Partida Rol por web

Las dudas de Luis me parecían razonables porque también eran las mías. Confiar en la gente era muy difícil y teníamos que actuar con mucha precaución.- De momento sí, confío en Andrea. Aunque su regreso haya sido un poco extraño, no ha dicho nada que no hayamos hablado aquí antes y ha vuelto a defender tu inocencia. Además, sus acusaciones han conseguido que Erika se descubriera y confesase. Ha reconocido que fue ella la que os mató a ti y a Salvatore la primera noche. De momento todo indica que es de fiar, no obstante tendré que estar alerta a cualquier cambio evidente.

Miré a Luis con tristeza, ojalá volviera pronto.- Por supuesto que puedes confiar en mí, siempre podrás hacerlo. También puedes confiar en Kim, Janko y Salvatore. Janko me ha pasado una nota hablando sobre Richard y Samantha, habría que comprobarlo pero creo que ellos también son de fiar.

Luis escucha a Sasha, y asiente con la cabeza. Si ella se fiaba, entonces también entregaría un voto de confianza. Luego dejó escapar un suspiro aliviado, aunque en su tono de voz se podía notar su contrariedad.- Bien... confiare en ellos.- DEjó escapar un profundo suspiro, mientras se rascaba la cabeza con aquellos cabellos de muñeca.- No me siento tranquilo con nada de lo que esta sucediendo... Pero también me siento bastante culero... me quejo de los malos, pero al atardecer volveré a la vida, a cambio de la de Mona... ¿Crees también que sea eso lo correcto? 

La figura de la muñeca de Luis se desvanecía de ese lugar, mientras su figura humana cobraba vida en las ruinas.

De repente, una muñeca nueva aparecía en este lugar, una que se asemejaba mucho a Mona, la cual había perdido la vida donde se encontraban los vivos. Aunque su muñeca carecía de ojos, parecía que ella podía percibir qué sucedía a su alrededor, igualmente.

Allí, solo se encontraba otra muñeca, la cual tenía los ojos en su lugar, era una muñeca muy parecida a Sasha.

La figura de una muñeca igual a Jessie aparecía a este lado, mientras perdía la vida donde se encontraban los vivos. Después de escapar de la muerte tantas veces, por fin Jessie había llegado a este lugar donde se encontró con una muñeca semejante a Mona, aunque, al igual que él, la muñeca carecía de ojos.

Pudieron ver una muñeca más en la estancia, la cual se asemejaba a Sasha, pero esta sí tenía sus ojos, lo cual la hacía diferente de los demás despojos de muñecas en la estancia.

Estiré mis brazo de muñeca como si tuviese los músculos entumecidos(solo por postureo).

-AAaassih... Bonito lugar...-dije mirando si mirar mi alrededor y luego miré a Sasha-Vaya...que decepción que estés aquí, pero guay. ¿Qué tal va todo?

Me mostraba bastante indiferente pues viendo como estaban las cosas, era cuestión de tiempo que terminase así.

La muerte había vuelto a por mí, tal y como dijo Andrea, algo que puede explicarse con la vuelta de Luis. Los muy malditos habían planeado mi asesinato, era obvio que sabían que aquello iba a suceder. La muñeca de Jessie no me sorprendió pues nadie dudaba que era uno de los asesinos.

Este lugar es aterrador, Jessie, la cosa no puede ir bien, esto es horrible -le respondo -¿que se supone que es este lugar?

Nunca me había caído en gracia Mona pero que remedio...

-Pues, iendo lo que ha pasado estos días, diría que es alguna zona del antiguo hotel o algo que había aquí. Quién sabe...tal vez ella.-dije señalando a Sasha.

Dos nuevos “inquilinos” llegaron al lugar donde me encontraba y, oh sorpresa, lo primero que dijo Jessie encajaba totalmente con mi sensación en ese momento.

-Ya ves, por una vez tengo que estar de acuerdo contigo. Tampoco me agrada tener que estar contigo aquí, así que la decepción es mutua.- Hice una mueca de desagrado más que evidente.

-No sé qué es este lugar pero supongo que sí es una parte del antiguo hotel. Aquí venís los que morís y yo puedo hablar con vosotros.

-Bueno, pues háblanos, cuéntanos una historia, un chiste, el por que creéis a Luis y no a mi. Solo son palabras lo que habéis creído...-Empecé irónico, pero no vendría mal un chiste para pasar el rato. Luego hablé en tono serio.

-Y tu Mona, ¿Por que llegaste a morir, lo sabes? 

Mona parecía no estar muy por la labor de hablar, no podía culparla ya que había pasado por una experiencia bastante dura y, estar en este lugar, debía de ser aún peor. Sin embargo, Jessie sí que parecía estar más dispuesto a hablar.

-Si son solo palabras, ¿por qué confesaste? No dijiste que vieras a Luis hacer nada. Vale que él estaba despierto, pero tú también y él murió y tú no. ¿Cuál pensabas que iba a ser nuestra reacción? Luego, en vez de ponerte serio y darnos motivos razonables para que pensáramos que hiciste bien en matarle, te pones en plan sarcástico y bromeando. Eso no te hace más fiable. Lo único que nos ha hecho pensar es que no querías testigos de tus paseos nocturnos. La verdad es que lamento todo lo que está pasando, dudo que ninguno de los presentes fuera un asesino antes de estar aquí, pero no podemos permitir que haya gente por la noche matando a los demás.

Las manos de la muñeca que ahora era Mona se levantaron apuntando a Jessie y a Sasha.

Eres uno de los asesinos, Jessie, razón por la que no me hace ninguna gracia compartir este lugar contigo. Pero te responderé. Creo que Luis me sacrificó para volver a la vida, que él me asesinó -la joven muñeca miró a Sasha a continuación -Luis no es de fiar, me ha matado a mi en lugar de a Erika, que sabemos que es una de las asesinas. No parece ser una elección propia de alguien inocente...

-Confesé por que sentía lo que había hecho. Pero no esperaba que me culparais de todo. Y lo ormal en matar a alguien es que el muera y yo no.-le aplaudí.-Eres un genio. Y os di motivos, el iba a mataros.-Miré a Mona-He ahí un ejemplo. La ha matado, de una forma, extravagante, por su propio egoismo, no se que relación tendrán ellos dos, pero a pesar de haber echo eso, de seguro todos se han aliviado al ver como lo hacía. ¿De verdad? ¿Me estáis tomando el pelo?-Estaba hablando a punto de estallar en rabia. No comprendía como podían estar tan ciegos y el no poder hacer nada para abrirles la cabeza contra la evidencia me repateaba por dentro.-Y Phil fue un testigo de mis paseos, pero no por eso he ido cargandomelo a toda cosa, y no sería por tiempo...

-"pero no podemos permitir que haya gente por la noche matando a los demás."-repetí imitando de forma graciosa pero aun histérica a Sasha-Pero si podéis permitir que vacien por dentro a personas de forma asquerosa para sus fines egoístas y acabar con la vida de los demás mediante rituales satánicos o no se como me han matado a mi ni quién. Escuchate por favor. Da un poco de sentido a todo esto. Dile esto a los demás. Que piensen un poco-Volví a mirar a Mona-Deja de decir que soy un asesino, eso no lo sabes ni lo puedes demostrar, pues no lo soy y por lo que se , al igual que a mi, también te han acusado a ti. Mira lo que te ha hecho Luis. ¿Aun así los apoyas a ellos? Tu lo has dicho, podría haber echo eso con Erika o con Aurel, o con cualquier otro, pero lo ha hecho contigo. Por eso creo en tu inocencia en parte. Estáis todos locos y ciegos...¡Y NECESITO UN POCO DE WEED MIERDA DE CUERPO DE MUÑECA!-Comencé a darme a mi mismo.

Con la llegada del nuevo día, se formaban tres figuras en aquel lugar de muerte, tres muñecas similares a Luis, Phil y Erika, los cuales se encontraban algo confundidos.

Estos tres llegaron a un lugar donde se toparon con Mona y Jessie, notando que ninguno tenía ojos en su apariencia de muñeca, a excepción de una muñeca muy similar a Sasha, la cual aún no los había perdido.

Finalmente, el sueño acabó.

Cuando la noche nos envolvió, y la muerte me tomó de la mano para acompañarla, tal y como había anunciado, sonreí. La estaba esperando desde que Andrea me delató.

Cogí de su mano helada, y me adentré con ella hacia donde quisiera que fueran las almas que caían, sobre todo, las almas que estaban envenenadas. Como la mía.

Al despertar en aquel lugar, nada sentí. Había perdido el gusto, el tacto, no sentía fría ni calor, ni el contacto de mis propias manos abrazando mi cuerpo tembloroso. Nada. Para la eternidad.

Contemplé a los demás caídos, y sonreí al ver a la muñeca que se parecía a Sasha, un alma errante entre dos mundos.

Me levanté como pude, y pestañeé varias veces.

—Me lo esperaba, claro— dije, encogiéndome de hombros, como quien acepta su destino—. Me sentenciaron cuando Andrea dijo aquello, y me ejecuté cuando se lo corroboré. Está bien así. Es lo justo— miré a Sasha, y ladeé la cabeza—. ¿Qué dicen en el otro lado?— pregunté curiosa—. ¿Qué hacen los demás? ¿Qué hace Andrea?— mi interés particular en ella se debía a más curiosidad que preocupación. No, aún no podía decir las razones por las que quería saber acerca de ella, pero quería saber—. Qué bien te lo tenías callado— señalé con el mentón a Sasha, divertida. 

¿Q-que, que es este sitio? - lo que pudiera quedar de Phil a través de su corroída muñeca, confuso... muy confuso, reacciona preguntando. Y... donde estaban todas las historias mas allá de la muerte? ¿donde estaban sus chicas? Que maldita sea había pasado?!
No había podido dormir, cinto en mano, y aunque de poder, tampoco lo hubiera hecho... dejando a un lado que le habían rajado el cuello antes de tan siquiera plantearselo... dura sensación.

Extraño lugar para el retratista, podía retratarse la muerte.
Intentaba recuperarlos, pero nunca los había perdido, y habia adoptado mas. Phil seguía algunos de los cánones del tipo creativo. Introvertido, ciertos problemas emocionales, llegar tarde a todo y entender lo que nadie entiende, tan solo entendiéndolo para si mismo, claro - Mike, Mike Straton... llevaba un cuchillo - hubiera tragado saliva. Andrea no mentía. Phil, como puede... busca a Luis en aquel lugar con hedor a muerte - ¿Tu lo has visto? - le pregunta. Después observa a aquella figura que sin duda, debía ser la cazafantasmas de los termometros, Sasha, versión... muñeca.

- S-Sasha... escúchame, esta noche vi al fulano ese tipo cabeza de familia, Straton.... cerca de Ekaterina, Katy o Katia... o como se llame la niña blanquita y asustada - confiesa.

No estoy muerto... - no, al menos no del todo, o eso parecia... pero estaba atrapado en un sitio con muy mala pinta, y habiendo llegado con muy mala pata. La estampa del todo, y del nada. Daba para un lienzo bastante perturbador...

El discurso de Jessie pretendía ser contundente pero no lo fue le miré incrédula ante lo que estaba escuchando. -Exacto cuando matas a alguien tiene tendencia a morirse. Tú mataste a Luis asegurando que estaba matando a alguien pero no has demostrado nada. Acusaste a Luis de ir a por Salvatore, pero luego Erika ha dicho que fue ella y que Luis estaba en el medio. Entonces, ¿le mataste tú o lo hizo ella? ¿Quién protege a quién? No intentes convencerme de que eres inocente, las confesiones suelen ser bastante definitivas.

Mientras el tiempo pasaba entre los muertos, llego la noche y con el alba aparecieron tres nuevos inquilinos del extraño lugar en el que me encontraba. Al ver de nuevo a Luis no pude evitar sentirme triste, era la tercera vez y, con cada una de ellas estaba más convencida de su inocencia. Me sorprendió ver a Erika allí, o alguien iba de justiciero o los propios asesinos habían decidido prescindir de ella.

-Ya bueno, no voy a ir por ahí diciendo que puedo hablar con los muertos. ¿Por qué te interesa tanto Andrea? Ella te acusó y tú confesaste, podías haberte defendido. Parece que tu muerte ha sido un castigo de tus propios compañeros. Ya ves que no han tenido ningún escrúpulo, no son demasiado leales, ¿no crees? Han dejado un pasaje de la biblia en el que habla de castigo, no les ha debido gustar mucho  que dijeras que no querías hacerlo. Si sabes quién ha sido deberías decirlo, no han tenido mucha delicadeza contigo, no les debes nada.

Phil estaba bastante conmocionado y me pareció de lo más normal. –Lo siento, Phil. Parece que Andrea ha dado en el clavo varias veces. Si has visto a Mike, no te quepa duda de que lo diré. Para eso estoy aquí para ser un enlace entre vosotros y los vivos.

Aquel nuevo lugar, desconocido para todos. Era una locura. Al final, todos acabábamos en el mismo sitio, y todo ¿para qué? Para seguir discutiendo, por lo que veía tras las palabras de Sasha. No era suficiente la muerte. La gente siempre quería más.

-No han sido los míos- respondí con total tranquilidad-. Allí hay alguien que se está tomando la justicia por su mano. Alguien con corazón puro que sale por las noches a cazar almas manchadas y oscuras. Como la mía- terminé diciendo, reconociendo mis actos-. Y, te lo volveré a preguntar, porque para eso supongo que estás aquí, ¿qué hacen los del otro lado? ¿Qué dicen? ¿Contra quién van esta vez?- pregunté sin descanso.

Observo sin moverme a los tres muñecos que se forman ante nosotros. Me sorprende encontrar a Erika ya en este lugar y me alegro del fallecimiento de Luis, mi asesino, aunque de Phil no puedo decir nada. Escucho con atención a unos y otros pues en un primer momento no deseo intervenir hasta que, finalmente, algo me hace alzar la voz.

La verdad es que Erika y Jessie me confunden, son unos asesinos que se delatan en cuanto alguien dice algo contra ellos. No tengo ninguna duda de que sus manos están manchadas de sangre pero nunca esperé tanta sinceridad de alguien que puede cometer actos tan deleznables -expreso mirando a ambas muñecas hasta que mi vista se fija en una tercera, la de Luis -no voy a negar que siento cierta justicia en tu muerte, Luis. Si no me equivoco tu acabaste conmigo ¿cual es la razón? ¿que te he hecho para que me mates? ¿porque no elegiste a uno de los asesinos, a Jessie, Erika o Mike?

Me molestó bastante la actitud de Erika y la miré con el ceño fruncido. –Sí, estoy aquí para ser un enlace entre vivos y muertos, pero no tengo obligación de hacerlo. Parece que vamos a pasar aquí un tiempo, lo más fácil para todos sería intentar llevarnos bien. No me gusta la situación y ninguno de nosotros debería estar pasando por esto. Has dicho que no te gustaba lo que te tocaba hacer, no puedo hacer que vuelvas y no sé qué pasará  cuando todo acabe pero puedes intentar ganar puntos en el otro lado. Ya sabes, limpiar un poco tu alma. Tal vez ahora que ya no estás obligada a matar, puedas hacer algo bueno. Si sabes de alguno de los asesinos, puedes evitar más muertes injustas.- Miré a los demás antes de hablar.- Lo mismo va por todos.- Miré a Jessie en concreto ya que seguía convencida de que había encubierto a alguien.

-De momento cumpliré con mi parte. Ahora las conversaciones están centradas en la posibilidad de varios asesinos y en Mike. A no ser que también se salve, es muy probable que al atardecer se una a nosotros aquí.