Partida Rol por web

Chicos esta escena es para todos los que no hayan decidido quedarse en Hogwarts y para hacerla breve, quiero que me pongan un post describiendo lo que hacen en sus vacaciones, según eso ya les comento como les va.

Me voy a la casa de mi abuelo para recibir clases intensivas de magia negra, demonología y si se puede llegar con nuevos aliados de otros planos.

(Fuera del personaje) Connor al llegar a casa lo más seguro es que recibió la regañada del siglo, pero a pesar de eso, gracias a sus hermanos y a los recuerdos de las aventuras de Harry, no recibió un castigo severo, solo ayudar a limpiar platos, muebles y otras cosas, en su tiempo libre estuvo entrenando un poco con sus hermanos (si no hacían nada) algunos hechizos sencillos. El resto del tiempo se quedo recostado leyendo algún que otro libro que encontrara en la casa.

Tu abuelo te recibe de muy buena gana en casa y tras escuchar con suma atención tus vivencias en la escuela, te regaña por ser impulsivo.

Muchacho tonto, sólo a un idiota se el ocurre invocar a un demonio que no puede controlar, en fin, ya lo hiciste y por lo veo estás pagando el precio, ahora tocará buscar la forma de soluciopnar ese embrollo y el de Voldemort aunque quizá eso juegue a tu favor, ya veremos. - dice el rascándose el menton.

Tras escuchar lo del fracaso del demonio te mete una tremenda bofetada, la cual tu apenas sientes debido a tu gruesa piel.

Nunca debes atacar a tu enemigo en dónde es fuerte, esa fue la causa de tu falla ¿En verdad creíste que un demonio iba a poder solo contra toda una casa? Eso fue imprudente Alexander, creo que es hora que te muestre cómo se hacen las cosas y más vale que me prestes atención si no quieres acabar como el idiota de tu padre.

Luego de esa discusión, tu abuelo te muestra como practicar una serie de rituales bastante complicados que te permiten entre otras cosas crear un espejo mágico y te permiten sostener conversaciones con demonios sin necesidad de invocarlos.

Adicionalmente te muestra el ritual para convocar a un hombre sombra.
 

Al llegar a casa los 5 reciben la regañina de sus vidas. Tu por estar fuera de tu dormitorio en horas no adecuadas, tus hermanos por no cuidar de ti y tu padre se lleva la peor parte de todo, pues tu madre le recrimina el no haber detenido al demonio antes de que alcanzara la sala común de Gryffindor,  lo que tu y tus hermanos aprovechan para escapar a sus habitaciones no sin antes escuchar lo siguiente:

- Claro el señor es capaz de encontrar 7 horrocruxes sin ayuda y enfrentarse a Lord Voldemort y su ejército, pero no es capaz de darse cuenta a tiempo de que un escandaloso demonio de dos metros y medio irrumpe en la mitad de la noche en la escuela de sus hijos intentando asesinarlos. ¡Vaya jefe de aurores que tenemos! Oh si el gran auror, miren al legendario Harry Potter allí parado como un pasmarote mientras un demonio casi se merienda a nuestros hijos........

Dutante los siguientes tres días vuestra madre estaba de un humor de perros, pero eso cambió tras la visita a la madriguera, la cual pareció calmar mucho los ánimos de Giny, pues tras los relatos de vuestros primos, ella finalmente comprendió que no había mucho que nadie hubiera podido hacer para evitar el evento, es así que durante la segunda semana, ella recobró su carácter afable de siempre.

Durante año nuevo, su tío Dudley les hizo una visita inesperada trayendo regalos para todos. La relación entre Dudley y Harry parecía haberse estrechado mucho en los últimos años, pues este parecía sinceramente arrepentido de su comportamiento de niño y tras disculparse en más de una ocasión con Harry, no perdía oportunidad de realizarle alguna que otra visita en Grimauld Place o invitarlo a Privet Drive cuando Vernón y Petunia salían de viaje.

Por lo demás tuviste unas vacaciones bastante tranquilas.

Escucho con atención y con toda humildad posible las palabras sabias de mi abuelo, sabía que mis actos han sido fruto de mi incompetencia y falta de madures, pero aun así no me arrepiento de nada, observar, en carne propia, los efectos alternos que puede producir un demonio en este plano es simplemente… fascinante…

-.Abuelo-. Dije con una voz llena de respeto-. ¿Has tenido nuevas noticias de mi padre?-. Le pregunto sin preámbulos, la última vez que supe de él fue hace dos años, gracias a una sombra mensajera, que me susurro que Josef, mi padre, se encontraba vagando en las caóticas tierras del medio oriente.

-. Lo otro mi honorable señor ¿Cuándo Voldemort renazca que posición tomara nuestra familia?-. Tenía que saber que ambiciones tenía el patriarca de nuestra casa, para así acoplar mis planes a la gloria de los Mengele…

Cuando mi abuelo Karl me enseño los diferentes rituales, lo mire y exprese.

-. Fascinante abuelo, realmente fascinante-. Sonrió con una mirada llena de admiración y brillo-. ¿Podríamos practicar estos rituales en estos momentos? Me gustaria llegar a la academia con todos los recursos posibles para evitar nuevos errores y trampas de mis adversarios-. hago una pequeña reverencia al preguntar.

Tu abuelo escucha con atención cada una de tus preguntas y decide responderlas con calma.

No tengo idea de donde se puede haber metido ese cabeza dura, lo último que supe de él es que quería intentar comprender la antigua magia egipcia y el control de los no muertos. Bah, una total pérdida de tiempo, mejor creas un inferius y asunto resuelto.

Alexander si ese mocoso tonto de Voldemort regresara, nuestra posición siempre será la misma. Dejar que el haga todo el trabajo sucio y luego quitarlo de en medio, después de todo no es más que un asqueroso sangre sucia y un Mengele, jamás se inclinará ante un sangre sucia, pero si podemos usarlo cual usaríamos un peón en un juego de ajedréz.

Puedo ayudarte a realizar los rituales para convocar al hombre sombra y crear el espejo, pero no pienso invitar a un demonio a mi casa, pues porel momento no me siento con ganas de lidiar con ellos. Ahora comencemos.

Durante los siguientes días, tu abuelo te ayuda con los precitados rituales y logran realizarlos a la perfección.

Las vacaciones fueron muy bien, volví a casa en el tren compartiendo el viaje con algunos compañeros y mis primos. Estos intentaron jugarme alguna broma, pero finalmente conseguí devolvérselas. Al llegar a la estación, mis padres me estaban esperando sonrientes. Lo primero que hicieron fue reprenderme por lo puntos que me habían quitado, pero a parte de eso, todo fueron abrazos.

El resto de las vacaciones las pasé jugando en casa, con algunos amigos del pueblo y con mi fenix Sù. Cacé algún gnomo, me harté de la comida casera de mi madre y recibí la visita de mis tíos y primos. También hubo tiempo para los estudios y las tentaciones para usar magia, pero conseguí superarlo, especialmente cuando tenía que hacer frente a los niños abusones del barrio.

Lo que sí no pudo faltar fue la visita de rigor a la bisabuela Elora, quien aún con todos los años que tenía se conseguía mantener tan lúcida como el primer día. Todas las navidades mis padres y yo íbamos a visitar a la bisabuela y pasábamos tres o cuatro días en su mansión. Esos días eran realmente aburridos para mi, los sirvientes eran secos y serviciales, nunca hablaban con los ''señores'', reglas de mi estricta pariente. La señora Malfoy era conocida por sus costumbres arraigadas e inflexibles normas.

Para una niña como yo no había gran cosa para hacer allí e incluso las calles de alrededor resultaban aburridas una vez que los conocías, por lo que tuve mucho tiempo para estudiar cuando no estaba con mis padres sentada en una sala guardando las buenas maneras y escuchando a la bisabuela hablar de las buenas costumbres, la pureza de la sangre y despotricar sobre mis tíos. 

Durante tus vacaciones recibes dos cartas, una de Kat a mitad de las vacaciones y otra de Artemis el penúltimo día de  vacaciones.

Carta de Allison

Querida Janelle:

Espero que estés pasando unas felices navidades, yo estoy aprovechando para estudiar mucho aquí en Hogwarts y... ¡Adivina! He logrado convertir una piedrecita en un gorrión. ¡Por fin he logrado hacer bien el hechizo Avifors! Se acabaron las piedras voladoras, aunque debo seguir practicando eso sí.

Me llegó hoy justo una carta de Artemis y parece que está bastante mejor, ¡y ya verás lo mucho que tiene que contar! ¡Ah, por cierto! Me alegra mucho que lograseis ayudar a la casa de Gryffindor aquella noche, no pude darte las gracias en persona así que... ¡Gracias! De veras.

Estoy deseando que volvamos a vernos todos tras las vacaciones, ¡hasta entonces cuídate mucho Janelle!

Un abrazo, Allison.

Carta de Artemis

Hola Janelle:

Espero que la hayas pasado súper en las vacaciones, yo aproveché para entrenar con mi papá y algunos compañeros de trabajo. La verdad los entrenamientos han sido agotadores, pero ya están dando sus frutos.

Estoy contando las horas para volver a la escuela y así enseñarles todo lo que he aprendido.

Bueno Janelle, no tengo mucho tiempo, pues mañana me espera un largo día, pues tengo que ponerme al día con algunas cosas nates de tomar el tren pasado mañana.

Un abrazo y nos vemos pronto.

Artemis

En los últimos días de vacaciones te llega una segunda crta de Kat

Querida Jane:

Lamento no haberte podido escribir LO SIENTO MUCHO. Es que me han pasado muchas cosas, veras, he ido al comedor e intente hacerme un emparedado tipo Torre de Pizza, ya sabes, ese edificio Muggle que esta inclinado. En fin que luego de 20 minutos y muchas rebanadas de pan y cosillas varias por fin me hice una torrecita de 40 cm de altura, y lo mejor fue que la comí toda, pero al final no fue buena idea, acabe en la enfermeria todo el fin de semana con un terrible dolor de estomago.

En cuanto al secreto que me comentaste, fui sola hace unos dias y no encontre ningún libro, pero si encontre un lugar, una habitación enorme que parecia un cine, no mostraban peliculas pero habia algo que llamaba la atención, era un espejo.....................No quiero seguir escribiendo sobre eso, mejor lo hablamos cuando regreses.

Mi navidad fue divertida, mamí me envio un sweater tejido de lana, es muy calientito y lo uso siempre que puedo, en cuanto a Fred el me envio una rata muerta en una caja de zapatos...............solo espero que el algún dia deje de estar enojado conmigo.

En fin, espero que estes bien, un abrazo muy fuerte desde el castillo congelado de Howarts.

Carinos. Katherin

No estaba siendo unas buenas vacaciones, pero tampoco podía quejarme. Las clases en Hogwarts estaban siendo mucho más difíciles de lo que jamás hubiera imaginado y, sumado al hecho de haberme perdido alguna clase, me veía en la obligación de mirar por la ventana, ver la nieve caer y volver a bajar la vista en el libro de filtros y pociones mágicas de Arsenius Jigger.

Como no podía practicar los encantamientos fuera del colegio, poco más podía hacer salvo leer y releer los libros de primero hasta que empecé a ver al señor Jigger saltando sobre la señora Spore mientras Emeric Switc se entretenía haciendo un muñeco de nieve.

Por si no fuera suficiente, Bastet me "animaba" durmiendo plácidamente sobre la mesa en la que estudiaba.

- Ya lo se, me lo merezco.

Le dije al gato, dedicándole un largo suspiro a continuación que consiguió llamar su atención lo suficiente para abrir uno de sus ojos durante apenas cinco segundos. Pero el que me lo mereciera, no significaba que mi cabeza se prestara a ello. Cada poco me encontraba pensando en Artemis y su propuesta de enseñarme a convertirme en animago, así como qué tipo de animal escoger, si es que eso era posible. O mirando de reojo el diario de Salazar Slytherin, tentada de pedirle que me contara más sobre la historia del fundador de mi casa cada vez que pasaba una de las páginas del nada emocionante libro de Arsenius Jigger. Y ya cuando me imaginaba que podía estar jugando en la nieve junto al resto de las chicas, sin importarme de que no residiera ninguna de ellas lo suficientemente cerca, lograba que empezara a repiquetear sobre la mesa con nerviosismo.

Iban a ser una duras vacaciones.

Por suerte, recibí algunas cartas durante esos días de Allison, Artemis y Kat, por lo que los recibí con mucho entusiasmo.

Pronto les envié mi respuesta por medio de Sù.

Mi querida Allison,

No sabes como me ha alegrado recibir tu carta. Estoy pasando unos días en casa de mi bisabuela y es realmente aburrido, aquí no hay nada que hacer, salvo estudiar y dar vuelta y vueltas sin rumbo fijo. Por lo demás mis vacaciones están yendo muy bien. ¿Sabes? El otro día cacé un gnomo intentando secuestrar al gato de mi primo, creo que los gnomos no se llevan muy bien con el gato porque siempre les persigue y les tapa los agujeros con tierra.

Felicidades por tu hechizo, tenemos que practicar todos juntos para mejorar cuando volvamos. Yo también recibí carta de Artemis y me ha dicho que está aprendiendo muchas cosas con su papá. Estoy deseando que nos lo enseñe.

Me encantó ayudaros con todo aquel lío de los diablillos, vosotros también nos habríais ayudado si hubiera pasado en Ravenclaw *^_^*

Nos vemos en clase cuando volvamos, un abrazo muy grande. ¡Nos vemos Allison!

Muchos besos,

Janelle.

Hola Artemis,

¿Qué tal las vacaciones? Yo deseando volver a veros, veo que no has perdido tiempo en tus vacaciones. Yo lo estoy pasando muy bien, si quitamos una aburrida visita a unos parientes.

¡Qué suerte tienes de haber aprendido todo eso! Tienes que enseñarnos todo cuando vuelvas, necesitamos aprender para la próxima vez que vuelva a suceder algo, estoy deseando ver que nos enseñes qué has estado aprendiendo con tu papá.

Nos vemos en unos días, besos,

Janelle.

Querida Kat,

No te preocupes, yo también me olvidé de escribir al estar con la familia. No sabes como me he podido reír con tu carta, me alegra que te lo estés pasando tan bien (a pesar de tu indigestión). Yo acabo de volver de una aburrida visita a mi bisabuela, allí no hay nada que hacer así que estuve casi todo el tiempo estudiando. Por lo demás han sido unas buenas vacaciones. Me vengué de mis primos por sus bromas, ya te contaré, es una anécdota bastante divertida.

Respecto a tus averiguaciones, buen trabajo. Estoy deseando volver para que me lo cuentes con todo detalle y me lo enseñes, sobre todo el espejo, me intriga. Eso sí, a tu hermano le mandaremos alguna cosa divertida por correo para agradecerle su regalo, algo divertido y que le deje sin palabras (cara de malvada inocencia).

Pronto nos volveremos a encontrar en Hogwarts, un beso muy grande,

Janelle.

Mientras revisabas tu libro de pociones una enorme lechuza se para en el alfeizar de tu ventana y te observa estoícamente por algunos minutos hasta que finalmente abres la ventana.

Reconoces a la lechuza como Júpiter, la lechuza de la familia de Artemis, Júpiter llevaba consigo una carta y un paquete.

Hola Hellen:

Actualmente me encuentro bastante mejor, la medicina de mi bisabuelo está funcionando de maravillas aunque creo que gran parte de eso se debe a su ingrediente secreto.

El martes logré convencer a mi padre de que me enseñé a luchar como es debido, aunque me advirtió que el entrenamiento iba a ser un verdadero infierno y creo que no estaba exgerando, me duelen en lugares que no sabía que tenía. Demonios, creo que mi viejo se está extralimitando con el entrenamiento, incluso hoy invito a dos compañeros de su trabajo para que se batieran conmigo a duelo y la verdad es que no me fue nada bien.

Demonios, ahora ya sé que ser auror no es cosa de juego, pero no pienso darme por vencido, cuando estas vacaciones terminen ya voy a ser capaz de poner en su lugar a esos diablillos y a sus congéneres.

Bueno Hellen voy a tomar una siesta, no sin antes desearte una feliz navidad, te envío un pequeño presente, espero que te agrade.

Saludos

Artemis

El paquete que cargaba la lechuza contiene una hermoza cajita musical con una sirena danzante en la parte alta.

Durante la segunda semana de vacaciones, el diario de Slytherin revela otro de sus secretos. Cuando la visión empieza, ves a un Slytherin mucho mayor, viviendo sólo en una vieja cabaña en el páramo.

Otro día en este páramo desierto, si tan sólo ese tonto de Godric hubiera escuchado mis palabras quizá ahora seguiría viviendo en el castillo, aunque la soledad tampo no es tan mala, me permite pensar con claridad.

Extraño un poco la cámara y a mi querida mascota, aunque, es probable que el transportarla hasta aquí me hubiera metido en muchos líos con el nuevo ministerio.

Sin embargo, estas fechas me ponen un poco melancólico, extraño a la pequeña Helena y su inagotable entusiasmo, extraño compartir una tasa de chocolate caliente con godric mientras recordabamos los tiempos de la juventud e incluso extraño la cena navideña que Helga suele preparar todos los años.

Demonios ¿En qué momento me volví tan blando? Yo el gran Salazar Slytherin extraño pasar tiempo con ese grupo de perdedores que se negaron a comprender la importancia de la pureza de sangre y antepusieron su tonto sentido de igualdad a la razón. Bah, creo que es hora de dar un paseo por el páramo y continuar con mis experimentos.

Que Godric y los demás sigan cebándose en su tonta escuela mientras yo continúo aquí solo haciéndome más fuerte y poderoso, pues cuando mis tres amigos hayan dejado este mundo, sólo serán una pequeña mancha en las páginas de la historia, mientras que el mundo me recordará como el mago más grande de la historia.

Maldita época festiva, me trae demasiados recuerdos de esos mequetrefes.

Tan pronto la visión termina notas que la página en cuetión tiene la marca de algunas gotas de agua y luego caes en un profundo sueño.

Buen día jovencita, al parecer el diario escogió revelarte otro secreto, esta vez de mi exilio. Jejeje, vaya época para más desagradable. En aquel tiempo mi mente y mi corazón se encontraban conflictuados, tal como los tuyos y eso me impidió darme cuenta de una verdad muy obvia, una que tu deberás descubrir por ti misma.

Espero que tu descubras esa verdad antes que yo, pues a mi me tomo casi treinta años, treinta años que pude haber aprovechado de otra forma.

Bueno debo irme, disfruta tus vacaciones. - añade Slytherin con una sonrisa afable.

A decir verdad, no esperaba recibir ninguna carta, pero cuando apareció la lechuza tras el cristal espantando a los magos imaginarios que seguían haciendo de las suyas intentando distraerme me llevé una gran alegría. ¡Y eso qué ni siquiera sabía de quién era en esos momentos!

Después ya cuando descubría que se trataba de Artemis el corazón me dió un vuelco, tanto que fui corriendo a la cocina a por algo de comida para entretener a la lechuza, y casi caigo rodando por las escaleras, mientras empezaba a pensar que podía contarle. Estaba claro que mis vacaciones no estaban siendo tan emocionantes ni de lejos, dado que el mayor riesgo que había vivido era el que acababa de ocurrir, pero no podía sino que escribirle algo.

Regresé tan rápidamente como pude con la comida y desordené varios pergaminos mientras intentaba coger uno presa de los nervios, después agarré el tintero y me enfrenté al terrible escenario que suponía empezar a escribir una carta. Para darme ánimos, abrí la caja de música y así escuchar su melodía mientras me ponía manos a la obra.

¡HOLA ARTEMIS!

Me alegro mucho de que estés mucho mejor.

Yo no estoy teniendo unas vacaciones tan emocionantes ni de lejos. Mamá me está obligando a estudiar día sí y día también y sin poder hacer nada de magia, pero en le fondo creo que me lo merezco por mis notas... a decir verdad, el mayor riesgo que he corrido hasta la fecha ha sido el resbalarme por las escaleras cuando fuí a por algo de comida para Júpiter, jeje.

¡Qué sepas que no me olvido de tu oferta! ❤

Esperando volver a verte,

♥ Hellen ♥

Terminé de escribir y me paré a leerla. Me había emocionado tanto que sentí vergüenza por mi primera frase, porque esos dos "mucho" me sonaban como una campana de cinco metros repiqueteando a la misma distancia de mi cabeza. Sólo esperaba que Artemis no lo tuviera mucho en cuenta, por lo que le dí la carta a la lechuza y abrí nuevamente la ventana para que pudiera entregarla.

- Adiós Júpiter.

Me despedí de ella y tras cerrarla volví a mis libros mientras mi cabeza volvía a descentrarse pensando en el chico de Gryffindor. Tenía la sensación de que el resto de las Navidades iban a ser unos días muy largos y no andaba desencaminada.

Y es que si no hubiera sido por Nochevieja, que siempre resultaba en un día interesante en familia, el siguiente capítulo de la vida del fundador de Hogwarts fué el único inciso en mis estudios me dejó realmente pensativa. Slytherin quería convertirse en el mago "más importante de la historia" y se había agarrado a ese sueño como un clavo ardiente, sacrificando todo lo que había llegado a apreciar en el proceso ¿acaso merecía la pena? Supuse que dependía de la persona en cuestión y según el sueño del gran mago el parecía arrepentirse de ello.

Señor Slytherin - le interpelé antes de que se fuera y me dejara sola en mis sueños, aunque no llegaron a salirme las palabras por lo que opté por lo más sencillo - Gracias, que disfrute usted también.

Intenté sonreírle para animarle. Que en el fondo fuera un recuerdo, un eco de la persona, no importaba. Quizás pudiera dejar de lado esa historia en concreto y regresar a otras más alegres y felices. No quería sentirme culpable de haberle centrado en el que acababa de leer.

-. Así se hará mi respetable abuelo, así se hará-. Dije calmadamente al escuchar las instrucciones sobre el tema de Voldemort.

-. ¿Abuelo hay algún aliado de la familia en aquella academia del que pueda recurrir en casos de emergencias?-. Pregunte mientras me preparaba para dar riendas sueltas a este oscuro entrenamiento.

Richard pasó todas sus vacaciones de una forma que nadie se esperaría. En Hogwards. ¿Por qué? Por qué él no tenía casa. De la muerte de su familia él vivía solo en la calle, y Hogwards era el mejor lugar para estar. Tenía cama, comida, y un lugar para expandir sus conocimientos al máximo; la Biblioteca. Pidió a la profesora a cargo de la biblioteca trabajar en las vacaciones allí, para así poder ganar algo de dinero. Ayudó a ordenar libros, ordenar estanterías, y mientras hizo todo esto, estudio las defensas de la biblioteca, para así, cuando empezaran las clases, supiera exactamente cuáles eran los puntos fuertes y los puntos débiles de la escuela. A parte de eso, estudió lo suficiente como para fortalecer la mayoría de sus conjuros y aprender unos nuevos.

No hacía ni diez minutos que habíamos llegado a casa, lo justo para descargar las cosas, meterlas en los armarios y saludar a Bastet el cual parecía realmente desconcertado al verme, algo normal teniendo en cuenta que ahora podía transformarme en otro tipo de felino, ¡y ya me estaban pidiendo hacerlo!

Bueno, si era sincera, Jared llevaba desde que bajé del tren obsesionado con el tema y estaba segura que mis padres también tendrían curiosidad por ello pese a que intentaban aplacar al chiquillo, sobretodo al considerar los acontecimientos que habían motivado la reducción del tiempo escolar. Por lo que sin más dilación procedí a contentarles bajo la condición de que me llevaran a las dos próximas reuniones de animagos, aunque creo que accedieron para evitar que cumpliera la promesa que le hice a Jared de comérmelo por registrar mis cosas.

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Estaba poniendo en práctica el consejo de Slytherin y había continuado leyendo los libros del curso con avidez, no sólo en los que había acabado con problemas por mi falta de precisión con los hechizos, sino también aquellos que ya había conseguido dominar con la esperanza de que el refuerzo de lo ya aprendido me ayudara a mejorar mi nivel en general, pues ya conocía varios hechizos que se encontraban más allá de mi habilidad.Sin embargo, no gastaba mi tiempo únicamente en tener la mirada todo el día entre los libros escolares.

Dispuesta a estar a la altura del Círculo Salvaje, me había esforzado especialmente en ejercitar mi cuerpo. Había empezado a correr todos los días, tanto como pantera como de maga, pues intuía eso me serviría para equilibrarme. También había aprovechado el calor que hizo durante el vacaciones para jugar con Jared y mis padres con varitas de agua en un todos contra todos en el que se acababan aliando todos contra mí al ser la que más duraba seca. Situaciones cómo esas me ayudaban a sobrellevar el hecho de estar lejos de mi novio.

Artemis. Le había escrito una carta a la semana de estar en casa, pero no sabía a dónde mandar la lechuza. ¿Seguiría en casa? ¿Se habría ido a Francia? La falta de una confirmación entre uno u otro destino me mataba y aunque continué escribiendo cartas cada semana contándole lo que iba haciendo, éstas continuaban acumulándose en la mesa a la espera de una pista.

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Llevaba ya doce días en casa cuando volví a abrir el diario tras haber establecido ya una rutina en los caóticos días veraniegos. Sin embargo, me mostraba excesivamente seria cuando salude al viejo libro.

- Buenas noches viejo amigo. Estoy siguiendo tu consejo, he empezado por afinar los asuntos escolares y fortalecer mi cuerpo, pero aún así necesito tu ayuda para otro tema. Necesito fortalecer mi mente.

Le indiqué esperando a que reaccionara tras mi petición. Tenía entendido que Salazar Slytherin era un maestro lector de mentes y esperaba que me enseñara a defenderme de dichos ataques.