Partida Rol por web

Al llegar al linde del bosque Artemis recobra la consciencia y al darse cuenta que se encuentra en el aire intenta echar mano de su varita y girarse para encarar a quien fuera que lo estuviera llevando.

¡Eh bajadme que no soy un paquete al cual pueden llevar de un lado para otro! - digo mientras inteto girarme con la varita en la mano pero aún incapaz de lanzar cualquier clase de conjuro o encantamiento.

Mientras organizaban la cuartada vino la sorpresa de que Artemis recobro el sentido de repente. Esto paso de la sorpresa a la risa al ver al mago retorcerse en el aire como una sardina en el aire. Conteniendo la risa la Rubita paro su marcha y bajo a Artemis al piso.

—Al menos ya estas mejor. Oye, una araña gigante de ego gigante te azotó en un árbol ¿no tienes ningún hueso roto? ¿puedes caminar?.—pregunto Kat solicita, casi con la condescendencia de una enfermera que examina a su paciente.

Estoy perfectamente Kat, gracias por preguntar. - respondo mientras intento ubicarme, mirando a mi alrededor.

¿Dónde está esa cosa? Voy a enseñarle quien manda. - digo mientras observo a mis demás compañeros intentando verificar que todos se encuentren bien.

¿Todos están bien? ¿Hay alguien herido? - pregunto fijando brevemente mi vista en Allison con cierta aprehensión, para luego auscultar a mis demás amigos.

Por cierto Kat, mil gracias por salvarme el cuello, recuerdo haber oído tu voz antes de perder la consciencia, así que supongo que tu me salvaste. Te debo una y muy grande.

"Chicos, cuando peleasteis, vuestras varitas tenian unas runas que las hicieron mas fuertes"

"¿Que era eso?"

Tras corroborar que Artemis no estaba mal, pude sentir una gran sensación de superioridad respecto a él. No solo le había demostrado que sus intentos por fastidiarme habían resultado inútiles, sino que también había acabado indemne. De todos modos, Jackie se merecía una respuesta.

- Las runas son inscripciones mágicas, más o menos, permanentes que pueden provocar diferentes resultados. - le explico en primer lugar -Bane les enseña a modo de clases optativas, pero requieren que tengas una buena cabeza para entenderlas, aunque una gran inconsciencia también parece ser un factor clave.

Remarco volviéndome para mirar a mi ex, solo que después me dirijo al resto.

- En mi varita tenéis una buena muestra de lo que digo si os apetece confirmarlo. Artemis le grabó varias runas para que si volvía a usarla contra él, el conjuro se volviera contra mi ampliado - dicho lo cual les ofrezco mi varita para que pudieran comprobarlo - El Engorgio de antes fue solo una pequeña muestra de la gran estupidez que hiciste.

A la que se sumaba usar un hechizo contra arañas para un demonio o creer que podían manipular las reglas de una apuesta entre dos Slytherin, y eso sin esforzarme por pensar mucho.

Al escuchar las palabras de Hellen, mi rostro se tornó súbitamente adusto y con la varita aún en la mano me giré para encararla, más que dispuesto a hechizarla.

¿En serio crees que fue una estupidez castigar a una tramposa como tu? No sé cómo descubriste el truco, en especial cuando eres un cero a la izquierda con las runas.

Sólo sé que no vas a poder volver a usar dos varitas contra mi en un duelo nunca más.

Y que te quede claro Greystoke, si alguna vez pruebas el repetir tamaña idiotez contra mi, no respondo de mis actos. Así que mejor no me provoques. - digo con la voz cargada de rabia y mis nudillos totalmente blancos por la fuerza con la que agarraba la varita.

En verdad estaba furioso, ya de por sí me costaba sobrellevar a Hellen, pero que me echara en cara lo que hice, luego de que ella sacó una segunda varita en mitad de un duelo después de que la desarmé en justa lid. 

Si ella quería seguir por ese camino, yo estaba más que dispuesto a enseñarle que, quien le jala la melena al León, se lleva al menos un zarpazo.

Después de que Kat bajase a Artemis, la pelirroja asintió con una sonrisa tranquilizadora. Afortunadamente nadie más había sufrido daños, excepto por él. Aunque como Katherine, se sorprendió de verle tan enérgico, con aquel golpe pensaba que se habría roto algo, pero no parecía el caso. - Todos bien. Del demonio gigante sólo quedaron cenizas, logramos acabar con él. - le informó, luego escuchó a Jackie, y seguidamente Hellen respondió a su duda. 

Y entonces, comprendió como Hellen había logrado aquella proeza. Todo empezaba a encajar. Pero la discordia entre ellos no se hizo esperar, y antes de que la discusión pasara a mayores decidió meterse. Una decisión estúpida, pero le entristecía de verdad verlos así. - Ya basta, odio que os habléis así.. - dijo mientras fruncía el ceño ligeramente, mirando a Hellen y Artemis alternativamente. - Al menos, intentad arreglar las cosas, sin amenazas.. Somos amigos, ¿no? - terminó diciendo con cierta cautela, mirando hacia el Gryffindor con preocupación, daba un poco de miedo verlo tan enfadado como su lenguaje corporal mostraba. - Por favor.. -

Según lo que habían comentado, habían tenido una pelea grave, e intentaba comprender el resentimiento de ambos. Pero no sabía como conseguir que hicieran las paces. Por las pintas, ese sueño quedaba algo lejos si seguían con esa actitud el uno para el otro..

La intervención de Allison cayó en saco roto, pues estaba centrada en el Gryffindor.

- No necesito de otra varita para darte una nueva lección - le aseguro convencida de ello - En un duelo no se mide únicamente la fuerza, también la astucia y la capacidad de sacrificio. Así que atento, porque la lección dos es que sólo me costaría un brazo el volver a vencerte con esta varita.

Tal era mi certeza, que ya sabía cómo volver a derrotarlo, aunque eso iba a suponerme perder un brazo, literalmente.

Freddy resopló ante la discusión que estaban teniendo su compañero de casa y Hellen. Sabía que desde que habían roto las cosas estaban tensas pero no creía que ese fuera el momento y el lugar para dirimir sus diferencias.

- No es el momento de pelearse-dijo con la voz cansada-. Aunque Kat ha hecho un gran trabajo deberías ir por la enfermería y el resto de nosotros presentarnos ante Bane antes de que nos busque. Es mejor ir de frente con los problemas.

Habían desobedecido al director cuando dijera que se quedarán en el sitio y no habían ido a la clase de Bane. Seguro que les esperaba un castigo al llegar aunque habían librado al bosque de un problema mayor.

Observé alternativamente a Allison y Helle, mientras sopesaba mis opciones, al final fijé mi vista en Allison y bajé la varita.

En verdad Hellen me desquiciaba, pero no iba a permitir que sus comentarios arruinaran mi vida. Sabía bien que podía derrotarla en cualquier momento, pero tanto Allison como Freddy tenían razón, este no era el momento ni el lugar.

Además, Allison parecía estar un tanto nerviosa por mi actitud, así que opté por desistir de momento de mi postura beligerante.

Muy bien chicos, ustedes tienen razón. Ya habrá tiempo para arreglar nuestras diferencias, por ahora, lo mejor será que regresemos al castillo antes que nos atrapen. - concedo visiblemente más calmado.

Ismail te conduce a una cueva rodeada de runas color carmesí que parecen haber sido pintadas con sangre, cerca de alli hay un enorme dementor que flota sin dar señales de querer moverse.

Desde tu posición actual, notas como el tiempo parece haberse detenido y la vida simplemente desapareció del lugar.

También notas que dentro de la cueva hay una gran mesa con un laboratorio improvisado y un atril con un enorme libro con forro de cuero negro.

La presencia del dementor me aterraba, pero había ido allí para nada. Observé el interior de la cueva y vi un libro que llamó mi atención. Si pudiera echarle un vistazo...
Estaba en mi forma de ardilla, por lo que puede que pudiera entrar con algo de suerte.

La presencia del dementor es pavorosa y capaz de helarle la sangre a cualquiera, cuando intentas acercarte, el dementor gira su cabeza hacia ti y te observa con sus brillantes ojos rojos antes de intentar alcanzarte con su mano.

Rápidamente echas a correr en dirección opuesta y el dementor lanza un feroz grito de guerra, el cual atrae a sus hermanos.

Fui con sumo cuidado, pero como me temía, no fue suficiente. Aquel dementor no era algo que pudiera burlar así como así. Aterrorizada eché a correr tan pronto vi que quería alcanzarme y puse tierra de por medio. Con el espeluznante grito de guerra aún retumbando en mi cabeza corrí hasta que casi me dolieron los pies tratando de alcanzar los terrenos de la escuela.

Cuando ya estuve lo suficientemente lejos, mi velocidad aminoró y miré atrás para asegurarme de que no venían.

- Eso... eso me asustó - dije con voz temblorosa a Ismail - si quiero entrar allí tendré que preparar un plan bien elaborado. Pero al menos ya sé dónde está. Vamos al castillo.

El domingo por la tarde, mientras caminas ppr el linde del bosque observando el cielo, logras ver a un grupo de lechuzas atacando otra ave, la misma que se precipita al suelo.

"Es raro" piensa "las lechuzas no tienen garras fuertes ni nada así. No deberian de atacar a otro ser... vamos a ver que es!"

Asi que Jackie se acerca a las lindes del bosque, e intenta detener la caida como hizo Dumbledore hace años, con el niño-que-vivio

Con algo de dificultad logras detener la caída del ave atacada por las lechuzas, no puedes distinguir de que se trata, pero su plumaje es color marrón.

El ave cae lentamente hasta que la pierdes de vista entre la copa de los árboles.

Cuando te acercas al sitio de la caída, escuchas una voz que rezonga en un tono bastante irritado.

- Condenados chuchos, debería asarlos en cazuela, cuando entenderán que no me los voy a zampar, ni que yo fuera un salvaje.

Aun no logras ver al propietario de la voz.

Jackie intenta acercarse en sigilo.

Mejor saber que es lo que pasa, quien ha caido y quien es el señor que está hablando para si mismo.

"A ver... en Hogwarts, nadie está tan cerca de los animales, salvo quizá Hagrid. Pero el no hablaria asi ¿verdad?" piensa para si misma, intentando no pisar ramas ni hacer ruidos, ni delatar su presencia