Partida Rol por web

Lottie puso los ojos en blanco cuando escuchó la petición de su hermano antes de encerrarse en el cuarto de baño. ¿Donde había quedado ese punto educado de ofrecer ir allí primero a los invitados?

Mucho tardaba en pedir que le configuraran el aparatito del diablo para no tener problemas. Si lo conoceré bien, tenía que haberme apostado algo con el en que no podría resistir la tentación...

-Sí, sí, vivo aquí. Cuando hablamos hace unos dias en la conferencia estaba en Madagascar por trabajo, llevo aquí solo una semana escasa. Ahora estoy de vacaciones y esperando que me den otro proyecto, el de Madagascar se terminó y, ahora o me mandan a algún otro sitio o puede que me quede una temporada aqui en París. Aun no lo sé y no me dirán nada hasta que vuelva al trabajo. ¡Me tendrán en vilo hasta entonces! Lo bueno es que no estoy preocupada, es decir, que necesito unas vacaciones. Y Egipto, ¡es Egipto! desde que llegué de Madagascar solo pienso en eso....aunque me vaya a costar un disgusto con mis padres... -escuchó a Mike y sonrió- Es una experiencia muy bonita vivir solo. Si te buscas algo cerca de casa de tus padres, irte a vivir solo no es irte a la otra parte del mundo. Estarás con ellos y ellos contigo el tiempo que queráis y, cuando tu lo necesites, tendrás tu lugar para estar solo. ¡Oh! No es molestia y sigo insistiendo. Melisa, pareces cansada del viaje y en la cama creo que dormirás mejor que en el salón. Desde aquí se escucha a veces el tráfico de la calle, pero el dormitorio es totalmente silencioso. Asi que eso no tiene más discusión. Pero si quieres, y aun sabiendo el peligro que creo que va a tener dejar a los dos chicos solos, dormiré contigo si quieres. ¡Y no quiero protestas! La cama plegable es igual de cómoda que los sillones y no voy a notar la diferen.... ¡ey!-exclamó cuando Mel le quitó de la mano el comunicador de Mike- No...no me importa tirar yo la foto, en serio no... -¿como convencer a una casi total desconocida que ella tiraria la foto simplemente porque no le gustaba verse en ellas después y saber que personas que desconocía la verían? Si por lo menos fuera su padre, el sabía sacarla bien en cada foto que le tiraba, tenía ese don, o Estel para la que su cámara era una extensión de su brazo y era, o acostumbrarse o morir en el intento. Lo que a ella le gustaba era estar al otro lado del objetivo, aunque no estaba a la altura de ninguno de ellos dos, ni mucho menos- ¡Oh! ¿que...? -se escuchó decir mientras su terraza giraba en torno a ella de modo imprevisto.

Se encontró de buenas a primeras mirando de cerca a un Mike que la había atrapado en un paso de baile imprevisto, alejándola más aún del comunicador y situándola justo en el lado del objetivo en el que no había planeado estar en aquel momento y junto a Melissa y a Sean que, en aquel momento, hacía la aparición por la puerta de la terraza y tomaba posiciones junto a ella siguiendo las instrucciones de Mike. Se resignó a salir en la foto y pensó, como intentaba hacer cada vez que pasaba algo así, que después le gustaría verla a pesar de que consideraba que nunca salía bien. Por que, cuando los dos hermanos americanos volvieran a su país, al otro lado del océano, aquella fotografía sería un buen recuerdo de aquel primer dia.

¡Que demonios! ¡Si después me gusta verlas a pesar de todo! Vamos a disfrutar el momento, ¡si!

Mike vino corriendo y se situó entre ella y Mel, segundos antes de que el comunicador disparara la foto.

-¿Te has asegurado de que se vea la catedral? No vaya a no salir bien y no te lleves esa vista. ¡Es cierto que es de las mejores! ¿Patinaje en hielo? -devolvió enseguida la mirada al comunicador, justo en el momento en el que saltaba la primera foto. Cara de aguantarse la risa. Patinaje sobre hielo, ¿donde había quedado eso de 'pataaaaataaaaa'?

¡Están aquí, en París, han venido a conocernos aqui!. Sonrisa a la cámara al dispararse la segunda foto. Esta quizás salga bien para colocarla en el albúm.

¡Y la segunda del albúm será en Egipto! Click de la tercera foto. Lottie con mirada soñadora sumida en sus pensamientos...

-¡Listo!-reaccionó un instante después al ver que ya se habían hecho las tres fotos-Tomate el tiempo que quieras Melissa, vamos bien de hora-le dijo a la americana mientras esta salía hacia el baño-Si, la ciudad del amor, pero de eso te podrá hablar más y mejor Sean, el es que tiene más éxito con las chicas. Dicen que paseando por calles, por su rio... es tan bonito que invita a enamorarse... Para nosotros es lo más normal del mundo porque nos hemos criado aqui y cualquier cosa que te diga no es objetiva más cuando me encanta mi ciudad. Supongo que deberéis comprobarlo por vosotros mismos hoy -le contestó a Mike con una sonrisa, invitándolo a que disfrutara de las horas que iban a estar allí- ¿Pareja? ¡Claro! Un precioso lémur de cola anillada que te saludó por la cámara. ¡Que lástima que esté en Madasgascar ahora! -rió divertida recordando aquella escena, menudo susto que se llevó. Pero ahora, con la distancia, era una escena graciosa. Ella allí, asustándose de su propia cria de lemur- Fuera bromas, no, no tengo pareja. Y Sean diria que tampoco...pero con él nunca se sabe... -terminó mirando a su hermano arqueando una ceja que llevaba implícita una pregunta.

¿Tenía novia y aún no le había dicho nada? No sería la primera vez...

- Oh, Mike, si en realidad te preocupas por nuestros padres, ya puedes estar tranquilo, aunque ella sabía que no marchaba de allí por vago. Ahora que me han dado el puesto en el laboratorio de criminalística de Miami, voy a pasar más tiempo con ellos. En realidad estará trabajando todo el día además de buscarse un sitio para vivir ella sola, pero eso no es algo en lo que Mellysa pensaba aun. Creo que ya es hora de que les dejes tranquilos. Charlotte tiene razón, necesitas tu propio sitio. Incluso Sean vive con sus amigos y no con sus padres.

También era cierto que sus progenitores disfrutaban con la compañía de su hermano y que él les cuidaba y les quería mucho, a su manera. Dudaba que le iba a hacer caso, nunca lo hacía. Sonrió contenta al saber que ahora estará cerca de ellos, volvería a ser como antes, una familia feliz, con Sam incluida, claro.

- No estoy mandando a nadie, protestó al comentario que hizo su hermano, pero es verdad, no debería molestarse tanto por nuestra culpa. Luego se imaginó lo que dijo la pelirroja, sobre los dos chicos juntos en el salón y se puso más blanca de lo que ya era. ¡Ya la había fastidiado! Seguro que ella no quería que su hermano estuviera a solas con Mike. Si Mellysa compartía el cuarto con Sean podía comportarse con naturalidad, cambiarse la ropa o dormir sin pijama, total, no le gustaban las chicas… Puede que así Charlotte le daba un empujón a su hermano para que vea que las chicas no tienen nada de malo… Y la Mel lo mandó a los brazos de su hermano. Bueno, ya estaba hecho, no podía cambiar nada ahora. Y su hermano se merecía un pequeño castigo de parte del parisiense por engañarlo con el mail falso. Pero a partir de ahora debería tener cuidado, no rechazaría más propuestas de pasar tiempo con el pelirrojo.

Yo no ronco, dijo en el mismo tono bajo como el que usaba su hermano, pero aprovechó para darle un codazo en la tripa. Lottie, voy a dormir donde me mandes sin protestar, dijo arrepentida, lo prometo.

Le gustaba la libertad que tenía la chica al pensar en su futuro laboral. Siempre quería hacer algo así, acabar un trabajo y no tener nada planeado, pero era imposible. Sentía que tenía palpitaciones solo por imaginarlo.

Llegó el momento de la foto y por suerte su hermano había programado el comunicador para hacer tres fotos. En la primera salió con cara de “a que lo tiró desde la terraza”, en la segunda se acordó lo mucho que había echado de menos a su hermano todo el tiempo que tuvo que trabajar en Las Vegas así que sonrió feliz mientras se acurrucaba a su lado y en la tercera le respondió al mellizo con la misma cara de burla que él ponía a la vez que levantaba la mano para darle un pellizco en la nariz.

-Así que llevas poco tiempo aquí Charlotte. ¿Y tienes que viajar mucho en tu trabajo o lo de Madagascar fue una excepción? Mike no recordaba exactamente en que trabajaba Charlotte, ni siquiera si se lo había dicho, debía comenzar a prestar más atención. De todas formas algo de lo que dijo le llamó la atención. ¿Un disgusto con tus padres el viaje a Egipto? ¿No quieren que vayas? A los suyos no les había dado más la idea, aunque su padre parecía no guardar muy buenos recuerdos de Egipto, pero era normal después de todo lo que había pasado y sobre todo con esos últimos recuerdos tan... no sabría definirlos bien. Bueno, intenté eso de vivir solo, o algo parecido. Tuve alguna novia que vivía independizada y me pasaba mucho tiempo por allí, aunque claro no es lo mismo. Quizás un día lo pruebe, pero de momento creo que estoy cómodo así, al menos mientras mis padres no me echen de casa jajaja. Aunque ya estás escuchando a mi hermana, es ella la que me quiere echar. Pues no vas a tener tanta suerte Mel, de momento me quedo en casa y no pienses en estar mucho tiempo que ya casi tenía convencidos a papá y mamá para convertir tu habitación en un cuarto de juegos.

En realidad no le iban a dejar, pero seguro que su hermana se lo creía y empezaba a protestar, así era Mel y a Mike le divertía meterse de vez en cuando con ella. Dejó que Charlotte y su hermana arreglaran finalmente el tema de donde iban a dormir, parecía que las dos chicas juntas en la habitación y él y Sean en el salón. Sonrió al pelirrojo y le dio una palmada en la espalda.

-Parece que seremos compañeros de habitación Sean. Lo pasaremos bien, aunque la verdad que estoy un poco desorientado aún con esto del cambio de horario, pero nada importante, nunca me costó mucho esfuerzo dormir.

Enseñó las fotos a todos para que comprobaran como habían quedado, no estaba mal, una de esas fotos que a Mike le gustaban, espontáneas y que podían ser un gran recuerdo.

-Pues no hemos salido mal ¿Verdad? Y mira, yo creo que la catedral se ve bastante bien aquí atrás. ¿Que os parece? Sean, le podrás mandar estas fotos a todas esas chicas que dice tu hermana jajaja, eres muy fotogénico. Escuchó la explicación de Charlotte sobre el sobrenombre de París, tenía sentido, aunque la verdad lo que había visto hasta el momento no le parecía gran cosa, seguramente lo mejor estaba por llegar. ¿Una relación a distancia? jajajajaja. Vaya, lo siento, no llevo bien ese tipo de relaciones, pero espero que a ti y a tu lemur os vaya bien y si no seguro que hay muchísimos parisinos haciendo cola ¿Verdad Sean? Pero quizás estoy siendo un poco impertinente, no pretendía molestaros. Era cierto que con la mayoría de sus amigos latinos se podía hablar de esos temas sin problema, pero a otras personas no parecía gustarles tanto. Yo ni siquiera tengo un lemur, estoy peor que tu Charlote jajaja.

Su risa era sincera aunque seguramente Mel pudiera sentir un ligero tono de decepción en ella, Mike había estado muy raro últimamente cuando ella y Sam le hablaban de chicas, pero ella estaba aún en el servicio.

-Pues tengo unas ganas enormes que me enseñéis esa ciudad del amor. ¿Tengo que ponerme un corazón gigante o algo? Celebrar aquí San Valentín debe ser genial ¿No?

Charlotte le sonrió a Mike, pero no le contestó enseguida, sino que dejó que este preguntase todo lo que quisiera mientras miraba las fotos en el comunicador.

-Las has enfocado bastante bien y tengo que decir que hemos salido geniales. Pásanoslas, la segunda va a ir directa a mi álbum de fotos. Vuestra primera visita a Paris lo merece.

Le echó una mirada a Sean que permanecía callado junto a ella mirando las fotos. No era propio de él tanto silencio y el no contestarle a una pregunta directa sobre chicas, pero decidió no preguntarle allí directamente y dejar pasar el momento hasta que el reaccionara o hasta que pudiera hablar con él en privado. Tantas semanas en Madagascar podían haber dado para mucho y estaba un poco desconectada del día a día de París, cosa que no podía evitar pero que no por eso dejaba de hacerle sentir culpable en cierta manera.

Una frase de Mike la sacó de sus pensamientos mientras que miraba de reojo a Sean y al mirar al americano no pudo evitar que los colores subieran a sus mejillas en un segundo.

-A ver, a ver... no.. no te lo tomes al pie de la letra, ¡era una broma! Yo y el lémur... no... nuestra relación es solo laboral, es decir... que no lo echo de menos en ese sentido. Bueno, sí, lo echo de menos pero... no es... -se volvió hacia Mike mientras hablaba y negaba con la cabeza y con las manos al mismo tiempo, intentando sacarlo de su error. Lo que le faltaba, que alguien pensara que estaba liada con un “pequeño bicho peludo y de cara antipática” como decía Sean muchas veces. Y más aún, que le diera pie a su hermano a cantarlo a los cuatro vientos a la mínima oportunidad. Pero al ver la cara de Mike y procesar sus últimas palabras, se dio cuenta de que estaba hablando de broma. Sintió que se ponía más colorada que antes y rompió a reír- ¡Ah! Vale, vale... estabas de broma... vale... si. Aunque tengo que reconocer que un lémur da menos guerra que un chico en muchas ocasiones, ¡protesta menos! –rió divertida y no pudo evitar echar de menos, no solo al lémur que ellos habían podido ver en pantalla el día que hablaron, sino a su trabajo allí. A todos los animales, a sus compañeros, a la isla en sí que era un pequeño paraíso. Había vuelto hacia tan poco que podía oler aún el mar. Dejó temporalmente a un lado su preocupación por Sean para responderle al americano- He estado varios meses destinada en Madagascar a un proyecto de recuperación del lémur de cola anillada. Soy bióloga y ese ha sido mi primer proyecto en el que tenía un peso razonable de responsabilidad. Una vez que el proyecto termina, se deja todo encauzado para que el personal nativo siga con las pautas establecidas y sigan, por lo tanto, con la recuperación de la especie que hemos empezado allí nosotros. Así que al terminar el proyecto, vuelvo a la central aquí en París. Y no sé si me darán otro proyecto o me quedaré aquí una temporada. Textualmente mi jefe me dijo “Disfruta de tus vacaciones, ya hablaremos cuando vuelvas” –Lottie se encogió de hombros, riéndose aún de su malentendido- ¡Y eso es lo que voy a hacer! Aparte de en Madagascar he estado en más sitios, sí. Washington, Panamá, Costa Rica, Australia y Nueva Zelanda, pero mi sitio de trabajo como tal, está en París. Trabajo para el Instituto Smithsonian, podéis consultar cosas de el por internet si tenéis curiosidad, claro. Por ahora me va bien, no me puedo quejar, hago lo que me gusta y viajo al mismo tiempo. Mis dos pasiones favoritas. ¡Animales y viajar! Aunque el orden no lo tengo claro, para que mentir.

A posta, ignoró comentar el comentario de Mike acerca de las filas de parisinos intentando quedar con ella. ¿Por qué todo el mundo le decía siempre lo mismo pero la realidad le había demostrado justo lo contrario? Los chicos estaban en las puertas de las chicas rubias o morenas, y las chicas en la puerta de casa de sus padres esperando a Sean. Que no es que hubiera pensado en cambiar de bando en cuestiones sexuales, para nada, le seguían atrayendo los chicos demasiado para eso, pero era la eterna broma que tenía con Sean y con ella misma en algunas ocasiones.

-¡Dicho lo cual queda aclarada cual es mi relación con los lémures, por cierto!-exclamó sonriendo a Mike- Sentaos un poco mientras Melissa vuelve –les indicó mientras que ella hacía lo propio- Bueno, a ver. Preguntabas también por el tema de Egipto –Lottie lo miró, sería pero a la vez curiosa- ¿Tus padres no se ‘opusieron’ mínimamente a vuestras visita a Egipto? Me esperaba que tu padre sí lo hiciera… ¡oh! A ver, no lo conozco, era muy pequeña la última vez que lo vi y casi no me acuerdo de él, pero por lo que sé de los días que pasaron allí, por lo que me han contado mis padres de él, no lo tengo en mente como alguien que volviera por gusto… ni que dejara ir a sus niños allí sin más. ¡Me has sorprendido cuando lo has dicho! Supongo que la gente cambia y ve las cosas desde otra perspectiva cuando pasa el tiempo. Nuestros padres no se han opuesto, para nada. Solo han sido reticentes con toda esta historia, pero cuando han sabido con quien íbamos…bueno, digamos que confían en nosotros y conocen a vuestros padres y a los padres de todos los que nos vamos a reunir. Lo que pasó, pasó. Pero los recuerdos y las emociones están aún ahí, a ras de piel en ellos. Supongo que si no fuéramos precisamente allí, al Castillo, se lo hubieran tomado más relajadamente al principio. Pero allí fue donde todo tomó forma...

Lottie no podía reprimir la curiosidad. Se había prometido no preguntar. Pero el tema ya había salido. De perdidos al rio. La curiosidad podía con ella.

-¿Qué sabéis de aquello? A ver, con total confianza. Si no queréis hablar no me importa, es una cuestión demasiado personal, lo sé. Pero para mí es tan… tan… ¡no sé como definirlo! pero me apasiona. Sé que nuestros padres no nos mentirían con lo que sucedió, no tenían necesidad alguna de hacerlo ni de inventarse toda la historia. Sé que no es un cuento de niños, aunque Sean creo que está empeñado en que lo es –dijo mirando a su hermano y guiñándole un ojo- pero yo no. Sé que pasó.

Sean se quedó patidifuso, circunspecto. Parecía que el gato le había mordido la lengua, arrancada de cuajo, metida en la licuadora y con la cola el gato había apretado el botón de On. No se pueden dar así este tipo de noticias, a las bravas. Se necesitaba tiempo para asimilarlo. ¿Mike tuvo novia? ¿Mike Yaddow? ¿Nuestro Mike? ¿Ese nerd frikazo experto en starwars, con sus naves enterprise y sus señores Spock (que en paz descanse)?

En un primer momento, Sean pensó en una novia virtual por internet. Como un tamagochi, pero que tienes que prestarle atención y pasear con ella por centros comerciales o se pone pasivo agresiva. Esa idea quedó descartada cuando Mike mencionó una casa física, una casa en la que él había estado. No su avatar, ni su Hebbo: él. En persona. Y eso significaba una novia de carne y hueso, o por lo menos con titularidad legal para tener una propiedad. Lo único que se le ocurrió a Sean fue que la chica (o nonagenaria) fuese una novia coreana por correspondencia, de corea del norte con casi toda probabilidad.

Hee Lyung, o así podría haberse llamado, ansiaba cruzar la frontera y vivir la vida al estilo occidental. Y por eso le daba igual ennoviar con un americano borracho, uno drogadicto o, como Mike, uno de esos despojos sociales que coleccionan cosas y ven series extrañas. Una vez llegada a América, Hee Lyung compró una casa con sus ahorros fruto de su trabajo cosiendo balones de Nike en un sótano oscuro. Dejó a Mike entrar en su casa solo por seguirle el juego, hasta conseguir la nacionalidad. Como Mike habla en términos de novia y no de esposa, lo más probable es que Hee Lyung no pudiese aturarle lo suficiente hasta la llegada de la boda. ¿Quién podría? Y terminó volviendo a corea porque prefería volver a coser balones antes que los trajes cosplay de Mike.

Eeehm... ¿Novias? ¿Yo?-masculló, intentando salir del shock.

A raudales. Nunca ninguna le había durado más de dos meses, por una total y absoluta falta de concentración: Sean era incapaz de resistirse a mirar a otras. Y Melyssa y Sam podrían ser las siguientes, simultáneamente o de manera consecutiva, quizás con una Princesa Leia del harén entre medias. Reaccionó rápido.

Soy libre como un pájaro... Estoy en un periodo entre relaciones.

Y no solo entre, sino también durante y através. Y que la pobre Maaaa... ¿Mariè? ¿Marcella? Aggggh... ¿Cómo se llamaba? Que "ella" le perdone. Si total solo habían tenido una docena de citas, ocho de las cuales transcurrieron integramente en la cama.

Por mucho que estemos en la Ciudad del Amor, uno también necesita tiempo para dedicarles a los amigos. Y por cierto, París en san valentín es un infierno en la tierra. Todo se llena de turistas. Yo, en san valentín, siempre termino alquilando una casa rural en las afueras.

Pssst...-dijo poco disimuladamente a su hermana-¿No te quejarás, eh? Esta vez me he contenido y no he hecho el chiste del Smithsonian... ese de que también fabrican compresas Au-sonian. No hagáis caso a Lottie. No tiene novio porque no quiere. François sigue disponible. Siempre trato de emparejarla con mi amigo François, que salvo por su falta de higiene es muy buen chaval, y le gusta Lottie, pero ella no se deja. Mucho daño ha hecho la Disney y sus príncipes azules, que dejaron el listón muy alto para algunas.

Mike pasó las fotos a Charlotte y a Sean para que ambos pudieran disfrutarlas cuando quisieran, esos recuerdos se quedaban para siempre.

-Gracias Charlotte, me gusta hacer fotos pero de forma casual y usando el modo automático, no soy ningún experto. Creo que cuenta más el recuerdo o el momento que evoca que si está más o menos centrada o nítida. Mike se rió. Claro que eso no quiere decir que me conforme con cualquier cosa. Yo también pienso que salimos muy bien, aunque era difícil hacerlo mal con dos chicas tan guapas y ese fondo ¿Verdad Sean?

No pudo evitar volver a reírse con la confusión de Charlotte y su lemur, le recordó a su hermana que a veces le pasaban ese tipo de cosas, claro que Charlotte se había dado cuenta enseguida de que era una broma. Había viajado por un montón de sitios, parecía un trabajo muy chulo.

-Pues podrías comentarle a tu jefe si hay alguna vacante para vigilar a los caimanes de los cayos de Miami, aunque supongo que preferirás quedarte una temporada en París con la familia. Pero  si te mandan allí no dudes en avisarnos. Así que bióloga... un trabajo interesante, deben gustarte mucho los animales para trabajar en esos proyectos y estar viajando tanto. Aunque a veces un trabajo es un trabajo ¿Verdad? Yo trabajo ahora en el servicio técnico de Apple y eso que odio Apple, no os compréis nada de ellos. Pero si tenéis algo y llamáis al servicio técnico de Miami puede que sea yo quien os coja el teléfono. No es mi trabajo ideal pero de algo hay que ganarse la vida. Además tiene unos horarios que me vienen muy bien y me dejan bastante tiempo libre.

Mike siempre había trabajado en cosas relacionadas con la informática, que era su pasión, aunque nunca nada serio ni duradero. Y cuando le habían planteado alguna oportunidad de algo mejor siempre había rechazado el asunto, no quería renunciar a la libertad de la que disfrutaba con un trabajo de media jornada. Lo único que le había tentado había sido el puesto en la empresa en la que trabajaba Sam y aún estaban intentando convencerlo para que aceptara. Prefirió no seguir hablando de trabajo, estaban de vacaciones y era mejor dejar eso para la vuelta, así que contestó a Sean y sus líos amorosos.

-¿Un periodo entre relaciones? jajajaja. Creo que se a lo que te refieres. No lo conocía bien, pero le recordaba a su amigo Henry, un tipo con mucho éxito entre las mujeres. Bueno, estar sin compromisos no está tan mal ¿Verdad? Intentó parecer convencido de lo que decía, pero no lo estaba. Así que se llena de turistas, bueno eso supongo que también tiene su encanto, quizás encuentres a una chica que venga a buscar su amor y seas tu. Claro que no estarás porque te habrás ido a las afueras. Bueno, lo importante es que disfrutes donde estés y con quien estés, o eso es lo que pienso. Mike se aguantó la risa con la poco disimulada broma que Sean le estaba haciendo a su hermana. ¿Tu también le buscas novios a tu hermana entre tus amigos? Pues espero que tengas más éxito que yo, creo que ni Mel ni Sam han hecho caso nunca a una de mis sugerencias. Y no sería porque no lo había intentado en varias ocasiones, incluso a veces eran sus propios amigos los que se postulaban al puesto sin intervención de Mike, como Henry, pero ese era un caso aparte. Bueno Charlotte, quizás debas darle una oportunidad a François, aunque comprendo que su falta de higiene te eche para atrás jajaja. Sean -dijo con un tono divertido de reproche- ¿No tienes un amigo más limpio? Seguro que tu hermana se merece algo mejor, aunque quizás ahora mismo le apetezca estar así y disfrutar de su hermano. Te aseguro que cuando tenga novio no te hará tanto caso y la echarás de menos. Mírame a mi ¿Como voy a poder meterme ahora con Mel si está saliendo con un policía que tiene los brazos más grandes que mi cabeza? jajaja. No conocía al novio de Mel en persona pero estaba seguro que era un buen tipo, pero Mike bromeaba con casi todo. Bueno Charlotte, discúlpanos, creo que será mejor que dejemos de buscarte pareja, estoy seguro que tu ya sabes muy bien que quieres y cuando ¿Verdad?

Y al dejar de hablar de la ciudad del amor la conversación se desvió al motivo por el cual se habían reunido. Las palabras de Charlotte le resultaron muy interesantes, tanto que quería seguir escuchando más. Por primera vez desde que había comenzado todo aquello parecía que había alguien con bastante información y dispuesta a compartirla, esperaba que ella pudiera aclararle algún asunto pues todo estaba bastante confuso.

-A mi madre le encantó la idea, ir a Egipto, volver a reunirnos con todos vosotros... La verdad es que yo apenas os recuerdo, pero me alegro de haber contactado con vosotros. Pero fue Mel quien insistió en hacer la página de Facebook y en que os encontrara. Nuestro padre no parecía tan contento, aunque la verdad no se opuso. Creo que Egipto le trae malos recuerdos por todo eso que pasó y pensar en ello le tiene algo traumatizado, yo no lo sabía, pero casi se muere dos veces, supongo que tiene derecho a que no le guste Egipto. Pero no nos contó mucho, la verdad averiguamos la mayoría buscando en internet. Solo una vez quiso hablarnos de algo que pasó allí, pero fue hace años y no tenía mucho sentido, creo que la experiencia le marcó de alguna manera. ¿Que te contaron tus padres?

Mike tenía curiosidad por saber la historia, porque alguien le contara algo con sentido y no aquellos delirios que su padre les había intentado contar cuando volvían de su fiesta de graduación. Nunca más había salido el tema y cuando había surgido lo del viaje a Egipto su padre permaneció más bien callado, probablemente por no oponerse a la ilusión con la que Mel se había tomado todo aquello y que lo había obligado a él también a embarcarse en un viaje que no quería. Aunque debía admitir que la parte de París estaba siendo muy agradable. Charlotte era una gran anfitriona y Sean era un tipo muy divertido.

-¿Un periodo entre relaciones? –preguntó divertida Charlotte a Sean- Ya, ¿uno de esos periodos de tres días que son más largos que las “relaciones”? Ya me parecía que era raro perderme algo de verdad interesante en estos meses... ¿Qué no quiero que...? ¡Oh! ¡Ya estamos con esas verdades absolutas made in Sean! Ya hemos hablado sobre eso, no es cuestión de querer o no querer sino de que aparezca la persona correcta y, por descontado, que Fran no es mi príncipe Disney –le dijo con retintín cerrando un tema que parecía que habían tratado más de un par de veces con anterioridad- y tampoco creo que sea el príncipe azul de muchas chicas –dijo mirando a Mike- he estado con mofetas de verdad más discretas que ese chico, te lo puedo asegurar ¡palabra de francesa! Y lo de que Sean encuentre el amor de su vida... -se quedó un momento pensativa, recordando la lista de chicas que había visto entre los brazos de su hermano y evaluando las cualidades de cada una de ellas- ...solo depende de él, porque chicas no le faltan. Y yo diría que... -sabía que eso haría enfadar a su hermano, pero era la pura y dura realidad- que ha tenido a más de una que merecía la pena a su lado y la ha dejado volar. Pero todo llegará, aunque, no sé Mike, ¡no lo veo echándome mucho de menos! ¡mas bien montará una fiesta para celebrarlo por todo lo alto! –exclamó divertida y riendo aunque por dentro ella sabía que si lo echaría en falta el día en que una mujer consiguiera conquistar realmente el corazón de su hermano.

Escuchó el sonido de su comunicador en algún sitio en el interior del apartamento al recibir las fotos de Mike-Ya las he recibido ¡Gracias! Es dificil salir mal cuando estas en buena compañia, por cierto-sugirió, ampliando las palabras del americano en relación con las fotos.

Cambió de tema y retomó una parte de la conversación que había quedado atrás- Tendré en cuenta lo de los cayos, siempre es agradable saber que hay amigos cerca de donde estás trabajando. Me gustan los animales sí, para mí trabajar con ellos es casi un entretenimiento más que una obligación en si...¿Apple? ¿Trabajas en Apple? -preguntó sorprendida. Nunca se lo hubiera imaginado. Aquellos dos americanos eran unos cerebros. Ella criminóloga y él trabajando para Apple, mentes superiores con trabajos complicados y reconocidos. Y los tenía a los dos en su apartamento. Madre mia...va a ser complicado estar a la altura...-Bonita cosa has dicho, Sean te preparará todo un repertorio de preguntas y dudas. Por mi parte puedes estar tranquilo, se que estas de vacaciones y no te daré trabajo. De hecho, no me llevo muy bien con los aparatos tipo comunicadores o portátiles, ¡soy más de campo!

Y entonces, por primera vez desde que hablaran via conferencia, volvían a hablar de Egipto.

Escuchó a Mike y volvió a recordar aquella imagen que tenía de su niñez. Los adultos en una parte de la habitación y ella en otra parte, rodeada de varios niños más pequeños entre los que sabía que estaban los hermanos Yaddow, sus amigos Estel y Omar, uno o dos niños más y tal vez un bebé...pero no estaba segura del número total ni, por supuesto, recordaba los rostros.

-Yo si os recuerdo -le dijo mientras intentaba enfocar el recuerdo en su mente- eráis igualitos y llorábais un montón. Me tocó hacer de hermana mayor aquel día, es lo que tiene ser la primera que nació del grupo de Elegidos. Mis padres se dieron prisa en traerme al mundo-rió- Creo que fue la última vez que se reunieron todos lo que estuvieron en Egipto, pero no recuerdo donde fue. Por lo menos todos o la mayoría de ellos. ¿Solo sabéis lo que habéis leído en internet? ¡Oh, vaya! Nuestros padres nos lo han contado todo-miró a Sean y rectificó- bueno, digamos que a mi más que a Sean creo. Yo he sentido curiosidad desde la primera vez que mis padres me refirieron la historia y, aparte de la historia que nos contaron inicialmente, les he preguntado bastante, asi que podría decir que más o menos sé lo que sucedió. Al principio fueron reticentes a hacernos partícipes de lo que todo aquello, de hecho mi padre aun creo que tiene reservas a hablar de ciertas partes o momentos... fue una experiencia tan sumamente diferente a lo que uno espera vivir algún día que, es cierto lo que dices Mike, no diría que los dejó traumatizados, no, pero si que es cierto que los cambió de algún modo, que aquello fue un antes y un después en sus vidas que los marcó para siempre.

Nunca había hablado de aquel tema con nadie aparte de sus amigos Estel y Omar, y hablar ahora de aquello con Mike la hizo sentirse diferente. Era como compartir un secreto con alguien que tenía derecho a saberlo pero, que a la vez, si no lo sabía era porque sus padres así lo habían querido. Se sentía un poco como una traidora que iba a revelar un secreto bien guardado mezclado con un extraño sentimiento de liberación al poder hablar de aquello con una persona que hasta hace poco más de unos días era un total extraño para ella. Pero sobre todo aquel maremagnum de sensaciones, había una que sobresalía por encima de todas. Era como si estuviera viviendo un deja-vu que no era tal, como si estuviera siendo observada y juzgada por ojos ajenos a aquella reunión de amigos. Era como si seguir adelante con aquella conversación supusiera algo más que lo que ella podía imaginarse en aquellos momentos. Tenía que decidir, seguir o dejar a un lado la respuesta a la pregunta de Mike. Lo tenia fácil, solo tenía que levantarse y salir del apartamento y.... ¡No!. Intentó dejar a un lado esa sensación casi premonitoria de algo que desconocía y siguió hablando.

Era solo la emoción del momento y el hablar de aquello con alguien nuevo en su vida.

-Benjamin Yaddow, analista de laboratorio, propietario de una pequeña ánfora que pasó a formar parte del Catálogo por derecho propio. Totalmente sellada desde hace más de cinco mil años....imposible abrirla sin romperla, imposible saber su contenido... de un tamaño más pequeño de lo normal para las ánforas de aquella época... la única conocida de ese tamaño, de hecho -Lottie había bajado la voz mientras que hablaba del padre de Mike y de su objeto. Se había inclinado hacia adelante y miraba a Mike, curiosa, intentando adivinar qué podía pasar por su mente al escucharla. ¿Se reiría de ella cuando ella le contara? ¿o le interesaría saber más? La sensación de estar siendo escuchada y observada por quien no debía retomó con fuerza al saber que tenía que pronunciar el nombre de...pero siguió adelante, aquella sensación no tenía sentido, estaba en casa- Cohetanea de Horhotep, de la misma época de la Mastaba. Un equipo de expertos liderados por el mismísimo arqueólogo Harold Highwater lo certificaron en casa de tus padres hace treinta años. ¡Voy a traer una cosa! Seguro que te gusta verlo -dijo saltando automáticamente de la silla y echando a correr hacia su dormitorio.

Lottie cruzó a la carrera la terraza y el salón del apartamento, entrando como una tromba en su dormitorio. Se dirigió al armario y comenzó a buscar en su interior lo que había ido a buscar. No tardó en encontrarlo, pues estaba donde siempre había estado, donde siempre lo ponía. No muy escondido en el interior para no tener problemas en sacarlo siempre que quería revisar su contenido, pero tampoco demasiado a la vista y al alcance de ojos indiscretos a la primera de cambio.

Cerró las puertas del armario y miró la caja que había ido a buscar.

-Y ahora a buscar lo que le quiero enseñar a Mike en primer lugar. Después ya veremos... según sea de mi bando o del bando de los incrédulos...

De repente, aquella sensación se hizo más intensa de nuevo, superponiéndose a todo lo demás.

Lottie levantó la mirada de la caja y sus ojos recorrieron el dormitorio, nerviosa. No sabía porqué, pero deseó no haber dicho aquellas palabras en voz alta. El dormitorio estaba desierto, como era de suponer, y sus palabras habían resonado fuerte en el silencio. Sus ojos se detuvieron en la ventana. Una ventana grande que daba a la parte de atrás del edificio y por el que se veían los tejados de los edificios colindantes que eran un piso o igual de altos que el suyo a través del cristal, los visillos casi siempre a un lado dejando que la luz entrase en toda su potencia. Se dirigió lentamente hacia ella y miró al exterior a través del cristal, abrazando la caja contra su cuerpo y, con un gesto seco, cerró los visillos, protegiendo a la habitación del exterior.

De repente se sentía sola y percibía el dormitorio como un lugar que ocultaba algo indeterminado. O algo fuera de el, o dentro de ella... Nunca había tenido esa sensación en el apartamento y eso la desconcertaba.

Es algo parecido a lo que a veces he sentido cuando vuelvo tarde sola en el metro y empiezo a sentir que alguien me está siguiendo...aún cuando me vuelvo y no hay nadie. Pero estoy en mi apartamento y es de dia...

Se volvió a mirar al dormitorio, tan tranquilo y acogedor como siempre. Se mordió el labio inferior un instante, estudiando la sensación totalmente irracional que sentía y para la que no encontaba explicación. Todo era perfecto. Su hermano estaba contento y había congeniado bien con los Yaddow, Mike parecía un buen tipo e interesado en la historia de Egipto, lástima que como siempre sucedía, tuviera novia. Y Melissa....

Melissa. ¿Esta bien? Su comportamiento es tan diferente al de Mike, y estoy segura de que no esta bien del todo, algo le ocurre aunque no nos lo ha querido decir. Pero no puede estar relacionado esto con ella ¡menuda tonteria!

Intentó dejar a un lado aquella sensación y, dejando la caja sobre la cómoda, rebuscó en su interior, de donde sacó dos cosas. Un periódico antiguo salvaguardado dentro de un plástico protector y una fotografía. Cerró la tapadera y echó a andar directa a la terraza donde la esperaban Mike y Sean, con aquellas dos cosas en la mano.

Al entrar al salón, miró la puerta del baño, aun cerrada. No iba a molestar a la americana, pero le preguntaría que le sucedía cuando estuvieran a solas.

Aunque si es cierto que ellos no saben nada de lo que sucedió en Egipto y, quieren saber, creo que vamos a dormir bien poco...

Definitivamente Sean se parecía mucho a su amigo Henry, al menos si hacía caso a las palabras de Charlotte, que además demostraba tener un gran sentido del humor.

-En defensa de Fran, al que no conozco, diré que si es amigo de tu hermano ya tiene algo bueno, pero supongo que si pierde la competición de limpieza con una mofeta no tiene muchas posibilidades. Ya sabes Sean, creo que tendrás que buscarle a tu hermana otro pretendiente. Las palabras de Charlotte le recordaron a él mismo. No había parado de protestar desde que su hermana había llegado, así como se había encargado de celebrar todo el tiempo que había estado fuera, claro que todo era mentira y los que lo conocían lo sabían a la perfección. En realidad estaba encantado con su vuelta a Miami. Estoy seguro que no, que si Sean hace una fiesta es para que tengas un buen recuerdo mientras estás fuera. A que si Sean.

Con las fotos enviadas a los dos hermanos dio el trabajo por finalizado, durante su estancia allí seguramente harían muchas fotos unos y otros y se las irían pasando, cada persona ponía un toque personal a las imágenes que tomaba y eso siempre era divertido. Miró divertido a Charlotte cuando se sorprendió al decirle donde trabajaba.

-Bueno... Sí y no. En realidad trabajo para una empresa contratada por Apple, pero en este trabajo me limito a recibir las llamadas de los clientes descontentos o a los que no le funciona algo e intento ayudarlo a resolver el problema si es que tiene solución. A veces son chorradas, de gente que nunca ha manejado esa tecnología y no sabe utilizarlo, otras veces son averías más importantes y tengo que recomendarles que lo envíen al servicio técnico de reparaciones, sobre todo si está en garantía. Pero aquí entre nosotros no os recomiendo que os compréis nada de Apple, no es que sean malos equipos, por encima de la media la mayoría de los casos, pero están muy inflados de precio y las reparaciones y piezas de recambio que no entran en la garantía son casi un robo a mano armada. Por menos dinero se pueden conseguir equipos peores y... Mike se dio cuenta que estaba hablando demasiado de informática y tecnología, algo que a la gente no solía interesarle. Bueno no os aburro más, pero si algún día necesitáis un consejo o ayuda podéis contar conmigo, siempre tengo un hueco para mis amigos. Y Charlotte, no te preocupes por llevarte mal con la tecnología, no creo que te lleves peor que Melissa, seguro que Sean te ayuda con esas cosas ¿Verdad?

Por lo general los chicos solían interesarse más por esos temas, exceptuando a su amiga Sam que era también una apasionada de la informática y la tecnología y sabía de programación mucho más que Mike.

-¿Nos recuerdas? Mike negó con la cabeza, esos no debían ser ellos, o al menos él. ¿Llorar? Sería Melissa que siempre ha sido muy llorona ¿Estás segura que yo lloraba también? En todo caso sería porque no se sintiera mal... Pero no, nuestro padre no nos contó nunca nada y ni siquiera se si mi madre sabe aquello. Fue algo extrañísimo, pero tan solo lo dijo una vez de pasada y fue hace muchos años. ¿Cuantos años habían pasado desde aquello? ¿Casi diez? Demasiados para la memoria de Mike, además llegaban de la fiesta de graduación, no eran las mejores circunstancias para que le prestasen atención. Solo recuerdo que la historia era muy rara, como una especie de alucinación que según él habían tenido todos. Yo creo que fue un trauma por el accidente y todo lo que había pasado, o algún gas que podía haber dentro de las ánforas... Mike no estaba seguro todavía, pero debía de haber alguna explicación lógica que por el trauma su padre había obviado. Mike abrió los ojos como platos y sonrió cuando Charlotte empezó a hablar de su padre como si fuera la wikipedia. ¡Eh! ¡Te lo sabes todo! Cuando Charlotte se levantó se quedó a solas con Sean y lo miró preguntándose si él sabía que es lo que había ido a buscar su hermana. En todo caso era el momento de tener unas palabras de hombre a hombre. Así que un periodo entre relaciones. Mike golpeó suavemente con su puño en el hombro de Sean. Eres magnífico jajajaja.

Pues sí, graciosetes. Un periodo entre relaciones.

¡Habrase visto a los dos impertinentes! Claro que en comparación con Mike y Lottie, y sus largos peregrinajes por el desierto sin comerse un colín, tienen los cerebros que trabajan con un sistema de tiempo en décadas. Quizás el término medio sea el mejor, o quizás sea Sean quién lleve la razón, ¿quién sabe? Pero que esos dos tarden tanto en decidirse (con François en el caso de Charlotte, o con una Francine, en el caso de Mike) es que algo les va mal en sus cabezas.

Y en cuanto a qué hacer con la vida sentimental de Lottie, como hermano pequeño y por tanto dueño y amo absoluto, Sean se había esforzado al máximo para elegirle pareja: François. Y no podía presentarle a más amigos porque los limpios, causalmente, tenían novia. Solo tener novia justifica un mantenimiento diario. La diferencia con Sean es que prácticamente tenía una novia cada día (es una manera de hablar), con lo que tenía que pasar por la ducha más veces de las necesarias. Salvo en el coche de Lottie, Sean no traspiraba mucho.

Entonces una idea peregrina, como un cometa que pasa para que pidas un deseo, cruzó la mente de Sean. ¿Y si emparejaba a Lottie y Mike? Los dos están más solos que la una, crisis de los treinta (bueno, crisis de los ventilargos, que es como una crisis de los treinta adelantada), cada uno con un pariente de segundo grado cachondísimo, Melyssa y Sean, los dioses apolíneos conviviendo entre simples mortales... Tal para cual.

Pero luego pilló a Mike en una mentira... y es que no se creía lo de la asistencia técnica de Apple. Todo el mundo sabe que ese tipo de trabajos los desempeñan compañías descentralizadas en países con sueldos más baratos. France Telecom tiene sus avanzadillas de recepción de llamadas en Orán; Movistar en sudamérica; y Apple en la India. ¡Muy mal, Mike! ¡Si no tienes trabajo, dílo, muerto de hambre! ¡Pero no vengas con complejo de reunión de exalumnos a contar trolas de triunfos profesionales ficticios, fardando de puestos de trabajo en multinacionales importantes! Sean solo quería lo mejor para su hermana, y aunque François olía peor que Mike, y tampoco tenía trabajo, por lo menos estudiaba en la universidad y tenía todo un futuro por delante.

Ah... no soy quién para juzgar a Mike... Yo soy el primero que entra a las chicas en las discotecas diciendo que trabajo en el Deuxième Bureau.

La verdad es que a mí también me contaron cosas de Egipto... Lo de un tal Atreides que conocieron y que la especia debía de fluir, o no sé que rollo. ¡Ja! Las historias de papá son tan aburridas que perfectamente podría estar contándome una película y yo no haberme enterado.

Mike se rió con las palabras de protesta de Sean.

-No te enfades Sean, por mi parte no hay problema en que tengas periodos entre relaciones o salgas con varias a la vez, siempre que tu puedas manejarlo. Supongo que todos tuvimos una etapa así ¿no? Bueno, no todos. Mel y Sam solían tener menos relaciones pero más estables por lo general. Mike había tenido de todo, desde líos de una noche o varias, hasta relaciones más o menos largas, claro que a su hermana, amiga y padres siempre les solía parecer que eran demasiado cortas, y eso que estaba seguro que se habían alegrado por el término de alguna de ellas, cuando no las habían voicoteado directamente. Disfruta de tu periodo y hazlo tan corto o tan largo como quieras, en el corazón no se puede mandar ¿Verdad?

Le guiñó un ojo a Sean en un gesto de complicidad. Sabía lo que era que todo el mundo intentara decirle a uno lo que tenía o no tenía que hacer o con quien salir o cuanto y como. Claro que también sabía ignorar a todos y hacer lo que le deba la gana. Al final uno acababa aprendiendo a base de decepciones, desengaños y esa clase de cosas, pero era algo que nadie podía enseñarte, había que aprenderlo por uno mismo.

En cuanto a lo de Egipto, Sean no parecía estar muy al tanto de nada, o tanto como él al menos, tampoco parecía interesado en saber más así que no pudo evitar identificarse con el pelirrojo.

-Yo tampoco se mucho, como le dije a Charlotte, nuestro padre solo intentó hablar del tema una vez y sinceramente, estaba algo bebido, creo que los tres estábamos algo bebidos. ¿Que clase de padre intenta tener una charla seria con sus hijos tras la fiesta de graduación? Yo creo que no sabía ni que decía. Pero creo que Charlotte y Melissa si que están muy interesadas en todo ese "misterio". Mike acompañó la palabra con una pronunciación remarcada y haciendo un gesto de marcar con comillas con ambas manos. Supongo que al final todo se quedará en una anécdota de un viaje bastante accidentado. Se acabó de hablar en serio de Egipto, quería olvidarse de lo que su padre había dicho y sobre todo de lo que había vivido allí. Su viaje tenía que ser distinto. ¡Menos mal que nosotros si que lo vamos a pasar en grande!

¿Mike me está tirando los tejos? Juraría que sí. A ver... me ha guiñado un ojo. ¿Por qué me ha guiñado un ojo? Tiene que ser una broma. Un guiño cómplice. ¿Ironía? Vamos a analizarlo despacio... Dice una frase, y a continuación me guiña un ojo. Sus palabras fueron:

"En el corazón no se puede mandar, ¿verdad? Guiño".

Si es una ironía, significa que dice lo contrario de lo que piensa. ¿En el corazón sí se puede mandar? ¿Qué coño quiere decir con eso? No tiene sentido. Como nada de lo que sale de la boca de ese friki, pero parece que no es ironía. ¡Friki! ¡Eso es! Debe de ser una referencia oscura a alguna película de culto. ¿Tarantino? Las frases de Tarantino terminan en un Motherfucker, no en un verdad entre signos de interrogación. ¿Star Wars? Creo que las frases famosas de esa mierda son cambiando el orden de las palabras. Mike debería haber dicho: "mandar en el corazón no se puede, ¿cierto es?".

Lo estoy enfocando mal. Si fuese algo friki presumiría de la fuente. A estos retardados les encanta exponer sus conocimientos sobre las series y películas que ven y que a nadie les importa. ¡Joder! ¡Pues al final sí que va a ser cierto que me está tirando los tejos! Espera... ¿y si es un código? En plan... He encontrado micrófonos en la casa y no os lo puedo decir, pero actúo de forma extraña para que sepáis que no podéis hablar con libertad. Quizás con la primera inicial de cada palabra se forme una frase...

In

The

Heart

Can

Not

Send,

Right?

I... Te... Hache... ¿Ithcnsr? ¿Qué significa ithcnsr? ¿No le faltan vocales a ese código? Sobra la erre. el Right final no forma parte del código, es solo para acentuar el guiño y sepamos que es un código. Pero ithcns tampoco tiene sentido. Entonces... ¿hay que coger las dos primeras letras?

IN

THe

HEart

CAn

NOt

SEnd

In... Thhe... Canose... ¿Canose? Nose es nariz. ¿Y Ca? Calcio. ¿Ca puede ser la matrícula de los coches de california? In the C.A. nose, right? En la mmmmh... nariz, guiño. C.A. son las iniciales de Charlotte Aaaaaah... Pero no tiene nada en la nariz. Tampoco Melyssa. Oh, dios mío... ¡¿Tengo yo algo en la nariz?! ¡¿Un moco?! ¡¿El puntero láser de un francotirador?! Por favor, que sea un moco.

Voy al baño... otra vez. Vuelvo en un segundo.

Y fue. Y se miró en el espejo todo preocupado. No había moco, pero eso no descartaba lo del francotirador. Y entonces pensó que Melyssa se había pasado en el baño demasiado tiempo, y que compinchada con su hermano había dejado aquí el resto del código porque les vigilan a ambos. Hizo una búsqueda superficial y no encontró nada en los armaritos: medicamentos, higiene dental... Con la pasta dentífrica podían haber escrito un mensaje, y no lo han hecho, así que se podía descartar lo del código secreto. Ya era definitivo: Mike estaba coqueteando con Sean. A no ser...

Abrió el grifo de agua caliente al máximo y el vapor empañó el espejo en cuestión de segundos. Allí alguien había dibujado con el dedo un círculo cabalístico, con dos puntos arriba y un arco cóncavo abajo: una carita sonriente. Aquello bien podría haberlo dibujado Lottie al salir de la ducha esta mañana. Hoy estaba de especial buen humor. Definitivamente, Mike se estaba insinuando al más joven y menos velludo de los hermanos Dunne.

Suspiró. Fue emocionante cuando creía que se trataba de un código. Se habría lavado la cara si el agua no estuviese saliendo tan caliente. Dejó que su mano cerrase el grifo y volvió a reunirse con el resto.

Bueno... ¿qué? ¿Seguís hablando de lo de Egipto? ¿Por qué no olvidáis eso y vamos a ver París?

Cuando llegaba a la entrada de la terraza, la voz de los dos muchachos hablando llegó hasta ella. Se detuvo justo detrás de una de las cortinas, observando el reflejo de los dos muchachos en el cristal de la puerta que le ofrecía una panorámica privilegiada de lo que ocurría en el exterior sin ser vista.

...Lo de un tal Atreides que conocieron y que la especia debía de fluir, o no sé que rollo. ¡Ja! Las historias de papá son tan aburridas que perfectamente podría estar contándome una película y yo no haberme enterado.

Charlotte puso los ojos en blanco cuando escuchó ese comentario.

¿Atreides? ¿Especia? Estás mezclando la historia de nuestros padres con... con... como era... ¿Dune? ¿Con ese libro? ¡Dios! No te doy un capón porque me pillas lejos. Si papá te escuchara... y ya mamá ni te cuento.

...nuestro padre solo intentó hablar del tema una vez y sinceramente, estaba algo bebido, creo que los tres estábamos algo bebidos. ¿Que clase de padre intenta tener una charla seria con sus hijos tras la fiesta de graduación? Yo creo que no sabía ni que decía. Pero creo que Charlotte y Melissa si que están muy interesadas en todo ese "misterio"...

¿No les ha contado nada? ¿Absolutamente nada? Ya... papá me dijo que el señor Yaddow era callado e introvertido, pero no me imaginaba que tanto. Aunque bien es cierto que quizás sea el miedo a la incomprensión y a que a uno lo tachen de loco.

Y en aquel momento, Sean decidió irse de la terraza y dejar a su invitado solo. Charlotte no tuvo tiempo de reacción más que para quedarse quieta y pegarse más a la cortina en un intento de pasar desapercibida y ver como su hermano pasaba junto a ella como una exhalación al interior del apartamento. Y rápidamente, para evitar que su hermano se diera cuenta de que había estado allí detrás escuchando, salió de nuevo a la terraza en un par de silenciosos y enormes pasos.

-Tal vez un padre que teme contarle a sus hijos una historia tan increíble y ser juzgado desde la distancia de no haber vivido aquella experiencia –le dijo a Mike acercándose a él, con una sonrisa- Mi padre nos contó que el tuyo era un hombre un poco reservado. Nosotros, bueno, creo que yo –rectificó dudando ya de lo que incluso su hermano sabía o quería saber después de lo de la especia de los demonios esa- he conocido la historia desde pequeña, me he criado con ella. Nuestros padres nunca nos han escondido nada y lo que sucedió en Egipto es algo natural para mí, es decir, es como que el sol se pone todos los días por el oeste pero saldrá por el este a la mañana siguiente. Una verdad absoluta. Confío en mis padres y en lo que me cuentan, no tienen por qué habernos engañado y bueno…digamos que una mentira acabaría sabiéndose... Las versiones de cada uno tendrían cambios, con el tiempo algunos detalles se diluirían, ya sabes. Pero no es así. Tal vez, como nos contaron aquella historia cuando aún éramos muy pequeños, no sintieron el temor a que pusiéramos en duda su juicio. Entiendo que tu padre, si no os lo contó antes fue justo por eso y ahora... después de tantos años, creo que puede ser mucho más complicado hablar de ello. Y en nuestro caso, tanto nuestro padre como nuestra madre estuvieron allí. Vivieron cosas diferentes, por supuesto, porque mi madre era una de las Elegidas y mi padre no pero... -se detuvo y suspiró, mirando curiosa a Mike. Aun no sabía si él sería escéptico o no a todo aquello, pero se tenía que arriesgar a contárselo. Iban a ir a Egipto al día siguiente- ...pero hay respeto en la voz de ambos cuando hablan. El miedo se va evaporando lentamente, aunque sigue latente en sus sentimientos. Y esa sensación, Mike, no la da algo que no fue verdad.

Cuando estuvo junto a él se detuvo mirándolo más fijamente aún y Mike se dio cuenta entonces de que llevaba dos cosas en su mano. Parecía algo de papel envuelto en un plástico protector y una foto, pero solo podía ver la parte blanca de atrás. Charlotte sentía la necesidad de contarle a Mike, y por extensión a Melissa, todo lo que sabía. Es más, sentía en el aire algo que la empujaba a hablar, como si hubiera más que solamente dos invitados. Pero se estaba metiendo en terreno pantanoso. Ella había querido hablar muchas veces con Sean de todo aquello, pero en raras ocasiones lo había conseguido y, cuando así había sido, habia sido una conversación plagada de chistes y desvarios varios que no conseguían ser de su gusto. Solo podía hablar de todo aquello con Estel y Omar que sabían lo que ella. Pero ahora, el caso de los hermanos Yaddow era diferente y no sabía que iba a encontrarse. Charlotte comenzó a caminar despacio alrededor de Mike mientras hablaba.

-A ver, veamos... ¿Qué piensas que fue lo que ocurrió? ¿Una alucinación? ¿Gas contenido dentro de los objetos? ¿Un trauma por el accidente de la Mastaba? –estaba repitiendo las suposiciones de Mike, se iba a descubrir ella sola, pero es que todas y cada una de ellas se le habían quedado grabadas a fuego en su mente tras escucharlas. Se detuvo de nuevo frente al americano y se llevó las manos a la espalda para que Mike no pudiese ver lo que le traía mientras sonreía incrédula- Mike, que a una persona le pase eso, lo entiendo. Que le pase a dos, puede. Pero que ¿todos y cada uno de los que estaban allí tengan los mismos recuerdos, los mismos sentimientos? ¿Qué puedan repetir las conversaciones exactamente? ¿Qué recuerden el dolor que les produjo el ojo al grabarse en su piel? ¿Qué recuerden todo lo que sucedió en el mismo orden, que recuerden las ropas que llevaban, lo que hicieron, los pasos que dieron, las cosas que hicieron... y que todos coincidan en todo?–las preguntas surgían en tono dulce, no eran un reproche, solo quería hacer pensar al chico, plantearle preguntas que muy posiblemente nunca se hubiera hecho. Si por ella hubiera sido habría levantado sus manos y las habría puesto sobre las mejillas del chico, haciendo que la mirara fijamente y se planteara en serio aquellas preguntas, pero no se atrevió- Dime que sustancia hay en este mundo que provoque los mismos recuerdos subconscientes en un grupo de gente tan dispar. Dime que sustancia, actual o antiquísima, hace que todos caigan dormidos al mismo tiempo y despierten en el mismo segundo. Dime que sueño se recuerda exactamente durante todos los días de tu vida, sin que ningún detalle, por pequeño que parezca, incluidos los sentimientos, las emociones, los olores, … se esfume de tu memoria en... ¿media mañana, por ejemplo?

Le tendió la mano dándole lo que podía un periódico antiguo introducido dentro de un forro de plástico transparente para evitar su deterioro.

Dejó que él lo cogiera. Tal vez ya lo había visto por Internet, la noticia se podía encontrar casi sin dificultad, pero aquello que tenía en la mano era uno de los periódicos de aquel día, uno real, tal y como sus padres lo pudieron leer hacía ahora un poco más de treinta años.

Tras un instante de silencio, que a Charlotte se le hizo eterno, descubrió la otra cosa que traía en la mano. La dejó lentamente sobre la portada del periódico. Era una fotografía, perfectamente conservada. En ella se veía una imagen curiosa cuanto menos, por que inicialmente parecía que no estaba mostrando nada en concreto sino que estaba tirada al azar. Parecía el interior de la sala de espera de un aeropuerto y en la imagen se podían ver diferentes grupos de personas hablando entre ellas, rodeados de maletas. Sobre sus cabezas, un letrero informativo de vuelos, en inglés, y junto a el un letrero publicitario en lo que parecía ser árabe.

-Cuando la pieza de tu padre fue seleccionada para formar parte de la exposición de la Mastaba, la selección llevaba implícita una invitación a Egipto para su inaguración. Todos llegaron el mismo día al aeropuerto de El Cairo, las piezas habían llegado unos dias antes. Ahí se conocieron todos...Este es tu padre -le dijo señalando a un hombre de la foto, que Mike comprobó, se trataba de su padre pero con treinta años menos-Esta de aqui es mi madre, esta es la madre de Estel, estuvo con nosotros en la conferencia ¿recuerdas? y este de aqui el padre de Omar... el otro chico de la conferencia. El resto de personas en primer plano son el resto del grupo. Mi padre es el que tira la foto, no sale. El periódico me costó encontrarlo… y me costó más que mi primer sueldo comprarlo... pero es uno de los de verdad –aguardó un instante para ver su reacción. No quería presionarle, no quería condicionar un sí a lo que iba a sugerir a continuación, solo porque Mike se sintiera obligado por educación. Quería implicarlo, quería que sintiera ese gusanillo que ella sentía cuando hablaba de aquel tema. Quería compartir sus sentimientos. Espero no equivocarme con él, con ellos...- Si tienes curiosidad por saber que ocurrió, puedo contarte lo que quieras saber, Mike. Solo pido que preguntes todo lo que quieras, sin miedo a preguntar cosas ilógicas o tontas. Solo que te animes a creer durante un rato... y, en serio, no me preocupa quedar como una borracha, una incrédula o como si me hubiera fumado lo que sea para inventarme todo esto... Eso ya será tu quien lo decidas al final.

Escuchó a su hermano entrar como una exhalación de nuevo en la terraza, pero su vista estaba fija en Mike, expectante, pero obligándose a no parecerlo. Irían a ver París, por supuesto. Pero el tema de conversación podía variar sustancialmente dependiendo de la contestación de Mike a su proposición.

Mike pensaba igual que Sean, prefería olvidarse de aquel tema de Egipto, ver París y luego intentar pasarlo lo mejor posible en el viaje y en el hotel esperando que no les ocurriera nada parecido a lo que habían vivido sus padres, pero Charlotte estaba allí frente a él muy entusiasmada queriendo explicarle lo que le habían contado sus padres y Mike no quería hacerle un feo, además sentía curiosidad por saber otras versiones e intentar comprender un poco que narices le había pasado a su padre en Egipto y porqué nunca hablaba de ello.

-Será un momento Sean, quiero ver lo que me trae Charlotte, y además me gustaría saber tu opinión también. Supongo que a ti también te hablaron de todo esto tus padres ¿Verdad?

Charlotte comenzó con su explicación, al parecer sus padres si que le habían hablado de lo sucedido con todo detalle, aunque por sus palabras parecía que era una historia difícil de creer y sin la explicación lógica que Mike venía buscando desde que su hermana había vuelto a revolver todo ese tema.

-Si, mi padre es bastante reservado, pero lo de Egipto... eso parecía como un tema tabú incluso, todavía no comprendo porqué decidió decir algo aquella noche, supongo que había bebido demasiado y no está acostumbrado a hacerlo. Y no me malinterpretes, no creo que mi padre mienta, o que lo hagan los tuyos, solo creo que todo lo que pasó, fuera lo que fuera, fue una gran alucinación, incluso mi padre lo admitió, que tenía que haber sido eso. A pesar de todo su padre había confesado que todo aquello que recordaba haber pasado durante el lapso de tiempo en el que habían quedado sepultados por el terremoto debía haber sido producto de una alucinación. Qué había causado aquella alucinación era un gran misterio, podía haber sido el shock, algo que estuviera en las ánforas... Mike no sabía y le parecía extraño que todos parecieran haber vivido lo mismo, pero sería más raro aún creerse que lo que habían vivido había sucedido de verdad. Miró a Charlotte y a Sean sin saber muy bien como decirles lo que pensaba. Charlotte... Sean... No... No quiero ofenderos, y por supuesto creo que lo que dicen nuestros padres es cierto, que sus recuerdos son verdaderos y que todos recuerdan lo mismo. Tampoco se lo que pasó, ni que droga o gas puede causar unas alucinaciones como esas que además sean las mismas para todos, a veces hay cosas inexplicables. Pero hay procesos y gases con los que los gobiernos pueden inducir ciertas cosas o pensamientos, lo he visto en alguna película, pero solo tenéis que hacer una búsqueda en internet y comprobar que hubo muchos casos de ese tipo de alucinaciones en los que un grupo de personas creyeron estar viviendo la misma experiencia. Creo que aunque parezca extraño eso fue lo que pudo pasarles más o menos. Ya se que no parece muy probable pero... Que entre todos juntaran una especie de teléfono gigante para llamar a otro mundo, bajara un rayo rojo del cielo y todos fueran transportados a otro mundo donde se convirtieron en superhéroes y lucharon contra el mal... Creo que eso es bastante más increíble y menos lógico.

Esperaba no haber sido demasiado brusco, pero no le parecía lógico que personas adultas pensaran que lo que había pasado había sido real y encima se lo hicieran creer a sus hijos.

Al menos mi padre admitió que todo había sido una gran alucinación.

Mike sonrió para quitarle hierro al asunto, en todo caso que cada uno creyera lo que quisiera, mientras se quedara ahí la cosa no sería peligroso. Se fijó en las manos de Charlotte que llevaban el par de cosas que había ido a buscar. Le tendió un periódico, una de aquellas antiguas ediciones en papel que poco a poco habían desaparecido casi en su totalidad sustituidas por las versiones digitales para los dispositivos electrónicos. Era la misma noticia que habían encontrado cuando comenzaron a buscar información sobre lo que le había pasado a su padre en Egipto. Mientras releía la noticia Charlotte deslizó una foto sobre el periódico, una que había sido tomada en un aeropuerto con los integrantes del grupo que había sido invitado para la inaguración. No quiso decirle nada sobre lo fácil que les había resultado encontrar la noticia en internet, al parecer la chica había puesto mucho esfuerzo en conseguir aquel periódico.

-Me interesa Charlotte, mi padre no entró en más detalles de los que os he contado, pero sigo sin creer que fuera real, aunque me fascina que todos alucinaran con lo mismo. Claro que como ya os dije no sería el primer caso de alucinaciones colectivas. A Melissa y a mi nos encantaría que nos contaras todo, aunque espero que comprendas que no esté de acuerdo del todo con el matiz de si fue realidad o sueño, hay sueños que parecen muy reales, pero luego te despiertas y tienes que seguir viviendo. Aquello era probablemente lo que les había pasado a todos, pero a un nivel mucho mayor o más fuerte que un sueño normal, tanto que algunos creían o deseaban en su interior que hubiera sido real. Recuerdo una vez que soñé que era Superman de adolescente y que podía volar y era super fuerte y a la mañana siguiente estuve tentado a comprobar mis superpoderes, claro que no los tenía ya, pero me hubiera gustado que hubiera sido real. ¿Te acuerdas Mel? Mike se había pasado un par de días disgustado tras su intento fallido de volar, disgustado y con un tobillo torcido tras el aterrizaje forzoso. Mike se rió recondándolo, pero también ante otra circunstancia en la que ahora caía. ¿No os parece que todo esto se parece a lo de nuestros padres? De repente todos recibimos una invitación para ir a Egipto, como ellos. Solo que nosotros no tenemos ninguna pieza para formar el teléfono gigante, espero que Fadil no se desilusione. Mike siguió riendo. Creo que le voy a llevar uno de esos recuerdos de la Torre Eifel, ¿Que os parece?

Mira, no me hables de gases, ni de sustancias extrañas. Mi padre tiene culo irlandés, y entrar después de él en el baño cuando era pequeño era todo un desafío de supervivencia extrema. Yo no entro en el tema de si sus historias son reales-se encogió de hombros, escéptico-, solo digo que no presto demasiada atención cuando mis padres dicen disparates, ni he oído detalles del resto de supervivientes para comparar. Lo único que sé es esto: la gente no se acuerda de qué ropa llevaba hace una semana, o de sus palabras exactas en una conversación; da igual lo importante que sea ese recuerdo.

Salí con una chica de la facultad de psicología. No recuerdo su nombre, pero me explicó algo llamado memoria selectiva. No tenemos suficiente memoria para todas nuestras vivencias, y nuestro cerebro solo se queda con detalles importantes, y luego rellena con sensaciones falsas la imagen que teníamos del pasado. A lo que voy es que si se supone que todos pueden contar la misma historia con pelos y señales no es porque la recuerden muy bien, sino porque después de la vivencia contrastaron y pactaron de mutuo acuerdo una versión oficial disparatada que contarle a sus hijos.

No pidas a alguien que te recite página del Quijote leyó el catorce de marzo, así, espontáneamente; aún así, varias personas podría chaparse una página de común acuerdo, y decirla en voz alta como si fuese una lección. Todas las personas. La misma página. Estudiada a lo largo de varios días hasta memorizarla durante los días siguientes al día en el que dirán que la leyeron. Y así te podrán contar que el catorce de mayo leyeron lo mismo.

Sirva como ejemplo paradigmático, como diría mi profesor, el señor Badueau.

Y ya en los sueños frikis de Mike no voy a entrar a refutar. Que aún estoy mosqueado por el guiño homosexual que me echó, y que su subconsciente le haga soñar con hombres musculosos en calzoncillos no me inspira demasiada confianza.

Vamos a echarle un vistazo a esto-empezó cogiendo la foto del aeropuerto, resoplando aire por la nariz, asintiendo, fijándose en los detalles-. Veo muchas maletas, ¿está tomada en un hotel? Jajajaja... ¿este es papá de joven? Mamá qué guapa. Bueno, pues se alojaron en el mismo hotel. ¿Y qué? No sé cómo eso apoya sus historias. ¿Qué hay de lo otro? "El hallazgo arqueológico del siglo..."

Las manos de Sean cogieron el recorte de periódico. Al estar en el balcón, la luz del día incidía en el plástico y producía destellos que molestaban a la lectura. Los dedos sudorosos de Sean se introdujeron en el forro para sacar el papel de su protección, sin el más mínimo sentido del respeto por la conservación de aquel valioso recuerdo de Charlotte...

Charlotte tenía muy clara la existencia de dos grupos de personas, aquellas que estaban dispuestas a abrir su mente a nuevos conceptos y las que se agarraban a demostraciones y pruebas reales. Es decir, personas soñadoras y personas prácticas. Mientras escuchaba las palabras de Mike casi podía imaginarse a su amiga Estel metiéndose con ella y llamándola romántica empedernida de imaginación soñadora imposible de controlar.

Así que dejó que Mike hablara como si hubiera sido Estel u Omar, es decir, sin intentar luchar contra el tsunami.

Si el señor Yaddow había admitido a sus hijos que él mismo pensaba que todo lo que había ocurrido era una alucinación conjunta, poco había que hacer contra eso, todo lo que ella dijera sería hablar por hablar. Ellos ya tenían esa idea preconcebida. Pero más tarde reconocería sin problema, qué, al escuchar lo del “teléfono gigante para llamar a otro mundo” sintió como el color desaparecía de sus mejillas. Aquella frase era, como decirlo, demasiado fuera del rango de comentarios que estaba dispuesta a aceptar sobre aquel tema sin perder el control. Pero por respeto a sus invitados, se tragó su contestación mientras una idea le pasaba por la cabeza como un relámpago.

Mon Dieu! Ce est comme Sean...

Mike miró entonces el periódico y Charlotte estudió su expresión, dándole una segunda oportunidad. Tal vez... pero no. Mike lo miró y lo dejó a un lado, como si siempre hubiera tenido un periódico de esos en las manos.

Et l’image...pas

Sintió desilusión al ver que ni el periódico ni la foto habían causado efecto. La noticia que abrió las puertas a todo lo que sucedió, en formato original, y la primera fotografía del grupo al completo. Una fotografía que, en parte, revivirían ellos mismos al día siguiente cuando llegaran a El Cairo treinta años después. Había pensado enseñarles aquellas dos cosas en un intento de abrir la conversación sobre el tema; el principio de todo, el comienzo. Después tal vez hubieran querido ver el resto de fotos que ella tenía, todas las que su padre le había pasado ya en formato digital de aquellos días (había otras que sabía que no había visto aún, pero entendía que se las reservara...por mucho que le fastidiara). Pero aquella la había sacado en papel por una razón, y no iba a cambiar de opinión ahora. Que Mike fuera del bando de los escépticos, no cambiaba nada.

-La foto es para vosotros, quizás a tu padre le guste verla también a pesar de todo-le comentó a Mike intentando que su voz no pareciera afectada ni demostrase su desilusión. No tenía sentido hacerles sentir culpables de cómo se sentía en aquel momento por que ellos tuvieran un punto de vista diferente de lo que les ocurrió a sus padres. Solo necesitaba respirar hondo un par de veces y listo. Tenía muy claro que cada persona era diferente y aquel tema muy delicado. Respetaba todos los puntos de vista, había aprendido a hacerlo al escuchar a Estel, a Omar y a los respectivos padres de ambos. Cada uno orientaba lo que había pasado desde su propia perspectiva, cada uno convivía con sus recuerdos a su manera y todos y cada uno de ellos tenían razón. Charlotte tendría muchos defectos, pero procuraba siempre respetar a los que la rodeaban y sus creencias.

Solo le hubiera gustado que Mike hubiera sido de los suyos, no sabía por qué, pero le hubiera gustado.

...pero luego te despiertas y tienes que seguir viviendo...

Une grande phrase

La voz de Sean resonó junto a ella mientras pensaba que Mike acababa de decir una gran frase. Su hermano se había acercado sin que ella se percatase. Y lo escuchó en silencio igualmente, dejándole terminar su perorata. Ella estaba acostumbrada a su punto de vista y ya no le sorprendía nada de lo que pudiera decir al respecto. Aunque era la primera vez que escuchaba eso de que todos se habían puesto de acuerdo para dar una misma versión de los hechos a todos, incluidos sus hijos. Se cruzó de brazos en un intento para no soltarle nada maleducado y, por supuesto, en francés, allí delante de Mike. Aunque tentada estuvo. Pero saltó como un resorte cuando Sean le quitó a Mike de las manos el periódico e hizo el intento de sacarlo del plástico.

-Ni se te ocurra, listillo –le soltó quitándole el plástico de las manos- que te conozco y acabarás volando el periodico por el balcón. Y, por cierto, ¿estás seguro de que ese tipo moreno y con barba es tu padre? Recuérdame que te pida cita con el oculista. Cuando le diga a papá que lo has confundido con Edgar ¡se reirá de lo lindo!

En aquel momento, el comunicador de Charlotte emitió un singular pitido desde el interior del apartamento. Era un sonido diferente del que había hecho cuando recibió las fotos de Mike.

-Es Lissa, me dijo que nos avisaría cuando estuviera saliendo de la Torre –explicó Charlotte a Sean- Lissa es una amiga mia. Hace de guia en uno de los barcos que hacen el recorrido por el rio-se dirigió a Mike, sonriendo de nuevo, recuperada su compostura y dispuesta a pasárselo bien aquel día-Tenemos entrada libre a su barco, pero tenemos que estar en la parada de la Catedral cuando ella pase. Y subir discretamente cuando ella nos indique, sobre todo para que ninguno de los que hayan pagado por la excursión se enfade. Tenemos unos quince minutos para llegar a la parada y quiero llegar un poco antes para estar allí cuando llegue el barquito. ¿Todos listos? ¡Nos vamos a ver Paris! Mike, lo que quieras saber, simplemente pregúntalo –le dijo guiñandole un ojo- si puedo resolverte alguna duda contándote la versión de mis padres, lo haré encantada. Y no creo que Fadil se enfade por nada. No creo que tenga en mente repetir aquella experiencia. Eso solo podía pasar con nuestros padres, nosotros no tenemos ese... teléfono, ni ninguna parte de él -rio muy a su pesar de tener que decir aquella frase, pero tampoco importaba, realmente era una buena metáfora para lo que ocurrió con las piezas egipcias y no le importaría responder a todas las preguntas que el americano formulase- Es solo una reunión de los hijos de los Elegidos para conocernos y disfrutar unos dias en aquella tierra. Es un buen punto para conocernos y, bueno, entiendo que asistir a ese concierto -dijo pensativamente al acordarse repentinamente de aquel punto del que se había olvidado por completo hasta ese momento- que, por cierto, se me había olvidado. Pero bueno, lo pasaremos bien. Estoy segura -lo decía totalmente en serio.

Dio una palmada y los miró, expectante-¿Vamos?-preguntó mientras con un gesto de sus manos los animaba a salir al salón y, posteriormente, a la calle camino de ese barco que subía ya por el rio en busca de ellos cuatro.

Mike intentó no reirse pero las palabras y la expresividad de Sean hacían eso una tarea casi imposible, a pesar de eso no entró en el tema de las flatulencias de su padre. Sean parecía tener su propia teoría y estaba claro que no creía la historia que contaban los supervivientes, pero añadía un matiz con el que Mike no estaba de acuerdo.

-No Sean, estoy seguro que no se han puesto de acuerdo para mentirnos. Mi padre sería incapaz de algo así, antes hubiera mantenido la boca cerrada y nunca nos hubiera contado nada y seguro que los vuestros tampoco. Creo que lo que pasó allí fue una experiencia común a todos y que dejó un fuerte recuerdo en sus mentes, de eso estoy seguro, donde difiero con Charlotte es en interpretarlo como algo real y no una alucinación colectiva, se me hace imposible...

Mike también vio venir el desastre cuando Sean intentó sacar el pequeño tesoro de Charlotte de su funda protectora, pero su hermana no había perdido ni un momento de vista el objeto y se lo arrebató antes de que pudiera conseguirlo.

-¿Para nosotros? ¡Muchas gracias! Es todo un detalle por tu parte, estoy seguro que a mi padre le hará ilusión tenerla. Lo que pasó allí no le trae buenos recuerdos, pero sí las amistades que forjó en ese viaje. ¿Me permites Sean? Voy a hacerle una foto para que vea el regalo de Charlotte y enviársela ahora mismo.

Mike puso la foto sobre la mesa y la encuadró en la pantalla de su comunicador para enviarla a sus padres con un escueto mensaje: "Charlotte os regala este pequeño recuerdo, cuando volvamos la podréis juntar en esos álbunes obsoletos que no queréis digitalizar".
Hecho esto y mientras escuchaba a Charlotte y Sean discutir sobre quien era su padre, miró de nuevo la foto. Reconocía a su padre, aunque con los años había cambiado mucho, pero el resto de rostros le eran desconocidos, demasiados años desde la última vez que los había visto.
El comunicador de Charlotte sonó en aquel momento anunciando que se acercaba el momento de salir del apartamento si no querían perder la oportunidad de dar ese paseo en barco.

-Entonces será mejor que nos pongamos en marcha. Y no te preocupes por eso Charlotte, Sean y yo somos la discreción personalizada, nos confundiremos entre la gente sin que nadie lo note. Mike se acercó al pelirrojo y le puso la mano en el hombro mientras se dirigía a él. Oye Sean. ¿Hay sombreros en forma de la torre Eifel? Deberíamos pillar uno cada uno. La discreción de Mike en algunos asuntos dejaba mucho que desear, pero supuso que nadie se fijaría en ellos aunque llevaran una cosa semejante en la cabeza, todos los turistas lo harían, sería la mejor manera de pasar desapercibidos. Gracias por lo del barco Charlotte, será genial. Pero creo que voy a llamar a Melissa o no llegaremos ni a coger el barco ni el avión de mañana. Y sí me gustaría que me contaras más detalles y seguro que Mel quiere saber más cosas, siempre ha tenido más curiosidad por ese tema y fue la que lo revolvió todo antes de encontraros.

Mike dejó la terraza y entró al apartamento para dirigirse a la puerta del baño y picar con los nudillos.

-¡Mel! Tenemos que irnos o no podremos subir al barco. Además Charlotte quiere enseñarte un par de cosas que estoy seguro que te van a encantar.

Sean no protestó cuando le quitaron el periódico de las manos. Si Charlotte no se lo dejaba leer significaba que era una tontería tan grande como la catedral de Notre Dame. Que luego hay que ver qué bien se lo montó cervecerías Damm para patrocinar Notre Damm. Unos artistas del márketing, eso es lo que son. Pero aquí lo único importante es que iban a ver a una de las amigas sexys de su hermana mayor.

¿Lissa? ¡Sí!-y empezó a bailar y canturrear...

Vamos a ver a Lissa,

enseñaré mi sonrisa,

me quitaré la camisa

y-luego-lo-que-pase-entre-nosotros-será... más-dieciocho.

¿Qué? Puede que el último verso no rime, pero por lo menos no es sexualmente explícito. Además, dieciocho sí tiene muchas otras rimas.

No le preocupaba la opinión que despertase en Melyssa que Sean ligase delante de sus narices. En el mejor de los casos la pondría celosona y con los pezones empitonados. En el peor de los casos, siempre podría intentar trabajarse a Sam en Egipto, o a las gemelas del harén de Star-warras. En el amor, como en la ruleta, jugársela todo a un único número siempre es arriesgado: hay que diversificar las apuestas.

Uhm... Mike tiene razón en lo de los gorritos de Torre Eiffel. Si queremos no llamar la atención entre los turistas necesitaremos ese tipo de disfraz-souvenir. Y gafas de sol. Solo así pasaremos inadvertidos. Mis boxers podrían pasar por bermudas si no llevo pantalones, pero necesitaría unas sandalias y unos calcetines blancos.

Pero no les daría tiempo a pararse para comprar todos los complementos si Melyssa no salía del baño. Quince minutos... Bastante justito. Y Sean ya contaba con que su hermana Charlotte "Peligro al Volante" Dunne se saltara los semáforos en rojo, pero lo que son las calles de sentido único les obligaba a dar una vuelta en coche que pa qué.

¿Vamos a pata, no?-ventajas de un piso tan céntrico, se podría decir-Entonces que tu hermana no pierda el tiempo maquillándose, que va a llegar toda sudada y con el rimel corrido.

Sean sabía por las películas de otras dos cosas que hacían que las chicas pasasen tanto tiempo en el baño. Una era mear en un palito para saber si estabas embarazada, bastante probable teniendo novio formal. Otra era esnifar polvo blanco, bastante probable porque Melyssa trabajaba en la policía y todo el mundo sabe que cuando la policía incauta algo, no siempre llega como prueba a un juzgado. Cualquiera de los dos supuestos es un bajón a la pasión espontánea.

La cuarta cosa que hacen las chicas en los cuartos de baño ya no sale en las películas, pero si Melyssa se está depilando las piernas, que sepa que aquí el único que tiene derecho a atascarle el desagüe a Lottie con pelos es Sean.

Charlotte se fijó en como Mike tomaba la foto. Sabía manejar el comunicador perfectamente y tomar la fotografía clara y bien encuadrada, se notaba que usaba la captura de imágenes con frecuencia y era mañoso para eso, aparte de encantarle. Ya sabía quien iba a ser el segundo reportero oficial de la excursión a Egipto.

-Ni a él ni a nadie-le contestó a su comentario- Buenos recuerdos, en sí, hay pocos. Quizás al principio, antes de que todo se precipitase a esa vivencia conjunta que, llamaremos a partir de ahora, alucinación colectiva si lo prefieres –accedió a aquello pensando en que tal vez él se sentiría más cómodo con el tema si ella no insistía tanto en considerarlo una experiencia real- Realmente, es algo que no importa. Lo que te decía, recuerdos buenos hay, por supuesto, pero muchos otros no son alegres, para nada. ¿Sabéis como llegó la pieza de vuestro padre a sus manos? En el caso de mis padres, ese tema se perdió en algún punto en el pasado y no lo saben con certeza, solo que las piezas pertenecían a sus familias desde tiempos inmemoriales y se iban pasando de generación en generación. Es algo que me produce bastante curiosidad, como unas piezas que pertenecen al antiguo Egipto llegaron a las manos de nuestros padres... Buena foto-concedió al ver el resultado de la instantánea en el comunicador, mirando por encima del hombro de Mike la pequeña pantalla.

Pero el cántico de Sean hizo que se volviera y lo viera canturrear camino del salón. Estuvo a punto de no contestar a aquel cantico ridículo y encima que no rimaba, pero conocía a Lissa y, lo que era aún peor, la opinión que tenía de su hermano.

-Sean, por una vez, puedes comportarte educadamente y tratar a Lissa con, ufff como decirlo, ¿cómo se merece una chica como ella? Piensa en ella con algo más que no sea tu entrepierna –dejó a Mike, momentáneamente olvidado, y corrió tras su hermano, cortándole el paso- Te lo digo en serio, Sean. Lissa es una de mis mejores amigas y hoy, en el barco, está trabajando. No la metas en un apuro. Compórtate. Nos va a hacer un favor colándonos en el barco ¿vale? Nada de escenitas ni de camisetas al aire. Un ¿qué? –se volvió sorprendida a mirar a Mike al escuchar su proposición. Lo miró a él y a su hermano, que con aire pensativo, ya tendría que estar procesando la sugerencia del americano y organizando alguna de las suyas, y decidió que los dejaría hacer. Encontrar un gorro como el que Mike describía no iba a ser tarea fácil. Charlotte se rió para si misma- Si lo encontráis... Sí, vamos a pata. He quedado con ella en la parada de la Catedral. Si vamos tranquilos son cinco minutos andando desde aquí... -miró preocupada la puerta del baño y recordó la sensación tan rara que había tenido minutos antes. Se acercó a Mike que estaba junto a la puerta del baño llamando a Melissa- ¿Te encuentras bien? Si quieres puedes quedarte aquí, no tengo ningún problema. ¿Necesitas algo?

Mike pensaba que a pesar de todo lo sucedido debía haber algo bueno en todo aquel viaje que habían hecho, en la experiencia pasada por sus padres, por eso habían seguido en contacto entre ellos e incluso habían conseguido juntarse en alguna ocasión a pesar de que cada uno provenía de un lugar diferente del planeta, aunque lo que decía Charlotte tenía sentido, lo más probable era que lo malo hubiera sido más que lo bueno.

-Algo tuvo que quedar para que siguieran siendo amigos y se mantuvieran en contacto, incluso organizando reuniones. Al fin y al cabo... ¿La mayoría no se conocían de antes verdad? No estaba seguro de eso, pero pensaba que no. Y en cuanto a la pieza... la verdad es que yo no tengo ni idea, quizás Mel sepa algo, pero creo que tampoco. En todo caso será mejor preguntarle a ella, es "la experta" en este tema. Marcó con la voz y haciendo gestos con sus dedos el término, dejando claro que había sido su hermana la que se había interesado desde el principio por todo aquello, Mike hubiera dejado el asunto en lo sucedido aquella noche con su padre y probablemente ya lo habría olvidado del todo. Creo que nuestro padre nunca habló de ello, como os dije solo sacó el asunto a relucir una vez hace muchos años y ni siquiera sabría deciros porqué. Incluso cuando Mel empezó a organizar todo el viaje tras la invitación de Fadil nunca nos volvió a decir nada, ni cuando le enseñamos las noticias que habíamos encontrado del ataque terrorista y del derrumbamiento de la mastaba aquella. Mike sonrió a Charlotte cuando esta le felicitó por la foto y le acercó el comunicador para que pudiera verla bien si así lo quería. Gracias, la gente dice que no se me da mal, pero si os digo la verdad yo solo aprieto un botón, la cámara y los ajustes automáticos hacen el resto, solo hay que tener cuidado de no cortar la cabeza o las piernas a alguien jajaja.

Sean parecía contento de ver a la amiga de Charlotte, tanto que comenzó a bailar y cantar para celebrarlo sacándo una sonrisa a Mike, aunque no así a su hermana que parecía preocupada por lo que pudiera pasar cuando se vieran.

-¿Alguna de tus ex? Preguntó Mike a Sean, acostumbrado a seguir llevándose bien con todas las chicas con las que había estado, o mejor dicho casi todas. Dejó caer la pregunta sin darle importancia, tampoco quería meterse donde no le llamaban ni obligar a nadie a responderle si no quería. Al menos parecía que su gran idea para pasar desapercibidos había gustado a los hermanos. No te preocupes Charlotte, nos comportaremos como los caballeros que somos. Además lo más típico de los turistas es intentar ligar con las guías de las excursiones, así que Sean solo se estaba metiendo en el papel, nada más jajaja.

Parecía que no tardarían mucho en irse y que llegarían pronto, eso si su hermana salía del baño, incluso Charlotte estaba empezando a preocuparse y Mike no sabía como decirle que aquello era habitual en Melyssa.

-Sean... buen intento pero eso lo dices porque no conoces a Mel. Se arreglaría hasta para ir a comprar el pan aunque la panadería quedara justo al lado del portal. Y si vamos andando podemos buscar los sombreros por el camino. ¿Sabéis si hay alguna tienda de recuerdos? En esos sitios tienen de todo, algo habrá que nos sirva. Me encantará recorrer las calles de París, parece un sitio muy majo y a mi siempre me ha gustado mucho caminar, será genial. Mike se alejó de la puerta del baño, no creía que su hermana necesitara algo y ya la había avisado para que se diera prisa. Quizás cuando viera la preocupación de su anfitriona hiciera más caso, estaba claro que a él no se lo iba a hacer. Charlotte... ¿Te acuerdas de todos los que vamos a ir? ¿Los conoces?