Partida Rol por web

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Recordé la letra de la canción que en su día había inventado para Gruñido, y después usaba con Alexei cuando tenía pesadillas.

"Nada temas, yo estoy aquí.

No voy a dejarte, no me voy a ir.

No pueden dañarte mientras esté a tu lado.

Y nada me aleja, mientras cojo tu mano."

La letra de la canción era sencilla, pero no pude continuar. Me di cuenta de que mi voz no salía tan dulce como por entonces. Quise echarle la culpa al paso del tiempo y al frío, pero pronto me di cuenta de que eso no era todo. Aunque realmente quería ayudar al dramaturgo, el sentimiento no me salía del todo sincero. No podía olvidar que, a diferencia de entonces, el cuerpo de Alexei estaba sustituyendo al de Velkan, seguramente en peligro y probablemente muerto.

Así que opté por callar y sentarme a su lado, sin ser capaz de mirarle por si aquello se me notaba. Al menos ya no molestaba al resto del grupo que podría hacer el resto de gestiones en paz. Fue entonces cuando recordé el tema de las flechas, y quise romper el hielo de nuevo.

- Gruñido necesita las flechas. Deberíamos dárselas. ¿Estás bien?

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 15 DEL MES DE FARASTO.

ENTRADA LA NOCHE

Finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Asentí, entendiendo lo que Konrad me decía. Parecía, o yo quería creer que no éramos tan diferentes, aunque fuese una percepción basada en que el noble intentaba "hablar mi idioma" y explicarme las cosas con símiles que yo comprendiera.

Me encontraba a gusto hablando con él después de tanto tiempo de no poder hablar con otro adulto, y en ese sentimiento me estaba centrando cuando Konrad nombra a Velkan. Entonces una sombra atravesó mi semblante antes de continuar hablando.

- Quizás. Pero cuando regrese no habrá nadie en la cabaña. Mejor así, ya que tendrá espacio para él y su nueva mujer, o quien sea que haya decidido seguirle.

Claramente me había cambiado el humor a uno no muy agradable, así que decidí que ya era hora de dejar tranquilo al noble.

- Debería irme, no sea que Gruñido se despierte.

Hice entonces amago de levantarme y volver a pasar por el infierno de ponerme aquella prenda que molestaba más que protegía de nada. No entendía eso de llevar prendas por llevar, sin aparente función defensora o conservadora de la integridad de la piel.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

El joven dramaturgo escuchó la voz de la mujer, no conocía esa canción, no la había escuchado nunca o mejor dicho no lo recordaba. Los últimos acontecimientos, habían afectado a la mentalidad del noble, obviando todo aquello que le era familiar. En esos momentos, hasta dudaba de su verdadera existencia como noble de la familia Mykephoros.

Los ojos de Réquiem se centraron en la bruja, en sus labios mientras cantaba esa canción e intentaba entender el significado de las frases. Aunque el tono no era dulce, el poeta agradeció el gesto de Sascha.

Se hizo el silencio, la mente de Réquiem seguía dándole vueltas, si estaba al lado de la bruja todo iría bien. Sabía que era mentira, la muerte estaba muy cerca de su cuello. Necesitaba compartir todo lo que tenía encima, por lo menos debía de confesarse con alguien. El silencio quedó interrumpido por la frase de Sascha Danzante de las Nieves.

- “Sí, se las daré… le daré todas las flechas que tengo. Yo no puedo utilizarlas no tengo un arco y tampoco soy muy diestro. En mi situación poco valgo, si antes valía poco ahora no valgo nada. “ – entre el libro y la absurda pérdida del anillo las esperanzas de Réquiem habían disminuido considerablemente. – “Quiero terminar con todo esto ya…” – luego negó – “No, no estoy bien. El libro me está destrozando por dentro Sascha” – dijo señalándose la cabeza – “Pero…” – apretó los puños y miró a la mujer – “No tengo alma…” – pensó durante unos instantes como continuar – “Veo mis letras por todos los lugares… formando mi nombre. Mi verdadero nombre es Réquiem al igual que en la sala antes de encontrarnos con la aparición, se estaba formando Réquiem” – luego sigue – “La maldición del libro sigue su proceso, no sé que me sucederá, veo Réquiem en rojo por todos los rincones” – señala diferentes puntos de su visión – “Me he acostumbrado, pero ahora… no sé qué tipo de hechicería es esta, mi consciencia se materializó en una clase, allí hay varios alumnos y esta ese espíritu en su forma humana, Hean Feramin. Habla sobre la etimología de los nombres. Réquiem no es un nombre real, es un apodo o un epíteto. Dijo que el nombre real ha sido olvidado o asesinado. Hean Feramin tampoco comprende lo que nos sucede, dijo que Buscador de la Verdad es también un nombre falso, dijo que no tenía ni identidad ni memoria, comentó que era como si solo tuviera media alma. Hablaba sobre nosotros dos como si fuéramos sujetos de experimentación, intenté preguntarle, pero  volví a ser consciente de mi entorno, dejé de verlo.” -   

Esperó a que Sascha asimilara todo y siguió hablando – “Creo que tiene razón, Alexei murió y con todo lo que ha sucedido, dudo que vuelva a ser la persona que era antes. Ponte en mi lugar, ni siquiera te recuerdo, por mucho que me esfuerce sois desconocidos… hasta dudo de las palabras de mi hermanastro Konrad. Me afecta más la pérdida de Buscador de la Verdad, que la desaparición de mi supuesto hermano Gheorghe.“ - después de dejar claro todo, nombró al bárbaro – “Velkan” – esperó ganarse la total atención de la mujer para continuar hablando y contarle a la mujer toda la información que le podía facilitar sobre el paradero del fiero guerrero.  

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Escuchaba con atención al poeta. No entendía demasiado de lo que el hombre me decía, así que me dedicaba a mover mis pupilas por su rostro, y a negar en ocasiones, cuando no estaba de acuerdo. O cuando creía que no lo estaba.

Me hubiera gustado decirle que no tenía razón, que Alexei estaba vivo y allí mismo, que no era la primera vez que una persona experimentaba un cambio así, ni siquiera él mismo, pues yo recordaba al dramaturgo esclavo de la vampiresa y al posterior, recuperado. No volvió a ser igual, pero seguía siendo él.

También hubiera querido decirle que lo de Gheorghe era normal, Ahora su atención estaba puesta en "este lado", y que al no recordar su pasado también era normal sentirse más unido a su compañero en aquella otra dimensión que a su hermano en ésta, pero que de eso también se recuperaría.

Pero no llegué a decir nada, y mucho menos cuando nombró a Velkan. Parecía querer decirme algo sobre él, así que continué en silencio y atenta.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. 

– “Solo tengo afinidad con ese guerrero, no sé el motivo por el que tú y Gruñido estáis relacionados con él. Te diré su ubicación. Si la cosa aquí se complica… si muero y sobrevivís, ignorad a Konrad, sed libres de vuestras decisiones y destino. Ir a buscar a vuestro compañero. Velkan se encuentra en un asilo llamado Briarstone, situado en una isla rocosa en el río Danver, en Thrushmoor. Allí tienes la localización del asilo, en el otro lado nos encontramos con una Hermana de la Catedral del Coro de la Doncella, en Caliphas, esa mujer se llamaba Winter Klaczka. Sería otro lugar a tener en cuenta para buscar información de lo que sucedió. También podríais investigar a Haserton Lowls, el Conde de Versex, en un principio nos contrató a mí y el grupo que estábamos en el asilo, no sabemos para qué pero esa persona es la culpable de nuestra pérdida de memoria y que ingresáramos a ese terrorífico lugar." - 

Alexei hizo una pequeña pausa, no sabía si continuar pero debía de ser sincero - " Tengo la certeza que en estos momentos Velkan se encuentra bien de salud, algo distraído. Puedo afirmar que su mente es simple, machacar y matar, pero... está sufriendo un severo castigo. El Hombre Andrajoso hizo de las suyas en su mente, su cordura ha sido afectada, he de admitir que no tanto como la mía por lo que aún es cuerdo de sus acciones. También le afectó una dama de hierro, un instrumento de tortura. En resumen, el bárbaro se encuentra bien, pero tampoco nos podemos demorar mucho... el tiempo no está a nuestro a favor, tampoco para ellos. Si conseguimos sobrevivir debemos prestar nuestra ayuda al otro grupo sea como sea.” -  

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

- Sólo es Hombro Izquierdo, no ningún enemigo, mi buen Alexei. No puedo dejar de notar que estás más tenso de lo normal. Aunque bueno...- Dyonisius hizo un gesto hacia sí mismo, vestido nuevamente con las ropas de paciente del asilo- Tampoco se puede decir que yo esté mucho mejor. Dime, ¿hay algo que pueda ayudarte? Siento contigo, y con el resto de los que despertamos en aquel lugar de pesadilla, una fuerte conexión. La muerte de Gabriel ha sido... enloquecedora. ¿Cómo te encuentras?

Las palabras no dichas eran casi tan importantes como las dichas. Casi el nigromante podía estar diciéndole: no te mueras tú también.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

Después del susto de Hombro Izquierdo escuchó la voz de Dyonisius, el joven dramaturgo atendió a las palabras del nigromante. El bardo pensó un momento las respuestas – “Es el libro, tiene una maldición si sumamos todo lo que he sufrido en el otro lado me está afectando psicológicamente más de lo normal supongo. Veo mi nombre en sangre por todas las paredes” – alza el dedo señalando las rocas en las que el noble puede ver su nombre escrito en sangre – “Es cierto, tengo una fuerte conexión  contigo, una más intensa que con el resto de personas del grupo, incluido mi hermanastro Konrad. No sé si sobreviviré, pero haré lo que pueda para dañar a esa aparición y seguir hacia delante para resolver el asunto del asilo." -

Luego se interesó por el otro grupo - “¿En qué situación os encontrabais? ¿Estaba bien Velkan?” –

Sin perder un segundo añadió – “La muerte de Gabriel… pobre hombre, su muerte no puede ser en vano, necesitamos terminar con toda esta locura y descubrir lo que nos sucedió, descubrir lo que le sucedió al profesor. De alguna forma u otra, estamos conectados y tal vez tenga relación. ¿Crees que llegaremos a ver el final de toda esta historia?” -

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

La preocupación se muestra en el rostro del mago quien menea la cabeza ante las palabras del dramaturgo.

- Ojalá pudiera decirte que no debiste tomar ese libro. Objetos como ese son peligrosos para el alma y la mente. Sin embargo, no tenemos la opción de menospreciar cualquier ayuda, ¿no es verdad? Y no es sólo nuestra alma lo que está en juego. Si cuando terminemos, y sobrevivamos, y regresemos, te parece, ambos buscaremos como librar tu alma de las cicatrices que ese manuscrito infernal pueda haberte causado- con suavidad pone su mano sobre el hombro del dramaturgo- Porque sí, regresaremos. Tú mismo lo dijiste, y te lo debes. Tienes que contar nuestra historia. Nuestra historia de dolor, soledad, locura y redención. ¿Quién mejor que tú, Alexei?

La sonrisa sin embargo no duró y el mago meneó la cabeza.

- La situación cuando fui llevado a este plano era... bueno, como de costumbre, supongo. Velkan había sido herido en varias ocasiones, aunque acabábamos de curarle, creo recordar. El paso de un plano a otro, creo, tiene perniciosas consecuencias en mis recuerdos más cercanos. Si te soy sincero... el profesor no me importa demasiado. No termino de recordarle. Pero vengaremos la muerte de Gabriel. Y veremos el final de esta historia- un rictus de rabia, salvaje e inoportuno, deformó en ese instante la faz del mago- Ese espíritu pagará por lo que hizo- casi siseó antes de volver a recobrar el control de sus pasiones.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Lo que ahora relataba el poeta era aún más extraño y difícil de asimilar para mí que lo anterior.

- ¿Estás intentando decirme que "ese otro lado" es un lugar real, al que se puede llegar andando? Bueno, o a caballo. O en carro.

Parecía que no le daba importancia a todo lo demás, pero en realidad pensaba que si podía llegar hasta allí, si podía llegar hasta Velkan, lo demás no importaba. Claro que le ayudaría. Y si podía llegar claro que llegaría. Mi desesperación se había basado en pensar que eso no era posible.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, ENTRANDO EN LOS SUBTERRÁNEOS:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

A MEDIA TARDE.

Réquiem mantenía la conversación con Dyonisius de la mejor forma que podía. El dramaturgo no estaba muy pendiente de la charla, ya tenía suficiente en evitar todas esas letras que formaban el mote de Réquiem y que tanto le estaban atormentando.

- “Si es la única forma para derrotar a esa aparición, soportaré la carga muy a mi pesar y haré lo que pueda para dañar a esa criatura. Cierto, te agradeceré que puedas ayudarme a recomponer mi cordura y alma” – una ligera sonrisa se dibujó en los labios de Alexei, una sonrisa acompañada de una mirada que reflejaba locura. – “Si sobrevivo, contaré la historia de ambos grupos, eso puedes tenerlo por seguro” –

Luego intentó centrarse en el mago oscuro, la situación del otro lado le interesaba sobre todo por Velkan. – “Vengaremos la muerte de Gabriel, lo haremos Dyonisius” – afirmó el poeta, intentando convencerse a él mismo. Réquiem decidió terminar la conversación y seguir caminando hacia su destino, la grieta antes de entrar a la sala que estaba la aparición de Hean Feramin.

Alexei no tenía claro si iba a sobrevivir a ese combate, pero sí que estaba dispuesto a dar su máximo esfuerzo para vengar la muerte de su compañero e intentar resolver el enigma que envolvía la fría y oscura prisión. 

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Los ojos de Alexei se fijaron en los de Sascha Danzante de las Nieves, la afirmación no se hizo esperar a la pregunta de la bruja.

- “Así es, yo pienso que es un lugar real. Pero como te dije, hay varios puntos para reunir información. Lo único que te puedo ofrecer es lo que hemos descubierto en el otro lado. Si por consecuencia, lográis información de esa zona en esta parte, tal vez podamos compartir hipótesis y descubrir lo que está sucediendo. Pero ese asilo, tiene un lugar en este mundo y ese lugar es en el río Danver, en Thrushmoor. El nombre del asilo es Briarstone. No lo olvides Sascha, si me pasa algo sigue las pistas que te dije para descubrir lo que sucedió en ese asilo y así volverte a encontrar con Velkan. El bárbaro es un formidable guerrero, se las apañará, estoy seguro” –

El bardo sabía de buena mano que Velkan era un gran guerrero, aunque su mente sea simple y solo se dediqué a medir distancias para cortar cabezas.

- “No deberás perder la esperanza, es más, si logramos sobrevivir y no sabemos nada de Velkan y terminamos con toda esta historia. Puedo acompañarte para encontrarle, es lo mínimo que puedo hacer. El bárbaro me ha ayudado en mis peores momentos, que menos que hacer que vuelva con los suyos” – eso lo tenía muy claro el bardo.

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Todas las palabras con las que Alexei formaba sus frases eran perfectamente entendibles por mí, y sin embargo no conseguía que su significado encontrase hueco el mi mente.

- No lo entiendo. Creía que nadie sabía cómo llegar a aquel lugar. 

Su nueva identidad. Su falta de memoria. Eran cosas que no lograba comprender. Y parecía que cuanta más información, peor y más difícil, así que por instinto simplifiqué la cuestión a lo verdaderamente importante. 

- Pero tienes razón. Tenemos que ayudarles. Acepto tu ofrenda. Iremos juntos, por Velkan y por los demás allí atrapados, si es que nosotros sobrevivimos. 

RAVENGRO, TEMPLO DE PHARASMA:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

PRIMERAS HORAS DE LA TARDE.

Las palabras de la bruja llegaron a los oídos del bardo, Réquiem dibujó una sonrisa en sus labios al ver el interés que tenía la mujer en recuperar a Velkan, parecían un grupo muy unido, lo más seguro es que lo fueran.

Alexei respondió sin demora a Sascha Danzante de las Nieves - “Es un sitio físico, aunque no sé si habrá alguna extraña magia que haya creado alguna barrera espaciotemporal, no hemos podido comprobar que año sería en ese lugar, la niebla amarillenta rodea el asilo y no se puede ver el exterior con claridad. Solo podríamos resolver esa incógnita tomando rumbo hacia el maldito asilo” – luego prosiguió – “Yo os acompañaré, contad conmigo para ir a ayudarles” – dijo firmemente que allí le dedicó una breve sonrisa a la bruja.

- “Vamos ahora debemos continuar hacia delante” – dicho esto se incorporó y empezó a caminar para reagruparse con el resto del grupo, debían de solucionar el problema de la prisión.

CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LA LUNA, 10 DE ABADIO. COMIENZA UNA NUEVA SEMANA.

MEDIODIA.

El noble despertó entre sudores en la confortable casa en la que Kendra le había dispuesto. El pelo se le pegaba a la frente y trató con un torpe movimiento de retirarlo, pero sólo le hizo darse cuenta de que tenía ambos puños firmemente vendados. El dolor era insoportable.

- Arrrrgh...- Protestó y trató de hacerse una idea de la composición de la habitación y de quién le rodeaba. ¿Sascha, Gruñido? Fueron los primeros que le vinieron a la mente, pues eran su sempiterna compañía. No tardó mucho en reconocer la casa de su viejo amigo, ya fallecido, Petros Lorrimor.- ¿Ke-Kendra?- Musitó sin mucha fuerza ya que tenía la boca pastosa y la lengua más seca y rasposa que la de un gato. 

Recordaba estar encerrado en el enorme y verdoso cuerpo de La Bestia y cómo trataba desesperadamente de hacerlo entrar en razón. Primero se había mostrado reticente a usar la espada de Alarico que por muy pequeña que quedara entre sus enormes manos no dejaba de ser un arma poderosa. ¡La había tirado al suelo! Después, había entorpecido con su enorme cuerpo el avance de sus compañeros, una ayuda inestimable. Para colmo, se había enfrentado al Hombre Andrajoso con la sola ayuda de sus puños, que habían quedado absolutamente destrozados. Ahora era Konrad quien pagaba el pato.

Eres idiota, ¿lo sabes?- Le envió el mensaje con toda la fuerza de su pensamiento sin obtener respuesta.- Mira que calladito estás ahora.- Se lo imaginaba muerto de vergüenza en un rincón oscuro de la cárcel que suponía la maldición que les unía a ambos.

- ¡Aaaaaaay!- Gritó más para que, por los dioses, alguien le hiciera caso. Necesitaba agua, vino, ron... opio.

PRISIÓN DE PIEDRA ALZADA, TERRENOS DE LA PRISIÓN:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL SOL, 9 DE ABADIO.

AVANZADA LA TARDE.

Sus ojos iban despejando las formas borrosas que se formaban a su alrededor y tras unos cuantos parpadeos lentos y lastimeros consiguió poner cara a aquella voz, tan familiar, que pronunciaba su nombre de forma incesante, entre gritos. Lo primero que distinguió fue el cabello escarlata que ondeaba al viento con ferocidad y tras eso la piel blanca que recubría la esbelta figura de Sascha, su hermana de clan y en el pasado algo más. El matacambiantes resopló con toda la fuerza que pudo, que no era mucha. La vitalidad era casi inexistente en los movimientos del hombre pues realmente había vuelto del otro lado moribundo y pese a la primera atención recibida seguía estando en unas condiciones deplorables.

Quiso hablar pero tenía la garganta seca y áspera, casi no había podido preguntar por sus armas momentos antes y en aquel momento tuvo que rebuscar en su interior para encontrar algo de saliva que le permitiera volver a poner en marcha sus capacidades comunicativas. Movió la cabeza de un lado a otro con toda la rotundidad que fue capaz de reunir hasta que finalmente de la mata de pelos y sangre seca que era la cara de Velkan salió una palabra.

—No...

El sonido fue débil y palabra salió casi dudando, como una pequeña brisa suave que si no prestas atención puedes perder. Con mucha dificultad el hombre extendió el brazo manteniendo la distancia que había entre él y ella y extendió su mano sin demasiada firmeza. Los temblores por mucho que él se esforzaba en que no se notaran, eran evidentes.

—No te vuelvas... a acercar a mi.

Dijo con toda la rotundidad que fue capaz de reunir y tras eso bajó la mirada, que nunca llegó a subir demasiado, y se echó a un lado caminando cabizbajo, tratando de ir en dirección al carruaje.

CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LA LUNA, 10 DE ABADIO. COMIENZA UNA NUEVA SEMANA.

MEDIODIA.

El grito que hace Konrad me remueve en sueños. De pronto, mis ojos se abren y sé que es hora de despertar. Han pasado ocho horas desde que caí rendido después de la larga jornada de atenciones médicas en las que gasté la poca energía que me quedaba después del asilo y de la prisión.

Me pongo de pie y estiro, sintiendo el dolor de mis heridas sin cerrar pero con la calma que solo es capaz de brindar la completa sensación de seguridad de saber que el trabajo ha sido completado y que estamos en un lugar seguro.

Asumo posición de penitente y, con la rodilla en el suelo, rezo a Sarenrae para que me brinde sus dones por un día más. Después de varios minutos, ya me siento renovado en muchos aspectos y sé que puedo brindar más ayuda a mis maltrechos compañeros.

Reúno a todos a mi alrededor y hablo:

 - "¡Acérquense, por favor! Sarenrae, en su infinita piedad, nos brinda la luz para sanar todos los males que nuestro cuerpo sufre. Hoy no ha sido la excepción y la Diosa Solar nos bendecirá con la sanación. ¡Diosa amada! ¡Bríndanos tu luz!"

Levanto mi símbolo sagrado y el poder brinda de mí en un pulso que nos inunda a todos y nos sana parte de nuestras lesiones. Nuevamente levanto el símbolo sagrado de la Diosa Solar y un nuevo pulso brota de mí, iluminando a todos y sanando un poco más de nuestras heridas.

Lo bajo, conforme y lo beso antes de dejarlo nuevamente en mi cuello. Veo a mis amigos e intento identificar a quienes siguen heridos para comenzar a sanarlos de forma más personalizada.

¿Sarenrae? Sarenrae tiró la toalla...

El Doctor Vandel no lo dijo en voz alta para no ofender a Janos, pero la existencia de los dioses era pura charlatanería. Sí, sus heridas curaron cuando el escudero invocó el poder de su diosa. Esa parte la ciencia no lo ponía en duda. Sin embargo, hay varias corrientes de estudio arcano-histórico que no hacen diferenciación entre la magia arcana y la magia divina.

Un sacerdote no era para la ciencia otra cosa que un hechicero que no sabía explicar el origen de sus poderes. Si una persona sabía curar por medio de la magia, pronto era abducido por la religión, estamentos que querían usar ese poder en su servicio para atraer más fieles. Iglesias, cultos, círculos druídicos... justificaban la magia de sus miembros con supuestos entes superiores a los que servir. El ejemplo palpable era el caso de Sascha. Sascha era bruja, pero era capaz de usar los mismos conjuros curativos que el Padre Grimfurrow. Y lo hacía de modo pagano, por su cuenta, sin inscribirse en ninguna organización y sin el apoyo de los dioses.

Sarenrae, bríndanos tu luz...-repitió el salmo sin entusiasmo solo por educación, para que Janos pudiese seguir manteniendo sus fantasías deíficas.

Y, por supuesto, también ignoró los intentos de Konrad por ser el centro de atención; por ser más concretos, seguramente la atención de Kendra. ¡Cómo son los chiquillos...! Siempre esforzándose y poniendo empeño por ganar las prebendas de mujeres bellas. Y eso que Konrad ya no tenía edad para esos comportamientos.

CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LA LUNA, 10 DE ABADIO. COMIENZA UNA NUEVA SEMANA.

ATARDECER.

Tras el paseo por el pueblo para cerrar los cabos del funeral de Alarico, Konrad pidió a Sascha que fuera a buscar a Cazador y lo enviara a sus aposentos en la casa de Kendra. El noble podía estar recuperado de sus heridas físicas, aunque aún tenía el dedo que portaba el sello familiar amoratado e hinchado como una morcilla, pero sus ojos reflejaban una insondable tristeza.

- Perdona que te haya hecho llamar...¿Cosmin, verdad?- Konrad no había escuchado el nombre del joven de su boca, pero Sascha y Gruñido se lo habían dicho.- Si te he llamado es para saber qué vas a hacer, ahora que todo esto ha acabado.- El noble, aunque derrotado anímicamente, no dejaba escapar una oportunidad. La herencia de Lorrimor iba a insuflar en su familia, "El Clan de la Gorra Roja", una liquidez importante. Eso arreglaría en parte sus desastrosa situación económica. Quizá pudiera reformar la finca de Alabustriel y contratar a un Guardabosques.

CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LA LUNA, 10 DE ABADIO. COMIENZA UNA NUEVA SEMANA.

ATARDECER.

La invitación de Konrad le sorprendió gratamente, y Cosmin no dudó en hacérselo saber en cuanto entró en los aposentos del noble. -Nada de que disculparse, señor. Me alegra veros recuperado, y quería mostrar mi gratitud. Ha sido un privilegio haber formado parte de este grupo en la incursión. Y se lo debo a vuestra generosidad.

Ante la pregunta de qué iba a hacer ahora, Cazador se encogió de hombros. -No tengo planes. Ni se me espera en ningún lugar. Corté los lazos que me ataban a un pasado del cuál me avergüenzo. Pasé página. Ahora que todo ha terminado, me pregunto cuál será el siguiente paso que debo tomar. No sé si Ravengro me puede ofrecer alguna oportunidad. Dudo que el resto del pueblo vaya a ser tan considerado como lo fuistéis vos.

CASA DE KENDRA LORRIMOR:

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DE LA LUNA, 10 DE ABADIO. COMIENZA UNA NUEVA SEMANA.

ATARDECER.

- No hay nada que agradecer.- Le replicó el noble moviendo los brazos en un gesto que indicaba que se olvidara de aquello.- En ese momento necesitábamos ayuda, la verdad.- Konrad asentía realmente interesado en la historia del joven que dejaba atrás un pasado vergonzante. Él mismo había logrado hacerlo, ¿por qué no dar segundas oportunidades a la gente? La dureza de su hermanastro Gheorghe para con Konrad había sido una dura losa que el noble había tenido que soportar. Una carga demasiada pesada teniendo en cuenta la maldición que había heredado de su padre.- ¿Por qué no te quedas en Ravengro todo el tiempo que estemos aquí? En lo que se solucionan los papeleos del testamento de nuestro viejo amigo, el Profesor Lorrimor. Estoy seguro de que Kendra no tendrá problema. Además, así te daría tiempo para pensar...- Dejó caer el noble ustalavo.- Había pensado que quizá te interesase acompañarnos a Colina Carroña.- Allí la familia Mykephoros tenía una finca, Alabustriel, con una destartalada mansión. -Estoy pensando en rehabilitar la finca y necesitaría un Guardabosques. ¿Qué me dices? No sé que es lo que has visto cuando regresé de las brumas amarillas...- ¿Le habría visto transformado en la horrenda Bestia?-  No te voy a mentir. No nos quedaremos mucho tiempo allí. Viajaremos, puede que hasta sea peligroso. Aún tengo qué pensado cómo recuperar a Gheorghe, mi hermanastro, que está encerrado en ese lugar. Además, estoy maldito Cosmin, aunque desde hace un tiempo controlo mejor mis ataques. No tienes que contestarme ahora. Piénsalo. Tendrías un techo y comida. Quédate un tiempo y lo piensas.