Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 6- Prisión de Piedra Alzada.

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08/05/2018, 18:57
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

PLANTA BAJA DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Avanzaba casi agazapado como un animal persiguiendo una presa, el problema es que la presa era muy complicada de rastrear. Velkan se movía con velocidad persiguiendo la sombra de algo que no estaba seguro de poder comprender. Quería creer que la solución a sus problemas se encontraba en aquel sótano y que además si él se topaba con la solución sería capaz de identificarla.

Caminó junto a Sascha y a Gheorghe hacia un bloque de celdas que comenzó a explorar junto a sus compañeros. Allí entre las celdas Velkan no llegó a encontrar nada que le pareciera de interés. Eran más celdas de una prisión lúgubre y tenebrosa en la que ya llevaban demasiado tiempo para su gusto. Sin embargo continuó inspeccionando minuciosamente la estancia tratando de encontrar algo que le fuera de utilidad.

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10/05/2018, 11:46
(CC) Doctor Querio Vandel.

El Doctor Querio se encogió de hombros, como si allí quedase alguien para escuchar sus excusas.

Nada, que no, no hay manera. ¿Seguro que este agujero es la cerradura de una puerta secreta? Nah. Yo no lo creo. Lo que creo es que estoy horadando una grieta en la roca. Y esa es mi opinión como experto en el tema, que ya sabéis que no suele ser equivocada.

El ruido del rastrillo izándose le hizo darse prisa en reunirse con los demás. Volvió a recoger las herramientas en una sola mano, para coger con la otra el asa de la linterna. Avanzó hasta cruzarse con Janos, saliendo al pasillo.

¿Y los demás? Sascha, Gheorghe y Velkan. ¿Llevaban una luz o se han internado en el Dominio del Segador a tientas? Vamos, Janos, apura. Llévales la cimitarra luminosa antes de que les pase algo malo. ¿Recuerdas cuando Velkan se cayó en una tumba? Imagínate las catástrofes que está invocando ese torpe caminando a ciegas.

Tras echar a Janos, el Doctor se entretuvo en la habitación que tenía el mecanismo que se encargaba de alzar el rastrillo del pasillo. Aquello era otra cosa, en comparación con las cerraduras inexpugnables y los inodoros atascados que había en las zonas ya exploradas. El torno con cadena se llevó la peor parte, y pagó la frustración de Querio por su propia inoperancia. Rompió un par de piezas, y pegó un par de patadas. Había también una pequeña bestia verde en el interior del afable Doctor, como lo hay en cada uno de los volubles seres humanos.

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11/05/2018, 01:43
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

PLANTA BAJA DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Activo el mecanismo y luego jalo de la palanca, abriendo así el camino hacia las celdas de este bloque. Salgo de la habitación y acompaño a Gheorghe y Velkan a explorar aquellos tenebrosos lugares en los que los presidiarios pasaban la mayor parte del día, encerrados detrás de barrotes que les apartaban del resto del mundo, como si permanecer en esta tétrica mazmorra no fuese suficiente martirio.

Pero no había nada de interés. Nos acercamos a todas las celdas y, más allá de ciertos detalles, no había absolutamente ningún signo de que hubiesen habitado presos en este sitio. El lugar estaba abandonado o simplemente el fuego hizo muy bien su trabajo. Sea como sea, no había motivo alguno para mantenerse en ese lugar más tiempo.

Lo único de interés después de la reja que abrí es que, más allá del bloque de celdas, se alza lo que debía de ser una sala de torturas.

Nos acercamos y abrimos la puerta, para ver al otro lado una serie instrumentales que no podían estar dispuestos para ningún buen propósito. Si bien mi trabajo y devoción es acabar con el mal, el tormento me parece una técnica aberrante para cualquier propósito.

 - "Nada bueno puede haber en un lugar que solo dolor causó."

Comienzo a examinarlo y lo primero que veo es aquella Dama de Hierro, instrumento de tortura y asesinato como pocos que existen. Intento mantenerme alejado pues mi instinto me dice que, en un instrumento donde tantos deben haber muerto, las energías psíquicas deben tener una poderosa intensidad, la suficiente como para ser peligrosa.

Busco cosas de interés en la sala sin acercarme a aquella estructura de momento.

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12/05/2018, 00:01
(SA) Gheorghe Mykas.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

PLANTA BAJA DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Aquella sala crispaba los nervios del paladín, pero todo debía ser revisado para asegurarse de que no dejaban atrás enemigos o, peor aún, piezas del rompecabezas que resolvería el misterio de Piedra Alzada. Sin embargo, al avanzar, lo que vio fue otra cosa. Algo que le heló la sangre, y, durante apenas un segundo, le impulsó a correr locamente hacia la visión para ayudarla. Pero tenía entrenamiento y fuerza de voluntad suficientes para saber que aquello, realmente, no podía ser. 

Y al recuperarse de la ilusión, llegó a la conclusión de qué era. Alzó una mano para ordenar al grupo que se detuviera, y después la bajó, señalando a la dama de hierro.

-Es una Aparición, o algo similar. No os dejéis tentar por ella. Janos, ¿se te ocurre alguna forma de librarnos de ella?

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12/05/2018, 01:40
(CC) Velkan Matacambiantes.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

PLANTA BAJA DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

El salvaje señala el cuerpo que hay en el potro de tortura y que ha atraído tanto su atención. Sabe que no es algo normal y que tiene una especial relevancia por ese mismo motivo intenta que sus compañeros se centren en la figura del fallecido.

Mirad el cuerpo que descansa en el potro, su indumentaria. Los restos de su armadura, es alguien importante o lo fue.

No quiere aventurarse a conjeturar pero deduce que la importancia del sujeto es mayor que la de un simple funcionario de Piedra Alzada. No obstante sus averiguaciones no se quedan allí, pues un viento frío roza su frente y activa sus sentidos de experto cazador. Con el mismo dedo con el que ha señalado el cadáver señala hacia el Este y vuelve a hablar con su natural voz ronca y pesada.

Percibo corriente por esa zona, debe haber algún tipo de gruta o escape por ahí. Quizás nos sea de utilidad.

Deja de hablar al escuchar al paladín y sus pobladas cejas se curvan de tensión al dar significado a las palabras de Gheorghe el peligro está ahí y es un peligro que él no ha logrado percibir todavía, eso es algo que le tensa y hace que agarre su hacha con más fuerza de la habitual mientras adopta una posición defensiva.

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13/05/2018, 20:31
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

PLANTA BAJA DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Llevaba un rato distraída, dedicándome a seguir a Konrad y guardar las espaldas al resto mientras decidían a dónde querían ir, no por nada en especial si no porque había perdido el interés en pasar de una estancia a otra esperando a que algo nos atacara. Pero eso cambió al oír mencionar que en la última sala había objetos de tortura y un cuerpo en uno de ellos.

Más aún, que Velkan dijera que el cuerpo parecía el de alguien que en vida podría haber sido importante me devolvió a la realidad.

- Sí... podría ser el Alcaide...

Me hubiera lanzado a inspeccionar el cuerpo sin reparos de no ser por la advertencia del paladín sobre la dama de hierro.

- ¿Otra Aparición? ¿Como Vesorianna? ¿O... ésta es hostil?

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14/05/2018, 02:31
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

POR LA MAÑANA.

PLANTA BAJA DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

POCAS MILLAS AL SUR DE RAVENGRO.

Mi examen de la habitación no se extiende por mucho hasta que mis ojos se posan en el interior de la Dama de Hierro, donde veo una imagen fantasmal, la imagen de mi hermano menor, sufriendo en el interior del artefacto de tortura. Voy a acercarme para sacarlo de su interior, pero entonces mi mente se despeja:

"¡No puede ser Grigory! ¡Él está muy lejos y no puede haber llegado a este lugar maldito! ¡Debe ser una ilusión, debe ser un truco para atraparme!"

La voz de mi hermano retumba en mis oídos pidiéndome ayuda, pero consigo mantener la voluntad y me doy una bofetada en el rostro, terminando así con el embrujo sobre mí. Suspiro, entendiendo ahora las palabras de Gheorghe y sus advertencias. Me quedo pensando en la manifestación que acabo de ver y en como hacerla desaparecer.

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14/05/2018, 22:14
Historias de Horror.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

 

La sala de tortura, pese a su estado decrépito y el tiempo que hace que nadie la usa parece ocultar algo inquietante sobre todo "La Dama de Hierro".

Tanto Gheorghe como Janos parecen haber sentido algo y están dispuestos a destruir la sala entera de ser necesario, aunque razonan que les llevaría demasiado tiempo hacerlo, el potro es demasiado pesado y el pozo de fuego es una obra de albañilería, mientras tanto piensan en una acción alternativa.

El Doctor Querio se aparta de la puerta para dejar entrar al resto del grupo. A sus pies encuentra unas ropas raídas y llenas de agujeros, algo en la pared llama su atención y se acerca para leer una inscripción casi borrada "Di... o es... u... ... qu..." No consigue averiguar el significado pero llega a la conclusión que fue escrito hace tanto tiempo que resulta irrelevante para el asunto que los ha llevado a Piedra Alzada.

En cuanto el Doctor se aparta, Sascha entra en la estancia y observa con suspicacia y detenimiento, los objetos de tortura llaman su atención pero busca con su mirada el cuerpo que parecen haber encontrado el Paladín y su escudero.

Velkan y Konrad se quedan a la puerta expectantes, el primero en guardia mientras el noble parece perderse en sus pensamientos, los de una mujer en una pequeña isla llena de fuego.

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15/05/2018, 03:52
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

La visión de mi hermano me perturbó y entiendo que probablemente Gheorghe nos dijo que no avanzásemos más porque ella misma tiene que haber visto la imagen de alguien en el interior del artefacto de tortura. Es un embrujo peligroso y no estoy seguro de que ninguno de nuestros medios sea capaz de acabar con ese inminente peligro para todo el grupo:

"No sé si el agua bendita servirá y no debería gastar aquel recurso si no estoy convencido de su efectividad. Aquellos frascos quizás también pero no confío en esos artefactos de dudosa naturaleza. Lo más seguro es destruir todo aquí."

Motivado más que nada por la desesperación de aquel peligro, respondo a todos:

 - "¡Debemos destruir todos los artefactos de tortura! ¡Ahora!"

Pero rápidamente entiendo que no es algo factible pues la mayoría son de metales duros y solo sería posible destruirlos con el uso de almádenas u otras herramientas de demolición. No es el caso:

 - "Debemos despojar rápidamente lo que haya en esta habitación y luego irnos. Destruir todo tomará demasiado tiempo y no tenemos los medios."

Solo tomar aquello por lo que venimos y luego largarnos lo más rápido posible. Ojalá que nadie de los presentes se acerque pues está el peligro de que caigan en el hechizo y se expongan al peligro. No debemos caer en el juego de estas oscuras energías o moriremos por ello.

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17/05/2018, 16:22
(CC) Doctor Querio Vandel.

Ajeno a las proclamas volubles de Janos, el Doctor Querio era consciente de que estaba ante algo importante... O como mínimo se trataba de algo irrelevante que le permitiría escusarse una vez más de la acción y el peligro.

De... U... ¿De que me suena la U?

No era la primera vez que alguien trataba de avisarles con letras. Hace un par de días, una ele o una uve inclinada habían aparecido en la estatua de las afueras del pueblo. Sumadas a los garabatos en la pared formaban un mensaje críptico que tal vez fuese importante.

Ele... Uve... Forma parte del mensaje, aunque fue escrito en otro lugar. Después de una ele o una uve tiene que ir por fuerza una vocal. No estamos ante una de ni una cu. Esa forma redondeada tiene que ser una o. Entonces...

Querio sacó su daga y usó su filo para hacer marcas en la pared. Eso serviría para resaltar las letras y facilitar la transcripción del jeroglífico.

Lo... Vo... Y luego parece que es una u... be... o erre... Lob, Vob, Lor, Vor... Lor. Lorrimor. ¡Dice Lorrimor!

Las marcas que creaba estaban más cercanas al azar que a un proceso deductivo. Puede que su cerebro fuese más rápido que sus anquilosados dedos, como en la hipergrafía, y Querio estuviese desvelando correctamente el patrón. Puede que fuese todo improvisado, y alejado del verdadero texto escrito en la pared. El resultado final, cierto o falso, tenía cierto halo profético:

Lorrimor vendrá

y luego ascenderá.

—El Procastinador, 4646.

La frase, escrita varios lustros antes, y reescrita (a su manera) por el Doctor Vandel, supuestamente profetizaba la llegada del Profesor Lorrimor a la prisión, y posteriormente su "ascenso". Las interpretaciones que se les suele dar a ese término en las profecías varia entre un coronamiento y una defunción, pero la segunda frase ya se había cumplido: la muerte de Lorrimor.

El nombre del supuesto adivino le era del todo ajeno. Lo cierto es que la historia reciente no era el fuerte de Querio. Tampoco recordaba ese nombre de releer las fichas de los prisioneros, aunque había tantos papeles que bien se lo podría haber saltado accidentalmente. ¿Quién era el Procastinador? Lo que se podría decir de él era que se trataba de un vago redomado, que no se había esforzado lo necesario en dejar las marcas del mensaje lo suficientemente legibles. Todo lo demás sobre el Procastinador era pura conjetura. Podría tratarse de un preso, o más bien el adivino había forzado su detención con algún delito menor, así que puede que ya lo hubiesen soltado antes de que quince años después hubiese ocurrido el incendio de la prisión.

Tendría sentido por tanto que el mensaje original fuese "orrimor vendrá y luego ascenderá", y que el adivino volviese al pueblo para dejar la famosa ele escrita con sangre en la estatua memorial a los fallecidos en la prisión que completaría su primer mensaje.

De todas formas, lo del año era lo más difuso, y lo que más se prestaba a malinterpretaciones. Con las letras era más fácil, porque formaban palabras con sentido para el lector, pero cuatro cifras empalmadas unas con otras debían descifrarse una a una. Cabalísticamente, el cuatro era importante: simbolizaba la tierra, el plano material, los cuatro puntos cardinales. Cuatro cifras formaban un año... que podía ser tanto el 4646 como el 4658, o cualquier otro, con solo variar un poco el trazo. Aquello era una auténtica pérdida de tiempo.

Esto... esto es una auténtica... una auténtica genialidad...-masculló para sí.

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20/05/2018, 20:46
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

 

Había sido visto y no visto. Asentía, dándole la razón a Janos, y  quería haber abierto la boca para decir con las menos palabras posibles que había que empezar con la dama cuando vi a Velkan correr hacia ella y quedar atrapado.

Pero... ¿qué haces?

Por suerte no tardan en sacarle, aunque malherido. Me acerqué a él con precaución.

- ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué te has metido ahí?

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21/05/2018, 19:41
(CC) Konrad Mykephoros.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Konrad iba cerrando el grupo de exploración, temeroso de que los atacaran por la espalda en cualquier momento y eso provocara de nuevo su transformación. Había ganado confianza en su autocontrol, pero no le apetecía convertirse en una pesada carga que los demás tuvieran que soportar.

Siempre a la cola del grupo llegó hasta la sala de tortura. Si ya lo habían pasado en otras estancias a priori menos problemáticas, no quería ni pensar qué pasaría si entraban allí. Se quedó vigilante sin atravesar el quicio de la puerta. El zumbido monótono del Doctor Querio no le llamó la atención, no así las parcas palabras de Vandel. El salvaje no hablaba mucho, al contrario que Querio, así que, cuando lo hacía, Konrad solía prestar atención. Él también notaba aquella brisa que no podía ser otra cosa que un pasadizo secreto en alguna de las pareces de la siniestra estancia.

- Si es el cuerpo del Alcaide...- Eso era lo que habían venido a buscar. Tenían que examinarlo. Entonces el miembro del Clan de la Gorra Roja se abalanzó hacia aquella especie de sarcófago y se metió en su interior.

-¡Pero qué hace!- Fue a abalanzarse hacia él cuando Gheorghe consiguió sacar a un saguinolento Velkanl de su interior.

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22/05/2018, 10:03
(CC) Doctor Querio Vandel.

¡Ey, chicos! ¡Tenéis que venir a ver esto!

El Doctor Vandel dejó al fin su crucigrama para irrumpir en la sala de torturas. Todo allí era demencial. Era cierto que Velkan tenía tendencia a caerse en fosas abiertas, pero lo de meterse dentro de una dama de hierro ya era el colmo de la torpeza. Dejando las rarezas de ese hombre a un lado, el susto que se llevó Querio se basó enteramente en las manos andantes.

¡Madre mía! ¡¿Qué son esos bichos?!

Dió un salto hacia atrás. Su espalda se colocó contra la pared. Lo que a primera vista era una tarántula gigante, tomando un segundo para contemplarlo con calma tenía patas de menos. Y uñas. La pista definitiva fueron las uñas. Así ya era otra cosa. El Doctor Vandel era parapsicólogo, podía asimilar la existencia de una mano cercenada que correteaba por el suelo. Lo que le habría llevado a mantenerse al margen era el veneno de una araña, una toxina bastante fuerte para según qué cuerpos. El de Querio estaba bastante maltrecho, cosas de la edad.

Mmmmh...

Aún así seguía en el rincón, pensándoselo. Quizás podría ponerse a ayudar después de que los demás ya hubiesen cortado algún dedo. Sí, era lo más seguro.

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22/05/2018, 21:27
(CC) Velkan Matacambiantes.

Sus ojos le engañaron, vio algo que no era posible pero sin embargo lo creyó. Espoleado por la engañosa visión Velkan no dudó y se lanzó con velocidad hacia el interior de la trampa. Cuando se dio cuenta del engaño era demasiado tarde. Las puertas se cerraron sobre él y sintió el dolor de golpe. Más dolor del que nunca había sufrido su cuerpo pues fueron demasiados pinchazos para ser contado y se clavaron por todo su cuerpo. Intentó forcejear para salir mientras un grito ronco y de dolor asomó por su garganta de forma desgarradora. El tiempo que estuvo dentro de aquel macabro elemento de tortura no fue mucho pero a él le pareció eterno.

Cuando consiguió salir ayudado por sus compañeros, el salvaje era un festival de sangre. Había recibidos heridas por casi todas las zonas de su cuerpo y se encontraba especialmente débil además de desubicado y extrañado. La mente de Velkan no era la más rápida del mundo y tardó en comprender lo que le había sucedido. Cuando vio a Sascha frente a él no pudo más que apretar el ceño y murmurar unas palabras.

Vi a Sascha... dentro, fui a salvarla... era un engaño no os miréis hacia allí... es peligroso, tiene magia.

Le hubiera gustado decir algo más y descansar, eso también le hubiera gustado mucho en ese momento pero unos ruidos a su espalda le hacía presagiar un nuevo combate. Debía hacer un esfuerzo y luchar, aunque no supiera como.

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23/05/2018, 12:02
(CC) Doctor Querio Vandel.

¡AAAAAAAAAAAAAH!

El grito de un bárbaro lanzándose a la batalla se convertía en un chillido histérico en la garganta del menudo doctor. Subestimando a su oponente, avanzó daga en alto en dirección a una de las manos.

No puede ser muy difícil, es más pequeño que yo-pensó, ingenuamente.

Descendió el filo, más y más. A la altura de la cintura. A la altura de las rodillas...

¡Ouch! ¡Mi lumbago!

El Doctor Vandel se llevó el dorso de la mano que blandía la daga a la espalda, mientras el farolillo se balanceaba en su asa por el vaivén del conato de combate.

Doctor Vandel...
Doctor Vandel, ayúdeme...

¿Kendra...?-masculló Querio entre dolores.

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23/05/2018, 12:59
(CC) Konrad Mykephoros.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

¡Qué locura! De lo que se desprendía de las palabras del malogrado Velkan aquella estatua, aquel macabro sarcófago, tenía un poder aterrador. Konrad hizo bien caso a las advertencias del miembro de su Clan. No hablaba mucho, así que cuando lo hacía no era para decir tonterías. Trató de centrar su atención en el cadáver del que creían pudiera ser el Alcaide. El pobre hombre seguía aún en el potro de torturas. Examinó las correas que sujetaban el esquelético cuerpo y valoró que quizá alguien con buena mano pudiera sacarlo de ahí sin hacerlo pedazos.

Seguro que Gheorghe podría darle una digna sepultura...- En eso estaba distraído cuando ahora fue Sascha la cautivada por la maldita estatua.

- ¡No!- No quería mirar, pero no podía permitir que Sacha cayera en aquella trampa. ¿Qué podía hacer él? ¿Qué pasaría si él cayera en sus pérfidas redes? Apenas podía controlarse cuando padecía algún dolor como para enfrentarse a tales sufrimientos. Su mano libre rebuscaba en su mochila en busca de algún objeto que pudiera ayudarle.

- ¡Haced algo! Agua bendita, las flechas...¡Lo que sea!- Imploraba más que ordenar el atribulado noble.

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24/05/2018, 16:01
(SA) Gheorghe Mykas.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Por desgracia, no le habían hecho caso cuando había indicado que no avanzaran más. Su entrenamiento y fortaleza mental le permitían resistir con más facilidad aquellos asaltos mentales, pero resultaba evidente que en el caso de otros no iba a ser tan fácil... Como ocurrió con Velkan. El paladín observó con horror como aquella cosa le atrapaba, y se lanzó para sacarle de allí. Mientras le ayudaba a salir, tirando de su mano, reparó en las tremendas heridas que le había dejado.

-¡¡No os acerquéis!! ¡Hacedme caso, esta condenada aparición juega con vuestras mentes!-advirtió de nuevo, antes de que las manos cobraran vida y se lanzaran a por ellos. Por suerte, apenas diez segundos después, las habían destruido, aunque Velkan había empezado a ser asfixiado por la última antes de que Gheorghe la destrozara de un preciso golpe. 

-Manteneos firmes y recordad que NADA de lo que aparece ahí dentro es real. Absolutamente nada. Ojalá tuviéramos un condenado sifón de apariciones...

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25/05/2018, 11:27
(CC) Doctor Querio Vandel.


Ayuuuuuda...
El dolor es insoportaaaable...
Doctor Vandeeeeel...

Querio no era un hombre valiente. Tampoco era intrépido, ni tenía el impulso que da la juventud para tomar la iniciativa. Es decir, él veía a Kendra sufrir, y la veía necesitada de ayuda, solo que para él lo adecuado era que cualquiera de los presentes menos él se encargarse de salvarla. Se podía imaginar a aquel joven y delicado cuerpo femenino en brazos de los galantes Gheorghe o Janos. Encajaba bien también con la fuerza de un bárbaro como Velkan, o unos poderosos músculos verdes acarreándola. Incluso la imagen de Kendra abrazada a Sascha era dramatúrgicamente interesante: siempre pensó que a esa bruta le gustaba más la almeja que el salchichón.

Consecuentemente, el Doctor Vandel era el único inmune a los intentos de la fantasmagoría de jugar con la mente de los presentes. Cuando hay alguien en peligro, ¿a quién llamamos? ¡Caza...! Cazadores, caballeros y demás monsergas. Pero no llamamos a una enclenque rata de biblioteca llamada Querio.

¡Ocupaos de esto! ¡Voy fuera de la sala para vigilar nuestra vía de escape!

La figura menuda del Doctor se alejó en mitad del caos de la batalla. No podían reprocharle nada esta vez, ya que incluso había intentado apuñalar una mano. Querio hasta supuso que estarían demasiado ocupados salvando a Kendra como para darse cuenta de aquella cobardía.

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26/05/2018, 20:37
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Durante un instante miré perpleja a Velkan. Había intuido que la Aparición asociada a la dama de hierro era un engaño, una trampa, algo que buscaba hacernos daño. Y tenía sentido que aquella cosa jugara con la mente y nos mostrara algo que nos hiciera acercarnos a ella, pero...

¿Cómo va a verme allí dentro mientras estoy justo a su espalda?

Por desgracia, a aquella pregunta formulada en silencio le acompañó como por reflejo el movimiento de mi cabeza girándose hacia la dama, a la que sabía que no debía mirar por las advertencias de Gheorghe. Pero miré. Y no me gustó lo que vi.

Yo conocía a esa mujer. Aquella figura era joven, quizás tenía mi edad o algún año menos. Tenía algunos de mis rasgos, aunque su cabello no era tan rojo, ni su cuerpo tan voluptuoso. Siempre decían que aquellos rasgos míos eran cosa de la mezcla con los de mi padre. La mujer me miró, y sus ojos violáceos me pedían ayuda. La dama hacía que todo su cuerpo fuera atravesado una y otra vez por aquellas espadas, lanzas y hachas que atacaron a mi familia siendo yo una niña. La mujer sufría, y moría una y otra vez, sólo para volver a la ida y seguir sufriendo.

- ¡¡¡MADRE!!!

Abandoné la vera de Konrad para correr hacia la dama. Había caído en su trampa... Una trampa...

¡¡¡Espera, no!!! No puede ser ella.

No, mi madre no podía estar dentro de aquella dama. Mi madre ya murió, en aquella batalla. Mi madre ya me abandonó hace tiempo, y ningún trato con ningún dios me la había devuelto. Me detuve a tiempo de no ser engullida por la estatua hueca y llena de pinchos. Hasta mí llegó de nuevo la voz de Gheorghe.

Un sifón de Apariciones...

Sí, un objeto cuya existencia yo conocía seguramente por alguno de los libros o de las historias que contaba el Profesor. Pertenecían a la Orden del Ojo Palatino, y ninguno de nosotros tenía relación con esa Orden. Tan solo habíamos conseguido aquella caja que el Profesor escondió en el falso féretro.

Y si la caja pertenecía a la Orden, su contenido también. ¿Y si esos viales son lo que Gheorghe pide?

No había mucho tiempo para pensar y averiguar. Menos era no hacer nada. Apoyé el hacha en la dama, pues era lo que tenía más cerca, a pesar de que Velkan se había emprendido en golpes contra ella, me quité la mochila y saqué la caja. La abrí, y allí estaban esas "botellitas".

Espero que funcione.

Era fácil saber cómo se abrían. Un simple giro. Lo demás ya fue cosa del propio vial. Absorbió buena parte de la energía negativa de la sala, aunque no toda. ¿Podría terminar el trabajo usando otro vial?

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27/05/2018, 21:46
(CC) Doctor Querio Vandel.

Tras el grito de Sascha, la mazmorra quedó en completo silencio por unos instantes. Ya no se escuchaba ruido de pánico y desconcierto, ni a Velkan aporreando y mellando el filo de su hacha contra la dama de hierro. Querio se empezó a preocupar. Desde los pasillos del Dominio del Segador no tenía una visión clara de lo que pasaba en la sala de torturas. ¿Y si todos habían muerto? ¿Y si solo quedaba él? Podría intentar huír. También podría correr hasta la zona de peligro para recoger las llaves y la placa, claro... Ser un héroe. Pero escapar era la decisión sensata, supervivencia básica, la cautela como escudo que te mantiene con vida.

El Doctor Vandel miró en dirección a la salida. Tendría que cruzar un largo pasillo, pasar al lado de dos puertas entreabiertas, atravesar la intersección, chapotear en la zona inundada... Todo eso sin que nada sobrenatural le asaltase. Y luego estaba la cuerda... dioses, qué agobio. Esa sensación de estar trepando por una cuerda vertical, desprevenido, queriendo mirar hacia abajo para asegurarse de que nadie le perseguía, y diciéndose a sí mismo que no lo hiciese, mientras los ruidos propios del eco de una cueva y sus corrientes de aire le hacían un nudo en el estómago.

¿Todo bien ahí dentro, chicos?

Por favor... contestad. No puedo hacer esto sin vosotros.

Contuvo el aire, esperando una respuesta que no acababa de llegar.