Partida Rol por web

Historias del Dominio

En Familia

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15/08/2019, 23:36
Rhonda Hightower

—Quién.— preguntó tajantemente, con rotundidad , que no enfado. Más bien alertada, preocupada, asustada. —Quién te dijo eso.— Preguntó con necesidad de saberlo. —Es imposible, Carellyn. Sólo tu padre, tu madre y yo...— Negó entonces con desconcierto, abrumada. —Quién, mi vida quién.— Suplicó aferrándose con fuerza a sus manos. — Tu padre no...no...Yo tampoco y tu madre...no, no puede ser. ¿Tu padre?— Carellyn comenzó a notar angustia en su tía. Angustia y miedo de que aquello que fuese se supiese.

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15/08/2019, 23:45
Carellyn Flores

La reacción de su tía hizo pestañear a Carellyn, sorprendida por lo que su pregunta había desencadenado. Apretó sus manos, intentando llamar su atención. 

¿Qué más da eso? —preguntó, negando con la cabeza—. Dime qué pasa, por favor. Me estás asustando. 

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15/08/2019, 23:55
Rhonda Hightower

—Importa y mucho, mi vida...mucho. Porque es algo que no puede saberse. Ni tú debías.— Negó abrumada por ello. —Porque ya por tu condición las cosas no han sido sencillas para ti. Y si esto saliese a la luz, menos aún. Ya sería el rizo sobre el rizo, mi vida. Y no queremos eso para ti, queremos que lleves una vida como debes, como una noble, como una Rowan.—

Dijo agitando las manos que sujetaban las de la joven con cada frase enfatizándolas.

Carellyn, cariño, te suplico que me lo digas...te lo ordeno incluso como tu tía que soy. Nadie puede saberlo...quién te lo dijo, qué te dijo.— Negó con temor...—Por favor Carellyn...— Volvió a suplicar con preocupación.

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16/08/2019, 00:36
Carellyn Flores

Carellyn frunció el ceño al comprobar que su tía seguía sin explicarle nada. Cuanto más se preocupaba Lady Rhonda, más se negaba ella a seguir en la ignorancia. Ya se había derrumbado ante ella un rato atrás, pero ahora estaba convencida de que no era ella la que había cometido ningún error. Había algo importante que le habían ocultado y ni siquiera llegado ese momento se lo contaban. 

—No —dijo, cerrándose en banda, con una rebeldía muy poco propia de ella—. No te diré nada más hasta que no me expliques qué es lo que pasa con mi nacimiento. Tengo derecho a saberlo —siguió, ahora con un tono suplicante—, por favor. Dímelo. Podré asumir lo que sea, pero necesito saberlo. 

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16/08/2019, 01:06
Rhonda Hightower

La reacción de Carellyn quizás buscaba algún tipo de reacción en su tía, una lucha de voluntades de posicionamientos, de tirar de sentimientos. Nada más lejos que aquello ocurrió.

Su tía la miró mordiéndose el labio inferior negando incrédula y orgullosa. Luego tomó su rostro y la plantó un beso de madraza en la mejilla.

Pero qué orgullosa estoy de ti. ¿Eres o no una Rowan?— Preguntó acariciando su mejilla con ternura.

No pasa nada mi vida. Pero naciste un día que está estigmatizado, como el nacer fuera del seno del matrimonio. Ya bastante difícil iba a ser que cargaras con lo segundo para que cargases con lo primero.— Explicó con dulzura, tratando de tranquilizarla.—No sé Carellyn, unos piensan que es gente especial, otros que están malditos. No lo sé. Pero al menos eso lo pudimos ocultar relativa facilidad.—

Negó confusa, desconcertada.

Yo sólo he conocido a una persona nacida ese día a parte de ti, cariño. Y no quiero asustarte, pero de poder haber llegado a ser la señora del Dominio, se encuentra ahora recluida en el Faro. ¿Entiendes ahora mi temor?. — Dejó aquello un instante en el aire. —No quiero decir que tenga que pasarte lo mismo, pero la gente...Bueno, qué voy a contarte yo de la gente y de lo mal pensada que puede llegar a ser.—

Dijo encogiéndose de hombros con resignación.

Por eso me asusta que se sepa. Y más aún que alguien que no sea tu padre o yo lo sepa. Y debo saber quién es esa persona, si es de confianza, incluso hablar con él. A falta de tu padre , yo soy tu familia Carellyn. Debes de entenderlo. No pude cumplir la promesa que hice a tu madre. Por favor, no me arrebates la oportunidad de hacer las cosas bien esta vez.— 

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16/08/2019, 01:29
Carellyn Flores

El desconcierto fue palpable en el rostro de la muchacha cuando su tía respondió plantándole un beso. La miró, extrañada hasta el absurdo, y luego se dispuso a escuchar. Su ceño se había relajado y cuando su tía mencionó el que era en ese momento uno de sus mayores temores —acabar encerrada como la Doncella Loca— abrió los ojos un poco más. 

—Nací el séptimo día del Desconocido, en el mes del Desconocido —afirmó, sin duda alguna en su tono, aunque después miró a su tía con gesto interrogativo, esperando algún tipo de confirmación por su parte—. ¿No es así?

Dudó entonces qué debía responder ella a cambio. Aún ni siquiera ella misma entendía lo que había pasado la noche anterior con el pajarito y desde luego que estaba totalmente decidida a no hablar de ello con nadie. Nadie salvo Ser Dwain, Aldern y el maestre, cuando acudiese a su torre... Ellos tres ya se le antojaban demasiados pues cuantos más oídos conocen un secreto más probable es que deje de serlo. 

Pero la mujer que estaba ante ella había estado protegiéndola desde su nacimiento aunque ella no lo supiese, ocultándole aquel dato incluso a sí misma. No se merecía que inventase una historia para justificar aquel conocimiento. Se merecía, al menos, su sinceridad, aunque sólo le contase una parte. 

Me lo dijo Ser Dwain Trant —dijo al fin—. Él no lo sabía, lo adivinó. Sabe ver más allá de los rostros de la gente —trató de explicar lo que ni ella misma comprendía—. Es un hombre de confianza, de eso no me cabe duda alguna —Aunque también confiaba en el dorniense y a su tía eso le había importado más bien poco, así que añadió algo más—. No se lo contará a nadie, no si yo no quiero que lo haga. No es necesario que hables con él y además partió esta mañana hacia el frente. Pero si lo haces algún día... Bueno, en ocasiones dice cosas algo extrañas, así que no te asustes. 

En realidad, viviendo como vivía en el Faro con una mujer señalada por su ausencia de cordura, seguramente nada de lo que Ser Dwain pudiera decir iba a espantar a Lady Rhonda. Pero Carellyn prefirió hacer la advertencia antes de que fuese necesaria, por si acaso. Había una doble intención en ello, pues aunque el caballero decidiese contar aquello... ¿quién iba a creerlo?

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16/08/2019, 03:38
Rhonda Hightower

—Sí cariño, así es.— Confirmó su tía. —Y supongo que ya sabes a que fiesta no acudimos tu padre y yo...— Aquella que daba la bienvenida al nuevo año. —Aunque estuvimos en otra mucho más hermosa, la que te trajo con nosotros.— Reconoció con dulzura.

Escuchó entonces con atención los detalles de quién había sido el que la había puesto tras la pista de su verdadero día de nacimiento. Se mantuvo pensativa unos instantes tamborileando los dedos sobre el barreño.

Ser Dwain, Ser Dwain...¿de qué me suena?— De repente sus ojos se abrieron mucho como si ya hubiese dado con ello. —Yalosé, yalosé...— Advirtió con premura dando un par de palmadas en las manos a su sobrina para alertarla de que lo sabía, como si no fuese evidente aún.

Hace un tiempo estuvo en el Faro, creo que acompañando a vuestro maestre. Y...¡por Los Siete...!— Frunció el ceño llevándose la mano al pecho como si hubiese vuelto a caer en otra cosa. —Estuvo hablando un buen rato con Lady Malora, mi cuñada.—

Se acercó un poco a Carellyn con duda en su expresión, con intención de compartirla con ella.

¿Crees que ella puede tener algo que ver?...Quiero decir, nacisteis el mismo día. Eso es mucha casualidad, ¿no?. — Negó entonces agitadamente. —Nah, no...eso es una tontería, es imposible. Ella no podía saber nada.— Aunque parecía albergar aún duda en su rostro cuando miró de reojo a Carellyn. —¿ O sí?

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16/08/2019, 14:55
Carellyn Flores

A Carellyn le sorprendió que su tía conociese a Ser Dwain, al menos hasta que mencionó que había ido al Faro acompañando al maestre y estando en Antigua la Ciudadela todo pareció cobrar más sentido. Se había quedado pensando en eso y cuando su tía se acercó más a ella para compartir sus dudas no pudo hacer más que encogerse de hombros.

—No la conozco de nada ni creo haberla visto nunca, así que sería extraño que ella lo supiese —respondió, pues de esa mujer apenas sabía lo que decían los rumores sobre su locura—. Pero ha de nacer mucha gente en ese día, ¿no? —preguntó, sin darle demasiada importancia  al detalle—. Sólo es un día, al fin y al cabo. Pero tal vez no lo dicen y fingen haber nacido un día antes o un día después.

Parecido a lo que habían hecho con ella, pero desviando la fecha varios meses. Y ahora que sabía eso se preguntaba cómo habían podido disimular algo así tanto tiempo. ¿Su madre había permanecido recluida durante meses para que nadie viese en el pueblo que había perdido la barriga de embarazada? Supuso que algo así podía hacerse, pero... ¿no había habido ninguna partera en su nacimiento? Se le pasó por la cabeza una idea terrible, pero la apartó rápido con una sacudida de cabeza. Casi que prefería no saberlo. 

Apretó las manos de su tía y le sonrió, queriendo tranquilizarla. Aún no se hacía a la idea de que se preocupase tanto por ella. 

—No pasa nada, nadie lo sabrá —le aseguró—. Yo estoy perfectamente y no voy a perder la cabeza. Lo de Lady Malora debe ser una simple casualidad y Ser Dwain guardará el secreto. 

Y aclarado aquello trató de aligerar la gravedad del momento cambiando de tema. El rato pasado con su tía había resultado ser un revoltijo de emociones y no quería que terminase con inquietud. Aunque ese asunto se sumaba a las cosas que planeaba investigar por su cuenta en la biblioteca del maestre.

—¿Me cuentas ahora esa historia divertida? —pidió—. La de cómo se conocieron mis padres. Por favor.

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17/08/2019, 23:25
Rhonda Hightower

—Que vaaaa, Carellyn, que va.— Respondió a lo de nacer ese día con los ojos muy abiertos. — Eso es parte de lo...¿excepcional?. — Tampoco supo muy bien como expresarlo, pues era consciente de que Carellyn podía darse por aludida.

Lo normal sería eso, pero por lo visto no hay nadie, casi nadie que haya nacido ese día. O quizás se ocultan, pero seguro que muchos menos que el resto de los días.— Aseguró. 

Bueno, no importa. Si tu dices que estás bien y que ese caballero no hablará...— Aunque parecía albergar alguna duda. 

—¿Tú y él...?— preguntó juntando los dedos índices. —Ya sabes...— Se encogió entonces de hombros. —Qué hija...no me mires así. Ya estas en la edad y qué quieres que te diga, pero le vi por un ventanal y tiene buena presencia.— Negó entonces como para confesar algo. —Eso sí, daba hasta miedo. Tiene una pinta de mercenario....pufff— Dijo agitando la mano.—Pero qué ojos ¿eh?...y lo que no son ojos.— Empezó a reír llevándose la mano a la boca.

Cuando Carellyn pidió que contara la historia, torció entonces el gesto de una forma divertida.

¿Ahora?, ¿con lo bien que estamos hablando de hombres?— Protestó. —En un ratito, mi vida en un ratito.— Aseguró. — Pero antes... — Dijo abriendo mucho los ojos. —QUÉ... ES... ESO, que tenéis por herrero.— Preguntó echándose las manos a la cabeza. —Casi se me para el corazón, cariño. ¿Has visto qué brazos y qué pecho?. ¿Cuanto mide, por los Siete.?. —Hizo entonces una pausa reflexiva y se le abrieron los ojos como si se le fuesen a salir de las órbitas. —¿Tendrá todo igual de grande?...¡Ay por faaaaavor!. Pobrecilla la que pille ese toro. — Comenzó de nuevo a entrarle la risa.

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18/08/2019, 01:02
Carellyn Flores

Carellyn asintió, queriendo con ese gesto apaciguar las dudas que aún le quedaban a su tía, pero su cabeza se detuvo a medio movimiento cuando Lady Rhonda le preguntó si había intimado con Ser Dwain. Abrió los ojos como platos y sus mejillas se sonrojaron. 

¡No! —exclamó cuando pudo meter baza—. Oh, ¿cómo se te ocurre? Sí que es bien parecido, pero es muy mayor y además está enamorado de una mujer que murió y creo que ha hecho votos, o algo así. Y además... ¿Cómo iba yo a...? ¡Qué dices! Mi virtud será para mi esposo, sea quien sea. ¿No es eso acaso lo que se espera de mí? 

Estaba entre confusa y escandalizada, pero una vez que su tía había comenzado parecía imparable y cuando empezó a hablar de Várgul a la chiquilla le entró una risa irrefrenable. Trató de esconderla tras la punta de sus dedos, pero era imposible. 

—Ay, que me dejas sin aliento —protestó entre risas, negando con la cabeza—. Eso es Várgul, tía Rhonda. Es medio salvaje y... bueno... alguna vez ha vuelto desnudo de bañarse en el río* y... —Su gesto con los ojos fue elocuente—. Te aseguro que todas en el castillo pensamos lo mismo que tú.

Nunca había conocido esa faceta de su tía, aunque eso no era nada fuera de lo normal teniendo en cuenta que la vez anterior que se habían encontrado ella era sólo una cría. Sin embargo, una conversación así, ligera y divertida, que apartase su mente de la carta de Aldern y de los misterios de su nacimiento, era justo lo que Carellyn necesitaba en ese momento. Y ya, animada, le cogió el relevo.

Hay un mozo en las cuadras que también es bien parecido. Se llama Todric y le gusta a una de las hijas de Lord Stronghorse. Pero huele muy fuerte a establo —señaló, frunciendo la naricilla—. Sabes cuándo se acerca antes de verlo.

Notas de juego

*Me lo invento porque me hace mucha gracia, pero si no puede ser avísame y lo quito sin problema :).

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18/08/2019, 01:34
Rhonda Hightower

Rhonda se echó la mano al pecho con cierto gesto de pena cuando dijo lo de Ser Dwain. 

Ay pobre...— Exclamó con pena. Pena que duró lo que tardó en bajar la mano. —Que desperdicio de hombre, de macho. Con lo guapa que es mi sobrina. Él se lo pierde.— Concluyó. Pero cuando Carellyn mencionó su virginidad echó la cabeza hacia atrás casi con horror.

Mira cielo, eso lo querrá un viejo anticuado. Todos quieren una esposa perfecta de cara a la galería y una puta en la cama.— Dijo con desparpajo totalmente entregada y encantada con su sobrina. —Y yo, que tú seas feliz.— sonrió. —Para qué son los matrimonios. Para aumentar los patrimonios, asegurar líneas de sangre, poder... ¿No?. Pues hale, ya lo tienes. Lo que haya hecho con mi vida antes o tú con la tuya, ahí queda. Si quieres una hermana te vas a un convento a buscarla. Y venga, tirando.— Añadió con un gesto de manos despreocupado.

Pero fue cuando habló de Várgul que sus ojos volvieron a parecer que se le salían, mientras casi se corta su respiración. Apretó con una mano la mano de su sobrina, mientras la otra se aferraba al barreño para no perder el equilibrio.

—NOOOOOOO...— Dijo dibujando la "o" con su boca y teniendo que volver a aferrarse a lo que tenía a mano. 

Comenzó entonces a agitarse casi como si estuviese poseía por un espíritu maligno, pero de forma divertida y exagerada.

—¡¡ORDENADLE QUE SE BAÑE EN EL RÍO ESTA NOCHE!!. ¡¡ORDENADSELO, QUE YO ME BAÑO CON ÉL!!— Gritó sin pudor. —Pero qué me cuentas, criatura...como un burro por lo menos, ¿no?. Menos no, seguro.— Sugirió recuperando el aire. —ya podría prestarle un poco a tu tío...— Luego un poco avergonzada se corrigió. —Nooooo, a veeer, nooo. Que está bien, ¿eh?...pero ufff— Dijo abanicándose con la mano. —Habría que hacer un viaje a las tierras de tu herrero...¿de dónde dices que es?— Dejo entonces escapar una risa cómplice con su sobrina.

Luego cuando comentó lo de Todric asintió. —Claro...los caballos y los Stronghorse.— Comentó con malicia uniendo sus índices de nuevo, sin poder evitar el chiste fácil, aunque después entre risas, trató de arreglarlo otra vez.

Ay cariño, con los años me estoy convirtiendo en una bruja lujuriosa. Tú ni caso a tu tía, que eres un cielo.— Reconoció con drama exagerado y fingido.

Pues no caigo quién es. Sólo he visto a una moza un poco rara. Pero cómo trabaja la moza, cuidado. Sorprendidos nos quedamos todos. Pero hombre ninguno.— Confirmó tratando de hacer memoria.

¿Está así...?— Preguntó hinchando el pecho y abriendo un poco los brazos. —...como tu herrero, vamos.—  Pero no ni la dejó responder en ese momento, comenzando a darle palmaditas en la mano. —¡¡Esperaesperaespera!!. ¿Sabes quién tiene un algo así, aunque sea algo mayor...para ti... peor que debajo de esas ropas te digo yo que no hay una gota de más y es puro músculo, y tensión.? ¿Un culebrilla en el lecho seguro.? — Preguntó haciendo una pausa con suspense. —El Maestre Paul. Sísísí...te lo digo yo. Un culebrilla. — Asintió de forma exagerada.  Continuó riendo hasta que poco a poco su gesto se fue apenando.

Qué contenta estoy de estar aquí contigo, cariño. Y qué pena me va a dar irme. Podrías venirte conmigo una temporada al Faro. Antiqua es una ciudad enorme, y muy interesante. Podríamos pasar un tiempo juntas...—

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18/08/2019, 03:18
Carellyn Flores

Las escandalosas opiniones de Lady Rhonda tenían a Carellyn fascinada. La contemplaba, con los ojos como platos y una risa bailándole en los labios, como si no supiese bien del todo qué cara debía poner. Y es que a cada frase añadía más leña al fuego y Carellyn ya no sabía si estaba más asombrada porque quisiera bañarse con Várgul, por la revelación sobre la intimidad de su tío o por el chiste sobre los Stronghorse, ante el que no pudo evitar que se le escapase una carcajada.

Nadie sabe de dónde viene, ni siquiera el maestre. Su idioma natal es una jeringonza incomprensible y él no ha sabido explicar cómo llegó hasta aquí. Pero tendrías que ver las piezas que hace en su forja, unas filigranas increíbles y exóticas. Tiene unas manos portentosas... —agregó, alzando las cejas con doble sentido con el único objetivo de hacer reír a su tía. 

La contemplaba con deleite, sintiéndose incapaz de seguirle el ritmo, ya casi no trataba de meter baza, pero no dejaba de reírse divertida con todo lo que decía.

—Esa es Osla, sí. Es muy rara, pero los animales la adoran. Tod~

Escuchar hablar así del maestre Paul ya terminó por trastornarla, pues una vez creada esa imagen en su mente parecía que nunca sería capaz de borrarla de ella. Sabía que en la siguiente ocasión en que se cruzase con él no podría evitar acordarse de esas palabras y eso la hizo reír de nuevo. 

Su risa se apagó poco a poco cuando se dio cuenta de que su tía parecía estar apenándose. Le tomó las manos y asintió. 

—¡Oh, eso sería maravilloso, tía Rhonda! —exclamó, con los ojos brillantes por la idea—. Me encantaría pasar un tiempo en el Faro contigo y conocer Antigua. ¿De verdad crees que podría hacerlo? Podrías enseñarme muchas cosas y podría ayudarte con lo que necesitases... lo pasaríamos muy bien juntas. —Aunque, en medio de su alegría por aquella invitación, recordó el gesto con que la había recibido el marido de Lady Rhonda y sus labios se fruncieron en un mohín—. ¿Crees que Lord Baelor lo permitiría? —tanteó, algo insegura con esa idea.

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18/08/2019, 04:44
Rhonda Hightower

Al escuchar lo que dijo sobre Várgul se tapó el rostro y negó como si sobrina estuviese siendo cruel. —Ay...con una sola mano, me cubre todo el cuerrrrpo— Respondió únicamente de forma teatral.

Luego cuando entraron en materia sobre Ser Baelor, asintió convencida. —Pero si luego es un trozo de pan, cariño. Lo que pasa que es tonto, como el resto de hombres. Nada más.— Asintió como si eso fuese una verdad absoluta e irrefutable.

Tú deja a tu tía. Yo esta noche le preparo un buen baño y le hago las cositas indecorosas que le gustan, que se vuelve más tonto aún. Y mientras, le digo que qué feliz estoy de verteeeeee, como te voy a echar de menooooos. Qué linda y simpática que es mi sobriiiinaaa...— Dio entonces una palmada en el muslo a su sobrina.

Y mañana tienes a tu tío dando palmadas en el funeral y vitoreando "Carellyn vente al Faro". Y además como si fueses una hija.— Aseguró igualmente convencida.

Porque, mi querida sobrina, Bal se casó con un apellido, pero hoy es adicto a esta cintura, a estos pechos, a estas caderas y a estas piernas...y por supuesto a mi hermosa sonrisa Rowan, que es esta...— Dijo dedicándola una encantadora sonrisa y aleteando las pestañas con los preciosos ojos verdes que se alzaban lentamente desde el suelo hasta mirarla. —La misma que tienes tú, que es de familia.

Cruzó entonces las manos, como si todo hubiese quedado zanjado.

Así que si quieres volverte con nosotros, o que mande a buscarte en unos días me dices. Porque tu hermano no creo que se quede sólo un par de días. Ese hasta que no crea que estás bien no se va. ¡¡O mejor aún!! ¡Podríais venir los dos a pasar unos días conmigo y vuestros primos!— Dijo ilusionada ante la nueva idea. —Así también, si yo tengo que atender alguna obligación no te quedas sola esperando. O peor aún, con tus primos. — Rió como si sus hijos fuesen unos trastos, pero sin duda los quería mucho.

Luego pareció ponerse más seria, sincerarse con ella de verdad.

Es que Carellyn. Yo también me he sentido muy sola allí, sin nadie de mi familia. Es verdad que ahora estoy muy bien y muy feliz, pero ha sido muy duro al principio. Sólo dedicada a cuidar de mis hijos y poco más. Sin una amiga de verdad, sin nada. Fíjate, que a ti llevo como siete años sin verte, poco antes de que se marchase Arlo. A Arlo, pues lo mismo, creo. Y a tu padre y Daniel, cosa de cuatro.— Negó como si eso fuese demasiado tiempo. 

Y es verdad que después de esto, tampoco sabemos el tiempo que puede pasar hasta que nos veamos otra vez. Y estamos tan cerca...y encima tu hermano y tú. Unos días, una semana, lo que podáis o queráis.—

De nuevo tomó sus manos para decirle algo serio, con cariño.

Pero aunque nos tengamos que separar, recuerda que tu tía está ahí. Ahora sí lo estoy. Y sea lo que sea...LO QUE SEA, que necesites, tu tía está a tu lado. Si me parece mal, puedo romper un jarrón, llorar, gritar...pero nunca darte de lado. Eso nunca. ¿Lo entiendes?. Porque eres mi familia y también eres mi niña, ¿de acuerdo?.— Dijo acercándose y dándola un beso y un abrazo. —Un cuervo, un mensajero o lo que sea. Que tu tía engancha los bártulos y se presenta allí.—

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18/08/2019, 14:05
Carellyn Flores

Carellyn escuchaba con atención cada ápice de la sabiduría femenina que le enseñaba su tía. Y es que se daba cuenta de que había mucho que podía aprender de ella si era capaz de manejar a un hombretón como su tío con la facilidad que alardeaba. Por los Siete, si a ella le costaba incluso manejar a Aldern. Aunque, claro, siendo dorniense seguro que se las sabía todas y era más difícil que otros hombres. 

Le devolvió la sonrisa, tratando de imitar su pestañeo. Estaba deseando practicar ese gesto y ver si funcionaba con el primer mozo que se cruzase, sólo por el puro placer de experimentar. 

No dejaba de tener cierta gracia que su tía hablase con ese desparpajo de esos asuntos después de lo que había dicho de los dornienses, pero en cierto modo eso le hizo pensar que si conociese a Aldern en persona tal vez se daría cuenta de que lo había juzgado a la ligera. 

Sin embargo, Aldern desapareció de su mente en cuanto Lady Rhonda volvió a mencionar a Arlo. La sonrisa de Carellyn se hizo enorme al imaginar que podría pasar varios días con él, ya fuese en Riverside o en el Faro. Y luego empezó a calcular cuántos años debían tener todos sus primos, pero la idea de estar rodeada de niños no la inquietaba, más bien al contrario, le daba más ganas de ir. 

Oh, tía Rhonda —dijo con sentimiento, cuando la mujer se sinceró con ella. Acortó la distancia que las separaba para abrazarla, apoyando la mejilla en su pecho—. Yo podría haber ido a verte si lo hubiera sabido. Te podría haber ayudado con los niños, se me dan muy bien.

Se sentía bien arropada por ella y le daba cierta lástima no haber sabido que la tenía en consideración durante ese tiempo. No estaba acostumbrada a tener una figura femenina y adulta preocupándose por ella y ahora una sensación cálida se extendía bajo su piel. 

Al separarse de ella, asintió con determinación. 

—Cuando Arlo esté aquí podremos hablar los tres y organizarlo. Y yo hablaré también con Aquilegia —decidió—, pero no creo que ponga problemas. Al fin y al cabo Helaena partirá hacia Aguasfrías en cuanto terminen los funerales y ella está demasiado ocupada gobernando Riverside, así que no creo que me vayan a necesitar mucho por aquí. 

Claro, que también estaba el asunto que ella y el maestre tenían entre manos, pero pensó que tal vez en Antigua le permitiesen visitar la biblioteca de la Ciudadela si él les escribía hablando en su nombre. Y así luego podría contarle al maestre lo que descubriese. La perspectiva de investigar ella sola entre libros no le resultaba en absoluto atractiva, pero bien estaba dispuesta a hacer un esfuerzo si así podía comprender todo lo que le sucedía.

Por otro lado, conocer a la cuñada de su tía le daba algo de reparo, si en verdad estaba tan loca como decían, pero al menos podría preguntarle por ese asunto de su día del nombre. 

—Me va a costar sentirme lo triste que debería en las circunstancias que nos rodean ante la perspectiva de ese viaje —reconoció a su tía, con una sonrisa que no era capaz de refrenar.

Así que entre unas cosas y otras, ya estaba ilusionada con la perspectiva de viajar. Sólo quedaba atar los cabos sueltos y planear cuándo y cómo... y que su tío no fuese más testarudo de lo que Lady Rhonda planeaba y se lo impidiese.

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19/08/2019, 14:51
Rhonda Hightower

Rhonada arropó a su sobrina cuando ésta la conosló.

—No te preocupes, cielo. Ya pasó. Es que es difícil hacerte un hueco en una familia ajena. Y más en la Hightower, que paren como conejos.— Valoró. —Aunque bueno, yo ya voy camino ¿eh?.— Bromeó.

Perfecto.— Respondió con ilusión ante la posibilidad que mentaba su sobrina de reunirse todos. —También tengo muchas ganas de verlo. Hace mucho ya desde la última vez. Seguro que es tan alto y apuesto como su padre. Qué cielo de niño ha sido siempre.— Expresó con afecto y nostalgia.

Y tú tranquila, Carellyn . Nadie va a culparte por mostrar un poco de felicidad por ver a tu familia. Y si alguien lo hace, que se pudra, hija. Que se pudra. El que no lo entienda, bien idiota que es.— Justificó como algo natural.

Permanecieron un rato más juntas, incluso ordenó que trajeran unos baños en madera de pino muy amplias y les preparasen un baño con agua tibia mientras disfrutaban de unas uvas y un poco de limonada con unas gotas de vino dulce y sus criadas personales las masajeaban el rostro y los hombros.

 

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19/08/2019, 15:06
Ser Baelor Hightower

A la mañana siguiente, los asistentes al funeral se fueron sucediendo espaciados durante el día. En un momento, Ser Baelor acompañado por su esposa, tras saludar a Arlo, la dejó a solas junto a su sobrino y se dirigió hacia Carellyn.

Carellyn...— Hizo un gesto acompañando para que acudiese a conversar con él.

Anoche hablé con tu tía. Sé que eres muy importante para ella y que te tiene gran afecto. También me contó sobre lo de pasar unos días con nosotros.— Explicó primeramente en un tono amable. — Quiero que sepas que si eres importante para mi esposa, también lo eres para mí. Espero que puedas olvidar el incidente de ayer y no tenerlo en cuenta. — Pidió manteniendo la amabilidad. — Nos gustaría...a ambos— Puntualizó. —que tanto tu hermano como tú pasáseis unos días con  nosotros en Antigua. Os enseñaremos la ciudad, conocerás a tus primos. Nada, un par de días o tres. Luego a cuarto de día o menos, tenemos una residencia junto al mar, con playas preciosas y un pueblo pesquero y vinícola cercano. Muy acogedor también. Allí también pasar otros cinco días o una semana. Despejarnos de toda esta...de esta locura de guerras, funerales. Pasar un tiempo en familia.— Propuso haciendo una pausa.

Eres mi sobrina, Carellyn. No debí reaccionar así.— Reconoció dedicándola una sonrisa en forma de disculpa. —Si no vienes, que no sea yo el motivo. Eres más que bien recibida.—

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19/08/2019, 20:41
Carellyn Flores

Carellyn se maldijo por dar un respingo al escuchar que su tío la llamaba. Que se dirigiese así a ella le hizo pensar que las argucias de su tía no habían funcionado y al seguirlo se imaginaba que tal vez quería decirle alguna cosa horrible, como que nunca aceptaría la presencia de una bastarda en su castillo o algo por el estilo. 

Nada más lejos de la realidad, pues sus maneras fueron amables y sus palabras muy corteses. Incluso, en su asombro, le parecieron cálidas. Y a medida que el hombre hablaba, la admiración que ella sentía por su tía crecía en la misma medida. Se arrepentía de haber dudado de sus capacidades, pues estaba claro que sabía lo que hacía. 

Aún así, quizás por la costumbre de años, se sentía algo azorada con las disculpas de Lord Baelor y cuando respondió lo hizo con el respeto debido a su posición. 

—No hay nada que yo deba disculpar, Lord Baelor. Al fin y al cabo, no dijisteis nada que no fuese cierto —manifestó, aunque el hombre bien podía deducir de su expresión lo halagada que se sentía por sus palabras. Hizo una leve inclinación, quizás demasiado formal para el tono que había empleado su tío, pero aún se sentía algo cortada—. Pero os agradezco mucho vuestras palabras. Me encantaría aceptar esa invitación y conocer nuevos lugares, sería un honor poder visitar vuestro hogar. Yo también aprecio muchísimo a Lady Rhonda y me encantaría conoceros a vos y a mis primos. Soy muy buena con los niños —aseguró—. Os garantizo que si ese viaje se produce no seré ningún estorbo, al contrario.

Se le fueron los ojos hacia Lady Rhonda por un instante, comprobando si ella estaba pendiente de lo que hablaban. Por los Siete, lo que había logrado le parecía cosa de magia. Pero enseguida volvió a mirar a Lord Baelor, expectante por si él tendría algo más que añadir. 

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19/08/2019, 21:19
Ser Baelor Hightower

Cuando se fijó en su tía, pudo observar que no prestaba atención en absoluto. Seguía manteniendo una conversación animada con Arlo. Señal inequívoca de que no dudaba un momento de lo que resultaría de aquella conversación. Al volver a mirar a Ser Baelor, hizo un gesto conforme. 

Entonces sobrina, no olvides preparar los arcones para el viaje.— Aconsejó antes de acercase a Carellyn y darle un beso en la mejilla como despedida antes de volver junto a su esposa y Arlo. Cuando se unió de nuevo a ellos, Rhonda miró a Carellyn y dijo algo sin sonido pero que pudo leer en sus labios sin problemas y sin que nadie más que ellas dos se percatase. Trozo de pan, acompañándolo con un gesto de la cabeza disimulado hacia su esposo, mientras arrugaba la naricilla y sonreía. De inmediato volvió a atender a Baelor y Arlo. 

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24/08/2019, 21:34
Carellyn Flores

Torre de invitados. Tercer día del Guerrero. Mes del Padre. Año 289 A.C.

Una vez metió el último vestido en el último arcón Carellyn suspiró y se enderezó, mirando alrededor. Llevaba horas en la ardua tarea de preparar su equipaje, vestidos, útiles de dibujo y de escritura, perfumes, adornos para el pelo, algunos dragones de oro y, en fin, toda la parafernalia necesaria para el día a día de cualquier muchacha. Todavía estaba dolorida y la actividad no ayudaba, pero la perspectiva de reunirse con su tía y con Arlo, sobre todo con Arlo, era suficiente como para que no se tumbase en la cama a descansar. 

Se detuvo delante del espejo antes de salir hacia la torre de invitados. No tenía tan buena cara como el día anterior, eso seguro, pero aún así mantenía un brillo feliz en la mirada. Se colocó un poco el pelo y se pasó una tela de lino húmeda por el rostro y el cuello para refrescarse. La mariposa de Lord Martyn le devolvió la mirada desde su pecho y decidió dejarla ahí para enseñársela a Lady Rhonda. 

No tardó mucho más en salir de su dormitorio, pues ya debía ser cerca de la hora a la que había quedado con su familia para pasar un rato en su compañía y planear el viaje del día siguiente. 

Al llegar a los aposentos de los Hightower esperó hasta que los guardias le dieron paso y luego entró buscando a su tía y preguntándose si Arlo ya habría llegado antes que ella, o aún estaría por venir. Pensó que eso dependía de si había querido ponerse un cinturón o no y sus labios se curvaron con una sonrisa traviesa. 

—¿Tía Rhonda? Ya estoy aquí —saludó con buen humor. 

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25/08/2019, 03:31
Rhonda Hightower

Torre de invitados. Tercer día del Guerrero. Mes del Padre. Año 289 A.C

Al instante, una de las doncellas de Lady Rhonda abrió la puerta y realizó un saludo cortes a Carellyn. Arlo ya se encontraba charlando con sus tíos cuando entró a la estancia, mientras sostenía en los brazos a su primo de apenas unas pocas semanas. Todos giraron la vista cuando Carellyn entró.

Ya estamos todos, ¡qué bien.!— Anunció lo evidente. —Venga Baelor, pues a hacer un poquito de padre. Vete a pasear a nuestro hijo y que respire aire fresco. Mira Lord Martyn, a ver si se te pega algo—

Ser Baelor Hightower

¿Y para qué tenemos doncellas y criados?— Protestó mientras tomaba a su hijo de los brazos de Arlo, como si en realidad ya supiese de antemano de lo inútil que iban a resultar sus quejas.

Ya cariño, ya. Es que esto es pueees...ya sabes...muy Rowan todo.¿Eh?— replicó tomando del brazo a su esposo y guiándolo como un canal al agua, hacia la puerta.

Ser Baelor Hightower

Y además también me gusta estar... Y soy tu esposo, heredero del Faro y de Anti...

Lady Rhonda se colocó entonces tras él rodeándolo con los brazos uniendo sus manos, cual presa, mientras se hacía al mismo paso que él y apoyaba su rostro en la espalda de su marido.

Claro que sí, mi vida. Y bien orgullosa que estoy del esposo que tengo.— Interrumpió apretando el rostro contra su espalda con más fuerza. Ella misma lo giró ya en el umbral de la habitación para mirarle. —Y además eres el más apuesto y me vuelves loca.— Tomó entonces sus mejillas con ambas manos sin que él pudiese oponer resistencia pues portaba con ambos brazos al bebé. —Bueno, excepto por tiiii. Que tú si que eres el más guapo, ¿verdaaad?, ¿verdaaad?— Dedicó al bebé con voz melosa mientras le hacía carantoñas con la nariz en los mofletitos aún sin soltar el rostro de su marido.

Ah, y ya que estás no te olvides de ordenar que nos traigan más vino...más naranjas... más aceitunas...miel, pan ....y esos cuartitos traseros de conejo tan crujientitos.— Iba intercalado un beso en los labios de su esposo, con cada petición . Para cuando hubo terminado la lista, ya tenía a su marido fuera de la estancia. —Te acordarás de todo, ¿verdad mi amor?.—No esperó respuesta ni la permitió pues volvió a unir sus labios con los de él. —Y no te canses mucho que esta noche a por el cuarto...avisado quedas.— Dijo manteniendo la sonrisa mientras unía las manos al frente sobre su faldón.

Ser Baelor Hightower

—¡Heredero del Faro y Antigua!— Logró terminar por fin su frase en señal de protesta mientras se alejaba por el pasillo del castillo hacia las escaleras.

Te amoooo...— Dijo Rhonda elevando la voz para que le llegase el mensaje a su esposo mientras se alejaba. Cerró entonces la puerta y se giró sonriente aún con las manos sobre el faldón. Eso fue hasta que comenzó a dar saltitos y palmadas rápidas. —¡Iiiiiiiiii...ya estamos juuuntos!— Celebró acercándose a ellos y abrazándolos a ambos. Tía Rhonda era una mujer ya adulta, con mentalidad de adulta, pero sin duda, con espíritu de adolescente. Carellyn no pudo evitar pensar en el terremoto que debía haber sido cuando tenía su edad o incluso antes.

Arlo en aquel momento ni miraba. Se había tenido que girar hacía un rato simulando que atendía con curiosidad a la decoración de la habitación tapando la boca para evitar la risa, con un movimiento que simulaba juguetear con su barbilla como si estuviese pensando y valorando. Los llevó a ambos de la mano hacia los divanes y cojines, llena de energía y prácticamente los sentó antes de hacerlo ella.

Bueno Arlo, qué decías. Que tres o cuatro semanas como mucho ¿no?

Arlo asintió.

Ser Arlo Rowan

Sí, tía Rhonda. Una semana más o menos en llegar a Antigua, otra allí y luego una semana...o más, diez días incluso en volver.— Calculó

Mira Carellyn... ya todo un hombre. Responsable...guapo...— Susurró a su sobrina, casi sin hacer caso a las palabras de Arlo.

Ser Arlo Rowan

—Tía Rhonda, por favor...que ya no soy un niño.— Protestó con un gesto que casi le hacía parecerlo.

—Pues eso mismo le decía a tu hermana. Que ya no lo eres.— Aseguró asintiendo y mirando a Carellyn con complicidad.

Venga, sísisisi, mi vida. Cinco o seis semanas...Continúa. —

Ser Arlo Rowan

—Tres o cua~— Se dispuso a corregir, antes de volver a ser interrumpido.

¡Nonononono, espera!— Dijo emocionada palmeando la mano de sus sobrino tantas veces como noes. —Hablemos de algo más.......... jugoso.— Propuso encantada, allí con sus dos sobrinos ya convertidos en adultos. —De las siete u ocho semanas ya tendremos tiempo de hablar.— Sonrió dejando aquello como de pasada, para un futuro.

Qué te ha parecido Lady Aquilegia...— lanzó con el chismorreo metido en el cuerpo.

Es mona, ¿no?. Tiene un pelo bonito, una delantera decente.... Parece muy educada. Un poco estiradilla quizás, ¿no?— Valoró. 

El rostro de Arlo enrojeció como si no supiese dónde esconderse.

Ser Arlo Rowan

Puff...eeehhh...no sé...sí...buenooo...¿joven?. Sí, es joven.— Preguntó encogiéndose de hombros probando suerte para ver si aquella respuesta le servía a su tía. No pudo evitar desviar un par de veces la mirada hacia Carellyn.

¿Joven?— Repitió tía Rhonda arrugando la nariz. —Ay hijo, qué sosito eres.— Recriminó ante aquella respuesta. 

Miró entonces a Carellyn sonriendo. —Carellyn, cariño. Tú sí la conoces bien, ¿no?. Anda cielo, cuéntanos un poquito...—

Por el rabillo del ojo pudo notar como Arlo ya no sabía ni a dónde mirar.