Partida Rol por web

- De hecho, - Continúa Eko las palabras de Zagam. - Marceline ha dejado caer pistas sueltas sobre Syd sin llegar a decir nada desde que murió. Incluso dijo que sería muy perjudicial para una persona en concreto - Dice echando un vistazo a Poron - que sus palabras fueran ciertas y fuera un inocente, pero que no tenía cómo confirmarlas... Hasta que Alexia se encargó de ello. - Explica con una sonrisa, haciendo una inclinación de cabeza hacia ella.

- De todas formas, no me parece nada del otro mundo que Marceline no dijera nada hasta ahora: ayer teníamos una sospechosa clara, y decirlo tras las votaciones habría sido un suicidio. - Continúa, mientras se acerca a Zyllah y Zagam para sentarse con ellos.

Entonces las palabras de Annie le hacen levantar una ceja con incredulidad.

- Nada te impide votarle sin usar tu poder. - Propone - Andrew tampoco utilizó su escudo contra Vanna, pero ayudó como el que más.

Dediqué una sonrisa a Zagam cuando terminó de hablar diciendo que me ayudaría. - Gracias. Espero que realmente seas capaz de controlar tu poder y puedas seguir vivo hasta el final. Tengo que decirte que cuando hablaron de lo que hacías yo no estaba a favor de que te trajesen de vuelta, pero creo que me equivocaba contigo.

Después permanecí en silencio mientras él explicaba lo sucedido con Marceline y cuando Eko se sentó junto a nosotros no pude evitar volver a mirar el pájaro tatuado en su pecho. - ¿Cómo... se siente? - Le pregunté, señalándolo levemente con la barbilla. - ¿Lo sientes dentro de ti o algo? 

Las palabras de Annie no me pasaron desapercibidas, pero preferí una vez más no decir nada al respecto y tan sólo le dediqué una breve mirada.

Desde su posición con Zagam y Zyllah, Eko trataba de seguir atento a lo que sucedía en la sala. Cada cierto tiempo palpaba el tatuaje de su pecho, aún asombrado, y desde su corazón la sangre bombeaba con fuerza, deseando probar en batalla el alcance del Último Legado.

- Es extraño. - Le dijo entonces a Zyllah con una media sonrisa tras las preguntas de ella. - Es increíble. - Añadió luego en tono serio, a pesar del brillo de sus ojos. - Ojalá pudiera explicarte más. Pero sería demasiado largo. Creo que es algo que quedará para alguna tarde de sol.

Palpó sus bolsillos después, esperando no haber perdido nada durante su muerte, y sacó un pequeño reproductor de música. Estirándose hacia adelante un poco lo dejó a los pies de ella, antes de girarse para hablar.

- Oye, Andrew. - Le dijo entonces en un tono cercano. - Ayer nos quedamos a medias, pero quiero que sepas que aún después de morir, y aún si tengo que matar a tu amigo, mantengo lo que te dije. A veces la muerte de un compañero puede cambiar muchas cosas, pero no estás solo. - Afirma, antes de girar levemente la cabeza. - Lo mismo va para ti, Alexia.

Andrew asiente a Eko con gesto triste. La perspectiva de matar a su amigo no le hace ninguna gracia, pero es algo que tiene que hacer. Aprecio el gesto, Eko. No va a ser fácil lo de Poron, sobre todo después de no haber sido capaz de protegerte esta noche... Azhariel prometió a tu padre que te protegería y se encuentra bastante mal porque se cree que te ha fallado y todo eso, ya sabes. Significa mucho para él que le apoyes.

Sentí el tacto de Alexia, sin duda le había afectado bastante la traición del payaso, incluso le costaba reaccionar. Después se alejó de todos. La observé en silencio, no sabía que decirle, y la verdad es que no tenía pinta de que necesitara compañía en aquel momento. El rubito en cambio, se lo tomó mejor, aunque él después de contarme su historia, no llegamos a hablar mucho más.

No tenía mucho más que hacer o decir, así que después de escuchar las palabras de Zyllah, pude comprender algo más. Fruncí el ceño disgustado, aún tenía muchas dudas y se negaban a compartir las respuestas, supongo que lo verían arriesgado, pero eso incapacitaba a los tontos que no teníamos ni idea. ¿Acaso no me quedaba más remedio que confiar en las palabras de los demás? Supongo que tendría que resignarme y aceptar las cosas como son.

Negué con la cabeza y me acerqué a Eko, el enfado no se me había quitado, pero tenía que tomar una posición y el tiempo se acababa. Con voz grave, y bastante seco muy posible por el malhumor constante tan característico, me dirijo al Grovehn a la vez que saco de mi chupa otra petaca, la tercera ya, esta vez era de ron, y se la di. - Toma.

Ya había tomado mi decisión, ahora solo faltaría esperar a la resolución de la misma. Después de mostrar mi apoyo, decidí mantenerme al margen de todos. Aunque las miradas suspicaces volaban, yo no me quedaba atrás al respecto, dediqué algunas especialmente a la rubia Melknhar y al estúpido gato. 

Y a veces, dedicaba otras miradas más de cierta incertidumbre, sobre todo a Alexia, no sé porque pero verla en aquel estado me jodió mucho. Apuré mi petaca de whisky que le cada poco, necesitaba unos tragos. Aún me quedaba otra y de algo fuerte, pero preferí guardármela para otro momento.

Camino hasta el centro de la sala, y extiendo el brazo señalando a Liam:

-Dona.- Señalo a Zhylla después.- Dona.- La siguiente es Alice, a medida que voy dando la vuelta sobre mi mismo.- Katon...a.- pasa a ser el turno de Megan con la vocal suelta y después Ivhone.-Suton...doan.-Annie. Después Lennish -Ai..tona.-Vuelvo a comenzar el ciclo con Liam y seguir el orden.- Lepotik behera kutuna. Atera kampora, neska edo mutil tun...tu...na.-Termino señalando a Lennish.- Tienes mi voto de hoy.

Ivhone escuchó la acusación vertida sobre Poron, pero no llegaba a comprender. La joven se encontraba de pie, junto al ventanal donde Shia había ido tejiendo su nuevo hogar. Ahora, la tela de araña ya lo cubría casi por completo y la araña se había deslizado desde el suave cabello de la joven hasta las fuertes hebras que lo entretejían.

No comprendía la seguridad con la que le acusaban. ¿Por qué por tener ese poder iba a estar del bando de los traidores? Escuchó decir que como Syd ostentaba el mismo poder y se había descubierto que era un aliado, Poron tenía que ser traidor. Pero... ¿De dónde sacaban eso...? 

La joven ya se había dado cuenta de que sus palabras, que normalmente eran guiadas por la absoluta ignorancia, podían ser malinterpretadas. Así que prefirió no pronunciar esas dudas, aunque en el fondo creía que se estaban equivocando. O quizás saben más de lo que dicen y se guardan sus secretos por mucho que digan...

La repentina muerte de Jane hizo que Ivhone despertara de sus pensamientos y se volviera a mirar al engendro que le había sesgado la vida. Sus pupilas se dilataron y un ligero aleteo hizo vibrar sus pestañas. Apretó con fuerza los puños, pero se mantuvo en el mismo lugar en el que se encontraba... Su corazón empezó a latir con fuerza... ¿Cuándo iba a terminar todo aquello...?

Al cabo de un rato, Zyllah empezó a hablar sobre un extraño libro que poseía las enseñanzas que necesitaría el próximo guardián del sello. Ivhone escuchó, pero estaba abstraída en sus propios pensamientos, deslizando sus ojos de avellana por aquel frío y mortuorio lugar, el cual se había convertido en su prisión.

"Dona... Dona... Katon...a..."

- ¿A qué estás jugando...? - Preguntó con frialdad, volviéndose para mirar a Yormund.

Poron masticaba en silencio mientras los demás le acusaban de traición, él mientras tanto aun esperaba una respuesta por parte de Marceline.
-Ñannn, ñan, ñanmm...-¿Resulta que ahora era sospechoso de antes? que palabras tan convenientes.

Giro el cuello mientras sigo señalando a Lennish para contestar a Ivhone

- No tiene una traducción completa o específica excepto algunas partes, es una canción que usan los niños de una zona en la que cazaba hace tiempo para elegir quién es el que "la lleva" en sus juegos. Yo la he usado para elegir entre mis sospechosos.

Pienso en aquel lugar en el que las historias de brujas y seres nocturnos eran tan habituales, que había podido alimentarme con completa impunidad durante mucho tiempo.

Asentí hacia Eko ante sus palabras y cuando dejó el reproductor a mis pies lo cogí con una sonrisa. La verdad es que ganas de ponerme los cascos y aislarme un rato de todo no me faltaban. Pero no era momento para dejar de prestar atención, así que simplemente lo guardé en mi bolsillo sin decir nada.

Escuché su intercambio con Andrew con una leve curiosidad en la mirada y después suspiré, esperando que algo más sucediera. Eché una mirada a Liam elevando una ceja sorprendida. ¿Cuántas petacas tenía guardadas encima? No podía evitar preguntarme por qué este chico parecía tener intención de emborrachar a todo el mundo. 

Cuando Yormund empezó a entonar su cancioncilla infantil señalando gente presté atención a sus señalados. No me molestó estar en su lista, al fin y al cabo él estaba en la mía, ni tampoco el hecho de que lo mostrase como un juego. Solamente trataba de llamar la atención desesperadamente una vez más. Sin embargo, hubo algo que me llamó la atención cuando terminó. 

- La verdad es que tu lista se parece mucho a la mía. - Dije en su dirección tranquilamente, como si no hubiésemos tenido un desencuentro hacía tan sólo un rato. - Y como te dije antes, creo que eres de los más avispados aquí... Así que quizá puedas explicarme por qué has sacado a la pelirroja de tu lista. - Añadí, haciendo un leve ademán hacia Ira. - Quizá se me ha pasado algo que haya dicho o hecho que la haga parecer inocente.

Me tapo la cara con una mano. "Niñas..."

- Creo haber dicho que no discuto con infantes. Pero tienes razón, para ti no puede ser inocente, porque tu me consideras sospechoso. Así que hay detalles a los que yo doy valor, que tu omites. De todas formas no estoy diciendo que Ira sea inocente, sólo, no sospechosa, que no es lo mismo. Si a la muerte de Poron resulta ser inocente, ella será una de los que apoyan la traición, si el payaso y su don, funcionan como aseguráis, entonces será inocente. 

Vuelvo a mi sitio.

-Pero porque me ibas a hacer caso, sólo soy un pobre gato inútil. ¿Verdad?

Le dedico una sonrisa tan radiante como el sol.

Me encogí de hombros, aburrida ante su respuesta. La verdad es que no sabía por qué había esperado algo de quien llevaba comportándose como un niño de cinco años desde que llegamos, una y otra vez. Probablemente sería otra de sus teorías de aire construida sobre alguna chorrada que se había inventado, o había malinterpretado.

- Al no explicarlo, sigues demostrando que eso es lo que eres, una vez más. - Respondí, con el mismo tono tranquilo de antes, mientras apartaba la mirada y la atención de él. Ya le había dado suficientes oportunidades.

No había lamentado la muerte de Eko por que era predecible que regresara entre nosotros, no me sorprendió su vuelta aunque sí la historia que traía consigo, Poron de Old siempre había un sujeto sospechoso, demasiado despreocupado y tranquilo, fantaseando con esas historias acerca del circo... como Létang había dicho, era un buen disfraz, pero no contaba con que alguien pudiera tener las capacidades para descubrirle. 

Una cosa me había llamado especialmente la atención antes de que todo se desviara con la acusación a Poron, aquella sobreactuación de Megan, ese llanto desconsolado, pasando de nuevo poco después a esa pose de dura guerra, dediqué a la mujer una mirada de reproche, el azar había querido que tuviera que ocuparme de Poron, pero no olvidaría aquello.

-A diferencia de Andrew, yo no puedo prometerte una muerta rápida.-Dije apareciendo frente a aquel payaso, mirándole con semblante sombrío. -Como mínimo me emplearé con el mismo empeño que lo has hecho tú en las muertes de Zagam y en la mía propia. -Un tentáculo comienza a agitarse bajo mi piel, avanzando a través de mi brazo.-Un sufrimiento equivalente me parece un pago justo.

Asiento con la cabeza mirando a Eko, quería transmitirle que lo apoyaba, pero mis verdaderas razones es que no me fiaba de ese hombre, si después resultaba ser inocente, cosa poco probable, aprendería una lección valiosa y volvería con una fuerza renovada, yo había pasado por eso, y también Létang, Nil, Marceline, Zagam... ¿Sería cierto que sólo necesitan matarnos una vez para hacerse con el sello?... ¿Entonces que sentido tendría poseer el "Último Legado"? Si seguíamos aquí es por que nuestra historia no había terminado, aún seríamos capaces de decidir sobre el destino.

Miro con asombro a Tetsuo cuando se acerca a hablarme, comprendía sus palabras, y sus intenciones parecían nobles, estaba haciendo buen uso de mi poder, me había ayudado a llevar esa carga, y probablemente acabaría muerto por ello.

-Agradezco tu consejo, Tetsuo. -Le dije mientras inclinaba ligeramente la cabeza a modo de agradecimiento. Lo cierto es que aún podían ocurrir muchas cosas, y debía reflexionar, tomar un camino equivocado sería una terrible decisión, y ya no habría vuelta atrás.

Me acerco a Ira, y le dedico una sonrisa afilada, no le había comentado nada acerca de la situación de la noche anterior, con su cabecita descansando sobre mi pecho, era algo tan tierno que probablemente heriría su orgullo, y ella no era esa clase de chica. Desde luego tenía razón en algo, no valía la pena preocuparse por Yormund, la mayoría de los presentes lo despreciaba, y de su boca no salía nada que pudiera ayudar, su último jueguecito decidiendo a quien votaría con una ridícula canción era ya demasiado absurdo. Ciertamente le he dado más importancia de la que tiene. Negué con la cabeza, consciente de que ignorarle sería el mejor castigo para alguien tan orgulloso como el gatito, siempre maullando para que alguien le hiciera caso, realmente su existencia era lastimosa.

-¿Te unirás al combate, Ira? -Le dije en un tono ciertamente provocador, me gustaría ver de lo que era capaz, aunque también deseaba conocer que intenciones tenía respecto al próximo desenlace. 

Después camino tranquilamente hasta Zyllah, tenía la impresión de caerle mal a esa chica, y eso que nunca había cruzado una palabra con ella, parecía mirar a los demás por encima del hombro, de forma altiva, como si creyera superior a los demás por estar su pasado ligado a este lugar, no sabía que había podido contarle su madre, pero no debíamos aceptar sin más que ella había seguido los pasos de sus predecesoras, de hecho contar con más información que el resto podría facilitar el manipularnos y un camino de traición.

-Dime una cosa, Zyllah... ¿aspiras a ocupar el puesto que tenía Elizabeth? ¿Quieres ese libro para ser la nueva guardiana?

Le había preguntado directamente, sin adulaciones ni andar con rodeos, ella era una chica lista, quizá demasiado. No pretendía caerle bien, pero al menos esperaba que pudiéramos cooperar de una forma relativamente cordial.

Me sorprendió que Gabriel se acercase a mí. La verdad es que juraría que desde que le expliqué por qué iba a votar a Seele no había vuelto a hablar con él. Lo miré desde el suelo donde estaba sentada y elevé ligeramente una ceja ante su pregunta. Con todo lo que había dicho hasta ahora me parecía que la respuesta era evidente. Sin embargo, le respondí con amabilidad. Al fin y al cabo, que estuviera demostrando que su compañero animal le venía como anillo al dedo no era realmente grave.

- A eso vine a Oldland. - Dije con voz suave mientras asentía con la cabeza. - Tengo que cumplir mi destino como guardiana del sello. Aunque la verdad es que esperaba llegar antes de que la nueva batalla comenzase. 

Asiento cuando Zyllah me dirige palabras tan amables y le sonrío sinceramente. - yo también lo espero, de verdad, aunque algunos no me crean.

Me levanto, sin dejar de escuchar las conversaciones y, nuevamente, poco tengo que decir sobre ellas. Las que son realmente importantes se basan en cosas que ocurrieron mientras yo no estaba, y la información que tengo de entonces no es tan detallada como si lo hubiera vivido, así que me acerco al caballo que me devolvió a la vida y me quedo acariciando sus crines durante un rato.

Es entonces cuando veo a Yormund señalando a algunas personas y, acto seguido, escucho de lo que se trata. - Interesante forma de decidirlo. - digo, divertido. - Cada uno lo hace a su manera, está claro, pero, si me aceptas dos consejos, te diré que tendrías que tener cuidado con que en tu lista sólo estén quienes creas culpables de verdad y con decirlo en voz alta, ya que los asesinos escuchan... No creo que está noche Lennish se lleve muchos votos, pero el azar, en otros momentos, puede ser muy traicionero y suponer la muerte de un inocente. 

-Me pregunto si yo me explico mal o si tu no escuchas adecuadamente. ¿Quién sabe?

"Así que ser la guardiana...¿Eh?"

- ¿Qué hubieras hecho si hubieras llegado antes? ¿Pedirle amablemente a Elizabeth que te diera su puesto? ¿Matarla si se negaba? ¿Morir cuando el sello se rompiese tal y como le ocurrió a ella?... Be carefull what you wish for...cause you might get it. Por suerte para ti, las cosas no salieron como esperabas. Eres una chica afortunada.

Empiezo a estirarme para estar cómodo. Con todos yendo detrás de Poron, me tocaba ser un espectador, por mucho que me gustase luchar no iba a mancharme las manos en una sangre que no creía que debiera verterse.

Zagam me estaba cayendo bien, iba de frente. 

-Si, pero como la señorita bien ha dicho, nuestras listas se parecen. Supongo que donde yo tengo su nombre ella tiene el mío, aunque, yo he descartado en cierta forma a Ira y ella no. Además, si lo hago así y digamos que muero, y nadie me resucita, aunque los miso tenemos siete vidas, quedará constancia de quienes desconfío. Por último, espero que si es inocente, la señorita del arco, sepa disculpar el azar. No tengo ninguna motivación firme para acusarla, eso es todo.

- Quería comprobar algo con respecto a quien manipula los votos. Comprobar si me obligaban de nuevo a atacar a alguien. Pero ya que ahora tener juicio propio es motivo de condena, aclaro que me importa una soberana mierda lo que le ocurra a Poron, y que usaré mis habilidades sin mesura esta noche. Total, después de lo que has dicho, lo que conseguiré es que me manipulen igualmente y vosotros me echéis en cara que haya atacado a quien dije que no iba a atacar- suspira, cruzándose de brazos- Si me obligaban a atacarle, estaba claro que quien manipula los votos estaba de parte de quienes quieren romper el sello, Eko listillo Létang. 

Se alejó, y se fijó en Yormund- A pesar de que me hayas señalado indirectamente, me gusta tu estilo. Si alguna vez llegamos a luchar, tendremos una interesante trifulca de sangre y garras- dijo, pasando una mano por sus nudillos, con una sonrisa torcida en el rostro- Y por cierto, yo también desconfío de ti... Apestas a felino traicionero, gatito. 

-Tortuoso destino, entonces. -Dije torciendo el gesto para mirar a aquella muchacha. -Viendo lo que ha ocurrido con anterioridad  no parece descabellado que en el futuro compartas el mismo camino que tus predecesoras. 

Sería complicado explicárselo, pero en ciertas ocasiones el pasado producía un eco en el futuro, que se repetía una y otra vez hasta extinguirse, si escogía ese camino era probable que no le aguardase otra cosa que el sufrimiento y la muerte.

-Atada a la protección de ese sello hasta el día de tu muerte. -Me encogí de hombros. -¿Quien querría algo así?... Quizá consideras que tienes el deber, o la responsabilidad, de encargarte tú de esa tarea... pero aún puedes decidir tu propio destino. Piénsatelo. Quizá te sorprendas cuando todo esto termine, quizá otro sea más apropiado que tú para ocupar ese lugar. 

Sonrío amablemente a la muchacha para que entendiera que únicamente se trataba de un consejo, aunque quizá se lo tomara mal, había gente que se obcecaba demasiado con seguir las tradiciones, el deber, y todas esas falacias de las que se vale la gente que no es capaz de pensar por ellos mismos... 

-Si caminas por senderos que otros han abierto, únicamente llegarás a sitios ya descubiertos. -Dije finalmente de forma enigmática.

Me destino había sido venir a Oldland para poder traer de vuelta a los caídos, y sin embargo Tetsuo me había liberado de esa responsabilidad, en ocasiones aquello a lo que creemos estar destinados es un completo error, pero muchas veces tardamos demasiado en darnos cuenta. 

Eko asintió tranquilo ante las palabras de Andrew. Luego hizo un gesto, quitándole importancia al asunto.

- Azhariel no tiene de qué preocuparse, no me ha fallado para nada. - Le dijo, antes de hacer un gesto hacia su pecho. - Esto es parte de lo que he venido a buscar. Haberme ido sin ello sí habría sido un fracaso.

Tras esto volvió a relajar su postura, mientras observaba a unos y otros sin prisa. Por su parte estaba todo dicho. Poron parecía totalmente pendiente de Marceline. Parecía no asumir bien que otros le ignorasen, y la idea de que probablemente ella lo hacía deliberadamente le provocó una sonrisa. Bueno, pronto tendría Marceline para rato.

Las directas palabras de Annie hicieron a Eko alzar una ceja, sin disimular su escepticismo.

- Tus excusas empeoran con el paso de los minutos, Annie. Si quien manipula los votos se decide a ir a por Poron estará protegiendo lo que algunos hemos venido a proteger, y tanto tú como yo lo sabemos. - Le dijo con voz calmada. - Veo el mismo sentido a lo que estás diciendo que a todo lo demás, - Explica - pero tranquila, no te exaltes. Podrías decir algo que no desees. - Añade como si fuera un consejo, en el mismo tono en el que explicaba a Vanna sus errores al contraargumentar.

Luego dirigió su atención a la conversación entre Gabriel y Zyllah. El hombre estaba distinto desde que había vuelto, pero no parecía tener claro su lugar. Quizá era algo implícito, dado lo que habitaba ahora en su alma.

- Tortuoso destino, sí. - Asintió, dándole la razón. - Y es cierto que la decisión depende de ella. Pero creo que está más que tomada, y te puedo asegurar que no hay nadie más apropiado. - Afirmó, antes de posar sus ojos en los de la muchacha.

- ¿Qué mejor que quitarse a alguien de en medio a sabiendas de que van a matar a uno de tus aliados, aprovechando la circunstancia de los votos? Está claro que nada, salvo una mano enemiga, puede salvar a Poron, entonces, ¿por qué no manipular a alguien para aprovechar la coyuntura?- dijo, enarcando la ceja- Para estar dando consejos, me resultas muy estrecho de miras, pequeño pequeñísimo Eko.