Partida Rol por web

Historias de Horror I.

CC: 6- Prisión de Piedra Alzada.

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28/05/2018, 03:55
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

El terror de la dama de hierro es una amenaza siempre presente. No termino de borrar la imagen de mi hermano en su interior cuando Velkan ingresa en el artefacto, para ser encerrado en su interior. Cuando sale, se le ve herido pero estable, por lo que centro mis atenciones en examinar rápidamente el cuerpo que está en el potro.

Mi examen dice que es el cuerpo del alcaide y que fue sometido a terribles torturas previas y posteriores a su deceso. Después de mirar con un poco más de atención, veo su placa en el interior de una mandíbula dislocada y con dientes rotos, exponiendo que claramente fue forzada en su interior con violencia. También encuentro junto a Gheorghe las llaves en el interior de su pelvis. No quiero siquiera pensar como llegaron ahí.

Pero entonces la canasta sobre su cabeza salta y dos manos cortadas comienzan a moverse rápidamente hacia nosotros. Sin pensarlo dos veces, lanzo un corte a una de las manos, haciendo un corte en su dorso pero no lo suficiente para cercenar sus tendones. Sin esperar lanzo un segundo corte y la parto por la mitad, acabando con su antinatural animación. La segunda es acabada por mis compañeros, acabando con esa amenaza.

Pero la dama de hierro sigue ahí y sigue intentando tentar a los presentes para que ingresen y sean dañados por su extraña maldición. Es hora de apurarnos para salir de aquí lo antes posible.

 - ¡Debemos salir de aquí ahora!"

Meto mi mano en la boca del esqueleto y tiro con fuerza para arrancar la placa del interior. No me detengo a pensar en lo indigno de la situación del alcaide pues me queda claro que el espíritu de aquel buen hombre no está aquí pues es por esto que los espectros están atacando Ravengro. Lo único importante es irnos de aquí luego y haremos lo que sea necesario para ello.

Konrad saca el cuerpo completo mientras Velkan intenta golpear el artefacto de tortura. Pero de pronto, Sascha utiliza uno de los sifones de la orden del Ojo Palatino y todo se acaba. Vemos las ilusiones salir del interior de la dama de hierro y el ambiente cambia completamente pues las apariciones y maldiciones en el interior de esta habitación han sido absorbidas. Solo un profundo silencio inunda ahora todo nuestro alrededor, en el que parece que ya no sabemos qué hacer.

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28/05/2018, 19:23
(CC) Velkan Matacambiantes.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Seguía sangrando y dolorido, su cuerpo no estaba en buen estado tras su paso por la dama de hierro. Quizás por ese motivo estuviera lento y torpe fallando golpes que en ocasiones anteriores nunca hubiera fallado. Aquellas cortas y débiles manos resistieron más de lo esperado e incluso una de ellas logró atacarle poco antes de que la espada del paladín acabara con ella. Tras ese breve encuentro se giró con velocidad buscando a más enemigos. Sus compañeros estaban haciendo algo que él no sabía, ni entendía así que optó por ignorar eso y se centró en el mayor peligro que él era capaz de identificar.

Agarró su hacha y golpeó con tremenda fuerza a la dama de hierro para evitar que continuara dañando a los presentes. El primer golpe fue fuerte y duro pero no sirvió para mucho. La trampa mortal a la que se enfrentaba estaba hecha de duro metal y encantada iba a necesitar muchos golpes para acabar con ella, seguramente demasiados. Con la intención de acabar con eso cuanto antes Velkan puso su escudo a la espalda y agarró su hacha con dos manos apretando con fuerza el largo mango del hacha para descargar otro golpe potente, más que el anterior. Velkan conocía la potencia de sus ataques y sabía que uno de esa magnitud podría haber partido a la mayoría de los enemigos que se había enfrentado no obstante no era suficiente como para destruir al instrumento de tortura que tanto le había dañado.

Antes de alzar sus brazos para golpear de nuevo se detuvo en seco pues algo sucedió que finalizó con el peligro de forma temporal y el salvaje pudo volver a respirar tranquilo.

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29/05/2018, 01:37
(SA) Gheorghe Mykas.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Gheorghe ya había aguantado sin apenas inmutarse un envite de la dama de hierro cuando, tras deshacerse entre todos de las dos manos no muertas que intentaron acabar con ellos, aquella aparición monstruosa volvió a asaltar mentalmente al paladín, esta vez con otra imagen dentro del aparato de tortura. Pero eso fue lo único que varió, pues el efecto que consiguió fue el mismo que la última vez. 

Las ilusiones y fantasmagorías sólo tenían efecto contra aquellos que no contaran con una fuerza de voluntad y determinación lo suficientemente sólidas. Pero, en el caso del paladín, su voluntad era adamantina, así que no caería en esa clase de trampas mentales. Y ya se estaba preparando para resistir un tercer ataque cuando Sascha, usando un segundo sifón, acabó con aquella aparición. 

-¿Estáis todos bien?-preguntó Gheorghe, aún tenso. 

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31/05/2018, 00:49
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

De repente, la sala sólo era eso, una sala. Una habitación más. Parecía que los sifones habían funcionado y con la Aparición anulada ya no había peligro. Observo que Janos se hace cargo del estado de Velkan, así que decido atender a Konrad, que dice haber visto una especie de pasadizo.

Intento estudiarlo, hacha en mano, pero me es imposible ver nada.

- Esperad, vamos con cuidado. Revisemos bien este sitio. Puede que haya algo más que la llave del alcaide. Además, votaría por destruir los objetos de la sala ahora que ya no están poseídos, pues es posible que la anulación de la Aparición no dure para siempre. Si tuviéramos que volver a pasar por aquí no quisiera volver a tener que enfrentarme a esa maldita dama de hierro.

Dicho eso, regreso a por la caja y los sifones usados, que había dejado en el suelo. Gheorghe ya se había percatado de mi despiste y me los tiende tras recogerlos. Los guardo de nuevo en la mochila, mientras pienso qué uso podrían tener los sifones usados.

¿Se podría soltar la Aparición contenida en algún otro lugar?

Después, me intereso por Velkan.

- ¿Puedes hacer algo por él? - Le pregunto a Janos.

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31/05/2018, 20:01
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

El peligro inmediato e la dama de hierro ha pasado y es hora de continuar. Guardo entre mis pertenencias la pequeña placa de metal para entregársela a Vesorianna cuando llegue el momento. Tomo también las llaves que están en la cavidad pélvica del difunto alcaide, para después guardarlas también. Con eso tenemos todo lo que necesitamos del cuerpo y solo nos queda continuar.

Pero con todo el peligro, no había tenido tiempo de revisar el daño que Velkan tiene sobre sí. Me acerco al bárbaro y comienzo a revisar lo que son sus heridas.

Entiendo de inmediato que es de naturaleza espiritual, no heridas reales sino una suerte de maldición, mas eso mismo la vuelve mucho más compleja de tratar pues con un tratamiento de heridas convencional no mejorará nada. Lo que se necesita en este momento es un componente mágico de otra naturaleza:

 - "No estoy seguro. Dame un momento para pensar."

Medito acerca de todo lo que he aprendido en los libros y que me enseñaron mis hermanos de monasterio acerca de aflicciones espirituales y maldiciones. Entiendo el daño que ha causado en el cuerpo de Velkan y pienso en si se obtendría un buen resultado tratando el daño sin considerar la maldición causante.

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31/05/2018, 22:39
Historias de Horror.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Janos está examinando las macabras heridas del salvaje Gorra Roja Velkan el Matacambiantes, cuando de repente unas nieblas amarillas abducen al bárbaro. Instantes después, aparece desplomado en el suelo el cuerpo agonizante y sangrante del joven poeta de lo macabro Alexei Mykephoros. Tiene profundísimas heridas de garra en ambos costados y una de las heridas es tan grave que le cuelga un riñón por fuera...

Notas de juego

// Sale de escena: Velkan el Matacambiantes. - Sigue en: La Pesadilla Interminable.

// Entra en escena: Réquiem. - Procede de: La Pesadilla Interminable.

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01/06/2018, 16:26
(SA) Gheorghe Mykas.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Gheorghe recogió pacientemente los sifones, renuente a dejarlos sueltos y que algún golpe desafortunado los quebrara, liberando de nuevo a aquellas aberraciones. Tras guardarlos en la caja, se la tendió a Sascha, con un leve gesto de agradecimiento por su buen hacer. Y quedaba pendiente por donde seguir, con las llaves en su poder, cuando las nieblas se llevaron a Velkan, en un estado que no le convenía nada... Y dejaron a un más muerto que vivo Alexei.

-¡Hermano!-exclamó preocupado, acudiendo raudo a comprobar su estado con Janos.

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01/06/2018, 18:49
(CC) Konrad Mykephoros.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Afortunadamente Sascha conseguía controlarse y refrenar sus ganas de meterse en la maldita estatua de la mujer. Konrad, por su parte, que había intentado no mirar por si el hechizo fuera algo visual, no había logrado controlarse. En cuanto su mirada se posó en la escultura una angustia tremenda atenazó su boca del estómago hasta casi hacerlo vomitar.

¡Gruñido!- ¿Qué hacía allí su fiel cochero? No podía dejarlo allí, al igual que no podía dejar abandonados al resto de sus compañeros. Ya iba a dar un paso hacia la misteriosa mujer cuando La Bestia lo detuvo.

¡¡ESE NO SER GRUÑIDO, IMBECIL!!NO APESTAR A GRUÑIDO.- ¡Ah, el peculiar olor de Gruñido! La Bestia tenía razón. Debía resistirse a aquel encantamiento que nublaba su mente. Para ello, el noble se forzó a seguir con lo que estaba haciendo. Tenía que liberar el cuerpo del Alcaide para sacarlo de allí y darle una digna sepultura, como su acto heroico merecía.

Sólo un poco más...- Estaba consiguiendo liberar el momificado y maltrecho cuerpo del Alcaide, pero sin ayuda temía que al desplazarlo se le hiciera polvo entre las manos. Desesperado pidió ayuda a su hermano,a Querio, a quien fuera, pero la situación no era la mejor para que le hicieran caso. Apenas habían logrado deshacerse de unas animadas manos y todavía quedaba la estatua. Afortunadamente Sascha estaba allí. Su habitual buen hacer del Ama de Llaves se hacía valer ahora. Con gran acierto sacó uno de los viales que contenía caja alargada de la Orden Esotérica del Ojo Palatino provocando que las maléficas emanaciones que impregnaban todo en aquella sala de tortura quedaran parcialmente atrapadas en su interior.

¡Para eso servían, entonces!¡Bravo Profesor!- Incluso desde su tumba la guía del profesor les era de vital importancia. Otro vial más y todo terminó. Konrad depositó con delicadeza en el exterior el cuerpo del Alcaide y se encaminó a examinar la habitación. Ya le había parecido percibir una corriente de aire que podía indicar un pasadizo secreto, pero no llegó a una conclusión determinante. Frustrado se quedó a la espera de que Janos examinara a Velkan. El miembro del Clan de la Gorra Roja estaba muy perjudicado.

-¡Otra vez no!- Las brumas amarillas volvían a llevarse al bárbaro y en su lugar aparecía de nuevo Alexei.

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02/06/2018, 00:40
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

El dolor era una agonía para el poeta macabro, sentía su vientre abierto por los zarpazos, la sangre empapar sus ropajes y hasta los propios órganos asomar por las heridas. Había tenido alucinaciones y en esos momentos no sabía si estaba en el paraíso, en un trance para morir o en las puertas del mismísimo infierno. No fue consciente de la niebla rodeándole, estaba demasiado ocupado gritando por el terror que había sentido ante el repentino ataque de aquella monstruosa criatura. Una parte de su inconsciente no sabía cómo había logrado no volverse loco, aceptar aquella susodicha realidad, pero allí, gimoteando y sintiendo el sabor del líquido carmesí en su boca pudo ver a rostros familiares.

Identificó a Janos – “Es..tan…n en lppeligiro.. el..asil..lo B..riarston..nee…. a..yu.d.lrles… el hom..bre na.drajoso, f.snaticos culto de U..llver…Z.yundlulus…” – iba diciendo palabras en un desorden gramatical bastante caótico, su mirada era perdida, parecía no ver nada y su mente ya se estaba preparando para dejar ese mundo – “T..enen po..cos…di..ias…mo.rrinannn en..3  ..diis.as..” – rogaba a Jano que comprendiera sus palabras, que ayudara a sus compañeros que están atrapados en el horror de aquel sanatorio. – "B..u..s.c.a.r..p…i.st. C..ond..ve.r.se.x…"-

La mirada perdida se fijó en su familia, en su hermano y hermanastro pero en ese estado catatónico siguió hablando de forma torpe y tropellada dirigiéndose a ellos – "A..sillo…Briarston..e… río dn.aver.. thrushmuuur.."- no pronunciaba bien y su tono dificultaba entenderle – “Wi..n..tr .lazk..a… es herm.naa del cor.. de l.. cellaen ..call..ipha…as…tú..la ..con.nscoces mo..rir..nn t..ods..refgo en .cap..il.a” – volvía a retorcerse de dolor, no sabía si iba a sobrevivir o conocería finalmente a su dulce y adorable muerte.

Iba a perder el conocimiento, la cantidad de sensaciones habían llegado a nublar su mente,  balbuceaba cosas sin sentido pero una calidez reconfortante lo envolvió.

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03/06/2018, 13:27
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Me había acercado a Velkan y vi de cerca, de demasiado cerca, cómo las brumas amarillas se lo llevaban. La sensación de impotencia me sobrepasaba. Agarraba el hacha con ambas manos, con fuerza. Con mucha fuerza. No porque pensara que podía hacer algo contra las brumas ni porque creyera que traerían a alguien peligroso. Sabía que en el lugar de Velkan aparecería Alexei. Y que no podía hacer nada por remediarlo. La fuerza con la que agarraba el hacha y apretaba los dientes sólo pretendían ser una manera de evitar llorar de la rabia.

Los ojos violetas se movían tan rápido que parecía imposible que estuvieran viendo nada.

Alexei aparecía prácticamente muerto. Velkan se había ido al "otro lado" malherido. Aquello que había dejado en aquel estado a Alexei podría matar a Velkan. Y el bárbaro jamás volvería. El corazón me latía con tanta fuerza que creía que se me iba a salir del pecho.

No, Velkan no puede morir. No puede marcharse sin saber la verdad. Una verdad que le pertenece, que tiene derecho a saber. Velkan debe volver. Y cuando vuelva, debo decírselo. O ir yo al "otro lado" para hablar con él...

Entonces se me pasó por la cabeza herirme a mí misma para intentar obligar a la niebla amarilla a llevarme. Estaba dispuesta. Me haría un corte en el vientre. El vientre maldito que tenía la culpa de todo aquello. Le pediría a Janos que no me curase. Se lo impediría. Le prometería a Konrad que volvería. Era una mujer capaz de todo aquello con tal de limpiar mi conciencia... Y no había sido capaz de decírselo antes. Por primera vez en la vida, había sido una cobarde.

Así que levanté el hacha.

- ¡¡¡¡GRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH!!!!

El grito de rabia puede que cogiera por sorpresa a más de uno. Rhakan descendió. Pero no fue mi vientre lo que alcanzó. En el último momento, un atisbo de cordura hizo que desviara el arma y descargara su fuerza contra la ahora inofensiva dama de hierro.

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04/06/2018, 15:42
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

El dramaturgo seguía tumbado en el suelo, pensaba que iba a ser su fin que su vida se iba apagando por momentos pero una calidez le envolvió, con un foco de más intensidad en sus heridas más graves. Hizo acción de mirar su vientre rajado con un riñón asomando, pero su perturbada mente le impedía aguantar tal imagen y volvía a quedarse mirando hacia un punto perdido en la lejanía mientras seguía hablando de forma incoherente.

Unos segundos después, aquella caótica escena empezó a cambiar para mejor. Seguía sintiendo dolor pero eso significaba que estaba vivo y era una buena señal, la calidez poco a poco iba desapareciendo pero lo peor ya había pasado.

Alexei Mykephoros observó a Janos Dimitriev Mykerinos con una varita, luego a Gheorghe Mykas y Konrad Mykephoros. Su vista se centró en sus alrededores, no sabía dónde se encontraba y todo era muy confuso para él. Por el rabillo del ojo pudo ver el reflejo metálico de su espada ropera. En los parpadeos que realizaba, largos por su cansancio, tenía vivencias de aquella fantasmagórica criatura de grandes garras que se hundían en su torso desgarrándolo mientras se lo llevaba volando alejándolos de su grupo sin que él pudiera hacer nada. Al abrirlos de nuevo seguía allí, tirado en el suelo junto a su familia y Janos.

Un enorme ruido llegó a sus oídos, el golpe de Sascha a la dama de hierro hizo que el poeta intentara mirar el origen de aquel sonido que se apagaba como el eco de una campana acompañado del desgarrador grito de rabia de la bruja.

- Que ha pasado… mi cabeza… - necesitaba unos segundos en poder ubicarse y reorganizar todos sus recuerdos y vivencias en el asilo de Briarstone.  

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04/06/2018, 16:58
(CC) Konrad Mykephoros.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Como un manojo de nervios Konrad dejó hacer a Janos. Confiaba plénamente en el escudero de su hermano como para entrometerse él en su camino. Al ver que las más gruesas heridas de Alexei se cerraban al aplicar la varita el noble respiró más tranquilo.

- ¡SASCHA!- Recriminó a la mujer cuando ésta casi le dio un susto de muerte. ¿Es que no se daba cuenta de dónde se encontraban? Multitud de peligros les acechaban en cada esquina como para pegarles tal susto.- ¡Contrólate!- No tardó mucho en darse cuenta de qué le pasaba a la mujer. La idea de un malherido Velkan atrapado en un mundo que les había escupido a través de las brumas amarillas a un Alexei moribundo no era alentador.- ¿Quieres tranquilizarte? Todo saldrá bien, ya lo verás.- Si alguien sabía cuidarse solo ese era Velkan. Konrad volvió a prestar atención a su hermanastro y se acercó con tranquilidad a recoger la espada que se le había desprendido de las manos. La examinó con curiosidad antes de devolvérsela.

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04/06/2018, 20:05
(CC) Doctor Querio Vandel.

Giró la cabeza, molesto por la vibración de la dama de hierro, como quién se aparta instintivamente cuando van a salpicarle con el agua del río en el que nada. Se relajó de nuevo, con el paso de los segundos. Los combates no habían sido especialmente silenciosos, y Velkan ya había golpeado la misma superficie un poco antes, así que cualquier amenaza que fuera a acercarse ya estaba en camino antes del gesto de la pelirroja. No iba a ser condescendiente por ello: Sascha no había hecho nada malo, pero igualmente merecía ser reprendida. Ese era el modo en el que corregir futuros desmanes que sí les pudiesen suponer perjuicio el día de mañana.

Después de la sobreactuación ruidosa de Sascha, lo mejor será ponernos en movimiento cuanto antes.

El Doctor Querio se quedó mirando a Alexei un instante, pensativo. El pobre hombre debía de estar muy confuso al viajar por las brumas amarillas solo para despertarse en el suelo de una cámara de torturas. Si aquello hubiera pasado con Gheorghe, o con Janos, en lugar de con Velkan, ahora mismo habrían perdido dos objetos vitales para llevar a cabo su misión.

Réquiem... Necesitamos saber algo. En el asilo, ¿había alguien más que estuviese especialmente herido o en peligro inminente? Me refiero a alguien susceptible de ser transportado por la neblina. Llevamos dos objetos importantes, una placa de alcaide y unas llaves, y no podemos permitirnos el lujo de que acaben en el otro lado.

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04/06/2018, 23:12
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA

El retumbe del sonido que produjo la Dama de Hierro terminaba de resonar en la cabeza del poeta, seguido del grito de rabia de la mujer. Luego el reproche de Konrad llegó y el dramaturgo no conseguía centrarse, se sentía mareado y desorientado. 

Réquiem observó como su hermanastro sujetó la espada ropera e iba a decirle algo, pero se sentía tan débil y cansado que no podía ni formular una frase de reproche. El poeta era consciente que antaño le robó el anillo y por eso se lo quitó en su día, pero aquella espada ropera era suya, de su propiedad y no iba a perderla, para él aquella arma lo era todo. Todas aquellas ideas y sensaciones de rabia desaparecieron cuando el hermano mayor le entregó la susodicha espada. El joven noble movió la cabeza en un gesto de asentimiento y agradecimiento buscando incorporarse de nuevo para sentarse y así observarse las heridas, para ver el rastro de estas y su estado.

- "Gracias Janos…" - dijo mirando al hombre, sus ojos reflejaban agradecimiento en lo absoluto, ese hombre le había ya salvado la vida dos veces.

La voz de Doctor Querio Vandel llegó a sus oídos, el hombre le preguntaba por el estado del otro grupo y Réquiem cerró los ojos durante unos segundos para intentar hacer memoria de los últimos acontecimientos. La realidad abordó de nuevo la mentalidad del joven, golpeándole como un torrente de agua helada.

- "Creo que la última vez alguno estaba tocado, pero no de gravedad logramos recuperarnos la última instancia en el refugio, pero…, pero…" - el horror se veía dibujado en el rostro de Réquiem, no había tiempo, no tenían tiempo.      

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05/06/2018, 05:55
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA

Pienso un momento acerca de lo que veo en Velkan cuando las nieblas amarillas aparecen nuevamente ante nosotros. Esta vez, rodeando al bárbaro y llevándoselo rápidamente para dejar en su lugar a un moribundo Alexei. Sin perder un segundo pues incluso puedo ver las vísceras del hermano de Gheorghe salir por uno de sus costados, saco la varita de sanación que tenemos y me concentro un momento para que la magia sanadora permita al hombre sobrevivir a tan terrible herida.

Con satisfacción veo como la magia se encarga de sanar sus daños y reposicionar su órgano para así brindarle una esperanza de vida, esperanza que ya había perdido por completo.

Suspiro cuando el trabajo está hecho y miro la varita, entendiendo que está casi vacía y que ya no tengo ni un solo don de sanación con el que aumentar la salud del herido. Bueno, varios de los presentes estamos heridos y necesitamos descansar de forma imperiosa.

Sascha demuestra preocupación e ira al golpear a la dama de hierro, pero no es el momento de perder el control. Tuve el miedo de pensar que quería herirse a sí misma, pero no fue así y lo agradezco.

 - "Por favor, todos debemos calmarnos. Alexei no está bien, así como varios de nosotros. Debemos volver al piso superior y descansar. Creo que ya no tenemos más opción."

Entonces las palabras de Vandel me llegan profundamente y pienso en aquello. Le respondo intentando pensar de forma lógica:

 - "Hay tres de nosotros que no hemos pasado al otro lado: Sascha, Konrad y yo. Podemos suponer que, por algún motivo que desconocemos, ya sea azar, mantenerse retrasados en los combates o una habilidad superior para la lucha, las personas a quienes estamos ligados no han sido heridos de tanta gravedad. Si es así, debe ser uno de nosotros quien cargue con los elementos importantes. Yo no sé a quien estaré atado pero Sascha dijo comunicarse a través del espejo con un extraño monje. Konrad creo recordar que también tuvo alguna comunicación con alguien pero no recuerdo quien. Quizás Alexei sea capaz de decirnos quienes de ellos tienen menos probabilidades de terminar moribundos."

Es la única idea que se me ocurre. No sé si es la mejor pero no tengo nada más concreto en este momento y que nos pueda dar la fórmula para no perder aquellos importantes objetos que tanto sufrimiento nos ha costado conseguir en este infierno de prisión.

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05/06/2018, 12:40
(SA) Gheorghe Mykas.

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DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Janos había salvado, de nuevo, la vida a alguien preciado para él. No podía menos que estar inmensamente orgulloso de su escudero, y agradecido por los servicios que le estaban prestando. Sin embargo, habían perdido a Velkan, como bien había reflejado el ataque de ira de Sascha... Y las noticias del otro lado eran, cuanto menos, preocupantes.

-¿Qué ocurre, Alexei? ¿Habéis dado con ese condenado sectario?

Ante las dudas de todos sobre los objetos que portaban, lo cierto es que no había modo de saberlo.

-Es un gran problema, sin duda... Pero los combates son caprichosos. En cualquier momento, cualquiera de nuestros amigos del otro lado podría recibir un golpe desafortunado. No estoy seguro de que podamos apostar con seguridad por ninguna opción. Sin embargo, si alguien quiere las llaves-dijo, tendiéndolas-suyas son. 

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05/06/2018, 19:52
(CC) Konrad Mykephoros.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA

Compartía la angustia de Querio por no ser el siguiente en pasar al otro lado, pero lo disimulaba mejor. Cosas de ser noble, acostumbrado a mostrar lo que no se sentía o era.

- Anciano Sabio.- Intervino cuando Janos mencionó que él había mantenido un contacto con uno de los del otro grupo.- Tuvimos una breve conversación cuando intenté romper una de las ventanas para vislumbrar a Gruñido.- La visión de Gruñido sufriendo dentro de la estatua le hizo estremecerse de nuevo.- Intentó pasarme algo, un objeto, pero la comunicación se cortó antes, así que no sé si es posible.  ¿Cómo está él?- Le preguntó a su hermanastro. Si era un clérigo de Pharasma puede que fuera quien mantenía al resto con vida, o la razón por la que Konrad no pasaba al otro lado. Era un alivio.

Konrad rechazó las llaves que tendía su hermano con un gesto de la mano.

- Opino como Janos, Vayamos arriba. Usemos la llaves para abrir la caja fuerte que nos fue vedada y la habitación donde creemos que están las pertenencias de esos...cabrones.- Tuvo que decirlo. Empezaba a estar harto de los espíritus malignos de los presos de Piedra Alzada.

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06/06/2018, 04:05
(CC) Janos Dimitriev Mykerinos.

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MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA

Gheorghe ofrece las llaves para que las lleve otro y no dudo en recibirlas. El hecho de que no haya sido enviado al otro lado y que tampoco haya tenido visiones de nadie me da de pensar que puede que no esté conectado con nadie y eso me mantendrá en este lugar. Si me equivoco, puede que mi contraparte sea hábil o afortunado, suficiente para mantenerse entero en un lugar tan peligroso como este. Eso lo reconozco.

"Solo espero que siga así."

Konrad está de acuerdo en que debemos descansar, a lo que asiento mientras recibo mi cimitarra de manos del Doctor Vandel. Aún brilla con la fuerza de una antorcha. Respondo entonces al grupo:

 - "Pero varios de nosotros aún estamos en condiciones de luchar, por lo que vayamos a descansar pero tomemos este camino de gruta. A ver a donde nos lleva. Explorar lo que podamos mientras vamos a destino. Lo más importante será ir a la habitación donde estaba el espectro del enano pues esta llave puede abrir lo que había ahí y, muy probablemente, mañana estará el enano otra vez ahí."

También debemos pasarle la placa del alcaide a Vesorianna. Si tenemos suerte, será capaz con ella de evitar que el enano se manifieste otra vez mañana. De no ser así, tendremos que acabar con él otra vez, tal como hicimos ahora.

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06/06/2018, 11:06
(SA) Gheorghe Mykas.

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA

Gheorghe cedió las llaves sin resistencia alguna, y asintió a las palabras de su escudero.

-Todo lo que adelantemos, bueno será. Además, aunque no tan llamativas como las de Janos, aún cuento con algunas capacidades curativas, por si fueran necesarias-explicó, mientras volvía a tomar sus armas y se preparaba para avanzar. 

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06/06/2018, 15:33
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MAZMORRAS SUBTERRÁNEAS DE LA PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LAS ESTRELLAS, 8 DE ABADIO.

AVANZANDO HACIA EL MEDIODÍA.

Mientras intentaba ubicarse y observar todo su alrededor escuchó como los presentes hablaban entre ellos para poner un poco de orden en sus siguientes pasos a seguir. El dramaturgo se encontraba exhausto y herido, mientras intentaba incorporarse escuchó la voz de Janos Dimitriev Mykerinos.

- “Por debilidad del grupo Nigromante, llamado Dyonisius y Anciano Sabio, llamado Sebastian Moro tendrían todos los números para ser heridos de gravedad, pero se mueven por la retaguardia del grupo. De todas formas, no es ciencia cierta…” – comentó a las palabras del escudero de su hermano. – “Ese lugar en el que se encuentran no se rige por las mismas físicas que en este, si alguno quedase inconsciente por algún golpe en la cabeza en medio del asilo, tal vez si despertase no sería la misma persona. Hay un papel muy importante del plano astral, es como si estuvieran vinculados… habido pacientes que se han convertido en ghouls o en dopplegangers por dormirse… o simplemente murieron y no volvieron a despertar más.” – su demacrada cara revela que lo que dice puede ser cierto, cuesta de creer – “Eso es peor que un purgatorio… bestias, monstruos, espíritus… un torrente de sangre al abrir una puerta arrojo a muchos del grupo a la pared de un pasillo… un torrente tan fuerte que no podría llegar a hacer perder el equilibrio al bárbaro” – tal vez exageraba un poco, pero era mejor exagerar que no quedarse corto para extremar las precauciones, pero al fin y al cabo era un bardo lo llevaba de fábrica – “Tenemos indicios de su localización en el oeste del asilo, pero no hay nada seguro. Encontramos un campamento de los fanáticos…” – respondió a Gheorghe.

- “Anciano Sabio estaba bien, aunque aparte del desgaste físico… el mental es muy importante y no sé cómo se encontrará Anciano Sabio. Estar allí, desgasta tanto físicamente como mentalmente, la cordura te hace perder el control de tus actos, nubla tu juicio…” – respondió a su hermanastro Konrad.  El miedo y el horror se veía reflejado en su rostro – “Tienes miedo, porque escapa de tu control… el simple hecho de saber que si duermes fuera del refugio puede ser que no vuelvas a despertar o quien despierte a tu lado no sea el mismo… es algo…” – se le hizo un nudo en la garganta, le costaba expresarse – “Tres días… cuatro como límite… si pasan esos días, moriremos” – se incluía, la última vez que se cambio por Velkan al terminar el día volvió a aquel maldito asilo. – "No sé qué haréis aquí, pero terminarlo rápido y ayudarnos… tenemos que saber que paso con el conde de Vesex o Versex… o como coño se diga, fue la última persona con la que tuvimos contacto antes de perder nuestra memoria." -