Partida Rol por web

Envy se sentia mucho mas segura con su criatura cornuda delante de ella. No era una de las que ella conocia, Nunca la habia visto en los bosques o montañas, pero desde que tenia su bolsa de trucos, le habia dado confianza y seguridad cuando la podia sacar.

No estaba con ella muchas veces, pero le gustaba sentirse protegida por algo tan grande, y que a la vez era docil con ella. Ahora habia visto mas o menos que la bruja al parecer habia sido derrotada. No podia ver claramente por su enorme criatura. Pero suponia que ya estarian bien. 

-Quenya... reacciona!- Le dijo tomando a la mujer verde por sus hombros. -Ya esta muerta, vamos despierta- Le decia mientras la zarandeaba un poco.

Ahi vio como el resto se aconglomeraba al parecer alrededor de uno de los suyos que aun estaba con una de esas anguilas. Y veia tambien a su amigo Thokk luchando por sacar el hacha. -Thokk! Olvida el hacha, usa tu fuerza y sacale esa cosa al santurron! Rapido!- Le pidio algo alarmada. No era una curandera o cleriga, pero no era tonta, y habia visto como habian estado de palidos todos sus compañeros al ser atacados por esas cosas. Era como si toda sus sangre abandonase sus cuerpos y rostros a gran velocidad.

Aunque no estaba seguro de que su ataque fuera a golpear ya a una criatura con vida pues eran muchos los que trataban de abatirla, trató de golpearla, no fuera a ser que la mala fortuna se cebara con ellos y no consiguieran acabar con ella. Del mismo modo ordenó a Ocaso que atacara para asegurarse de que conseguían liberar al iluminado de la presa a la que le sometía la anguila, para ello se desplazó a su izquierda para que pudiera entrar en el combate.

Eran muchas las armas que iban y venían y había que encontrar el momento oportuno para golpear y así lo intentó junto con Ocaso.

El veterano guerrero ya se encontraba al alado de la anguila que estaba pegada a Haiayel. Volvió a levantar el arma para salvar a su compañero y acabar con aquella criatura

El misterioso arquero había terminado con la amenaza pero aún no era tiempo de celebraciones , no estando el pobre Haiayel atrapado por la última anguila .Corro todo lo que puedo intentando acercarme para ayudarle pero entre la aglomeracion de gente  y el terreno temo no llegar a tiempo.Aguanta compañero

-Acabemos con la anguila.-Digo descargando un nuevo par de golpes con mi espada.-Aguanta compañero.

Todo ocurrió en un segundo. La bruja intentó dominarle, pero Urik era fuerte en su fe y nada podía interponerse entre él y la victoria. Pero entonces una flecha salió de lanada y se alojó en la cabeza de la brujamatándola en el acto. Urik aprovechó ese hecho para ayudar a Haiayel para quitarle la ese bicho que le estaba drenando la vida.

Tardó un poco pues el terreno le dificultaba su maniobra, pero al fin llegó a ella y descargó su espada contra la criatura.

Envy me agarraba de los hombros y me hablaba, pero apenas podía escuchar. Dejé que mi cabeza se inclinara y más baba verde salió por ella.

Irina falló el ataque, y maldijo en voz baja, y cuando se preparaba para repetir el ataque oyó un silbido procedente de unos arbustos y una flecha fue a parar en la cabeza de su enemiga. Observó cómo caía muerta y volvió a mirar a la espesura.

Alguien nos está ayudando. Y un fuerte escalofrío la recorrió la espalda.

Levantó el espadón y atacó de nuevo.

Thokk se giró atontado mirando a Envy. - Em... Si... Ayudar.- dijo Thokk mientras se acercaba a la anguila que quedaba e intentaba agarrarla para separarla de el santurron.

La paladín continúa descargando espadazos contra el último enemigo, concentrada el liberar al único compañero que le queda de esa bestia.

Fisteus se mueve todo lo rápido que es capaz a través de las ciénagas, pero no llega lo suficientemente rápido como para alcanzar a su compañero. Y entonces, Wolkot que se encontraba junto a Haiayel, descarga un potente golpe sobre él, en lugar de sobre su enemiga, por suerte hace rápidamente un giro con el filo del arma que no llega a matar a su compañero, aunque sí a dejarle muy débil, pues la pérdida de sangre que había sufrido era excesivamente alta.

Ashlyn continúa hiriendo a su rival, que estocada tras estocada, puede comprobar como se va debilitando. Irina no se queda atrás, que aunque sus golpes son algo débiles, también logra atravesar sus defensas y hacerle saltar alguna escama. Mientras tanto, Envy y su compañera trataban de reanimar a Quenya, que aún seguía trastornada por el ataque de la Dama Ahogada, a pesar de que ella hubiese sido ya asesinada.

De nuevo una flecha cruzó el campo de batalla, pero esta vez por encima de vuestras cabezas para perderse en la espesura. Haiayel seguía mareado y lentamente veía como aquella anguila le succionaba la poca sangre que aún le quedaba. Y para colmo también comprobaba en sus propias carnes lo afilada que estaba la espada del veterano.

La anguila arrebató las penúltimas gotas de sangre que aún le quedaban al Inquisidor, un trago más y pondría fin a la existencia de aquel ser, pero Haiayel no resistió ni un segundo más, había perdido demasiado sangre y eso le hizo caer al suelo completamente desmayado e inconsciente.

Thokk corre hasta su compañero dejando atrás su enorme hacha, pero sus pies se hunden en el fango, dificultando sus movimientos e imposibilitando llegar a tirara de la anguila.

Leo logra asestar un buen par de golpes a su rival, hiriéndo de gravedad a la anguila, pero ésta parecía ser aún más resistentes que sus compañeras, y parecía empeñada en acabar con vuestro amigo. Mientras tanto Don Urik se acerca hacia su compañero para también ayudarle, pues aunque parecía que el combate no dudaría mucho más, quizá su espada sirviera de ayuda. Igor también trató de ayudar, pero su mayal no llegó a alcanzar a la anguila y para colmo, Ocaso no encontraba un hueco por donde entrar para ser util.

El caso era que la anguila seguía succionando la sangre de vuestros compañero inconsciente, y aunque parecía gravemente herida, aún parecía resistir. Pero el que no lo haría más sería Haiayel, teníais una única oportunidad más, a no ser que el veterano quisiera acabar con su compañero antes.

El veterano guerrero no pudo contener el golpe que le había asestado a su compañero. Un pequeño resbalón en el fango hizo que se desviara el golpe y a pesar de intentar contenerlo hirió a Haiayel

Con un grito de rabia intentó enmendar su error y volvió a atacar a la anguila.

Envy mira como todos siguen esforzandose por salvar a Haiayel, mientras ella sigue con una Quenya que ahora babea acido. En un intento de hacerla reaccionar le da una cachetada mientras la sigue sarandeando. 

Ella se ve ahora que se siente algo asustada a pesar de que la situacion mas peligrosa para todos paso por el momento. Por alguna razon el estar desnuda, sucia y con su amiga en estado catatonico en una cienaga le pone mal. Y la desesperacion de todos por ayudar a su compañero se siente en el ambiente. Ella no sabe que hacer. Piensa y piensa, pero no se le ocurre nada que podria hacer por el santurron, y tampoco por Quenya quien no reacciona. 

De momento, solo se esfuerza por ayudarla a ponerla de pie aunque tenga que aguantar todo su peso. Ella tiene un cuerpo mas grande que el de ella, pero ella es mucho mas fuerte de lo que aparenta con lo que no tiene problemas. 

Ahora solo mira al grupo reunido al rededor del fanatico de Pelor. Ella no quiere que muera, no es que sienta algun cariño surgido de la nada por el, ni nada especial, no es su amigo, y de suerte un compañero casual, que poco ha hecho por ella mas alla de llamarla monstruo y mirarla como si fuera a matarla en cualquier momento. Pero no es suficiente eso para desearle la muerte, y menos en un lugar asi. -Vamos, Quen, reacciona maldita sea, o Urik te vera babeando- Le dije bromeando para ocultar miedo. Preguntandose si algun comentario asi de estupido haria que esta volviera en si.

Alese estaba frustrada, llorando al ver como no podía hacer nada por el paladín, había agotado los dos conjuros que podían ayudar en aquel trance y no tenía ya ningún recurso para atacar el terrible daño que el seguidor de Pelor estaba recibiendo. Si dispusiese de 15 minutos para solicitar un nuevo don al Dios del sol podría pedir de nuevo que le concediese el mismo don, pero no disponía de ese tiempo. Impotente, lo único que pudo hacer fue rezar con fervor para que Pelor ayudase al paladín a resistir, y a sus compañeros a matar a aquella bestia. 

- Si alguien tiene una poción o un amuleto que mejore la salud, es el momento de dárselo a Haiayel.

Ella no tenía ni una cosa ni otra.

Continuo  la carrera hasta flanquear a la monstruosa anguila  a fin de  eliminar  a la anguila antes de que envie   a Haiayel con Pelor .Pegad con todo y rez rogad  para que  alguna  fuerza  bondadosa  guie vuestra mano
 

Esperando que su poder sirviera para sanar al menos un poco al inquisidor, el paladin soltó su espada.

-Heironeous dame el poder que necesito.-Empiezo a rezar.-Salva al siervo de los dioses que yace hoy a mis pies en el cumplimiento de su deber. Que el escaso poder que puedo obtener de ti sea remedio de sus dolencias.

En ese instante, mi mano emite un resplandor verdoso y el poder de Heironeous empieza a invadir el cuerpo del inquisidor.

Urik, al ver que no podía hacer más de lo que estaban haciendo por Haiaiel y que estar ahí resultaría ser un estorbo, manda a Hurnn, el cuervo, que otee la zona por donde han disparado a la bruja para ver quien ha podido ser el que ha disparado.

- Vuela amigo mio. Muéstrame quien nos está ayudando- dijo al ave que estaba posada en una rama cercana.

-¡No! ¡También tú no!- La paladín tiene un cierto timbre de desesperación en su voz, mientras sigue tratando de golpear a la anguila con todas sus ganas.

Aunque medio ida, el guantazo de Envy me hizo volver a la realidad.

Maldita zorra pensé justo antes de enfocar la vista en la muchacha. Miré extrañada a mi alrededor. ¿Qué demonios había ocurrido?

La bruja del pantano parecía muerta y Haiayel también... Bueno, a él le faltaba poco. No le importaba, pero luego se lo echarían en cara y no quería discutir con nadie.

Envy, ve, ya estoy bien dije intentando mantenerme en pie, aunque me tambaleaba a momentos.