Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 3- Casa de Kendra Lorrimor.

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31/05/2017, 22:31
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

RAVENGRO: CASA DE KENDRA LORRIMOR:

Notas de juego

- Escena narrativa.

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04/06/2017, 09:56
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

Todos acompañáis a la huérfana afligida hasta una modesta residencia. Una de las cosas que más destacan es que casi todas las habitaciones por las que han pasado están completamente llenas de estanterías repletas de libros, tantos que se podría dudar si una persona sería capaz de leerlos todos.
Os deja en una pequeña sala bastante acogedora, con una chimenea que aunque está apagada es evidente que se usa con frecuencia y se disculpa para aparecer unos minutos después con algunas bebidas y algo para comer. Insiste en que os pongáis cómodos, hay sillas para todos repartidas por toda la habitación, probablemente puestas allí para la ocasión.
Kendra había escuchado con mucha atención las experiencias de los amigos de su padre que habían hablado durante el funeral, aunque seguía intrigada por otros que no lo habían hecho. La curiosidad superó los reparos finalmente.

-Me han gustado mucho vuestras palabras en el funeral. Si os apetece podéis compartir algo más mientras llega el concejal. ¿Como llegasteis a conocerlo?

La pregunta era abierta para todos, pero miró especialmente a Sascha, Janos y Velkan que no habían hablado en el cementerio y despertaban más curiosidad en ella, aunque estaba dispuesta a escuchar a cualquiera que quisiera compartir más cosas sobre su padre, así sería como tenerlo allí.


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04/06/2017, 15:36
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

A pesar de que había sillas para todos, yo renuncio a la mía para colocarme en pie justo tras el asiento que elige Konrad.

Al igual que la primera vez que estuve en una casa como la del Profesor y a pesar de haberme acostumbrado a la de mi señor, tanto mobiliario, estanterías y libros por todas partes me parecen algo agobiantes, una cárcel de papel.

La muchacha parece tener ganas de seguir escuchando cosas sobre su padre, pero no se me ocurre nada que pueda contar que ella ya no sepa, por lo tanto, aún a riesgo de que se sienta incómoda, aunque no sea mi intención, hago la pregunta que me lleva rondando desde el cementerio.

- ¿Por qué aquellos aldeanos acusan a tu padre de nigromancia?

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04/06/2017, 15:46
Ustalav.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

La casa de la familia Lorrimor en Ravengro es un hogar modesto, pero espacioso. Cuenta con un establo adecuado para guarecer vuestros caballos, aunque no hay cochera, pero sí sitio de sobras para aparcar el carruaje Mykephoros bajo el resguardo de unos hermosos árboles.

La planta baja cuenta con una biblioteca con estanterías abarrotadas de libros, una cocina con despensa y un lavadero, un comedor y un vestíbulo. También hay dos cuartos de aseo, uno grande y uno pequeño. Hay un sótano con una bodega que cuenta con varios barriles de vino y cerveza y dirversos trastos y cachivaches.

En la planta superior hay cinco dormitorios y otro cuarto de aseo grande.

El desván está bajo un tejado de tejas a dos aguas y está lleno de curiosidades y recuerdos de los viajes del Profesor, así como de regalos de sus alumnos, conocidos y admiradores que no eran muy de su agrado u ocupaban demasiado sitio, incluyendo varios animales disecados y una embarcación funeraria Ulfen.

Los suelos son de madera y las paredes de piedra enyesada y pintada de blanco. Los techos y vigas también son de madera. La iluminación es mediante una chimenea acogedora; junto a la que está el sillón favorito del Profesor, y donde ahora sólo reposa su gato; y unos quinqués de aceite sujetos a las paredes, y unos pocos candelabros con velas sobre las mesas y muebles.

En el suelo hay cómodas alfombras de Qadira, algo desgastadas por los años de mucho uso. Entre las muchas estanterías hay figurillas decorativos y adornos de Osirion y Tian Xia. Nada especialmente valioso ni ostentoso, pero las piezas de más buen gusto son las que están expuestas en la planta baja y los dormitorios (las más feas o inquietantes están en el desván o en la bodega).

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04/06/2017, 15:48
CC: Ravengro: Kendra Lorrimor.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

- "Es pura y simple ignorancia. A mi Padre le fascinaba la historia y la arqueología, y en especial todos los misterios de la historia, desde los misteriosos Constructores de Bóvedas a los descubrimientos extraños en Numeria, pasando por las narraciones de reencarnaciones y vidas pasadas de los samsaranos de Tian Xia, y muchos otros hechos intrigantes. Como bien sabéis, le fascinaba la Osirionología.

Vosotros estuvisteis en su expedición a Osirion, junto con otros... que no han podido venir. Y es bien conocido que trajisteis con vosotros tres sarcófagos con momias y los llevasteis a la Universidad de Lepidstadt para su estudio.

Mi Padre era Profesor, erudito y estudioso. Le encantaba saber y aprender cosas sobre otras culturas, religiones y costumbres de otros pueblos. Eso quizá puede ser demasiado para un pueblerino ustalavo cateto que nunca ha salido de su aldea... Aun así, la reacción tan desmesurada de esta mañana en contra de mi padre... No sé, es algo que no tiene precedentes y a lo que no encuentro ninguna explicación." -

La joven se emociona conforme habla, y se la nota afligida, y tremendamente dolida y enfadada por lo que ha sucedido durante el funeral de su amado Padre.

Finalmente, las lágrimas caen de sus ojos, cuando ya no es capaz de contenerlas.

- "Durante diecisiete días, su cuerpo ha estado en la iglesia de Pharasma, preservado como buenamente se pudo tras el accidente que causó su muerte por la magia del Padre Grimburrow. Y durante todo ese tiempo, poquísima gente ha presentado sus respetos al hombre más bueno, más amable, y al más célebre de todos los vecinos de Ravengro. Siento tanta pena, y tanta vergüenza por mis conciudadanos..." -

La mujer se levanta enjugándose las lágrimas y casi tambaleándose al ponerse bruscamente en pie, pero rechaza la ayuda solícita de Janos y Gheorghe y se disculpa para, a continuación, retirarse un rato a su habitación en tanto llega el Concejal Hearthmount, que seguramente llegará en menos de una hora.

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04/06/2017, 20:53
(CC) Konrad Mykephoros.

Llegar a la casa donde su viejo amigo había residido, y que Konrad conocía bien por haber estado en varias ocasiones, le traía tantos recuerdos que casi le costó más contener sus emociones al cruzar sus puertas que durante el funeral. Vio el sillón en el que a su viejo amigo le gustaba repantingarse y le dieron ganas de acomodarse en él, junto a la chimenea. Sin embargo tuvo la deferencia de ofrecérselo al abatido Vandel, no sin antes espantar al gato de un manotazo y sacudir un poco los pelos del animal para que no se manchasen las ropas del doctor.

- Por favor, siéntese usted.- Konrad tomó asiento en otro lugar y,  con un discreto gesto hecho con el dedo corazón e índice, le indico a Sascha, ya a su vera, que le cogiera una de las copas de vino que Kendra ofrecía sus invitados. Disfrutó del tacto del cristal entre sus dedos, admirando la fina factura del contenedor y el bello color de su contenido. Con suavidad hacía girar el líquido, con calma, sabiendo que estaba a su merced. No tenía prisa en abordarlo. Parecía la viva imagen de un vampiro sediento de sangre. Uno cuyos colmillos empezaban a asomar de entre sus labios ante la gozosa vista del palpitante cuello de su presa, que sabía rendida a sus encantos. Su mirada se perdió también entre los innumerables libros y los cuantiosos objetos que le recordaban a sus propias expediciones en compañía del Profesor. Ahora sí se humedeció los labios y besó la copa en busca del sabor que aún rememoraba en su paladar, como un eco. Tuvo que hacer un esfuerzo por no escupir el contenido de su boca cuando Sascha le hizo aquella pregunta a Kendra de forma tan directa. Desde luego era algo que todos pensaban pero Konrad esperaba abordar el incómodo asunto mediante el uso de circunloquios.

Ah, la ignorancia...- Pero lo que contaba su hija había algo que se les escapaba en la reacción de los aldeanos de Ravengro.- Oh, un terrible accidente, entonces...- En la carta que les había llegado no se explicaba la causa de la muerte así que dejó la frase en el aire esperando que la hija del profesor les diera más información al respecto.

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04/06/2017, 22:45
CC: [RIP] Profesor Petros Lorrimor.

El gato bufa y se encrespa ante Konrad, como espantado por algo en el noble disoluto. Después corre a la vera de Gheorghe, sentado en el cercano sofá, y le mira fijamente un momento a los ojos, antes de saltar a su regazo y esperar a ser acariciado para empezar a ronronear. No sin, entretanto, mirar a Konrad con abierto resentimiento.

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04/06/2017, 23:27
(CC) Doctor Querio Vandel.

Oh, gracias, Konrad. Pero tal vez deberíamos dejar ese asiento a nuestra anfitrio...-cuando Kendra se levantó para ausentarse, Querio contuvo su frase-. Bueno, entonces sí, me sentaré yo ahí.

Tras sentarse, repasó con la mente cómo conoció al Profesor. Se trató de un antiguo caso: la violación de una bibliotecaria a manos de un enmascarado. Bajo la suposición de que el violador habría vigilado a su víctima antes de cometer el delito, Querio solicitó la lista de personas que habían retirado o devuelto libros ese día a la biblioteca. En su lista estaba el nombre de Petros Lorrimor, que en cuanto se entrevistaron, fue descartado como sospechoso por no tener la complexión y altura acorde a la descripción dada por la víctima.

No era una anécdota de esas bonitas de recordar...

¿Sabes, Konrad? En algunas culturas y épocas, se decía del gato que era un guardián al otro mundo. Tener un gato en casa era suficiente excusa para ser acusado de brujería, y se decía que siempre que había un gato, el diablo andaba cerca. Como protectores de los secretos de la Farasma, los gatos se usaban en algunos conjuros de adivinación, por lo general quemándolos lentamente. Los gatos son seres del conocimiento, que atesoran gran sabiduría.

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04/06/2017, 23:52
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

Acerqué la copa de vino a mi señor tal como me pidió mientras escucho a Kendra hablar. Realmente me parece que todo lo que dice tiene sentido y me compadezco de la muchacha, aunque estoy a punto de rebatirle lo de los precedentes cuando se echa a llorar y se marcha.

Temiendo haberla molestado u ofendido y que me cayera una reprimenda, me quedo terriblemente quieta en mi posición tras Konrad y con cara de susto, como una estatua con los ojos muy abiertos. Incluso apenas respiraba, al menos hasta que el Doctor habla de brujas, momento en el que por la impresión suelto el aire de golpe.

Sin embargo considero que ya he metido demasiado la pata y no digo nada por no dejar en mal lugar a Konrad, pero sí que lanzo miradas significativas tanto a Querio, como al propio gato.

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05/06/2017, 01:19
(CC) Gruñido.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

Aunque la invitación de la señorita Lorrimor se extienda a todos aparentemente, Gruñido tiene trabajo que hacer. Asegura los frenos del carruaje, y en la creencia que la visita a la Mansión Lorrimor se podría prolongar unas horas, libera a las monturas de sus arreos en virtud de que puedan estar descansadas y evitar irritaciones en sus pelajes.

Dedica unos instantes a cepillar a los equinos, e incluso hace una breve excursión al cercano río donde llena un cubo de madera para que las monturas se abreven. Una vez atados y paciendo los caballos, Gruñido se acerca a la puerta de la mansión. Conoce muy bien las disposición de las tierras que la circundan, así como del propio edificio. No puede evitar que sus ojos se humedezcan mientras tira del pomo y le parece sentir por un momento el delicioso sabor de esos caramelos que el Profesor le ofreció hace ya una década, en su primera visita a esta casa.

Quitándose el sombrero al entrar en la vivienda, Gruñido permanece en un segundo plano a unos pasos tras su señor. Su expresión sin embargo es algo ausente mientras pasea la mirada entre la miriada de objetos que adornan la casa del difunto Profesor Lorrimor. Discretamente saca el ya húmedo pañuelo que el señorito tan amablemente le había cedido, y se suena nuevamente.

- Snooooochhhh... -

Al terminar, bizquea en dirección al Amo Konrad, en muda demostración de que los modales que le enseñó no han caído en saco roto.

- Amo ser generoso, aunque Gruñido siempre olvidar cogemocos, él entregar a Gruñido uno. Y ser regalo, porque Amo nunca quererlo de vuelta cuando Gruñido devolver... -

La mente simple del cochero aleteaba reflexionando temas baladíes en un intento de olvidar el reciente dolor que había traído aparejado la muerte del Profesor.

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05/06/2017, 04:40
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

Llegamos a la casa de la familia Lorrimor, una humilde pero espaciosa morada en la que somos recibidos y se nos sirve una agradable porción de bebidas y alimentos de los que servirse mientras conversamos. Me pongo cómodo en un asiento junto al resto de los invitados.

Kendra pregunta por las situaciones en las que conocimos al Profesor Lorrimor, específicamente a quienes no hablamos durante el funeral. Recuerdo ese momento, pero entonces Sascha pregunta por las acusaciones de necromancia que los aldeanos hicieron y el motivo de ellas. Kendra nos expone lo que a nosotros nos parece algo sumamente lógico y natural pero que a los ojos del pueblo pueden haber parecido tendencias hacia la muerte.

La joven se disculpa un momento para retirarse a sus aposentos, claramente afectada por lo dicho. Me pongo de pie para intentar ayudarla, pero rechaza nuestra asistencia y se marcha un instante.

El gato del Profesor muestra inclinación por mi Señor y no por el noble Konrad. Me acerco al gato para acariciarlo pues me parecen animales hermosos y muy agradables. Escucho lo que dice el Doctor Vandel y niego con la cabeza:

 - "¿Quemar a un gato? Si lo hacen frente a mí, yo mismo les ayudaré a descubrir el más allá."

La sola idea de que alguien dañe a una criatura como esa por estupideces es para mí un acto terrible y que condeno sin perdón posible. Solo espero que las culturas que tenían esa costumbre ya no existan y permanezcan así por el resto de la eternidad. Al fin y al cabo, para mí, se ganaron su extinción.

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05/06/2017, 13:13
(SA) Gheorghe Mykas.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

Gheorghe traspasó junto al resto el hogar del profesor Lorrimor, ahora de su hija Kendra, sintiendo aún más el pesar por la muerte de su amigo. Sin embargo, se mantuvo entero, a pesar de que mirara donde mirara veía cosas que le recordaban a él, y a sus andanzas... Estatuillas que recordaba haberle visto desenterrar, libros que había citado, todo estaba allí. Tomó asiento cuando Kendra insistió, aunque rechazó educadamente la comida o la bebida. 

Frunció levemente el ceño ante la rudeza de la salvaje al preguntar de aquella manera por ese desagradable asunto, aunque la expresión pronto fue sustituída por la lástima por Kendra, sobre todo cuando las lágrimas empezaron a manar de sus ojos. Cuando se puso en pie tambaleándose, Gheorghe se levantó como un resorte, dando un paso para ayudarla, pero la muchacha rechazó el gesto y retirándose. Podía comprender su pesar, y de hecho lo hacía. Suspirando levemente, volvió a sentarse, para recibir pronto compañía felina. Con gesto distraído acarició al gato que se posó en su regazo, mientras reflexionaba sobre lo ocurrido. Fueron las palabras de su escudero las que le sacaron de su estado pensativo.

-Janos, ya que sacas el tema... La ignorancia y la superstición son molestas y lamentables, enervantes incluso... Pero aquellos que las sufren no son necesariamente malvados. Lo ocurrido en el cementerio podía haberse resuelto sin empuñar una sola arma. Y, aún empuñándolas, eran campesinos asustados. Perseguir a un enemigo de ese tipo que huye, no es propio de caballeros. En especial cuando no se han alzado en armas. Aquellos que lo hicieron recibieron su merecido. Espero que reflexiones sobre esto. 

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05/06/2017, 15:12
(CC) Velkan Matacambiantes.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

Velkan permanecía de pie, había rehusado a sentarse o a tomar nada de lo que les ofrecían, no quería ni que le vieran, prefería permanecer callado y en las sombras. Volver a entrar en la casa del Profesor Lorrimor había sido un duro trance para el salvaje. Recordaba con claridad el tiempo que había pasado en aquella casa años atrás. Podía ver al Profesor con total claridad, revoloteando por la estancia, colocando los libros o releyendo alguno. La casa estaba igual, pero tenía un aire a muerte que le desanimaba.

Iba a responder a la hija de Lorrimor, pero no encontraba las palabras adecuadas. La muchacha se marchó antes de que él pudiera hacerlo, así que se ahorró las palabras. Escuchó de refilón la conversación sobre los gatos que estaban manteniendo los dos hermanos y Janos el escudero. No estaba demasiado preocupado por los gatos, pero sí por los aldeanos que les habían atacado.

—Tenemos que tener cuidado con los asaltantes, han puesto mucho empeño para desanimarse tan rápido. No juntas una turba y dejas que se disuelva tras unos porrazos. Había mucho odio en sus miradas.

No le preocupaba realmente un ataque a ellos, eran aldeanos torpes y si intentaban algo serio serían apalizados como la última vez, pero temía que intentaran algo contra los restos del Profesor Lorrimor, sin embargo después de su última actuación era algo que no podía decir en público.

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05/06/2017, 18:26
CC: Ravengro: Concejal Vashian Hearthmount.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

JUSTO UNA HORA DESPUÉS DEL MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

El Concejal Vashian Hearthmount no tardó mucho en aparecer y Kendra lo recibió y lo condujo a la sala donde todos esperaban. Parecía que el hombre llevaba algo de prisa y, aunque no dijo nada, no parecía gustarle la presencia de unos desconocidos allí. En la mano portaba una caja para guardar pergaminos que había conservado segura en su propia caja fuerte, donde guardaba todos los documentos oficiales del pueblo.

- Ejem, ejem. ¿Estamos todos? Bueno yo creo que sí. -Demasiados forasteros. - Kendra querida, has de saber que también enviamos un mensajero a la mansión del Conde de Versex para avisar a otros seis asociados de tu padre, pero un sirviente le dijo que ya no trabajaban allí y le dio con la puerta en las narices sin más explicaciones. ¡Hay que ver como está el servicio hoy en día! Así que nos ha sido imposible localizarlos. Una lástima... Tendremos que leer la última voluntad de tu padre hoy, pues está estipulado que se haga cuando estén presentes la mayoría de sus antiguos asociados de expediciones.

Kendra asentió resignada, al menos habían conseguido localizar a unos pocos amigos de su padre, aunque era una lástima que no pudieran estar todos. En cualquier caso tampoco podían demorar más la lectura.

Tras recibir el beneplácito de Kendra, el Concejal enseñó la caja del pergamino y su sello personal intacto, lo rompió y extrajo de la misma el pergamino con las últimas voluntades de Petros Lorrimor, cerrado con el sello personal del Profesor que nuevamente enseñó a todos para que vieran su autenticidad y que estaba intacto. Era un proceso necesario, pero con la prisa que tenía el Concejal se le antojaba demasiado largo, así que cuando hubo enseñado el sello lo rompió y desenrrolló con premura el mismo.

Una llave oculta en su interior se fue deslizando por él hasta caer sobre la mesa sin que Vashian le prestara mayor atención, tan concentrado como estaba en terminar con la lectura de una vez.

- Ejem. Ejem. Bien, veamos...

Vashian Hearthmount tomó aire y comenzó a leer el pergamino con las últimas voluntades del Profesor Lorrimor.

Yo, Petros Lorrimor, estando en posesión de todas mis capacidades mentales, dejo en este pergamino mi última voluntad. Quiero que se sepa que, con excepción de los detalles que especifico a continuación, dejo mi hogar y pertenencias personales enteras a mi hija Kendra. Utilízalas o véndelas como mejor te convenga, hija mía.

Sin embargo, más allá del legado de mis efectos personales, este documento debe servir a otras necesidades. He arreglado que la lectura de este documento se retrase hasta que todos los asistentes que he estipulado puedan asistir, porque tengo algo más que mera herencia para repartir. Tengo que pedirles dos favores finales a mis amigos.

"A mis viejos amigos. Odio imponeros esta carga, pero hay pocos que sean capaces de apreciar el verdadero significado de lo que tengo que pediros. Como algunos de vosotros sabréis, he dedicado muchos de mis estudios a toda clase de mal, para conocer al enemigo e informar a los que están mejor posicionados para poder enfrentarlo. El conocimiento del enemigo es el camino más seguro para la victoria sobre sus planes.

"Y así, durante el curso de mi vida, me he visto en disposición de adquirir una importante colección de volúmenes valiosos, pero peligrosos, que en manos equivocadas podrían haber llevado a un auténtico desastre. Aunque la mayoría de estos tomos permanecen guardados bajo llave en la Universidad de Lepidstadt, temo que algunos siguen en un cofre en mi casa de Ravengro. Como siempre hice con mi trabajo durante mi vida, en la muerte, preferiría no cargar a mi querida hija con el lado oscuro de mi profesión, o peor aún, ponerla en peligro por la posesión de esos tomos.

Como tal, os confío mi cofre de tomos a vosotros, a título póstumo. Os pido que por favor entreguéis la colección a mis colegas de la Universidad de Lepidstadt, que sabrán darles uso para una buena causa.

"Sin embargo, antes de partir para Lepidstadt, requiero de vosotros otro favor: retrasar vuestro viaje un mes y pasar ese período de tiempo en Ravengro para asegurar que mi hija esté sana y salva. No tiene nadie con quien contar ahora que me he ido, y si la ayudáseis a poner las cosas en orden en el curso de este mes, tendríais mi eterna gratitud.

De mis ahorros, también he querido dejar a cada uno de vosotros una suma de cien monedas de platino. Para custodiarlos, los he dejado en manos de Embreth Daramid, una de mis amigas de mayor confianza en Lepidstadt, y le he pedido que emita este pago tras la entrega de los tomos prestados y no antes de un mes después de la fecha de la lectura de esta voluntad.

"Yo, Petros Lorrimor, por la presente firmo esta voluntad en Ravengro en este
Firmado: Primer día de Calistril, en el año 4710 RA."

El Concejal cruzó miradas incómodas con los presentes cuando terminó de hablar. A la prisa que tenía ahora se unieron la presencia en la casa de libros potencialmente prohibidos y peligrosos. Lo mejor era irse cuanto antes y no verse envuelto en mas líos. Soltó el pergamino, que cayó sobre la mesa ocultando la llave y se dirigió a la salida parando sólo para despedirse de Kendra.

- Mis condolencias Señorita Lorrimor. Si necesita algo ya sabe donde encontrarme. Les dejo, seguro que tienen muchas cosas de que hablar.

Y de la misma forma atropellada en la que había llegado, el Concejal abandonó la casa y los dejó solos.

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05/06/2017, 21:49
(CC) Doctor Querio Vandel.

¡¿El Conde de Versex?! ¿Qué clase de gentuza trabajaría para alguien así? No recuerdo ningún conocido del Profesor con tan poca catadura moral. ¿O sí?

A la mente del Doctor Vandel acudieron a ráfagas breves imágenes de rostros borrosos. Y tan pronto como vinieron, se fueron. Fue una sensación extraña.

Ejem...-carraspeó, al escuchar la cifra: cien monedas de platino.

No manejaba semejantes cifras desde que su vida como aventurero había venido a menos. Con eso el prácticamente indigente Querio podría comprarse una casa muy humilde en el que pasar sus últimos días hasta que la vejez se lo llevase. Quizás no, si se tiene en cuenta la manutención que requeriría. En definitiva, era mejor para Querio seguir alojándose en hostales y posadas. La fortuna se ha vuelto muy esquiva.

Entraba dentro de lo previsible que, en su última voluntad, el Profesor quisiese que cuidáramos de sus dos mayores tesoros: su hija y su legado académico. En cualquier caso, si no nos acogemos a la literalidad del testamento, la mejor forma de cuidar de Kendra era vender la casa y escoltarla fuera de Ravengro para que se instalara en otra población. Tenerla anclada en este polvorín ya es en sí un riesgo.

Sin embargo, en un testamento no cabía la opción de no ceñirse a su literalidad. Además, después de la mención de los libros peligrosos, un comprador potencial como el Concejal había salido huyendo, y el valor de la casa había caído a cero.

Una casa de madera... unos libros de papel... turbas supersticiosas de campesinos con antorchas... Ya lo estoy viendo: esto acabará con un incendio. Estaría bien montar un turno de guardia para vigilar los exteriores. Y la respuesta es sí: yo me quedaré a cumplir la última voluntad de uno de mis mejores amigos. ¿Qué haréis vosotros?

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05/06/2017, 22:42
(CC) Velkan Matacambiantes.

Escuchó el testamento prestando atención a las palabras que aquel débil hombre pronunciaba. No estaba interesado en el legado material que el Profesor le pudiera dar, pero entendía que en aquel momento era importante estar atento y quedarse con los detalles. Cuando todo eso terminó esperó a que sus compañeros comenzaran a hablar para dar su opinión.

—Vender la casa es decisión de ella, no podemos obligarla.

Había aprendido a no tener ningún tipo de apego a las cosas materiales, cuando uno se criaba en mitad de la nada, aprendía pronto que las cosas iban y venían, pero albergaba cierto cariño por aquella casa. Recordaba muchos momentos en aquel lugar y sentía cierta nostalgia de aquel tiempo.

Para mi no hay duda, cumpliré con la última voluntad del Profesor Lorrimor. Haré la primera guardia, no tengo problema en eso.

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06/06/2017, 00:32
(CC) Gruñido.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

JUSTO UNA HORA DESPUÉS DEL MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

La lectura del testamento del Profesor ha dejado muchas ideas revoloteando en la cabeza de Gruñido. Pero la principal es el despertar de un sentimiento de alarma, sino amenaza que flota en el ambiente. Su gesto se crispa un poco cuando se mencionan las palabras "sana y salva". La mera idea de que algo amenace a la bonita Kendra enfurece a Gruñido.

Cuando el Concejal Vashian Hearthmount inicia su rápida retirada, tan sorprendente en un hombre de su volumen, Gruñido lo acompaña hacia la puerta con unas largas zancadas algo depredadoras. Despide al hombre con un cabeceo y un gruñido, y observa por la ventana su partida de manera suspicaz. Ahora las sombras parecen ocultar enemigos, y la parte de detrás de los árboles que guarecen el carruaje, el lugar idóneo para una emboscada.

Vuelve a tiempo para escuchar las divagaciones del excéntrico Doctor Querio Vandel, que no acaba de entender del todo, y por último asiente vigorosamente a las palabras de su hermano Velkan.

- Sí, Gruñido guardar tambien... Grrrwwwlllll. -

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06/06/2017, 05:07
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

JUSTO UNA HORA DESPUÉS DEL MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

Escucho las palabras de Gheorghe acerca de lo ocurrido en el campo santo y asiento a ellas con calma, para luego responderle:

 - "Reflexionaré acerca de ello, mi Señor, pero creo que los instigadores son tan culpables como los ejecutores y en sus palabras e intenciones había real malicia..."-Digo mientras doy una fugaz mirada a Sascha, a quien amenazaron con ultrajar. ¡¿Quién sabe qué hubiese ocurrido si nos hubiesen derrotado y tenido a su merced, inconscientes?!-"...Creo que atacar y luego retirarse esperando no ser atacado es tan absurdo como asesinar a alguien y esperar no recibir castigo pues ya dejaste de apuñalar el cuerpo."

La verdad es que Gheorghe habla de paz y no se equivoca, pero cuando las cosas salen mal y la violencia comienza, hay que luchar y entonces se debe ser implacable.

Entonces llega el hombre obeso y lee el testamento. El consejal huye de a casa muy rápido y eso me da muy mala espina. Escucho lo que mencionan mis amigos y asiento también antes de hablar:

 - "Creo que debería irse. Ese consejal estaba muy asustado y estoy seguro que correrá a contarle al resto del pueblo que acá hay tomos peligrosos. Es cosa de tiempo antes de que todos vuelvan y con peores intenciones que hoy."

La verdad es que en mi corazón está quedarme con ella y hacer las cosas que el Profesor Lorrimor nos pidió, pero dependo completamente de lo que el paladín decida, pues es mi Señor y debo obedecerle en todas sus decisiones. Solo espero que tome la decisión moralmente correcta, aunque esa es su especialidad.

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06/06/2017, 13:38
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

JUSTO UNA HORA DESPUÉS DEL MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

Turbas supersticiosas con antorchas, para que la tradición no se pierda.

Me descubro con una media sonrisa tras las palabras del Doctor. Desde luego esos aldeanos eran muy capaces, sí, tan sólo con la idea de que el Profesor era un nigromante, así que en cuanto el Concejal se fuese de la lengua, aquella casa iba a ser un lugar muy peligroso.

- Por suerte, no la encontrarán sola.

Digo refiriéndome a Kendra. Me enorgullece que mis hermanos tan rápidamente se ofrezcan para protegerla y hacer guardias, y yo misma me encuentro dispuesta, sin embargo, antes de decir nada, miro a Konrad esperando escuchar su opinión, y órdenes.

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06/06/2017, 15:59
(SA) Gheorghe Mykas.

INVIERNO DE 4711 RA:

DÍA DE LA LUNA, 3 DE ABADIO.

JUSTO UNA HORA DESPUÉS DEL MEDIODÍA, CASA DE LA FAMILIA LORRIMOR EN RANVEGRO.

Su escudero no lo entendía del todo, o no aún al menos. La vida podía dar muchas vueltas, no todos los enemigos eran intrínsecamente malvados, a veces eran las circunstancias o la necesidad lo que les transformaba en tales. Pero, del mismo modo, un cambio en los acontecimientos podía volverlos aliados. Y la piedad y decencia nunca sobraban a la hora de tratar a adversarios que estaban confundidos, que podían ser sacados de su error y salvados. 

Sin embargo, esa clase de reflexiones tocaron a su fin con la llegada del concejal y la lectura del testamento. Una lectura apresurada, que hizo a Gheorghe fruncir el ceño en una leve mueca de desaprobación. Tal premura, como queriendo quitarse aquel asunto con rapidez de encima, reflejaba muy poco respeto por el difunto. No se le pasó por alto aquella llave que cayó, y que pronto se supo a qué debía pertenecer: aquel arcón con libros problemáticos. Con la lectura del testamento vinieron dos tareas para ellos, tareas que el concejal no se molestó en comprobar si serían cumplidas, habida cuenta de la prisa con la que se marchó de allí.

Observó con satisfacción como unos y otros iban dando su aprobación, aunque algunos sostuvieran que la mujer debía marcharse. Finalmente, solo dos personas quedaron por pronunciarse, Konrad y él mismo. Con cuidado, retiró al gato de su regazo y se puso en pie.

-El profesor requirió algo de nosotros como última voluntad. Y el honor obliga a cumplir ese encargo, cosa que haré. La decisión de qué hacer a continuación depende exclusivamente de Kendra, y por mi parte acataré sus deseos y la protegeré como buenamente pueda-dijo, para después caminar hasta el escritorio y coger la llave. 

-Es mejor que esté a buen recaudo, si pertenece al citado baúl-dijo, antes de guardarla.