Partida Rol por web

- London es mi hermana, y tú su mejor amiga, no querría que dejases de ir con ella. Pero puedes repartir tu tiempo, presupongo. A mí me encataría que quieses pasar rato conmigo. Tal vez podemos ir a Hogsmade a tomar algo en la próxima visita, los dos solos. - No lo dice tal cuál, pero tu conciencia te grita "ES UNA CITA".

Se ríe cuándo te ve sonrojarte y te aparta un mechón de pelo que te cubre la cara, colocándotelo tras la oreja.

- No es necesario que te pongas así conmigo. Conmigo no tienes que avergonzarte de nada.

¿James me ha propuesto una cita? Ay dios si, creo que si. ¡¿Que hago?! Pienso casi histérica y muy nerviosa.

-Oy, J...Ja...James... ¡Claro que quiero ir!- le digo con una tímida sonrisa que se va convirtiendo en risa de la vergüenza que tengo ahora mismo y la cara roja. "tengo que parar de reirme ya, va a pensar que soy idiota." Pienso mientras me voy calmando pero no lo suficiente como para poder parar de sonreir, ni lo suficiente como para que mi cara deje de estar roja.

-Tienes razón, podría repartirme un poco más el tiempo y así estar más con tigo.- le digo un poco más seria pero también sonriéndole.

-¿Tenéis algo que hacer? A mi me queda un regalo por hacer, así que si queréis ver al mejor perro del mundo, estaré cerca de la cabaña de Hagrid. Cuando termine de desayunar, claro. O no seré capaz de soltarme de Axel cuando decida irme.

También me apetece nadar, quizá baje luego.

¿Axel? ¡¡Había dicho Axel!

- Espera Brad, yo voy contigo. -Digo dándole un beso de despedida a Remus. Al fin y al cabo Donnie y él tenían que hablar. 

James sonríe, satisfecho.

- Me alegra oír eso. Tenemos un trato entonces.

Sigue desayunando, beiendo zumo y comiendo.

- Qué planes tienes para hoy?

-Pues no lo sé, de momento no tengo planes. Hoy estoy libre- le respondo con otra sonrisa.

Tras las palabras de Donnie asiento sin decir nada, volviendo a mi sitio en la mesa Gryffindor. El resto de sus compañeros parecían felices y contentos ante la situación y al parecer su presencia no era necesaria por lo que despidiéndome de los presentes allí, comienzo a salir del Gran Comedor con la esperanza de llegar lo antes posible a la Lechucería.

Tal vez no sea posible entrar en su habitación pero sí entregarle un mensaje.

Aún no había decidido a quien iba a entregarle el mensaje para que se lo diera a Sofía, pero sabía que estar un rato con Cliodne le ayudaría a pensar en lo que quería escribirle.

La lechucería está vacía, todo el mundo está desayunando. Las lechuzas están durmiendo tras haber repartido el correo, o intentándolo.

Nadie más parece querer venir, así que Irina y yo nos vamos hacia los terrenos del castillo. Paso un brazo por sus hombros. El otro lo tengo ocupado con un paquete.

-Bueno, cuéntame. ¿Qué hay de nuevo en tu vida? ¿Planes de boda? ¿Hijos?- bromeo.

James te mira complacido, sonriente.

- Perfecto, entonces al vez quieres hacer algo conmigo. Podrías hablarme un poco más de ti, cosas que te gustan, tu familia... ¿Qué te parece?

Los regalos se iban intercambiando a mi alrededor a una velocidad vertiginosa, y no podía evitar echar miradas curiosas para poder ver lo que se regalaban los unos y los otros. Luego me reí para mis adentros pensando que era una cotilla, y que me metía donde no me llamaban.

Mi mente volvió a la tierra cuando Zoe me dio aquel regalo, y, al desenvolverlo vi que se trataba de un peluche de un cuervo.

Miré a Zoe con ojos brillantes, y la sonreí totalmente agradecida. Me gustaba muchísimo, y era muy mono.

-Muchas gracias, Zoe- grité cuando ya volvía para la Mesa de Slytherin, y miré de nuevo el cuervo, divertida.

Jugueteé un rato con él hasta que Aelia volvió de hablar con Mia, y la sonreí, encantada, enseñándole el cuervo de peluche.

Contemplé después su mano con la mía, y sonreí ante la calidez que transmitía. Aelia era una chica especial, y me caía bien por ello. Me había aceptado sin problemas, y era la primera persona a la que podía llamar amiga en Hogwarts.

Reí entre dientes ante el comentario de su pulsera, y terminé encogiéndome de hombros.

-Bueno- comencé-, es que ayer tocaste muy bien, y se te da genial. Es normal que la gente te regale cosas relacionadas con la música.

No se me ocurría mucho más que decir, por lo que apuré un poco de leche, y disfruté de la tranquila mañana, alternando saludos y despedidas a medida que la gente se iba marchando del Gran Comedor.

Le doy un empujón amistoso a Brad, avergonzada. 

- Ay, calla. No digas estas cosas. Supongo que Remus y yo vamos bastante en serio, estamos en modo empalagosos, ya sabes. Lo de siempre al principio. Aunque bueno tampoco tengo mucha experiencia, pero hasta con Zane fue así. -Me quedo pensativa un rato, sabiendo que mi relación con Zane no era juego limpio y me vuelven las sospechas que tenía hacia a él. Pero bueno, ahora ya me daba igual.-

- ¿Y tu que, de flor en flor como siempre, no? -Digo dándole con el dedo en las costillas al Ravenclaw.

-Bueno, últimamente me limito a un grupo concreto de flores pero...sí. De flor en flor, dejémoslo en eso.- aunque hay más historia en realidad, no es buena idea divulgarlo. -Lo tuyo con Zane no creo que sea buen ejemplo de nada. Ese tío no creo que sea buen ejemplo de nada.- Aún recuerdo como me soltó un Fiendfire en la cara el muy...

-Y tú...vamos a ver con ese dedito. A ver si te lo voy a tener que cortar.- bromeo, dándole a ella en las costillas.

Al salir, silbo. y llamo a mi perro.

-¡Axel! ¡Ven chico!

E perro de Brad sale corriendo en vuestra dirección, igual que la perra deHagrid, jugando tras él. Al llegar Axel salta sobre Brad, cómo siempre, llenándole de babas mientras la perro de Hagrid corre en círculos a vuestro alrededor.

Brad e Irina salen del cmedor.

-¡Hola, chico!

Le acaricio con ganas el cuello y las orejas además de palmearle el lomo.

-Ahora sientate, tranquilo. Tú también.- indico a la perra de Hagrid. -Y escuchadme bien. Si queréis un regalo muy sabroso, tenés que convertir a Irina en una piscina de babas. ¡Adelante chicos!

La sujeto desde detrás, impidiendo que use sus manos para pararlos.

-¡Eso es Axel! ¡En toda la cara!

Una vez está tan empapada como yo, o de hecho bastante más, la suelto y voy hacia el paquete que solté antes. Era solo para Axel, pero no pasa nada. Doy un toque con la varita en el centro para que se parta en dos y saco medio hueso enorme para cada perro, se los lanzo para que corran a por ellos.

-Si quieres, después de que acabemos de comer, vamos a hablar a un sitio más tranquilo, ¿que te parece? Y allí ya hablamos de todo lo que quieras. Aquí es un poco incómodo, con tanta gente hablando y ruido...

Sonrío por el abrazo de Aelia y le devuelvo el beso. Le guiño un ojo, alegre.

- De nada, Aelia, muchas a gracias a ti también por el regalo. Feliz navidad-le digo antes de que vuelva a su sitio. Les hago una señal con la mano a las chicas de la mesa Ravenclaw (Aelia y London) para que vengan y se sienten con nosotros. 

Sonrío al ver que Ellen se decide venir a sentarse con nosotros y le hago un hueco a mi lado. 

- ¿Ves, Lily? Ella es de las mías, el chocolate gana-le digo a Lily sacándole la lengua.

Brad e Irina se van afuera, les despido con la mano, puesto que ahora tengo la boca llena precisamente de pastel de chocolate. Joder qué rico que estaba. Termino de desayunar y me levanto.

- Bueno, tengo que dejaros un momento, Mia Claus aún tiene regalos que entregar-les guiño un ojo a mis acompañantes. A Sirius le doy un beso, ¿por qué? No sé, me apetecía-. Nos vemos luego.

El primero de mi lista era mi hermano pequeño, así que me dispuse a buscarlo. Después buscaría a Joni, después a Jack y por último a Bongo, ahora el elfo estaría ocupado con el desayuno, la comida no dejaba de aparecer. 

Nada más llegar a la luchería pasé un rato sentando observando como los búhos ululaban e intentaban dormir.Ante la situación no quise llamar a Cliodne por si estaba durmiendo, por lo que tras coger papel y tinta comienzo a escribir un mensaje para Sofía:

Querida Sofía:

Sé que estos momentos no han de ser fáciles para tí, sé lo que es pasarlo mal por el retraso ment

al de muchos de los demás , también sé que no es comparable la situación pero ante todo quiero decirte que no es más valiente el que hace la broma, sino aquella que mantiene su orgullo tras ella, demostrando que tienes más clase que cualquier mago que esté ahora mismo en este castillo.

Ante todo quiero que sepas que fue un honor para mí que fueses mi pareja, eres encantadora, simpática y una bella persona, por lo que tengo la sensación de que he conseguido una amiga para siempre.

Dicho esto, quiero que sepas, que nos deben un baile, y mientras esté en mi mano, tendrás aquello que un desgraciado nos ha arrebatado, por lo que tras esto solo me queda pedirte: ¿Quieres ser mi pareja en el baile? 

Esperando contestación y verte pronto.

Dean

Tras esperar unos instantes para que la carta se secase voy en busca de Donnie para intentar que le entregue el mensaje, por lo que tras recordar que el último lugar donde lo ví era el Gran Comedor, vuelvo a él lo más rápido posible.

Tu hermano pequeño está comiendo con sus amigos y enseñando orgulloso el que deduces es el regalo de vestro padre para él.* A Joni no le ves, a apesar de que ves a Saana y Kristoff desayunando. Jack está desayunando en la mesa de profesores pero no junto a Elina cómo de costumbre, sino junto a la profesora Sinistra y la profesora Sprout.