Partida Rol por web

- Mi nombre es Alese, clériga de Pelor. Somos dos los grupos que buscamos ese arma, el otro está formado por un grupo de Iluminadores, una variante de la fe de Pelor con la que me he encontrado aquí. Desgraciadamente algunas discrepancias entre su forma de seguir a Pelor y la de este grupo ha hecho que aunque compartamos objetivos hayamos decidido trabajar por separado. Lo comento porque si eres uno de los Iluminadores, quizás te sientas más cómodo con los tuyos que con nosotros, nos consideran demasiado variopintos y a mí misma poco consecuente con su forma de entender la Fe al dios radiante.

- En cuanto al arma, íbamos camino de buscarla, pero hemos tenido un desagradable encuentro con unos elfos licántropos, hemos conseguido vencerlos pero no eran más que una avanzadilla y que si seguimos avanzando volverán a atacarnos. Y no disponemos de armas de plata para poder defendernos como es debido, así que hemos decidido dar vuelta y replantear la estrategia.

Como tu comparto su fe pero no soy un iluminadorRespondo encogiéndome de hombros.Mi misión es encontrar la espada y si no tenéis inconveniente seguiré con vosotros.Digamos que los iluminadores son demasiado estrictos en ciertos aspectos que yo considero banales y demasiado laxos en otros que yo considero fundamentales.Me señalo de arriba a abajo.Como podéis ver he hecho voto de pobreza y no hago ostentación de riqueza alguna.

Ummm, elfos licántropos.?.Pregunto con interés .¿ Habéis intentado razonar con ellos? Quizás haya sido solo un malentendido .Al fin y al cabo son elfos una raza inteligente y no todos los licantropos son malvados.

- No, no todos son malvados, de hecho uno de nosotros es un licántropo y es una persona encantadora, pero estos sí lo eran. Convoqué una tormenta sagrada y su lluvia los quemaba. Esa tormenta sólo afecta a seres malvados, así que no necesito más prueba que esa.

Alese se acercó al recién llegado y le ofreció la mano, para luego tirar de ella y darle un beso en la mejilla.

- Me alegro que no seas un iluminador, yo misma he tenido demasiados roces con ellos y me cuesta mucho tratarles. Y me costa que su sentimiento hacia mí es similar pero más fuerte, seguramente algo muy cercano al desprecio. Permíteme que te muestre mi admiración por haber tomado el voto de pobreza: yo soy completamente incapaz, pues mis capacidades como curadora y como luchadora contra los muertos vivientes se resentirían, y eso es prácticamente todo lo que soy; pero no deja de amdmirarme cuando un compañero de orden es capaz de renunciar a todo eso y es bendecido con los dones que nuestro señor ofrece a quienes nada tienen. Sé bienvenido, y únete a nosotros pues, volveremos ahora al pueblo para no provocar la ira del resto de licántropos, y ya veremos como recuperamos la reliquia.

Con la mejilla aun húmeda por el roce de sus labios noto como me ruborizo.Te agradezco tu calurosa bienvenida hermana y a los demás que me acojáis en vuestra compañía..Carrapeo levemente antes preguntar ..Ejem, para que luego no haya malentendidos también he hecho voto de no dañar o matar a ningún ser vivo, ¿creis que eso puede según problema.?.

- Jajajaja, me temo que sí, aunque de todos modos aún tendrás un montón de muertos para dañar, por aquí abundan.

-Abundan más los licántropos.-Digo tratando de hacerle ver que ellos sí están vivos.-Y no todos tienen el corazón tan puro como la que nos acompaña. Preferiría no dañarlos en la medida de lo posible, pero es probable que tengamos que defendernos. Aunque quizás podamos... o más exactamente ella pueda hablar con ellos. ¿Crees que sería posible llamarlos y que alguno acudiera? 

Que haya hecho voto de no dañarlos no quiere decir que no pueda defenderme si me atacan. Sonrio de manera picara.De todas formas me gusta su manera pensar caballero......?

Igor, a medida que se alejaba del grupo no podía evitar escuchar los comentarios que se decían, si bien no entendía por qué no se podía explicarle al seguidor de Pelor las cosas mientras se ponían en marcha hasta que escuchó el comentario de Leo.

Se giró y dijo - ¿Leo, qué es lo que crees que acaba de ocurrir sino precisamente eso? El motivo por el que podemos salir del bosque en vez de estar combatiendo hasta la muerte contra una horda de elfos lobo es precisamente porque esa conversación ya ha tenido lugar. Y esto es lo mejor que se ha conseguido.-

Tras ello reanudó su marcha.

-Leo, paladín al servicio de heiróneous.-Digo con un gesto de verguenza por mis malos modales.-Encantado de conoceros.

Encantado caballero siempre es un placer encontrarse con otro camarada paladín .Miro al resto con aire confundido .Si que formáis un grupo curioso, si

-Bien, en ese caso, hechas las presentaciónes creo que debéis salir de aquí lo antes posible. ¿No os parece?-Pregunto mirando fijamente al resto.-Por mi parte, creo que me quedaré y trataré de recuperar la espada. Si en el fondo hay algo de bondad en ellos deberían consentirlo o al menos prestárnosla, y si no deberíamos entrar por la fuerza. ¿Qué te han dicho exactamente, Envy?

Envy rechaza el ofrecimiento de Fisteus. -No te hagas drama, no sufro para nada el frio- Dijo, siguiendo el intento que le siguiera. No sabia porque pero este era uno de los tipos de adoradores de Pelor que mejor le caian.

Ummm, elfos licántropos.?.Pregunto con interés .¿ Habéis intentado razonar con ellos? Quizás haya sido solo un malentendido .Al fin y al cabo son elfos una raza inteligente y no todos los licantropos son malvados.

Envy al escuchar esas palabras no pudo menos que soltar su cimitarra dejando que esta quedara callera y quedara clavada en la punta en la tierra y saltar a los brazos de Fisteus y darle un gran beso en la mejilla contraria a la que le acababa de darle el beso Alese. Luego se descolgo y siguiendo sin aceptar la ropa tomo su cimitarra de nuevo y siguio ya un poco mas alegre. Pudiendo ocultar un poco su nerviosismo por estar posiblemente en uno de los territorios mas peligrosos de toda la zona.

Todo parecia bien, ya se iban hasta que escucho como Leo empezaba a decir que se quedaria, con lo cual su cara se alargo por impaciencia y frustracion.

-No, Leo, no te quedas, y no se tratan de si son malvados o no, son personas, las hay tanto de unas como de otras, no hay un solo reino, ciudad, pueblo ni villa que pueda afirmar estar compuesto por personas buenas, pero ese no es el punto-

Dijo mirando a todos, no solo a Leo. -A ellos no les interesa el pueblo de Barovia, ellos no han hecho nada por ellos, sino es que todo lo contrario y ellos no se preocuparan por su suerte, ESTE es su territorio, su ciudad, su reino, y ante cualquier extraño que no llegue anunciandose sera atacado siempre al igual que en una ciudad humana, enana u elfa en la cual este acostumbrada a ser sitiada por enemigos, y citandolo a su jefe, a ellos no les importa la espada, sea que este aqui o no, y ni tampoco nuestra "Buena" intencion... con lo cual si no nos vamos ahora seremos comida para perros- Dijo haciendo un marcado mal chiste sobre su posible y muy probable muerte. -Ahora Leo, nos iremos, nos reagruparemos con Thork, quien es nuestro mejor musculo, y nos plantearemos venir aqui a hablar cuando los animos esten mas calmados- Dijo dando una rapida mirada a Quenya y Yoru, los mas afectados en la batalla. -Ahora si les parece mi plan, ¿Nos vamos?- Dijo volviendose a dar la vuelta en el camino correcto al pueblo... alli deberia terminar comprando a alguna joven o mujer algo de ropa... ojala solo pudiera vestir tranquilamente su pelaje o su piel desnuda, aunque al menos de momento lo haria. -Esta demas decir que no es buena idea decirle a los Ashlyn, Orphanos y Haiayel sobre la colonia de licantropos... ¿no?-

-¿Temes que asalten la colonia y nos veamos arrastrados a la batalla?-Pregunto con cierta intranquilidad.-No te preocupes por eso. No creo que lo intenten si se les persuade de que no son criaturas malignas.

No me quedaré en el bosque, pues como dices es su territorio y me matarían antes de dejarme hablar. Me quedaré en el borde del bosque, anunciaré mi presencia y trataré de entrar por las buenas. No ocurrirá nada si lo hago así, ¿no?  Con un poco de suerte, podré convencerles de que nos ayuden a buscar la espada, y si la cosa sale mal al menos lo habré intentado. ¿No? No intentéis convencerme de lo contrario, está decidido.

Igor ni siquiera entendió las últimas palabras que intercambiaron Envy, Leo y el nuevo, y si bien escuchaba sus voces ya estaba demasiado lejos como para entender su significado.

Sabía que Ocaso iba a su lado, pero no volvio la vista atrás para saber si alguien más le seguía, poco le importaba quien decidiera volver con él, no por que no le importara lo que el destino puediera depararles a los que se quedaran, sino porque él necesitaba armarse para poder llevar a cabo su propósito de ayudar al pueblo, además conocía el camino de vuelta a Barovia, de hecho había sido él quien les había conducido hasta allí. ¿Sabrían los demás volver o se perderían en el bosque si los dejaba atrás?

- Leo, lo siento mucho, pero si cada uno toma sus decisiones individualmente, sin contar con la opinión del resto del grupo, será imposible luchar. Si quieres hacer esta guerra por tu cuenta es tu decisión, pero no puedo ayudarte. Y créeme que no te entiendo, no puedo comprenderte. Nos veremos más tarde, quizás, si tu decisión no te ha llevado a la muerte.

Lamento que no me comprendas, Alese.-Digo mientras camino hasta el lindero del bosque.-Pero he de hacer lo que ha de hacerse, nada más. No puedo volver a la aldea mientras quede una posibilidad de negociar con los licántropos. Te agradezco en el alma cuanto has hecho por mí hasta ahora, y se que Heiróneous también.

Me quito el anillo y se lo tiendo junto con mi espada.-Toma este anillo y esta espada, no los necesitaré por el momento y es probable que vosotros si. Además, me quedan unas pociones curativas que pueden ser útiles. Si los licántropos intentan matarme moriré de todos modos, así que no lo voy a necesitar. Devolvédmelo cuando nos veamos de nuevo ¿De acuerdo?

- Eso es una peor idea todavía. Si los licántropos te dejasen pasar, podría atacarter un oso y no tendría con qué defenderte. Quédate tus armas, y si realmente consigues negociar con los licántropos ven a buscarnos. No sabes qué más peligros hay entre tú y esa espada. Que tu dios te sea propicio, y por mi parte rezaré a Pelor para que te ayude en todo lo posible. Pero sigo creyendo que es mala idea que voluntariamente te separes del grupo.

-Tengo un buen arco además de mi espada.-Digo mientras lo saco de mi equipaje y lo coloco ante mi.-Contra un oso será más que suficiente. No te preocupes por mí y guarda bien esa espada, me ha servido bien durante años. Si caigo llévala al templo de Heiróneous más cercano.

Sin decir más, me siento en el exterior del bosque mirando hacia adentro.

-Yo que vosotros me marcharía rápido.-Digo una vez estoy sentado.-Supongo que los licántropos mandarán una patrulla para asegurarse de que hemos salido de sus dominios, y deberían encontrarse con un hombre solo esperando a la puerta.

Leo estaba loco, pero puede que en esa locura tuviera una pequeña oportunidad. Los licátropos no dudarían en atacar a un grupo fuertemente armado, pero quizás uno sólo, y desarmado, tuviera una ocasión de parlamentar con ellos.

En el fondo lo dudaba, pero vete a saber lo que depara el destino de cada uno.

Suerte Leo, que tu dios te acompañe en todo momento.

El veterano siguió a Alese cuando decidiera marcharse