Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 6- Prisión de Piedra Alzada.

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30/09/2018, 13:31
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

El bardo no estaba pasando por sus mejores momentos, es más, la situación cada vez era más crítica. Las visiones de su nombre escritas en las paredes con sangre eran más frecuentes e iban atormentándole a cada paso que daba.

Al igual que un autómata, inició el camino hacia la prisión, intentaba mirar a su alrededor para ser consciente de actividad enemiga, pero las letras lo distraían y su percepción a causa de sus nervios era muy escasa. Después de largos minutos lograron llegar a la prisión, junto al grupo llegó a la cuerda para descender hacia el interior de la oscuridad.

Durante el trayecto, Réquiem compartió unas pocas palabras con su hermano Konrad. El joven dramaturgo no tenía mucho ánimo de iniciar una conversación. Réquiem prestó atención al Doctor Quiero Vandel y afirmó a sus palabras sin participar en la charla.

Al llegar a la cuerda,  con torpeza, el joven de la familia Mykephoros logró descender hasta el interior. Sintió el agua en sus pies y dando zancadas grandes salió del agua. Se sacó el calzado para quitar el agua y volvió a ponérselo. El poeta avanzó hacia el lado del Doctor y se quedó allí a la espera que el grupo se agrupara para continuar su misión por el interior de la prisión.

Réquiem intentaba tener la vista a su alrededor, pero la presencia de esas letras lo ponían cada vez más nervioso, el peso de aguantar ese libro le iba pasando factura a cada minuto que pasaba.

<< ¡El  Hombre Andrajadura! >>

Con tantos enemigos en su mente, los pasos de Hombro izquierdo hicieron alertar al poeta que se apartó de un salto, en su mente, solo había hueco para sus dos enemigos “El Hombre Andrajoso y El Hombre Salpicadura“.

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30/09/2018, 13:34
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

EXTERIORES DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

Durante el trayecto Réquiem respondió a una pregunta de su hermanastro Konrad.

- “No estoy bien, tengo visiones y veo mi nombre escrito en sangre a cada rincón. En los arboles, en las paredes, rocas, suelo… he tenido visiones de Hean Feramin. Tenemos que terminar con ese ser de una vez por todas y deshacerme del maldito libro.”

Estaba apurado y cada minuto que pasaba iba en su contra – “Intentaré dar lo mejor… pero todo en este mundo tiene un límite Konrad”

Alexei cesó la conversación, no tenía ganas de hablar, debía concentrarse en mantenerse cuerdo y dedicar todas sus fuerzas en continuar hacia delante sin derrumbarse.

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30/09/2018, 19:02
(CC) Cazador.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

El "Cazador de Monstruos" ... así le habían llamado sus primos durante su etapa de timador. Porque eso era lo que había sido. Un fraude. Una mentira. En parte el joven Cosmin sentía alivio por haberse soltado aquella carga. Nunca había estado cómodo del todo con aquellos dos. Pero ahora, en el interior de aquella prisión maldita, sintió el frío tacto de un miedo real, provocado por la presencia de monstruos reales.

Aunque no todos eran de carne y hueso...

Se había caído en el agua a las primeras de cambio, y ahora las gotas le bajaban por la cicatriz de su cara y tenía la ropa empapada. Comprobó una vez más el funcionamiento de su ballesta.

No seré un Cazador de Monstruos de verdad. No soy el más fuerte ni el más preparado. Pero mi disparo es preciso. Hostigaré a todo aquello al que nos enfrentemos. No seré una carga para ninguno de ellos.

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30/09/2018, 20:26
(SA) Nigromante (Dyonisius).

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.


Era inútil. A pesar de sus intentos por recuperar la limpieza y sequedad a su lujosa túnica, Dyonisius tenía que reconocer que sus esfuerzos no habían sido en absoluto fructíferos.

Estoy seguro que conocí un truco, antes de mi amnesia y renacimiento, para limpiar mis ropas. ¡Por todos los dioses, lo que daría por recordarlo ahora! Musitó para sí, enfadado y tremendamente molesto mientras seguía tratando de limpiar y secar la túnica.

Inútil sin embargo. Como sus deseos de evitar la muerte de sus amigos. O de ser absorvido por las tinieblas que le habían llevado a este lugar. Se había dejado convencer por la íntima convicción que, de no hacerlo, moriría un desconocido. ¿Y a él qué más le daba?

Sin embargo, nada más pensar tales cosas, una profunda sensación de congoja y arrepentimiento se apoderó de él. Sí, le importaba. Y le agradaba haber podido evitar ese futuro para ese desconocido sacerdote al que, extrañamente, se sentía tan cercano. Pero la muerte de Gabriel pesaba como una losa. Tras unos instantes de duda, se despojó de la túnica, que dejó cuidadosamente colgada de las paredes de la gruta, en un lugar donde no fuera a caerse, y de caerse, no lo hiciera sobre agua, ni barro, ni suciedad, presta para secarse y limpiarse, y recogerla cuando volviera. Al hacerlo se volvió a quedar con los restos del pijama de paciente del asilo mental en donde, en otro plano, había empezado su aventura. Recogió de su túnica lo que pudiera llevar, especialmente su bolsa de conjuros, que aseguró a sus nuevos ropajes. Meneó entonces la cabeza y, tras un segundo de duda, se acercó a Alexei, y habló unos instantes con él, mientras esperaban el regreso de los ausentes, antes de reanudar la marcha.

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01/10/2018, 17:58
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

Konrad había vuelto a subir por la cuerda para acompañar a Sascha a por otro de esos objetos, posiblemente maldito, en previsión de lo que pudiera pasar. Además deseaba poder hablar a solas con la mujer, a la que econtraba tremendamente rara, más de lo normal. El caso es que, nada más coger el hacha manchada de sangre, se le quitaron las ganas de dirigirle la palabra.

Más vale que hagamos esto rápido.- El camino de vuelta lo hizo detrás de su Ama de llaves, no por verla ese trasero tan bonito que tenía, como había hecho muchas veces, sino para cuidarse las espaldas. Le daba la impresión de que, al igual que él mismo, podía llevar una bestia sedienta de sangre en su interior y que, si se despistaba o la contrariaba en algo, nada podría deternerla en sus ansias por cortarle la cabeza.

Quizá haya sido demasiado duro en algunas ocasiones...- Pensó, aunque precisamente lo que decían de él es que era demasiado blando con el servicio.

- No te quedará algo de opio...- Se atrevió a murmurar, más para sí mismo. Sascha había domado a la Bestia con sus drogas y a lo mejor sería bueno que se fumara un poco de esas hierbas para controlarse, al menos mientras portara ese hacha maldita y de aspecto tan mortífero.

Afortunadamente el camino fue corto y pronto se vieron bajando de nuevo por la cuerda hasta los sótanos de la prisión. Allí se topó con el peculiar grupo, por no llamarlo de otra forma

- Ehm...- Los ojos del noble se posaron en su inestable hermanastro y en el Nigromante que hablaba con él, vestido ahora con harapos. A su vera estaba la furiosa Sascha y por otro lado el achacoso Vandel, el inexperto Cazador y...bueno, al menos estaba allí Gruñido, ya con su arco preparado.- Gruñido, dime por donde hay que ir.- Tampoco era Konrad la mejor compañía para aquella batalla.

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02/10/2018, 10:26
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

Mientras caminaba por el sótano de la Prisión temiendo una airada reacción de su Ama de Llaves Konrad trataba de entablar conversación con Gruñido y Vandel para que le contaran más detalles de su enfrentamiento con el espectro del hombre Salpicadura.

- Así que era un mago...estupendo- Al parecer volaba y lanzaba rayos y centellas. Por si fuera poco ser un espectro casi intangible reforzaba su cobardía invocando terribles criaturas para que acabaran el trabajo por él. Desde luego el noble estaba preocupado. Si al menos fuera un mago de carne y hueso y La Bestia saliera al exterior, ésta podría agarrarlo del pescuezo y apretar hasta que le partiera el cuello con un sonoro crujido que la dejaría satisfecha. Sin embargo, al ser un ente intangible, no provocaría más que frustración en su musculoso y verdoso amigo, quizá pagándolo con sus propios compañeros. Trató de alejar la imagen de una Bestia combatiendo con una furiosa Sascha.

- Entonces debemos pasar por el pasadizo donde vivía el limo ese, ¿verdad?- Dijo aún rememorando el terrible incidente que dejó a Sascha medio desnuda.- Eso nos obligará a pasar en fila india. Supongo que tras el pasadizo llegaremos a tras zona de celdas y hablasteis de que había agua encharcada allí. En cuanto lleguemos debemos tomar posiciones rápido y dejar espacio a Gruñido para que tenga tiro. Si el espectro convoca monstruos los demás tendremos que hacerles frente para darle tiempo a Gruñido a disparar. Sascha y yo mismo podríamos ocuparnos de las bestias que convoque.-Miró a los demás sin saber muy bien qué deberían hacer ellos y tratando de no pensar demasiado en su propia inutilidad como combatiente.- Alexei que continúe escondido con el libro para tratar de debilitarlo. Cazador y Vandel podrían ayudar a recuperar las flechas y darnos apoyo. Tenemos poca munición y eso es preocupante si no podemos dañar al espectro en una lucha directa. Quizá usar agua bendita o utilizar las pocas pócimas curativas que nos quedan, si fuese necesario. Lo que sea. Yo tengo un vial de bendita y varias pócimas. ¿De cuántos más disponemos?Tenemos el libro que porta Alexei, el hacha de Sascha y las flechas. ¿Algo más que pueda ayudarnos?- Desconocía las habilidades de Nigromante, aunque algo le decía que podrían ser de gran utilidad.- Dyonisius, apenas nos conocemos...- No le parecía por su físico el "Velkan" del grupo del otro lado.-¿Cómo deseas ayudar en esta peligrosa empresa?- Imaginaba que deseaba acabar con el Hombre Salpicadura tanto como ellos, pues parecía albergar por el difunto Gabriel Alarico un afecto sincero.

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02/10/2018, 23:50
(SA) Nigromante (Dyonisius).

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.


No respondió el mago de inmediato mientras meditaba en las palabras de Konrad. Tras esto pareció meditar y finalmente negó con la cabeza.

- No esperaba enfrentarme a algo así, y mi poder está muy reducido desde mi... recuperación. Sin embargo tengo varias cosas que pueden ayudar- saca una daga- Esta daga es mágica y puede ayudar. Del mismo modo, alguno de mis conjuros puede causar daño a ese ser, y quizás, con mucha suerte, hacerle huir. No será mucho daño pero... todo ayuda, supongo. Del mismo modo uno de los objetos mágicos que he guardado puede servirnos de ayuda. Es una Vela de Protección Espiritual. Si la enciendo crearé un círculo de humo de unos tres metros de radio que el fantasma  no podrá pasar. Si no nos ataca con conjuros, sino físicamente, por no tener más magia... y si no puede salir de la zona donde le hemos visto, quizás podamos tenerlo lejos mientras vuestras flechas lo destruyen. No es seguro que no pueda salir de esa zona, pero tampoco es descartable. Si fuera así, tal vez podamos matarlo sin demasiada dificultad. Pero prefiero esperar a que termine con sus conjuros. Si no, perderemos el objeto para nada. 

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04/10/2018, 15:20
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

Alexei había tenido una escueta conversación con Nigromante antes de iniciar la marcha hacia su próximo destino, la aparición del mago llamado Hean Feramin.

Mientras avanzaban, pequeñas conversaciones había en el grupo. Una vez acató la estrategia de su hermanastro Konrad Mykephoros, el heredero de la noble familia, decidió seguir avanzando para llegar antes a la grieta de la pared, para entrar y avanzar con mucha más cautela y en silencio.

El objetivo de Alexei, era mantenerse oculto a ojos de la aparición para poder aprovechar el libro y dañarle de forma directa y sin exponerse para no ser objetivo de ataque.

En la mente del bardo se repetían las frases del nigromante, esa vela le serviría para protegerse y así continuar dañándole con el libro. Aunque primero debería de sobrevivir a todos los conjuros de su enemigo, una tarea nada sencilla para el débil bardo. Mientras avanzaba pudo ver como Sascha tomaba la iniciativa, intento seguirla, pero la mujer estaba deseosa de continuar hacia delante, luego le adelantó el Doctor y en el interior de la gruta se quedó Alexei.

<< Queda poco y esta vez es un todo o nada… >>  

Tenía miedo, estaba acojonado, pero debía de seguir hacia delante si quería seguir vivo y resolver todo lo que estaba sucediendo y así poder recuperar sus recuerdos y su vida.

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06/10/2018, 19:41
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

La obstinación de Sascha, quizá acrecentada por la insana locura que emanaba ese hacha maldita, obligaba a los demás a precipitarse.

Muy conveniente.- Konrad aceleró el paso pues ya conocía que el camino estaba libre de trampas y enemigos. Aunque sólo le habían contado lo sucedido se podía hacer una idea del gran peligro que suponía enfrentarse a aquel espectro. Atravesó el pasadizo que había sido el hogar del limo corrosivo y consiguió llegar al otro intacto hasta con las ropas intactas, a pesar de la estrechez del túnel. Una vez allí vio como aparecía de la nada una enorme araña y que su Ama de Llaves se enzarzaba en fiero combate contra ella. Detrás iba el pobre y temeroso Vandel...

¡Voy!- Pero no había llegado a viejo por despreciar su propia seguridad así que se tomó su tiempo para colocarse la pequeña rodela con la que le gustaba entrenar. Era un buen pugilista , pero entrenar con Sascha y Rhakan requería algo de protección metálica. Los demás venían detrás. Alexei con el libro, el mago con sus trucos y, sobre todo, Gruñido con el arco. Por su parte Konrad ya escuchaba los tambores de guerra, cada vez más intensos.  La furia en su interior que hacía que las venas de las sienes le palpitasen a un ritmo frenético.

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06/10/2018, 22:24
(CC) Cazador.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

El Cazador aumentaba el ritmo de las zancadas por aquella grieta desconocida. Todo se precipitaba a su alrededor, y Sascha quien iba en cabeza ya estaba luchando a jugzar por los ruidos que le llegaban. Agarró su ballesta, y repitió mentalmente el plan.

No te separas de Gruñido. Vive. Recupera flechas. Mata arañas. Evita espectros. Sobrevive.

Nunca antes había sentido tanto miedo. Sabía que no estaba preparado, pero al mismo tiempo comprendía que para una contienda así nadie lo estaba nunca. Pronto se iba a ver hasta dónde alcanzaba su valor y su temple.

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07/10/2018, 21:52
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

No quería. No podía escuchar a nadie. Apretaba la mandíbula y avanzaba sin pausa para poder calmar lo antes posible las ganas de clavar el hacha en algo vivo. O muerto.

No quise prestarle atención a Konrad pues temía no poder controlarme.

Vamos. Vamos. ¿Dónde está esa araña? O ese maldito espíritu. O lo que sea. Vamos, ven a por mí.

Al llegar a la sala mi petición no se hizo esperar. Aún intentaba controlarme, pero no dudé en atacar a la araña, dañándola y sintiéndome bien por ello. Aunque no todo me salió bien, pues ella también me alcanza, consiguiendo hacerme sentir débil. Eso fue la gota que colmó el vaso.

Por instinto miré a Konrad, y recordé sus transformaciones cuando se ponía nervioso o se enfadaba. Mi reacción no fue igual. Mi tamaño no cambió demasiado, ni tampoco mi color de piel, pero la tensión comenzó a hacer salir mis tendones a la superficie, marcándolos exageradamente. Las pupilas se extendieron haciéndo que los violaceos iris apenas fueran un fino anillo a su alrededor, y se movían menos. Se centraron en la araña.

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08/10/2018, 16:57
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

La presión que soportaba el noble era una carga muy pesada. Y no sólo era el llevar a buen puerto una misión anteriormente fracasada, sino la presión real que sufría su cuerpo ante las acometidas de la Bestia.

¡PUM, PUM!

Retumbaba como un ariete contra la desvencijada y vieja puerta que era su cuerpo. Lo notaba convulso, como si los pulmones y las entrañas se le hincharan demasiado, incapaz de contenerlos en la final piel que los rodeaba. El dolor por los golpes recibidos de los proyectiles mágicos habían sacado fuera de sí a La Bestia, que clamaba por salir.

¡ESTÚPIDO HUMANO! ¡DEJAR A LA BESTIA!¡GROOOOAAARG!

Era una tentación, desde luego. Dejarse llevar, ceder la voluntad a aquella Bestia, quizá un semidios, para que tomara el control. ¿Acaso no aplastaría en un santiamén a aquella insignificante araña? ¿No les ayudaría incluso contra el Hombre Salpicadura? Pero Konrad era un noble y, criado como tal, tenía su orgullo.

¡NO!- Aunque fuera por llevar la contraria a La Bestia, por marcarle quién mandaba allí y no ceder a sus pataletas, Konrad se resistió con todas sus fuerzas. Soltó la linterna que portaba en sus manos y aferró con fuerza la lanza larga. No había arma igual que pudiera representar a la nobleza. Lanzó una fuerte lanzada contra la araña atravesándola de lado a lado.

¡Yo soy quién manda aquí y tú saldrás cuando a mí se me antoje!

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08/10/2018, 17:16
(SA) Nigromante (Dyonisius).

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.


El mago no acertaba a comprender como podía haberse quedado retrasado. Sin embargo, no importaba. Los ruidos indicaban que el combate había comenzado, y no había posibilidad, ni espacio, para el error. Con toda la velocidad que le era posible atravesó los estrechos pasillos, invocando la mano espectral, y con el propósito de usar la energía positiva contra ese ser.

Y eso hizo, aunque, desgraciadamente, el primer intento de golpear al Hombre Salpicadura fue un fracaso. Miró hacia el mismo, dispuesto a volver a intentarlo.

Y más vale que sea pronto. El combate no va ni mucho menos lo bien que me gustaría. Pero hasta que no se le acaben los conjuros es locura usar la vela.

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09/10/2018, 23:43
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

 PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

El poeta seguía a la mujer hacia su objetivo, terminar con la vida de la tenebrosa y maligna aparición del mago llamado Hean Feramin, el Hombre Salpicadura. La bruja, cegada por una furia sin límites, se encaminaba decidida hacia el enfrentamiento con una celeridad e ímpetu que impresionó al bardo. La temeridad de esa mujer era lo contrario a la cobardía del poeta. Alexei avanzaba con cuidado, algo deprisa, no por querer llegar antes y luchar contra el mago, sino que su intención era evitar a toda costa esas letras rojizas que se escribían en la pared, reflejando el mote de Réquiem.

Al entrar en la grieta, Alexei se agachó para caminar en sigilo y no hacer ruido. Su intención era ocultarse y así romper las páginas del libro para dañar a la aparición mientras sus compañeros lo distraían y terminaban con las bestias que invocaba el maligno mago.

Sascha y el Doctor habían llegado a la sala para enfrentarse a la aparición, Réquiem se apartó para dejar pasar a sus compañeros e iniciaran el combate. La actuación del bardo no se hizo esperar y manteniéndose a escondidas entre los escombros, a una distancia prudencial para poder ocultarse y a la vez dañar a su enemigo. Alexei rompía las hojas del libro maldito, estaba dispuesto a terminar con la vida de ese ser.

En la posición que se encontraba, poco podía hacer para ver a sus compañeros. Él seguía manteniendo la misma distancia con el Hombre Salpicadura, seguía rompiendo y rasgando las páginas del libro maldito.

Los ojos de Réquiem brillaron durante unos segundos al ver como Hean Feramin desaparecía y su esencia se encerraba en el libro.

Los susurros de Réquiem hacia el libro se silenciaban entre las acciones de sus compañeros de aventura para terminar con la araña gigante.

- “¿Quién ha ganado eh? ¡Jódete aparición desgraciada! ¿Quién manda aquí? ¿Eh? Réquiem… sí, el joven y esquifido poeta te ha encerrado en el libro pequeño desgraciado… ¿Quién se ríe ahora eh? ¿Un ser digno de estudio? Púdrete en el maldito infierno hijo de puta…” -  

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11/10/2018, 16:03
(CC) Doctor Querio Vandel.

El Doctor Vandel miró alternativamente a su daga y a la araña muerta que había ante él. El fallecimiento de aquella alimaña no tenía sentido. Querio había estudiado algo de magia, no como lo haría un mago sino como lo haría un investigador. Sabía que tarde o temprano el conjuro menguaría su poder y las criaturas convocadas se desvanecerían. Sin embargo, se había dejado llevar por la vorágine del combate en lugar de escurrir el bulto. Y por su culpa, aquella araña había acabado...

Era más sencillo ser un cobarde. Que se rían de ti unos pueblerinos por no pelear en el entierro de tu mejor amigo. Que luchen otros por ti, mejor pertrechados, en los pasillos en los que no pueden pelear todos. Que los demás persigan a unos esqueletos por la calle, mientras te quedas defendiendo la casa de Kendra. No hay honor que proteger por encima del respeto a la vida. ¿Qué le importaba a él que le tacharan de nada, mientras estuviese en paz consigo mismo?

Pero la víctima de su daga no tenía culpa, y enfrentaba a Querio con sus propios fantasmas. No debió librar aquella batalla, pues era su conciencia la que salía mal parada. Había pasado mucho tiempo desde que Vandel no mataba (salvo por aquellas ladillas voladoras chupasangre que espachurró en estado de embriaguez, sucesos neblinosos en su mente), desde aquella vez...

Luego necesitaría meditar seriamente en ello para encontrar de nuevo la paz interior. Tal vez denigrase a la araña, bicho infame, para no tener en cuenta en las muescas de su roto bastón. Tal vez se convenciese de que fue defensa propia. Tardaría un tiempo, pero lograría dejar atrás aquel pecado, como lo hizo en su momento con las estirges que mató. Como lo hizo hace años, cuando le quitó la vida al sospechoso de aquel viejo caso.

¿Estáis todos bien? Yo estoy herido, pero no es grave.

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12/10/2018, 09:29
(CC) Doctor Querio Vandel.

He de decir que creo que aún tenemos una pequeña posibilidad de recuperar a nuestros amigos. Hemos dado por hecho que solo uno de ellos podrá volver, a través del Nigromante, pero nuestro conocimiento sobre el funcionamiento de las brumas amarillas son como las de un niño ante la comprensión del universo. Debemos llevarnos el cuerpo de Buscador de la Verdad. A pesar de que esté muerto, puede que la transposición funcione una última vez. Hay que asegurarse de que el hermano de Konrad o el joven escudero estén en unas condiciones decentes si logran volver.

En la mente del Doctor Vandel se dibujaba la imagen del cuerpo de Buscador de la Verdad en el fondo del pozo, y Gheorghe materializándose en su lugar, herido, inconsciente y condenado a ahogarse. ¿Las arañas del Hombre Salpicadura habían tirado a Gabriel Alarico a aquel pozo o era solo que los ojos cansados de Querio no se habían preocupado de verle sobre los cascotes? El Doctor Vandel envainó su daga y sacó de la mochila un cetro solar. Aquella herramienta alquímica era la única fuente de luz que no se apagaría al entrar en contacto con el agua.

Debemos registrar la zona inundada del centro de esta sala-dijo con decisión.

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12/10/2018, 09:41
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

- Sí, estoy bien.- Contestó Konrad, pero sus ojos miraban inquisitivamente a su Ama de Llaves.- ¿Sascha?- Habían acabado con el espectro, al menos temporalmente. Ahora debían devolver el libro a Vesorianna para que no pudiera regresar a hacer maldades.- Creo que lo mejor será ir cuanto antes a ver a Vesorianna y devolverle los objetos para que los custodie. Pero antes busquemos el cuerpo de Alarico. Se merece una digna sepultura.- Se dirigió a recoger su linterna y palmeó la musculosa espalda de su cochero.- Buen trabajo, Gruñido. Veo que no has perdido puntería.- Se había ganado con crecer la posesión de ese excelente arco. Tras felicitar a su sirviente se unió a Vandel en la inspección de la masa de agua del centro de la sala.

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12/10/2018, 12:18
(CC) Konrad Mykephoros.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

El noble, al que no se le caían los anillos por hacer tareas correspondientes a aquellos de clase más modesta, se remangó la camisa y tomó su lanza larga para inspeccionar la superficie del charco de agua de aspecto espantoso que gobernaba el centro de la sala.

- Mmmm.- Metió el hasta del noble arma hasta el fondo y no dio con tope alguno que la refrenara, lo cual le sorprendió.- Es más profundo de lo que pensaba.- La agitación de las aguas de la superficie y la débil luz del de su linterna le permitieron atisbar algo.-Veo entre los escombros muestras de arrastre del cuerpo de Buscador de la Verdad.- Confirmaba así que había sido tirado al pozo.- Hay huellas de patas de araña por lo que imagino que una de ellas lo habrá hecho.- Ser parte del Clan de la Gorra Roja daba ciertos conocimientos de rastreo. Pero no sólo cultivaba ese tipo de habilidades, sino que su formación como noble le daba amplios conocimientos en otras muchas materias, por ejemplo la ingeniería.-No se trata exactamente de un pozo, sino lo que se conoce como una Celda de Castigo. Se usaban en la época en que se estilaban este tipo de prisiones en Ustalav y se reservaban para los peores condenados.- Un escalofrío recorrió el cuerpo de Konrad pensando en el sufrimiento que podría haberse dado en aquel profundo y oscuro lugar.- Seguramente, con las décadas de abandono y las filtraciones, porque parte de la prisión (la que da al cementerio) se ha colapsado e inundado con la lluvia, han hecho que el agua acabara anegando esa celda de castigo, el calabozo secreto, como también se le llamaba. - Konrad negó con la cabeza mientras sacaba la lanza , la secaba y volvía a colocársela a la espalda.- Me temo que habrá que sumergirse y nadar para recuperar el cuerpo.- Su mirada se dirigió instintivamente a Gruñido, conocedor de sus habilidades como nadador.- Eso sí. Acordaos de lo que hemos sufrido aquí en la Prisión. El punto frío, el horno, el laboratorio...todo está impregnado de energía maligna y no quiero saber qué podría pasar si nos metemos en esa Celda de Castigo anegada de agua. Como mínimo deberíamos asegurar al que se meta con una cuerda.

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12/10/2018, 20:08
(CC) Cazador.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

Cazador notó cómo su mano temblaba ligeramente al guardar la ballesta después del combate. Todo había sucedido muy deprisa, mucho más de lo esperado. Las arañas gigantes habían sido derrotados, y el espectro no estaba ya. Aunque podía volver. Mientras recogía alguna flecha, miró en dirección a la celda inundada.

Escuchó con atención las palabras de Konrad describiendo la celda de castigo. Sintió miedo, pero al mismo tiempo comprendió que la única manera de sobrevivir a aquel lugar era acabar con los enemigos. Y para lograr ese objetivo, cada uno tenía que aportar lo suyo.

-Puedo descender yo, se ofreció. En su infancia en el bosque había aprendido a nadar en los arroyos. Se le daba bien. Bien era cierto que este lugar era muy diferente a aquello. No sabía lo que le podía esperar allí abajo, pero estaba claro que era mejor para todos tener a Gruñido con las manos libres para luchar que sumergido y atado a una cuerda.

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13/10/2018, 01:43
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

Réquiem seguía sin creerse del todo su victoria ante el Hombre Salpicadura, habían logrado terminar con ese ente de una forma temporal. Él lo sabía, el dramaturgo sabía que ese ser estaba encarcelado dentro del libro. Lo supo en el mismo instante que terminaron con su existencia, ahora la pesada carga de tener a esa criatura encerrada recaía en sus hombros como si fuera una montaña.

La mirada de Réquiem al Doctor Querio Vandel fue suficiente para que el hombre supiera que el dramaturgo no estaba nada bien, sus ojos y rostro reflejaban un cansancio excesivo, su magia bárdica estaba ausente en su totalidad y hasta su voz perdía fuerza por cada minuto que pasaba. Escuchó la hipótesis del doctor, pero no tenía su mente para empezar a darle vueltas y se limitó a asentir. Ahora su mente tenía otros problemas, sentía una voz en su cabeza que no le decía nada en concreto, parecían gritos de rabia que zumbaban a una intensidad desgarradora, como golpes a una pared.

Un largo suspiró salió de los labios del poeta, allí pudo ver a su hermanastro, estaba vivo y eso le reconfortaba un poco. Afirmó ante la idea de ir a ver a Vesorianna y entregarle el libro maldito. Alexei acomodó su mano en el borde y miró hacia abajo para observar parte del cuerpo inerte de Buscador de la Verdad.

- "Estoy de acuerdo contigo Konrad, debemos dejar el libro se está haciendo demasiado pesado portarlo… no sé si podré aguantar mucho más." -

Parecía ser que todos se centraron en el pozo, pero sus ojos pudieron ver como Sascha tomaba la iniciativa y allí se la quedó mirando como marchaba. Sin perder más tiempo, el poeta se encaminó hacia ella y empezó a andar.

- "¡Sascha! ¡Espera! ¿Dónde vas? ¿Puedes acompañarme a dejar el libro?" – le preguntó a la mujer, pudo ver su aspecto, estaba gravemente herida – "No vayas tan deprisa…" -