Partida Rol por web

A las horas se plantaron y pudieron reorganizarse. El grupo constató entonces que había que explorar más hacia el norte. Antes de partir, la exploradora fiel a Caiden fue a su encuentro e inició con ellos una charla.

- Ese lugar al que vais, hay que tener precauciones, os cuento. Por allí viven los Hijos de la Piedra, una tribu de trogloditas violentos y territoriales. Es de esperar que hayan exploradores y que os intenten emboscar, así que id alertas. Es más, de las charlas con los exploradores de Chernasardo, creo recordar que los trogloditas contaban con una red de grutas. Nos vendría muy bien saber más sobre eso. Esa red podría convertirse en un lugar más seguro que acampar sin más en el bosque. Apenas tenemos tiendas y las inclemencias del tiempo minan la moral ya decaída de todos.

Qué sabemos de esos bichos, Aubryn? Toda información es buena para ir preparados. A Ghion le gustaría empezar a tomar la delantera; ya son varios días a remolque de los hostigadores hobgoblins. Quizá sorprender a esos trogloditas sea el primer paso para nivelar la contienda.

Por cierto, alguna noticia de los exploradores? La verdad es que tenía la esperanza de haber dado con ellos a estas alturas ya... la frustración se cuela en la voz del oráculo.

Tras oir de los trogloditas, Valk'Moor se encogió de hombros. No creo que sean más peligrosos que la mayoría de cosas con las que nos hemos enfrentado... simplemente vayamos con cuidado por las trampas. Terminó haciendo una inclinación de cabeza hacia la exploradora, para agradecerle la información.

Parece un lugar seguro si conseguimos desalojar a sus actuales inquilinos, o pactar con ellos, con suerte podría ser bastante definitivo, y así esta gente no tendría que estar yendo de un lado para otro 

Aquella información sobre los trogloditas y sus grutas parecía una muy buena noticia. Sin duda serían un buen lugar para ocultarse de las patrullas hobgoblins mientras pensaban en el siguiente paso.

- No se hable más. En cuanto descansemos y el grupo se prepare, iremos en busca de esas grutas. Seguramente esos trogloditas no nos reciban bien, pero es nuestra única salida. O luchamos con todo el clan de los Iron Fang o contra los trogloditas. ¿Qué va a ser, camaradas? - Preguntó colocándose le ala del sombrero, como de costumbre.

La clérigo asintió a los héroes valorando su predisposición a enfrentarse a los peligros. Todos los refugiados estaban ahora bajo el cuidado no sólo de ella sino de estas cinco personas, las más capacitadas para ser la avanzadilla que les podía permitir alcanzar un lugar en el que establecerse.

- Sé algunas cosas sobre ellos pues los exploradores han batallado con anterioridad y entonces no les lograron derrotar. Estos trogloditas son exiliados de las Tierras Oscuras, que llegaron hace unos cincuenta años tras una disputa religiosa, estos tienen algún conocimiento intutivio sobre la piedra y las rocas. Su líder se llama Ighiz, inspira miedo y admiración en su tribu, los trogloditas creen que habla con las piedras y los vigila desde dentro de las cavernas, donde tiene algún tipo de templo.

Explicó a los jóvenes para que tuvieran algo de información a lo que atenerse.

- Son fanáticos y violentos, no me planteo que se pueda llegar a un acuerdo con ellos.

Miró después al paladín.

- Alguna de esas grutas nos puede servir pero son muy peligrosas debido a la existencia de este culto.

Mmm ¿Trogloditas? Según creo recordar...*

Tras escuchar la información bastante detallada de Aubrin asintió.

Tiene pinta de druida o sacerdote, así que nos enfrentamos a magia. Tal vez podamos buscar otra entrada...

Pues te agradecemos la información, Aubryn. Si son criaturas mezquinas y malvadas, creo que lo mejor será que busquemos a ese líder suyo y le reduzcamos. O acabemos con él si no hay otra opción. Seguramente, con eso todos los demás sufrirán un mal de lealtades inmediato. Ghion se fuerza a sonreír.

Antes de partir, el oráculo hace acopio de todo lo necesario, repasando su mochila. Pregunta por el asentamiento por si puede encontrar una cuerda extra, y un gancho de escalada.

Sin perder un instante, Valk' cargó con su mochila, e iba a decir que partieran, pero de pronto se le ocurrió una excusa para volver a hablar con Lirosa Quizá los exploradores elfos sepan algo más de los trogloditas, dadme un momento. Sin esperar la respuesta de sus compañeros comenzó a dar grandes zancadas y se alejó hacia el bosque, donde solían descansar ella y su hermano.

Ghion estuvo revisando el material disperso que los refugiados habían conseguido sacar del pueblo. Habían elementos bastante comunes y de ellos podía conseguir cuerda e incluso un garfio.

Valk se marchó en busca de los hermanos exploradores, fueron ellos quienes dieron con él y mantuvieron una animada charla. Los semielfos eran un tanto solitarios mas no parecía deberse a ninguna enemistad o problema, sino a la afición por caminar entre árboles y cazar. Sabiendo que Valk era un experto también sentían una cierta afinidad. Tenían muchos temas de los que hablar, más ahora que necesitaban conocer mejor el bosque. Era posible compartir historias sobre los lugares que los héroes habían explorado ya.

Ender trató de hacer memoria. Sabía mucho sobre aquellas tierras y pronto cayó en la cuenta de algo más. En aquella zona a la que iban se había encontrado otras veces vetas de cristal en las grutas. Si los trogloditas adoraban a la piedra y tenían hasta un templo, algo le decía que tenía que estar relacionado con esa particularidad.

Pitu se preguntaba si merecería la pena tamaño esfuerzo en limpiar las cavernas para usarlas de refugio. Solo necesitó un vistazo rápido al grupo de refugiados para contestar a esa pregunta.

Estaban cansados y algunos heridos. Tosían mientras se arrebujaban en mantas debido a la humedad nocturna en el bosque. 

-Bien...- Decidió mientras cepillaba a Brunhilda y luego le colocaba las alforjas. La cabra le miró con los ojos entornado al notar el peso en su lomo, pero rápidamente volvió a agachar la cabeza para terminar de arrancar las raíces que llevaba un rato comiendo. -Mantendremos los ojos bien abiertos! ¿Todos listos?- Preguntó a sus compañeros.

El paladín volvía de buen humor después de hablar con Lirosa y su compañero, y al llegar vió que sus compañeros ya se estaban preparando. No le faltaba mucho para prepararse, todas sus pertenencias cabían en una mochila, literalmente, ya que desde que escapó del coliseo lo que tenía es lo que pudo reunir por el camino.

Marchemos, amigos. Con suerte será un camino interesante....

- Adelante, camaradas. Si hemos superado esto podremos con lo que se nos ponga por delante. Y unos trogloditas no van a ser suficiente para pararnos. Además, Cayden está con nosotros.

Acompañó el final de su frase con otra gran calada de su puro y  un toque al ala de su sombrero. Lo cierto es que la emoción por haber salido airoso, hasta el momento, le embargaba y tenía buenos augurios.

La exploradora-sacerdote sonrió y bendijo al grupo cuando partía en busca de aquellas grutas. Hubieron de pasar varias horas de marcha hasta toda aquella zona de bosque, en la que sería necesario encontrar las colinas de las que hablaban. No siendo una extensión tan grande, finalmente lograron dar con lo que buscaban: una gran apertura a una gran cueva. Un troglodita entraba justo ahora empuñando un garrote compuesto por palo y un cráneo.

Siendo aún por la tarde sin duda habría luz en lo que era aquella entrada. Ya desde metros a distancia había un tufillo que llegaba hasta las fosas nasales y resultaba molesto.

- Por el Héroe Borracho... ¿Soy el único que huele ese aroma? Mirad a la cabra de Pitu, Brumhilda. La pobre está vomitando y eso no es buena señal. Si huele así aquí afuera, no me quiero imaginar la fragancia embriagadora que tendrán ahí dentro en su estercolero particular. - Dijo Xander tapándose la nariz y dandose un tono nasal bastante gracioso.

Volviendo al meollo del asunto, el alquimista observó desde su posición al centinela de la cueva. Solo aquel troglodita se interponía entre la abertura y ellos mismos, lo cual le parecía tarea fácil de abordar al alquimista.

- Muy bien, si conseguimos reducir a ese tipejo antes de que de la voz de alarma será pan comido. Tenemos que mantener el factor sorpresa todo el tiempo que podamos. ¿Tenéis algún hechizo para dormirlo? También podríamos hacer algo de ruido para atraerle. Seguro que Brumhilda le parece apetitosa y está dentro de su dieta... No te ofendas Pitu, pero es un gran plan. - Añadió.

Quizá se trate de un centinela, y tiene algún tipo de recorrido que hace que salga y entre de vez en cuando, sugiere Ghion.

Pero nuestro grupo no brilla por su sigilo... a lo mejor es más fácil aprovechar que ahora mismo no está para dar la alarma, para acercarnos rápido y entrar, tratando de ir pillando a cuantos más podamos por sorpresa antes de que se preparen, y no dejando que ninguno se nos escape.
 

Para noquearlo necesitaría estar muy cerca y hoy no he preparado invisibilidad... Creo que deberíamos hacer algo con ese olor, al menos taparnos la cara contrapos mojados o algo.

Miró a Alexander, tal vez sabía hacer algo más que cosas explosivas.
 

Veo que la opción de la diplomacia queda totalmente descartada. Apuntó el enorme guerrero. Bueno... no es que librar a estas tierras de unas criaturas peligrosas como son estos seres sea algo que me desagrade.... pero no me atrae la idea de tenderle una trampa. Cuando mato a un enemigo me gusta hacerlo de cara a cara, que sepa lo que se le viene encima en todo momento. Protestó finalmente

Ante la incómoda actitud de Valk, el Halfling se encogió de hombros intentando quitar importancia al asunto. -Dudo que siquiera hablen nuestro idioma. Parecen criaturas primitivas.- Volvió a encogerse de hombros. -Si queréis puedo intentar dialogar, aunque lo más seguro es que no funciona... Prefiero aprovechar la ventaja.-