Partida Rol por web

¿Por qué no estáis en vuestros aposentos de la torre Sur? El amo dijo que es allí donde os quedaríais. ¡Es mejor que vayáis allí, o seguro que Cyrus se llevará las culpas!

- No te preocupes, sabemos lo que hacemos y el amo sabe de sobra que estamos aquí. De todos modos no queremos que se enfade con Cyrus, así que si eres tan amable de conducirnos de vuelta a nuestros aposentos te lo agradeceríamos - dijo, esperando que aquella sugerencia les pareciese bien al resto de sus compañeros a los que no había tenido ni tiempo para consultar ante la sorpresa del encuentro.

Envy va olfateando buscando alguna pista de peligro o pista, pero al entrar y bajar, da con que el suelo esta cubierto por una niebla que sin mucho esfuerzo la taparia tanto a ella como a Ocaso si no fueran tan grandes, pero que con gusto uno puede utilizar para pasar desapercibido. Cosa que hace, metiendose aprovechandose de la oscuridad y sus compañeros. Para tener ventaja sobre la situacion si fuera necesaria.

Quenya hubiese preferido descender por las escaleras. Al fin y al cabo, al subterráneo es donde tenían que ir. Pero la audacia de Igor era necesaria. No podían hacer otra cosa, salvo que decidieran acabar con aquel hombre que, claramente, estaba loco.

De todas formas, ¿con quién les habría confundido? Si era así, en esas celdas habría alguien... Y si eran amigos del "señor", serían seres peligrosos.

Aquel hombre misterioso empezó a reírse tras las palabras de Igor y asintió ante su petición. ¡Claro que os acompañaré! ¡Cyrus estará encantado de hacerles de guía por el Castillo del Señor! ¡Cyrus es un buen sirviente, pero no puede tardar mucho porque tiene algo en el fuego! ¡Vamos! Dijo apremiándoles a que se dieran prisa.

Entonces Cyrus salió de la estancia, bajó las escaleras que antes habían subido y después cruzó la sala por donde habían pasado anteriormente. Finalmente llegaron a una sala con los muebles rotos y ropa ajada que cubren toda la alargada habitación. 

Las ventanas de la pared exterior, ocultan tras un dedo de suciedad y polvo, no dejan pasar ni una pizca de luz. Una desvencijada escalerilla de madera asciende casi verticalmente.

La verdad que tenéis esto que da asco. Dijo el hombre mirando a su alrededor. Podéis dejar a vuestras mascotas en el establo, no creo que al señor le haga gracia que anden por los pasillos de su castillo. Y poneos a limpiar. Jajajajjajaa. Terminó riéndose sin mucho sentido. Y después, chasqueó los dedos y se marchó gritando algo de que se le quemaba lo que estaba preparando.

Está claro que sólo tenemos dos opciones. Una de ellas pasa por "cocinar" su cabeza y otra por cambiar de rumbo y volver al camino original. Y creo que esto es lo más sensato dijo en voz alta, pensando que quizá no era lo más sensato, pero que el pobre parecía un loco y quizá no merecía la muerte... Al menos en ese momento.

Cuando se hubo marchado la criatura, ya solas con sus compañeros en la habitación vacía, reflexionó sobre lo que acababa de pasar. Parecía evidente de que el hombre del castillo los había confundido con alguien que en tiempos pretéritos había morado allí. No sabía si conduciría a algo o no, pero quizá pudieran sacarle alguna utilidad si eran capaces de descubrir quienes habían sido esos invitados del señor y así se lo planteó a sus compañeros.

Con calma buscó rastros y pistas de sus moradores por la sala, al menos aquellos que indicaran el tiempo que llevaba sin emplearse. - Bien la sala está limpia - dijo haciendo alusión a su exhaustivo registro cuando hubo terminado - y ya que estamos aquí veamos que esconde la trampilla - añadió.

Igor fue el único que se decidió a trepar por la escalerilla y ver qué había tras la trampilla.

Tras abrir la trampilla llegas a una sala cuyo suelo está combado en la zona central de la sala. Las ventanas también están cubiertas de suciedad y no dejan pasar la luz del exterior. Hay varios catres rotos por todo el suelo.

Tras otro análisis exhaustivo de la sala, similar al que había hecho anteriormente hizo que encontrara, en el extremo occidental de la pared del sur se encontrase una puerta secreta. Podría seguir investigando él solo, o bien llamar a sus compañeros para que subieran, a pesar de que tendrían que dejar a Ocaso allí abajo esperándoles y montando guardia.

Alese miró con preocupación a su compañero, manteniéndose a una distancia prudencial por si fuese necesario echar una mano.

- Esto de arriba está tan vacío y polvoriento como allí abajo. Eso sí, he encontrado aquí una puerta secreta. ¿Subís e izamos a Ocaso o echo un vistazo a ver a dónde conduce?- dijo desde la parte superior alzando la voz para que pudieran escucharle sus compañeros del piso inferior.

- Creo que es mejor que eches un vistazo, pero por el amor de los dioses, ten mucho cuidado.

No te aventures demasiado le dijo Quenya. Una parte de ella quería acompañarle, pero por otro lado, Alese era demasiado valiosa en ese momento como para dejarla sin toda la protección posible. Era necesario protegerla de cualquier mal, ya que el señor del castillo era, con toda probabilidad, la que querría matar primero.

Envy escucha todo, pero no da señales de cambiar de forma. Comprende al igual que el resto, que la fuerza del grupo esta en Alese, y que es mejor cuidar la retaguardia. Con lo que se pone junto a ella, de un lado, dando una señal con un flexion de posturas al caminar para que Ocaso entienda que la idea es coordinar los flancos en proteccion a Alese.

Un gran hueco se alza hacia la oscuridad. Amplios escalones de piedra ascienden en espiral a su alrededor, mientras que otras escaleras más pequeñas e independientes descienden bajo el nivel del suelo. Desde algún punto de por encima, gotea una sustancia azulada pegajosa, salpicando el suelo de mosaico.

El explorador con cuidado se adentró por la puerta secreta pero se detuvo al ver la sustancia y le echó un vistazo tratando de analizarla, pero no fue capaz, en aquellos momentos de imaginar siquiera de qué podría tratarse.

Volvió sobre sus pasos y nuevamente desde el piso de arriba les comentó. La puerta secreta conduce a dos caminos, uno ascendente y otro descendente. Además he visto una sustancia azulada y pegajosa pero no sé de qué puede tratarse. - ¿Investigamos esto o tratamos de encontrar un camino hacia nuestro destino originario?- preguntó.

Envy solo mueve su cabeza en direccion hacia el lugar por donde se fue Igor para cuando el vuelve sin perder su posicion. Baja la cabeza y sigue observando los alrededores. Dejara la decision al resto, sabiendose capaz de cambiar de piel a la mezcla de lobo y humano si necesita desplazarse arriba, podiendo incluso cargar a Ocaso de ser necesario.

Quenya escuchó las palabras de Igor sobre el nuevo camino descubierto, y sopesó las opciones. Tenían un objetivo en ese momento, y aunque ese camino fuera más seguro, no podían saberlo con certeza. ¿Y si les llevaba a un destino todavía peor? O incluso frente el mismo señor del Castillo. Y en esos momentos no era una alternativa viable.

Creo que la mejor opción es ir por el camino que conocemos.

- Quenya, yo no entré por aquí, así que, salvo que tengas algo que contarnos, ninguno de estos caminos nos es conocido. - señaló ante el comentario de su compañera.