Padre Grimburrow, al que ayuda con la labores de espabilar y ahuyentar a los desorientados campesinos. Echa una mirada dura al que golpeó a Sascha, pidiendo fuerzas a Pharasma para no golpearle de nuevo. La presencia del Padre Grimburrow a su lado parece evitar esa tentación, y al terminar la tarea Gruñido murmura en dirección al sacerdote.

- Grrwll... Gracias por curar a Sascha, Padre Grimburrow. -

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31/05/2017, 23:15
CC: Ravengro: Padre Grimfurrow.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

- "No hay de qué, joven." - El Padre mira por primera vez con algo de detenimiento a Gruñido, luego mira a Sascha y finalmente parece reconocerlos.

- "Ah, creo que os conozco, de hace diez años. Lamento lo que pasó entonces, el pueblo acababa de pasar por una serie de calamidades, con desapariciones y asesinatos sin resolver, y los campesinos estaban deseando echarle la culpa a cualquiera de fuera del pueblo, en especial si se trataba de una mujer Kellida acusada de practicar brujería y de un niño semiorco. Aquello fue algo muy vergonzoso para Ravengro, aunque me temo que la mayoría de la gente de por aquí ya se ha olvidado por completo de aquel triste suceso." -

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31/05/2017, 23:22
(SA) Gheorghe Mykas.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

Era el momento de cargar de nuevo con el ataúd, al fin y al cabo, no iban a dejar el féretro tirado allí para que se lo comieran los gusanos, si no que habría llevarlo a su lugar de reposo final. Gheorghe caminó con paso tranquilo hacia el mismo, esperando pacientemente al lado a que decidieran reanudar la comitiva fúnebre. No tenía mucho que decir, al menos en aquel momento, y la reprimenda a su escudero por perseguir a los aldeanos podía esperar. 

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31/05/2017, 23:57
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

Tras abrir los ojos y comprobar que Gruñido está bien, me dejo hacer por el Padre en brazos de Konrad, hasta que el curandero da el visto bueno y entonces acepto el gesto de Gruñido para ayudarme a ponerme en pie.

- Gracias. - Digo mirando primero al Padre Grimburrow y después a Konrad. - Lo siento, señor. Gracias por preocuparte. Sólo intentaba asustarles y fui demasiado lenta.

Me masajeo la mandíbula con cuidado mientras escucho las disculpas del clérigo con gesto de cierta rudeza. 

- Sí, ya veo cómo se las gastan esos animales descerebrados primero contra una mujer que sólo canta bajo la luz de la luna y un niño dormido, y ahora contra los que sólo intentan enterrar a un buen amigo. Si algún día quiero que una manada de perros destripen a un verdadero asesino, no dudaré en traerlo aquí.

¿Olvidarse de aquello? Cómo se nota que ellos no vieron a sus hermanos a punto de morir junto a ellos en una pira.

Recojo el hacha y quedo a la espera de la nueva orden de volver a cargar con el ataúd, o lo que mi señor creyera conveniente.

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01/06/2017, 00:18
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA, TIERRAS DEL REPOSO.

El momento de continuar la procesión ha llegado, por lo que me acerco al ataúd y me preparo para levantarlo al unísono con el resto de los encargados de ello.

Gheorghe me mira con un deje de reproche, probablemente no está del todo de acuerdo con que haya perseguido y golpeado a ese tal Gibs, pero no me importa demasiado. Sé que muchas veces no coincidimos con lo que consideramos correcto o apropiado, pero es algo que he sabido entender como parte de nuestra relación, así como la reprimenda que me dará por ello.

"Reprimenda que deberé aceptar y castigo que deberé cumplir por honor, aunque no sienta arrepentimiento."

Levanto el féretro y me dispongo a caminar mientras escucho como el pasado de Sascha y de Gruñido parece estar ligado a este pueblo, ligado con recuerdos muy ingratos y dolorosos. Supongo que es mejor que acabemos rápido con esto pues no creo que quieran pasar más tiempo acá del debido.

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01/06/2017, 06:09
CC: Ravengro: Padre Grimfurrow.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

ANTES DEL MEDIODÍA, TIERRAS DEL REPOSO.

Todavía algo alterado por lo que acababa de ocurrir, el Padre Grimburrow condujo a la pequeña procesión fúnebre al interior de la capilla e hizo que dejaran el féretro delante del púlpito para después invitar a todos a tomar lugar. Mientras sus ayudantes encendían algunas velas cogió su misal y lo abrió algo apresurado, como si temiera que volvieran a producirse nuevos altercados. Dirigió una serie de cánticos y fórmulas de su libro destinadas para ocasiones como aquellas y después pasó a la parte de la despedida.

-Queridos familiares y amigos, estamos aquí reunidos para honrar la memoria del Profesor Lorrimor y darle nuestro último adiós. Estoy seguro que todos ustedes han compartido momentos emotivos con él y quizás quieran compartir alguno para que su recuerdo se avive en nuestros corazones. Que sea su amada hija quien hable en primer lugar.

El Padre Grimburrow hizo un asentimiento de cabeza hacia la mujer y se apartó un poquito para que ella pudiera ocupar un lugar a su lado.

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01/06/2017, 06:10
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

Kendra se secó las lágrimas y con pasos dubitativos se acercó al lado del cura. Estaba allí sola frente a unos cuantos desconocidos y solo un grupo reducido de vecinos que se había atrevido a acompañar a su padre en su último viaje. Estaba claro que se encontraba terriblemente afectada por todo aquello.

-Gracias a todos por venir. Todos los presentes conocíais a mi padre. Era un profesor querido y reputado en la universidad que enseñó su sabiduría durante décadas animando a nuevas generaciones en la adquisición de conocimiento. Pero también era una gran persona y un excelente padre. Y por supuesto las acusaciones que la gente vierte sobre él son totalmente falsas. Snif, Snif, Snif.

Las emociones la embargaban y finalmente hizo un gesto negando con su mano y agitando su pañuelo indicando que no podía seguir.