Partida Rol por web

Historias de Horror I.

Diálogos.

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11/08/2017, 17:03
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

No entendía muy bien por qué a Alexei le hacía tanta gracia el comentario de Gruñido. En su sociedad eso de ser un mujeriego estaba bastante mal visto, a pesar de que quizás aquellas mujeres débiles e ilusas se merecieran ser manejadas de aquella forma.

Entre los kellidos no existía eso del "flirteo". Como mujer, mirabas a los hombres exhibirse, y decidías si querías divertirte un rato con alguno. Como hombre, ibas directo a por la que te atraía, sabiendo que podías llevarte el premio o un puñetazo en el estómago. También era muy útil hacer favores y esperar ser recompensado con atenciones sexuales. Pero eso de prometer en vano, engañar, mentir... ni después de diez años viviendo con Konrad era capaz de entenderlo. Quizás porque Konrad no era así. Konrad y sus costumbres, excepto la de ser un hombre poco dispuesto a ensuciarse o a pasar hambre un par de días, habrían encajado perfectamente entre los Gorra Roja.

Al fin y al cabo, ahora se le puede considerar líder de los pocos que quedan.

- Su comportamiento... sí. Seguramente tampoco lo recuerdes. Konrad no siempre controla su fuerza... o a sí mismo. Perder ese anillo fue un golpe duro para él. Creo que verlo de repente le desconcertó, y se puso nervioso.

Incluso se puso bastante ofensivo conmigo cuando intenté calmarle.

Pero no era momento de pensar en eso. No funcionaba. La historia, la infusión. Ni olores, ni imágenes. Tenía la esperanza de que aquellas vivencias hubieran sido lo bastante importantes para él como para no abandonarlo tan fácilmente.

¿Por qué habrá perdido la memoria? ¿Algún accidente? ¿O es ese lugar en el que están? ¿Perderá Velkan la memoria... o la vida allí?

Comenzaba a estar frustrada con aquello. Y enfadada. Sospechaba que Velkan había aceptado el cambio de forma voluntaria como yo lo había hecho. Había vuelto a abandonarnos.

¿Y si en mi caso, el hombre del otro lado también hubiera aceptado? ¿Les habría abandonado yo? Bueno, al menos habría sido la primera vez. Yo no desaparezco contínuamente, como él...

Probablemente si el dramaturgo no hubiera cambiado de tema sugiriendo que quizás se hizo el mujeriego conmigo y pidiendo perdón por ello, habría dado un involuntario puñetazo contra la mesa.

¿Lo dice en serio?

Al pensamiento le siguió un gesto de la cabeza, algo extraño, como una media negación, moviendo la cabeza sólo hacia un lado para después volver a clavarse de frente. Si mi cara recordara cómo era eso de reírse, igual que lo había hecho Alexei hace un momento, probablemente yo lo habría hecho, y el gesto no habría quedado tan brusco.

- No. Habrías estado demasiado trastornado si lo hubieras intentado. - Rápidamente me doy cuenta de lo agresiva que suena la frase, y levanto un momento las manos en señal de inocencia. - No pretende ser una amenaza. No quiero decir que yo te hubiera hecho daño. Si lo recordaras, mi afirmación estaría clara. Piensa. Tú no me conociste como Sascha, ama de llaves de tu hermano. Me conociste como la Bruja del Lago Lías. Una mujer, según el "saber popular", salvaje e incivilizada, que podría echarte una maldición mortal si quisiera, y para colmo, siempre custodiada por un hombre imponente y un enorme mestizo. - Miro de forma simpática a Gruñido. - Cuando nos volvimos a ver, es cierto que había cambiado, aunque no a ojos de todo el mundo. Para muchos siempre seré simplemente esa bruja a la que intentaron quemar y Konrad lo impidió. Pero conviviendo con nosotros seguro que te diste cuenta rápidamente de que no era simplemente el ama de llaves de Konrad. Sabías que era su protectora, su amiga, y su amante. No... sólo a un loco se le pasaría por la cabeza jugar a novios conmigo.

Le miro, esperando no haberle molestado con lo dicho. Aunque mi intención era quitarle esa duda de encima, quizás, como siempre, las formas eran demasiado directas y bruscas.

- Y respecto a lo de si tienes una hermana... creo que de eso deberías hablar mejor con Konrad.

Mejor volver a cambiar de tema, aunque sea a uno tan escabroso.

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11/08/2017, 23:56
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Mientras recoge los cacharros, Gruñido sonríe al oír a Alexei hablar sobre tratar a Sascha de manera "inapropiada". Aún conservaba todos los dedos, orejas, o la nariz, así que no creía que el benjamín de la familia del Amo hubiera ofendido a la fogosa mujer de ningún modo.

Luego Alexei pregunta qué estamos haciendo en este lugar. Eso era algo a lo que Gruñido podía, si bien tristemente, contestar. Su gesto se torna sombrío antes de pronunciar las siguientes palabras.

- Grwwwlll... Señor Alexei preguntar qué hacer aquí. Estar en Ravengro porque el buen Profesor Lorrimor ha fallecido. Usted estar invitado también al entierro, pero decir que carta no llegar a Vessex, o ser devuelta allí. El Profesor ser buen amigo de todos, usted incluido aunque no acordar. -

- Enorme mestizo... -

Gruñido observa a Sascha y admira el brillo en sus ojos. Hace tiempo que echa de menos la sonrisa de la mujer pelirroja, un perlado tesoro que no prodigaba a menudo. No podía recordar la última vez que la había visto, la verdad es que últimamente nadie parecía tener muchos motivos para sonreír.

Cuando pasa a su lado le aprieta cariñosamente el brazo en gesto de apoyo. La verdad es que nunca había visto a Sascha lanzar una maldición a nadie, pero era una mujer obstinada y Gruñido no tenía dudas de que podría hacerlo si se lo propusiera. Tal era su voluntad.

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12/08/2017, 16:46
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Sentía el sabor de la cálida infusión recorrerle la garganta, a la vez que las palabras de Sascha llegaban a los oídos de Alexei. Afirmó a cada una de las explicaciones que hacía referencia a su hermano mayor, Konrad. – No les recuerdo, espero algún día poder recuperar los recuerdos de mi pasado -.

La cara de Réquiem fue todo un poema a las siguientes palabras de la bruja, reflejaba algo de preocupación. Ante el gesto de inocencia, el rostro del poeta se relajó un poco volviendo a la normalidad. – Entiendo, entiendo… - dijo afirmando con la cabeza, mientras seguía escuchando cada palabra de ella. En esos momentos Réquiem pudo ver como aquellas personas escondían mucho, nunca se hubiera imaginado que el ama de llaves de su hermano hubiera sido una bruja. Aquel relato llamó mucho la atención al dramaturgo, mirando también a Gruñido cuando hace referencia a él – Me alegra saber que no metí la pata hasta el fondo contigo – bebió un poco más de la infusión.

<< Debo de ir con cuidado al hablar de mi supuesto hermano Konrad delante de ella, parece ser que tienen una muy buena relación. Pero está bien saber que se puede contar con ella si hay algún tipo de problema, estoy seguro que tendrá grandes habilidades y con el arma que tiene, debe de combatir bien. Por otro lado Gruñido no se debe de quedar atrás, tiene una buena corpulencia. Sea como sea me tengo que llevar bien con ellos, aparte se lo debo, me salvaron en un pasado y me están ayudando >>

Afirmó ante las últimas palabras en relación a su pasado, meditó durante unos instantes sobre la existencia de su hermana – Cierto, tendré que hablarlo con mi supuesta familia

Alexei atendió a Gruñido. – Lamento no haber estado en el entierro de un conocido… - luego prosiguió. – Pero no podemos abusar del luto cuando hay gente en una situación muy precaria, gente que serán conocidos nuestros. Si solo habéis venido para el entierro ya no hay nada que os obligue a estar en este lugar. ¿No? Lo digo por lo de la obra, la cripta y el asunto del semiorco, debe ser algo secundario y prescindible. Si no hay nada que os precise de estar en Ravengro, podríamos centrarnos en intentar ayudar al grupo que está en el otro lugar. ¿Qué pensáis? Estoy seguro que Velkan precisará de vuestra ayuda -  sabía que Velkan era un factor importante y tenía que sacar esa baza.

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13/08/2017, 23:52
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

A pesar de que Alexei no había recuperado su memoria, parecía que tomaba buena nota de lo que se le contaba. El tratar con su familia no iba a ser una cosa fácil y menos no teniendo acceso a los detalles de su pasado. Luego pregunta algunos detalles sobre el entierro y nuestra permanencia en Ravengro.

El semiorco no sabía cuánto de lo que había acontecido en el entierro y en la lectura del testamento del Profesor, era algo que el Amo quisiera mantener en secreto, y él mismo era bastante reservado en general. No creía buena idea el hablar con esta gente que venía de la niebla de aquello que el difunto Profesor creía peligroso, como eran esos legajos de conocimientos prohibidos.

- Grwwwwllll... Entierro pasar, pero Profesor pedir a todos en testamento cuidar a la señorita Lorrimor, su hija. Deber estar un tiempo en Ravengro para asegurar ella estar bien. No poder irnos, es la última voluntad del Profesor Lorrimor. -

Gruñido no pensaba traicionar los deseos del Profesor, más aún cuando se había tomado la molestia de incluir el nombre del propio semiorco en sus últimas voluntades. Cuidaría de la joven Kendra durante el tiempo estipulado y más si fuera necesario.

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14/08/2017, 20:15
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Asiento a las palabras del semiorco. Es loable cómo el mestizo se aferra de esa manera a cumplir la última voluntad del Profesor. Realmente fue muy importante para él, y Kendra significa mucho.

- Y aunque pudiéramos ir a ayudarles por propia voluntad, ¿cómo lo hacemos? - Digo como completando la frase de Gruñido. - ¿Cómo llegamos hasta allí?

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14/08/2017, 21:28
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

<< Proteger a la hija del profesor, esa fue su última voluntad >>

Alexei se quedó observando a Gruñido y Sascha mientras hablaban, las dudas nublaban toda su mente y las estructuraba para ordenarlas, de esa forma podía ir paso por paso. Se terminó la primera infusión, saboreando hasta la última gota, luego dejó el vaso en la mesa apartándolo un poco mientras sus ojos seguían en un punto infinito.

- De acuerdo, el testamento dijo que debemos proteger a su hija. ¿Protegerla de qué? – sus ojos fueron a sus dos interlocutores, el poeta cada vez era más comunicativo y se le veía más abierto al estar en un grupo reducido. – Por el momento no sé cómo ayudarles, pero primero debemos cooperar con la gente de allí. El siguiente que aparezca debe de enterarse en qué lugar se encuentran, eso vendría a ser el punto primordial. Una vez lo sepan comunicarlo en el grupo y así el próximo que se intercambie puede informarnos de lo que han descubierto. Aquí tenemos que hacer lo mismo, investigar, seguro que hay documentación en algún lugar y hay que aprovecharla para poder resolver el rompecabezas. El otro lado es un campo de batalla, este lugar es mucho más tranquilo tenemos que beneficiarnos de eso y no perder el tiempo. Deberíamos mover ficha, ahora estáis preparados para ir allí y avisados, no tendréis el factor sorpresa en contra, ya sabréis lo que hay. –

Réquiem se levantó y fue a buscar un pequeño plato para tapar el recipiente de la segunda infusión – Tenga pesadillas o no, agradezco tu ayuda Sascha. Me tomaré esta infusión antes de irme a dormir -  el poeta les volvió a mirar - Tengo otra pregunta ¿Sería posible leer el testamento? Tal vez allí haya algo que nos pueda ayudar. ¿Cómo murió el profesor? 

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15/08/2017, 22:11
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Gruñido acaba de recoger la cocina, seca los cacharros que ha lavado con un paño y los devuelve a su armario. Se ha echado al coleto algunas migajas de comida que había por ahí, y mastica entretenido. Por último dobla el paño y lo deja colgando de un gancho en la encimera. Esas actividades le habían ayudado a mantener a raya el nudo en la garganta que se le formaba al pensar en la muerte del Profesor.

- ¿Cómo morir? Parecer un accidente. Pero haber quien cree que haber terceras personas tras ello. Gente mala que aún poder estar en el pueblo o tener ojos y oídos aquí. -

Con esa aseveración, el semiorco había contestado alguna de la serie interminable de preguntas que el joven Mykheporos soltaba sin cesar. Si se quedaban en el pueblo era para proteger a la señorita Lorrimor. Gruñido no sabía si la niebla caería sobre él para llevarle lejos, pero se había pertrechado con sus cosas, para que no le pillara con la guardia baja.

- Si querer documentos, el Profesor Lorrimor tener una biblioteca aquí. La señorita Lorrimor tener testamento, si querer leer. ¡Gruñido saber leer! Grwwwwllll... -

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21/08/2017, 20:12
(SA) Nigromante (Dyonisius).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO. DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO. PASADO EL MEDIODÍA (ENTRA LUZ DEL SOL POR LAS CLARABOYAS DEL TECHO).

SECADERO.


Tan pronto como abandonan el lugar en donde descansa el resto del grupo para preparar las mantas, Nigromante mira a Tormento y asiente.

- Supongo que querías hablar conmigo, Tormento. ¿O tal vez me equivoco? Fuera como fuese, lo cierto es que este momento nos viene bien. Ahora sólo quedamos Anciano Sabio, tú y yo de nuestro grupo. Sé, porque así lo has repetido, que tu máxima prioridad es proteger al Anciano. Pero como de costumbre, hablo demasiado. Dime, ¿querías hablar conmigo a solas un momento o tal sólo necesitabas ayuda con las mantas?- hay una sonrisa cordial de Nigromante al decir esto pero, de alguna manera que no podrías precisar, parece extraña en su rostro.

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22/08/2017, 14:00
(SA) Tormento de Tinieblas.

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO. DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO. PASADO EL MEDIODÍA (ENTRA LUZ DEL SOL POR LAS CLARABOYAS DEL TECHO).

SECADERO.

Tormento se volvió hacia Nigromante y clavó su mirada en él, inconsciente del inquietante efecto que podía provocar en otros el que fueran observados tras el velo de su vendaje.

-No -respondió lacónicamente, al tiempo que seguía andando en la dirección en la que habían dejado parte de los enseres hallados.

Una vez llegaron y como si creyera que debía ser más explícito, volvió a hablar.

-Tal y como has dicho, somos tan solo tres los que quedamos del grupo original. Y aunque es bastante estúpido y carente de base pues no recuerdo apenas nada de mi pasado o de cualquier momento anterior a mi despertar en los sótanos, vosotros me inspiráis... confianza. Anciano Sabio, además, es alguien para con el que siento un afuerte unión y un deseo de protegerlo de todo mal. Supongo que son elementos de una memoria residual que ni siquiera han podido eliminar al hacernos lo que nos hayan hecho. Los recién llegados no son nada para mí. Nada en este momento. Por ello te pedí que me acompañaras, porque confío en ti. Pero podemos hablar también si quieres. Hay muchas incógnitas y muchas preguntas que dudo tengan respuesta. Al menos de momento y de nuestra mano.

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22/08/2017, 20:37
(SA) Nigromante (Dyonisius).

EL REFUGIO DE SOÑADORES:

INVIERNO, AÑO DESCONOCIDO. DÍA DESCONOCIDO, MES DESCONOCIDO. PASADO EL MEDIODÍA (ENTRA LUZ DEL SOL POR LAS CLARABOYAS DEL TECHO).

SECADERO.


Nigromante no respondió de inmediato a las palabras de Tormento, concentrándose en recoger los enseres. Sólo cuando el monje terminó de explicarse cerró los ojos, como si tratara de centrarse.

- Es todo muy extraño. La sensación de haber perdido la memoria me reconcome. No podría decirte por qué estábamos en este lugar terrible, y para colmo, las sospechas de ese recién llegado son desasosegantes. Por no hablar de esa "forma de aparecer y desaparecer los cuerpos"- tras las palabras guarda silencio- Tienes razón. Desde que desperté sois mi vínculo con la realidad. Confío en vosotros, y espero que podamos salir a bien de esta terrible situación. Y sí, poco hay ahora que podamos decir, o hacer. Nos faltan datos, eso está claro. Cuando quieras hablar, o cuando quiera hablar, podemos retormar esta conversación. ¿Volvemos? No quiero que se preocupen, ni sospechen ninguna cosa rara. Y no quiero dejar solo mucho tiempo a Anciano Sabio. Quiero que me hable más de Pharasma.

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27/08/2017, 17:14
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Afirmaba con la cabeza mientras Gruñido hablaba. Creo que todos teníamos claro que la muerte del Profesor no había sido fortuita.

- Sí, un accidente. Se quedó dormido junto a un muro y una piedra se desprendió, aplastándole la cabeza. Mucha casualidad. Bien, deberíamos volver con los demás. Parece que se escucha algo de escándalo en la sala.

Recogí las hierbas y demás utensilios usados para las infusiones, que Gruñido había ido lavando, agarré la mochila y con un gesto les invité a que me siguieran fuera de la cocina.

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27/08/2017, 17:47
(CC) Gruñido.

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Gruñido deja en su lugar el trapo con el que se había secado las manos, tras lo cual coge un trozo de cecina que quedaba en la encimera mascándolo con dificultad. Era evidente que estaba bastante duro.

- Sí, no parecer casualidad. Algunos creer que haber gente mala por aquí y hacer daño al Profesor. -

El tono triste del semiorco hace evidente el aprecio que sentía por el difunto. Después de eso, indica a Alexei el camino a la puerta, tras lo cual le sigue fuera de la cocina dejando que sea Sascha la última en abandonar la cocina.

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29/08/2017, 00:21
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

MITAD DEL INVIERNO DE 4711 RA.

DÍA DEL BIENESTAR, 5 DE ABADIO.

MEDIA TARDE. COCINA DE LA CASA LORRIMOR.

Escuchó atentamente las palabras de Sascha y Gruñido, meditó durante unos instantes dando vueltas a la taza vacía que tenía frente a él, apoyada en la mesa.

- Según el relato que me estáis contando si hiciera una apuesta, diría que no fue un simple accidente. Deben de haber terceras personas implicadas, pero habría que saber el principal motivo por el que buscaban el silencio del profesor -

<< Un accidente, demasiada coincidencia y hay muchos indicios de que no fuera un simple accidente, tal vez algo más elaborado >> Alexei se fijó en el semiorco y en la bruja, afirmó a sus palabras mientras dejaba la taza quieta en la mesa, luego se incorporó y llevó el recipiente a la fregadera, lo limpió mientras su mente seguía sumida en sus pensamientos.

<< Será mejor ir a la biblioteca, allí podré averiguar algo, tal vez tenga algún registro o un diario personal >>

- Esta noche iré a la biblioteca para ver si puedo encontrar algo que nos sirva de ayuda, Si te apetece Gruñido puedes venir conmigo, dos personas buscan más rápido que una  - dijo como invitación.

Dejó la taza para secarse y observó a la bruja– Volvamos a la sala, muchas gracias Sascha, luego me beberé la otra infusión – miró también a Gruñido – A ti también Gruñido, gracias por ayudarme – la sonrisa de Réquiem era totalmente sincera. El muchacho sujetó su libro y volvió a la sala, pasando por delante de ellos. 

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01/09/2017, 12:00
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 14 DEL MES DE FARASTO.

De madrugada, en la finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Aunque Konrad había dado permiso a Gruñido para que parase y le preguntase, no dejaba de ser molesto. En uno de los parones, no demasiado suave, Konrad había derramado un delicioso vino al que estaba dando cuenta mientras Sascha parecía estar adormilada por el cansancio. Pero el magnánimo noble, al llegar a la finca a Alabustriel sanos y salvos, no pudo estar más satisfecho con la conducción que había hecho el joven mestizo.

- ¿Ya hemos llegado?- Preguntó algo sorprendido, habiendo esperado que el semiorco se desenvolviera mucho peor.- Muy buen trabajo, Gruñido, te has ganado una buena recompensa, como te prometí. - Konrad ya sabía que era lo que le iba a dar al cochero pero tendría que esperar un poco.- Ayúdame a bajar a Sascha y...- Lanzó un par de furtivas miradas hacia la enorme construcción que era su hogar. - ...antes de entrar ocúpate de los caballos y limpia el interior de carruaje. Se cayó un poco de vino y no quiero que quede marca. Después llama a la puerta tres veces para que te dejen pasar.- Quería tener entretenido al semiorco para poder poner en antecedentes al servicio. No quería que salieran despavoridos por ver al joven mestizo. Sus sirvientes, los pocos que ya le quedaban, ya estaban acostumbrados a sus excentricidades pero no estaría de mal prevenirlos.

Volvió a dirigirse al carruaje para ayudar a la mujer a bajar.

- ¿Crees que puedes caminar por tu propio pie?- Prefería no tener que llevarla en brazos. Se avergonzaba de su falta de fuerza física.

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06/09/2017, 20:57
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 14 DEL MES DE FARASTO.

De madrugada, en la finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

El frenar del coche me saca bruscamente de la duermevela en la que había caído mi cuerpo en un intento de sobrellevar el dolor, posiblemente más emocional que físico. Tardé un instante en comprender qué ocurría.

Hemos llegado.

Antes de intentar bajar, mientras Konrad daba instrucciones a Gruñido, me asomé algo recelosa por la ventanilla del coche. La mansión, tan grande, me parecía una jaula. Amplia, lujosa, pero una jaula al fin y al cabo. Pero qué otra opción tenía, ¿volver al bosque sola, con Gruñido? Con Konrad, el niño estaría seguro y comería cada día. Y yo le debía mi servicio.

- Sí, creo que sólo con un poco de apoyo...

Al mover las piernas siento cómo la zona inferior está húmeda, no lo suficiente para haber manchado el asiento, pero sí para estar incómoda. Me esperaban días de sangrado intermitente y dolor abdominal.

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07/09/2017, 18:35
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 14 DEL MES DE FARASTO.

De madrugada, en la finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Mientras Gruñido se mantenía entretenido con las tareas que Konrad le había mandado con el propósito de entretenerlo hasta que pudiera poner en preaviso a sus escasos sirvientes, Konrad se ofreció de apoyo de la bruja. Estaba seguro de que Sascha también iba a causar una gran sensación pero, que el Señorito llegara con una exótica mujer, no iba a resultarles tan raro.

Con un gesto enérgico hizo sonar la aldaba de la puerta y le pareció una eternidad el tiempo que transcurrió hasta que uno de los sirvientes abrió la pesada puerta. El recibidor estaba tan sólo iluminado por el candelabro que sujetaba la mano temblorosa del sirviente que tardó en reconocer a su Señor.

- Sé que no son horas pero me moría de ganas por llegar. ¡Hogar dulce hogar! Despierta a los demás y que preparen un baño de agua caliente y una habitación con dos camas para mis invitados. En cuanto se recuperen trabajarán para mí. Richmond me ha abandonado pero Iomedae ha tenido a bien cruzar en mi camino a otro excelente cochero. Está fuera dejando todo preparado. Llamará tres veces.- Cogió al medio adormilado sirviente por el pescuezo y le susurró unas palabras.- No te asustes. Es un mestizo, un semiorco, pero de mi plena confianza.- Trató de sonar convincente aunque apenas conocía a quien metía en casa.- Mientras tanto esperaremos en mi habitación.- Daba por hecho que tendrían su habitación perfectamente preparada pues así lo había ordenado. Cuando iba a ver al profesor nunca sabía cuando regresaría.- Hay que subir esas escaleras, Sascha.- Con un gesto algo brusco arrebató el candelabro al sirviente para poder iluminarse por el camino.- ¡Diablos! ¡Y enciende algunas velas!- Le recriminó al joven que, debido a la escasez de buen servicio que sufría, había tenido que contratar hacía muy poco de lo que quedaba en el pueblo. Con un brazo alrededor de la cintura de Sascha y con el otro sosteniendo el candelabro, Konrad ayudó a la mujer a subir las escaleras hasta su habitación.

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09/09/2017, 11:35
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 14 DEL MES DE FARASTO.

De madrugada, en la finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Asentí para que Konrad supiera que había entendido lo de las escaleras y que estaba preparada para hacer el esfuerzo, aunque el claro gesto de cansancio dejó ver que preferiría volver a luchar con él antes de eso.

Escaleras en los lugares de refugio, en casas seguras de piedra. ¿De qué animal se supone que se defienden construyendo en alto?

Al llegar a la parte de arriba de la escalera me sentía completamente agotada y casi fue un milagro que llegara en pie a la habitación de Konrad, donde dudé un instante de sentarme en la cama por miedo a mancharla, pues el movimiento había hecho que sangrase algo más, y después de cómo había reaccionado a una mancha de vino en su carro, no estaba muy segura de que mancharle de sangre la cama fuese un buen agradecimiento a salvarnos la vida, pero las piernas estaban a punto de fallarme y no veo más remedio.

Bueno, tiene más habitaciones, y gente que limpie ésta, al menos de momento. ¿Por qué le abandonarán sus criados? ¿Tan mal patrón es?

Y aunque hubiera sido una buena pregunta para comenzar una conversación tranquila y civilizada, tenía otra que me producía aún más curiosidad.

- ¿Por qué lo has hecho?

¿Qué le importaba a él que dos salvajes desconocidos como nosotros muriéramos en la hoguera? ¿Habían estado sus acciones guiadas realmente por los dioses?

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13/09/2017, 19:12
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 14 DEL MES DE FARASTO.

De madrugada, en la finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Konrad ayudó a Sascha a subir y la falta de fuerzas de la mujer le hizo preocuparse de veras. ¿A qué dios adoraba la Bruja que le pedía un sacrificio semejante? Sin embargo, su propia dualidad, de hombre y bestia, le hacía tratar de ser comprensivo con lo que, a priori, pudiera parecer algo grotesco.

- Espera.- Espetó a Sascha incómodo antes de que la mujer se dejara caer en la cama. El esfuerzo había provocado que gotas de sangre recorrieran aquellos muslos que la noche anterior le habían parecido tan llamativos, pero ahora sólo podía pensar en las machas que podrían dejar en sus caras sábanas. Apenas le quedaban ya sirvientes como para entretener a uno de ellos limpiando unas sábanas tan delicadas y costosas.- Pondremos esto aquí, de empapador.- Dijo tomando una roñosa manta que sacó debajo de la cama. Y entonces Sashca le sacudió con aquella pregunta tan directa.

- Ehm...- Respondió dubitativo, pues ni él mismo sabía el porqué realmente.- ...Supongo que es lo que tenía que hacer. Lo correcto, ¿no?- Apretó los dientes tanto que casi chirriaron como los goznes de una vieja puerta. Hablando así se recordaba a su beato hermano Gheorghe.- No podía dejar que unos paletos os quemaran vivos sólo porque sus obtusas mentes no den para comprender que hay más mundo además del labriego.- En parte eso era cierto. Como noble instruido que era, Konrad era conocedor de otras culturas y formas de vida. Además era un hombre viajado y que no se había limitado a observar lo que había alrededor, sino que lo había tomado y probado siempre que había podido. Pero en el fondo lo había hecho también por sí mismo, como el egoísta que siempre había sido. Él mismo llevaba dentro una bestia. Era un monstruo y deseaba, en lo más hondo de su ser, que alguien llegara a ayudarlo a él, como la mujer había hecho en casa del Profesor.- Y también por mí. ¿No soy yo también un monstruo? ¿Qué habrían hecho esa turba en el caso de haberme visto como realmente soy?- Las cuentas de la familia Mykephoros no iban bien, pero otra de las razones de la fuga del servicio era por el extraño comportamiento del primogénito.- Dime si puedo hacer algo más por ti. No soy bueno con estas cosas.- No se le ocurría nada más que dejar a la mujer descansar.

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15/09/2017, 23:40
(CC) Sascha Danzante de las Nieves.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 14 DEL MES DE FARASTO.

De madrugada, en la finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Escuché las palabras de Konrad con atención, casi devoción, al menos hasta que vuelve a mencionar su idea de ser un monstruo. Entonces, enarqué las cejas durante un segundo, aunque rápidamente un gesto de compasión que de ser consciente de él hubiera borrado de mi cara sustituyó a la confusión.

Alargué la mano hasta rozar la cara de Konrad, como una caricia, hasta que llegué a cogerle de la nuca y acercarle un poco más a mí, hasta que había pocos centímetros entre su nariz y la mía, para asegurarme de que me miraba a los ojos.

- Tú no eres un monstruo, Konrad. Llevas dentro de ti algo que no eres capaz de controlar, pero no es culpa tuya, y no es ninguna maldición. Es un don. Eres descendiente de dioses y estás tocado por ellos. La verdadera maldición es tu mitad humana, el frágil y pequeño cuerpo de un humano.

En otro contexto mis palabras podrían haber sonado ridículas, pues Konrad era grande, incluso más que algunos de los altos guerreros que antes formaban parte de mi tribu, pero pequeño comparado con la grandeza de lo que llevaba dentro. De nuevo había devoción en mi mirada.

Aparté la mano para que se alejara si quería.

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18/09/2017, 18:23
(CC) Konrad Mykephoros.

EQUINOCCIO DE PRIMAVERA DEL AÑO 4702.

DÍA 14 DEL MES DE FARASTO.

De madrugada, en la finca de Alabustriel (en Colina Carroña, Versex, Ustalav)

Aquella mujer le tenía desconcertado. Con su cara tan cerca de la de él en lo único en que pensaba era en poder espantarla con su aliento. Había bebido un poco durante el viaje y...Se dejó de tonterías cuando Sascha habló. Cada palabra salida de su boca le hacía reflexionar. Desde luego él no podía controlarlo y, más aún, él no lo veía como un don, sino una maldición.

- Me gustaba este cuerpo frágil y...pequeño.- Dijo con cierta sorna. Y daba fe de que a muchas mujeres también les gustaba. Pero, ¿y si Sascha tenía razón? No había osado jamás a verlo de aquella manera. Si al menos pudiera controlarse al adoptar aquella bestial y poderosa forma monstruosa.- Un dios del caos, en todo caso. Se escapa a mi control y es un peligro para todo aquel que me rodee. Para las personas que aprecio.- Que no eran muchas. La gente a la que había querido alguna vez ya se habían alejado de él, algo totalmente comprensible. No les culpaba pues él hubiera hecho lo mismo.- ¿Qué utilidad puedo tener más que causar daño y destrucción?- No se alejó cuando Sascha le retiró la mano de la nuca. Negó con la cabeza en un gesto de desesperación. No. No veía a dónde quería llegar la bruja con todos aquellos halagos.- Por ahora eres la única que..que ha sobrevivido.